04.04.2015 Views

Bajate un capítulo en pdf - Rolling Stone

Bajate un capítulo en pdf - Rolling Stone

Bajate un capítulo en pdf - Rolling Stone

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Damas Gratis, otro chico Led Zeppelin, otro heavy metal y <strong>un</strong>a chica Babasónicos…<br />

¡Una mezcla muy rara!<br />

Todo se empezó a dar además con <strong>un</strong> cambio <strong>en</strong> mi corte de pelo. Antes lo usaba todo<br />

atado hacia atrás, pero cuando me lo solté me s<strong>en</strong>tía muy incómoda porque t<strong>en</strong>ía mucho<br />

pelo… pero mucho, ¡eh! Parecía Mafalda. Y como no me lo sabía atar bi<strong>en</strong>, me daba<br />

mucha vergü<strong>en</strong>za. Mi mamá no me lo dejaba cortar, y por eso odio que hoy critiqu<strong>en</strong><br />

mis fotos viejas: deberían saber que yo me lo quería cortar pero que no me daban<br />

permiso. “Agustina, te vas a arruinar el pelo”, me decía mi mamá. Hasta que <strong>un</strong> día<br />

logré conv<strong>en</strong>cerla y fui a la peluquería. Al principio me hice <strong>un</strong> corte más parejo que el<br />

de ahora, y pedí que me sacaran <strong>un</strong> poco de pelo. Después me lo empecé a desmechar<br />

más.<br />

El corte de pelo fue muy importante. La estética y verte bi<strong>en</strong> te da seguridad, ¿o no?<br />

Para mí fue como empezar <strong>un</strong>a nueva etapa. Tanto, que p<strong>en</strong>sé que ya era el final de mi<br />

fotolog/agus_laoriginal, porque esa Agustina había quedado <strong>en</strong> el pasado. “Listo, lo<br />

cierro, me olvido y hago otro”, decidí. Y ahí hice /cumbio. Es que <strong>en</strong> esa época ya me<br />

decían así, “Cumbio”. Estaba <strong>en</strong> otro colegio, el Palermo So<strong>un</strong>der, <strong>un</strong>o especializado <strong>en</strong><br />

música de rock y pop, donde yo era la única cumbiera. Una amiga le ponía masculino a<br />

todo, y a mí me tocó ser Cumbio. Ese apodo me gustó desde el primer mom<strong>en</strong>to.<br />

Sonaba bi<strong>en</strong>, t<strong>en</strong>ía fuerza. Un día <strong>en</strong>tré a mi casa y le dije a mi mamá: “Ahora me llamo<br />

Cumbio”. Pero ella me sacó volando: “¿Qué te p<strong>en</strong>sás, n<strong>en</strong>a? ¡Te llamás Agustina!”, me<br />

gritó.<br />

Hoy, pobre, ya está resignada. Es que al poco tiempo todos me llamaban “Cumbio” o, a<br />

lo sumo, “la cumbiera”. Y ahora que t<strong>en</strong>go el fotolog más grande del país, ya nadie sabe<br />

cómo me llamo; incluso alg<strong>un</strong>os pi<strong>en</strong>san que Cumbio es mi apellido o mi seg<strong>un</strong>do<br />

nombre.<br />

Les quiero decir que me llamo Agustina Vivero. Pero está bi<strong>en</strong>, pued<strong>en</strong> decirme<br />

“Cumbio”.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!