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Temas selectos en Arquitectura

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<strong>Temas</strong> <strong>selectos</strong><br />

<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong><br />

Maestro Rafael Cid Mora<br />

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4<br />

<strong>Temas</strong> <strong>selectos</strong><br />

<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong>


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<strong>Temas</strong> <strong>selectos</strong><br />

<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong><br />

Maestro Rafael Cid Mora


Maestro Rafael Cid Mora Director de la Faciultad<br />

Dr. Arq. Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />

Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos ti<strong>en</strong>e un Doctorado <strong>en</strong><br />

Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico por la Escuela<br />

Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad Politécnica<br />

de Madrid. Es Profesor investigador tiempo completo<br />

de la B<strong>en</strong>emérita Universidad Autónoma de Puebla y Coordinador<br />

del área de Teoría e Historia de la <strong>Arquitectura</strong> de<br />

la Facultad de <strong>Arquitectura</strong>. Es Perfil PROMEP. La línea de<br />

investigación que cultiva es la Teoría y Práctica del Proyecto<br />

Arquitectónico.<br />

Diseñador: Jahziel Ramírez Apango<br />

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PRÓLOGO<br />

Este libro nace de la inquietud de publicar diez trabajos, que<br />

se conforman de investigaciones y <strong>en</strong>sayos que realizan catedráticos-investigadores<br />

del Cuerpo académico de Tecnología<br />

del Proyecto Arquitectónico (BUAP-CA-115), así como<br />

investigadores invitados de otras universidades. En este s<strong>en</strong>tido,<br />

ellos pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> crear un espacio dedicado a sus publicaciones<br />

anuales.<br />

Cabe hacerse m<strong>en</strong>ción de algo notable de este colectivo<br />

que es que la mayoría de sus integrantes pose<strong>en</strong> los grados<br />

de doctorados y maestrías <strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> y Urbanismo,<br />

con especialidad <strong>en</strong> el Proyecto arquitectónico, la Tecnología<br />

arquitectónica, la Conservación y el Ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to del<br />

territorio. Son perfiles Promep, lo que garantiza lo relevante e<br />

interesante de esta publicación.<br />

Los temas desarrollados son los sigui<strong>en</strong>tes:<br />

1. El concepto espacial japonés Engawa <strong>en</strong> la casa-estudio de Luis<br />

Barragán, por el Dr. Arq. Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />

2. Conceptos fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> la doc<strong>en</strong>cia del proyecto<br />

de arquitectura, por el Dr. Arq. Antonio Juárez Chicote<br />

3. <strong>Arquitectura</strong> dúctil, por el Mtro. <strong>en</strong> Diseño Arquitectónico<br />

Maximiliano Hurtado Mireles<br />

4. Evolución de la temperatura interior de la vivi<strong>en</strong>da vegetal<br />

de la mixteca poblana, por la Dra. Arq. Gloria Carola<br />

Santiago Azpiazu<br />

5. La vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> la arquitectura bioclimática sust<strong>en</strong>table, por<br />

el Mtro. <strong>en</strong> Tecnologías de la <strong>Arquitectura</strong> José Luis Morales<br />

6. Requisitos de diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />

de edificios multifamiliares de mediana altura para<br />

su desempeño durable, por la Dr. Arq. Dora María López<br />

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10<br />

y el Dr. Andrés Olivera<br />

7. Los estudios de vulnerabilidades y riesgos. Énfasis <strong>en</strong> normas<br />

de construcción ante diversas am<strong>en</strong>azas y esc<strong>en</strong>arios, por<br />

el Dr. Arq. Andrés Olivera y la Dr. Arq. Dora María López<br />

8. Enfoque sistémico y holístico para el desarrollo de programas<br />

de vivi<strong>en</strong>das <strong>en</strong> as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles,<br />

por la Dr. Arq. María El<strong>en</strong>a Sánchez y Dr. Ing. Salvador<br />

Felipe Espinet<br />

9. La conservación como teoría para la sust<strong>en</strong>tabilidad del<br />

patrimonio urbano arquitectónico, por el Dr. Arq. Moisés<br />

Morales Arizm<strong>en</strong>di<br />

10. Limitaciones disciplinarias y la problemática ambi<strong>en</strong>tal<br />

<strong>en</strong> la ciudad de Puebla, por el Mtro. <strong>en</strong> Arq. Marco Aurelio<br />

Rojas Aguilar<br />

En cuanto a la estructura de la obra y sus cont<strong>en</strong>idos; estos<br />

son pres<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> cuatro áreas; <strong>en</strong> la primera, se tratan<br />

los temas relacionados al Proyecto arquitectónico, <strong>en</strong> la segunda<br />

área, los temas de la Tecnología arquitectónica, <strong>en</strong><br />

la tercera, los temas de la Conservación y <strong>en</strong> la cuarta, los<br />

temas del Urbanismo.<br />

En varios de los trabajos aquí desarrollados, tanto estructuralm<strong>en</strong>te<br />

como medioambi<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te, se observa que<br />

hoy <strong>en</strong> día los arquitectos proyectan la manera <strong>en</strong> que se<br />

organizan los edificios. Junto con sus dotes creativas, además<br />

de los factores sociales, culturales, filosóficos y políticos<br />

que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> el diseño, las herrami<strong>en</strong>tas y las técnicas de<br />

la ing<strong>en</strong>iería –la tecnología- son lo que otorga forma y función<br />

al <strong>en</strong>torno construido.<br />

Para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la arquitectura es fundam<strong>en</strong>tal compr<strong>en</strong>der<br />

bi<strong>en</strong> la relación <strong>en</strong>tre el proyecto arquitectónico y la tecno-


logía arquitectónica. Uno de los objetivos c<strong>en</strong>trales que se<br />

ha logrado <strong>en</strong> esta publicación y que se considerara <strong>en</strong> los<br />

subsecu<strong>en</strong>tes libros de este colectivo de investigadores es<br />

pres<strong>en</strong>tar el alcance de esta relación, para que todo público,<br />

especialistas o no, compr<strong>en</strong>dan las nociones actuales<br />

del diseño con soluciones estructurales y medioambi<strong>en</strong>tales.<br />

Hay cuestiones también muy específicas que se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong><br />

estos trabajos aquí pres<strong>en</strong>tados, las cuales evid<strong>en</strong>cian notables<br />

inquietudes sobre la arquitectura <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os muy particulares,<br />

que trastocan “la cultura local versus la civilización<br />

universal”, como lo referiría, el importante teórico de la arquitectura;<br />

K<strong>en</strong>eth Frampton <strong>en</strong> su teoría arquitectónica del<br />

“Regionalismo Crítico”.<br />

Los investigadores que escrib<strong>en</strong> <strong>en</strong> esta publicación<br />

como se ha dicho, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la gran cualidad de poseer una<br />

formación <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes áreas de la arquitectura como son:<br />

el proyecto arquitectónico, la tecnología arquitectónica,<br />

la conservación y el urbanismo, lo que hace que los cont<strong>en</strong>idos<br />

de dicha publicación recre<strong>en</strong> una mirada actual de<br />

esta disciplina, la cual es integral y holística a la vez, muy<br />

apropiada a estos nuestros tiempos contemporáneos, tiempos<br />

de globalización que vivimos, <strong>en</strong> donde las ideas que<br />

conforman el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to arquitectónico de hoy, que son<br />

plurales, diversas, diverg<strong>en</strong>tes y contrastantes se v<strong>en</strong> explícitas<br />

<strong>en</strong> esta especial publicación. Es así como las investigaciones<br />

y los <strong>en</strong>sayos que aquí se pres<strong>en</strong>tan expresan una<br />

variedad temática sobre la arquitectura.<br />

Otra cuestión a destacar <strong>en</strong> el trabajo de estos investigadores<br />

y que es una gran preocupación mundial, es lo refer<strong>en</strong>te<br />

a los problemas medioambi<strong>en</strong>tales, los cuales también<br />

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12<br />

son retomados <strong>en</strong> estas investigaciones y <strong>en</strong>sayos, y lo hac<strong>en</strong><br />

trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te, ya que se está muy acostumbrado<br />

a escuchar sobre dicha problemática, un tanto de manera<br />

dramática y unidireccionalm<strong>en</strong>te, con esto se quiere<br />

decir, que los temas aquí son explorados, no solo desde los<br />

aspectos funcionales, constructivos y estructurales, sino también<br />

desde los aspectos históricos, propios de la evolución<br />

de la arquitectura, así como de los aspectos compositivos,<br />

estéticos, f<strong>en</strong>oménicos, poéticos y expresivos de la disciplina<br />

misma, que deb<strong>en</strong> como se ha dicho, ser considerados a la<br />

par de las cuestiones medioambi<strong>en</strong>tales.<br />

Un hecho que habría que valorar al respecto de este<br />

esfuerzo de los investigadores, es la proced<strong>en</strong>cia de los contextos<br />

<strong>en</strong> donde se desarrollaron dichas investigaciones y<br />

<strong>en</strong>sayos, ya que ellas manifiestan experi<strong>en</strong>cias de las realidades<br />

mexicanas, cubanas, europeas y japonesas, contribuy<strong>en</strong>do<br />

todo ello a <strong>en</strong>riquecer el <strong>en</strong>foque del abordaje de<br />

los problemas actuales del proyecto, la tecnología, la conservación<br />

y el urbanismo, lo cual, habla del gran interés, relevancia<br />

y vig<strong>en</strong>cia que recobran estos temas <strong>selectos</strong> aquí<br />

tratados, que son parte del espíritu de los tiempos que hoy se<br />

viv<strong>en</strong>, como lo diría un destacable conocedor del Proyecto<br />

arquitectónico Josep María Montaner; que estos son temas<br />

muy propios de la “Cultura relacional” que hoy impera <strong>en</strong> el<br />

mundo actual”.<br />

De los métodos de investigación empleados <strong>en</strong> estos<br />

trabajos; cabe com<strong>en</strong>tar que por la misma variedad de temas<br />

abordados, se observa que se pres<strong>en</strong>ta un “pluralismo<br />

metodológico” o la libertad de métodos. Hay tanto investigación<br />

cuantitativa como cualitativa y mixta. De ahí que


se t<strong>en</strong>ga una posición hacía la metodología de la investigación<br />

que se consideraría muy <strong>en</strong> relación directa con los<br />

objetos de investigación. Por otro lado, todos estos métodos<br />

son dinámicos y conllevan constantem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su estructura,<br />

el análisis y la síntesis.<br />

Las investigaciones aquí pres<strong>en</strong>tadas se dan tanto <strong>en</strong> el<br />

nivel de producir conocimi<strong>en</strong>to que sería la llamada la investigación<br />

básica, así como resoluciones de problemas que<br />

sería la llamada investigación aplicada de acuerdo con Roberto<br />

Hernández Sampieri et al.<br />

De la pres<strong>en</strong>tación de los <strong>en</strong>sayos, estos expresan p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos,<br />

opiniones; analizan, interpretan y evalúan los temas<br />

tratados. Dichos temas son relevantes, están sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />

docum<strong>en</strong>tados, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> argum<strong>en</strong>tos apropiados y<br />

bi<strong>en</strong> organizados. Por otro lado, dichos <strong>en</strong>sayos evid<strong>en</strong>cian<br />

la organización conv<strong>en</strong>cional como es el desarrollo de la<br />

introducción, el cuerpo y las conclusiones.<br />

Por último, tanto las investigaciones como los <strong>en</strong>sayos,<br />

muestran el abordaje de nuevos <strong>en</strong>foques, modelos teóricos y<br />

metodologias sobre las cuestiones urbanas y arquitectónicas.<br />

En lo refer<strong>en</strong>te a la bibliografía de estos trabajos, se<br />

podría com<strong>en</strong>tar que ésta evid<strong>en</strong>cia la profundidad de<br />

los temas tratados, una sistematicidad <strong>en</strong> su desarrollo, los<br />

ámbitos que traWstoca, la ext<strong>en</strong>sión que se abarca y una<br />

esmerada actualización.<br />

Para cerrar este prólogo quisiera hacer algunos com<strong>en</strong>tarios<br />

finales. Estas investigaciones <strong>en</strong>tre los aspectos a destacar<br />

se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los sigui<strong>en</strong>tes: una gran preocupación por la<br />

calidad del medio construido al nivel arquitectónico, tecnológico,<br />

ambi<strong>en</strong>tal, la conservación y lo urbano. La inquietud<br />

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14<br />

por lograr una relación más armónica <strong>en</strong>tre la arquitectura y<br />

la naturaleza. La consideración de la sust<strong>en</strong>tabilidad como<br />

un gran marco g<strong>en</strong>eral de refer<strong>en</strong>cia para el desarrollo de<br />

dicha arquitectura. El replanteami<strong>en</strong>to de las cuestiones<br />

éticas <strong>en</strong> el desarrollo de la profesión. La necesaria actualización<br />

de la <strong>en</strong>señanza del proyecto arquitectónico. La<br />

reori<strong>en</strong>tación del proyecto actual de arquitectura y la tecnología<br />

arquitectónica como un vínculo natural para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar<br />

la construcción de un nuevo hábitat para el futuro<br />

del ser humano.<br />

Estos temas también pued<strong>en</strong> servir de refer<strong>en</strong>cia para<br />

aquellos que dese<strong>en</strong> proyectar y construir una arquitectura<br />

más sost<strong>en</strong>ible. Que quieran at<strong>en</strong>der a una sost<strong>en</strong>ibilidad<br />

medioambi<strong>en</strong>tal, logrando con todo ello un acto de proyectar<br />

y construir que realce el <strong>en</strong>torno inmediato y global<br />

<strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido tanto ecológico como visual.


Dr. Arq. Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />

Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos ti<strong>en</strong>e un Doctorado <strong>en</strong><br />

Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico por la Escuela<br />

Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad Politécnica<br />

de Madrid. Es Profesor investigador tiempo completo de la B<strong>en</strong>emérita<br />

Universidad Autónoma de Puebla y Coordinador del<br />

área de Teoría e Historia de la <strong>Arquitectura</strong> de la Facultad de<br />

<strong>Arquitectura</strong>. Es Perfil PROMEP. La línea de investigación que<br />

cultiva es la Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico.<br />

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16<br />

Introducción<br />

La pres<strong>en</strong>te publicación está constituida como una Colección<br />

de temas <strong>selectos</strong> sobre proyectación y tecnología <strong>en</strong><br />

arquitectura, promovida por los integrantes del cuerpo académico<br />

Proyecto y Tecnología arquitectónicas del Colegio y<br />

Facultad de <strong>Arquitectura</strong>, como parte de la División de Estudios<br />

Superiores de Ing<strong>en</strong>iería y Tecnología de la B<strong>en</strong>emérita<br />

Universidad Autónoma de Puebla, así id<strong>en</strong>tificados ante el<br />

Programa de Mejorami<strong>en</strong>to del Profesorado (PROMEP) de la<br />

Secretaría de Educación Pública (SEP).<br />

En esta Colección, se abordan, de manera accesible y<br />

fresca, diez temas de gran relevancia, vig<strong>en</strong>cia e interés para<br />

estudiantes y profesionistas <strong>en</strong> el campo de la arquitectura.<br />

Su publicación repres<strong>en</strong>ta un esfuerzo para <strong>en</strong>tregarle al lector,<br />

especializado o no, un conjunto de temas cuyo cont<strong>en</strong>ido<br />

responde a la preocupación y at<strong>en</strong>ción del tratami<strong>en</strong>to<br />

relativo a los ambi<strong>en</strong>tes construidos por el ser humano y para<br />

el ser humano de acuerdo con su <strong>en</strong>torno urbano y natural.<br />

En todos los casos se destaca la importancia del problema<br />

abordado y se aportan opciones de solución.<br />

En el primer tema, Del concepto espacial japonés Engawa<br />

<strong>en</strong> la casa-estudio de Luis Barragán, Hermóg<strong>en</strong>es<br />

Castellón pres<strong>en</strong>ta un estudio que nace de la inquietud de<br />

explorar la posible aplicación del concepto espacial japonés<br />

<strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> la sala de la casa-estudio del arquitecto Luis<br />

Barragán, donde dicho concepto se interpreta como “el espacio<br />

de transición con límites indefinidos que exist<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre<br />

la casa y el jardín”, así como su homólogo <strong>en</strong> la arquitectura<br />

moderna occid<strong>en</strong>tal “el espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior<br />

y el exterior con límites indefinidos. Se hace la aclaración


de que aún cuando el análisis espacial pres<strong>en</strong>ta énfasis <strong>en</strong><br />

la perspectiva japonesa, paralelam<strong>en</strong>te se va comparando<br />

con la refer<strong>en</strong>cia occid<strong>en</strong>tal. Se abunda <strong>en</strong> explicaciones<br />

sobre las características del <strong>en</strong>gawa, que permite concebir<br />

el espacio como un flujo continúo <strong>en</strong>tre dos contrarios: el interior<br />

y el exterior. Se pres<strong>en</strong>ta una exploración detallada del<br />

<strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> el esc<strong>en</strong>ario arquitectónico de Barragán, particularm<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> el caso de la sala de su casa-estudio, que<br />

va desde el amueblado de la sala hasta el jardín. Al final se<br />

llega a la conclusión de que <strong>en</strong> la casa de Luis Barragán no<br />

hay un <strong>en</strong>gawa y lo que si se constata es que la sala o espacio<br />

interior ha asumido ser un “espacio de transición con<br />

límites indefinidos” como se observa <strong>en</strong> las características<br />

de la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal. Se termina con el<br />

com<strong>en</strong>tario de que Barragán construye su espacio arquitectónico<br />

con ideas tanto de su arquitectura tradicional como<br />

con las del movimi<strong>en</strong>to moderno.<br />

El segundo tema, Conceptos fundam<strong>en</strong>tales de la doc<strong>en</strong>cia<br />

del proyecto de arquitectura, de Antonio Juárez,<br />

constituye la síntesis de una investigación pedagógica sobre<br />

experi<strong>en</strong>cias de introducción a proyectos de arquitectura<br />

desarrolladas <strong>en</strong> diversas universidades europeas, durante los<br />

últimos diez años. Se pres<strong>en</strong>ta de modo sintético el proceso,<br />

desarrollo y conclusiones de tres cursos (semestrales) de “Introducción<br />

al proyecto de arquitectura” <strong>en</strong> la Escuela Técnica<br />

Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad Politécnica de<br />

Madrid con estudiantes de primer y segundo año; se hicieron<br />

refer<strong>en</strong>cias pedagógicas con ejercicios de adiestrami<strong>en</strong>to visual<br />

de Mies Van der Rohe y Walter Peterhans, los principios<br />

pedagógicos de Josef Albers <strong>en</strong> Search versus Re-Search, la<br />

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18<br />

noción de equilibrio dinámico de Paul Klee y el concepto de<br />

apr<strong>en</strong>dizaje de Marcel Duchamp. Se desarrollan conceptos<br />

particulares acerca de la percepción, la corporalidad, abstracción,<br />

ord<strong>en</strong>, construcción y equilibrio <strong>en</strong> la arquitectura.<br />

En el tercer tema, <strong>Arquitectura</strong> Dúctil, Maximiliano Hurtado<br />

plantea la preocupación por el hecho de que los procesos<br />

de producción <strong>en</strong> la industria de la construcción se<br />

han rezagado, <strong>en</strong> comparación con otros procesos industriales<br />

que ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a maximizar b<strong>en</strong>eficios y minimizar perjuicios<br />

o desv<strong>en</strong>tajas para los bi<strong>en</strong>es producidos, para el ser<br />

humano y para el medio ambi<strong>en</strong>te, poni<strong>en</strong>do por ejemplo<br />

la industria automotriz; se cuestiona por qué si la naturaleza<br />

y el propio organismo humano son dúctiles la arquitectura<br />

ti<strong>en</strong>de más a ser rígida, dura, ortogonal, perman<strong>en</strong>te e inmóvil.<br />

Así sosti<strong>en</strong>e que se requiere de un nuevo paradigma<br />

de arquitectura dúctil y de nuevas respuestas, propuestas y<br />

realizaciones compatibles con la ductilidad de la naturaleza<br />

del ser humano y de su <strong>en</strong>torno exterior; <strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido, apunta<br />

que la sust<strong>en</strong>tabilidad <strong>en</strong> arquitectura implica soluciones<br />

que no comprometan la perman<strong>en</strong>cia de la naturaleza y de<br />

la propia humanidad, tanto <strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te como <strong>en</strong> el futuro.<br />

En suma se plantea que la arquitectura dúctil propone un<br />

equilibrio <strong>en</strong>tre el hábitat humano y la naturaleza.<br />

El cuarto tema, Evolución de la temperatura interior de<br />

la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana, de Gloria Carola<br />

Santiago, explica la experi<strong>en</strong>cia de lo que llama “la casi<br />

extinta vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a del pequeño poblado de Santa<br />

Inés Ahuatempan”, al sureste del estado de Puebla, caracterizándola<br />

como una rica her<strong>en</strong>cia cultural de los grupos<br />

popolocas. Tal es el caso de su vivi<strong>en</strong>da, completam<strong>en</strong>te


adaptada al medio ambi<strong>en</strong>te, que no provoca alteraciones<br />

<strong>en</strong> su <strong>en</strong>torno y que aprovecha al máximo los materiales<br />

que ofrece la naturaleza, logrando el bi<strong>en</strong>estar térmico de<br />

qui<strong>en</strong>es la habitan. Explica las características técnicas de lo<br />

que llama “la vivi<strong>en</strong>da vegetal” de la mixteca poblana, a<br />

través del análisis de diversas variables geográficas y climáticas.<br />

Expone cómo se configura la vivi<strong>en</strong>da desde el punto<br />

de vista arquitectónico funcional, ambi<strong>en</strong>tal y expresivo. Entre<br />

sus conclusiones termina dici<strong>en</strong>do que “la sabiduría <strong>en</strong> el<br />

uso de materiales autóctonos y elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />

originales se ha perdido paulatinam<strong>en</strong>te para dar paso al<br />

uso de nuevos materiales que conllevan a una idea equivocada<br />

acerca del significado de progreso”.<br />

El quinto tema, La vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> la <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática<br />

Sust<strong>en</strong>table, desarrollado por José Luis Morales, nos dice<br />

que el trabajo es una reflexión sobre los olvidados aspectos<br />

medioambi<strong>en</strong>tales y su respectivo impacto <strong>en</strong> el replanteami<strong>en</strong>to<br />

de los procesos de producción industrial. Define a la<br />

arquitectura bioclimática sust<strong>en</strong>table como un modelo que<br />

busca la utilización de los recursos naturales para la obt<strong>en</strong>ción<br />

para obt<strong>en</strong>er un máximo confort así como minimizar el<br />

impacto medioambi<strong>en</strong>tal. Se hac<strong>en</strong> refer<strong>en</strong>cias puntuales<br />

con relación a las características de la vivi<strong>en</strong>da bioclimática,<br />

tales como: adaptación a la temperatura, a las ori<strong>en</strong>taciones,<br />

al efecto invernadero, al aislami<strong>en</strong>to térmico y a los<br />

aspectos estratégicos como la captación, acumulación y<br />

aprovechami<strong>en</strong>to de las fu<strong>en</strong>tes de <strong>en</strong>ergías naturales. Se<br />

llega a la conclusión de que la arquitectura bioclimática es<br />

sost<strong>en</strong>ible, ya que su objetivo g<strong>en</strong>eral es obt<strong>en</strong>er el máximo<br />

ahorro <strong>en</strong> el consumo total de recursos <strong>en</strong> relación a la vida<br />

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20<br />

útil del edificio y la ciudad, dando prioridad al uso de recursos<br />

r<strong>en</strong>ovables y reutilizables.<br />

El sexto tema, Requisitos de diseño arquitectónico de la<br />

<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares de mediana<br />

altura para su desempeño durable, de Dora María Artiles<br />

y Andrés Olivera, es un caso más especializado, referido a la<br />

Vivi<strong>en</strong>da Social para condiciones particulares como las de<br />

Cuba, para nuevos proyectos de edificios multifamiliares o<br />

perfeccionami<strong>en</strong>to de los exist<strong>en</strong>tes. Se recomi<strong>en</strong>da el establecimi<strong>en</strong>to<br />

de requisitos <strong>en</strong>focados a evitar insufici<strong>en</strong>cias<br />

<strong>en</strong> el diseño arquitectónico de lo que d<strong>en</strong>ominan la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical, a efecto de contribuir al mejor desempeño<br />

y durabilidad de las edificaciones. Defin<strong>en</strong> a la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical como “el sistema de elem<strong>en</strong>tos cuya posición predominante<br />

es vertical, que puede t<strong>en</strong>er asociados a él y<br />

que <strong>en</strong> su conjunto sirv<strong>en</strong> de <strong>en</strong>voltura o separación <strong>en</strong>tre<br />

el interior del edificio y el medio exterior, formado una barrera<br />

total. Se describ<strong>en</strong> los compon<strong>en</strong>tes de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical y sus formas de aplicación. Se explican las tres etapas<br />

de la investigación <strong>en</strong> la que sust<strong>en</strong>tan sus propuestas;<br />

se plantean los lineami<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>erales para la justificación<br />

de requisitos para el diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical, acordes con las variables de diseño involucradas.<br />

Se concluye afirmando que se logró determinar el conjunto<br />

de variables y parámetros de diseño arquitectónico de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio multifamiliar, que guardan<br />

relación con el asegurami<strong>en</strong>to del desempeño durable de<br />

la edificación<br />

El séptimo tema, Los estudios de vulnerabilidades y riesgos.<br />

Énfasis <strong>en</strong> normas de construcción ante diversas ame-


nazas y esc<strong>en</strong>arios, de Andrés Olivera y Dora María López, es<br />

un amplio y bi<strong>en</strong> docum<strong>en</strong>tado estudio <strong>en</strong> el que se destaca<br />

al medio construido como esc<strong>en</strong>ario del desastre, <strong>en</strong> el<br />

que afirma que “los desastres, tan antiguos como la civilización<br />

humana, sigu<strong>en</strong> cobrando víctimas y causando catástrofes<br />

<strong>en</strong> ext<strong>en</strong>sas regiones, son evid<strong>en</strong>cia del mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

de condiciones de vulnerabilidad”; que a esto contribuye<br />

la gran t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de urbanización mundial y a problemas<br />

que aún no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran solución adecuada como es “el<br />

agrandami<strong>en</strong>to de la brecha de desarrollo <strong>en</strong>tre países, el<br />

aum<strong>en</strong>to de la pobreza y el hambre, la falta de condiciones<br />

dignas de habitabilidad y otros flagelos de la sociedad”. Define<br />

con precisión los conceptos de riesgo y vulnerabilidad,<br />

según otros estudiosos <strong>en</strong> la materia. En cuanto a la vulnerabilidad<br />

de la edificación sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que se conforma por la<br />

interrelación de vulnerabilidades tales como: la estructural,<br />

la no estructural y la funcional. El estudio abarca recom<strong>en</strong>daciones<br />

para la reducción del riesgo urbano y señala otros<br />

aspectos que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> la vulnerabilidad por sismos, tales<br />

como la configuración arquitectónica. Entre sus conclusiones<br />

destaca que el reto de un medio construido más seguro<br />

es alcanzable, a través de una gestión local de riesgos ori<strong>en</strong>tada<br />

específicam<strong>en</strong>te hacia el contexto edificado.<br />

En el octavo tema, Enfoque sistémico y holístico para<br />

el desarrollo de programas de vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

humanos sost<strong>en</strong>ibles, María El<strong>en</strong>a Sánchez y Salvador Felipe<br />

Espinet, plantean que “no puede hablarse de responsabilidad<br />

social desde la perspectiva ética si se pret<strong>en</strong>de resolver<br />

los problemas de hoy, comprometi<strong>en</strong>do el desarrollo de las<br />

futuras g<strong>en</strong>eraciones” y que “La viabilidad de los proyectos<br />

21


22<br />

de inversión <strong>en</strong> la realización de programas para la vivi<strong>en</strong>da,<br />

es también un requisito ético para las empresas involucradas”.<br />

Destacan que la propuesta es un Modelo Sistémico y<br />

Holístico, que contribuya a definir el Sistema Proyecto e id<strong>en</strong>tificar<br />

las variables de mayor influ<strong>en</strong>cia y los indicadores que<br />

permitan su control para el desarrollo de alternativas viables<br />

<strong>en</strong> proyecto de inversión inmobiliaria, basándose <strong>en</strong> la Teoría<br />

G<strong>en</strong>eral de los Sistemas, desde la fase de concepción<br />

hasta su operación y uso, evolución y crecimi<strong>en</strong>to. Hac<strong>en</strong><br />

el recu<strong>en</strong>to de un conjunto de variables a considerar <strong>en</strong> los<br />

proyectos de inversión para construcción de vivi<strong>en</strong>das o<br />

para as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles, donde señalan las<br />

principales defici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el funcionami<strong>en</strong>to de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos,<br />

según su ord<strong>en</strong> de incid<strong>en</strong>cia. Concluy<strong>en</strong> afirmando<br />

que el Método G<strong>en</strong>eral y Modelo Teórico propuesto permit<strong>en</strong><br />

un efectivo y novedoso <strong>en</strong>foque Sistémico y Holístico<br />

que <strong>en</strong>laza lo indicadores condicionantes del <strong>en</strong>torno y del<br />

funcionami<strong>en</strong>to interno de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos.<br />

El nov<strong>en</strong>o tema, La conservación como teoría para la<br />

sust<strong>en</strong>tabilidad del patrimonio urbano-arquitectónico, de<br />

Moisés Morales, constituye un riguroso análisis teórico-conceptual,<br />

bi<strong>en</strong> docum<strong>en</strong>tado, <strong>en</strong> torno a la conservación y<br />

la restauración del patrimonio edificado, como parte de un<br />

<strong>en</strong>foque multidisciplinario. Los objetos c<strong>en</strong>trales de su trabajo<br />

son la id<strong>en</strong>tidad y la conservación se analizan como un<br />

modo de conci<strong>en</strong>cia individual que se transfiere o cond<strong>en</strong>sa<br />

<strong>en</strong> la social. Se manifiesta <strong>en</strong> contra de los <strong>en</strong>foques reduccionistas<br />

y se pronuncia por una compr<strong>en</strong>sión de la realidad<br />

urbana, donde se ubica <strong>en</strong> la mayoría de los bi<strong>en</strong>es patrimoniales<br />

construidos, como un hecho social complejo. Efec-


túa un balance de los sistemas como herrami<strong>en</strong>ta metodológica,<br />

desde una epistemología constructivista. Al hacer un<br />

repaso sobre las diversas posturas teóricas <strong>en</strong> la disciplina de<br />

la conservación-restauración, se apoya <strong>en</strong> un análisis sust<strong>en</strong>tado<br />

<strong>en</strong> tres categorías: tiempo organizado como secu<strong>en</strong>cia<br />

(transcurso-proceso histórico, tiempo organizado como<br />

radio de acción (espacio-territorio) y tiempo organizado<br />

con rapidez de cambio (int<strong>en</strong>sidad). Apunta que “es necesario<br />

considerar la relación <strong>en</strong>tre ideología, id<strong>en</strong>tidad y cultura<br />

como tres elem<strong>en</strong>tos básicos para la compr<strong>en</strong>sión de<br />

la reproducción cultural de un grupo social. Sosti<strong>en</strong>e que la<br />

id<strong>en</strong>tidad no puede ser analizada como algo que es estático,<br />

inmodificable y que sólo puede compr<strong>en</strong>derse como un<br />

conjunto de relaciones cambiantes <strong>en</strong> donde lo individual y<br />

lo social son inseparables. Destaca que la ideología, como<br />

f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o universal, es la <strong>en</strong>cargada de preservar la id<strong>en</strong>tidad<br />

y que sin ideología no hay id<strong>en</strong>tidad. Afirma que para<br />

un grupo social la captación consci<strong>en</strong>te de de la continuidad<br />

cultural, desde el pasado hacia el pres<strong>en</strong>te, es el factor<br />

más importante del s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de id<strong>en</strong>tidad, para evaluar<br />

el pasado, para compr<strong>en</strong>der el pres<strong>en</strong>te y planear el futuro,<br />

transformando con ello a la sociedad. Igualm<strong>en</strong>te se hace<br />

un repaso sobre las teorías de la restauración y los supuestos<br />

básicos que las sust<strong>en</strong>tan así como las escuelas exist<strong>en</strong>tes, a<br />

través de la explicación de diversos casos y ejemplos.<br />

En el décimo tema, Limitaciones disciplinarias y la problemática<br />

ambi<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la ciudad de Puebla’, Marco Aurelio Rojas<br />

destaca la preocupación por los efectos de la contaminación<br />

ambi<strong>en</strong>tal, el desequilibrio ecológico y el agotami<strong>en</strong>to<br />

de los recursos naturales debido al crecimi<strong>en</strong>to poblacional y<br />

23


24<br />

físico de la ciudad de Puebla. Hace un recu<strong>en</strong>to de factores<br />

limitativos básicos que impactan <strong>en</strong> la problemática urbana<br />

y regional, destacando diversos tipos de limitaciones tales<br />

como: las disciplinarias, las socioculturales, las socioeconómicas<br />

y las del ámbito jurídico político, explicando <strong>en</strong> qué consist<strong>en</strong><br />

cada una de ellas. Entre las limitaciones disciplinarias<br />

destaca la educación liberal, la práctica profesional liberal y<br />

los métodos exist<strong>en</strong>tes de evaluación de impactos ambi<strong>en</strong>tales<br />

y su aplicación, analizando las opiniones de diversos autores<br />

especialistas <strong>en</strong> estos temas, combinando sus propios<br />

puntos de vista y experi<strong>en</strong>cias. Concluye con la afirmación<br />

de que la ci<strong>en</strong>cia y “la tecnología no deb<strong>en</strong> perder su s<strong>en</strong>tido<br />

integral, ni su concepción epistemológica”.<br />

A manera de com<strong>en</strong>tarios finales puedo puntualizar los<br />

sigui<strong>en</strong>tes: La arquitectura y el urbanismo conjugan los diversos<br />

temas disciplinarios tecnológicos propios de las ci<strong>en</strong>cias<br />

aplicadas así como de las ci<strong>en</strong>cias sociales y las humanidades.<br />

Por lo tanto nos <strong>en</strong>contramos con temas t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes a<br />

conciliar armónicam<strong>en</strong>te diversos propósitos como el hacer<br />

nueva arquitectura con respeto y consideración a la naturaleza,<br />

a la diversidad cultural y socioeconómica y al uso<br />

de materiales pertin<strong>en</strong>tes o accesibles <strong>en</strong> costo, tiempo y<br />

calidad para el grupo social que demanda o promueve las<br />

obras, incluidos los usuarios finales.<br />

Se logró integrar un paquete de temas de arquitectura y<br />

tecnología que ti<strong>en</strong>e la cualidad de cubrir una muestra repres<strong>en</strong>tativa<br />

del espectro de inquietudes actuales del estudiante,<br />

del profesor deseoso de actualizarse y del especialista<br />

<strong>en</strong> ciertos aspectos de la práctica profesional. Es así<br />

apreciable un vaivén <strong>en</strong>tre teoría y práctica, que va de la


DEL CONCEPTO ESPACIAL<br />

JAPONÉS ENGAWA<br />

EN LA CASA DE LUIS RRAGÁN<br />

(La relación del espacio interior-exterior <strong>en</strong> su sala-jardín)<br />

25


26<br />

Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />

hermos20002002@gmail.com<br />

Profesor investigador tiempo completo BUAP<br />

Doctorado <strong>en</strong> Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico<br />

por la Escuela Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad<br />

Politécnica de Madrid<br />

Integrante del cuerpo académico de tecnología del proyecto<br />

arquitectónico Perfil PROMEP<br />

Coordinador del área de Teoría e Historia de la <strong>Arquitectura</strong><br />

de la FA-BUAP<br />

Líneas de investigación: Teoría y práctica del proyecto arquitectónico<br />

y la proyección arquitectónica, su tecnología<br />

y su conservación.


DEL CONCEPTO ESPACIAL JAPONÉS<br />

ENGAWA EN LA CASA DE LUIS<br />

BARRAGÁN<br />

“… El interior y el exterior de la arquitectura o son conceptos<br />

difer<strong>en</strong>tes, sino que forman un lugar continuo. Se debería<br />

considerar a la arquitectura como un dominio articulado y<br />

cerrado, que sin embargo, manti<strong>en</strong>e una relación espacial<br />

con su <strong>en</strong>torno”.<br />

Tadao Ando<br />

Se ha hecho la lectura del esc<strong>en</strong>ario arquitectónico, considerando<br />

una interpretación contemporánea del <strong>en</strong>gawa.<br />

Se habla de una interpretación actual, ya que este concepto,<br />

provi<strong>en</strong>e del período histórico japonés llamado Heian,<br />

que se da alrededor del año 1000 (para ubicarse cronológicam<strong>en</strong>te<br />

se estaría hablando de los tiempos de la Edad<br />

Media <strong>en</strong> Europa). Con este concepto <strong>en</strong>tre otros, los japoneses,<br />

<strong>en</strong> la antigüedad, solían construir sus espacios arquitectónicos.<br />

Los resultados, como se verá <strong>en</strong> el desarrollo del<br />

análisis, permit<strong>en</strong> dar una explicación ci<strong>en</strong>tífica arquitectónica<br />

de este asunto.<br />

En cuanto a los cont<strong>en</strong>idos con los que se estructura la<br />

investigación, primeram<strong>en</strong>te, se pres<strong>en</strong>ta el concepto espacial<br />

japonés <strong>en</strong> estudio, estructurándolo con los sigui<strong>en</strong>tes<br />

cont<strong>en</strong>idos: definición del concepto espacial, seguido, se<br />

precisan las características del <strong>en</strong>gawa y con ellas se logra<br />

realizar el análisis del caso. Para el estudio del concepto espacial<br />

occid<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong> específico, se pres<strong>en</strong>tan algunas ideas<br />

concebidas sobre “el espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior<br />

y el exterior con límites indefinidos” hechas por algunos de<br />

27


28<br />

los arquitectos repres<strong>en</strong>tantivos de la arquitectura moderna<br />

como Wright y Mies, organizando la información <strong>en</strong> anteced<strong>en</strong>tes,<br />

definición y características de dicho concepto.


PRESENTACIÓN DEL CONCEPTO<br />

ESPACIAL JAPONÉS ENGAWA<br />

Anteced<strong>en</strong>tes<br />

de este Concepto<br />

Coincidiéndose con Ruiz de la Puerta (Lo sagrado y lo profano,<br />

<strong>en</strong> Tadao Ando, 1995) <strong>en</strong> todo lo relacionado a la<br />

concepción del término <strong>en</strong>gawa se ti<strong>en</strong>e pres<strong>en</strong>te un haikú<br />

salido de la pluma de Matsuo Bashoo, el cual describe de<br />

forma poética el “concepto espacial de proyecto” que gobierna<br />

la arquitectura clásica japonesa.<br />

Llegado el verano, la casa tradicional japonesa se despr<strong>en</strong>de<br />

de su <strong>en</strong>voltura, las pantallas corredizas exteriores o<br />

shoji y las pantallas interiores o fusuma se abr<strong>en</strong> al jardín,<br />

quedando <strong>en</strong>tonces la casa reducida a una superficie plana<br />

<strong>en</strong> la que casi se pierde la conci<strong>en</strong>cia de espacio <strong>en</strong>cerrado<br />

o delimitado, a no ser por una serie de elem<strong>en</strong>tos verticales<br />

o postes que sujetan la cubierta de la casa. Además<br />

de ser elem<strong>en</strong>to de soporte, el poste desempeña el papel<br />

de señalar o indicar que se está <strong>en</strong> la casa o <strong>en</strong> el jardín.<br />

En estas condiciones no queda muy claro dónde se<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el límite <strong>en</strong>tre el interior y el exterior. Cuando se<br />

deslizan los shoji y fusuma, si uno mira hacia d<strong>en</strong>tro desde el<br />

exterior se ti<strong>en</strong>e la s<strong>en</strong>sación de que el espacio de transición<br />

fluye hacia el interior de la vivi<strong>en</strong>da, pero si se mira hacia<br />

fuera desde el interior se ve como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />

exterior, una prolongación de la naturaleza. Este tipo de<br />

construcción permite que las habitaciones de la vivi<strong>en</strong>da<br />

pas<strong>en</strong> a formar parte del jardín y que éste se incorpore al<br />

ámbito interior: la casa se ad<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la naturaleza y se bo-<br />

29


an los límites <strong>en</strong>tre el objeto y su <strong>en</strong>torno, es decir, <strong>en</strong>tre la<br />

casa y el jardín. No se ti<strong>en</strong>e definido el límite a partir del cual<br />

empieza la casa y acaba el jardín. El espacio interior puede<br />

ser exterior y viceversa.<br />

Esta borrosidad espacial ti<strong>en</strong>e su orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> un elem<strong>en</strong>to<br />

típico de la arquitectura japonesa: el <strong>en</strong>gawa, que <strong>en</strong> la arquitectura<br />

tradicional japonesa es “el espacio de transición<br />

con límites indefinidos, que existe <strong>en</strong>tre la casa y el jardín”.<br />

Este término agrega otra dim<strong>en</strong>sión a la concepción y uso<br />

del espacio japonés.<br />

El <strong>en</strong>gawa es considerado como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />

interior o como una ext<strong>en</strong>sión del espacio exterior de<br />

la casa, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do del observador. Un <strong>en</strong>gawa se ti<strong>en</strong>e<br />

cuando se construye un corredor continuo que <strong>en</strong>vuelve<br />

a la estructura debajo de la prolongación de los aleros de<br />

una casa tradicional japonesa<br />

(figura 1) y, de forma más g<strong>en</strong>eral,<br />

se llama <strong>en</strong>gawa a todo<br />

aquello que funciona como<br />

una zona de tránsito que lleva<br />

del interior al exterior, del edificio<br />

a la naturaleza, de lo privado<br />

a lo público y viceversa.<br />

Una refer<strong>en</strong>cia<br />

arquitectónica<br />

El <strong>en</strong>gawa es llamado tercer<br />

espacio, ya que no queda claro<br />

que sea un espacio interior<br />

o uno exterior y es los dos a la<br />

Fig. 1 Engawa del Shugakuin, Kioto vez. La naturaleza de éste, que<br />

30


no debe ser considerado como indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />

del interior y exterior, permite t<strong>en</strong>er una interpretación<br />

dual. Un típico ejemplo de <strong>en</strong>gawa se ti<strong>en</strong>e<br />

<strong>en</strong> la Villa Imperial de Katsura, como se muestra<br />

<strong>en</strong> las sigui<strong>en</strong>tes ilustraciones (Figuras 2 y 3).<br />

En Katsura, el <strong>en</strong>gawa es un corredor continuo<br />

protegido por el alero, que <strong>en</strong>laza el exterior<br />

-el jardín- el interior con el que se comunica a través<br />

de los shoji. Constituye un tercer espacio que<br />

no es ni interior ni exterior y es los dos a la vez.<br />

Hay un espacio llamado <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> la casa tradicional<br />

japonesa. Es un largo espacio rectangular,<br />

una especie de pasillo <strong>en</strong>tre las habitaciones y el<br />

jardín. No ti<strong>en</strong>e ninguna función definida pero la<br />

g<strong>en</strong>te realiza varias actividades <strong>en</strong> él, como s<strong>en</strong>tarse<br />

al sol, leer el periódico, tomar una taza de<br />

té verde, jugar con el gato, echar una siesta, etc.<br />

No está ni d<strong>en</strong>tro ni fuera. Es un lugar intermedio.<br />

Si se pinta de negro el interior y de blanco el exterior,<br />

el <strong>en</strong>gawa debería ser gris.<br />

Originalm<strong>en</strong>te el papel espacial del <strong>en</strong>gawa era separar<br />

el interior del exterior. La forma japonesa tradicional para<br />

separar dos espacios es introducir otro espacio <strong>en</strong>tre ellos. Lo<br />

importante es que los espacios no se separan completam<strong>en</strong>te<br />

por un muro vertical grueso, sino que se distingu<strong>en</strong> m<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />

introduci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> horizontal un espacio <strong>en</strong>tre ellos. Este<br />

espacio intermedio-<strong>en</strong>gawa es una traducción básica del<br />

concepto de ma a la arquitectura, separa exterior e interior<br />

gradualm<strong>en</strong>te y, al mismo tiempo, los conecta suavem<strong>en</strong>te.<br />

Las habitaciones están siempre ll<strong>en</strong>as del ambi<strong>en</strong>te exterior<br />

Fig. 2 Villa Imperial Katsura<br />

Planta del conjunto<br />

Fig. 3 Villa Imperial Katsura<br />

Alzado del conjunto<br />

31


32<br />

a través del <strong>en</strong>gawa, se puede s<strong>en</strong>tir el sol, la lluvia, el vi<strong>en</strong>to,<br />

el sonido de las hojas, los pájaros… aunque se esté d<strong>en</strong>tro<br />

siempre se está rodeado cuidadosam<strong>en</strong>te por la naturaleza<br />

exterior (Nishida, 2001).<br />

Definición<br />

El <strong>en</strong>gawa es un espacio con límites indefinidos que establece<br />

la exist<strong>en</strong>cia de una mayor continuidad espacial. Es un<br />

ámbito exterior expresado como ext<strong>en</strong>sión del edificio (ext<strong>en</strong>sión<br />

del esc<strong>en</strong>ario para la vida cotidiana). El <strong>en</strong>gawa es<br />

una especie de pasaje que une el interior y el exterior tanto<br />

psicológicam<strong>en</strong>te como físicam<strong>en</strong>te. También se le considera<br />

como un espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior y la calle.<br />

Es un fragm<strong>en</strong>to del ámbito abierto de la calle que p<strong>en</strong>etra<br />

<strong>en</strong> el edificio, y que para el paseante se expresa como una<br />

cavidad que se integra <strong>en</strong> la estructura de la casa y viceversa<br />

(es un ahuecami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el espacio exterior; se substrae<br />

un fragm<strong>en</strong>to del ámbito de la calle y se le conecta al edificio),<br />

lográndose así una interp<strong>en</strong>etración de espacios.<br />

El <strong>en</strong>gawa permite concebir el espacio como un flujo<br />

continuo <strong>en</strong>tre dos contrarios: el interior y el exterior. La filosofía<br />

taoísta considera el mundo como un juego de fuerzas<br />

opuestas llamado yin-yang, el cual revela los pares de<br />

opuestos como aspectos inseparables y distintos de una<br />

misma realidad que rig<strong>en</strong> el equilibrio del universo. Todo<br />

elem<strong>en</strong>to de un par de opuestos está <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to hacia<br />

el otro elem<strong>en</strong>to del par y, <strong>en</strong> este proceso, va perdi<strong>en</strong>do<br />

características propias y adquiri<strong>en</strong>do cualidades del opuesto.<br />

La teoría del yin-yang pres<strong>en</strong>ta todos los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os del<br />

universo <strong>en</strong> una relación antitética <strong>en</strong> la que se adquier<strong>en</strong><br />

características opuestas a su propia condición original. Esto


<strong>en</strong> el campo de la arquitectura hizo que el espacio se pres<strong>en</strong>tara<br />

cambiante y dinámico.<br />

La concepción espiritual del mundo que recorre la base<br />

del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de toda la cultura japonesa es también<br />

una filosofía de simbiosis. Los dos elem<strong>en</strong>tos polares, el yin y<br />

el yang, son los principios opuestos y complem<strong>en</strong>tarios que<br />

rig<strong>en</strong> el equilibrio del universo. El espacio intermedio no existe<br />

como una <strong>en</strong>tidad definida, sino que se muestra extremadam<strong>en</strong>te<br />

vacilante y dinámico, su pres<strong>en</strong>cia hace posible<br />

una simbiosis dinámica que incorpora oposición. Los rasgos<br />

fundam<strong>en</strong>tales de este tipo de filosofía son los conceptos de<br />

espacios intermedios y zonas sagradas, así, el espacio intermedio<br />

es la zona establecida <strong>en</strong>tre dos elem<strong>en</strong>tos opuestos,<br />

es una tercera zona indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te.<br />

El <strong>en</strong>gawa se concibe como el yin y el yang, este espacio<br />

japonés está compr<strong>en</strong>dido por debajo de los grandes<br />

alerones de la casa, es d<strong>en</strong>ominado espacio gris y rompe<br />

con la t<strong>en</strong>sión de opuestos interior-exterior, se un<strong>en</strong> y se confund<strong>en</strong>,<br />

o bi<strong>en</strong>, es una técnica de crear una continuidad<br />

<strong>en</strong>tre naturaleza y edificio.<br />

En la arquitectura tradicional japonesa, conceptos como<br />

la relación del espacio interior y el exterior, <strong>en</strong>tre otros, constituy<strong>en</strong><br />

factores es<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> la base de su cultura, su arte y<br />

su vida. “Con la ayuda del principio de dualidad uno puede<br />

ver lo infinito de todas las cosas”. En la arquitectura japonesa,<br />

el <strong>en</strong>gawa, a pesar de ser un elem<strong>en</strong>to tan indefinido como<br />

<strong>en</strong> la arquitectura occid<strong>en</strong>tal, es es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> sí mismo por su<br />

propia condición de espacio intermedio, ambiguo, dual; atributos<br />

estrecham<strong>en</strong>te ligados al espíritu y cultura japonesas.<br />

33


34<br />

Características g<strong>en</strong>erales del <strong>en</strong>gawa<br />

1. Se considera un tercer tipo de espacio, con respecto al<br />

interior y exterior de una vivi<strong>en</strong>da.<br />

2. Espacio intermedio, <strong>en</strong> adición al espacio interior y al exterior.<br />

3. Es un elem<strong>en</strong>to es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> sí mismo por su propia condición<br />

de espacio intermedio, ambiguo, dual (conceptos<br />

inher<strong>en</strong>tes a la cultura japonesa).<br />

4. Pasillo <strong>en</strong>tre las habitaciones y el jardín.<br />

5. Espacio rectangular alargado.<br />

6. Actividades que se realizan <strong>en</strong> el <strong>en</strong>gawa: s<strong>en</strong>tarse al sol,<br />

leer el periódico, tomar una taza de té verde, jugar con<br />

el gato o echarse una siesta.<br />

7. Separa exterior e interior gradualm<strong>en</strong>te y al mismo tiempo<br />

los conecta correctam<strong>en</strong>te.<br />

8. Las habitaciones están siempre ll<strong>en</strong>as del ambi<strong>en</strong>te exterior.<br />

Se puede s<strong>en</strong>tir: el sol, la lluvia, el vi<strong>en</strong>to, el sonido de<br />

las hojas, el agua y los pájaros. Aunque se esté d<strong>en</strong>tro,<br />

siempre se está rodeado cuidadosam<strong>en</strong>te por la naturaleza<br />

exterior.<br />

9. Es el espacio de transición con límites indefinidos, que<br />

existe <strong>en</strong>tre la casa y el jardín.<br />

10. Es considerado ya sea como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />

interior, o como una ext<strong>en</strong>sión del espacio exterior de la<br />

casa, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de la ubicación del observador.<br />

11. Se ti<strong>en</strong>e un <strong>en</strong>gawa cuando se construye un corredor<br />

continuo que <strong>en</strong>vuelve a la estructura debajo de la prolongación<br />

de los aleros de una casa tradicional japonesa,<br />

<strong>en</strong> donde se <strong>en</strong>laza el exterior –el jardín– con el interior,<br />

con el que se comunica a través de los shoji.


12. Es todo aquello que funciona como una zona de tránsito<br />

que lleva del interior al exterior, del edificio a la naturaleza<br />

y de lo privado a lo público y viceversa.<br />

13. Es llamado tercer espacio, ya que no queda claro que<br />

sea un espacio interior o uno exterior y es los dos a la vez.<br />

La naturaleza de este espacio, que no debe ser considerado<br />

como indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te del interior y exterior, permite<br />

t<strong>en</strong>er una interpretación dual.<br />

14. El exterior parece irse ad<strong>en</strong>trando al interior de la<br />

habitación.<br />

15. No hay claridad dónde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el límite <strong>en</strong>tre el interior<br />

y el exterior.<br />

16. Al mirar hacia ad<strong>en</strong>tro, desde el exterior, se ti<strong>en</strong>e la s<strong>en</strong>sación<br />

de que el espacio de transición fluye hacia el interior<br />

de la vivi<strong>en</strong>da; pero si se mira hacia afuera desde<br />

el interior, se ve como una ext<strong>en</strong>sión del espacio exterior,<br />

una prolongación de la naturaleza.<br />

17. El <strong>en</strong>gawa permite que las habitaciones de la vivi<strong>en</strong>da<br />

(por ejemplo) pas<strong>en</strong> a formar parte del jardín y que éste<br />

se incorpore al ámbito interior: la casa se ad<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la<br />

naturaleza y se borran los límites <strong>en</strong>tre el objeto y su <strong>en</strong>torno.<br />

No se ti<strong>en</strong>e definido el límite a partir del cual empieza<br />

la casa y acaba el jardín. El espacio interior puede<br />

ser exterior y viceversa.<br />

18. El <strong>en</strong>gawa establece la exist<strong>en</strong>cia de una mayor continuidad<br />

espacial.<br />

19. El <strong>en</strong>gawa tradicional es como un “espacio intermedio”<br />

y como un “espacio de transición”.<br />

20. Es un ámbito exterior expresado como la ext<strong>en</strong>sión del edificio.<br />

21. Es ext<strong>en</strong>sión del esc<strong>en</strong>ario para la vida cotidiana.<br />

35


36<br />

22. Es una especie de pasaje que une el interior y el exterior<br />

tanto psicológica como físicam<strong>en</strong>te.<br />

23. Espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior y la calle.<br />

24. Es un fragm<strong>en</strong>to del ámbito abierto de la calle que p<strong>en</strong>etra<br />

<strong>en</strong> el edificio, y que para el paseante se expresa como<br />

una cavidad que se integra <strong>en</strong> la estructura de la casa y<br />

viceversa (ahuecami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el espacio exterior: se substrae<br />

un fragm<strong>en</strong>to del ámbito de la calle y se le conecta<br />

al edificio, lográndose una interpretación de espacios).<br />

25. Permite concebir el espacio como un flujo continúo <strong>en</strong>tre dos<br />

contrarios: el interior y el exterior.<br />

26. El <strong>en</strong>gawa de transición funge como un espacio de circulación.<br />

27. El <strong>en</strong>gawa es más la evocación de s<strong>en</strong>sación que apreciación<br />

de un objeto arquitectónico.<br />

28. El <strong>en</strong>gawa te invita a participar: es como si se <strong>en</strong>trara a un<br />

espacio sagrado, se percibe como una percepción fluida.<br />

29. A través del <strong>en</strong>gawa, al permanecer <strong>en</strong> el interior de la habitación,<br />

uno puede s<strong>en</strong>tir la atmósfera del exterior, como<br />

las estaciones del año, el paso del tiempo y el clima.


Concepto espacial arquitectónico<br />

occid<strong>en</strong>tal:<br />

“El espacio de transición <strong>en</strong>tre el<br />

interior y el exterior con<br />

límites indefinidos”<br />

Anteced<strong>en</strong>tes<br />

En la arquitectura tradicional, los espacios<br />

de transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior<br />

de la vivi<strong>en</strong>da ti<strong>en</strong><strong>en</strong> límites bi<strong>en</strong> definidos<br />

por los muros que cierran la casa y el espacio<br />

exterior. Son espacios intermedios<br />

hacia donde se exti<strong>en</strong>de la vida del interior<br />

de la casa, debido a su condición<br />

de nexos <strong>en</strong>tre la casa como refugio y el<br />

mundo exterior (figura 4)<br />

A comi<strong>en</strong>zos del siglo XX, los arquitectos<br />

de vanguardia propon<strong>en</strong> liberar<br />

a la arquitectura de sus límites y abrirla al<br />

espacio exterior, con la int<strong>en</strong>ción de disolver<br />

la gran división interior-exterior. Así<br />

Frank Lloyd Wright rompe la caja y esparce<br />

las distintas piezas <strong>en</strong> el espacio hasta<br />

lograr la “desintegración” (figura 5). De<br />

este modo, consigue un espacio interior<br />

fluido y, fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te, culmina su<br />

ideal estético de la plasticidad, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida<br />

como “expresión de la g<strong>en</strong>uina realidad<br />

estructural”<br />

Por su parte, Mies van der Rohe, con<br />

Fig. 4 Tlacotalpan, Veracruz<br />

Fig. 5 La casa Robbie<br />

37


el fin de estructurar los espacios con libertad, abrirlos al paisaje<br />

y ponerlos <strong>en</strong> relación con él, va a conceder gran importancia<br />

a la visión continua del espacio desde el interior<br />

de la casa. Como consecu<strong>en</strong>cia de la nueva relación interior-exterior,<br />

nace el espacio de transición moderno, ahora<br />

con límites indefinidos, producto de la continuidad espacial<br />

(figura 6). Este nuevo espacio permite mayor fluidez que<br />

<strong>en</strong> la “caja tradicional” y, por<br />

lo tanto, una mayor comunicación<br />

<strong>en</strong>tre el espacio de la<br />

casa y el exterior.<br />

Uno de los aspectos es<strong>en</strong>ciales<br />

de la arquitectura moderna<br />

occid<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> un principio<br />

fue la supresión interior-exterior.<br />

Los edificios se liberan del<br />

dominio de sólidas paredes,<br />

con el resultado de una planta<br />

abierta, totalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te<br />

a la planta clásica, pues los espacios<br />

exteriores e interiores se<br />

Fig. 6 Villa Tug<strong>en</strong>dhat<br />

p<strong>en</strong>etran, como lo decía Van<br />

Doesberg.<br />

Los arquitectos occid<strong>en</strong>tales admiraban la interp<strong>en</strong>etración<br />

de espacios interior-exterior de la casa japonesa, la continuidad<br />

total que se establece <strong>en</strong>tre su interior y el jardín<br />

adyac<strong>en</strong>te. Wright com<strong>en</strong>taba la imposibilidad de precisar<br />

dónde termina la casa y empieza el jardín. Gropius (Gopius,<br />

1960, pág. 23) llegará a decir: “la relación interior-exterior<br />

<strong>en</strong>tre la casa y el jardín que se ha descubierto hace muy<br />

38


poco <strong>en</strong> la civilización occid<strong>en</strong>tal, fue una cuestión de gran<br />

importancia <strong>en</strong> Japón hace varios siglos”.<br />

Con la arquitectura moderna, el interior de la casa se<br />

abre al <strong>en</strong>torno natural asociando interior y exterior. Al igual<br />

que <strong>en</strong> la cultura japonesa, se impone más un s<strong>en</strong>tido de<br />

continuidad con la naturaleza <strong>en</strong> lugar del muro que deliberadam<strong>en</strong>te<br />

la separa para crear un espacio interior protegido.<br />

No obstante, se podría p<strong>en</strong>sar que aunque con la<br />

arquitectura moderna se ti<strong>en</strong>de a desaparecer el concepto<br />

de la casa tradicional protegida por paredes, proporciona<br />

protección contra la intemperie y ofrece un espacio interior<br />

confortable. La villa moderna se convierte <strong>en</strong> filtro más<br />

que <strong>en</strong> fortaleza, apunta Shulze (Mies van der Rohe. Una<br />

biografía crítica, 1986) al referirse a la casa de campo <strong>en</strong><br />

hormigón de Mies, aún cuando existe esa continuidad <strong>en</strong>tre<br />

el espacio interior y exterior, la casa continúa preservando<br />

su función de protección; es el lugar donde se percibe el<br />

exterior, permiti<strong>en</strong>do la <strong>en</strong>trada al interior de lo bu<strong>en</strong>o del<br />

exterior, y dejando fuera lo malo, añade Schulze. Cuando<br />

Wright se refiere a los amplios aleros de sus casas, habla de<br />

protección: “contra el clima extremado, un amplio tejado<br />

protector […] Y a la vez vi una casa <strong>en</strong> primer lugar como<br />

un espacio interior para vivir bajo protección. Me gustaba el<br />

s<strong>en</strong>tido de protección <strong>en</strong> la imag<strong>en</strong> del edificio” (Wright, An<br />

autobiography, 1977, pág. 165).<br />

Para Wright y Mies, a pesar de la interacción espacial<br />

interior-exterior que se experim<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> sus vivi<strong>en</strong>das, paradójicam<strong>en</strong>te,<br />

“la vida <strong>en</strong> la casa” no se prolonga al espacio<br />

de transición como <strong>en</strong> la arquitectura tradicional. Este espacio<br />

intermedio moderno es un espacio “aj<strong>en</strong>o”. No existe<br />

39


40<br />

int<strong>en</strong>ción de incorporarlo a la vida de la casa que, de este<br />

modo, se ve reducida únicam<strong>en</strong>te a su espacio interior.<br />

En la arquitectura japonesa, el techo es un elem<strong>en</strong>to<br />

horizontal importante, pero no se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de como “imag<strong>en</strong><br />

de protección” de la casa. La adhesión a la horizontalidad<br />

es un camino activo del deseo japonés de armonizar con<br />

la naturaleza. El estilo de vida japonés emplea la horizontalidad<br />

para obt<strong>en</strong>er un espacio interior-exterior que permite<br />

a la casa estar <strong>en</strong> estrecho contacto con la tierra y que<br />

es concebido como refugio temporal para las variaciones<br />

climáticas, dado que el individuo vive con la naturaleza.<br />

Van de V<strong>en</strong> afirma que Le Corbusier se aisló del concepto<br />

es<strong>en</strong>cial de la teoría arquitectónica del mom<strong>en</strong>to, esto es, el<br />

concepto de espacio. Le Corbusier no cambió su concepto<br />

inicial relacionado, principalm<strong>en</strong>te, con la masa corpórea<br />

que ocupa el espacio, es decir, con la idea del espacio de<br />

la Grecia clásica. Aunque la estructura <strong>en</strong> esqueleto que Le<br />

Corbusier ya desarrolla <strong>en</strong> 1914 con la casa Domino permite<br />

definir una planta libre de las paredes portantes y una distribución<br />

libre del espacio; sin embargo, estos principios no<br />

están <strong>en</strong>focados <strong>en</strong> la búsqueda de una continuidad espacial<br />

<strong>en</strong>tre el interior y el exterior. El objetivo de Le Corbusier<br />

no consiste <strong>en</strong> “romper la caja” sino que el verdadero fin de<br />

la arquitectura es la percepción de la armonía mediante relaciones<br />

que se expresan a través de “la pureza cúbica de<br />

los volúm<strong>en</strong>es situados bajo la luz”.<br />

Los espacios de transición de las vivi<strong>en</strong>das del maestro<br />

suizo, las terrazas-solarium, no pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a aquella arquitectura<br />

sin límites <strong>en</strong>tre los espacios interiores-exteriores, sino<br />

que pose<strong>en</strong> unos límites claram<strong>en</strong>te definidos por el períme-


tro volumétrico de la casa. Guardan por tanto, una relación<br />

más estrecha con los espacios de transición de la arquitectura<br />

tradicional, los cuales, por una parte, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> unos límites<br />

precisos y definidos y, por otra, cumpl<strong>en</strong> una función tanto<br />

física como vital (V<strong>en</strong>, 1981).<br />

Definición<br />

Retomando lo planteado por Couceiro Nuñez (El espacio de<br />

transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior <strong>en</strong> la vivi<strong>en</strong>da (estudio<br />

a través de la relación interior-exterior), 2001), <strong>en</strong> esta investigación<br />

se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de por “espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior<br />

y el exterior”, <strong>en</strong> la arquitectura moderna, a la función de<br />

la comunicación con el exterior que asume el espacio interior<br />

de la casa <strong>en</strong> lugar del espacio de transición tradicional<br />

(el cual t<strong>en</strong>ía límites bi<strong>en</strong> definidos por los muros que cerraban<br />

la casa y el espacio exterior, y que pierde su razón de<br />

ser como espacio que ofrecía la conexión con el exterior).<br />

El término “área de transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior”,<br />

como se ha dicho, sería el concepto espacial de la arquitectura<br />

moderna más próximo al <strong>en</strong>gawa. Este concepto<br />

espacial moderno ti<strong>en</strong>e sus refer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> los modelos de<br />

De Stijl y <strong>en</strong> las arquitecturas domésticas de Wright y Mies.<br />

El espacio japonés busca armonizar arquitectura y naturaleza<br />

haciéndolos uno. Abrazar la naturaleza y conseguir unidad<br />

y armonía con ella. Permitir que el espacio interior y exterior se<br />

confunda. La casa japonesa ti<strong>en</strong>de a fundirse con la naturaleza<br />

más que permanecer <strong>en</strong> oposición a ella. La arquitectura<br />

occid<strong>en</strong>tal, por el contrario, emerge a partir de una filosofía de<br />

confrontación con la naturaleza y del impulso a conquistarla.<br />

Wright, a difer<strong>en</strong>cia de sus contemporáneos, busca la armonía<br />

e integración de la casa con la naturaleza, anhelo que culmina<br />

41


42<br />

<strong>en</strong> la casa de la cascada. Para Wright, la casa no es solam<strong>en</strong>te<br />

un lugar desde donde se “contempla” la naturaleza, sino también<br />

donde s<strong>en</strong>tirse parte de ella, como sucede <strong>en</strong> la arquitectura<br />

japonesa. Sin embargo, se aleja de ésta porque concibe<br />

el espacio interior como el ámbito donde se establece la fusión<br />

con el <strong>en</strong>torno: es el interior de la casa –no el espacio de transición–,<br />

el lugar concebido para estar “d<strong>en</strong>tro de la naturaleza”.<br />

El espacio intermedio <strong>en</strong>tre el interior y el exterior de las casas<br />

de Wright adquiere muy distinto significado con respecto al<br />

<strong>en</strong>gawa de la arquitectura ori<strong>en</strong>tal. Ciertam<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong><br />

común que persigu<strong>en</strong> la armonía con la naturaleza, pero<br />

<strong>en</strong> el espacio de transición de las casas de Wright prevalece<br />

un significado plástico y simbólico. Esto conduce a una<br />

distinción es<strong>en</strong>cial con la arquitectura japonesa: fr<strong>en</strong>te al<br />

plasticismo de Wright, <strong>en</strong> Japón la arquitectura es la “aus<strong>en</strong>cia<br />

de la forma”. Como explica Tadao Ando, la arquitectura<br />

japonesa “es una arquitectura sin formas, <strong>en</strong> la que se<br />

integran arquitectura y naturaleza, produci<strong>en</strong>do un espacio<br />

de carácter flotante” (Ando, 1993, pág. 6). Por otra parte,<br />

fr<strong>en</strong>te a la asociación simbólica wrightiana por la que la arquitectura<br />

hace refer<strong>en</strong>cia a las formas de la naturaleza, la<br />

relación con la naturaleza <strong>en</strong> Japón es, fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te,<br />

un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to profundam<strong>en</strong>te arraigado <strong>en</strong> su cultura.<br />

La continuidad espacial, sin separación visual <strong>en</strong>tre espacio<br />

interior y exterior, se logra por medio de la transpar<strong>en</strong>cia<br />

(el vidrio). Desde el interior de la casa se verá cómo el<br />

espacio se prolonga, se continúa hacia afuera. La casa no<br />

se acaba <strong>en</strong> las paredes sino que se relaciona con el exterior.<br />

Se establece, así, una relación más int<strong>en</strong>sa <strong>en</strong>tre la casa<br />

y el exterior, de tal modo que el espacio de transición pierde


la definición de sus límites y deja de ser indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la<br />

vivi<strong>en</strong>da. El exterior puede p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> el interior del edificio<br />

y el interior puede salir y asociarse con las vistas del <strong>en</strong>torno.<br />

Para compr<strong>en</strong>der las difer<strong>en</strong>cias que hay <strong>en</strong>tre el “espacio<br />

de transición” y el espacio japonés <strong>en</strong>gawa, es importante<br />

t<strong>en</strong>er pres<strong>en</strong>te la sigui<strong>en</strong>te consideración: el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to<br />

dualístico occid<strong>en</strong>tal que sust<strong>en</strong>ta a este espacio de transición<br />

de la arquitectura moderna es distinto, prácticam<strong>en</strong>te<br />

opuesto al p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to filosófico de simbiosis japonesa que<br />

fundam<strong>en</strong>ta la concepción del <strong>en</strong>gawa, ya que <strong>en</strong>tre ellos<br />

exist<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias semánticas.<br />

En el mundo dualístico occid<strong>en</strong>tal, resulta difícil admitir<br />

la exist<strong>en</strong>cia de lo ambiguo y, por lo tanto, las zonas vagas<br />

y polival<strong>en</strong>tes son rechazadas, como podría serlo el espacio<br />

de transición. El arquitecto japonés Kisho Kurokawa (Intercultural<br />

Architecture. The Philosophy of Symbiosis, 1991) expone<br />

los elem<strong>en</strong>tos contradictorios, la simbiosis de los opuestos y<br />

los estados mixtos que han sido tratados como caóticos o<br />

irracionales. Se ha empleado el análisis, la estructuración y la<br />

organización para crear una síntesis universal.<br />

El mundo occid<strong>en</strong>tal es percibido como <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />

de opuestos –parte y todo, ci<strong>en</strong>cia y arte, bu<strong>en</strong>o y malo, vida y<br />

muerte, humanidad y naturaleza, intelecto y s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to–. Una<br />

elección dualística <strong>en</strong>tre el sí y el no. El dualismo oposición de<br />

binomios, método analítico, está profundam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>troncado<br />

con los modos occid<strong>en</strong>tales de p<strong>en</strong>sar y vivir. Ésta es una de<br />

las razones que contribuy<strong>en</strong> a que <strong>en</strong> la arquitectura moderna<br />

no interes<strong>en</strong> o no se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>dan los espacios intermedios, imprecisos<br />

e indefinidos, sino que sólo se considere la relación interior-exterior<br />

como visión desde el espacio interior – Mies van<br />

43


44<br />

der Rohe– o de manera plástica desde el exterior –Frank Lloyd<br />

Wright–. Esto es así pese a que la arquitectura moderna utiliza<br />

el concepto de unidad de dos principios opuestos –la masa y<br />

el vacío– como estructura vital de la estética contemporánea<br />

del espacio (V<strong>en</strong>, 1981), donde lo es<strong>en</strong>cial es lo no exist<strong>en</strong>te, el<br />

vacío, que da lugar a la desmaterialización de la masa y, con<br />

ello, a la indefinición del espacio interior- exterior.<br />

Si bi<strong>en</strong> es cierto que la arquitectura moderna maneja los<br />

mismos conceptos que la arquitectura tradicional japonesa,<br />

utiliza estos conceptos para el caso de la relación del espacio<br />

interior y exterior, únicam<strong>en</strong>te para expresarla plástica y artísticam<strong>en</strong>te.<br />

Este espacio intermedio queda desposeído de significado.<br />

El espacio de transición con límites indefinidos surge,<br />

<strong>en</strong>tonces, como resultado de aplicar unos principios arquitectónicos<br />

que, paradójicam<strong>en</strong>te, no lo ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta<br />

como tal. Conceptualm<strong>en</strong>te, el espacio arquitectónico moderno<br />

con límites indefinidos, producto de la indefinición –<br />

difícil de asumir para la cultura occid<strong>en</strong>tal– no existe como<br />

tal sino que, aunque podría <strong>en</strong>cerrar más significado, es eliminado<br />

<strong>en</strong> el proceso racional y claram<strong>en</strong>te articulado del<br />

p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to occid<strong>en</strong>tal. Se rechaza todo espacio impreciso<br />

e indifer<strong>en</strong>ciado que naturalm<strong>en</strong>te existe <strong>en</strong>tre áreas con<br />

límites indefinidos.<br />

Los espacios de transición que son int<strong>en</strong>cionadam<strong>en</strong>te<br />

indefinidos, como se aprecia <strong>en</strong> los dos casos que se estudian,<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la voluntad de establecer mayor continuidad<br />

de espacios y una relación más int<strong>en</strong>sa <strong>en</strong>tre interior y exterior.<br />

Con la arquitectura moderna, el interior de la casa se<br />

abre al <strong>en</strong>torno natural asociando interior y exterior. Con el<br />

transcurrir del tiempo, el espacio de transición con límites in-


definidos, ha perdido su s<strong>en</strong>tido, se han diluido sus límites. Al<br />

igual que <strong>en</strong> la cultura japonesa, se impone más un s<strong>en</strong>tido<br />

de continuidad con la naturaleza. (Couceiro Núñez, 2001).<br />

Finalm<strong>en</strong>te, es interesante com<strong>en</strong>tar que la concepción<br />

espacial arquitectónica de comi<strong>en</strong>zos del siglo XX busca, al<br />

igual que la arquitectura ori<strong>en</strong>tal, establecer múltiples direcciones<br />

espaciales por medio de planos, con un nuevo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong>tre el espacio interior y el exterior, y Barragán ha sido<br />

de los arquitectos protagonistas de estas ideas espaciales.<br />

Características g<strong>en</strong>erales del “espacio de<br />

transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior<br />

con límites indefinidos”<br />

1. Se establece una relación más int<strong>en</strong>sa <strong>en</strong>tre la casa y<br />

su espacio exterior, de tal modo que el espacio de transición<br />

pierde la definición de sus límites y deja de ser un<br />

espacio indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la vivi<strong>en</strong>da.<br />

2. El espacio interior asume completam<strong>en</strong>te la relación del<br />

interior con el exterior, es decir que asume al espacio tradicional<br />

de transición.<br />

3. El espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior con<br />

límites indefinidos se podría conceptualizar como una<br />

continuidad espacial o la prolongación de planos del interior<br />

al exterior.<br />

4. Se retoma el planteami<strong>en</strong>to de Mies: “la relación de mis<br />

casas con el paisaje se percibe mucho mejor desde d<strong>en</strong>tro<br />

de la casa”.<br />

5. La relación de la arquitectura con la naturaleza es de<br />

tipo contemplativo.<br />

6. Se asume al interior como “refugio, protección, comunicación,<br />

lugar de recogimi<strong>en</strong>to y espacio de transición”.<br />

45


46<br />

7. En el edificio se abr<strong>en</strong> los espacios al paisaje y se pon<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> relación con él.<br />

8. Concede importancia a la visión continua del espacio<br />

desde el interior del edificio.<br />

9. Permite mayor fluidez interior-exterior, por lo tanto una<br />

mayor comunicación <strong>en</strong>tre el edificio y el exterior.<br />

10. Al estar d<strong>en</strong>tro del edificio con grandes áreas transpar<strong>en</strong>tes<br />

(vidrios) y áreas abiertas, de alguna manera se está<br />

también <strong>en</strong> el exterior. No es necesario “salir fuera”. El<br />

espacio interior de la casa es, al mismo tiempo, “habitación<br />

y mundo”.<br />

11. Los edificios se liberan del dominio de sólidas paredes,<br />

t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do como resultado una planta abierta y, así, los<br />

espacios exteriores e interiores se interp<strong>en</strong>etran.<br />

12. Continuidad total que se establece <strong>en</strong>tre el interior y el<br />

jardín adyac<strong>en</strong>te.<br />

13. Se impone más un s<strong>en</strong>tido de continuidad con la naturaleza,<br />

<strong>en</strong> lugar del muro que deliberadam<strong>en</strong>te separa dicha<br />

naturaleza para crear un espacio interior protegido.<br />

14. Relación del espacio interior y el exterior que logra el abrazo<br />

de la naturaleza y consigue unidad y armonía con ella,<br />

permiti<strong>en</strong>do que el espacio interior y exterior se confundan.<br />

15. Lugar interior de la casa que se puede s<strong>en</strong>tir como parte<br />

de la naturaleza.<br />

16. Se concibe el espacio interior como el ámbito donde se<br />

establece la fusión con el <strong>en</strong>torno.<br />

17. Espacio continuo sin separación visual <strong>en</strong>tre espacio interior<br />

y exterior, el cual se logra por medio de la transpar<strong>en</strong>cia<br />

(el vidrio).<br />

18. Desde el interior de la casa se verá cómo el espacio se


prolonga, se continúa hacia afuera, más no así “la vida<br />

de la casa”.<br />

19. La casa no se acaba <strong>en</strong> las paredes, sino que se relaciona<br />

con el exterior. El exterior puede p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> el interior<br />

del edificio y el interior puede salir y asociarse con las vistas<br />

del <strong>en</strong>torno.<br />

ANÁLISIS DE LA APLICACIÓN DEL ENGAWA EN EL<br />

ESPACIO ARQUITECTÓNICO DE BARRAGÁN<br />

“… El espacio es el terr<strong>en</strong>o expresivo privativo de la<br />

arquitectura, hasta el punto que se pueda llegar a<br />

afirmar que la fascinación del espacio es la verdadera<br />

fascinación de la arquitectura”. Masao Furuyama<br />

Descripción del espacio donde se<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el esc<strong>en</strong>ario<br />

arquitectónico <strong>en</strong> estudio.<br />

La casa-estudio de Luis Barragán se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ubicada<br />

<strong>en</strong> los números 12 y 14 de la calle G<strong>en</strong>eral Francisco<br />

Ramírez, colonia Daniel Garza <strong>en</strong> la Ciudad de<br />

México, D.F. (figura 7), construida <strong>en</strong> el periodo de<br />

1947-1948. El barrio donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra está constituido<br />

por modestas casas y por la tipología tradicional<br />

de la vivi<strong>en</strong>da popular de la Ciudad de México<br />

(Fundación de <strong>Arquitectura</strong> Tapatía, 2004) (figura 8).<br />

La casa no grita su g<strong>en</strong>ialidad pues supo integrarse con<br />

maestría <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno, posee una riqueza arquitectónica<br />

inigualable: se vive, se si<strong>en</strong>te, se mira y observa; se<br />

disfruta s<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> uno de sus muebles o caminando<br />

para descubrir nuevos puntos de vista. La emoción lo<br />

recorre todo, el trasfondo de cada pared, de cada<br />

Fig. 7 Exterior de<br />

la casa<br />

Fig. 8 Maqueta y<br />

localización<br />

47


Fig. 9 Estancia<br />

piso y cada v<strong>en</strong>tana (González Silva,<br />

2001) (figuras 9 y 10).<br />

La casa-estudio de Luis Barragán<br />

cu<strong>en</strong>ta con los sigui<strong>en</strong>tes espacios<br />

los cuales fueron evolucionando<br />

con el tiempo hasta llegar a su estado<br />

actual; la planta baja cu<strong>en</strong>ta<br />

con garaje, portería, hall, cocina,<br />

desayunador, comedor, estancia,<br />

biblioteca, taller, vestíbulo, oficina<br />

de la secretaria, oficina, patio de<br />

las ollas, fu<strong>en</strong>te y el jardín. En la segunda<br />

planta se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra: la habitación<br />

principal, la habitación de<br />

huéspedes, habitación de tarde,<br />

vestidor (o cuarto del Cristo), tapanco<br />

y oficina privada. En la tercera<br />

planta se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el cuarto<br />

de servicio, la lavandería, el patio<br />

de servicio y la terraza (figura 11).<br />

La sala (estancia)<br />

La transición hacia la sala-biblioteca<br />

se logra con recursos que serán<br />

constantes a lo largo del recorrido.<br />

Un ac<strong>en</strong>to de escala, a manera<br />

de contracción, su consecu<strong>en</strong>te<br />

sombra y el movimi<strong>en</strong>to, nunca<br />

frontal ni directo sino obligado a<br />

una directriz quebrada que concluye<br />

con una nueva dilatación<br />

Fig. 10 Jardín<br />

48


del espacio, el aire y la luz. Superando el biombo<br />

de pergamino, a la mirada se posa <strong>en</strong>tonces sobre<br />

la sorpresiva puesta <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a del jardín (figura<br />

12). Nombrar este suceso como una v<strong>en</strong>tana<br />

seria otra reducción, ya que el marco que ahí se<br />

ha construido para el <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro con el verde es,<br />

<strong>en</strong> si mismo, otro espacio: un prosc<strong>en</strong>io que va más<br />

allá de la profundidad mínima que puede poseer<br />

una hoja de vidrio y su herrería (Fundación de <strong>Arquitectura</strong><br />

Tapatía, 2004) (figura 13).<br />

Las figuras 14 y 15, muestran la sala de la casa-estudio<br />

de Barragán, donde las vigas de madera <strong>en</strong><br />

el alto techo se hermanan con las líneas del piso<br />

mi<strong>en</strong>tras la v<strong>en</strong>tana se sale hacia el jardín <strong>en</strong> una<br />

geometría <strong>en</strong>igmática y rica, con la s<strong>en</strong>sación de ir<br />

por un laberinto. De la sala se pasa a un pequeño<br />

rincón más recogido, los muros bajos van creando<br />

sutiles variaciones y evitan que se perciban de<br />

golpe los espacios (González Silva, 2001). En este<br />

caso, de la gran v<strong>en</strong>tana <strong>en</strong> el salón a través de<br />

esta fachada la naturaleza acompaña y provoca<br />

las experi<strong>en</strong>cias de la vida que ocurr<strong>en</strong> al interior.<br />

Fr<strong>en</strong>te al jardín se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la sala (Fundación de<br />

<strong>Arquitectura</strong> Tapatía, 2004).<br />

Como se puede apreciar <strong>en</strong> la figura 16, el salón<br />

de la casa de Barragán está provisto de un gran<br />

v<strong>en</strong>tanal fijo que da directam<strong>en</strong>te hacia el jardín<br />

de la casa (por cierto, es un jardín bastante exu-<br />

Fig. 11 Planta baja<br />

Fig. 12 Detalle del<br />

acceso a la sala<br />

Fig. 13 Sala<br />

Fig. 14 Interior de la sala de<br />

lacasa-estudio de L. Barragán<br />

Fig. 15 Exterior de la sala de L.<br />

Barragán<br />

49


Fig. 16 Interior de la sala<br />

de la casa-estudio<br />

Fig. 17<br />

Fig. 18<br />

berante). El v<strong>en</strong>tanal carece de una estructura<br />

propia que realce más su carácter de v<strong>en</strong>tana,<br />

así que los cristales se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran empotrados a<br />

los muros y sólo se aprecian las dos líneas de dos<br />

perfiles delgados <strong>en</strong> forma de cruz que forman<br />

cuatro cuadrantes o ángulos rectos y divid<strong>en</strong><br />

el v<strong>en</strong>tanal <strong>en</strong> cuatro partes iguales (Barragán<br />

Foundation/Arquine + RM, 2002).<br />

Exploración del <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> el esc<strong>en</strong>ario<br />

arquitectónico<br />

de Barragán<br />

Para dar inicio al desarrollo de la propuesta de<br />

aplicación de la estrategia espacial <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong><br />

el área del v<strong>en</strong>tanal de la sala de la casa estudio<br />

de Barragán (figuras 17 y 18), se parte de ir observando<br />

qué tanto proced<strong>en</strong> las características del<br />

<strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> este espacio y, a la vez, hacer notar<br />

las características del espacio de transición con límites<br />

indefinidos de la arquitectura moderna que<br />

se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> este espacio <strong>en</strong> estudio:<br />

El espacio arquitectónico que se analiza es el<br />

área de la sala de la casa, <strong>en</strong> donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />

un v<strong>en</strong>tanal con vista a un jardín (figuras 19,<br />

20 y 21). El v<strong>en</strong>tanal es fijo, de grandes proporciones<br />

y posee una herrería delgada <strong>en</strong> forma de<br />

cruz c<strong>en</strong>tral (cruciforme), es decir, no ti<strong>en</strong>e herrería<br />

perimetral. También, dicho v<strong>en</strong>tanal ti<strong>en</strong>e<br />

un doble juego de cortinas: unas interiores, que<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran colocadas a partir de la mitad de<br />

la altura del v<strong>en</strong>tanal y las exteriores, que ca<strong>en</strong><br />

Fig. 19 V<strong>en</strong>tanal de la sala<br />

50


Fig. 21<br />

51


52<br />

desde el techo hasta el suelo. Por otro lado, la v<strong>en</strong>tana de la<br />

sala, al exterior, está <strong>en</strong>marcada por un prisma cuadrangular<br />

(como un <strong>en</strong>cuadre o gran marco) conformado de muros<br />

laterales que sobresal<strong>en</strong>. La sala se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra amueblada.<br />

Al exterior, se ti<strong>en</strong>e un andador que se ubica paralelo al<br />

v<strong>en</strong>tanal y se define por un tratami<strong>en</strong>to de cambio de suelo,<br />

estableci<strong>en</strong>do conexiones con la misma sala, el desayunador,<br />

la cocina al norte y con el taller y patio de las ollas al sur.<br />

Esta puntual descripción conduce a precisar con anticipación<br />

que no hay ningún <strong>en</strong>gawa o espacio de transición<br />

como tal (es decir, físicam<strong>en</strong>te) <strong>en</strong>tre el interior de la sala y el<br />

jardín de la resid<strong>en</strong>cia. En este s<strong>en</strong>tido, el análisis que se hace<br />

de la habitación <strong>en</strong> relación a su exterior, a su jardín, parte de<br />

este hecho. A su vez, se advierte que lo que está operando<br />

<strong>en</strong> realidad <strong>en</strong> esta habitación de la sala es que su interior ha<br />

asumido el rol de “espacio de transición con límites indefinidos”<br />

como se define <strong>en</strong> la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal.<br />

Procedi<strong>en</strong>do con el análisis, se irán estudiando cada uno de<br />

los sigui<strong>en</strong>tes elem<strong>en</strong>tos que conforman este esc<strong>en</strong>ario arquitectónico:<br />

1. Los muebles de la sala<br />

2. La herrería cruciforme<br />

3. El v<strong>en</strong>tanal fijo<br />

4. Las cortinas interiores y exteriores<br />

5. La v<strong>en</strong>tana <strong>en</strong>marcada y su e marcami<strong>en</strong>to<br />

6. El andador al exterior<br />

7. El tipo de jardín<br />

8. El nivel de piso terminado del interior con respecto al nivel<br />

de piso terminado del exterior –el jardín–<br />

Los muebles de la sala: Barragán los distribuyó de tal forma


que pareciera que desde cada mueble se<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> varios ángulos de visión de las difer<strong>en</strong>tes<br />

áreas de la habitación, dándose así vistas<br />

que se cruzan <strong>en</strong> varias direcciones y observándose<br />

que le dio poca importancia a la relación<br />

visual directa con el jardín, <strong>en</strong> términos<br />

de contemplarlo. Pareciera ignorar la continuidad<br />

espacial <strong>en</strong>tre habitación y jardín (figura<br />

22). Por otro lado, si se p<strong>en</strong>sase que el interior<br />

de la casa se abre al <strong>en</strong>torno natural y que la<br />

relación que pudiera guardar dicho espacio<br />

interior con respecto al exterior fuese de una<br />

interp<strong>en</strong>etración de espacios, la distribución<br />

del mobiliario interfiere dicha interp<strong>en</strong>etración<br />

espacial (figura 23).<br />

Es así como la probabilidad de que estuviese<br />

operando un <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> esta área de la<br />

resid<strong>en</strong>cia no es posible, porque el interior de<br />

esta habitación, al t<strong>en</strong>er un mobiliario distribuido<br />

de esta forma, no puede pasar a formar<br />

parte del jardín ni tampoco se podría dar la<br />

s<strong>en</strong>sación de que el jardín se incorpore al ámbito<br />

interior. No se percibe que la habitación se<br />

ad<strong>en</strong>tre <strong>en</strong> la naturaleza y mucho m<strong>en</strong>os que<br />

se borr<strong>en</strong> los límites <strong>en</strong>tre la sala y su <strong>en</strong>torno.<br />

Se ti<strong>en</strong>e bi<strong>en</strong> claro, por el tema del cristal del<br />

v<strong>en</strong>tanal, un límite indefinido a partir del cual<br />

empieza la casa y acaba el jardín (figuras 24 y<br />

25). Aún cuando sí existe esa continuidad visual<br />

<strong>en</strong>tre el espacio interior y el exterior, la casa<br />

Fig. 22<br />

Fig. 23<br />

Fig. 24<br />

Fig. 25<br />

53


continúa preservando su función de protección; es el lugar<br />

donde se percibe el exterior y pareciera, coincidi<strong>en</strong>do con<br />

Schulze, que se está permiti<strong>en</strong>do la <strong>en</strong>trada al interior únicam<strong>en</strong>te<br />

de lo bu<strong>en</strong>o del exterior, y dejando fuera lo malo , a<br />

la manera de Mies (Fullaondo, 1966).<br />

A pesar de que con la arquitectura moderna se logra<br />

una fluidez espacial mayor <strong>en</strong>tre el interior y el exterior y una<br />

comunicación directa <strong>en</strong>tre el edificio y el<br />

exterior, <strong>en</strong> este v<strong>en</strong>tanal, Barragán considera<br />

al área del jardín como una vista que hay<br />

que <strong>en</strong>marcar por medio de la prolongación<br />

de sus muros perimetrales, “pareciera como<br />

una pintura monum<strong>en</strong>tal que se ha colgado<br />

de ese lado de la pared de esta sala”<br />

lográndose una vista de la naturaleza, pero<br />

<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como un espacio que está delimitando<br />

el interior y exterior del salón. La armonía<br />

<strong>en</strong>tre el hombre y la naturaleza, <strong>en</strong> este<br />

caso, se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de que no requiere participación.<br />

La casa es un lugar para “contemplar”<br />

la naturaleza a través de un “diálogo sil<strong>en</strong>cioso”<br />

para evitar perturbarla aunque, curio-<br />

Fig. 26<br />

sam<strong>en</strong>te, se podría afirmar que <strong>en</strong> este caso<br />

se observa que Barragán no está interesado<br />

<strong>en</strong> contemplar dicha naturaleza, cosa que<br />

no ocurre <strong>en</strong> sus otras obras.<br />

2. La herrería cruciforme: la herrería de<br />

la v<strong>en</strong>tana ti<strong>en</strong>e forma cruciforme (con cruz<br />

c<strong>en</strong>tral), por cierto bastante esbelta (figuras<br />

26 y 27), lo cual no permite percibir al espa-<br />

Fig. 27<br />

54


cio interior con respecto al exterior como un flujo continuo<br />

<strong>en</strong>tre dos contrarios, y esto a pesar de que no<br />

existe herrería perimetral. El <strong>en</strong>gawa es, <strong>en</strong> algunos Fig. 28<br />

casos, más la evocación de la s<strong>en</strong>sación del exterior<br />

y, a pesar de las grandes dim<strong>en</strong>siones del v<strong>en</strong>tanal<br />

por las que uno podría percibir la atmósfera del exterior<br />

–producto de los cambios estacionales, el transcurrir<br />

del día, el paso del tiempo, el clima–, dicha herrería<br />

logra bloquear estas percepciones. Es así como no<br />

puede parecer que el exterior se fuera ad<strong>en</strong>trando<br />

al interior de esta habitación y que, desde el interior,<br />

el mismo espacio se pudiera ver como una ext<strong>en</strong>sión<br />

hacia el exterior, una prolongación de la naturaleza;<br />

<strong>en</strong> otras palabras, Barragán no pareciera tomar <strong>en</strong><br />

Fig. 29<br />

cu<strong>en</strong>ta dicho jardín.<br />

Por otro lado, si se diera el caso de experim<strong>en</strong>tar y quitar<br />

el mobiliario, los dos juegos de cortinas, la herrería, rediseñar<br />

el tipo de jardín, podría darse la s<strong>en</strong>sación de una habitación<br />

abierta y puesta <strong>en</strong> relación con el jardín, es decir habría<br />

la s<strong>en</strong>sación de estar al exterior. No sería necesario salir.<br />

El espacio interior de esta parte de la casa parecería ser, al<br />

mismo tiempo, “habitación y mundo”, se concebiría al espacio<br />

interior como el ámbito donde se establece la fusión<br />

con el <strong>en</strong>torno. El espacio interior podría ser exterior y, a la<br />

vez, no sería necesario salir de los límites que marca el cristal,<br />

como lo indicara Couceiro, se haría del espacio interior un<br />

lugar que asumiría el exterior, sobre todo cuando se ti<strong>en</strong>e un<br />

jardín. En ese s<strong>en</strong>tido, por la pres<strong>en</strong>cia de estos elem<strong>en</strong>tos<br />

exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la habitación, no hay la posibilidad de un <strong>en</strong>gawa<br />

<strong>en</strong> esta área <strong>en</strong> estudio (figuras 28 y 29).<br />

55


Fig. 30<br />

Fig. 31<br />

Fig.| 32<br />

El v<strong>en</strong>tanal fijo: como se ha dicho, esta habitación no<br />

puede pasar a formar parte del jardín puesto que el<br />

v<strong>en</strong>tanal y la herrería están fijas. No hay ninguna parte<br />

abatible o “espacio fluy<strong>en</strong>te” ni existe int<strong>en</strong>ción de incorporar<br />

el jardín a la vida cotidiana de la casa, se ve<br />

como “algo” que está allí, afuera, <strong>en</strong> una cierta lejanía,<br />

inclusive el acceso al jardín se da desde otro ángulo de<br />

la habitación, el cual se ubica <strong>en</strong> el extremo izquierdo<br />

de dicha v<strong>en</strong>tana. En este s<strong>en</strong>tido, el espacio exterior<br />

no puede ser considerado como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />

interior de la casa y es sólo al interior de esta área<br />

que de alguna manera está pres<strong>en</strong>te el jardín. Aunque<br />

la habitación se ll<strong>en</strong>a del ambi<strong>en</strong>te exterior y, luego, se<br />

antoja caminar hacia este jardín, al llegar al v<strong>en</strong>tanal<br />

uno se ve obligado a pararse, a no poder traspasar hacía<br />

el jardín porque el vidrio, las cortinas y la herrería<br />

deti<strong>en</strong><strong>en</strong>. De ahí que no se puede s<strong>en</strong>tir pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te<br />

el sol, el vi<strong>en</strong>to, escuchar el sonido del movimi<strong>en</strong>to de<br />

las hojas, los pájaros, etc. Se está próximo a la naturaleza<br />

porque se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno, pero no se le puede experim<strong>en</strong>tar<br />

como se haría <strong>en</strong> un espacio que fuese un <strong>en</strong>gawa.<br />

Vidrios y herrería separan drásticam<strong>en</strong>te al interior<br />

del exterior y viceversa, y la conexión de tipo visual se da<br />

con ciertas limitaciones (figuras 30, 31, 32 y 33).<br />

4. Las cortinas interiores y exteriores: no es muy usual<br />

que <strong>en</strong> los edificios <strong>en</strong> México se t<strong>en</strong>gan cortinas al exterior;<br />

posiblem<strong>en</strong>te el arquitecto las empleaba para<br />

dosificar la int<strong>en</strong>sidad de la iluminación natural o para<br />

proteger los vidrios, que no se manchas<strong>en</strong> por la lluvia.<br />

De ahí que, p<strong>en</strong>sar que desde la habitación se t<strong>en</strong>dría<br />

Fig. 33<br />

56


una comunicación visual directa hacía el jardín sería un<br />

tanto relativo, ya que cuando se cerraban cualquiera<br />

de estas cortinas interiores o exteriores de alguna de<br />

las secciones de la v<strong>en</strong>tana, se obstruía, ya sea parcial<br />

o completam<strong>en</strong>te la visión. La comunicación de este<br />

interior al exterior y viceversa, obstaculizan totalm<strong>en</strong>te la<br />

posibilidad del desarrollo de un <strong>en</strong>gawa. Con ellas recorridas,<br />

se puede confirmar pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te que Barragán no<br />

t<strong>en</strong>ía int<strong>en</strong>ción de establecer comunicación, ni física ni<br />

psicológicam<strong>en</strong>te con el exterior de este jardín (figura 34).<br />

5. La v<strong>en</strong>tana <strong>en</strong>marcada hacía el exterior: es interesante<br />

también observar el v<strong>en</strong>tanal <strong>en</strong>marcado al<br />

exterior. Barragán ha creado una especie de <strong>en</strong>marcami<strong>en</strong>to<br />

de esta v<strong>en</strong>tana al exterior, con un prisma cuadrangular,<br />

como recreando un “área de <strong>en</strong>lace, o de<br />

conexión” <strong>en</strong>tre el interior y el exterior aunque diluido,<br />

tal vez como algo simbólico. Sin embargo, no llega a<br />

ser un “espacio de transición” (aunque con límites indefinidos<br />

a la manera moderna) como tal, como se desarrollaban<br />

<strong>en</strong> la arquitectura tradicional ya que, como se<br />

ha dicho, no hay posibilidades de circulación a causa<br />

del v<strong>en</strong>tanal fijo y, además, por ese andador que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />

paralelo a lo largo de esta v<strong>en</strong>tana.<br />

No se sabe con certeza cual haya sido el propósito<br />

de este diseño, pero se p<strong>en</strong>saría que ti<strong>en</strong>e propósitos<br />

estéticos, más que de <strong>en</strong>lace del interior de la arquitectura<br />

con la naturaleza (<strong>en</strong>gawa). Esto último se com<strong>en</strong>ta<br />

porque la comunicación fluida o <strong>en</strong>lace que apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />

se pudiera dar <strong>en</strong>tre el interior y el exterior<br />

por medio de este prisma, se ve interferida, bloqueada,<br />

Fig. 34<br />

Fig. 35<br />

Fig. 36<br />

Fig. 37<br />

57


58<br />

prácticam<strong>en</strong>te anulada por el cruce del andador (figuras<br />

35, 36 y 37).<br />

6. El andador al exterior: a lo largo de este v<strong>en</strong>tanal, por<br />

afuera, del lado del gran jardín, se ti<strong>en</strong>e una especie de andador<br />

exterior, sin cubierta, con un tratami<strong>en</strong>to de suelo difer<strong>en</strong>te<br />

al del salón, dicho andador comunica con otros espacios<br />

de la casa lo cual obstruye la interp<strong>en</strong>etrabilidad <strong>en</strong>tre<br />

el espacio interior y el exterior. Tanto la prolongación de los<br />

muros del v<strong>en</strong>tanal como el andador parecieran crear límites<br />

definidos <strong>en</strong>tre la casa y el jardín. Precisan el límite a partir<br />

del cual termina la casa y empieza el jardín. Hay claridad <strong>en</strong><br />

la ubicación de la frontera <strong>en</strong>tre el interior y el exterior. Por<br />

otro lado, al mirar hacia ad<strong>en</strong>tro, desde el exterior, se ti<strong>en</strong>e<br />

la s<strong>en</strong>sación de que el espacio no fluye hacia el interior de la<br />

vivi<strong>en</strong>da porque los reflejos de la luz y del cielo crean una especie<br />

de pantalla virtual que perceptualm<strong>en</strong>te parecieran<br />

det<strong>en</strong>er; aunque Álvarez (2007) dice que se observa una<br />

comp<strong>en</strong>etración <strong>en</strong>tre la casa y el jardín, y que luego esto<br />

se confirma por la exist<strong>en</strong>cia de una plataforma pavim<strong>en</strong>tada,<br />

la cual establece el territorio común a ambos espacios:<br />

interior y exterior, donde la estancia interior dialoga, a través<br />

de la amplia superficie acristalada –el v<strong>en</strong>tanal– con el jardín.<br />

Así como com<strong>en</strong>tar que un principio compositivo de la<br />

obra de Barragán, es la idea de crear un espacio plano y<br />

continuo, difer<strong>en</strong>ciado únicam<strong>en</strong>te por el uso de difer<strong>en</strong>tes<br />

texturas, del césped, los pavim<strong>en</strong>tos o las láminas de agua,<br />

no se coincide con él. Es así como las relaciones de dicha<br />

área de la casa –la sala con su v<strong>en</strong>tanal– así como el área<br />

de prolongación, el andador <strong>en</strong>tre el interior de la sala y el<br />

jardín mismo no podrían operar como un <strong>en</strong>gawa, pues no


cumpl<strong>en</strong> con las características<br />

es<strong>en</strong>ciales de este concepto<br />

espacial. Más bi<strong>en</strong>, el<br />

interior de la sala de la casa<br />

de Barragán es una área <strong>en</strong><br />

la que se experim<strong>en</strong>tan las<br />

ideas del “espacio de transición<br />

con límites indefinidos”<br />

de la arquitectura moderna.<br />

Fig. 38 Planta baja<br />

(Fig.38)<br />

7. El tipo de jardín: el jardín da la impresión de ser como<br />

una gran habitación de triple altura o más, sin techo –ni siquiera<br />

el cielo mismo– muy saturado por las ramas de los<br />

árboles, ya que no se le puede ver. Esta vegetación es de<br />

color verde oscuro, <strong>en</strong>cerrada, <strong>en</strong>claustrada, como <strong>en</strong> un<br />

invernadero. Es un jardín imp<strong>en</strong>etrable, pues su flora d<strong>en</strong>sa<br />

parece ser la de una selva imp<strong>en</strong>etrable. Las dos áreas, la<br />

del interior del salón y la del jardín, parecieran ser como dos<br />

habitaciones colindantes muy distintas, con una barrera –no<br />

un salón colindando con un jardín, como haci<strong>en</strong>do un flujo<br />

espacial o una comunicación continua–. El ámbito del jardín<br />

no se percibe tan fácilm<strong>en</strong>te como ext<strong>en</strong>sión del edificio, esto<br />

ocurre así por la apari<strong>en</strong>cia de imp<strong>en</strong>etrabilidad, así como por<br />

las dim<strong>en</strong>siones monum<strong>en</strong>tales. No parece ser un jardín para<br />

ser contemplado por qui<strong>en</strong>es se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> el salón. Este<br />

efecto es curioso y contradictorio, ya que todos los espacios<br />

interiores de esta casa confluy<strong>en</strong> <strong>en</strong> el jardín, pero aún así, éste<br />

no puede ser p<strong>en</strong>etrado, ni siquiera perceptualm<strong>en</strong>te, ni contemplado<br />

y, mucho m<strong>en</strong>os, disfrutado pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te. Se diría<br />

que esta área no une totalm<strong>en</strong>te el interior con el exterior. No<br />

59


Fig. 39<br />

Fig. 40<br />

Fig. 41<br />

hay un flujo continuo y, por lo tanto, el jardín no se puede<br />

incorporar al ámbito interior. (figuras 39, 40, 41 y 42).<br />

8. El nivel de piso terminado del interior con respecto<br />

al exterior –el jardín–. Otro de los aspectos de diseño<br />

importante a destacar es el de los cambios de nivel que<br />

podrían darse <strong>en</strong>tre el espacio interior y el espacio exterior<br />

(figuras 43 y 44). En los <strong>en</strong>gawa ocurre que estos se<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran elevados con respecto al suelo. En Barragán,<br />

el cambio de niveles <strong>en</strong>tre interior y exterior no existe,<br />

esto es algo muy particular <strong>en</strong> la obra del arquitecto<br />

mejicano, ya que al contrario, él busca <strong>en</strong> esta relación<br />

del paso de un espacio a otro una callada continuidad<br />

espacial, se quiere decir callada, ya que, lo que hace<br />

el cambio es el tipo de material, pero el nivel permanece<br />

prácticam<strong>en</strong>te igual. Este aspecto de diseño es de<br />

los más importantes <strong>en</strong> esta exploración de la posible<br />

exist<strong>en</strong>cia de un <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> la sala de la casa de Barragán<br />

porque evid<strong>en</strong>cia que no es posible t<strong>en</strong>er ningún<br />

tipo de interpretación de dicho concepto espacial. Por<br />

otro lado cabe aclarar que el cambio de nivel <strong>en</strong> los<br />

<strong>en</strong>gawa tradicionales japoneses es notable, ya que si<br />

existe un desnivel considerable <strong>en</strong>tre el área interior de<br />

la habitación y el área exterior donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el<br />

jardín.<br />

Resultados del<br />

análisis<br />

Como ya se vio <strong>en</strong> el análisis de la sala de la casa de Barragán<br />

no hay ningún <strong>en</strong>gawa. Lo que si se constata es<br />

que esta sala o espacio interior ha asumido ser un “espacio<br />

de transición con límites indefinidos”, como se observa<br />

Fig. 42<br />

60


<strong>en</strong> las características del espacio<br />

de la arquitectura moderna<br />

occid<strong>en</strong>tal.<br />

Otro de los aspectos<br />

que confirma que no es posible<br />

que se haya diseñado<br />

esta sala con este concepto<br />

espacial japonés, es la exist<strong>en</strong>cia<br />

de un andador, que<br />

se ubica muy próximo y paralelo<br />

al m<strong>en</strong>cionado v<strong>en</strong>tanal de la sala, g<strong>en</strong>erando una<br />

Fig. 43 Villa Imperial Katsura<br />

interfer<strong>en</strong>cia, una obstaculización y hasta un cruce de circulaciones<br />

conflictivo, pues al salir de la habitación <strong>en</strong> estudio<br />

uno se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra con él. Este andador lleva hacia la<br />

izquierda, a su taller de arquitectura, y hacia la derecha a su<br />

desayunador y cocina.<br />

Una sigui<strong>en</strong>te cuestión que no permite la interp<strong>en</strong>etración<br />

<strong>en</strong>tre el espacio interior y el exterior, por llamarlo de alguna<br />

manera, son los “límites virtuales” que se dan <strong>en</strong> esta<br />

sala, los cuáles son provocados por la pres<strong>en</strong>cia del mobiliario<br />

<strong>en</strong> la habitación, el vidrio fijo, los dos juegos de cortinas,<br />

la herrería cruciforme, así como el mismo tipo de jardín,<br />

creándose las interfer<strong>en</strong>cias y bloqueándose la posibilidad<br />

del desarrollo de un efectivo flujo espacial <strong>en</strong>tre el interior y<br />

el exterior o la exist<strong>en</strong>cia de un <strong>en</strong>gawa.<br />

El arquitecto coincide <strong>en</strong> la interacción visual <strong>en</strong>tre el<br />

interior y el exterior y con el tema específico de la comunicación<br />

de la arquitectura con la naturaleza, aunque se<br />

t<strong>en</strong>ga una idea de relación distinta con ella. En cuanto a<br />

la interpretación de esta concepción espacial, también Ba-<br />

61


62<br />

rragán coincide <strong>en</strong> el desarrollo de una misma plástica, con<br />

una misma expresión, l<strong>en</strong>guaje y elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />

propios de la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal, como es el<br />

diseño de un gran v<strong>en</strong>tanal que va de suelo a techo con<br />

vidrio y poca herrería.<br />

De los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos modernos que fueron<br />

empleados por el arquitecto para configurar sus espacios de<br />

transición, así como otros aspectos de su arquitectura, todos<br />

ellos pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> al l<strong>en</strong>guaje de la arquitectura moderna, a su<br />

geometría pura, limpia de ornam<strong>en</strong>tación, a algunas de sus<br />

composiciones ortogonales, a su gramática de planos, muros,<br />

v<strong>en</strong>tanales con vidrios translucidos, herrería cruciforme,<br />

columnas, trabes, vidrio, a su relación con la naturaleza, etc.<br />

Por otro lado, se puede afirmar que la interpretación<br />

de la arquitectura con su exterior ti<strong>en</strong><strong>en</strong> proximidad con el<br />

espacio de transición con límites indefinidos de la arquitectura<br />

moderna, la versión de Barragán ti<strong>en</strong><strong>en</strong> afinidad con<br />

las ideas de la relación de la casa con su exterior, con su<br />

<strong>en</strong>torno a la manera de Wright y Mies. Así, esta relación del<br />

interior con el exterior, de la arquitectura con la naturaleza,<br />

se experim<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la obra del arquitecto únicam<strong>en</strong>te de<br />

modo visual, a través del gran v<strong>en</strong>tanal, y de manera contemplativa,<br />

más no participativa; <strong>en</strong> Barragán esta relación<br />

es m<strong>en</strong>os directa, no hay tanto énfasis <strong>en</strong> la comunicación<br />

visual. La posibilidad de contemplar la naturaleza desde el<br />

interior, como se ha dicho, no es ni franca, ni fluida por los<br />

m<strong>en</strong>cionados “obstáculos virtuales”.<br />

Además, es importante com<strong>en</strong>tar que el arquitecto fue<br />

influ<strong>en</strong>ciado por la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal, pero<br />

ha sido discreto al respecto, sobre todo <strong>en</strong> la etapa de pro-


ducción arquitectónica de su madurez profesional. Sin embargo,<br />

su concepción espacial arquitectónica ti<strong>en</strong>e difer<strong>en</strong>te<br />

orig<strong>en</strong>, ya que nace <strong>en</strong> su propia cultura, es decir, hay<br />

difer<strong>en</strong>cias estructurales de fondo y esto es es<strong>en</strong>cial para la<br />

posible aplicación del <strong>en</strong>gawa.<br />

Otra cuestión interesante que se observa <strong>en</strong> esta área<br />

<strong>en</strong> estudio, es el producto arquitectónico que arroja el sincretismo<br />

de las ideas de su arquitectura vernácula con los<br />

conceptos de la arquitectura moderna, como bi<strong>en</strong> lo expresa<br />

Frampton (Hacia un regionalismo crítico: Seis puntos<br />

para una arquitectura de resist<strong>en</strong>cia, 1998) <strong>en</strong> su teoría del<br />

“regionalismo crítico”. Se diría que sus soluciones arquitectónicas<br />

connotan la int<strong>en</strong>ción de plasmar la idiosincrasia y la<br />

cultura, <strong>en</strong>tre otros aspectos, de su país.<br />

Conclusiones:<br />

En Barragán, la hibridación <strong>en</strong> su arquitectura se da <strong>en</strong> términos<br />

de ideas prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de su <strong>en</strong>torno cultural, vernáculo,<br />

por una preocupación estética, por el empleo de soluciones<br />

arquitectónicas, constructivas, así como del uso de materiales<br />

propios de la región y, todo ello, conjugándose con los<br />

preceptos de la arquitectura moderna.<br />

Por otro lado, el análisis permitió observar que <strong>en</strong> Barragán<br />

la relación del interior con el exterior es íntima, ya que<br />

todos los recorridos llevan y acaban <strong>en</strong> sus jardines o <strong>en</strong> sus<br />

patios, no hay comunicación con el <strong>en</strong>torno urbano.<br />

Los estudios indican que <strong>en</strong> la concepción espacial de<br />

Barragán no existe ninguna influ<strong>en</strong>cia espacial arquitectónica<br />

japonesa, y que lo es<strong>en</strong>cial de dicha coincid<strong>en</strong>cia con<br />

la cultura japonesa radica <strong>en</strong> la afinidad por relacionar sus<br />

espacios interiores con sus exteriores, sus arquitecturas con la<br />

63


64<br />

naturaleza, pero que lo hace con una int<strong>en</strong>ción muy propia.<br />

Se insiste <strong>en</strong> precisar que la exist<strong>en</strong>cia de un <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong><br />

su sala, no es real, que la posibilidad de que existiera alguno,<br />

se observa <strong>en</strong> lo expresivo, porque emplea el l<strong>en</strong>guaje y la<br />

estética de la arquitectura moderna, ya que le tocó vivir la<br />

coyuntura histórica del desarrollo de la arquitectura funcionalista<br />

y el estilo internacional <strong>en</strong> el mundo, la llegada de<br />

esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia arquitectónica europea y norteamericana<br />

a su país, adoptando y adaptando lo internacional con lo<br />

local <strong>en</strong> su arquitectura.<br />

En Barragán, la relación de la casa con el jardín interior<br />

es fundam<strong>en</strong>tal ya que la vivi<strong>en</strong>da sólo se abre a éste como<br />

única relación con el mundo exterior, ignorando prácticam<strong>en</strong>te<br />

el <strong>en</strong>torno urbano, porque toda esta resid<strong>en</strong>cia es<br />

la isla d<strong>en</strong>tro de la ciudad creada con el fin de buscar la<br />

tranquilidad, la ser<strong>en</strong>idad, el sil<strong>en</strong>cio, la relación con la naturaleza,<br />

repres<strong>en</strong>tada por su jardín, da la s<strong>en</strong>sación de estar<br />

distante y, sumado a esto, dicho jardín se pres<strong>en</strong>ta profuso,<br />

desord<strong>en</strong>ado y p<strong>en</strong>umbroso. En ese s<strong>en</strong>tido, el arquitecto<br />

mexicano, a pesar de que la arquitectura moderna desarrolla<br />

una mayor fluidez espacial con su exterior, sigue considerando<br />

a su jardín con límites, como una vista de una naturaleza<br />

que hay que <strong>en</strong>marcar y dejarla a la distancia. Esta<br />

concepción de la relación del interior con el exterior parece<br />

estar desarrollada a la manera de Mies: “un lugar desde donde<br />

se percibe, se puede observar el paisaje”. Por otro lado,<br />

como se ha dicho, se suma a esto el hecho de que el arquitecto<br />

mexicano interrumpe y obstaculiza la comunicación<br />

visual <strong>en</strong>tre el salón y el jardín, la interacción <strong>en</strong>tre el espacio<br />

interior y el espacio exterior, al colocar una serie de muebles,


cortinas al exterior de dicha área y el cruce de un andador.<br />

Otra cuestión importante a precisar es que <strong>en</strong> el análisis de<br />

esta técnica espacial se llegó al descubrimi<strong>en</strong>to de que el arquitecto<br />

ésta muy preocupado por trabajar el espacio interior, que su<br />

arquitectura es interiorista. Una apreciación interesante a destacar<br />

<strong>en</strong> este estudio es que <strong>en</strong> el desarrollo de esta interacción <strong>en</strong>tre el<br />

interior y el exterior, Barragán ti<strong>en</strong>e refer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la evolución de<br />

la liberación de planos del grupo de Stijl, de la caja de Wright y las<br />

ideas del <strong>en</strong>torno y la consideración del paisaje de Mies. Por otro<br />

lado, también es pertin<strong>en</strong>te com<strong>en</strong>tar que Barragán inclusive construye<br />

su espacio arquitectónico con ideas tanto de su arquitectura<br />

tradicional como de la arquitectura del movimi<strong>en</strong>to moderno.<br />

65


66<br />

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Fig. 21 Archivo personal<br />

Fig. 23 Pauly, D. (2002). Barragán Space and Shadow, Wall and Colour<br />

Switzerland. Alemania: Birkhamser Publishers for Architecture.<br />

Fig. 28 Molina y Vedia, J., & Schere, R. (2001). Luis Barragán Paraisos<br />

paradises. España: Artes Gráficas Grupo S.A.<br />

Fig. 29 Fu<strong>en</strong>tes, C., & Zwarts, K. (2002). Luis Barragán <strong>Temas</strong> y Variaciones.<br />

Milan, Italia: Landucci Editores.<br />

Fig. 30 y 31 Architecture, G. (1997). G.A. Japón: Revised Edition.<br />

Fig. 36 González Silva, M. (2001). Luis Barragán, una pasión hecha arquitectura.<br />

México: Editorial Circulo de arte.<br />

Figs. 38 y 42 Alvaro, S., Antonio, T., & Bu<strong>en</strong>dia M., J. (1996). Barragán<br />

Obra Completa. España: Tamais Ediciones.<br />

Figs. 39, 41 Artes de México. (1999). En el mundo de Luis Barragán, México, (23).<br />

Fig. 43 Ga Gutierrez, F. (2001). La arquitectura Japonesa vista desde<br />

Occid<strong>en</strong>te. España: Guadalquivir Ediciones.<br />

67


68<br />

CONCEPTOS FUNDAMENTALES<br />

EN LA DOCENCIA DEL pROYECTO<br />

DE ARQUITECTURa


Antonio Juárez Chicote<br />

ajuarez@arquired.es<br />

Doctor Arquitecto<br />

Beca Fulbright Universidad de Columbia, Nueva York,<br />

1995-1997<br />

Profesor Titular de Proyectos Arquitectónicos <strong>en</strong> la Escuela<br />

Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de Madrid desde 2001.<br />

69


70<br />

GRADO CERO EN EL PROYECTO DE<br />

ARQUITECTURAABSTRACT<br />

El pres<strong>en</strong>te trabajo sintetiza la investigación pedagógica sobre<br />

la introducción al proyecto de arquitectura desarrollada <strong>en</strong><br />

diversas universidades europeas y<br />

americanas, y especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />

la ETSAM (Escuela Técnica Superior<br />

de <strong>Arquitectura</strong>, Universidad Politécnica<br />

de Madrid), durante los<br />

últimos diez años.<br />

Los conceptos que aquí se propon<strong>en</strong><br />

son, <strong>en</strong> cierto s<strong>en</strong>tido, conceptos<br />

pre-formales, es decir, previos<br />

a cualquier disquisición o configuración<br />

concreta, y se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />

Fig. 1. Pieza de terracota con la que se desarrolló<br />

el curso Proyectos I durante la primavera<br />

de 2006, ETSAM. Ejercicio de Ismael Barros.<br />

Fig. 2. Dos ejemplos de los ejercicios del curso de<br />

Visual Training <strong>en</strong> el IIT, dirigido por Mies van der<br />

Rohe y Walter Peterhans. En el primero de ellos<br />

se trataba de dibujar una línea horizontal y una<br />

vertical de distinto grosor <strong>en</strong> un rectángulo de dim<strong>en</strong>siones<br />

dadas. El segundo consistía <strong>en</strong> trazar<br />

líneas verticales de distinto grosor. Cada uno de<br />

estos ejercicios t<strong>en</strong>ía la duración de un mes y el<br />

curso completo constaba de diez ejercicios.<br />

como conceptos básicos. Se trata<br />

de ideas tan elem<strong>en</strong>tales que <strong>en</strong><br />

muchas ocasiones han quedado<br />

fuera de la doc<strong>en</strong>cia del proyecto<br />

de arquitectura, que a m<strong>en</strong>udo fija<br />

la at<strong>en</strong>ción sobre presupuestos más<br />

concretos, vinculados directam<strong>en</strong>te<br />

a la resolución de un problema<br />

determinado. En este s<strong>en</strong>tido se habla<br />

de Grado Cero <strong>en</strong> la doc<strong>en</strong>cia<br />

de proyectos arquitectónicos.<br />

En el texto se pres<strong>en</strong>ta de<br />

modo sintético el proceso, desarrollo<br />

y conclusiones de tres cursos


(semestres) de introducción al proyecto de arquitectura desarrollados<br />

<strong>en</strong> la ETSAM con estudiantes de primer y segundo<br />

año. Dichos cursos desarrollan aspectos fundam<strong>en</strong>tales<br />

<strong>en</strong> torno al proyecto de arquitectura y se sirv<strong>en</strong>, respectivam<strong>en</strong>te,<br />

de tres objetos de refer<strong>en</strong>cia: un ladrillo de terracota,<br />

una varilla de acero y prisma de vidrio. Con dichos objetos,<br />

a través de ejercicios <strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ados, se desarrollan algunos<br />

procesos <strong>en</strong> torno a los conceptos<br />

de percepción, corporalidad,<br />

abstracción, ord<strong>en</strong>, construcción y<br />

equilibrio.<br />

Asimismo, se establec<strong>en</strong> algunas<br />

refer<strong>en</strong>cias pedagógicas como<br />

los ejercicios de adiestrami<strong>en</strong>to visual<br />

de Mies van der Rohe y Walter<br />

Peterhans <strong>en</strong> el IIT, los principios<br />

pedagógicos de Josef Albers <strong>en</strong><br />

Search versus Re-Search, la noción<br />

Fig. 3. Disposiciones de cuatro fragm<strong>en</strong>tos<br />

de terracota obt<strong>en</strong>idos mediante dos cortes<br />

a una pieza prismática de 190 x 100 x 35<br />

mm. Trabajos del curso Proyectos I durante<br />

la primavera de 2006, ETSAM. Ejercicio de<br />

Jorge González.2.jpg<br />

de equilibrio dinámico de Paul Klee<br />

y el concepto de apr<strong>en</strong>dizaje de<br />

Marcel Duchamp.<br />

Desde esas coord<strong>en</strong>adas se<br />

desarrolla un territorio de juego <strong>en</strong><br />

el que se elabora una especie de alfabeto<br />

elem<strong>en</strong>tal de la forma, que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> fase de<br />

publicación, pero aquí se adelanta lo que podríamos llamar<br />

un ‘diario diferido’ de esos cursos de proyectos.<br />

PALABRAS CLAVE: doc<strong>en</strong>cia, proyectos, percepción,<br />

corporalidad, abstracción, ord<strong>en</strong>, construcción, equilibrio.<br />

En 1965 Lancelot Law Whyte emitía un informe sobre la fi-<br />

71


losofía natural de la forma <strong>en</strong> el que se preguntaba<br />

acerca de la relación <strong>en</strong>tre las dos<br />

t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias cósmicas: una dirigida hacia el<br />

desord<strong>en</strong> mecánico (principio de <strong>en</strong>tropía)<br />

y otra hacia el ord<strong>en</strong> geométrico (visible <strong>en</strong><br />

los cristales, <strong>en</strong> las moléculas y <strong>en</strong> muchos<br />

organismos). La primera t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia nos<br />

acerca al ‘desord<strong>en</strong>’ apar<strong>en</strong>te del universo,<br />

a la desintegración <strong>en</strong>trópica de los sistemas;<br />

la segunda dirección señala hacia la<br />

Fig. 4. Disposiciones de dos fragm<strong>en</strong>tos<br />

de terracota obt<strong>en</strong>idos mediante<br />

dos cortes a una pieza de y quizás, al anhelo largam<strong>en</strong>te buscado de<br />

exactitud, precisión, calma e invariabilidad,<br />

190 x 100 x 35 mm. Curso Proyectos trasc<strong>en</strong>der el tiempo, de perdurar.<br />

I, primavera 2006, ETSAM. Ejercicio<br />

En este panorama <strong>en</strong>tre la estabilidad<br />

de Ismael Barros.<br />

geométrica y lo “informe” se inscrib<strong>en</strong> los<br />

polos <strong>en</strong>tre los que se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el proyecto de arquitectura,<br />

y también el contexto complejo y confuso de nuestra<br />

cultura.<br />

El pres<strong>en</strong>te trabajo sintetiza la investigación pedagógica<br />

sobre la introducción al proyecto de arquitectura desarrollada<br />

<strong>en</strong> diversas universidades europeas y americanas,<br />

y especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la ETSAM, durante los últimos diez años.<br />

Los conceptos que aquí se propon<strong>en</strong> son, <strong>en</strong> cierto s<strong>en</strong>tido,<br />

conceptos pre-formales, es decir, previos a cualquier disquisición<br />

o configuración concreta, y se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> como conceptos<br />

básicos. Se trata de ideas tan elem<strong>en</strong>tales que <strong>en</strong><br />

muchas ocasiones han quedado fuera de la doc<strong>en</strong>cia del<br />

proyecto de arquitectura, que a m<strong>en</strong>udo fija la at<strong>en</strong>ción sobre<br />

presupuestos más concretos, vinculados directam<strong>en</strong>te a<br />

la resolución de un problema determinado.<br />

72


A lo largo de los últimos quince años la materia ha sido el interlocutor<br />

secreto de mi trabajo. En torno a su multiforme y diverso<br />

desplegarse a lo largo del amplio campo de sus metamorfosis,<br />

y <strong>en</strong> el complejo tránsito de ida y vuelta <strong>en</strong>tre la materia y<br />

el material, he trabajado tanto <strong>en</strong> proyectos de arquitectura,<br />

como <strong>en</strong> la doc<strong>en</strong>cia, desde trabajos de investigación hasta<br />

las lecciones impartidas <strong>en</strong> diversos cursos de doctorado.<br />

Una gran parte de mi tarea doc<strong>en</strong>te se ha desarrollado<br />

con estudiantes de primeros cursos. Un reto pedagógico se<br />

abría, con los nuevos planes de estudios, al incorporar la disciplina<br />

del proyecto de arquitectura desde estos primeros años.<br />

La estructura cuatrimestral exigía un desarrollo más comprimido<br />

que los modelos doc<strong>en</strong>tes anteriores, basados <strong>en</strong> la<br />

secu<strong>en</strong>cia de cursos académicos completos. Por otra parte,<br />

los estudiantes debían apr<strong>en</strong>der a utilizar las herrami<strong>en</strong>tas<br />

elem<strong>en</strong>tales del arquitecto y, a la vez, desarrollar un conocimi<strong>en</strong>to<br />

específico disciplinar acercándose a la complejidad<br />

de la arquitectura contemporánea.<br />

L<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te, y de modo progresivo, a lo largo de experi<strong>en</strong>cias<br />

doc<strong>en</strong>tes que empezaron a desarrollarse <strong>en</strong> el año<br />

2000, fui interesándome <strong>en</strong> secu<strong>en</strong>cias de ejercicios que, concat<strong>en</strong>adas,<br />

abarcaban un proceso relativam<strong>en</strong>te complejo.<br />

La inmediatez de lo material, la incuestionable pres<strong>en</strong>cia de<br />

las cosas y de los objetos, no sólo visual sino táctil trabajaba<br />

de manera abierta a una experi<strong>en</strong>cia f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológica más<br />

amplia que lo meram<strong>en</strong>te visual, tratando de reconstruir la<br />

s<strong>en</strong>sorialidad y apoyándose <strong>en</strong> ella, se adivinaba un camino<br />

<strong>en</strong> el que percepción, acción y reflexión estaban int<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te<br />

unidas.<br />

Los primeros ejercicios que Mies van der Rohe proponía a sus<br />

73


alumnos <strong>en</strong> el curso introductorio de<br />

arquitectura titulado Adiestrami<strong>en</strong>to visual<br />

consistían <strong>en</strong> trazar líneas paralelas<br />

o perp<strong>en</strong>diculares de distinto grosor <strong>en</strong><br />

un rectángulo dado; me sugirió, de manera<br />

incipi<strong>en</strong>te, el trabajo con una pieza<br />

de terracota, de dim<strong>en</strong>siones fijas,<br />

<strong>en</strong> la que, mediante cortes y movimi<strong>en</strong>tos,<br />

aparecían espacios pot<strong>en</strong>ciales de<br />

distinta int<strong>en</strong>sidad.<br />

La carga simbólica que relaciona<br />

al prisma de terracota con el<br />

ladrillo, aún si cabe, <strong>en</strong> un estadio<br />

previo, blando, susceptible de deformación,<br />

lo convertían <strong>en</strong> un material<br />

altam<strong>en</strong>te atractivo con el que trabajar.<br />

El prisma de terracota, con un número<br />

mínimo de cortes y el mero desplazami<strong>en</strong>to<br />

de los fragm<strong>en</strong>tos, sugería<br />

un modo elem<strong>en</strong>tal de reflexionar sobre<br />

el espacio y la dim<strong>en</strong>sión táctil,<br />

inmediata, del espacio <strong>en</strong>tre los dedos.<br />

Los textos pedagógicos de Josef Albers<br />

como Search versus Re-Search<br />

(Albers, 1969), con aquel sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te Uno más uno tres y<br />

más: Hechos fácticos y hechos reales (1965) sirvieron para<br />

contextualizar pedagógicam<strong>en</strong>te el nacimi<strong>en</strong>to de esa<br />

‘realidad intermedia’ <strong>en</strong>tre las cosas: el espacio.<br />

Fig. 5. Josef Albers <strong>en</strong> 1968 explicando los<br />

principios de percepción visual.<br />

Fig. 6. Prisma hueco de vidrio utilizado<br />

para el curso Proyectos III durante el otoño<br />

de 2006. Al repres<strong>en</strong>tar con precisión el<br />

objeto se registran situaciones difer<strong>en</strong>tes<br />

de la relación <strong>en</strong>tre ll<strong>en</strong>o y vacío inicialm<strong>en</strong>te<br />

inesperadas. Ejercicios de Sergio<br />

Cruz y Julio Crespo.<br />

74


“No existe comunicación verbal<br />

si no exist<strong>en</strong> previam<strong>en</strong>te<br />

sonidos con significado. De<br />

manera similar no hay escritura<br />

sin alfabeto. Por la misma razón<br />

no hay formulación visual<br />

si no hay articulación visual.”<br />

(Albers, “G<strong>en</strong>eral Education<br />

and Art Education: Possesive<br />

or Productive”, 1969, pág. 9).<br />

Josef Albers alude <strong>en</strong> sus<br />

escritos pedagógicos a un alfabeto,<br />

que ha de articular el<br />

l<strong>en</strong>guaje visual y sin el cual no<br />

es posible el desarrollo personal<br />

del estudiante. La escueta<br />

manipulación del prisma de<br />

terracota mediante cortes y<br />

desplazami<strong>en</strong>tos suponía un<br />

int<strong>en</strong>to de acercarnos a un alfabeto<br />

elem<strong>en</strong>tal.<br />

Este ejercicio, que tuvo la duración<br />

de seis semanas, abrió<br />

la posibilidad de establecer<br />

una secu<strong>en</strong>cia de nuevos trabajos<br />

parti<strong>en</strong>do de un objeto<br />

que tuviera la duración total<br />

de un cuatrimestre. De esta<br />

Fig. 7. Envolv<strong>en</strong>te espacial y corporalidad. Ejercicio<br />

realizado con dos varillas de acero de 6 m.<br />

de longitud y 6 mm. de diámetro. Pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te<br />

al curso Proyectos II que tuvo lugar <strong>en</strong> la ETSAM<br />

durante la primavera de 2007 <strong>en</strong> el que se trabajó<br />

exclusivam<strong>en</strong>te con alambre de acero. Ejercicio<br />

de Laura Reca.<br />

Fig. 8. Secu<strong>en</strong>cia de relaciones de una varilla de alambre<br />

plegada y la mano que las sosti<strong>en</strong>e. Curso Proyectos<br />

II, primavera de 2007. Ejercicio de Laura Reca.<br />

manera, a lo largo de dos cursos cuatrimestrales, hubo ocasión<br />

de trabajar de manera sistemática con distintos mate-<br />

75


iales. Uno de ellos, dúctil –alambre de acero– y otro frágil<br />

–cristal– sirvieron de apoyatura para la exploración de la<br />

materia, el espacio y la construcción.<br />

Percepción<br />

Todo lo que registran nuestros s<strong>en</strong>tidos nos abre a la experi<strong>en</strong>cia<br />

s<strong>en</strong>sorial del mundo. La modernidad ha reivindicado<br />

una primacía de la visión, que ha dejado de lado otras dim<strong>en</strong>siones<br />

de vital importancia <strong>en</strong> el arte y la arquitectura,<br />

por ejemplo, la táctil. Nuestras manos al deslizarse por una<br />

pared, al recorrer el tronco o las ramas de un árbol, al hundirse<br />

<strong>en</strong> el agua de una fu<strong>en</strong>te y buscar su fondo, al plegar<br />

o arrugar un papel, al llamar a una puerta, al correr una<br />

cortina o al deslizarse sobre<br />

la superficie de un tablero de<br />

dibujo, como aquella mesa<br />

blanca inm<strong>en</strong>sa que marcó el<br />

recuerdo de Alvar Aalto <strong>en</strong> su<br />

niñez, –y no sólo nuestras manos,<br />

sino todo nuestro cuerpo,<br />

por ejemplo, al tumbarse <strong>en</strong><br />

la playa– se abr<strong>en</strong> a dim<strong>en</strong>siones<br />

fundam<strong>en</strong>tales de la<br />

arquitectura, que no radican<br />

solam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la visión.<br />

El abanico de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />

que el mundo nos pres<strong>en</strong>ta es<br />

Fig. 9. Proceso de trabajo sobre la casa<br />

Garau-Agusti de Enric Miralles: dibujo, maqueta<br />

conceptual y maqueta de alambre.<br />

Ejercicio de Nevada T<strong>en</strong>dillo.<br />

sumam<strong>en</strong>te complejo. Nuestra<br />

esperanza <strong>en</strong> compr<strong>en</strong>derlo<br />

estriba <strong>en</strong> la capacidad<br />

de percibir, poliédricam<strong>en</strong>te,<br />

76


integradoram<strong>en</strong>te, impresiones fragm<strong>en</strong>tarias.<br />

Nuestra capacidad de síntesis nos posibilita<br />

para integrar poco a poco la complejidad. Las<br />

imág<strong>en</strong>es de las cosas se obti<strong>en</strong><strong>en</strong> restituy<strong>en</strong>do<br />

una totalidad que no se ve de golpe, y el<br />

ejercicio sucesivo de análisis y síntesis, de separación<br />

e integración de datos obt<strong>en</strong>idos por<br />

los s<strong>en</strong>tidos, nos permite alcanzar una imag<strong>en</strong><br />

del mundo válida para nuestra interacción con<br />

él. Sucesivos ciclos de desmembración y unión<br />

t<strong>en</strong>san el arco de nuestra percepción del mundo<br />

como ‘constructo’, universo construido, <strong>en</strong>samblado,<br />

articulado, más o m<strong>en</strong>os trabado,<br />

<strong>en</strong>tre el azar y la necesidad.<br />

La costumbre, las palabras y los conceptos<br />

erosionan fácilm<strong>en</strong>te nuestra percepción.<br />

El ejercicio de describir lo que vemos no es trivial.<br />

Precisar <strong>en</strong> una descripción lo que t<strong>en</strong>emos<br />

ante nuestros ojos nos obliga a olvidar por un<br />

mom<strong>en</strong>to lo que sabemos y at<strong>en</strong>ernos exclusivam<strong>en</strong>te<br />

a lo que estamos vi<strong>en</strong>do. La escueta<br />

disciplina de ver y nombrar con precisión lo<br />

que se ve, exige un adiestrami<strong>en</strong>to exig<strong>en</strong>te y<br />

permite dejar espacio a la percepción desnuda.<br />

El trabajo com<strong>en</strong>zaba con la observación<br />

precisa de los objetos y de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os que<br />

estos g<strong>en</strong>eraban. De esta manera, la más leve<br />

irregularidad se muestra como algo verdaderam<strong>en</strong>te<br />

significativo y permite tomar conci<strong>en</strong>cia<br />

de lo singular.<br />

Fig. 10. Proceso de rotura<br />

de prisma de vidrio y ord<strong>en</strong>ación<br />

elem<strong>en</strong>tal de las<br />

piezas. Ejercicios de Laura<br />

Alonso y Julio Crespo.<br />

Fig. 11. Sistemas de ord<strong>en</strong>.<br />

Ejercicios de Tania García-Albertos<br />

y María Feliciana<br />

Fernández.<br />

77


78<br />

Este ejercicio exigía también someter a los objetos a <strong>en</strong>sayos sobre<br />

su peso, geometría, comportami<strong>en</strong>to ante la luz, vibración e<br />

interacción con los demás objetos o con el propio cuerpo.<br />

Esta aproximación posibilitaba un ejercicio de repres<strong>en</strong>tación<br />

rigurosa, donde la precisión era la llave para iniciar ciclos sucesivos<br />

de percepción, acción, repres<strong>en</strong>tación y reflexión.<br />

Corporalidad<br />

“La arquitectura se pi<strong>en</strong>sa con la cabeza y se si<strong>en</strong>te con los<br />

pies <strong>en</strong> el suelo” resumió <strong>en</strong> cierta ocasión Carme Pinós. Esta<br />

frase resumía de manera int<strong>en</strong>sa que el conocimi<strong>en</strong>to de<br />

la arquitectura comi<strong>en</strong>za desde nuestro propio cuerpo. Es<br />

desde nuestra piel desde donde empezamos a explorar el<br />

mundo, desde la ext<strong>en</strong>sión de nuestro cuerpo.<br />

Prueba de ello es nuestra experi<strong>en</strong>cia de medir la ext<strong>en</strong>sión<br />

de las cosas con nuestras manos, o con nuestros pies,<br />

con palmos o pasos.<br />

Algunos ejercicios iban dirigidos fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te a la restitución<br />

de esta s<strong>en</strong>sorialidad primaria del espacio. La relación<br />

elem<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> un alambre plegado <strong>en</strong>tre el punto de<br />

pliegue y el punto de contacto con la mano g<strong>en</strong>eraba ya,<br />

de una manera sistemática, un conjunto de registros de la<br />

relación del cuerpo con los objetos <strong>en</strong> el espacio.<br />

Abstracción<br />

Uno de los cursos se realizó utilizando exclusivam<strong>en</strong>te alambre<br />

de acero. Esa condición posibilitó un trabajo de interés<br />

significativo: la síntesis espacial con trayectorias espaciales,<br />

<strong>en</strong> definitiva, dibujar <strong>en</strong> el aire.<br />

Parti<strong>en</strong>do de proyectos relativam<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>cillos como la<br />

casa del futuro de Alison y Peter Smithson, el edificio de oficinas<br />

Sarphatistraat <strong>en</strong> Ámsterdam o la casa Garau-Agusti


de Enric Miralles se desarrollaron maquetas progresivam<strong>en</strong>te<br />

simplificadas hasta sintetizarlas con trayectorias de alambre.<br />

Este grado de abstracción <strong>en</strong> torno a un proyecto de arquitectura<br />

posibilitó <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que el problema de la repres<strong>en</strong>tación<br />

es un problema de grados o niveles sucesivos y que<br />

un mismo proyecto se puede “dibujar” espacialm<strong>en</strong>te con<br />

distintos materiales y, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de los mismos –ya sean<br />

cartones o alambres– se están estableci<strong>en</strong>do distintos grados<br />

de “cercanía” con el modelo, <strong>en</strong> definitiva, de abstracción.<br />

Ord<strong>en</strong><br />

Un problema sustancial <strong>en</strong> el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de una obra, sea<br />

de la naturaleza que sea, es la relación <strong>en</strong>tre el todo y el fragm<strong>en</strong>to.<br />

Hay obras int<strong>en</strong>sas <strong>en</strong> las que el fragm<strong>en</strong>to conti<strong>en</strong>e<br />

el germ<strong>en</strong> de la totalidad. Por ejemplo, <strong>en</strong> la arquitectura de<br />

Mies van der Rohe, el fragm<strong>en</strong>to <strong>en</strong>cierra<br />

las claves de su modo de p<strong>en</strong>sar y de<br />

construir. Al trabajar con piezas de terracota,<br />

o de un prisma de vidrio, el refer<strong>en</strong>te<br />

del objeto de trabajo presidía modos diversos<br />

de p<strong>en</strong>sar. La cercanía o distancia<br />

respecto del modelo de orig<strong>en</strong> suponían<br />

posicionami<strong>en</strong>tos diversos <strong>en</strong> torno a la<br />

unidad o fragm<strong>en</strong>tación de una nueva<br />

obra y abrían maneras distintas de ord<strong>en</strong>ar<br />

piezas heterogéneas.<br />

Estas posiciones <strong>en</strong>tre el todo y las partes<br />

remitían a procesos de construcción<br />

o destrucción, de ord<strong>en</strong> o desord<strong>en</strong>, de<br />

estabilidad o desintegración. Estos procesos<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sus leyes y la at<strong>en</strong>ción a los<br />

Fig. 12. Sistemas de ord<strong>en</strong> y apilami<strong>en</strong>to.<br />

Ejercicios de Laura<br />

Alonso y Mercedes Luz.<br />

79


mismos abre aspectos fundam<strong>en</strong>tales<br />

del mundo de la construcción.<br />

Entre los extremos m<strong>en</strong>cionados, la estabilidad<br />

y la desintegración, la geometría<br />

elem<strong>en</strong>tal y lo ‘informe’ se abre el inm<strong>en</strong>so<br />

territorio del proyecto de arquitectura,<br />

el concepto de ord<strong>en</strong> es fundam<strong>en</strong>tal. A<br />

este respecto ya adelantó Rudolph Arnheim<br />

(1971) <strong>en</strong> “Arte y <strong>en</strong>tropía” que el<br />

ord<strong>en</strong> existe hasta <strong>en</strong> los procesos más<br />

complejos.<br />

Algunos problemas clave de la s<strong>en</strong>sibilidad<br />

de nuestro tiempo se inscrib<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />

las fronteras difusas <strong>en</strong>tre el ord<strong>en</strong> y el<br />

Fig. 13. Marcel Duchamp, Marcel<br />

Duchamp, Avoir l’appr<strong>en</strong>ti dans le<br />

desord<strong>en</strong>. El adiestrami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la percepción<br />

de niveles sucesivos de ‘ord<strong>en</strong>’,<br />

soleil, 1914.<br />

y <strong>en</strong> su articulación física, visual, constructiva<br />

y funcional es de vital importancia para construir<br />

las bases de la doc<strong>en</strong>cia del proyecto de arquitectura.<br />

Uno de los retos más importantes a los que hoy se<br />

<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta la doc<strong>en</strong>cia del proyecto de arquitectura es articular<br />

los ámbitos complejos <strong>en</strong> los que se inserta nuestra<br />

disciplina. Los problemas de hoy necesitan una respuesta<br />

que vaya más allá de la inm<strong>en</strong>sa proliferación formal<br />

que atraviesa los cauces de la comunicación y de nuestra<br />

cultura, que reclama ‘nuevas formas’. Max Bill lo resumía<br />

hace ya medio siglo con unas palabras que pued<strong>en</strong><br />

ser dichas <strong>en</strong> nuestros días:<br />

“Más que nunca, hoy nos <strong>en</strong>contramos ante el comi<strong>en</strong>zo<br />

de una nueva época. Debemos volver a revisar,<br />

Fig. 14. Paul Klee,<br />

The Tightrope<br />

Walker, 1923.<br />

80


a estudiar y a elaborarlo todo. En principio, esto ti<strong>en</strong>e apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />

poco que ver con la arquitectura <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida<br />

como arte, pero quizá el gran arte consista justo <strong>en</strong> la rigurosa<br />

limitación a lo es<strong>en</strong>cial.” (1955, págs. 335-338)<br />

Construcción<br />

Podemos <strong>en</strong>contrar múltiples <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tos de la palabra<br />

‘construcción’. Unos v<strong>en</strong>drían de la mano de aquellos arquitectos<br />

o ing<strong>en</strong>ieros que han hecho del acto de construir<br />

una filosofía, pues para ellos ‘construir’ ha llevado consigo<br />

una manera de estar <strong>en</strong> el mundo. Vitruvio, Viollet-le-Duc,<br />

Behr<strong>en</strong>s, o Mies van der Rohe podrían darnos aproximaciones<br />

altam<strong>en</strong>te precisas y matizadas de la noción de ‘construir’.<br />

Esto nos llevaría de la mano a un <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de la<br />

noción de ‘técnica’ (techné) que, desde Grecia, ha v<strong>en</strong>ido<br />

cargada de s<strong>en</strong>tido para la arquitectura: la construcción<br />

es el proceso <strong>en</strong> el que, por medio de la técnica, las cosas<br />

aparec<strong>en</strong> (aletheia), se hac<strong>en</strong> claras, inteligibles.<br />

El arquitecto es, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, ante todo, un constructor,<br />

algui<strong>en</strong> cuyo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to del mundo se establece desde<br />

la actitud básica y es<strong>en</strong>cial de <strong>en</strong>samblar partes, levantar<br />

o erigir estructuras, que es, <strong>en</strong> el fondo, una manera de vivir<br />

haci<strong>en</strong>do inteligible el mundo y, desde esa claridad, interv<strong>en</strong>ir<br />

<strong>en</strong> él y transformarlo.<br />

Habría, sin embargo, otra visión, quizás m<strong>en</strong>os apoyada<br />

<strong>en</strong> lo disciplinar, pero no por ello m<strong>en</strong>os válida pedagógicam<strong>en</strong>te.<br />

Ésta sería la que nos vi<strong>en</strong>e desde el significado más<br />

g<strong>en</strong>eral del término ‘construir’: “ord<strong>en</strong>ar y <strong>en</strong>lazar”.<br />

Desde este significado, quizás más inmediato, se sugiere<br />

de manera abierta algo de gran interés pedagógico: la reflexión<br />

sobre los modos de establecer ord<strong>en</strong> y los modos de<br />

81


82<br />

establecer vínculos, <strong>en</strong>trelazami<strong>en</strong>tos o trabazones, abre un<br />

arco inm<strong>en</strong>so <strong>en</strong> torno a concepto de ‘construir’.<br />

En los ejercicios aquí expuestos, desarrollados con los estudiantes,<br />

<strong>en</strong> especial el realizado con el prisma hueco de<br />

vidrio, se abordaron difer<strong>en</strong>tes modos de ord<strong>en</strong>ar y <strong>en</strong>lazar<br />

piezas materiales. En cierto s<strong>en</strong>tido se podría decir que cada<br />

estudiante desarrollaba una o varias maneras de ‘construir’,<br />

como si de un alfabeto elem<strong>en</strong>tal se tratase. Desde el mero<br />

apilami<strong>en</strong>to de las piezas, donde sólo el peso traba las piezas,<br />

hasta situaciones <strong>en</strong> las que un material interpuesto sirve de<br />

conector o vínculo <strong>en</strong>tre las partes. En este s<strong>en</strong>tido, se puede<br />

decir, que se han desarrollado aproximaciones táctiles a la<br />

noción de construir, más que conceptuales.<br />

Equilibrio<br />

La noción de equilibrio va mucho más allá del mero s<strong>en</strong>tido<br />

del movimi<strong>en</strong>to o del reposo. El equilibrio supone, para<br />

un sistema o una estructura, una t<strong>en</strong>sión dinámica, es decir,<br />

un estado de comp<strong>en</strong>sación de fuerzas. Esto podría darse a<br />

varios niveles: térmico, dinámico, electromagnético o gravitatorio,<br />

<strong>en</strong>tre otros.<br />

Cualquier acción <strong>en</strong> el medio físico supone la alteración del<br />

sistema y nos invita a la búsqueda de una restitución del equilibrio<br />

inicial. Un proyecto, <strong>en</strong> sí mismo, conlleva la exist<strong>en</strong>cia<br />

de un sistema de fuerzas, que más allá de salvaguardar su<br />

estabilidad, verticalidad, o reposo, nos exige at<strong>en</strong>ción a su totalidad,<br />

a cómo <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de condiciones diversas –e incluso<br />

contrarias– el sistema restituye las condiciones de partida.<br />

Las piezas de Calder, más allá de una visión estática de las<br />

mismas, manifiestan que una alteración local g<strong>en</strong>era una<br />

multiplicidad de ajustes y oscilaciones, a través de las cua-


les el sistema se reconfigura l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te buscando una nueva<br />

situación de equilibrio. Nuestra experi<strong>en</strong>cia del equilibrio<br />

guarda también memoria de estas oscilaciones y t<strong>en</strong>emos<br />

la idea de que el equilibrio es una conquista, que se produce<br />

a través de un proceso de sutiles alteraciones. Nuestra<br />

m<strong>en</strong>te restituye esas alteraciones tratando de anticipar las<br />

condiciones de equilibrio que evitarían el colapso.<br />

Es como si el proceso –bi<strong>en</strong> conocido– de ruptura, posibilitara<br />

imaginar alternativas a la pérdida del equilibrio, como si<br />

la experi<strong>en</strong>cia del fallo, del error, guardara secretam<strong>en</strong>te las<br />

claves de un acierto no previsible.<br />

Esta aproximación a la forma desde la condición armónica<br />

<strong>en</strong> medio de t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tadas, nos hace asomarnos<br />

también a uno de los dilemas del proyecto, el riesgo, av<strong>en</strong>turado<br />

y voluntario que se quiere correr <strong>en</strong> el proceso de creación.<br />

El equilibrista de Klee o el ciclista de Duchamp –un apr<strong>en</strong>diz<br />

conc<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> su int<strong>en</strong>sa tarea fr<strong>en</strong>te al vacío– nos abr<strong>en</strong> la<br />

mirada a situaciones <strong>en</strong> el filo de la navaja, equilibrios delicados,<br />

milagrosos, que se sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> desde esa humilde condición<br />

que todo apr<strong>en</strong>dizaje lleva consigo, conquistando metas sucesivas,<br />

siempre provisionales, condiciones de equilibrio transitorias<br />

<strong>en</strong> t<strong>en</strong>sión hacia una búsqueda siempre abierta.<br />

83


84<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

Albers, J. (1969). “G<strong>en</strong>eral Education and Art Education: Possesive or Productive”.<br />

En Search Versus Re-Search. Connecticut: Trinity Collage Press.<br />

Albers, J. (1969). Search versus Re-search. Connecticut: Trinity College<br />

Press, Hartfort.<br />

Arnheim, R. (1971). Entropy and Art. Californi: University of California.<br />

Bill, M. (Noviembre de 1955). “Sobre el estado actual del arte de construir”.<br />

Architectural Design , 335-338.<br />

Proced<strong>en</strong>cia de las imág<strong>en</strong>es:<br />

Figs. 1, libro: JUÁREZ, Antonio, Exploración con la materia. Grado cero<br />

<strong>en</strong> el proyecto de arquitectura. (<strong>en</strong> impr<strong>en</strong>ta).<br />

Fig. 2, los ejercicios del curso de Visual Training <strong>en</strong> el IIT, dirigido por Mies<br />

van der Rohe y Walter Peterhans.<br />

Fig. 3, 4, 5, libro: JUÁREZ, Antonio, “Exploración con la materia. Grado<br />

cero <strong>en</strong> el proyecto de arquitectura”.<br />

Fig. 6, Anni Albers Foundation Collection, fotografías de H<strong>en</strong>ri Cartier-Bresson.<br />

Fig. 7, 8, 9, 10, 11, 12, libro: JUÁREZ, Antonio, “Exploración con la materia.<br />

Grado cero <strong>en</strong> el proyecto de arquitectura”.<br />

Fig. 13. Marcel Duchamp, Marcel Duchamp, Avoir l’appr<strong>en</strong>ti dans le<br />

soleil, 1914.<br />

Fig. 14. Paul Klee, The Tightrope Walker, 1923.


<strong>Arquitectura</strong> dúctil,<br />

por el Mtro. <strong>en</strong> Diseño<br />

Arquitectónico Maximiliano<br />

Hurtado Mireles<br />

85


86<br />

B<strong>en</strong>emérita Universidad Autónoma de Puebla<br />

Facultad de <strong>Arquitectura</strong><br />

ARQUITECTURA DÚCTIL<br />

La arquitectura dúctil es personalizada, fácilm<strong>en</strong>te maleable,<br />

transformable, acomodadiza, mutable, de flexible<br />

condición y condesc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te con el ciclo vital de la naturaleza,<br />

se adapta a su <strong>en</strong>torno natural, social, cultural, estético,<br />

filosófico y tecnológico para satisfacer las necesidades<br />

ambi<strong>en</strong>tales, físicas y psíquicas del ser humano.<br />

Arq. Maximiliano Hurtado Mireles<br />

Correo electrónico: maximiliano.hurtado@farqui.buap.mx<br />

Teléfono celular: 2229-65-1230<br />

Grado Académico: Lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> y<br />

Maestría <strong>en</strong> Diseño Arquitectónico por la FABUAP<br />

Torres García, Elizabeth<br />

COLABORADORA<br />

Correo electrónico: eliztg_7@hotmail.com<br />

Teléfono celular: 2224-25-0678<br />

Grado Académico: Lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong> Química Farmacobióloga<br />

por la BUAP y Maestría <strong>en</strong> Doc<strong>en</strong>cia Universitaria por la<br />

Universidad Iberoamericana


Introducción<br />

El pres<strong>en</strong>te texto int<strong>en</strong>ta la búsqueda de alternativas para<br />

la arquitectura y su <strong>en</strong>torno natural que es la biosfera. Una<br />

biosfera que manifiesta ya síntomas de deterioro por las actividades<br />

humanas sin planificación conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te para su<br />

preservación y del ser humano y una arquitectura que se ve<br />

desintegrada de la naturaleza saturando de manera inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te<br />

la superficie terrestre increm<strong>en</strong>tando su deterioro.<br />

No se busca respetar la naturaleza ni que la naturaleza<br />

respete al ser humano, se trata de g<strong>en</strong>erar un nuevo paradigma<br />

arquitectónico dúctil que concilie el espacio natural<br />

formado <strong>en</strong> procesos que tardan siglos, y el hábitat humano;<br />

para satisfacer las necesidades de ambos, considerando las<br />

conting<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el proceso de vida de forma más armónica<br />

y crear conci<strong>en</strong>cia de que, el ser humano, es un integrante<br />

más de la biosfera con la responsabilidad de administrarla y<br />

lograr b<strong>en</strong>eficios duraderos para la ecología. Debemos <strong>en</strong>contrar<br />

los motivos que nos llev<strong>en</strong> a revalorar la naturaleza<br />

como el marco básico de la habitación del ser humano sin<br />

increm<strong>en</strong>tar el deterioro del ciclo vital y lograr integrarla a la<br />

arquitectura y viceversa.<br />

El nuevo paradigma arquitectónico dúctil se refiere a la<br />

capacidad de los edificios para transformarse <strong>en</strong> el lapso<br />

de su vida útil y dar cabida a los cambios substanciales que<br />

requiere el ser humano respecto a sus necesidades de tipo<br />

ambi<strong>en</strong>tal, funcional y psíquico, y la naturaleza con materiales<br />

de reúso y biodegradables. Estos cambios deb<strong>en</strong> apoyarse<br />

<strong>en</strong> una tecnología que aporte los avances de punta, con<br />

piezas prefabricadas especiales que sean flexibles, ligeras,<br />

maleables, convertibles, durables, expansibles y desmon-<br />

87


88<br />

tables, para proponer una arquitectura movible y personalizada,<br />

de bajo costo y mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, y que increm<strong>en</strong>te<br />

notablem<strong>en</strong>te la calidad del espacio y su <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, y que<br />

concilie las leyes naturales, sociales, culturales, estéticas, filosóficas<br />

y tecnológicas sin contribuir al desequilibrio del ciclo<br />

vital de la naturaleza, y permita que la forma arquitectónica<br />

sea el producto lógico de todos los refer<strong>en</strong>tes, incluy<strong>en</strong>do<br />

de manera consist<strong>en</strong>te, a la naturaleza.<br />

Las circunstancias de una naturaleza deprimida por la<br />

acción desmedida del hombre, y una arquitectura disociada<br />

de su <strong>en</strong>torno natural, creando problemas como la deforestación,<br />

las inundaciones, el cambio del clima, la escasez<br />

de agua y hambrunas, la desertificación, <strong>en</strong>tre muchos<br />

otros, están si<strong>en</strong>do una influ<strong>en</strong>cia decisiva <strong>en</strong> los derroteros<br />

de la humanidad. Actualm<strong>en</strong>te el ser humano se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />

<strong>en</strong> una búsqueda constante de alternativas sust<strong>en</strong>tables<br />

que amortigü<strong>en</strong> los efectos de la naturaleza sobre el hombre<br />

y, aunque exist<strong>en</strong> muchas propuestas donde se priorizan<br />

las condiciones ambi<strong>en</strong>tales por ejemplo: el mimetizar formas,<br />

trabajar con <strong>en</strong>ergías alternativas, arquitectura donde<br />

se muev<strong>en</strong> algunos de sus elem<strong>en</strong>tos, o con formas de árbol,<br />

<strong>en</strong>tre otras, no son aún sufici<strong>en</strong>tes.<br />

En el pres<strong>en</strong>te estudio se propone un nuevo paradigma<br />

arquitectónico dúctil que ti<strong>en</strong>e movilidad y se transforma<br />

para conciliar el hábitat humano con la naturaleza.


¿Por qué g<strong>en</strong>erar un nuevo<br />

paradigma arquitectónico?<br />

La arquitectura es ya un riesgo<br />

para la superviv<strong>en</strong>cia.<br />

A lo largo de la historia<br />

de la humanidad<br />

es notable la depredación<br />

que el propio<br />

hombre ha hecho del<br />

planeta. En nombre<br />

del avance de la civilización<br />

y la tecnología,<br />

se han desplazado<br />

bosques por la construcción<br />

de ciudades<br />

que nada o poco ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

que ver con la<br />

naturaleza, se han desviado ríos, secado lagunas, contaminado<br />

ext<strong>en</strong>sas áreas de terr<strong>en</strong>o y mantos acuíferos con rell<strong>en</strong>os<br />

sanitarios, los litorales y sus riquezas de coral han sido<br />

degradados, etc. El ser humano ha dejado que sus ambiciones,<br />

su ignorancia y sus intereses particulares increm<strong>en</strong>t<strong>en</strong><br />

peligrosam<strong>en</strong>te el deterioro de su ciclo vital.<br />

Entre otras muchas actividades, con la arquitectura se<br />

ha contribuido, <strong>en</strong> gran medida, al deterioro mayor del medio<br />

ambi<strong>en</strong>te y se ha convertido <strong>en</strong> un riesgo para la superviv<strong>en</strong>cia.<br />

Las formas creadas por la naturaleza no han sido<br />

respetadas ni integradas al diseño de la arquitectura y de las<br />

ciudades o viceversa “…hemos confundido cada vez más<br />

<strong>en</strong> este siglo, la arquitectura con la mera construcción banal<br />

89


90<br />

de sólidos, con edificar sin más, sin mayor s<strong>en</strong>tido, y ll<strong>en</strong>ar así<br />

el vacío o ir destruy<strong>en</strong>do la naturaleza de las cosas, del paisaje…”<br />

(Rojas Garcidueñas, 1997).<br />

La arquitectura <strong>en</strong>capsula el espacio y lo separa de la<br />

naturaleza, del paisaje, haci<strong>en</strong>do aun mayor la disociación<br />

<strong>en</strong>tre espacio abierto y cerrado. El espacio abierto queda<br />

afuera, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la arquitectura construida y el espacio<br />

cerrado permanece aislado de la naturaleza. No hay<br />

una conciliación y equilibrio <strong>en</strong>tre el hábitat humano y la<br />

naturaleza, si<strong>en</strong>do que, la naturaleza, es el marco básico de<br />

la habitación del ser humano, y al no ser considerada <strong>en</strong> un<br />

s<strong>en</strong>tido más amplio para el diseño del espacio arquitectónico,<br />

modifica el proyecto y, <strong>en</strong> situaciones límite, la propia<br />

naturaleza se ve modificada hasta el extremo de ser devastada<br />

por la misma arquitectura.<br />

La naturaleza es pues, la constante que <strong>en</strong>marca todas<br />

las acciones humanas pero, de manera inexplicable, el ser<br />

humano no utiliza la totalidad de los elem<strong>en</strong>tos de la naturaleza<br />

que ti<strong>en</strong>e a su alcance para afectar el espacio de manera<br />

conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te y equilibrada, desde su <strong>en</strong>torno inmediato<br />

horizontal, con los vacíos que le provee la misma naturaleza<br />

de los ríos, las montañas y la vegetación, la luz solar, el vi<strong>en</strong>to<br />

o la lluvia, hasta su <strong>en</strong>torno mediato vertical que son los refer<strong>en</strong>tes<br />

con los que guarda una relación visual más allá de la<br />

biosfera como las estrellas, la noche, la luna, los efectos de luz<br />

celeste, etc., por lo que la naturaleza no participa de manera<br />

definitiva <strong>en</strong> la configuración de la forma arquitectónica, ésta<br />

es, <strong>en</strong> la mayoría de los casos, autónoma a la naturaleza. Si la<br />

forma no es la conclusión de un proceso donde se consider<strong>en</strong><br />

todos los elem<strong>en</strong>tos involucrados animados e inanimados,


<strong>en</strong>tonces la forma arquitectónica es un capricho.<br />

Es indisp<strong>en</strong>sable crear un nuevo paradigma arquitectónico<br />

que, con carácter dúctil, concilie el hábitat humano con la naturaleza<br />

de manera que mant<strong>en</strong>gan una conviv<strong>en</strong>cia más armónica<br />

y equilibrada. Ocupa un papel trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal la tecnología,<br />

para adaptar el espacio, conciliando los intereses de ambos.<br />

El desafío de buscar soluciones dúctiles<br />

y personalizadas es la realidad<br />

proced<strong>en</strong>te del siglo XXI.<br />

Los avances <strong>en</strong> el diseño y construcción de automóviles,<br />

barcos y aviones con nuevos materiales y procesos han disminuido<br />

los tiempos de fabricación, sus costos, residuos de<br />

producción y mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, mi<strong>en</strong>tras que la calidad del espacio<br />

ha aum<strong>en</strong>tado expon<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te. En estos campos,<br />

el ing<strong>en</strong>iero de procesos ha triunfado ext<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do su interés<br />

desde el mismo proceso de diseño hasta prever su vida útil,<br />

pasando por la implem<strong>en</strong>tación de<br />

nuevas tecnologías, mi<strong>en</strong>tras que<br />

<strong>en</strong> la construcción, el arquitecto<br />

continúa usando, es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te,<br />

los mismos procesos constructivos<br />

del pasado.<br />

Es inmin<strong>en</strong>te la necesidad de que<br />

la industrialización interv<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> la<br />

construcción, no vista como la producción<br />

<strong>en</strong> masa del siglo veinte,<br />

sino como la participación de la<br />

producción industrial <strong>en</strong> la adaptación<br />

de la alta tecnología <strong>en</strong> los<br />

edificios con la finalidad de llevar a<br />

El desafío de buscar soluciones dúctiles y<br />

personalizadas es la realidad proced<strong>en</strong>te del<br />

siglo XXI.<br />

91


92<br />

la arquitectura las v<strong>en</strong>tajas de los avances ci<strong>en</strong>tíficos y tecnológicos<br />

a favor de la integración y confort del hábitat humano<br />

y la naturaleza, y participe <strong>en</strong> la transformación de la arquitectura<br />

natural y construida con elem<strong>en</strong>tos prefabricados específicos<br />

y apoye la formulación de un paradigma arquitectónico<br />

más personalizado y dúctil.<br />

La arquitectura es un acto natural del<br />

ser humano.<br />

El hombre, al hacer arquitectura, busca adaptar el espacio<br />

<strong>en</strong> forma óptima a las necesidades psíquicas y físicas del ser<br />

humano ya que no puede vivir sin protección del medio ambi<strong>en</strong>te,<br />

de los animales salvajes ni<br />

del mismo ser humano, su proceso<br />

de producción arquitectónica está<br />

ori<strong>en</strong>tado por la cultura particular<br />

de cada región del mundo, por las<br />

características de su clima, la pres<strong>en</strong>cia<br />

de materiales <strong>en</strong> la región, su<br />

contexto físico natural, su historia, su<br />

filosofía, sus conceptos de belleza,<br />

su tecnología y el modo de organización<br />

social, económico y político<br />

de la población, por lo que la arquitectura<br />

es un acto natural del ser<br />

humano que <strong>en</strong>globa su <strong>en</strong>torno<br />

físico y su interior psíquico.<br />

Cuando se da solución arquitectónica a un problema de<br />

espacio físico sin tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el todo, se está falseando<br />

la realidad y, cuando la solución es expuesta para su uso<br />

y apropiación ante los usuarios demandantes y los requeri-


mi<strong>en</strong>tos de la naturaleza, no responde a todas las condicionantes<br />

que pres<strong>en</strong>ta la misma realidad, <strong>en</strong>tonces, la solución<br />

se ve modificada <strong>en</strong> el corto plazo porque no responde<br />

a la demanda. El proceso de diseño de la arquitectura debe<br />

considerarse con toda la amplitud sufici<strong>en</strong>te para abarcar el<br />

conocimi<strong>en</strong>to del problema pasando por la investigación y<br />

conocer la realidad <strong>en</strong>torno a él, las conclusiones que son<br />

las propuestas de solución desde el programa arquitectónico<br />

y los conceptos, hasta la propuesta formal que es la arquitectura<br />

y un paso más todavía que debe ser parte de la<br />

estrategia de diseño que es la vida útil del edificio, su mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

y por último, su destrucción o cambio de actividad<br />

y aspecto. Este último paso es trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal a considerar<br />

<strong>en</strong> la toma de decisiones para que el edificio no sea un obstáculo<br />

<strong>en</strong> el desarrollo de la naturaleza y el ser humano, es<br />

decir, de esta manera será un edificio dúctil.<br />

En el mejor de los casos, al diseñar la arquitectura, se<br />

toman <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta todos los refer<strong>en</strong>tes m<strong>en</strong>cionados, aunque<br />

no es lo más común, ya que no se diseña con el todo,<br />

sino que se van haci<strong>en</strong>do reduccionismos tomando algunos<br />

de los refer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> cada caso particular. Sin embargo, es<br />

de reconocerse que el mundo es de una sola pieza, todo<br />

está interconectado, vivimos <strong>en</strong> un mundo orgánico, donde<br />

nada se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra aislado ni fragm<strong>en</strong>tado, todo es parte<br />

es<strong>en</strong>cial de la naturaleza.<br />

Mi<strong>en</strong>tras que la naturaleza es dúctil, susceptible de cambios<br />

o variaciones, se adapta a las conting<strong>en</strong>cias de su tiempo<br />

y lugar, se autoorganiza para mant<strong>en</strong>er el ord<strong>en</strong> micro,<br />

regional, global y universal, es orgánica y <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to, la<br />

arquitectura habitual es rígida, dura, ortogonal, perman<strong>en</strong>te<br />

93


94<br />

y, <strong>en</strong> la inm<strong>en</strong>sa mayoría de los casos, inmóvil. El ser humano<br />

también es dúctil, flexible, maleable y se adapta a las<br />

condiciones del medio ambi<strong>en</strong>te de su <strong>en</strong>torno mediato e<br />

inmediato, se adecua a los acontecimi<strong>en</strong>tos de su ser social<br />

e internam<strong>en</strong>te, el organismo humano también se reorganiza<br />

para buscar el equilibrio de la salud y, el paradigma<br />

tradicional de la arquitectura rígida tampoco responde a<br />

esta condición.<br />

Ante la ductilidad de la naturaleza y del ser humano,<br />

la arquitectura debe responder con soluciones movibles y<br />

transformables, para satisfacer las necesidades de los refer<strong>en</strong>tes<br />

funcionales, ambi<strong>en</strong>tales y psíquicos, g<strong>en</strong>erando<br />

un nuevo paradigma arquitectónico dúctil, que concilie el<br />

hábitat humano con la naturaleza, ya que la naturaleza<br />

no es difer<strong>en</strong>te de la arquitectura, ni un agregado, la naturaleza<br />

es parte es<strong>en</strong>cial de la arquitectura, así como el<br />

ser humano y sus acciones sociales, ci<strong>en</strong>tíficas, culturales<br />

y artísticas son también parte de la misma naturaleza. La<br />

arquitectura dúctil es personalizada, fácilm<strong>en</strong>te maleable,<br />

transformable, acomodadiza, mutable, de flexible condición<br />

y condesc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te con el ciclo vital de la naturaleza,<br />

se adapta a su <strong>en</strong>torno natural, social, cultural, estético,<br />

filosófico y tecnológico para satisfacer las necesidades físicas<br />

y psíquicas del ser humano.<br />

¿Cómo se justifica la transformación a un<br />

nuevo paradigma arquitectónico dúctil?<br />

La naturaleza como el marco básico del<br />

habitar humano.<br />

“La sost<strong>en</strong>ibilidad es cada vez más el principal argum<strong>en</strong>to<br />

del proyecto arquitectónico <strong>en</strong> el siglo XXI, tanto por motivos


espirituales como prácticos. En el plano físico, el ecosistema<br />

terrestre está sometido a una gran presión debido al cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />

global. Toda arquitectura que eluda este problema y<br />

no sea medioambi<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te sost<strong>en</strong>ible carecerá de validez<br />

moral...” (Edwards, 2008). La arquitectura es un producto cultural<br />

que refleja la manera de s<strong>en</strong>tir y de vivir de la sociedad <strong>en</strong><br />

cada época repres<strong>en</strong>tativa de su historia. En la actualidad, el<br />

medio ambi<strong>en</strong>te es un factor más influy<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el quehacer<br />

humano, por lo que la tecnología y las difer<strong>en</strong>tes ci<strong>en</strong>cias han<br />

puesto manifiesto interés <strong>en</strong> transformar cada vez, con mayor<br />

ahínco, los procesos productivos, sociales y económicos que<br />

permitan adaptarse a la situación de la época.<br />

Las condiciones actuales de la naturaleza, s<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te<br />

afectadas, están obligando a <strong>en</strong>cauzar las actividades humanas<br />

<strong>en</strong> la vía de la sust<strong>en</strong>tabilidad. La arquitectura no es la<br />

excepción, hay ya muchas alternativas <strong>en</strong> las que se toma <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta la naturaleza, la sust<strong>en</strong>tabilidad, el medio ambi<strong>en</strong>te,<br />

las condiciones sociales, las <strong>en</strong>ergías alternativas, etc., aunque<br />

todavía no son sufici<strong>en</strong>tes. Se trata no sólo de aliviar de<br />

manera superficial los conflictos creados por el hombre y la<br />

propia naturaleza, sino de crear un paradigma que concilie<br />

notablem<strong>en</strong>te el hábitat humano y la naturaleza.<br />

La sust<strong>en</strong>tabilidad <strong>en</strong> arquitectura no sólo se refiere al<br />

empleo de <strong>en</strong>ergías alternativas y materiales reciclables,<br />

que son una estrategia cada vez más necesaria para la<br />

preservación de las especies y del propio hombre con soluciones<br />

arquitectónicas que no comprometan la perman<strong>en</strong>cia<br />

de la naturaleza y la humanidad pres<strong>en</strong>te y futura.<br />

Es indisp<strong>en</strong>sable ampliar el concepto incluy<strong>en</strong>do, la acción<br />

de diseñar con la naturaleza como marco básico del ha-<br />

95


96<br />

bitar humano <strong>en</strong> el acondicionami<strong>en</strong>to del espacio considerando<br />

su vida útil, mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, costos y su reúso, y<br />

también, básico e insoslayable, es tomar <strong>en</strong> consideración<br />

las condiciones psíquicas de las personas y sus cambiantes<br />

estados de ánimo, para hacer una arquitectura dúctil que<br />

pueda cambiar y que los usuarios puedan ir transformando<br />

a lo largo del día, de las difer<strong>en</strong>tes épocas del año y de<br />

la vida de sus usuarios, tomando decisiones de diseño de<br />

su propio espacio para adecuarlo <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que<br />

lo requieran. Ent<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do que el diseño es un proceso con<br />

múltiples participantes, incluy<strong>en</strong>do no sólo a los distintos tipos<br />

de profesionales, sino también a los usuarios directos del<br />

espacio diseñado y, además, que los sistemas tecnológicos<br />

empleados deb<strong>en</strong> ser muy prácticos para ser desplazados,<br />

rotados, alzados, doblados y sustituidos de manera fácil ya<br />

que, debemos reconocer que, el medio ambi<strong>en</strong>te de la naturaleza<br />

y el ser humano se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> constante cambio<br />

y que la arquitectura construida por el hombre es el producto<br />

de un proceso <strong>en</strong> curso, sin fin, <strong>en</strong> constante movimi<strong>en</strong>to<br />

y transformación.<br />

En éstos términos, la arquitectura dúctil es eficaz, flexible,<br />

susceptible de cambios o variaciones según las circunstancias<br />

o necesidades, ti<strong>en</strong>e movilidad, recrea ámbitos muy distintos<br />

a cada mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> respuesta a los cambios de estado<br />

de ánimo, funciones y requerimi<strong>en</strong>tos ambi<strong>en</strong>tales del ser<br />

humano, no se sujeta a estrictas normas, dogmas o trabas<br />

permiti<strong>en</strong>do cambios secundarios <strong>en</strong> la planificación del<br />

espacio a favor del confort total con la id<strong>en</strong>tidad de qui<strong>en</strong>es<br />

lo habitan mejorando su operatividad y permiti<strong>en</strong>do el<br />

funcionami<strong>en</strong>to indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te o conjunto de los difer<strong>en</strong>tes


ámbitos que hac<strong>en</strong> la composición, dándole la capacidad<br />

de actualizar el proyecto de acuerdo a las necesidades del<br />

usuario <strong>en</strong> lo espacial y <strong>en</strong> lo tecnológico, con la aparición<br />

<strong>en</strong> el mercado de nuevos sistemas constructivos más prácticos,<br />

a m<strong>en</strong>or costo o más resist<strong>en</strong>tes, permiti<strong>en</strong>do, incluso,<br />

un cambio total de uso <strong>en</strong> el edificio haciéndolo compatible<br />

con las nuevas necesidades agregando espacios o modificando<br />

sustancialm<strong>en</strong>te los exist<strong>en</strong>tes<br />

¿Cómo sería un nuevo paradigma arquitectónico<br />

dúctil que concilie al hábitat humano<br />

con la naturaleza?<br />

Necesidad de una conviv<strong>en</strong>cia equilibrada.<br />

Al pret<strong>en</strong>der conciliar, de manera dúctil, el hábitat humano<br />

con la naturaleza, se deberán tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta aspectos<br />

del medio ambi<strong>en</strong>te y del ser humano<br />

para lograr una conviv<strong>en</strong>cia<br />

equilibrada <strong>en</strong>tre ambos.<br />

Respecto al ser humano, las<br />

características a tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta<br />

son las necesidades psíquicas<br />

como el estado de ánimo, el habitar<br />

<strong>en</strong> la luz y la p<strong>en</strong>umbra así<br />

como una relación confortable<br />

<strong>en</strong>tre el espacio abierto y el cerrado,<br />

las necesidades de función<br />

de acuerdo a las difer<strong>en</strong>tes actividades<br />

de los usuarios y las necesidades<br />

de comodidad ambi<strong>en</strong>tal<br />

<strong>en</strong> relación a la temperatura durante el día y la noche y las<br />

difer<strong>en</strong>tes estaciones, así como la privacidad visual y sonora.<br />

97


98<br />

Respecto a la naturaleza, se considerarán el <strong>en</strong>torno inmediato<br />

y el mediato, las <strong>en</strong>ergías, formas e hitos naturales de<br />

valor histórico y biológico, la composición orgánica y el ord<strong>en</strong><br />

de la naturaleza y soluciones que no increm<strong>en</strong>t<strong>en</strong> el deterioro<br />

ambi<strong>en</strong>tal.<br />

Aspectos del ser humano<br />

Nuestra visión del mundo es provocada por nuestro estado<br />

de ánimo, cuando éste cambia, cambia también nuestra<br />

percepción del mundo. Nuestros estados de ánimo conforman<br />

el mundo <strong>en</strong> el que vivimos.<br />

El ser humano, a lo largo del día, ti<strong>en</strong>e distintos estados<br />

de ánimo, los que se v<strong>en</strong> reflejados <strong>en</strong> acciones similares,<br />

aunque con variaciones notables, haci<strong>en</strong>do que sus necesidades<br />

de espacio físico y psíquico sean cambiantes durante<br />

el mismo día, a lo largo del año <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes estaciones,<br />

estados del clima, períodos de tiempo y <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes<br />

edades, sitios, organizaciones, cuando está solo o cuando<br />

se reúne con familiares o amigos, cuando está melancólico<br />

o alegre, estudiando o trabajando <strong>en</strong> alguna manualidad<br />

o actividad intelectual, etc., todo esto, conlleva un estado<br />

de ánimo difer<strong>en</strong>te, y los cambios <strong>en</strong> él también nos provocan<br />

cambios físicos como latidos del corazón más rápidos<br />

o l<strong>en</strong>tos, sudor, cansancio, etc. Sin embargo, es de llamar<br />

la at<strong>en</strong>ción que la arquitectura tradicional es un espacio limitado<br />

por elem<strong>en</strong>tos fijos e inertes y, <strong>en</strong> la mayoría de las<br />

ocasiones, perman<strong>en</strong>tes, que satisfac<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te algunas<br />

de sus necesidades diarias y otras no.<br />

Es un hecho que, <strong>en</strong> ocasiones, nos cambiamos de ropa<br />

según el estado de ánimo, o asistimos a lugares específicos<br />

a realizar actividades cotidianas, diurnas o nocturnas, por-


que <strong>en</strong> ellos nos <strong>en</strong>contramos confortables por sus formas,<br />

colores, materiales, texturas, s<strong>en</strong>saciones o simbolismos. Hay<br />

veces también que cambiamos de lugares porque los ámbitos<br />

anteriores nos parec<strong>en</strong> ya monótonos o porque <strong>en</strong>contramos<br />

algún lugar <strong>en</strong> el que nos s<strong>en</strong>timos más protegidos<br />

<strong>en</strong> ciertas ocasiones, o más expuestos para la socialización.<br />

Nuestros estados de ánimo son, a veces, el único motivo que<br />

nos lleva a elegir el sitio que visitamos. Un lugar con muchos<br />

colores y luces es un lugar adecuado para la conviv<strong>en</strong>cia<br />

impulsiva y un lugar más discreto <strong>en</strong> colores nos permite un<br />

mayor relajami<strong>en</strong>to emocional y físico.<br />

En otras ocasiones asistimos a lugares porque funcionalm<strong>en</strong>te,<br />

el lugar donde vivimos diariam<strong>en</strong>te no es sufici<strong>en</strong>te<br />

para las necesidades de trabajo, socialización, comercialización,<br />

etc. Las dim<strong>en</strong>siones del espacio son otra causa que<br />

nos incita a cambiar de lugar cuando cambiamos de actividad.<br />

Por ejemplo, las dim<strong>en</strong>siones de una sala de una familia<br />

de cuatro miembros puede ser adecuada con tres por<br />

tres metros de lunes a jueves pero, el viernes, cuando llegan<br />

los amigos de los hijos puede reunirse un grupo de quince o<br />

veinte personas, <strong>en</strong> el mismo espacio de tres por tres que es,<br />

evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te insufici<strong>en</strong>te, el sábado, compart<strong>en</strong> el mismo<br />

espacio los amigos de los padres y se reúne un grupo, tal<br />

vez, de ocho o doce personas <strong>en</strong> el mismo espacio ya insufici<strong>en</strong>te,<br />

los domingos, con familiares se puede reunir un<br />

grupo de seis o siete personas, <strong>en</strong> el mismo espacio que es<br />

inadecuado por sus dim<strong>en</strong>siones, el lunes, el espacio, vuelve<br />

a ser sufici<strong>en</strong>te para la familia a nivel funcional. Todas estas<br />

posibilidades, y más, son necesidades reales de una familia<br />

estándar. Es indisp<strong>en</strong>sable que se tome <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que una<br />

99


100<br />

persona o grupo de personas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> necesidades funcionales<br />

también cambiantes por lo que los espacios deberán<br />

considerar también una flexibilidad mayor para satisfacer los<br />

problemas de espacio arquitectónico. El espacio debe expandirse<br />

o reducirse, girar, elevarse, moverse de lugar, abrirse<br />

o cerrarse, etc., de acuerdo a las necesidades funcionales<br />

de los usuarios.<br />

Es también de tomarse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que durante las difer<strong>en</strong>tes<br />

horas del día y estaciones del año, la temperatura, el<br />

asoleami<strong>en</strong>to, la humedad del ambi<strong>en</strong>te, la luz diurna, etc.,<br />

cambian constantem<strong>en</strong>te. Es también indisp<strong>en</strong>sable que se<br />

consider<strong>en</strong> estos cambios para que el espacio t<strong>en</strong>ga la posibilidad<br />

de cambiar, con tecnología práctica, para adaptarse<br />

a las necesidades de los usuarios y mant<strong>en</strong>er por mayor<br />

tiempo las condiciones de confort ambi<strong>en</strong>tal que sean satisfactorias<br />

para los usuarios.<br />

La arquitectura, si<strong>en</strong>do la adaptación del espacio para solucionar<br />

los problemas de espacio físico y psíquico del ser humano,<br />

deberá contemplar dichos cambios de estado de ánimo,<br />

ambi<strong>en</strong>tales y actividad, con un diseño que flexibilice el espacio<br />

para adaptarlo temporalm<strong>en</strong>te durante el mismo día o <strong>en</strong> períodos<br />

mayores y crear condiciones funcionales, ambi<strong>en</strong>tales y<br />

estéticas con elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos movibles, flexibles, livianos,<br />

resist<strong>en</strong>tes y fáciles de emplear, que sean prácticos.<br />

Así como la naturaleza se adapta a las difer<strong>en</strong>tes condiciones<br />

de su <strong>en</strong>torno como humedad, lluvia, sol, sombra, nutri<strong>en</strong>tes<br />

del suelo, vi<strong>en</strong>tos dominantes fuertes o débiles, y el<br />

ser humano se adapta también a las condiciones climáticas<br />

y físicas de su <strong>en</strong>torno y es flexible por naturaleza para adaptarse<br />

a las condiciones sociales <strong>en</strong> las que se desarrolla, la


arquitectura debe, necesariam<strong>en</strong>te, responder a esa condición<br />

de ductilidad. La arquitectura dúctil se adapta fácilm<strong>en</strong>te<br />

de una manera práctica a las condiciones funcionales,<br />

ambi<strong>en</strong>tales y psíquicas de la naturaleza y el ser humano<br />

con elem<strong>en</strong>tos tecnológicos también dúctiles.<br />

El movimi<strong>en</strong>to de algunos de los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />

deberá crear mejores condiciones de confort para el ser<br />

humano, sin el perjuicio de su <strong>en</strong>torno natural. La arquitectura<br />

como un acto responsable y sust<strong>en</strong>table deberá procurar<br />

el equilibrio del desarrollo humano y la naturaleza para no<br />

contribuir más con el deterioro del ciclo vital.<br />

La arquitectura vista de esta manera participará <strong>en</strong> el<br />

reforzami<strong>en</strong>to de las condiciones sufici<strong>en</strong>tes para la superviv<strong>en</strong>cia<br />

de las especies y la consecución de los procesos naturales<br />

de la biosfera, además de responder a las condiciones<br />

físicas y psíquicas del ser humano creando un l<strong>en</strong>guaje<br />

de formas innovadoras, una estética difer<strong>en</strong>te y elem<strong>en</strong>tos<br />

arquitectónicos movibles con cambios de materiales, texturas<br />

y colores para las difer<strong>en</strong>tes condiciones ambi<strong>en</strong>tales,<br />

funcionales y estados de ánimo de las personas.<br />

Aspectos del medio ambi<strong>en</strong>te<br />

La naturaleza es un <strong>en</strong>te vivo que cambia mom<strong>en</strong>to a mom<strong>en</strong>to<br />

de manera compleja, formada por cuerpos de agua<br />

como lagos, lagunas y ríos, así como elevaciones y planicies<br />

o valles, éstas son áreas de terr<strong>en</strong>o creados de manera<br />

natural <strong>en</strong> procesos que tardan siglos, por el efecto de la<br />

lluvia, la temperatura, la latitud, la altitud, la cercanía o la<br />

lejanía del sol y su incid<strong>en</strong>cia perp<strong>en</strong>dicular u oblicua, y por<br />

el escurrimi<strong>en</strong>to de las aguas desde las montañas hacía las<br />

zonas más bajas. El tipo de suelo y su composición mineral<br />

101


102<br />

dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de los mantos freáticos y su ubicación <strong>en</strong> p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />

más o m<strong>en</strong>os pronunciadas. Los vi<strong>en</strong>tos dominantes<br />

provocados por la rotación de la tierra, las depresiones, las<br />

elevaciones de las montañas y las temperaturas de la región<br />

complem<strong>en</strong>tan las condiciones climáticas para la exist<strong>en</strong>cia<br />

de vegetación con características particulares con ámbitos<br />

adecuados para que crezcan los distintos pastos, arbustos,<br />

setos y árboles que son distintivos de la región o del valle <strong>en</strong><br />

particular. El clima, resultado de todas las condiciones ambi<strong>en</strong>tales<br />

es determinante no sólo para la exist<strong>en</strong>cia de la<br />

vegetación sino para la preservación de la fauna del lugar<br />

donde se manti<strong>en</strong>e un equilibrio de interdep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre<br />

los seres vivos del lugar y de ellos con la naturaleza, equilibrio<br />

que asegura la superviv<strong>en</strong>cia de las especies. El movimi<strong>en</strong>to<br />

y cambios constantes crean <strong>en</strong>ergías naturales que provocan<br />

el equilibrio <strong>en</strong> el planeta.<br />

Nada es arbitrario, todo ti<strong>en</strong>e un porqué, una, varias o<br />

muchas razones de ser. La ecología, que es el estudio de la<br />

interrelación de los seres vivos con su medio ambi<strong>en</strong>te tangible,<br />

explica claram<strong>en</strong>te desde su nivel micro hasta su nivel<br />

macro, las relaciones de interdep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia necesarias<br />

para su preservación, la ecología <strong>en</strong>tonces, nos muestra el<br />

inconm<strong>en</strong>surable grado de complejidad <strong>en</strong> el que se des<strong>en</strong>vuelve<br />

la vida <strong>en</strong> su ámbito particular. ¿Podemos imaginar<br />

las innumerables reacciones químicas <strong>en</strong> cad<strong>en</strong>a que se<br />

produc<strong>en</strong> segundo a segundo <strong>en</strong> toda la naturaleza, desde<br />

las reacciones internas <strong>en</strong> cada uno de los seres vivi<strong>en</strong>tes<br />

ya sean vegetales o animales pequeños o grandes, hasta<br />

las descomposiciones químicas o los procesos naturales de<br />

reproducción o <strong>en</strong>tropía <strong>en</strong> el ambi<strong>en</strong>te?


Al ser la naturaleza el marco básico del habitar humano,<br />

es ineludible tomar como refer<strong>en</strong>cias todos los aspectos<br />

que compon<strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno para proyectar la arquitectura.<br />

Las <strong>en</strong>ergías naturales, el asoleami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes mom<strong>en</strong>tos<br />

del día y estaciones del año, la lluvia, la temperatura,<br />

la luz de la luna, los pastos, arbustos, árboles y setos, los<br />

vi<strong>en</strong>tos dominantes y sus cambios <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno inmediato<br />

de los edificios producto del microclima, las elevaciones de<br />

sus montañas y las depresiones de ríos o valles y su integración<br />

visual al <strong>en</strong>torno. Todo esto marcará una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />

la configuración de la forma arquitectónica.<br />

En ocasiones, al proyectar la arquitectura se toman<br />

como refer<strong>en</strong>cias hitos arquitectónicos, obviam<strong>en</strong>te, construidos<br />

por el hombre, respetándose por sus valores estéticos,<br />

culturales o históricos; sin embargo, no se ti<strong>en</strong>e el mismo<br />

respeto por los hitos naturales. Hay árboles que por su valor<br />

histórico o biológico, por sus dim<strong>en</strong>siones, formas o su antigüedad,<br />

deb<strong>en</strong> de respetarse y tomarse como refer<strong>en</strong>te al<br />

proyectar la arquitectura.<br />

En la naturaleza están sucedi<strong>en</strong>do ev<strong>en</strong>tos extraordinarios<br />

<strong>en</strong> cad<strong>en</strong>a, todos, de gran importancia para la superviv<strong>en</strong>cia<br />

y el desarrollo de la vida y de la geología. Aquí, <strong>en</strong><br />

este ámbito, se asi<strong>en</strong>tan las ciudades y su arquitectura. La<br />

ciudades son “… la manifestación más compleja de la interv<strong>en</strong>ción<br />

humana <strong>en</strong> la naturaleza. En ellas se puede experim<strong>en</strong>tar<br />

la forma <strong>en</strong> que las sociedades humanas han transformado<br />

el medio ambi<strong>en</strong>te y creado un medio ambi<strong>en</strong>te<br />

construido, casi artificial, <strong>en</strong> donde las refer<strong>en</strong>cias al medio<br />

ambi<strong>en</strong>te son cada vez m<strong>en</strong>ores…” (Chávez, 2004, pag 32)<br />

Al parecer, las formas físicas de las ciudades se planifican<br />

103


104<br />

sin tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las formas de la naturaleza, las ciudades<br />

son planificadas por los técnicos y los políticos alejados de<br />

los intereses de los habitantes y de la naturaleza. Los vacíos<br />

que provoca la naturaleza no se aprovechan por el ser humano<br />

para ac<strong>en</strong>tuar las v<strong>en</strong>tajas <strong>en</strong> el diseño de su ciudad,<br />

pues hay áreas que de manera natural son propicias para la<br />

agricultura con terr<strong>en</strong>os ricos <strong>en</strong> minerales, deshechos biodegradables<br />

y humedad donde la producción puede ser<br />

más abundante y con mayor calidad redundando esto <strong>en</strong><br />

más v<strong>en</strong>tajas alim<strong>en</strong>ticias y económicas para la población,<br />

hay también terr<strong>en</strong>os que por su composición geológica y<br />

sus capas resist<strong>en</strong>tes formadas naturalm<strong>en</strong>te, son propicios<br />

para soportar cargas considerables de construcciones urbanas,<br />

hay también depresiones que forman vasos de agua<br />

necesarios para el soporte hidráulico de los habitantes de<br />

la ciudad y áreas boscosas también indisp<strong>en</strong>sables, etc. Al<br />

parecer, las formas físicas de las ciudades se planifican sin<br />

tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las formas de la naturaleza.<br />

Si a nivel urbano, el diseño no incorpora ni respeta totalm<strong>en</strong>te<br />

la naturaleza, ya sea <strong>en</strong> su geología, clima, vegetación,<br />

fauna y al mismo ser humano, a nivel arquitectónico la<br />

naturaleza sufre la misma suerte.<br />

Cuando se va a modificar el espacio para adaptarlo<br />

y satisfacer las necesidades del ser humano para cualquier<br />

actividad, <strong>en</strong> la mayoría de las ocasiones, se toma el terr<strong>en</strong>o<br />

como un plano recto horizontal y no <strong>en</strong> las condiciones <strong>en</strong><br />

las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra, modificándose éstas con herrami<strong>en</strong>ta<br />

de mano o con maquinaria pesada, des configurando las<br />

características propias del terr<strong>en</strong>o y obviando su capacidad<br />

de conc<strong>en</strong>tración natural de agua de lluvia y la absorción


para sus mantos freáticos, sus irregularidades formales (depresiones<br />

y elevaciones), sus zonas de mayor o m<strong>en</strong>or resist<strong>en</strong>cia<br />

a la compresión e incluso zonas pantanosas. Todo el<br />

terr<strong>en</strong>o se considera uniforme <strong>en</strong> sus características y, cuando<br />

se busca la solución técnica, se utilizan cim<strong>en</strong>taciones<br />

específicas para absorber esas difer<strong>en</strong>cias, si las hubiera.<br />

De igual manera <strong>en</strong> el diseño del espacio físico no se<br />

toman <strong>en</strong> consideración, <strong>en</strong> la mayoría de los casos, las condiciones<br />

ambi<strong>en</strong>tales naturales del terr<strong>en</strong>o como el asoleami<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong> las distintas estaciones del año, las áreas de sombra<br />

provocadas por los edificios de su <strong>en</strong>torno y los muros del<br />

propio diseño, las vistas dominantes que integran su alrededor<br />

inmediato horizontal ni su mediato vertical (la bóveda<br />

celeste), el recorrido del vi<strong>en</strong>to y sus variaciones, las zonas<br />

naturales del terr<strong>en</strong>o respecto a su privacidad visual y sonora<br />

desde el interior hacia el exterior y viceversa, las difer<strong>en</strong>tes<br />

temperaturas del año o el aprovechami<strong>en</strong>to del agua de<br />

lluvia para su captación y reutilización o reabsorción y retroalim<strong>en</strong>tación<br />

de los mantos acuíferos ni de manera expresiva<br />

para lograr efectos visuales de ornato. Tampoco la <strong>en</strong>ergía<br />

solar o la eólica se aprovechan <strong>en</strong> su totalidad para el<br />

consumo interno de los usuarios. Apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te no importa<br />

saturar de concreto el terr<strong>en</strong>o sin prever la conservación de<br />

la naturaleza del lugar, si hay uno o más árboles, arbustos,<br />

setos o pasto, no se respetan ni se integran al diseño, al contrario,<br />

es más s<strong>en</strong>cillo quitarlos para t<strong>en</strong>er una explanada regular<br />

donde se construya una espacialidad que poco ti<strong>en</strong>e<br />

que ver con el <strong>en</strong>torno natural. En la mayoría de los distintos<br />

tipos de arquitectura la naturaleza no forma parte intrínseca<br />

de ella sino que, <strong>en</strong> algunos de ellos, se acerca la vegeta-<br />

105


106<br />

ción a los espacios construidos como ornato cuando ya el<br />

espacio ha sido concebido <strong>en</strong> forma indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te. Entre<br />

la arquitectura conv<strong>en</strong>cional y la naturaleza hay una separación<br />

evid<strong>en</strong>te defini<strong>en</strong>do el espacio cerrado y el espacio<br />

abierto sin que haya integración ni continuidad <strong>en</strong>tre ellos,<br />

obviam<strong>en</strong>te con sus excepciones.<br />

La forma de la arquitectura no es influ<strong>en</strong>ciada por la<br />

naturaleza. Las formas de la arquitectura construida no correspond<strong>en</strong><br />

a su relación con el medio ambi<strong>en</strong>te natural.<br />

La arquitectura no integra la naturaleza, la arquitectura se<br />

concibe, <strong>en</strong> la mayoría de los casos, como un <strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te<br />

a la naturaleza. No obstante esta concepción y práctica<br />

regular, los seres humanos muestran su interés por la vegetación<br />

llevando al interior de los espacios construidos plantas<br />

pequeñas y grandes e incluso árboles porque el ser humano<br />

se si<strong>en</strong>te ligado a la naturaleza y ti<strong>en</strong>e un gusto especial por<br />

ella. Lo que sucede <strong>en</strong> muchos casos es que el desconocimi<strong>en</strong>to<br />

por la misma vegetación le lleva a cometer errores<br />

porque se plantan árboles con raíces superficiales y robustas<br />

que dañan las cim<strong>en</strong>taciones o la misma estructura de la<br />

construcción o se desconoc<strong>en</strong> las condiciones de vida de<br />

las plantas y se marchitan o secan por falta de agua o se<br />

pudr<strong>en</strong> por abundancia de ésta o se coloca <strong>en</strong> lugares demasiado<br />

fríos o con poco o nulo asoleami<strong>en</strong>to o demasiado<br />

sol, falta de aire, etc.<br />

Si la arquitectura integra a la naturaleza como marco<br />

básico de la habitación del ser humano, se refuerzan las<br />

condiciones sufici<strong>en</strong>tes para la superviv<strong>en</strong>cia de las especies<br />

y la consecución de los procesos naturales de la biosfera,<br />

además de que la arquitectura responderá a las condi-


ciones físicas y psíquicas del ser humano.<br />

La adaptación de la arquitectura al medio ambi<strong>en</strong>te<br />

creará soluciones con un l<strong>en</strong>guaje de formas innovadoras,<br />

una estética difer<strong>en</strong>te y elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos movibles<br />

con cambios de materiales, texturas y colores para las difer<strong>en</strong>tes<br />

condiciones de luz ambi<strong>en</strong>tal.<br />

El manejo de la luz ambi<strong>en</strong>tal, técnica, funcional y estéticam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> los proyectos arquitectónicos, medibles <strong>en</strong> el<br />

espacio de experim<strong>en</strong>tación, será un factor des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ante<br />

de propuestas alternativas sust<strong>en</strong>tables y altam<strong>en</strong>te creativas.<br />

Al conciliar, de manera equilibrada, el hábitat humano<br />

con la naturaleza, se obt<strong>en</strong>drá una arquitectura<br />

dúctil, orgánica, irregular, plantas arquitectónicas libres<br />

soportadas <strong>en</strong> gran porc<strong>en</strong>taje por columnas aunque<br />

no se descarta la construcción de áreas mayores apoyadas<br />

<strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>o, cubiertas, v<strong>en</strong>tanas y/o muros con<br />

movimi<strong>en</strong>to para captar el sol y el vi<strong>en</strong>to y la luz, o no,<br />

durante las difer<strong>en</strong>tes estaciones del año y horas del día,<br />

estructuras ligeras y con gran capacidad de maleabilidad<br />

combinadas con estructuras rígidas <strong>en</strong> m<strong>en</strong>or cantidad,<br />

materiales flexibles, ligeros, térmicos, resist<strong>en</strong>tes,<br />

durables, y con poco mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, s<strong>en</strong>saciones de<br />

libertad, transpar<strong>en</strong>cia, ligereza, protección, metáfora,<br />

seguridad, integración con la naturaleza, sorpresa, belleza,<br />

que no rompa con el ciclo vital, con un predominio<br />

del ord<strong>en</strong> ambi<strong>en</strong>tal y tomando <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el <strong>en</strong>torno y<br />

la id<strong>en</strong>tidad social.<br />

107


108<br />

¿Cómo debe ser la forma arquitectónica para<br />

que exista ductilidad y conciliación del hábitat<br />

humano con la naturaleza?<br />

La forma es la conclusión física de un<br />

proceso de adaptación.<br />

Así como la naturaleza se ve modificada<br />

<strong>en</strong> su forma exterior e interior por los<br />

efectos de las condiciones ambi<strong>en</strong>tales<br />

por procesos que pued<strong>en</strong> tardar siglos<br />

y las acciones del propio hombre,<br />

la arquitectura deberá ser influida por<br />

la sociedad y el medio ambi<strong>en</strong>te que<br />

rodea al sitio, la forma arquitectónica<br />

<strong>en</strong>tonces, será el producto de este proceso.<br />

“El mundo es, para los naturalistas,<br />

una gran voz de m<strong>en</strong>sajes “a<br />

qui<strong>en</strong> pueda interesar” revestidos de<br />

forma…/… por ejemplo, las adaptaciones<br />

de los pies y los picos de los pájaros, como las garras<br />

del bucero y el pájaro carpintero, el águila pescadora, el<br />

ánade real y la focha, el avetoro común y la perdiz blanca,<br />

o los picos del pinzón y el tucán, el fulmar y la espátula, la<br />

avoceta y el flam<strong>en</strong>co, el kiwi y el frailecillo. En cada uno de<br />

estos extremos, la forma expresa el proceso: son indivisibles,<br />

y los dos son explicativos; ésta es la forma significativa elem<strong>en</strong>tal<br />

<strong>en</strong> lo refer<strong>en</strong>te a los órganos.” (McHarg 2000, pag<br />

168)<br />

Los procesos naturales se pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia desde la<br />

forma. La forma es consecu<strong>en</strong>cia de las condiciones y ne-


cesidades de perman<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la vida, e incluso, de los objetos<br />

de por sí inanimados, las montañas y las piedras más<br />

pequeñas son producto de una adaptación, nada es autónomo<br />

ni espontáneo, todo responde a un proceso. De igual<br />

manera, la forma <strong>en</strong> la arquitectura no puede ser autónoma<br />

ni espontánea, la arquitectura responde a procesos naturales,<br />

sociales, culturales, estéticos, tecnológicos y filosóficos.<br />

La forma arquitectónica es una consecu<strong>en</strong>cia de las necesidades<br />

de la naturaleza y el ser humano.<br />

”…La forma es también comunicación, al dejar que unas<br />

criaturas se d<strong>en</strong> a conocer a otras de la misma especie, al<br />

difer<strong>en</strong>ciar especies, al ocultar id<strong>en</strong>tidad como ocurre con<br />

el camuflaje, o el <strong>en</strong>gañar como ocurre con el mimetismo.<br />

La forma es pues comunicación, la pres<strong>en</strong>tación del significado.”<br />

(L. McHarg, 2000). La forma <strong>en</strong> arquitectura comunica<br />

una cultura, una sociedad, una estética y un mom<strong>en</strong>to<br />

histórico por lo que la arquitectura debe, necesariam<strong>en</strong>te,<br />

ser el resultado de un proceso que se vea <strong>en</strong>marcado por su<br />

<strong>en</strong>torno cultural tangible e intangible.<br />

La forma arquitectónica, por naturaleza, es un producto,<br />

no una ocurr<strong>en</strong>cia. Si la forma no es la conclusión de un<br />

proceso donde se consider<strong>en</strong> todos los involucrados animados<br />

e inanimados, <strong>en</strong>tonces la forma es un capricho. La arquitectura<br />

no es un capricho, es la adaptación del espacio<br />

natural con elem<strong>en</strong>tos construidos de manera dúctil para<br />

resolver las necesidades del ser humano y la naturaleza, de<br />

manera sust<strong>en</strong>table.<br />

El concepto de edificio abierto. No es posible negar que<br />

el ser humano y sus refer<strong>en</strong>tes sociales, culturales, estéticos,<br />

tecnológicos y filosóficos son parte de la misma naturaleza por<br />

109


110<br />

lo que, el hombre, lleva intrínsecam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su interior como<br />

es<strong>en</strong>cia de su id<strong>en</strong>tidad la libertad, el gusto por el medio ambi<strong>en</strong>te,<br />

la lluvia, el sol, el vi<strong>en</strong>to, las montañas, los lagos, ríos y<br />

mares. La arquitectura tradicional ha <strong>en</strong>capsulado el espacio<br />

y aislado al hombre de su ámbito natural. La arquitectura<br />

dúctil int<strong>en</strong>ta regresarle a su hábitat la relación inmediata y<br />

mediata de la naturaleza. El edificio abierto es un concepto<br />

prioritario que id<strong>en</strong>tifica lo natural y construido como una<br />

sola percepción. La relación tanto funcional (paso directo),<br />

como ambi<strong>en</strong>tal (integración visual) y psíquica (id<strong>en</strong>tidad)<br />

del hombre con la naturaleza, es una necesidad insoslayable<br />

que le dará al edificio una característica fundam<strong>en</strong>tal, desde<br />

la forma y su apari<strong>en</strong>cia hasta el confort diario, elevando<br />

parte del edificio <strong>en</strong> soportes para liberar el terr<strong>en</strong>o y crear microclimas,<br />

como lo hace un árbol, permiti<strong>en</strong>do la vida natural<br />

<strong>en</strong> el ámbito construido y motivará la conciliación del hábitat<br />

con la naturaleza de manera dúctil, convirtiéndose <strong>en</strong> una<br />

influ<strong>en</strong>cia positiva <strong>en</strong> la conformación de la forma arquitectónica<br />

como parte de un proceso.<br />

Las características del nuevo paradigma de arquitectura<br />

dúctil trae consigo el movimi<strong>en</strong>to de elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos,<br />

la transformación del espacio y su <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> un<br />

diseño sin fin, así como la ampliación o reducción de las dim<strong>en</strong>siones<br />

de la forma para ext<strong>en</strong>derla, dilatarla, <strong>en</strong>sancharla<br />

o difundirla, todo sobre un prototipo estructural <strong>en</strong> el que<br />

es posible cargar, adosar, colgar, t<strong>en</strong>zar, pegar, deslizar o<br />

girar con sistemas constructivos ligeros, resist<strong>en</strong>tes, durables,<br />

de bajo costo, fácilm<strong>en</strong>te desmontables y de poco mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to,<br />

con sistemas constructivos y estructurales de alta<br />

tecnología realizable <strong>en</strong> procesos industriales especiales para


hacer una arquitectura personalizada y bajando los costos<br />

de producción y sus residuos e increm<strong>en</strong>tando la calidad del<br />

espacio dúctil. Todas estas características deberán estar expuestas<br />

a la vista para hacer más práctico el movimi<strong>en</strong>to y el<br />

mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos así como su<br />

cambio y reúso, <strong>en</strong> su caso. Hacer evid<strong>en</strong>te la estructura y los<br />

sistemas constructivos así como el cambio constante del espacio<br />

y su <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y la liberación del terr<strong>en</strong>o, levantando<br />

un porc<strong>en</strong>taje considerable de la construcción, permiti<strong>en</strong>do<br />

la creación de microclimas <strong>en</strong> ambi<strong>en</strong>tes controlados para<br />

permitir el crecimi<strong>en</strong>to de la vegetación <strong>en</strong>torno a la arquitectura<br />

natural y construida, serán característicos de la arquitectura<br />

dúctil, por lo que constituye una nueva estética de<br />

formas innovadoras <strong>en</strong> la arquitectura.<br />

¿Cómo se g<strong>en</strong>era, técnicam<strong>en</strong>te, la ductilidad<br />

<strong>en</strong> los espacios arquitectónicos que concilian<br />

al hábitat humano con la naturaleza?<br />

La tecnología industrial <strong>en</strong> apoyo de la<br />

arquitectura dúctil<br />

Tradicionalm<strong>en</strong>te muchos diseñadores y propietarios han trabajado<br />

con la presunción de que sus edificios nunca van a<br />

experim<strong>en</strong>tar un cambio<br />

significativo, no existe la<br />

motivación para invertir <strong>en</strong><br />

desarrollos de arquitectura<br />

dúctil, ni la cultura social<br />

permite aceptar cambios<br />

sustanciales <strong>en</strong> la manera<br />

de construir y habitar los<br />

edificios. Los constructores<br />

111


112<br />

buscan que su inversión t<strong>en</strong>ga una recuperación a corto plazo<br />

y obt<strong>en</strong>gan mayores b<strong>en</strong>eficios económicos, por lo que<br />

hay pocos edificios diseñados con ductilidad, y por lo tanto,<br />

pocos ejemplos de que la arquitectura dúctil es un principio<br />

de diseño eficaz para conciliar el hábitat humano con la naturaleza.<br />

Es necesario dar cabida a los nuevos paradigmas que<br />

modifiqu<strong>en</strong> positivam<strong>en</strong>te e incorpor<strong>en</strong> los sistemas tecnológicos<br />

industriales <strong>en</strong> apoyo a la arquitectura dúctil y de<br />

diseño permiti<strong>en</strong>do que los usuarios interv<strong>en</strong>gan <strong>en</strong> el proyecto<br />

de su propio espacio y lo transform<strong>en</strong> de acuerdo a<br />

sus necesidades o prefer<strong>en</strong>cias personales o de grupo con<br />

un proceso de diseño que no ti<strong>en</strong>e fin, que sean ellos mismos<br />

los que decidan el movimi<strong>en</strong>to de los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />

y <strong>en</strong> qué mom<strong>en</strong>to lo requier<strong>en</strong> o desean. Es indisp<strong>en</strong>sable,<br />

<strong>en</strong>tonces, que la tecnología empleada <strong>en</strong> el edificio<br />

sea muy práctica para ser desplazada, rotada, alzada, doblada<br />

y sustituida de manera fácil, dándole la capacidad<br />

de actualizar el proyecto de acuerdo a las necesidades del<br />

usuario <strong>en</strong> lo espacial y <strong>en</strong> lo tecnológico, con la aparición<br />

<strong>en</strong> el mercado de nuevos sistemas constructivos más prácticos,<br />

de m<strong>en</strong>or costo o más resist<strong>en</strong>tes, permiti<strong>en</strong>do, incluso,<br />

un cambio total de uso <strong>en</strong> el edificio haciéndolo compatible<br />

con las nuevas necesidades agregando espacios o modificando<br />

sustancialm<strong>en</strong>te los exist<strong>en</strong>tes a favor del confort<br />

total con la id<strong>en</strong>tidad de qui<strong>en</strong>es lo habitan, haci<strong>en</strong>do una<br />

arquitectura personalizada por ellos mismos.<br />

Los materiales deberán ser resist<strong>en</strong>tes y de fácil mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

para que sean durables, ligeros y de bajo costo, y<br />

con disposición para doblarse fácilm<strong>en</strong>te de manera prácti-


ca, y que permite cambios de uso d<strong>en</strong>tro y fuera del edificio<br />

haci<strong>en</strong>do que el espacio se transforme <strong>en</strong> algo distinto de<br />

lo que era.<br />

Es indisp<strong>en</strong>sable también, <strong>en</strong> la arquitectura dúctil, diseñar<br />

para el desmontaje y mejorar el r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to operativo, haci<strong>en</strong>do<br />

que el prototipo estructural y los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />

con movimi<strong>en</strong>to t<strong>en</strong>gan cierta indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia para ser<br />

removidos fácilm<strong>en</strong>te para transformar el espacio o para evitar<br />

gastos de demolición o desmontaje, para cambiar algunos<br />

elem<strong>en</strong>tos por otros de mayor compatibilidad o gusto. De esta<br />

manera se increm<strong>en</strong>ta la capacidad de actualización de los<br />

sistemas constructivos y se está a la vanguardia de la tecnología<br />

o se planean actividades a corto plazo.<br />

Respecto al costo de la arquitectura dúctil, se puede<br />

hablar <strong>en</strong> términos de un desembolso inmediato, mediato y<br />

a largo plazo. En el corto plazo, el desembolso no es mucho<br />

mayor de lo que cuesta una construcción tradicional porque<br />

son elem<strong>en</strong>tos ligeros y pued<strong>en</strong>, algunos, irse adaptando<br />

poco a poco, <strong>en</strong> la medida de las posibilidades económicas<br />

del propietario. A mediano plazo, el edificio es más<br />

redituable ya que permite adaptar el espacio mejorando<br />

el confort de acuerdo al crecimi<strong>en</strong>to o decrecimi<strong>en</strong>to de<br />

las necesidades de los usuarios sin t<strong>en</strong>er que cambiar de<br />

edificio o hacer modificaciones con demoliciones costosas<br />

y, a largo plazo, ti<strong>en</strong>e las mayores v<strong>en</strong>tajas económicas,<br />

ya que los usuarios pued<strong>en</strong> dejar el edificio y r<strong>en</strong>tarlo<br />

o v<strong>en</strong>derlo y el nuevo propietario o inquilino podrá hacer<br />

las adaptaciones que corresponda sin mayor inversión ya<br />

que el edificio está diseñado para desarmar o desmontar<br />

y lograr transformar el espacio de acuerdo a las nuevas<br />

113


114<br />

necesidades reduci<strong>en</strong>do los costos y el impacto ambi<strong>en</strong>tal<br />

asociado a edificios para usos nuevos.<br />

Todo cambio trae necesidades de adaptarse <strong>en</strong> la<br />

forma de vida, <strong>en</strong> la tecnología, <strong>en</strong> la manera de diseñar,<br />

etc. En el caso particular de la arquitectura dúctil, el Estado,<br />

t<strong>en</strong>drá que estudiar la manera de normar políticas públicas<br />

que estimul<strong>en</strong> la construcción de edificios de este tipo.<br />

¿Por qué es pertin<strong>en</strong>te la arquitectura dúctil?<br />

Equilibrio y armonía <strong>en</strong>tre el hábitat<br />

humano y la naturaleza.<br />

La ductilidad <strong>en</strong> la arquitectura es pertin<strong>en</strong>te<br />

porque el mundo <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta la<br />

escasez de recursos materiales, económicos<br />

y una crisis ecológica importante.<br />

Es inmin<strong>en</strong>te la necesidad de<br />

poner <strong>en</strong> práctica nuevos paradigmas<br />

sociales, económicos, políticos y, <strong>en</strong>tre<br />

ellos, nuevos paradigmas arquitectónicos,<br />

que permitan una conviv<strong>en</strong>cia<br />

más armónica y equilibrada <strong>en</strong>tre el<br />

hábitat humano y la naturaleza, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />

que el ser humano es un integrante<br />

más de la naturaleza.<br />

La sociedad está cambiando<br />

constantem<strong>en</strong>te y cualquier pronóstico<br />

a corto plazo sería inexacto y con<br />

gran nivel de incertidumbre. Construir<br />

edificios rígidos <strong>en</strong> los que los cambios<br />

sustanciales implican una gran inversión, no son confiables<br />

ni aseguran su utilidad a mediano o largo plazo. Suponer ser


adaptados para nuevas actividades es incierto y poco fiable,<br />

pues, no están diseñados para el desmontaje y esto, disminuye<br />

el valor del b<strong>en</strong>eficio. El desarrollo tecnológico también<br />

crece a un ritmo acelerado y con él, la sociedad cambia su<br />

forma de vida. Los espacios de trabajo, de conviv<strong>en</strong>cia social<br />

y los de la propia vivi<strong>en</strong>da están si<strong>en</strong>do modificados y no se<br />

sabe cuán distintos serán <strong>en</strong> el futuro mediato.<br />

En el transcurso de la vida de un edificio, el cambio es<br />

inevitable, tanto <strong>en</strong> el ámbito social y económico como <strong>en</strong><br />

el <strong>en</strong>torno físico, y <strong>en</strong> las necesidades y expectativas de los<br />

ocupantes. Un edificio que es más dúctil se utilizará más efici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te,<br />

porque puede responder a los cambios a un<br />

m<strong>en</strong>or costo. Además el edificio puede mejorar el desempeño<br />

ambi<strong>en</strong>tal durante el ciclo de vida y se adaptará a los<br />

cambios y conting<strong>en</strong>cias de la naturaleza y del ser humano.<br />

Los edificios dúctiles utilizan, probablem<strong>en</strong>te, la misma<br />

ext<strong>en</strong>sión que los tradicionales, aunque la flexibilidad de los<br />

sistemas constructivos y estructurales permite que los usuarios<br />

lo utilic<strong>en</strong> con propósitos difer<strong>en</strong>tes sobreponi<strong>en</strong>do actividades<br />

cuando les sea conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, dándole un uso más efici<strong>en</strong>te<br />

del espacio. Cuando, <strong>en</strong> una oficina, se requiera más<br />

área de trabajo que de oficina, se moverán los elem<strong>en</strong>tos<br />

arquitectónicos y se agrandará el espacio que se va a utilizar,<br />

o viceversa. La ductilidad de la arquitectura podrá permitir<br />

que los cambios sociales y tecnológicos sean aplicados <strong>en</strong> el<br />

edificio cuando sea necesario y éste, t<strong>en</strong>drá vig<strong>en</strong>cia y actualidad<br />

aún cuando, <strong>en</strong> el futuro, las actividades y la organización<br />

social traigan actividades difer<strong>en</strong>tes, prolongando la<br />

vida útil de los edificios y permiti<strong>en</strong>do aum<strong>en</strong>tar o disminuir<br />

la d<strong>en</strong>sidad de los usuarios <strong>en</strong> la medida de las necesidades<br />

115


116<br />

y las posibilidades del espacio. El espacio puede ampliarse<br />

porque la arquitectura dúctil está soportada <strong>en</strong> prototipos estructurales<br />

planificados para su crecimi<strong>en</strong>to, ll<strong>en</strong>ando los huecos<br />

que, exprofeso, se dejaron <strong>en</strong> el diseño original.<br />

Los edificios dúctiles están adaptados a la naturaleza<br />

ofreci<strong>en</strong>do la oportunidad de ori<strong>en</strong>tarse de manera difer<strong>en</strong>te<br />

con movimi<strong>en</strong>to de elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos, <strong>en</strong> cada<br />

período del día y la noche o <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes meses del año,<br />

por lo que se puede manipular y aprovechar mejor el microclima<br />

creado por el sitio <strong>en</strong> el que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el edificio y<br />

bajar, sustancialm<strong>en</strong>te, la necesidad de utilizar <strong>en</strong>ergías artificiales,<br />

por lo que el ahorro económico es también considerable,<br />

además de que son susceptibles de incorporar nuevas<br />

tecnologías alternativas o tradicionales que con mayor<br />

eficacia disminuyan el costo <strong>en</strong>ergético diario.<br />

En los edificios públicos, la ductilidad es también v<strong>en</strong>tajosa,<br />

pues, si una comunidad experim<strong>en</strong>ta un crecimi<strong>en</strong>to<br />

rep<strong>en</strong>tino <strong>en</strong> la población, la expansibilidad y la convertibilidad<br />

de edificios exist<strong>en</strong>tes pued<strong>en</strong> contribuir a la construcción<br />

del nuevo espacio con una cubierta más barata, más<br />

rápidam<strong>en</strong>te, y con m<strong>en</strong>os daño al carácter del edificio y<br />

la naturaleza.<br />

La arquitectura tradicional no se adapta a la naturaleza,<br />

la evita y la sustituye, creando ámbitos artificiales construidos<br />

con materiales duros, inmóviles, pesados y, <strong>en</strong> la mayoría de<br />

las ocasiones, no degradables, esto, cambia las condiciones<br />

naturales del sitio y, repetido infinidad de veces, se crean los<br />

resultados negativos, para el medio ambi<strong>en</strong>te y el propio ser<br />

humano, que t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> la actualidad.<br />

En la naturaleza un árbol, por ejemplo, no limita el paso


del vi<strong>en</strong>to, la lluvia, el sol e, incluso, de la vista. La ductilidad<br />

es un principio de diseño eficaz para mejorar el funcionami<strong>en</strong>to<br />

ambi<strong>en</strong>tal que toma, por ejemplo, el ord<strong>en</strong> de un<br />

árbol y no es un obstáculo para la naturaleza permiti<strong>en</strong>do la<br />

creación de microclimas <strong>en</strong>tre los espacios construidos y <strong>en</strong><br />

su <strong>en</strong>torno para luego, abrir el espacio interior hacia los ámbitos<br />

naturales del sitio reforzados por elem<strong>en</strong>tos naturales y<br />

construidos movibles para increm<strong>en</strong>tar el confort ambi<strong>en</strong>tal<br />

<strong>en</strong> la vida de los usuarios.<br />

A nivel urbano y ambi<strong>en</strong>tal, la arquitectura dúctil permite<br />

desahogar grandes ext<strong>en</strong>siones de terr<strong>en</strong>o con edificios<br />

construidos sobre soportes, <strong>en</strong> proporciones notables, por lo<br />

que el agua de lluvia t<strong>en</strong>drá más posibilidades de ser absorbida<br />

por el subsuelo, alim<strong>en</strong>tando la vegetación y creando<br />

microclimas que b<strong>en</strong>efician la exist<strong>en</strong>cia de variadas especies<br />

animales y vegetales. El increm<strong>en</strong>to de la vegetación<br />

promoverá un ambi<strong>en</strong>te más saludable ya que los espacios<br />

construidos están más <strong>en</strong> contacto e integrados a la naturaleza,<br />

promovi<strong>en</strong>do un acercami<strong>en</strong>to mayor <strong>en</strong>tre la naturaleza<br />

y el urbanismo y a las personas a un ambi<strong>en</strong>te más<br />

natural.<br />

La propuesta de la arquitectura dúctil propone un equilibrio<br />

<strong>en</strong>tre el hábitat humano y la naturaleza ya que la arquitectura<br />

tradicional responde fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te a intereses<br />

económicos, políticos y sociales dando solución a una necesidad<br />

social primaria de protección y seguridad, a través<br />

de la construcción de conjuntos habitacionales donde se<br />

resguarda a la sociedad sin más b<strong>en</strong>eficio de calidad del<br />

espacio, sin que la sociedad reconozca el costo que la naturaleza<br />

ha pagado para tal solución, ya que grandes zonas<br />

117


118<br />

naturales con gran variedad de especies animales y vegetales<br />

que t<strong>en</strong>ían su propio equilibrio han sido desplazadas<br />

o eliminadas; como desviación de ríos, rell<strong>en</strong>o de una barranca<br />

natural, deforestación, contaminación del aire, suelo<br />

y agua, para crear una superficie regular donde se han<br />

construido las ciudades que conocemos, creando conflictos<br />

trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tes para el medio ambi<strong>en</strong>te y el ser humano.<br />

En la estrategia de diseño, la arquitectura dúctil permite<br />

la exaltación de conceptos como los sigui<strong>en</strong>tes:<br />

Flexibilidad, porque permite cambios m<strong>en</strong>ores <strong>en</strong> la planificación<br />

del espacio.<br />

Transformar, permite cambios de uso d<strong>en</strong>tro del edificio<br />

y su relación con el exterior.<br />

Agrandar, facilita adiciones a la cantidad de espacio<br />

<strong>en</strong> un edificio.<br />

Durabilidad, permite seleccionar materiales, <strong>en</strong>sambles<br />

y sistemas que requier<strong>en</strong> m<strong>en</strong>os mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, reparación<br />

y sustitución y alarga la vida útil de los edificios.<br />

Desmontaje, porque sus elem<strong>en</strong>tos constitutivos son más<br />

fácilm<strong>en</strong>te reutilizados o reciclados y pued<strong>en</strong> reducir los costos<br />

y el impacto ambi<strong>en</strong>tal relacionados con la adaptación<br />

de edificios para nuevos usos. También reduce los costos<br />

ambi<strong>en</strong>tales deliberadam<strong>en</strong>te por diseñar un edificio para<br />

una vida más corta, tal vez, y para facilitar el desmontaje y<br />

la reutilización de compon<strong>en</strong>tes y materiales<br />

Es importante que se considere para el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

de los edificios, que exist<strong>en</strong> tres categorías <strong>en</strong> la composición<br />

de los mismos con una vida útil difer<strong>en</strong>ciada:<br />

1ª. La estructura que ti<strong>en</strong>e una vida útil, <strong>en</strong> promedio, de<br />

60 años o más.


2ª. Las instalaciones eléctricas, sanitarias e hidráulicas<br />

con una vida útil aproximada de 15 a 20 años.<br />

3ª. los acabados <strong>en</strong> pisos, muros y plafones con una vida<br />

útil de 5 años aproximadam<strong>en</strong>te, según sean éstos.<br />

Direcciones de correo electrónico<br />

Equilibrio y armonía <strong>en</strong>tre el hábitat humano y la naturaleza<br />

http://ecologia2009.wordpress.com/2009/06/24/contaminacion-ambi<strong>en</strong>tal/<br />

Consulta: mayo 2010<br />

La forma es, <strong>en</strong> la naturaleza, la conclusión física de un proceso de<br />

adaptación<br />

wiki.sumaqperu.com/es/Fotografías_del_año_2007<br />

Consulta: mayo 2010<br />

La naturaleza como marco básico del habitar humano<br />

www.xtec.es/~jarrimad/contemp/wright.html<br />

Consulta: mayo 2010<br />

Necesidad de una conviv<strong>en</strong>cia equilibrada<br />

www.soygik.com<br />

Consulta: mayo 2010<br />

La arquitectura es un acto natural del ser humano<br />

http://www.turimexico.com/puebla/acholula.php<br />

Consulta: mayo 2010<br />

La arquitectura, es ya un riesgo para la superviv<strong>en</strong>cia<br />

http://homepage.mac.com/helipilot/Photoalbum20.html<br />

Consulta: septiembre 2009<br />

El desafío de buscar soluciones dúctiles y personalizadas es la realidad proced<strong>en</strong>te<br />

del siglo XXI<br />

http://search.babylon.com/?q=autom%C3%B3viles+vanguardia&s=img&babsrc=conduit&q=autom%C3%B3viles+vanguardia<br />

Consulta: mayo 2010<br />

La tecnología industrial <strong>en</strong> apoyo de la arquitectura dúctil<br />

http://motor-show.com.ar/2008/05/18/industria-automotriz/<br />

119


120<br />

Bibliografía<br />

Guía básica de la sost<strong>en</strong>ibilidad Segunda edición revisada y ampliada<br />

Brian Edwards<br />

Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2008<br />

Proyectar con la naturaleza<br />

L. McHarg, Ian<br />

Ediciones Gustavo Gili, México, 2000<br />

Arquine<br />

Invierno 2009<br />

Edición número 50<br />

Revista internacional de arquitectura y diseño<br />

Citas<br />

Brian Edwards, 2008<br />

Guía básica de la sost<strong>en</strong>ibilidad<br />

Segunda edición revisada y ampliada<br />

Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona<br />

L. McHarg, Ian, 2000<br />

Proyectar con la naturaleza<br />

Ediciones Gustavo Gili, México<br />

Rojas Garcidueñas, Manuel, 1997<br />

De la vida de las plantas y de los hombres<br />

SEP – fondo de cultura económica<br />

Chávez, Arq. Cesar Rafael.<br />

Artículo: la ciudad y el medio ambi<strong>en</strong>te, una relación compleja<br />

Revista ci<strong>en</strong>cia y desarrollo num. 174, 2004


Evolución<br />

de la temperatura interior<br />

de la vivi<strong>en</strong>da vegetal<br />

de la mixteca poblana,<br />

por la Dra. Arq. Gloria Carola<br />

Santiago Azpiazu<br />

121


122<br />

Evolución de la temperatura interior<br />

de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de<br />

la mixteca poblana<br />

Gloria Carola Santiago Azpiazu<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La casi extinta vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a del pequeño poblado de<br />

Santa Inés Ahuatempan, situado al sureste del estado de<br />

Puebla <strong>en</strong> México, forma parte de una rica her<strong>en</strong>cia cultural<br />

de los grupos ndaru . Esta vivi<strong>en</strong>da, completam<strong>en</strong>te<br />

adaptada al medio ambi<strong>en</strong>te, no provoca alteraciones <strong>en</strong><br />

su <strong>en</strong>torno y aprovecha al máximo los materiales que ofrece<br />

la naturaleza logrando con ello el bi<strong>en</strong>estar térmico de qui<strong>en</strong>es<br />

la habitan.<br />

Situadas <strong>en</strong> una región climática seca semicálida con<br />

lluvias <strong>en</strong> verano, estas construcciones pose<strong>en</strong> características<br />

particulares <strong>en</strong> su disposición, ori<strong>en</strong>tación y forma que<br />

conjuntam<strong>en</strong>te con un adecuado manejo de materiales,<br />

permit<strong>en</strong> conseguir ambi<strong>en</strong>tes interiores confortables para la<br />

mayor parte del día, tanto para el mes más caluroso como<br />

para el mes más frío.<br />

El análisis bioclimático de esta vivi<strong>en</strong>da está precedida<br />

por una recopilación de las variables climáticas del lugar obt<strong>en</strong>idas<br />

de la estación climátologica 00021165 Ahuatempan,<br />

latitud: 18°24’00” N, longitud: 097°11’00” W., pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te al<br />

Servicio Meterorológico Nacional de México (SMN). Los datos<br />

sobre los materiales, procesos constructivos y condiciones de<br />

uso de las vivi<strong>en</strong>das fueron obt<strong>en</strong>idos de fu<strong>en</strong>tes directas.<br />

A partir de los datos, el estudio valora la relación que<br />

guarda este tipo de hábitat con su <strong>en</strong>torno. Se explican las


características tecnológicas de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la<br />

mixteca poblana y los materiales utilizados, incluy<strong>en</strong>do una<br />

breve descripción de cada uno de ellos; la ord<strong>en</strong>ación del<br />

conjunto, que permite conocer aspectos relacionados con su<br />

emplazami<strong>en</strong>to, su estructura urbana y espacios públicos; el<br />

carácter de su estructura <strong>en</strong> cuanto a su tipología, su distribución,<br />

su forma y volum<strong>en</strong>, su ori<strong>en</strong>tación, su desarrollo interior<br />

y colores; así como el paisaje y la vegetación que ha permitido<br />

aprovechar las v<strong>en</strong>tajas que ofrec<strong>en</strong> los materiales autóctonos<br />

integrando <strong>en</strong> su conjunto el proceso constructivo.<br />

Finalm<strong>en</strong>te se pres<strong>en</strong>ta un análisis del ambi<strong>en</strong>te interior<br />

de la vivi<strong>en</strong>da, no se trata de un estudio exhaustivo, pero<br />

permite evaluar el confort térmico de estos espacios habitables.<br />

El análisis de la evolución de la temperatura interior<br />

tanto para el mes más frío como para el más cálido, muestra<br />

la estabilidad térmica que pres<strong>en</strong>tan estas construcciones.<br />

Este análisis se complem<strong>en</strong>ta con una exploración de<br />

la relación que guardan los elem<strong>en</strong>tos constructivos con el<br />

medio ambi<strong>en</strong>te, cuyo resultado es, de acuerdo a las condiciones<br />

climáticas, a la disposición de materiales y a la mano<br />

de obra, una adecuada solución a los problemas de protección<br />

y de confort térmico, dando lugar como lo m<strong>en</strong>ciona<br />

Olgyay (1963:5) a “expresiones constructivas con un fuerte<br />

carácter regional”.<br />

DESARROLLO de Aspectos<br />

geográficos. Ubicación<br />

El municipio de Santa Inés Ahuatempan está situado al sur del<br />

estado de Puebla <strong>en</strong> la región c<strong>en</strong>tral de los Estados Unidos<br />

Mexicanos, sus coord<strong>en</strong>adas geográficas son 18º 24’ latitud<br />

norte y 98º 01’ longitud oeste. Al norte colinda con el munici-<br />

123


124<br />

pio de Zacapala, al sur con el de Acatlán,<br />

al este con el de Tepexi de Rodríguez y al<br />

oeste con el de Cuayuca de Andrade. Forma<br />

parte de la d<strong>en</strong>ominada “mixteca poblana”,<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra a 1800 metros sobre el<br />

nivel del mar (msnm). En esta región los vi<strong>en</strong>tos<br />

son variables con predominio del vi<strong>en</strong>to<br />

del sureste, que sopla a una velocidad de<br />

0,6 a 2,0 m/s.<br />

Fisiografía y clima de la mixteca<br />

poblana<br />

Los límites del estado de Puebla <strong>en</strong>cierran áreas que correspond<strong>en</strong><br />

a cuatro provincias o regiones fisiográficas del país:<br />

la Sierra Madre Ori<strong>en</strong>tal al norte, la Llanura Costera al este,<br />

el Eje Neovolcánico al oeste y la Sierra Madre del Sur <strong>en</strong> la<br />

zona meridional.<br />

El poblado de Santa Inés Ahuatempan, pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te a<br />

la mixteca poblana, se localiza <strong>en</strong> la provincia Sierra Madre<br />

del Sur que compr<strong>en</strong>de el 45,42% de la superficie del estado<br />

de Puebla y está constituida por parte de siete subprovincias<br />

ocupando la mayor parte de la porción sur de la <strong>en</strong>tidad<br />

hasta los límites con el estado de Oaxaca. El poblado<br />

pert<strong>en</strong>ece a la subprovincia Cordillera Costera del Sur que<br />

abarca el 13,11 % de la superficie del territorio poblano <strong>en</strong> la<br />

zona sur-suroeste del mismo (INEGI, 2000) .<br />

En g<strong>en</strong>eral los climas que predominan <strong>en</strong> el estado de<br />

Puebla son los templados, aunque también se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />

los climas cálidos, los semicálidos, los semisecos, los secos,<br />

los semifríos y los fríos. Santa Inés Ahuatempan ti<strong>en</strong>e un clima<br />

seco debido al efecto de sombra pluviométrica u orográfi-


ca, está definido como un clima seco semicálido con lluvias<br />

<strong>en</strong> verano, este clima es característico de las regiones que<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran por arriba de los 1500 msnm. Su temperatura<br />

media anual es de 24,3 ºC y su precipitación total anual<br />

es de 877,9 mm, el porc<strong>en</strong>taje de lluvia invernal es m<strong>en</strong>or<br />

de 5 mm y el invierno se considera fresco debido a que la<br />

temperatura media anual de mes más frío es m<strong>en</strong>or 18 ºC.<br />

El mes más cálido es abril con 20,5 ºC de temperatura media<br />

m<strong>en</strong>sual y el mes más frío es <strong>en</strong>ero con 15,3 ºC. De junio<br />

a septiembre se registran los promedios más altos de lluvia<br />

m<strong>en</strong>sual con un máximo de 175,1 mm para el mes de junio y<br />

<strong>en</strong> diciembre se pres<strong>en</strong>ta el más bajo con 6,0 mm.<br />

Valoración de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la<br />

mixteca poblana<br />

Desde que el hombre aparece sobre la tierra ha s<strong>en</strong>tido la<br />

necesidad de guarecerse de las inclem<strong>en</strong>cias del tiempo,<br />

ya sea del calor o del frío, así como protegerse de la am<strong>en</strong>aza<br />

de los animales, es por ello que <strong>en</strong> un principio aprovecha<br />

las cuevas, los huecos y las hondonadas, lugares que le<br />

sirvieron de morada.<br />

Posteriorm<strong>en</strong>te utiliza los materiales de su <strong>en</strong>torno, al<br />

principio solo construye simples refugios, es decir, vivi<strong>en</strong>das<br />

de materiales vegetales frágiles, después, gracias a la fabricación<br />

de herrami<strong>en</strong>tas elem<strong>en</strong>tales, combinaron esos<br />

materiales con difer<strong>en</strong>tes minerales para construir albergues<br />

más resist<strong>en</strong>tes y perman<strong>en</strong>tes. El desarrollo y evolución de<br />

la vivi<strong>en</strong>da ha sido l<strong>en</strong>to pero sin duda la influ<strong>en</strong>cia del medio<br />

ambi<strong>en</strong>te fue y sigue si<strong>en</strong>do el factor de mayor importancia<br />

(Moya, 1988).<br />

La vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> México, como <strong>en</strong> otras partes<br />

125


126<br />

del mundo, ti<strong>en</strong>e el mismo principio y desarrollo. Las necesidades,<br />

el medio ambi<strong>en</strong>te y la disposición de materiales locales<br />

dan lugar a tipologías edificatorias peculiares de cada<br />

sitio. Por otra parte, el desarrollo de la vivi<strong>en</strong>da está vinculado<br />

al estado económico y social, cuando ésta evoluciona<br />

corresponde siempre a un mejorami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el aspecto<br />

económico y por <strong>en</strong>de <strong>en</strong> la calidad de vida. Aunque algunos<br />

etnólogos consideran que la vivi<strong>en</strong>da es un índice de la<br />

cultura y de la psicología de los pueblos, la construcción de<br />

las vivi<strong>en</strong>das indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> México está determinada por la<br />

<strong>en</strong>orme influ<strong>en</strong>cia del medio geográfico aunada a la situación<br />

económica precaria de estos grupos sociales.<br />

La superficie de México es muy vasta y <strong>en</strong> ella <strong>en</strong>contramos<br />

una gran variedad de medios geográficos y climas.<br />

En esta diversidad de factores se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran diseminados<br />

muchos grupos étnicos, algunos compart<strong>en</strong> regiones y la<br />

única barrera es el idioma como sucede con los grupos indíg<strong>en</strong>as<br />

que viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> la región mixteca de Puebla y Oaxaca,<br />

<strong>en</strong> cambio otros viv<strong>en</strong> aislados <strong>en</strong> zonas muy distantes, tal es<br />

el caso de los indíg<strong>en</strong>as raramuris que viv<strong>en</strong> diseminados <strong>en</strong><br />

las alturas de la Sierra Madre Occid<strong>en</strong>tal.<br />

El grupo étnico que habita <strong>en</strong> la mixteca poblana es<br />

el ndaru. Se trata de un grupo que comparte la región con<br />

otros grupos del estado de Puebla y Oaxaca, el medio geográfico<br />

y los materiales de los que dispon<strong>en</strong> para fabricar sus<br />

vivi<strong>en</strong>das son afines, por ello guarda ciertas semejanzas con<br />

las de otras comunidades.<br />

La valoración de la vivi<strong>en</strong>da vegetal se ha realizado <strong>en</strong><br />

tres niveles: el primero corresponde a un análisis de las características<br />

g<strong>en</strong>erales de los elem<strong>en</strong>tos climáticos predomi-


nantes, su importancia relativa y sus efectos direccionales;<br />

<strong>en</strong> el segundo nivel se determinan las categorías relacionadas<br />

con la ord<strong>en</strong>ación resid<strong>en</strong>cial, el diseño de las vivi<strong>en</strong>das<br />

y los sistemas constructivos. El tercer nivel compr<strong>en</strong>de un<br />

análisis del ambi<strong>en</strong>te interior de la vivi<strong>en</strong>da, no se trata de un<br />

estudio exhaustivo, pero permite evaluar el confort térmico<br />

de estos espacios habitables. El análisis de la evolución de<br />

la temperatura interior se realiza tanto para el mes más frío<br />

como para el más cálido con el fin de determinar la estabilidad<br />

térmica que pres<strong>en</strong>tan estas edificaciones.<br />

Interpretación climática específica<br />

de Santa Inés Ahuatempan<br />

Ord<strong>en</strong>ación resid<strong>en</strong>cial<br />

El poblado de Santa Inés Ahuatempan está constituido por<br />

una zona c<strong>en</strong>tral y cinco barrios, el Barrio de San Antonio, el<br />

Barrio de Jesús, el Barrio de los Reyes, el Barrio de Santa Inés<br />

y el Barrio de Santiago, las unidades parcelarias urbanas que<br />

integran las manzanas son variables, la d<strong>en</strong>sidad actual de<br />

las vivi<strong>en</strong>das es baja y disminuye del c<strong>en</strong>tro a la periferia.<br />

La parcela o solar son los elem<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>eradores de la estructura<br />

urbana de la mixteca poblana, las superficies que<br />

abarcan son importantes, los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos no están concebidos<br />

para implantar únicam<strong>en</strong>te las vivi<strong>en</strong>das, sino para<br />

servir al modo de producción ya que son comunidades que<br />

dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te de la actividad agrícola de<br />

temporal.<br />

Este poblado se caracterizan por una sólida organización<br />

de barrios que rige su estructura social y religiosa, la<br />

conci<strong>en</strong>cia de la g<strong>en</strong>te de pert<strong>en</strong>ecer a un sector del poblado<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra estrecham<strong>en</strong>te relacionada con la con-<br />

127


128<br />

ci<strong>en</strong>cia de formar parte una comunidad específica y de su<br />

situación socioeconómica.<br />

Emplazami<strong>en</strong>to: El poblado está situado <strong>en</strong> un valle, las<br />

p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes son poco pronunciadas, la velocidad del vi<strong>en</strong>to<br />

que provi<strong>en</strong>e del sureste varía <strong>en</strong>tre 0,6 y 2,0 m/s, hay poca<br />

humedad durante la primavera, otoño e invierno y la pres<strong>en</strong>cia<br />

de lluvias torr<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> verano es importante.<br />

Estructura urbana: No se requiere protección contra los<br />

vi<strong>en</strong>tos debido a su baja velocidad. Las vivi<strong>en</strong>das se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />

agrupadas de dos a tres unidades por parcela <strong>en</strong><br />

torno a un espacio c<strong>en</strong>tral abierto, <strong>en</strong> donde g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />

exist<strong>en</strong> árboles de hoja caduca que proporcionan sombra<br />

<strong>en</strong> verano y permit<strong>en</strong> el asoleami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> invierno. La ord<strong>en</strong>ación<br />

de la vivi<strong>en</strong>da es libre y abierta, está mezclada con<br />

la naturaleza como puede apreciarse <strong>en</strong> las figuras 2a y 2b.<br />

Los cerrami<strong>en</strong>tos de quiotes o cactos delimitan simbólicam<strong>en</strong>te<br />

el “espacio protegido” (López, 1993:13).<br />

Espacios públicos: En el c<strong>en</strong>tro del poblado existe una<br />

plaza c<strong>en</strong>tral con grupos de árboles que proporcionan sombra.<br />

La disposición de las calles es irregular no predomina<br />

ninguna ori<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> particular.<br />

Paisaje: La relación que existe <strong>en</strong>tre el interior de la vivi<strong>en</strong>da<br />

vegetal mixteca y el exterior es armoniosa, la utilización<br />

de los espacios exteriores no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra afectada<br />

significativam<strong>en</strong>te por la pres<strong>en</strong>cia sus habitantes, <strong>en</strong> los barrios<br />

se percibe un paisaje natural con alteraciones mínimas.<br />

Vegetación: La vegetación de la región es característica<br />

de un clima semiseco, es escasa, predomina la palma (figura<br />

3a y 3b), material que se aprovecha para la construcción<br />

de las vivi<strong>en</strong>das así como para la elaboración de productos


a.El clima semiseco es propicio para<br />

el crecimi<strong>en</strong>to de algunas especies<br />

como la palma.<br />

La abundancia de la palma <strong>en</strong><br />

esta región, g<strong>en</strong>era los llamados<br />

“manchones”.<br />

artesanales y de uso cotidiano. También<br />

hay pequeños arbustos y árboles<br />

bajos d<strong>en</strong>ominados mezquites, cuya<br />

madera que se caracteriza por su dureza,<br />

también se aprovecha para la<br />

vivi<strong>en</strong>da. Exist<strong>en</strong> además otras zonas<br />

cubiertas de cactáceas <strong>en</strong> donde<br />

crece el maguey, del cual se aprovecha<br />

el “fruto” o quiote, una especie<br />

de tronco que florece <strong>en</strong> su c<strong>en</strong>tro.<br />

De tejido esponjoso, este material se<br />

utiliza cortado longitudinalm<strong>en</strong>te por<br />

la mitad para la fabricación de los<br />

cerrami<strong>en</strong>tos verticales o muros de sus<br />

vivi<strong>en</strong>das.<br />

MATERIALES DE CONSTRUC-<br />

CIÓN<br />

Los grupos indíg<strong>en</strong>as ndaru de la mixteca<br />

poblana, construy<strong>en</strong> sus vivi<strong>en</strong>das<br />

empleando los materiales que la<br />

naturaleza les ofrece. La facilidad <strong>en</strong><br />

su obt<strong>en</strong>ción, preparación y utilización<br />

permite un aprovechami<strong>en</strong>to intelig<strong>en</strong>te pues recurr<strong>en</strong><br />

a aquellos que son asequibles y adecuados para protegerlos<br />

del clima y los cambios atmosféricos.<br />

La experi<strong>en</strong>cia y los conocimi<strong>en</strong>tos transmitidos de padres<br />

a hijos les han permitido seleccionar adecuadam<strong>en</strong>te<br />

los materiales, el tiempo de corte y los métodos de acarreo<br />

y habilitación dando lugar a vivi<strong>en</strong>das económicas, duraderas<br />

y bellas. Esta región climática, seca semicálida con<br />

129


Detalle de uniones<br />

<strong>en</strong>tre horcones, brazo<br />

o tijera y soleras<br />

(elem<strong>en</strong>tos horizontales<br />

de soporte). La<br />

solera se sujeta <strong>en</strong> la<br />

horqueta del horcón<br />

o elem<strong>en</strong>to estructural<br />

vertical, <strong>en</strong>tre las<br />

dos soleras se forma<br />

el alero, cuya función<br />

es evitar que<br />

durante el tiempo<br />

de lluvias, el agua<br />

caiga directam<strong>en</strong>te<br />

sobre los muros de<br />

quiotes.<br />

Fu<strong>en</strong>te: archivo fotográfico<br />

GCSA.<br />

Preparación de la<br />

palma para el tejido<br />

de la cubierta y los<br />

petates.<br />

Fu<strong>en</strong>te: archivo fotográfico<br />

GCSA.<br />

lluvias <strong>en</strong> verano , se caracteriza por la abundancia<br />

de ciertos vegetales que son aprovechados para la<br />

construcción de sus casas. Aunque <strong>en</strong> algunos casos<br />

podemos <strong>en</strong>contrar materiales inorgánicos, predominan<br />

los de orig<strong>en</strong> vegetal. A continuación se pres<strong>en</strong>ta<br />

una breve descripción de cada uno de ellos:<br />

Horcón. Tronco o rama robusta de madera mas o<br />

m<strong>en</strong>os recto que sirve como pié derecho (columna o<br />

pilar), pero g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te como poste <strong>en</strong> el ángulo de<br />

una vivi<strong>en</strong>da. Comúnm<strong>en</strong>te el extremo superior remata<br />

con dos pequeñas ramas <strong>en</strong> dirección diverg<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> forma de V, como las horquetas. Esta horqueta sirve<br />

para fijar la viga horizontal (figura 4).<br />

Cuilote: Son varas que se extra<strong>en</strong> de una cactácea<br />

conocida con el nombre de gigante cuilote, este<br />

vegetal sirve de soporte al formar una retícula <strong>en</strong> la<br />

cubierta y es la base donde se teje la palma (figura<br />

5), el cuilote es utilizado también como refuerzo horizontal<br />

<strong>en</strong> los muros perimetrales; a veces el gigante<br />

cuilote es sustituido por otate.<br />

Otate. Especie de caña gigantesca que se produce<br />

<strong>en</strong> los terr<strong>en</strong>os c<strong>en</strong>agosos, se utiliza como armadura<br />

de las cubiertas <strong>en</strong> las vivi<strong>en</strong>das. El otate es una<br />

planta de la familia de las gramíneas, de tallo nudoso<br />

y leñoso, parecido al carrizo y al bambú, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />

<strong>en</strong> diversos estados de México, <strong>en</strong>tre ellos, Puebla,<br />

Oaxaca, Veracruz, Jalisco, y San Luis Potosí. En algunos<br />

otros estados como <strong>en</strong> Sonora y Chihuahua se d<strong>en</strong>omina<br />

otatillo.<br />

En g<strong>en</strong>eral es un material muy apreciado para la<br />

130


construcción de vivi<strong>en</strong>das indíg<strong>en</strong>as por t<strong>en</strong>er una<br />

constitución casi uniforme, gran tamaño y diversidad<br />

de diámetros, esto permite su utilización como pilares,<br />

vigas o soleras Los diámetros pequeños se utilizan<br />

como recubrimi<strong>en</strong>to de paredes y para construir divisiones<br />

interiores <strong>en</strong> otras regiones del país.<br />

Palma. Se d<strong>en</strong>omina palma <strong>en</strong> forma g<strong>en</strong>eral<br />

a las hojas de una gran variedad de palmeras que<br />

crec<strong>en</strong> <strong>en</strong> las regiones cálidas del país y que se usan<br />

<strong>en</strong> la construcción de cubiertas. Su forma y duración<br />

dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de la especie de palmera, edad y naturaleza<br />

del terr<strong>en</strong>o, (figura 6).<br />

Quiote . Palabra del mexicano quiotl. Tallo que<br />

produce el maguey de uno a tres metros de largo y<br />

de 15 a 20 cm. de diámetro. Para su utilización se corta<br />

longitudinalm<strong>en</strong>te por la mitad, de ser necesario se<br />

empareja con machete y se deja secar; después se<br />

coloca verticalm<strong>en</strong>te formando el cerrami<strong>en</strong>to de la<br />

vivi<strong>en</strong>da (figura 7).<br />

Mecate. Cordel vegetal hecho con palma. Para<br />

tejerlo se utiliza la palma verde y se seca al sol. Para<br />

alcanzar su dureza y resist<strong>en</strong>cia se emplea el mismo<br />

procedimi<strong>en</strong>to de cocción del petate, se utiliza<br />

como elem<strong>en</strong>to de sujeción <strong>en</strong> la construcción de la<br />

vivi<strong>en</strong>da mixteca (figura 8).<br />

Petate. Tejido hecho con palma a manera de tapete.<br />

La palma se corta tierna, se deja secar, se remoja<br />

<strong>en</strong> agua, se raja o separa <strong>en</strong> pares y se teje utilizando<br />

los pares de acuerdo al tamaño requerido del<br />

petate. Una vez terminado, se hierve <strong>en</strong> agua (para<br />

Cerrami<strong>en</strong>to vertical<br />

de la vivi<strong>en</strong>da<br />

formada por quiotes<br />

y refuerzo horizontal<br />

de cuilotes.<br />

Fu<strong>en</strong>te: archivo<br />

fotográfico GCSA.<br />

Amarre de los horcones<br />

con la estructura<br />

de la cubierta con la<br />

utilización de mecates.<br />

Fu<strong>en</strong>te: archivo fotográfico<br />

GCSA.<br />

131


132<br />

apretar el tejido y evitar resquebrajami<strong>en</strong>to), finalm<strong>en</strong>te se<br />

deja secar para utilizarlo como recubrimi<strong>en</strong>to interior del cerrami<strong>en</strong>to<br />

vertical y como acabado final de pisos. El petate<br />

hecho de grandes dim<strong>en</strong>siones y tejido de una sola pieza, se<br />

conoce con el nombre de petlameca (figura 9).<br />

Los materiales descritos para la fábrica de estas vivi<strong>en</strong>das<br />

son típicos de esta región; sus nombres son los utilizados<br />

por los nativos.<br />

DISEÑO DE LA VIVIENDA<br />

Tipología de la vivi<strong>en</strong>da vegetal: son vivi<strong>en</strong>das ligeras y dispersas,<br />

organizadas <strong>en</strong> conjuntos libres d<strong>en</strong>tro de cada solar.<br />

G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se ori<strong>en</strong>tan al norte o sur con respecto a<br />

su acceso. Existe una relación armónica <strong>en</strong>tre la vivi<strong>en</strong>da<br />

y la naturaleza, se aprovechan los materiales de la región<br />

(horcones, quiotes, cuilotes y palma). Son unifamiliares y se<br />

construy<strong>en</strong> con formas regulares, su tamaño es variable.<br />

Distribución g<strong>en</strong>eral: La vivi<strong>en</strong>da de la mixteca poblana<br />

se compone g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te de dos o tres edificaciones indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />

una de la otra, están ubicadas d<strong>en</strong>tro de un<br />

solar o parcela, se destinan una o dos de ellas a las habitaciones<br />

y la de m<strong>en</strong>ores dim<strong>en</strong>siones a la cocina. Su planta<br />

es rectangular, se desplantan sobre el terr<strong>en</strong>o natural, están<br />

rodeadas de la vegetación autóctona y no están alineadas<br />

con respecto la calle.<br />

Planta de las vivi<strong>en</strong>das: Las vivi<strong>en</strong>das son de una sola<br />

planta (figura 10), manti<strong>en</strong><strong>en</strong> una proporción 1:2. Los indíg<strong>en</strong>as<br />

ndaru determinan el tamaño de sus vivi<strong>en</strong>das por el<br />

número de tijeras, las casas de mayor tamaño ti<strong>en</strong><strong>en</strong> seis tijeras<br />

y éstas a su vez se mid<strong>en</strong> por brazadas (brazos ext<strong>en</strong>didos)<br />

(figura 10). La superficie de cada uno de estos espacios


varía <strong>en</strong>tre 20 y 32 m2 aproximadam<strong>en</strong>te; su ubicación con<br />

respecto al solar es también variable; las cabeceras pued<strong>en</strong><br />

estar al ori<strong>en</strong>te o al poni<strong>en</strong>te; no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> v<strong>en</strong>tanas, los dos<br />

únicos vanos son: la puerta hecha de quiotes que se coloca<br />

indistintam<strong>en</strong>te al norte o sur según su posición <strong>en</strong> relación<br />

a la parcela (o solar) y una v<strong>en</strong>tilación <strong>en</strong> la cubierta sólo<br />

<strong>en</strong> una de las cabeceras (figuras 11 y 12). Los cerrami<strong>en</strong>tos<br />

verticales de las habitaciones y de la cocina se construy<strong>en</strong><br />

con quiotes recubiertos al interior con petates, las cubiertas<br />

son de palma sobre una estructura de cuilotes.<br />

El interior: la vivi<strong>en</strong>da mixteca está libre de muros, aunque<br />

<strong>en</strong> algunas se emplean divisiones con textiles o petlamecas<br />

para separar las áreas destinadas a dormitorios. Habitualm<strong>en</strong>te<br />

las camas están hechas con un <strong>en</strong>rejado de<br />

otates soportados con horcones y recubiertos de petate.<br />

Colores: estas vivi<strong>en</strong>das, al ser completam<strong>en</strong>te vegetales<br />

no requier<strong>en</strong> del uso del color, las superficies exteriores<br />

son naturales. El interior, al permanecer <strong>en</strong> p<strong>en</strong>umbra, es oscuro<br />

y el color se lo da el petate o petlameca que se coloca<br />

como recubrimi<strong>en</strong>to para la protección contra el vi<strong>en</strong>to.<br />

PROCESO CONSTRUCTIVO<br />

Los procesos de construcción <strong>en</strong> la mixteca poblana son característicos<br />

de la región, los principales elem<strong>en</strong>tos constructivos<br />

son: los apoyos, los cerrami<strong>en</strong>tos verticales y la cubierta.<br />

En la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana se utilizan<br />

como elem<strong>en</strong>tos de apoyo (pilares) los horcones. Las vigas<br />

perimetrales (solera) y la estructura de la cubierta descansan<br />

sobre ellos, estos apoyos son troncos o ramas robustas<br />

relativam<strong>en</strong>te derechos, pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrarse descortezados<br />

o no, con un diámetro que varía <strong>en</strong>tre 10 y 20 cm. de un<br />

133


134<br />

árbol llamado mezquite, cuya madera se caracteriza por su<br />

dureza. Por lo g<strong>en</strong>eral el extremo superior remata <strong>en</strong> dos pequeños<br />

troncos con dirección diverg<strong>en</strong>te <strong>en</strong> forma de “horqueta”,<br />

de aquí el nombre g<strong>en</strong>érico de horcón.<br />

La estructura de la cubierta se apoya sobre estos elem<strong>en</strong>tos<br />

que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran distribuidos perimetralm<strong>en</strong>te a<br />

una distancia aproximada de 1,00 m. Se utilizan horcones<br />

de mayor tamaño <strong>en</strong> cada una de las esquinas (figura 13).<br />

Los cerrami<strong>en</strong>tos verticales de estas vivi<strong>en</strong>das están<br />

compuestos por cuatro elem<strong>en</strong>tos oriundos de la región;<br />

los quiotes o elem<strong>en</strong>tos verticales, los cuilotes o elem<strong>en</strong>tos<br />

horizontales de refuerzo, el petlameca como recubrimi<strong>en</strong>to<br />

interior, y el mecate, como elem<strong>en</strong>to de sujeción y amarre.<br />

Los quiotes se cortan por la mitad <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido longitudinal<br />

quedando dos medias cañas, éstas se emparejan, se dejan<br />

secar y una vez secas se colocan verticalm<strong>en</strong>te con la<br />

parte curva hacia el interior. El cerrami<strong>en</strong>to se amarra con<br />

mecate a dos hileras de otates perimetrales que rodean la<br />

vivi<strong>en</strong>da con una separación de 60 cm aproximadam<strong>en</strong>te<br />

(figura 14). Al interior se colocan petates cuya función es impedir<br />

el paso del vi<strong>en</strong>to al interior de la vivi<strong>en</strong>da a través de<br />

las aberturas que se forman al unir los quiotes debido a sus<br />

irregularidades (figura 15). La ejecución de este proceso se<br />

realiza una vez concluida la construcción de la cubierta.<br />

Una vez hincados los horcones se construye la cubierta,<br />

su fábrica es la etapa más compleja. Estos elem<strong>en</strong>tos soportan<br />

las soleras que a su vez sirv<strong>en</strong> de base para los brazos o<br />

tijeras que sust<strong>en</strong>tan la cubierta <strong>en</strong> forma de V invertida.<br />

La cubierta está compuesta por soleras, contra soleras,<br />

tijeras, caballete, mecate y palma. El elem<strong>en</strong>to portante es


el armazón de la estructura y sosti<strong>en</strong>e al elem<strong>en</strong>to protector<br />

(palma). Los techos son de cuatro aguas con aleros que<br />

sobresal<strong>en</strong> unos 0,60 metros, el caballete está situado a una<br />

altura aproximada de 5 metros sobre el nivel de terr<strong>en</strong>o. La<br />

cubierta mide unos 3,0 metros de altura y está formada por 4<br />

o 6 pares de tijeras, que son cuatro otates unidos <strong>en</strong> uno de<br />

los extremos formando dos pares de V’s invertidas apoyadas<br />

<strong>en</strong> la viga perimetral o solera. Sobre las tijeras se arma una<br />

retícula de otates, éste <strong>en</strong>tramado ti<strong>en</strong>e de separación <strong>en</strong><br />

el s<strong>en</strong>tido horizontal 4 “dedos” (8 a 10 cm) y <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido<br />

vertical de 1 “cuarta” (mano abierta, de 20 a 25 cm), la retícula<br />

está amarrada con mecate torcido (figuras 16, 17 y 18).<br />

Para el acabado de la cubierta o techo se utiliza un<br />

material muy abundante <strong>en</strong> la región, la palma. El procedimi<strong>en</strong>to<br />

consiste <strong>en</strong> colocar manojos de palma madura,<br />

seca (color marrón) y golpeada (majada) de tal manera<br />

que se forman pequeñas fibras que la hac<strong>en</strong> impermeable.<br />

Estos manojos se amarran sobre la armadura de otates con<br />

la misma palma.<br />

El acopio y habilitación de los materiales para la cubierta<br />

es sin duda lo que requiere mayor tiempo. El proceso es<br />

largo, desde la recolección de la palma <strong>en</strong> el campo, su<br />

secado, su azote, y la conformación de los manojos, que<br />

requiere de un lapso considerable, hasta la colocación de<br />

la palma <strong>en</strong> la estructura, pasa otro periodo también importante.<br />

Cuando la cubierta es nueva el espesor de la palma es<br />

de unos 25 cm y su color es marrón. A medida que transcurre<br />

el tiempo el espesor disminuye y su coloración se oscurece<br />

(figuras 19 y 20). El tiempo de vida útil de este material <strong>en</strong><br />

135


136<br />

la cubierta es variable, de 15 a 30 años, transcurrido este<br />

lapso se procede a cambiar la cubierta por palma nueva.<br />

Actualm<strong>en</strong>te las vivi<strong>en</strong>das sufr<strong>en</strong> alteraciones debido a la<br />

influ<strong>en</strong>cia de los materiales “modernos”, se sustituy<strong>en</strong> tanto<br />

las cubiertas de palma por láminas galvanizadas, como los<br />

muros de quiotes por bloques de hormigón.<br />

Además de utilizar materiales regionales <strong>en</strong> el procedimi<strong>en</strong>to<br />

antes descrito, la mano de obra también es regional, existe<br />

una colaboración de los vecinos y cuando la cubierta está finalizada,<br />

se hace una fiesta para celebrar su terminación.<br />

Los pisos son de tierra apisonada como sucede con la<br />

mayoría de las vivi<strong>en</strong>das indíg<strong>en</strong>as del país. En esta región<br />

las lluvias no suel<strong>en</strong> ser frecu<strong>en</strong>tes, se pres<strong>en</strong>tan únicam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> el verano y aunque <strong>en</strong> ocasiones pued<strong>en</strong> ser torr<strong>en</strong>ciales,<br />

no se requiere elevar a vivi<strong>en</strong>da sobre el nivel del terr<strong>en</strong>o.<br />

ANÁLISIS BIOCLIMÁTICO<br />

A partir de la descripción de los materiales y del sistema<br />

constructivo de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana,<br />

se evalúan las condiciones ambi<strong>en</strong>tales de estos espacios y<br />

el bi<strong>en</strong>estar térmico que percib<strong>en</strong> sus habitantes, como parte<br />

de dicha evaluación, se requiere un análisis bioclimático<br />

de la vivi<strong>en</strong>da.<br />

La percepción del ser humano sobre el confort resulta<br />

un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o complejo ya que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> simultáneam<strong>en</strong>te,<br />

diversos parámetros y factores (Serra, 1999). D<strong>en</strong>tro de los<br />

parámetros ambi<strong>en</strong>tales o de confort <strong>en</strong>contramos aquellas<br />

características objetivas de un espacio valoradas <strong>en</strong> términos<br />

<strong>en</strong>ergéticos, éstas actúan directam<strong>en</strong>te sobre las personas<br />

que ocupan dichos espacios y pued<strong>en</strong> ser específicos<br />

(térmicos, acústicos, visuales), o g<strong>en</strong>erales (dim<strong>en</strong>siones del


espacio, tiempo, etc.). Los factores de confort están vinculados<br />

a los usuarios del espacio por lo tanto son indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />

al ambi<strong>en</strong>te pero influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> su apreciación. El carácter<br />

personal que percibe el usuario, queda definido por<br />

un conjunto de condiciones que pued<strong>en</strong> ser: biológico-fisiológicas<br />

(edad, sexo, her<strong>en</strong>cia), sociológicas (educación,<br />

moda, ambi<strong>en</strong>te familiar, tipo de alim<strong>en</strong>tación) y psicológicas<br />

(adaptabilidad) .<br />

Un ambi<strong>en</strong>te que ofrezca una s<strong>en</strong>sación de confort<br />

resulta de la combinación <strong>en</strong>tre los parámetros y los factores<br />

del usuario. En gran parte, la arquitectura vernácula<br />

ha basado el diseño de sus ambi<strong>en</strong>tes habitables <strong>en</strong> esta<br />

s<strong>en</strong>sación, sus habitantes conoc<strong>en</strong> muy bi<strong>en</strong> la influ<strong>en</strong>cia de<br />

cada uno de los factores y sus repercusiones, y parti<strong>en</strong>do<br />

de una valoración empírica de los parámetros ambi<strong>en</strong>tales,<br />

han elegido aquellos materiales que les ofrec<strong>en</strong> las mejores<br />

condiciones de confort para el medio <strong>en</strong> el que viv<strong>en</strong>.<br />

El clima ha sido uno de los elem<strong>en</strong>tos determinantes <strong>en</strong><br />

la fabricación de la vivi<strong>en</strong>da de la mixteca poblana, aunque<br />

no el único ya que también ha influido de manera importante<br />

su precaria situación económica. Para definirlo,<br />

se requier<strong>en</strong> conocer los valores estadísticos de los distintos<br />

factores climáticos y los estados y fluctuaciones del tiempo<br />

(Neila y Bedoya, 1997).<br />

Las características climáticas de un lugar están dadas,<br />

<strong>en</strong> gran medida, por su ubicación geográfica, esta región se<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el hemisferio norte del contin<strong>en</strong>te americano<br />

(latitud, 18º 24’ 00” N; longitud de 97º 11’ 00” W), <strong>en</strong> la zona<br />

interior o contin<strong>en</strong>tal del c<strong>en</strong>tro de México, está situado a<br />

una altura sobre el nivel del mar de 1800 m, las lluvias son<br />

137


escasas aunque pued<strong>en</strong><br />

llegar a ser torm<strong>en</strong>tosas<br />

<strong>en</strong> verano, <strong>en</strong> términos<br />

g<strong>en</strong>erales el clima se<br />

considera seco semicálido<br />

con lluvias <strong>en</strong> verano.<br />

Las normales climatológicas<br />

correspond<strong>en</strong> a la<br />

estación metereológica<br />

00021165 del poblado de<br />

Santa Inés Ahuatempan.<br />

Los registros correspond<strong>en</strong><br />

al periodo de observación<br />

de 1971 a 2000 (29<br />

años).<br />

Los gráficos 1 y 2<br />

muestran la evolución<br />

de la temperatura y la<br />

precipitación, la temperatura<br />

media anual es de 20,8 ºC y la precipitación anual<br />

acumulada es de 700,9 mm . El mes más frío es diciembre<br />

con una temperatura media mínima de 8,8 ºC con registros<br />

de mínimos diarios de 1 ºC y 0 ºC <strong>en</strong> los meses de noviembre,<br />

diciembre y <strong>en</strong>ero; el mes más caluroso es abril con una<br />

temperatura media máxima de 28,7 ºC y registros de máximas<br />

diarias para los meses de marzo, abril y mayo de 34 ºC y<br />

35 ºC. En el verano se pres<strong>en</strong>tan las lluvias más int<strong>en</strong>sas que<br />

pued<strong>en</strong> llegar a ser torm<strong>en</strong>tosas, no se cu<strong>en</strong>ta con datos<br />

sobre irradiancia.<br />

Gráfico 1. El gráfico muestra que <strong>en</strong>ero es el mes más frío<br />

138


con una temperatura media de 16 ºC, <strong>en</strong> este mes se registra<br />

una temperatura mínima de 8,8 ºC y una máxima de 23 ºC.<br />

Abril es el mes más caluroso del año con temperaturas que oscilan<br />

<strong>en</strong>tre los 12,9 ºC como mínima y los 28,7 ºC como máxima.<br />

Gráfico 2. En el gráfico se observa que junio es el mes<br />

más lluvioso del año y diciembre como el mes que pres<strong>en</strong>ta<br />

el valor mínimo de precipitación pluvial con 6 mm.<br />

EVOLUCIÓN DE LA TEMPERATURA INTERIOR<br />

La situación geográfica, el clima y la disponibilidad de materiales<br />

de la mixteca poblana han sido determinantes <strong>en</strong><br />

la tipología de la vivi<strong>en</strong>da de esta zona, pero también lo<br />

han sido la organización familiar y la situación económica<br />

de estos grupos sociales. Al estar situada <strong>en</strong> una zona seca<br />

semicálida, sin grandes variaciones anuales y diarias de su<br />

temperatura, se han aprovechado <strong>en</strong> su construcción los<br />

materiales vegetales autóctonos que además de su disponibilidad,<br />

ofrec<strong>en</strong> bu<strong>en</strong>as condiciones interiores como se puede<br />

apreciar <strong>en</strong> los gráficos 3 y 4 de evolución de la temperatura<br />

interior tanto <strong>en</strong> el mes más frío (<strong>en</strong>ero) como <strong>en</strong> el mes<br />

más cali<strong>en</strong>te (abril).<br />

En estas gráficas se muestra una variación de la temperatura<br />

interior <strong>en</strong> función de la exterior, esto se debe a que<br />

tanto los muros como la cubierta de la vivi<strong>en</strong>da son vegetales<br />

y ofrec<strong>en</strong> poca resist<strong>en</strong>cia al intercambio de calor con el<br />

exterior, sin embargo la oscilación térmica no es muy grande,<br />

4,57 ºC para diciembre y 4,94º C para abril, tomando <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta 1 m2 de v<strong>en</strong>tilación correspondi<strong>en</strong>te al único hueco<br />

abierto perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te que ti<strong>en</strong>e la vivi<strong>en</strong>da ubicado <strong>en</strong><br />

una de sus cabeceras.<br />

Si bi<strong>en</strong> la velocidad del aire es baja, 0,6 a 2,0 m/s, es<br />

139


140<br />

importante m<strong>en</strong>cionar que las uniones <strong>en</strong>tre los cuilotes que<br />

forman sus muros no están completam<strong>en</strong>te selladas (debido<br />

a su irregularidad), quedando pequeñas aberturas <strong>en</strong>tre<br />

ellos. Con el fin de impedir que el vi<strong>en</strong>to p<strong>en</strong>etre a través de<br />

estas aberturas, se recubre la parte interior de los muros con<br />

un petlameca, cuya función es impedir la inyección directa<br />

del vi<strong>en</strong>to aunque no se consigue un bloqueo total.<br />

Es difícil cuantificar con exactitud el área de estos huecos,<br />

ya que el diámetro de cada cuilote pres<strong>en</strong>ta variaciones<br />

<strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido longitudinal, por otra parte al ser un material<br />

vegetal, su consist<strong>en</strong>cia también se modifica con su<br />

edad. Para analizar la evolución de la temperatura interior<br />

bajo estas condiciones, se tomó un área correspondi<strong>en</strong>te a<br />

1 m2, así se comparan los datos obt<strong>en</strong>idos con las dos alternativas,<br />

la primera considerando únicam<strong>en</strong>te la v<strong>en</strong>tilación<br />

exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la cubierta y la segunda, agregando a la anterior<br />

1 m2 de área equival<strong>en</strong>te de v<strong>en</strong>tilación por las características<br />

que pres<strong>en</strong>tan dichas uniones.<br />

En la tabla 1, se pres<strong>en</strong>tan las oscilaciones obt<strong>en</strong>idas de<br />

la evolución de la temperatura interior y se contrastan con<br />

la oscilación de la temperatura<br />

exterior.<br />

Tabla 1. Oscilación<br />

de la temperatura<br />

interior-exterior<br />

La estabilidad térmica de la<br />

vivi<strong>en</strong>da varía <strong>en</strong> función de<br />

la superficie del hueco para<br />

v<strong>en</strong>tilación, si ésta es de 1<br />

m2 tanto para el mes más


frío como para el más cali<strong>en</strong>te, el coefici<strong>en</strong>te de estabilidad<br />

térmica, C.e.t. = 0,30, indica que se trata de una vivi<strong>en</strong>da<br />

con bu<strong>en</strong>a inercia térmica , es decir, es un espacio estable<br />

y la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a cambiar su temperatura interior cuando<br />

varía la exterior es baja. Cuando el área de hueco considerada<br />

es de 2 m2, el C.e.t. = 0,52 , esto significa que el local<br />

posee inercia térmica (Neila, 2000) pero con una mayor t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

a cambiar, la oscilación térmica es mayor, de 7,92 ºC<br />

para el mes más frío y de 8,55 ºC para el más cali<strong>en</strong>te, por lo<br />

que es necesario implem<strong>en</strong>tar estrategias bioclimáticas que<br />

ayud<strong>en</strong> a reducir estas variaciones. Una posible solución es<br />

increm<strong>en</strong>tar el aislami<strong>en</strong>to de los cerrami<strong>en</strong>tos verticales<br />

para que las filtraciones por efecto del vi<strong>en</strong>to se reduzcan o<br />

desaparezcan.<br />

ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS<br />

La vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana no posee v<strong>en</strong>tanas,<br />

el único hueco que ti<strong>en</strong>e está situado <strong>en</strong> una de las<br />

cabeceras al este u oeste indistintam<strong>en</strong>te, a través de él se<br />

favorece la v<strong>en</strong>tilación.<br />

Debido a que no hay grandes fluctuaciones estacionales<br />

ni diarias <strong>en</strong> la temperatura, los muros no cumpl<strong>en</strong> con<br />

una función específica como barreras térmicas, su utilidad<br />

principal es la protección contra los insectos sin impedir el<br />

paso de las corri<strong>en</strong>tes de aire, no obstante, el vi<strong>en</strong>to no ejerce<br />

una acción directa <strong>en</strong> el espacio interior debido a la protección<br />

de la cara interna de los muros y a su ori<strong>en</strong>tación.<br />

Tanto el hueco de una de las cabeceras como el hecho de<br />

no contar con divisiones internas, también favorec<strong>en</strong> el paso<br />

del flujo del vi<strong>en</strong>to.<br />

La cubierta es el elem<strong>en</strong>to más importante y sobre el<br />

141


142<br />

que se pres<strong>en</strong>tan los impactos térmicos más fuertes. Es una<br />

cubierta v<strong>en</strong>tilada <strong>en</strong> uno de sus extremos, su considerable<br />

altura manti<strong>en</strong>e fresca la vivi<strong>en</strong>da y su gran inclinación permite<br />

el rápido desalojo de las precipitaciones que aunque<br />

escasas pued<strong>en</strong> llegar a ser torr<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> el verano. La cubierta<br />

se prolonga sobre los muros perimetralm<strong>en</strong>te formando<br />

un alero de 50 cm aproximadam<strong>en</strong>te para evitar que la<br />

lluvia caiga directam<strong>en</strong>te sobre ellos y para protegerlos de<br />

la radiación.<br />

De planta rectangular, con una proporción de 1:2 aproximadam<strong>en</strong>te,<br />

el eje de composición es ori<strong>en</strong>te-poni<strong>en</strong>te, la<br />

ori<strong>en</strong>tación norte-sur que pres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido longitudinal<br />

permite una protección solar <strong>en</strong> la primavera y verano, así<br />

como el aprovechami<strong>en</strong>to de la radiación y ganancias solares<br />

<strong>en</strong> el invierno.<br />

Esta región posee uno de los índices más altos de emigración<br />

de la República Mexicana, hay un gran éxodo de la<br />

población jov<strong>en</strong> hacia los Estados Unidos de Norteamérica,<br />

este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o repercute <strong>en</strong> la economía de la población ya<br />

que <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral supone un ingreso adicional para sus familias.<br />

Los cambios que implican un continuo flujo de emigración-retorno<br />

y el desarrollo de las comunicaciones, han acelerado<br />

el proceso de intercambio de ideas y tecnología, esto<br />

significa <strong>en</strong> muchas ocasiones la implantación de nuevos materiales<br />

y sistemas constructivos que no toman <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el<br />

<strong>en</strong>torno, repercuti<strong>en</strong>do negativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el comportami<strong>en</strong>to<br />

ambi<strong>en</strong>tal de los espacios habitables. Debido a la sustitución<br />

de los materiales autóctonos y los sistemas de construcción tradicionales,<br />

las condiciones térmicas se han modificado significativam<strong>en</strong>te,<br />

alterando <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia el confort.


Tabla 2. Evolución de la temperatura interior<br />

para el mes más cálido<br />

143


144


145


146<br />

CONCLUSIONES<br />

La vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a de la mixteca poblana pres<strong>en</strong>ta soluciones<br />

que respond<strong>en</strong> adecuadam<strong>en</strong>te a su medio físico,<br />

la interacción <strong>en</strong>tre los distintos parámetros ambi<strong>en</strong>tales así<br />

como la repercusión de los diversos factores del usuario han<br />

sido decisivos <strong>en</strong> la forma y características de estos espacios.<br />

De acuerdo con Olgyay (1963)... ”los resultados han sido expresiones<br />

constructivas con un fuerte carácter regional”.<br />

En este tipo de arquitectura el bi<strong>en</strong>estar de qui<strong>en</strong>es habitan<br />

los espacios ha sido uno de los principales factores a<br />

considerar, sin m<strong>en</strong>oscabar la precaria situación económica<br />

de estos grupos sociales quedando de manifiesto el aprovechami<strong>en</strong>to<br />

de los materiales que el medio ambi<strong>en</strong>te les<br />

ofrece a través de una intelig<strong>en</strong>te utilización de los mismos.<br />

Aunque no se ha hecho un profundo análisis, puede decirse<br />

que la vivi<strong>en</strong>da cumple adecuadam<strong>en</strong>te con su función,<br />

básicam<strong>en</strong>te protegi<strong>en</strong>do a sus moradores contra las<br />

inclem<strong>en</strong>cias del tiempo, constituyéndose <strong>en</strong> una barrera<br />

contra el sol, la lluvia y el vi<strong>en</strong>to, principales f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os atmosféricos<br />

que los afectan, además de ser refugios contra el<br />

frío y el calor, para lograrlo, estas vivi<strong>en</strong>das aprovechan los<br />

materiales autóctonos que favorec<strong>en</strong> el bi<strong>en</strong>estar de qui<strong>en</strong>es<br />

las habitan.<br />

A través de la observación y análisis de la arquitectura<br />

vernácula de la mixteca poblana, resalta la gran habilidad<br />

que pose<strong>en</strong> los grupos indíg<strong>en</strong>as ndaru para adaptar sus refugios<br />

a las necesidades particulares de su <strong>en</strong>torno, las transformaciones<br />

que han sufrido este tipo de vivi<strong>en</strong>das vegetales<br />

se deb<strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te a la adopción de ciertos<br />

materiales como símbolos de “progreso”, así, la sabiduría <strong>en</strong>


el uso de materiales autóctonos y elem<strong>en</strong>tos constructivos<br />

originales se ha perdido paulatinam<strong>en</strong>te para dar paso al<br />

uso nuevos materiales que conlleva una idea equivocada<br />

acerca del significado de “progreso”.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

INEGI, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, México,<br />

(2000), recuperado <strong>en</strong> noviembre 2009 <strong>en</strong> www.inegi.gob.mx.<br />

LÓPEZ, Morales, F. Javier, (1993), “<strong>Arquitectura</strong> vernácula <strong>en</strong> México”,<br />

Ed. Trillas, México D.F.<br />

MOYA, Rubio, V. José, (1988), “La vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a de México y del<br />

mundo”, Universidad Nacional Autónoma de México, México.<br />

NEILA, González F. Javier y Bedoya, Frutos César, (1997), “Técnicas arquitectónicas<br />

y constructivas de Acondicionami<strong>en</strong>to ambi<strong>en</strong>tal”, Editorial<br />

Munilla-Lería, Madrid, España.<br />

NEILA, González, F. Javier, (2000), “Condiciones de diseño higrotérmico”,<br />

Instituto Juan de Herrera, Escuela Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong><br />

de Madrid.<br />

NEILA, González, F. Javier, (2000), “El sol y la radiación solar”, Instituto<br />

Juan de Herrera, Escuela Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de Madrid.<br />

NEILA, González, F. Javier, (2000), “La inercia y la estabilidad térmicas<br />

<strong>en</strong> las construcciones”, Instituto Juan de Herrera, Escuela Técnica Superior<br />

de <strong>Arquitectura</strong> de Madrid.<br />

OLGYAY, Víctor, “<strong>Arquitectura</strong> y clima”, (1998), Editorial Gustavo Gili,<br />

Barcelona.<br />

SERRA, Rafael, “<strong>Arquitectura</strong> y climas”, (1999), Editorial Gustavo Gili, Barcelona.<br />

NORMALES CLIMATOLÓGICAS 1971-2000<br />

ESTADO DE: PUEBLA<br />

147


“La Vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong><br />

la <strong>Arquitectura</strong><br />

Bioclimática Sust<strong>en</strong>table”<br />

Evolución de la temperatura<br />

interior de la vivi<strong>en</strong>da vegetal<br />

de la mixteca poblana,<br />

por la Dra. Arq. Gloria Carola<br />

Santiago Azpiazu<br />

148


“La Vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> la <strong>Arquitectura</strong><br />

Bioclimática Sust<strong>en</strong>table”<br />

*José Luis Morales Hernández. Profesor Investigador Titular<br />

de la Facultad de <strong>Arquitectura</strong> de la B<strong>en</strong>emérita Universidad<br />

Autónoma de Puebla, Coordinador del Colegio de<br />

<strong>Arquitectura</strong> de la FABUAP, Maestro <strong>en</strong> Tecnologías de la <strong>Arquitectura</strong><br />

por la BUAP, integrante del Cuerpo Académico<br />

Diseño y Tecnología del Proyecto Arquitectónico.<br />

*José Adolfo Ávila Trujeque. Profesor Investigador Titular<br />

de la Facultad de <strong>Arquitectura</strong> de la B<strong>en</strong>emérita Universidad<br />

Autónoma de Puebla, Coordinador de la Maestría <strong>en</strong> Tecnologías<br />

de la <strong>Arquitectura</strong> de la FABUAP, Maestro <strong>en</strong> Tecnologías<br />

de la <strong>Arquitectura</strong> por la BUAP.<br />

*Arq. Ana Cecilia Cuevas Aguilar, Alumna de la Maestría<br />

<strong>en</strong> Tecnologías de la <strong>Arquitectura</strong> de la FABUAP<br />

Resum<strong>en</strong>:<br />

Nos <strong>en</strong>contramos actualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> una sociedad desarrollada,<br />

una vez que se cubr<strong>en</strong> las necesidades <strong>en</strong> los edificios<br />

(vivi<strong>en</strong>da), se produce una reflexión sobre los olvidados<br />

aspectos medioambi<strong>en</strong>tales y que nos llevan al replanteami<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong> los procesos de producción industrial, si<strong>en</strong>do la<br />

construcción uno de los sectores clave y como consecu<strong>en</strong>cia<br />

uno <strong>en</strong> los que más interés se ha puesto para la modificación<br />

de hábitos y procesos. La evaluación de los ya numerosos<br />

proyectos de arquitectura bioclimática nos ha permitido<br />

comprobar la viabilidad económica y por otro lado las grandes<br />

v<strong>en</strong>tajas medioambi<strong>en</strong>tales y de ahorro a mediano y<br />

largo plazo. Se habla hasta de un 60%-70% de ahorro de<br />

<strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> los proyectos bioclimáticos fr<strong>en</strong>te a los proyectos<br />

149


150<br />

de construcción tradicionales, cuyo cuidado del medioambi<strong>en</strong>te<br />

no se toma <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta.<br />

El carácter conservador del sector de la construcción,<br />

el escaso apoyo público y la escasez de conci<strong>en</strong>cia social<br />

ha influido para que el desarrollo de iniciativas sean limitadas<br />

a pesar del crecimi<strong>en</strong>to edificatorio experim<strong>en</strong>tando <strong>en</strong><br />

los últimos años. El panorama actual del desarrollo paralelo<br />

del aum<strong>en</strong>to de la conci<strong>en</strong>cia social respecto a temas ambi<strong>en</strong>tales<br />

y de la investigación, desarrollo y puesta <strong>en</strong> práctica<br />

de soluciones técnicas ya viables, sumados a un creci<strong>en</strong>te<br />

apoyo por parte de las administraciones públicas están<br />

contribuy<strong>en</strong>do al resurgimi<strong>en</strong>to de las iniciativas y planteami<strong>en</strong>tos<br />

que contribuirán indudablem<strong>en</strong>te a un desarrollo<br />

sost<strong>en</strong>ible de la vivi<strong>en</strong>da.<br />

La arquitectura bioclimática sust<strong>en</strong>table <strong>en</strong> la vivi<strong>en</strong>da<br />

se define como el modelo de proceso arquitectónico que<br />

busca la utilización de los recursos naturales, para obt<strong>en</strong>er<br />

un máximo confort. Debemos ext<strong>en</strong>der la definición como<br />

aquel modelo que además de lo anterior busca minimizar<br />

el impacto medioambi<strong>en</strong>tal tanto <strong>en</strong> el proceso de la fabricación<br />

de los materiales, proceso constructivo y de los<br />

desechos que se g<strong>en</strong>eran una vez habitados, así como del<br />

impacto ambi<strong>en</strong>tal donde se construy<strong>en</strong>.


Introducción:<br />

Un tema para compartir de diseño y construcción que son<br />

ambi<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te más amables y que hac<strong>en</strong> que las edificaciones<br />

y todo tipo de construcción se integre de una forma<br />

apropiada con su <strong>en</strong>torno natural y permita convivir de una<br />

forma no perjudicial con la naturaleza del planeta<br />

Considerando que nos <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> una sociedad<br />

desarrollada, y una vez cubiertas las necesidades básicas <strong>en</strong><br />

lo que se refiere a la salubridad e higi<strong>en</strong>e <strong>en</strong> los edificios, se<br />

produce una reflexión sobre los anteriorm<strong>en</strong>te olvidados aspectos<br />

medioambi<strong>en</strong>tales que lleva al replanteami<strong>en</strong>to de<br />

todos los procesos de producción industrial, si<strong>en</strong>do la construcción<br />

uno de los sectores clave, y como consecu<strong>en</strong>cia,<br />

uno <strong>en</strong> los que más interés se ha puesto para la modificación<br />

de hábitos y procesos<br />

La evaluación de los ya numerosos proyectos de <strong>Arquitectura</strong><br />

Bioclimática nos ha permitido comprobar, por un<br />

lado, la viabilidad económica de éstos planteami<strong>en</strong>tos, y por<br />

otro, las grandes v<strong>en</strong>tajas medioambi<strong>en</strong>tales y de ahorro a<br />

medio y largo plazo. Exist<strong>en</strong> datos que hablan de hasta un<br />

70% de ahorro de <strong>en</strong>ergía de los proyectos bioclimáticos fr<strong>en</strong>te<br />

a los procedimi<strong>en</strong>tos de construcción tradicionales, cuyo<br />

comportami<strong>en</strong>to medioambi<strong>en</strong>tal no se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta.<br />

Y aunque al hablar de <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática t<strong>en</strong>demos<br />

a destacar las cuestiones relacionadas con la gestión<br />

y ahorro de la <strong>en</strong>ergía, la<br />

t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia actual es la consideración<br />

global de todos<br />

los aspectos que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> el proceso arquitec-<br />

151


152<br />

tónico valorando su adecuación ambi<strong>en</strong>tal.<br />

A pesar de las v<strong>en</strong>tajas demostradas, la <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática<br />

no ha dejado de ser, hasta la fecha, más que un concepto<br />

con gran proyección mediática que no acababa de<br />

materializarse como alternativa. El carácter conservador del<br />

sector de la construcción, el escaso apoyo público y la escasez<br />

de conci<strong>en</strong>ciación social han contribuido a que el desarrollo<br />

de estas iniciativas haya sido muy limitado a pesar del gran<br />

crecimi<strong>en</strong>to edificatorio experim<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> los últimos años.<br />

Panorama actual<br />

El desarrollo paralelo del aum<strong>en</strong>to de la conci<strong>en</strong>cia social<br />

respecto a temas ambi<strong>en</strong>tales y la investigación, desarrollo y<br />

puesta <strong>en</strong> práctica de soluciones técnicas ya viables, sumados<br />

a un creci<strong>en</strong>te apoyo por parte de las administraciones<br />

públicas están contribuy<strong>en</strong>do de manera tangible a un resurgir<br />

de las iniciativas y planteami<strong>en</strong>tos que contribuirán indudablem<strong>en</strong>te<br />

a un desarrollo sost<strong>en</strong>ible de nuestra vivi<strong>en</strong>da.<br />

Desarrollo:<br />

<strong>Arquitectura</strong> Bioclimática Sost<strong>en</strong>ible<br />

Podríamos definir la <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática como el modelo<br />

de proceso arquitectónico que busca la utilización de<br />

los recursos naturales, principalm<strong>en</strong>te pasivos, para obt<strong>en</strong>er<br />

un máximo confort <strong>en</strong> la utilización prevista para dicho edificio.<br />

Unido a esto podríamos ext<strong>en</strong>der la definición a <strong>Arquitectura</strong><br />

Bioclimática Sost<strong>en</strong>ible a aquel modelo que además<br />

de lo anterior busca minimizar el impacto medioambi<strong>en</strong>tal<br />

producido tanto <strong>en</strong> la fabricación de los materiales a utilizar,<br />

como <strong>en</strong> desarrollo de la propia construcción, así como su<br />

repercusión <strong>en</strong> el medio donde vaya a estar ubicada.<br />

Esto no es un concepto nuevo ya que a nadie nos es ex-


traño ver docum<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> los cuales pobladores de regiones<br />

inhóspitas del planeta Tierra han sabido apr<strong>en</strong>der de la<br />

naturaleza aquellos recursos que aplicados a técnicas básicas<br />

de construcción han hecho posible aum<strong>en</strong>tar el confort<br />

y la calidad de vida de los mismos. Tomemos por ejemplo<br />

la fabricación de los iglúes por los pueblos esquimales, o las<br />

construcciones de adobe de los pueblos de zonas más cálidas,<br />

las cuales manti<strong>en</strong><strong>en</strong> una temperatura y una humedad<br />

más adecuadas para la habitabilidad. Es decir, que nadie<br />

ha inv<strong>en</strong>tado nada nuevo; todo lo contrario, volvemos a la<br />

sabiduría de los ancestros para conseguir mejorar nuestra<br />

calidad de vida. No vamos a negar que los avances tecnológicos<br />

han ayudado bastante, pero eso sí, fundam<strong>en</strong>tándose<br />

<strong>en</strong> la propia naturaleza y su saber.<br />

Cuando hablamos de <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática Sost<strong>en</strong>ible,<br />

debemos t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta varios factores:<br />

• Bio, es decir, implica algo vivo, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de su ubicación<br />

y el s<strong>en</strong>tido de su fin. Por muy<br />

aislado que esté un edificio estará<br />

ubicado <strong>en</strong> un espacio rodeado de<br />

vida animal y vegetal; y además estará<br />

habitado por personas las cuales<br />

también interaccionarán con dicho<br />

<strong>en</strong>torno.<br />

• Climática, porque t<strong>en</strong>drá <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta las condiciones climáticas<br />

del lugar y aprovechará las mismas<br />

para crear un ambi<strong>en</strong>te lo más confortable<br />

posible, utilizando para ello<br />

los recursos naturales como el Sol, las<br />

153


154<br />

corri<strong>en</strong>tes de aire, las difer<strong>en</strong>cias de temperatura, la ori<strong>en</strong>tación,<br />

etc.<br />

• Sost<strong>en</strong>ible, ya apuntábamos antes, sost<strong>en</strong>ible <strong>en</strong> todos<br />

los aspectos, utilización de materiales no contaminantes,<br />

de ser posible materiales regionales, con una gestión <strong>en</strong>ergética<br />

y de residuos que minimice gastos y contaminantes. Y<br />

otro aspecto muy importante, su sost<strong>en</strong>ibilidad con el medio<br />

<strong>en</strong> el que está ubicada evitando así impactos negativos <strong>en</strong><br />

el mismo.<br />

En principio podría parecer que llevar a cabo todo lo anteriorm<strong>en</strong>te<br />

dicho supondría un sobrecosto adicional fr<strong>en</strong>te<br />

a una vivi<strong>en</strong>da actual normal, es decir, una vivi<strong>en</strong>da totalm<strong>en</strong>te<br />

no sost<strong>en</strong>ible ni efici<strong>en</strong>te como la que t<strong>en</strong>emos<br />

la mayoría de nosotros. Afortunadam<strong>en</strong>te esto no es así, o<br />

no debería serlo, además, una vez construido el edificio, el<br />

ahorro <strong>en</strong>ergético es considerable, del ord<strong>en</strong> de un 60-70%,<br />

con su correspondi<strong>en</strong>te ahorro económico. Quizás una de<br />

las cosas que puedan <strong>en</strong>carecer dichas construcciones sea<br />

el tiempo invertido, ya que para poder cumplir todo esto es<br />

necesario una planificación previa y una dedicación minuciosa<br />

a los detalles, cosa que hoy por hoy no suel<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta la mayoría de constructoras las cuales sólo valoran<br />

costos y plazos.<br />

Si que es cierto que no es muy normal poder <strong>en</strong>contrar<br />

estructuras arquitectónicas a no ser <strong>en</strong> zonas alejadas de los<br />

núcleos urbanos, o edificios de empresas o <strong>en</strong>tidades que<br />

apuestan por dichos modelos. Últimam<strong>en</strong>te podemos ir vi<strong>en</strong>do<br />

edificios que aunque no cumpl<strong>en</strong> al 100% todo lo anteriorm<strong>en</strong>te<br />

com<strong>en</strong>tado, si que es cierto que se acercan poco<br />

a poco a dichos modelos constructivos, como por ejemplo


las nuevas unidades habitacionales que actualm<strong>en</strong>te se están<br />

construy<strong>en</strong>do <strong>en</strong> nuestro país.<br />

La vivi<strong>en</strong>da bioclimática<br />

Consiste <strong>en</strong> el diseño de edificaciones t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las<br />

condiciones climáticas, aprovechando los recursos disponibles<br />

(sol, vegetación, lluvia, vi<strong>en</strong>tos) para disminuir los impactos<br />

ambi<strong>en</strong>tales, int<strong>en</strong>tando reducir los consumos de <strong>en</strong>ergía.<br />

Una vivi<strong>en</strong>da bioclimática puede conseguir un gran<br />

ahorro e incluso llegar a ser sost<strong>en</strong>ible <strong>en</strong> su totalidad. Aunque<br />

el costo de construcción puede ser mayor, puede ser<br />

r<strong>en</strong>table, ya que el increm<strong>en</strong>to de la vivi<strong>en</strong>da se comp<strong>en</strong>sa<br />

con la disminución de los recibos de <strong>en</strong>ergía y de agua.<br />

El hecho de que la construcción hoy <strong>en</strong> día no t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta los aspectos bioclimáticos, se une al poco respeto<br />

por el ambi<strong>en</strong>te que inunda a los países desarrollados y <strong>en</strong><br />

vías de desarrollo, que no pon<strong>en</strong> los sufici<strong>en</strong>tes medios para<br />

fr<strong>en</strong>ar el desastre ecológico que dejamos a nuestro paso.<br />

Adaptación a la temperatura<br />

Es quizá <strong>en</strong> este punto donde es más común incidir cuando se<br />

habla de <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática. Lo más habitual es aprovechar<br />

al máximo la <strong>en</strong>ergía térmica del Sol cuando el clima es<br />

Frío, por ejemplo para calefacción y agua cali<strong>en</strong>te Sanitaria.<br />

Cuando el clima es cálido lo tradicional es hacer muros<br />

más anchos, y t<strong>en</strong>er el tejado y la fachada de la casa con<br />

colores claros. Poner toldos y cristales especiales como doble<br />

cristal y t<strong>en</strong>er bu<strong>en</strong>a v<strong>en</strong>tilación son otras soluciones.<br />

Ori<strong>en</strong>tación<br />

La ori<strong>en</strong>tación de los dispositivos de captación y del edificio<br />

<strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral está vinculada a la <strong>en</strong>ergía que se pret<strong>en</strong>de captar.<br />

Si se trata de la radiación solar, la ori<strong>en</strong>tación más ade-<br />

155


156<br />

cuada para su mejor captación durante el invierno y para<br />

evitar efectos perjudiciales <strong>en</strong> el verano. Si la captación es<br />

de vi<strong>en</strong>to, los dispositivos más eficaces son los ori<strong>en</strong>tados a<br />

vi<strong>en</strong>tos dominantes; pero dado que también es posible un<br />

adecuado funcionami<strong>en</strong>to con otras ori<strong>en</strong>taciones, <strong>en</strong> una<br />

combinación de radiación y v<strong>en</strong>tilación debe predominar<br />

la ori<strong>en</strong>tación sur.<br />

Efecto invernadero<br />

Las v<strong>en</strong>tanas protegidas mediante persianas, alargadas<br />

<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido vertical situadas <strong>en</strong> la cara interior del muro,<br />

dejan <strong>en</strong>trar m<strong>en</strong>os radiación solar <strong>en</strong> verano, evitando el<br />

efecto invernadero.<br />

Por el contrario, este efecto es b<strong>en</strong>eficioso <strong>en</strong> lugares<br />

fríos o durante el invierno, por eso, tradicionalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> lugares<br />

fríos las v<strong>en</strong>tanas son más grandes que <strong>en</strong> los cálidos,<br />

están situadas <strong>en</strong> la cara exterior del muro y suel<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er miradores<br />

acristalados, para pot<strong>en</strong>ciar el efecto invernadero.<br />

Aislami<strong>en</strong>to térmico<br />

Los muros gruesos retardan las variaciones de temperatura,<br />

debido a su inercia térmica.<br />

Un bu<strong>en</strong> aislami<strong>en</strong>to térmico evita, <strong>en</strong> el invierno, la pérdida<br />

de calor por su protección con el exterior, y <strong>en</strong> verano<br />

la <strong>en</strong>trada de calor.<br />

V<strong>en</strong>tilación natural.<br />

La estrategia fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> condiciones de verano es la<br />

v<strong>en</strong>tilación. Por ello, la estructura del edificio debe facilitar<br />

la v<strong>en</strong>tilación natural. Los elem<strong>en</strong>tos básicos serían las v<strong>en</strong>tanas<br />

opuestas para permitir la v<strong>en</strong>tilación cruzada. Si se desean<br />

sistemas más eficaces, por su capacidad o por su control,<br />

se pued<strong>en</strong> emplear chim<strong>en</strong>eas solares u otros sistemas


que funcion<strong>en</strong> con el cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to solar o con el vi<strong>en</strong>to.<br />

La visión del consumo de la <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> los edificios ti<strong>en</strong>e<br />

varias verti<strong>en</strong>tes. Su reducción repres<strong>en</strong>ta un m<strong>en</strong>or costo<br />

económico para los usuarios, una m<strong>en</strong>or dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de<br />

fu<strong>en</strong>tes limitadas y una reducción de la contaminación vinculada<br />

a su producción.<br />

Captación, acumulación y aprovechami<strong>en</strong>to<br />

de las <strong>en</strong>ergías naturales<br />

Los sistemas pasivos y activos de aprovechami<strong>en</strong>to de las<br />

<strong>en</strong>ergías r<strong>en</strong>ovables se basan <strong>en</strong> tres principios: la captación<br />

de la <strong>en</strong>ergía (calor o frío), su acumulación y su correcto<br />

aprovechami<strong>en</strong>to gracias a una adecuada distribución. El<br />

edificio <strong>en</strong> sí mismo, o los dispositivos mecánicos que se añadan,<br />

deb<strong>en</strong> cumplir esas funciones:<br />

Acumulación de la <strong>en</strong>ergía.<br />

Las <strong>en</strong>ergías naturales utilizadas <strong>en</strong> los sistemas bioclimáticos<br />

son claram<strong>en</strong>te cíclicas, g<strong>en</strong>erando altos picos de <strong>en</strong>ergía<br />

<strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos puntuales y su aus<strong>en</strong>cia total <strong>en</strong> otros. El<br />

recurso básico para reducir el golpe de <strong>en</strong>ergía y permitir<br />

su disfrute durante un período prolongado de tiempo es<br />

acumulándola según se capta. Un edifico con dispositivos<br />

bioclimáticos de captación de <strong>en</strong>ergía, sin ningún sistema<br />

de acumulación, ti<strong>en</strong>e un funcionami<strong>en</strong>to interno peor que<br />

otro edificio conv<strong>en</strong>cional sin ningún tipo de captación. En<br />

los sistemas bioclimáticos la acumulación debe hacerse fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos estructurales y constructivos<br />

del edificio, optimizando de este modo su empleo.<br />

Aislami<strong>en</strong>to térmico por el exterior.<br />

Empleo de materiales con difusividades térmicas altas (alta velocidad<br />

de cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to), como piedra, metales, cerámica.<br />

157


158<br />

Cubiertas.<br />

Una cubierta plana recibe el 100% de las horas de sol de un<br />

día. En verano, además, los rayos que incid<strong>en</strong> sobre ella <strong>en</strong><br />

los mom<strong>en</strong>tos de máxima irradiancia lo hac<strong>en</strong> de una forma<br />

muy perp<strong>en</strong>dicular. Las cubiertas v<strong>en</strong>tiladas o vegetales del<br />

tipo ecológico (de escaso espesor, con especies autóctonas,<br />

sin mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to y con un consumo de agua mínimo)<br />

eliminan los efectos del sobrecal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to sobre la cubierta,<br />

por lo que, <strong>en</strong> climas calurosos y con alta radiación solar,<br />

es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te añadir al aislami<strong>en</strong>to de la cubierta alguno<br />

de estos sistemas.<br />

V<strong>en</strong>tiladas Ecológicas<br />

Otros equipos y sistemas <strong>en</strong>ergéticos de alta eficacia. Una<br />

parte de la <strong>en</strong>ergía que consume el edificio se pierde por la<br />

ineficacia de los sistemas de g<strong>en</strong>eración, consumo o distribución<br />

de la misma.<br />

Alumbrado.<br />

La mejora de lámparas y luminarias puede ahorrar mucha<br />

<strong>en</strong>ergía, si se emplean lámparas de bajo consumo o luminarias<br />

de alta eficacia. Un correcto proyecto de alumbrado<br />

dará lugar a la mejora definitiva.<br />

La calidad del ambi<strong>en</strong>te interior ti<strong>en</strong>e que ver con la<br />

calidad del aire, y su correcta distribución. La <strong>Arquitectura</strong><br />

Bioclimática debe preocuparse, tanto del ambi<strong>en</strong>te exterior<br />

y el posible daño sobre el medio ambi<strong>en</strong>te, como el del ambi<strong>en</strong>te<br />

interior y el daño sobre los ocupantes.<br />

Empleo de materiales de acabado sanos.<br />

Los materiales interiores no deb<strong>en</strong> despr<strong>en</strong>der ninguna sustancia<br />

o cuerpo molesto o perjudicial para la salud. Las resinas<br />

sintéticas con formaldehídos emit<strong>en</strong> regularm<strong>en</strong>te sus-


tancias perjudiciales. Las moquetas y los acabados textiles<br />

pued<strong>en</strong> ser la base de colonias de ácaros. Los disolv<strong>en</strong>tes<br />

sintéticos <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral emit<strong>en</strong> sustancias perjudiciales.<br />

Iluminación natural<br />

Si bi<strong>en</strong> el empleo de la iluminación natural repres<strong>en</strong>ta un<br />

ahorro <strong>en</strong>ergético, su aplicación más interesante <strong>en</strong> la arquitectura<br />

debe verse desde el punto de vista de la calidad<br />

ambi<strong>en</strong>tal, y por tanto, <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido debe pot<strong>en</strong>ciarse.<br />

Ori<strong>en</strong>tación de huecos.<br />

Los más adecuados son los ori<strong>en</strong>tados hacia los puntos <strong>en</strong><br />

los que se capte exclusivam<strong>en</strong>te radiación difusa; <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral<br />

el norte. Si p<strong>en</strong>etra radiación directa <strong>en</strong> zonas donde se<br />

pret<strong>en</strong>de aprovechar como iluminación natural, los efectos<br />

de deslumbrami<strong>en</strong>to que conllevará serán muy negativos y<br />

no será posible su aprovechami<strong>en</strong>to.<br />

El agua doméstica, una vez empleada, se convierte <strong>en</strong><br />

aguas negras o grises que sal<strong>en</strong> del edificio como una nueva<br />

forma de contaminación. El empleo de sistemas de consumo<br />

de agua eficaces, como los electrodomésticos que<br />

ajustan el consumo de agua a la carga del aparato, o las<br />

cisternas de doble descarga, reduc<strong>en</strong> el consuno. La autodepuración<br />

primaria de las aguas permitiría su reutilización<br />

para el riego y la reducción del caudal contaminante.<br />

Para ello es imprescindible el empleo de estructuras y<br />

dispositivos interiores que facilit<strong>en</strong> el reciclado de basuras.<br />

Por otro lado si se emplean materiales reciclables o reciclados<br />

<strong>en</strong> el proceso de construcción, o <strong>en</strong> cualquier fase de<br />

consumo, se estará reduci<strong>en</strong>do la cantidad de materia prima<br />

nueva que se incorpora al proceso de recuperación y<br />

tratami<strong>en</strong>to.<br />

159


160<br />

Los edificios deb<strong>en</strong> optimizar el uso del agua, tanto <strong>en</strong><br />

aquellas zonas donde la falta de agua pueda repres<strong>en</strong>tar un<br />

problema, como <strong>en</strong> aquellas donde si<strong>en</strong>do sufici<strong>en</strong>te, su depuración<br />

y potabilización repres<strong>en</strong>tan un alto costo social.<br />

Empleo de sanitarios más eficaces.<br />

El gasto de agua se puede optimizar si los sanitarios se fabrican<br />

y usan correctam<strong>en</strong>te. El empleo de atomizadores reduce<br />

el consumo de agua <strong>en</strong> las llaves, y los electrodomésticos<br />

intelig<strong>en</strong>tes reduc<strong>en</strong>, igualm<strong>en</strong>te su consumo de agua.<br />

Por otro lado, si se utiliza una red separativa de pluviales y<br />

aguas sucias interiores, se pued<strong>en</strong> utilizar las aguas de lluvia<br />

<strong>en</strong> algunos cometidos, como las cisternas.<br />

Conclusiones:<br />

La <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática es Sost<strong>en</strong>ible. Desde el punto<br />

de vista de la arquitectura sost<strong>en</strong>ible, su objetivo g<strong>en</strong>eral<br />

sería obt<strong>en</strong>er el máximo ahorro <strong>en</strong> el consumo total de recursos<br />

<strong>en</strong> relación con toda la vida útil del edificio y de la<br />

ciudad, debi<strong>en</strong>do darle prioridad a la utilización de recursos<br />

r<strong>en</strong>ovables y reutilizables. Un ejemplo destacado de recurso<br />

r<strong>en</strong>ovable es el esfuerzo humano invertido por el proyectista<br />

<strong>en</strong> el correcto diseño urbano y arquitectónico, si<strong>en</strong>do el que<br />

mejor contribuye ya al ahorro de recursos materiales<br />

Respecto al concepto de ahorro de recursos, la mejor<br />

estrategia será siempre la supresión o reducción de la demanda<br />

de consumo, criterio que debería prevalecer sobre<br />

el consumo de bi<strong>en</strong>es r<strong>en</strong>ovables<br />

<strong>en</strong> su orig<strong>en</strong> o recuperables<br />

al final de su vida útil.<br />

Hay que considerar que todos<br />

los recursos materiales in-


vertidos <strong>en</strong> la edificación se caracterizan por g<strong>en</strong>erar <strong>en</strong>ormes<br />

cantidades de residuos, ya sea durante todo el proceso<br />

de ejecución, desde la obt<strong>en</strong>ción de materias primas, hasta<br />

su transformación de elem<strong>en</strong>tos o sistemas constructivos,<br />

como también durante la fase de explotación del edificio,<br />

ya sea por su consumo <strong>en</strong>ergético y contaminación <strong>en</strong> su<br />

vida útil, como por las periódicas operaciones de mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

y r<strong>en</strong>ovación, <strong>en</strong>tre los que destaca el proceso final<br />

de demolición Además <strong>en</strong>tre todos los recursos materiales<br />

no r<strong>en</strong>ovables se debe destacar el consumo del propio territorio,<br />

mediante la ocupación del suelo y la modificación<br />

medioambi<strong>en</strong>tal del <strong>en</strong>torno. Este proceso se caracteriza<br />

por su acción negativa, g<strong>en</strong>erando un deterioro expon<strong>en</strong>cial<br />

<strong>en</strong> función de la escala de la interv<strong>en</strong>ción de consecu<strong>en</strong>cias<br />

ecológicas irreversibles o difícilm<strong>en</strong>te recuperables<br />

161


162<br />

Bibliografía:<br />

1.- Ciudades para un futuro más sost<strong>en</strong>ible: http://habitat.aq.upm.es/<br />

selectsost/ab3html;edición 2004<br />

2.- Construible.es: http://www.construible.es/<strong>en</strong>ciclopedia libre<br />

3.- El blog de las <strong>en</strong>ergías r<strong>en</strong>ovables, Master D.<br />

4.- Monroy Martín M. “La vivi<strong>en</strong>da bioclimática sost<strong>en</strong>ible; Dr. Arquitecto<br />

del Dpto. de construcción arquitectónica ULPGC<br />

5.- Neila Javier “<strong>Arquitectura</strong> bioclimática <strong>en</strong> un <strong>en</strong>torno sost<strong>en</strong>ible”;<br />

bu<strong>en</strong>as prácticas edificatorias; Madrid España; octubre 2000<br />

6.- www.segundamano.com.mx


REQUISITOS DE DISEÑO<br />

ARQUITECTÓNICO DE LA ENVOLVENTE<br />

VERTICAL DE EDIFICIOS<br />

MULTIFAMILIARES DE MEDIANA<br />

ALTURA PARA SU DESEMPEÑO DURABLE.<br />

Dra. Arq. Dora María Artiles López Dr.<br />

Arq. Andrés Olivera Ranero<br />

163


164<br />

REQUISITOS DE DISEÑO ARQUITECTÓNICO DE<br />

LA ENVOLVENTE VERTICAL DE EDIFICIOS MUL-<br />

TIFAMILIARES DE MEDIANA ALTURA PARA SU<br />

DESEMPEÑO DURABLE.<br />

Consideraciones g<strong>en</strong>erales<br />

D<strong>en</strong>tro de la solución g<strong>en</strong>eral que requiere la d<strong>en</strong>ominada<br />

vivi<strong>en</strong>da social, para las condiciones particulares de Cuba,<br />

el programa de vivi<strong>en</strong>das deberá incluir nuevos proyectos<br />

de edificios multifamiliares, así como el perfeccionami<strong>en</strong>to<br />

de los exist<strong>en</strong>tes.<br />

La solución social de mayor impacto, sust<strong>en</strong>to principal<br />

del desarrollo masivo de vivi<strong>en</strong>das que se produjo <strong>en</strong> Cuba<br />

<strong>en</strong> etapas anteriores (sobre todo <strong>en</strong> las décadas de los ’70<br />

y ’80), fue la g<strong>en</strong>eralización de los edificios multifamiliares <strong>en</strong><br />

todo el país, con diversos grados de industrialización y prefabricación.<br />

En el curso de la investigación, hubo que profundizar <strong>en</strong><br />

varios temas g<strong>en</strong>erales, de los cuales se recopiló y realizó un<br />

análisis crítico de un amplio volum<strong>en</strong> de información ci<strong>en</strong>tífico-técnica.<br />

Lo más significativo de este análisis de la durabilidad y<br />

los factores que la determinan, es el reconocimi<strong>en</strong>to g<strong>en</strong>eral<br />

y su comprobación experim<strong>en</strong>tal, a través de diversos estudios<br />

estadísticos y de comportami<strong>en</strong>to real de las edificaciones,<br />

de la influ<strong>en</strong>cia del diseño de la edificación, <strong>en</strong> su<br />

comportami<strong>en</strong>to durable a través del tiempo y el pot<strong>en</strong>cial<br />

de problemas que g<strong>en</strong>era la fase de concepción y diseño<br />

de la obra, para el futuro desempeño de la misma durante<br />

toda su vida útil.<br />

Por lo que el establecimi<strong>en</strong>to de requisitos, <strong>en</strong>focados a


evitar insufici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical, contribuy<strong>en</strong> al mejor desempeño durable de<br />

dichas edificaciones.<br />

El concepto de <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical puede definirse<br />

como el sistema de elem<strong>en</strong>tos cuya posición predominante<br />

es vertical, que puede t<strong>en</strong>er otros asociados a él y que <strong>en</strong><br />

su conjunto, sirv<strong>en</strong> de <strong>en</strong>voltura o separación <strong>en</strong>tre el interior<br />

del edificio y el medio exterior, formando una barrera total,<br />

cuando protege al usuario de las acciones del medio, como<br />

son los ag<strong>en</strong>tes naturales, bióticos y abióticos, los ag<strong>en</strong>tes<br />

contaminantes y diversas acciones antrópicas y por otra<br />

parte una barrera parcial, pues posibilita la necesaria relación<br />

del usuario con el medio exterior. Las partes compon<strong>en</strong>tes<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical son las sigui<strong>en</strong>tes:<br />

• Elem<strong>en</strong>tos que solucionan la composición material<br />

de los planos o superficies verticales de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te. (Condición<br />

de cierre);<br />

• Áreas de vacío o hueco que se produc<strong>en</strong> <strong>en</strong> los planos<br />

materiales de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, incluy<strong>en</strong>do los elem<strong>en</strong>tos de cierre<br />

y control de las aberturas. (Condición de abertura);<br />

• Elem<strong>en</strong>tos no verticales, incorporados o pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes<br />

integralm<strong>en</strong>te a la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical. ( Balcón y Voladizo).<br />

Se considera como edificio multifamiliar toda edificación<br />

de varios pisos que agrupe vivi<strong>en</strong>das indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes,<br />

donde cada una de ellas pueda ocupar todo o parte de<br />

un piso, de tal manera que el edificio pueda considerarse<br />

emplazado <strong>en</strong> parcela indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te o agrupado a otros.<br />

Como desempeño se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de la forma <strong>en</strong> que se logra<br />

el comportami<strong>en</strong>to de la edificación durante su explotación,<br />

visto como r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to o cumplimi<strong>en</strong>to de los requi-<br />

165


166<br />

sitos mínimos que permitan el desarrollo adecuado de sus<br />

funciones y reflejado <strong>en</strong> un ámbito normativo o regulatorio<br />

que establece los parámetros a satisfacer; la definición de<br />

desempeño durable puede expresarse como la obt<strong>en</strong>ción<br />

del máximo r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la explotación de la edificación<br />

durante el tiempo de vida útil previsto, medido a través del<br />

cumplimi<strong>en</strong>to por ésta de requisitos que garantic<strong>en</strong> el máximo<br />

cumplimi<strong>en</strong>to de sus funciones al mínimo costo.<br />

Se define el concepto de variable de diseño como<br />

cada una de las características físicas que conforman la<br />

solución arquitectónica de un elem<strong>en</strong>to de la edificación,<br />

refiriéndose a aquellos aspectos que están <strong>en</strong> la esfera de<br />

las decisiones creativas del diseñador, para dar respuesta<br />

al diseño como son las formas, proporciones, materiales, soluciones<br />

constructivas etc., que <strong>en</strong> el proceso deberán ser<br />

analizadas con otros aspectos condicionantes del diseño,<br />

con carácter de invariantes como es el contexto. Por otra<br />

parte, se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de como parámetro de diseño, cada uno de<br />

los aspectos cualitativos o cuantitativos que caracterizan o<br />

defin<strong>en</strong> una variable de diseño <strong>en</strong> la creación de la obra arquitectónica.<br />

Tales aspectos, así definidos, permit<strong>en</strong> dar una<br />

respuesta o solución a la variable de diseño arquitectónica<br />

con la cual se correspondan.<br />

La investigación transitó de manera g<strong>en</strong>eral por tres etapas,<br />

<strong>en</strong> la primera parte se establece el análisis teórico-conceptual<br />

de la relación exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre el diseño arquitectónico<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares<br />

urbanos y su desempeño durable; la segunda parte pres<strong>en</strong>ta<br />

el planteami<strong>en</strong>to de un <strong>en</strong>foque metodológico para estudiar<br />

y precisar la influ<strong>en</strong>cia del diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>vol-


v<strong>en</strong>te vertical <strong>en</strong> el desempeño durable g<strong>en</strong>eralizable a otros<br />

elem<strong>en</strong>tos de la edificación; y <strong>en</strong> la tercera parte se propone<br />

un conjunto de requisitos de diseño arquitectónico para los<br />

elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares<br />

urbanos de mediana altura (<strong>en</strong>tre dos y cinco plantas).<br />

La determinación de variables y parámetros de diseño<br />

arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio multifamiliar<br />

siguió un proceso metodológico sintetizado <strong>en</strong> el Esquema<br />

E1.<br />

167


168<br />

El análisis experim<strong>en</strong>tal que se realizó <strong>en</strong> el trabajo de<br />

campo sobre la muestra de edificios multifamiliares <strong>en</strong> explotación,<br />

abarcó el estudio de la patología constructiva,<br />

de una muestra estadística - integrada por 81 edificaciones<br />

- repres<strong>en</strong>tativa de una población de 500 edificios multifamiliares<br />

urbanos, de mediana altura (1 a 5 niveles) <strong>en</strong> la Ciudad<br />

de Santa Clara, capital de la provincia de Villa Clara.<br />

Ubicada <strong>en</strong> la región c<strong>en</strong>tral de la isla de Cuba, la ciudad<br />

cu<strong>en</strong>ta con una población de 250 mil habitantes y distante<br />

300 km de Ciudad de la Habana, capital del país, este<br />

análisis permitió acopiar una amplia base de datos sobre los<br />

deterioros más frecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical y, disponer<br />

de un minucioso análisis causal, donde se id<strong>en</strong>tificaron y<br />

detallaron las causas de tales deterioros que son imputables<br />

a determinados errores u omisiones <strong>en</strong> la fase de diseño de<br />

la edificación.<br />

Los objetivos de los requisitos de diseño consist<strong>en</strong> <strong>en</strong> establecer<br />

un conjunto de condiciones necesarias para que<br />

<strong>en</strong> la concepción y diseño arquitectónico de los elem<strong>en</strong>tos<br />

significativos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares<br />

de mediana altura se satisfagan determinados<br />

parámetros cuantitativos y cualitativos que evit<strong>en</strong> la manifestación<br />

de defectos que puedan constituirse como causa<br />

indirecta de ulteriores deterioros constructivos, los que a<br />

su vez, sea prematura o diferidam<strong>en</strong>te, provoqu<strong>en</strong> una disminución<br />

del desempeño durable de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y de la<br />

propia edificación.<br />

El alcance de los requisitos de diseño propuestos se define<br />

a manera de recom<strong>en</strong>daciones técnicas que ori<strong>en</strong>t<strong>en</strong><br />

al diseñador de arquitectura <strong>en</strong> el proceso de creación e


implem<strong>en</strong>tación de sus ideas conceptuales, proyecto técnico<br />

y elaboración de la docum<strong>en</strong>tación correspondi<strong>en</strong>te,<br />

para lograr una mayor calidad de diseño de los elem<strong>en</strong>tos<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares de<br />

mediana altura, como uno de los aspectos que contribuy<strong>en</strong><br />

con la durabilidad de la edificación y el mejor desempeño<br />

<strong>en</strong> la fase de explotación y conservación.<br />

Será importante que para su uso <strong>en</strong> el proceso de conformación<br />

de la arquitectura, se adecu<strong>en</strong> a la realidad contextual,<br />

de manera que además de proporcionar mayor<br />

durabilidad a la edificación y favorecer el cumplimi<strong>en</strong>to de<br />

otros requerimi<strong>en</strong>tos de diseño, se garantice la necesaria racionalidad<br />

técnico-económica de la misma.<br />

D<strong>en</strong>tro del alcance propuesto para los requisitos también<br />

se contempla su empleo a partir de la observancia de<br />

su uso <strong>en</strong> la docum<strong>en</strong>tación de proyecto, como herrami<strong>en</strong>ta<br />

de evaluación de soluciones de diseño para la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

del edificio, válida para ser aplicada por inversionistas y<br />

otros actores del proceso de gestión de la edificación.<br />

Lineami<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>erales para la elaboración de requisitos<br />

de diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del<br />

edificio multifamiliar<br />

La definición de las variables y parámetros de diseño<br />

arquitectónico de los elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />

del edificio, el análisis diagnóstico causal de los errores e insufici<strong>en</strong>cias<br />

de diseño que dieron orig<strong>en</strong> a los deterioros de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y los objetivos y alcances definidos para los<br />

requisitos de diseño, permit<strong>en</strong> establecer los sigui<strong>en</strong>tes lineami<strong>en</strong>tos<br />

g<strong>en</strong>erales, los cuales sirv<strong>en</strong> de fundam<strong>en</strong>to para la<br />

proposición de las especificaciones técnicas cont<strong>en</strong>idas <strong>en</strong><br />

169


170<br />

dichos requisitos:<br />

1. Los requisitos de diseño arquitectónico se defin<strong>en</strong><br />

como especificaciones de carácter cuantitativo y cualitativo,<br />

que se brindan según las variables de diseño y sus parámetros<br />

correspondi<strong>en</strong>tes, cuyo propósito es evitar omisiones,<br />

errores o insufici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la concepción del diseño de los<br />

elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio multifamiliar<br />

de mediana altura, que puedan constituirse como causa u<br />

orig<strong>en</strong> de futuros deterioros que afect<strong>en</strong> el bu<strong>en</strong> desempeño<br />

durable de la edificación.<br />

2. La efectividad de los requisitos de diseño arquitectónico<br />

se concibe <strong>en</strong> función de su carácter prev<strong>en</strong>tivo ante<br />

la aparición de deterioros, que sean susceptibles de originarse<br />

por razones imputables a la fase de concepción y diseño<br />

de la edificación.<br />

3. La aplicabilidad de los requisitos de diseño se concibe<br />

<strong>en</strong> función de su posibilidad de interpretación, empleo e<br />

implem<strong>en</strong>tación por los diseñadores de arquitectura y otros<br />

especialistas afines, los inversionistas, gestores y demás actores<br />

relacionados con el diseño, la supervisión, el control,<br />

la conservación y el perfeccionami<strong>en</strong>to y desarrollo de la<br />

vivi<strong>en</strong>da, <strong>en</strong> especial de los edificios multifamiliares.<br />

4. Los requisitos de diseño se <strong>en</strong>focan hacia las condicionantes<br />

necesarias a cumplir para que la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical del edificio multifamiliar alcance su máxima durabilidad;<br />

pero su aplicación e implem<strong>en</strong>tación ti<strong>en</strong>e que<br />

corresponderse con otros requerimi<strong>en</strong>tos de diseño no m<strong>en</strong>os<br />

importantes, vinculados con las funciones a cumplir por<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te desde el punto de vista ambi<strong>en</strong>tal, estético,<br />

constructivo, estructural, de seguridad, económicos, etc.


Propuesta de requisitos de diseño<br />

arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical del edificio multifamiliar<br />

El proceso de definición de los requisitos de diseño para<br />

cada variable y parámetro de diseño, caracterizados <strong>en</strong> las<br />

primeras etapas de la investigación, llevó un int<strong>en</strong>so trabajo<br />

<strong>en</strong> tres direcciones principales:<br />

• Profundización del ámbito regulatorio y normativo de<br />

especificaciones técnicas relacionadas directa o indirectam<strong>en</strong>te<br />

con el diseño arquitectónico (nacional y extranjero).<br />

• Consultas especializadas a expertos de alto nivel <strong>en</strong><br />

temas específicos, según determinadas variables y parámetros<br />

de diseño.<br />

• Resultados del trabajo de campo, donde se estableció<br />

la relación causal <strong>en</strong>tre errores de diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical y la aparición de deterioros.<br />

Fueron estudiadas numerosas Normas Cubanas (NC) de<br />

los códigos bajo coordinación ISO (Internacional Standards<br />

Organization) y regulaciones de diseño, así como otros docum<strong>en</strong>tos<br />

técnicos regulatorios de carácter ramal o empresarial,<br />

o de otros programas aj<strong>en</strong>os a la vivi<strong>en</strong>da (turismo,<br />

escolares, salud); pero que eran de interés y aplicación a los<br />

objetivos de estudio.<br />

En el ámbito internacional, el análisis abarcó un amplio<br />

volum<strong>en</strong> de docum<strong>en</strong>tos normalizativos de aplicación oficial<br />

<strong>en</strong> México, Arg<strong>en</strong>tina, Brasil, Estados Unidos de América,<br />

Nicaragua, Chile y otros países. En la serie NMX de las<br />

Normas Técnicas Mexicanas, así como <strong>en</strong> sus similares de<br />

Normas-IRAM de Arg<strong>en</strong>tina, o los códigos de normas estadounid<strong>en</strong>ses<br />

y de organizaciones normalizativas de los otros<br />

171


172<br />

países, se evaluaron diversas recom<strong>en</strong>daciones y regulaciones<br />

técnicas para el diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de las<br />

edificaciones, que <strong>en</strong>contraron correspond<strong>en</strong>cia con las<br />

definiciones realizadas <strong>en</strong> la investigación para las diversas<br />

variables y parámetros de diseño de los edificios multifamiliares.<br />

Las consultas especializadas a expertos de alto nivel se<br />

realizaron, sobre todo, para profundizar <strong>en</strong> aspectos no contemplados<br />

<strong>en</strong> normas o <strong>en</strong> especificaciones de amplio empleo<br />

<strong>en</strong> el diseño, o para dilucidar determinados campos no<br />

totalm<strong>en</strong>te definitivos o ambiguos <strong>en</strong> las especificaciones de<br />

determinados parámetros de diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, sobre<br />

todos los refer<strong>en</strong>tes a: solución estructural de cierres macizos<br />

<strong>en</strong> su relación con el resto de la estructura del edificio, aislami<strong>en</strong>to<br />

y estanqueidad <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, detalles constructivos<br />

y recom<strong>en</strong>daciones técnicas relacionadas con aberturas o<br />

vanos, así como <strong>en</strong> determinados aspectos de la tipología<br />

arquitectónica y estructural de balcones y voladizos.<br />

El proceso llevado a cabo para la determinación definitiva<br />

de los requisitos de diseño Arquitectónico para el desempeño<br />

durable de los edificios multifamiliares, se refleja <strong>en</strong><br />

el Esquema E2.<br />

Tales requisitos de diseño arquitectónico se organizaron<br />

acorde a las variables de diseño establecidas <strong>en</strong> la investigación<br />

y se configuraron <strong>en</strong> forma de cuadros de fácil manejo<br />

y aplicación, los cuales se auxiliaron de gráficos y detalles.<br />

Están cont<strong>en</strong>idos <strong>en</strong> 17 cuadros, o tablas de requisitos<br />

de diseño, debidam<strong>en</strong>te id<strong>en</strong>tificados consecutivam<strong>en</strong>te y<br />

todos con un <strong>en</strong>cabezami<strong>en</strong>to superior que id<strong>en</strong>tifica la sigui<strong>en</strong>te<br />

información:


• Elem<strong>en</strong>to de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical al cual se corresponde.<br />

• Variable de diseño para la cual se relacionan los requisitos<br />

del cuadro.<br />

• Parámetro de diseño que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra definición a través<br />

de los requisitos.<br />

• Definición del parámetro (descripción sucinta).<br />

A continuación se relacionan textualm<strong>en</strong>te los cuadros<br />

de requisitos de diseño propuestos y las figuras complem<strong>en</strong>tarias<br />

a estos cuadros, debiéndose señalar que las figuras 2,<br />

4, 5, 6 y 9 ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como fu<strong>en</strong>te el Tratado de Rehabilitación<br />

(Tomo IV. Universidad Politécnica de Madrid, 1999) y el resto<br />

fueron elaboradas por los autores del trabajo.<br />

Esquema E2: Proceso de determinación y validación de<br />

los requisitos de diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />

de los edificios multifamiliares para su desempeño durable.<br />

Configuración del cierre vertical macizo por el diseño de<br />

planos y su posición relativa <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />

La forma de los planos que conforman el soporte del<br />

cierre vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, sobre<br />

todo la disposición relativa de los difer<strong>en</strong>tes planos verticales<br />

inclinados con otras formas <strong>en</strong>tre sí, y su ubicación respecto<br />

a otros elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, debe t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la<br />

solución y los efectos que se producirán <strong>en</strong> dichos planos de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te <strong>en</strong> relación con la escorr<strong>en</strong>tía y el lavado desigual<br />

por los efectos de la lluvia y otros factores ambi<strong>en</strong>tales.<br />

El diseño de los planos verticales y de otras formas de la<br />

<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio debe contemplar la solución<br />

de elem<strong>en</strong>tos y otras vías para la interrupción y evitación de<br />

la escorr<strong>en</strong>tía, que provoca suciedades y manchas <strong>en</strong> las<br />

173


174<br />

superficies.<br />

En el diseño de los planos verticales ubicados <strong>en</strong> las partes<br />

superiores del edificio, es m<strong>en</strong>or la necesidad de soluciones<br />

a la escorr<strong>en</strong>tía, si la ori<strong>en</strong>tación del edificio favorece<br />

el lavado por la lluvia incid<strong>en</strong>te, más b<strong>en</strong>eficiosa a medida<br />

que aum<strong>en</strong>ta la altura de la edificación.<br />

Deberá evitarse que <strong>en</strong> el diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />

del edificio existan planos superiores que qued<strong>en</strong> <strong>en</strong>trantes<br />

con respecto a planos inferiores sali<strong>en</strong>tes, por la escorr<strong>en</strong>tía<br />

que se provoca hacia los planos inferiores. En caso de<br />

plantearse así, el diseño deberá dar una efectiva solución a<br />

ese problema. Fig. 1<br />

En casos <strong>en</strong> que la solución volumétrica del edificio contemple<br />

volúm<strong>en</strong>es sali<strong>en</strong>tes o <strong>en</strong>trantes, respecto al plano<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical, <strong>en</strong> dim<strong>en</strong>siones superiores a los<br />

2,00 m <strong>en</strong> el plano horizontal, deberán preverse soluciones<br />

de diseño que permitan la evacuación del agua <strong>en</strong> dichos<br />

planos, similar a los casos de terrazas y cubiertas; incluy<strong>en</strong>do<br />

la evitación de escorr<strong>en</strong>tías directas a los planos verticales<br />

inferiores de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, que puedan provocar suciedades<br />

y manchas por el arrastre de partículas depositadas <strong>en</strong><br />

dichas superficies horizontales.<br />

No es recom<strong>en</strong>dable disponer de planos verticales <strong>en</strong><br />

posición inferior y continua a otros planos inclinados hacia<br />

arriba, debido a que el agua desc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te por la escorr<strong>en</strong>tía<br />

arrastra partículas y suciedades que provocan manchas<br />

<strong>en</strong> sus superficies. Fig. 2<br />

En casos <strong>en</strong> que existan planos verticales contiguos con<br />

difer<strong>en</strong>te grado de inclinación <strong>en</strong> el eje vertical, <strong>en</strong> los diedros<br />

cóncavos verticales <strong>en</strong>tre planos verticales rectos, debe


evitarse la exist<strong>en</strong>cia de elem<strong>en</strong>tos horizontales sali<strong>en</strong>tes o<br />

<strong>en</strong> voladizo que dificult<strong>en</strong> el lavado uniforme de las superficies<br />

más próximas al ángulo <strong>en</strong>trante por la lluvia incid<strong>en</strong>te,<br />

dado que dicha zona es más prop<strong>en</strong>sa a la acumulación de<br />

partículas y suciedades. Fig. 3<br />

No es recom<strong>en</strong>dable que <strong>en</strong> la unión de planos inclinados<br />

<strong>en</strong>tre sí, respecto al eje horizontal, se form<strong>en</strong> ángulos<br />

diedros, por la irregularidad del manchado <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes<br />

planos, con el consigui<strong>en</strong>te afeami<strong>en</strong>to de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical por el contraste <strong>en</strong>tre las superficies. Fig. 4<br />

No es recom<strong>en</strong>dable el diseño de planos curvos <strong>en</strong> el<br />

cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, dado que el lavado<br />

por la lluvia incid<strong>en</strong>te es irregular y poco uniforme, resultando<br />

de ello la aparición de manchas y suciedades con<br />

difer<strong>en</strong>te contraste y visibilidad, lo cual influye negativam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical.<br />

En el caso de la disposición contigua de planos con<br />

difer<strong>en</strong>te grado de inclinación <strong>en</strong>tre sí respecto al eje horizontal,<br />

deberá darse solución efectiva a la interrupción de<br />

la escorr<strong>en</strong>tía que se produce <strong>en</strong>tre ellos, sobre todo <strong>en</strong> las<br />

aristas de cambio o inflexión, ya que la difer<strong>en</strong>cia de inclinación<br />

de los planos produce manchado de difer<strong>en</strong>te int<strong>en</strong>sidad,<br />

uniformidad y visibilidad, provocando efectos indeseables<br />

<strong>en</strong> la apari<strong>en</strong>cia externa de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical.<br />

Los interruptores de escorr<strong>en</strong>tías no son muy efectivos <strong>en</strong> los<br />

cambios de un plano inclinado hacia arriba a uno vertical,<br />

todo lo contrario de cuando se pres<strong>en</strong>ta el cambio de un<br />

plano vertical a uno inclinado hacia abajo o <strong>en</strong> el caso de<br />

paños rectos continuos. Fig. 5<br />

175


176


Relación <strong>en</strong>tre las dim<strong>en</strong>siones vertical y<br />

horizontal de los planos del soporte.<br />

1. En el diseño de los paños del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

del edificio, se recomi<strong>en</strong>dan las proporciones donde<br />

predomine al ancho respecto a su altura, por cuanto<br />

ello contribuye a un lavado más uniforme por la lluvia<br />

incid<strong>en</strong>te y evita que la acumulación de suciedad y el<br />

manchado pres<strong>en</strong>te contrastes o difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> un mismo<br />

plano, lo cual provoca un efecto poco estético <strong>en</strong> la<br />

apari<strong>en</strong>cia del elem<strong>en</strong>to.<br />

2. Es recom<strong>en</strong>dable que aquellos paños o planos del cierre<br />

vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te donde predomine su altura,<br />

respecto al ancho, se prevean para las zonas donde reciban<br />

un mayor y más uniforme lavado por la lluvia incid<strong>en</strong>te,<br />

dado que tal proporción es más desfavorable<br />

para la aparición de difer<strong>en</strong>cias de manchado que provocan<br />

contrastes que afean la apari<strong>en</strong>cia del edificio.<br />

3. Para los casos donde <strong>en</strong> los planos del cierre vertical predomine<br />

la altura respecto al ancho, deberán combinarse<br />

conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su diseño aspectos tales como<br />

la rugosidad de sus superficies y elem<strong>en</strong>tos de protección,<br />

con el objetivo de at<strong>en</strong>uar la no uniformidad <strong>en</strong> el<br />

manchado.<br />

4. Cuando la relación <strong>en</strong>tre la altura y el ancho de los paños<br />

o planos del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te supera<br />

la proporción de 2:1, deberán solucionarse <strong>en</strong> su diseño<br />

elem<strong>en</strong>tos de protección e interruptores de escorr<strong>en</strong>tía,<br />

para evitar o at<strong>en</strong>uar el manchado contrastante y las insufici<strong>en</strong>cias<br />

<strong>en</strong> el lavado de las superficies por la lluvia<br />

incid<strong>en</strong>te. Fig. 6<br />

177


178<br />

Rugosidad visual <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te debido a los elem<strong>en</strong>tos<br />

verticales u horizontales que sobresal<strong>en</strong> o p<strong>en</strong>etran respecto<br />

a la línea exterior.<br />

1. En el diseño de los elem<strong>en</strong>tos <strong>en</strong>trantes o sali<strong>en</strong>tes del<br />

cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deberá darse<br />

especial solución al correcto vertido y recorrido de las<br />

aguas de escorr<strong>en</strong>tía, dado que constituy<strong>en</strong> puntos singulares<br />

que pued<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er una implicación directa con la<br />

aparición de manchas y suciedades.<br />

2. En los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros de los elem<strong>en</strong>tos horizontales sobresali<strong>en</strong>tes<br />

con el plano vertical, será necesario suavizar las<br />

aristas, transformándolas <strong>en</strong> bisel para impedir la p<strong>en</strong>etración<br />

del agua.<br />

3. Deb<strong>en</strong> aplicarse con cuidado y parquedad soluciones<br />

de rugosidad visual de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, con fines ornam<strong>en</strong>tales<br />

o de otra índole, pues todo elem<strong>en</strong>to sobresali<strong>en</strong>te<br />

de la línea exterior contribuye a la aparición de efectos<br />

negativos <strong>en</strong> la apari<strong>en</strong>cia de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio,<br />

produciéndose alrededor de los mismos, diversos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />

perjudiciales de deposición de partículas, acumulación<br />

de suciedad, impedim<strong>en</strong>tos para el lavado de las<br />

superficies por la lluvia y otros, que provocan manchas y<br />

suciedades.<br />

4. En caso de incluir <strong>en</strong> el diseño del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te,<br />

elem<strong>en</strong>tos de rugosidad visual, tales como <strong>en</strong>trantes<br />

y sali<strong>en</strong>tes a la línea exterior, es más conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te<br />

que se dispongan de manera uniforme y continua, a fin<br />

de evitar o at<strong>en</strong>uar el contraste causado por las suciedades<br />

y posibles manchas que necesariam<strong>en</strong>te ocurrirán<br />

<strong>en</strong> dichos puntos.


5. Debe evitarse la colocación o adosami<strong>en</strong>to a la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical del edificio, de elem<strong>en</strong>tos sobresali<strong>en</strong>tes<br />

adicionales, tales como carteles, vallas, anuncios, elem<strong>en</strong>tos<br />

decorativos, etc., por su defici<strong>en</strong>te comportami<strong>en</strong>to<br />

ante la deposición de suciedades y su efecto visual<br />

negativo <strong>en</strong> las superficies.<br />

6. En el borde o zona de unión de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te horizontal<br />

(cubierta) con la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, es<br />

recom<strong>en</strong>dable la disposición de un pretil o peto de no<br />

más de 0.30 m de altura (que solucione también su parte<br />

superior con elem<strong>en</strong>tos impermeables y <strong>en</strong> p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />

hacia el interior), para impedir el libre escurrimi<strong>en</strong>to de la<br />

cubierta hacia la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te. Fig. 7<br />

Adecuación del material del soporte a los requerimi<strong>en</strong>tos<br />

de su trabajo estructural <strong>en</strong> el edificio y las acciones externas.<br />

1. En el diseño de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

del edificio, la selección de los materiales compon<strong>en</strong>tes<br />

de los mismos debe cumplir con los requisitos de<br />

idoneidad de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación<br />

con el uso, función y condiciones de explotación previstos,<br />

que permitan un desempeño efici<strong>en</strong>te y durable.<br />

(Normas recom<strong>en</strong>dadas: NC 360: 2005, NC:247:2005).<br />

2. D<strong>en</strong>tro de los requisitos de idoneidad, según las normas<br />

vig<strong>en</strong>tes que deb<strong>en</strong> regir la selección de los materiales<br />

compon<strong>en</strong>tes de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical de la<br />

<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er prioridad los que se<br />

relacion<strong>en</strong> con la resist<strong>en</strong>cia a los ag<strong>en</strong>tes del intemperismo<br />

y del medio, el comportami<strong>en</strong>to a la acción del<br />

agua y las humedades <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, los coefici<strong>en</strong>tes de<br />

179


180<br />

dilatación térmica, impermeabilidad y los factores de<br />

compatibilidad físico-mecánica y química <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes<br />

materiales, según el caso.<br />

3. Para el caso del soporte portante <strong>en</strong> el cierre vertical de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, podrán ser empleados ladrillos cerámicos<br />

huecos, siempre que el valor característico de resist<strong>en</strong>cia<br />

sea mayor o igual que 5,0 MPa. (Norma recom<strong>en</strong>dada:<br />

NC 360: 2005).<br />

4. Para el caso de instalaciones técnicas empotradas o<br />

embebidas <strong>en</strong> el material del soporte del cierre vertical<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, la profundización del conducto<br />

debe alcanzar un mínimo de 3 cm desde su cara<br />

hasta la superficie del soporte, evitando profundizar hasta<br />

la mitad del espesor del soporte. En el caso de muros<br />

de ladrillos huecos no se recomi<strong>en</strong>da la ranuración del<br />

soporte para la canalización de conductos de instalaciones.<br />

Condiciones a cumplir por el diseño del cierre vertical<br />

macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te para un adecuado diseño estructural.<br />

1. En la solución estructural de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, el dim<strong>en</strong>sionami<strong>en</strong>to<br />

estructural y el resto de las definiciones de diseño relacionadas<br />

con ello, deb<strong>en</strong> cumplir con las normas técnicas<br />

vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación con el material, uso, función y condiciones<br />

de explotación previstos, todo lo cual permita<br />

un desempeño efici<strong>en</strong>te y durable del edificio. (Normas<br />

recom<strong>en</strong>dadas: NC 360: 2005, NC 053.115, NC:247:2005).<br />

2. En el diseño de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical macizo,<br />

la solución estructural de los mismos, además de la


definición de la tipología estructural del cierre, debe<br />

contemplar el predim<strong>en</strong>sionami<strong>en</strong>to estructural, <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia<br />

con las condicionantes de materiales y<br />

tecnologías disponibles.<br />

3. El diseño estructural del soporte debe t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta<br />

una adecuada correspond<strong>en</strong>cia con la definición estructural<br />

del resto de la edificación, especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo<br />

relativo a las condiciones de unión de la estructura de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te con la estructura principal del edificio, el<br />

arriostre, rigidización del cierre y su solución constructiva.<br />

4. Deberá t<strong>en</strong>erse especial at<strong>en</strong>ción al caso de los soportes<br />

de cierre vertical que no sean de carga y que apoy<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />

vigas o <strong>en</strong>trepisos, o estén <strong>en</strong> contacto con columnas,<br />

por cuanto habrá que limitar o controlar las deformaciones<br />

de dichos elem<strong>en</strong>tos estructurales, para impedir deterioros<br />

y fallos inducidos <strong>en</strong> los cierres no portantes.<br />

Condiciones a cumplir por la unión estructural de los<br />

elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y las<br />

juntas constructivas que permitan un adecuado trabajo estructural.<br />

1. En la solución de las juntas y uniones estructurales de los<br />

elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio,<br />

se deberá cumplir con las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes,<br />

sobre todo <strong>en</strong> relación con los coefici<strong>en</strong>tes de dilatación<br />

de los materiales, la ori<strong>en</strong>tación, dim<strong>en</strong>siones, forma y diseño<br />

del cierre macizo, todo lo cual permita un desempeño<br />

efici<strong>en</strong>te y durable del edificio.<br />

2. En el diseño arquitectónico y estructural del cierre vertical<br />

macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, cuando el soporte<br />

no es un muro cargado, y no es imprescindible su unión a<br />

181


182<br />

la columna, el mismo se dispondrá de manera continua<br />

por delante de la misma, para lograr indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre<br />

ellos, a fin de permitir el movimi<strong>en</strong>to de ambos y evitar<br />

la aparición de fisuras y grietas por excesiva rigidez. Fig. 8<br />

3. La solución estructural y constructiva que se diseñe para<br />

las juntas <strong>en</strong> el cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio,<br />

deberá lograr la máxima estanqueidad y aislami<strong>en</strong>to,<br />

sobre todo a la acción perjudicial del agua y el resto<br />

de ag<strong>en</strong>tes nocivos del medio.<br />

4. En el caso de cierres verticales continuos con poca irregularidad<br />

<strong>en</strong> su forma y pocas aberturas o vanos, se recomi<strong>en</strong>da<br />

la exist<strong>en</strong>cia de juntas de retracción, con indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

de las constructivas.<br />

5. Es recom<strong>en</strong>dable la exist<strong>en</strong>cia de juntas <strong>en</strong> paños continuos<br />

de cierre vertical con un espaciami<strong>en</strong>to máximo de<br />

12,00 m, que se reduce a 6,00 m <strong>en</strong> el caso de paños de<br />

esquina.<br />

6. Se recomi<strong>en</strong>dan juntas verticales de retracción <strong>en</strong> puntos<br />

débiles del soporte del cierre, como pued<strong>en</strong> ser los<br />

lugares de cambio de espesor del soporte, antepechos<br />

de v<strong>en</strong>tanas y <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de los paños sin aberturas.<br />

7. Para el caso de soportes de cierre vertical que no sean<br />

de carga, construidos de fábrica, se recomi<strong>en</strong>dan juntas<br />

horizontales de dim<strong>en</strong>sión máxima igual a 0.03 m, <strong>en</strong> la<br />

unión del elem<strong>en</strong>to de cierre vertical con el <strong>en</strong>trepiso y<br />

la cubierta.<br />

Adecuación del material de la terminación del soporte<br />

a su resist<strong>en</strong>cia a los ag<strong>en</strong>tes degradantes del medio y al<br />

cumplimi<strong>en</strong>to de sus funciones de aislami<strong>en</strong>to y protección.<br />

En el diseño de la terminación del cierre vertical macizo, la


selección del tipo de material debe cumplir con los requisitos<br />

de idoneidad de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación<br />

con el uso, función y condiciones de explotación previstos,<br />

que permitan un desempeño efici<strong>en</strong>te y durable.<br />

8. D<strong>en</strong>tro de los requisitos, que deb<strong>en</strong> regir la selección de<br />

los materiales para la terminación del cierre vertical de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er prioridad los que<br />

se relacion<strong>en</strong> con la resist<strong>en</strong>cia a los ag<strong>en</strong>tes del intemperismo<br />

y del medio, el comportami<strong>en</strong>to a la acción del<br />

agua y las humedades <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, los coefici<strong>en</strong>tes de<br />

dilatación térmica, impermeabilidad y los factores de<br />

compatibilidad físico-mecánica y química <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes<br />

materiales, según el caso.<br />

9. En la selección de los materiales de terminación del cierre<br />

vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta, sobre todo, sus propiedades de estanqueidad y<br />

protección del param<strong>en</strong>to, baja porosidad y rugosidad y<br />

compatibilidad química y físico-mecánica con otros materiales<br />

con que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> contacto, incluy<strong>en</strong>do<br />

los del param<strong>en</strong>to del cierre.<br />

10. Cuando las pinturas constituyan el tipo de material seleccionado<br />

para la terminación de los cierres verticales,<br />

se recomi<strong>en</strong>da que, además de sus condiciones de protección<br />

y aislami<strong>en</strong>to, se t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el color, para<br />

at<strong>en</strong>uar o reducir determinados efectos indeseables que<br />

se produzcan <strong>en</strong> las superficies. Las pinturas de colores<br />

claros no son recom<strong>en</strong>dables <strong>en</strong> paños prop<strong>en</strong>sos a la<br />

acumulación de suciedades y escorr<strong>en</strong>tías; así como <strong>en</strong><br />

casos donde se produzcan contrastes por difer<strong>en</strong>cias del<br />

lavado, tal es el caso de superficies cercanas a voladizos<br />

183


184<br />

y balcones y el resto de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />

Adecuación de la solución constructiva y/o de sujeción<br />

de la terminación del soporte a los requerimi<strong>en</strong>tos para el<br />

cumplimi<strong>en</strong>to de las funciones previstas y su comportami<strong>en</strong>to<br />

durable.<br />

1. En el diseño y selección de la solución constructiva para<br />

la terminación del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del<br />

edificio, se deb<strong>en</strong> cumplir los requisitos de idoneidad de<br />

las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación con el uso, función<br />

y condiciones de explotación previstos.<br />

2. La solución constructiva a decidir <strong>en</strong> el diseño para la<br />

aplicación de los materiales de terminación del cierre<br />

vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio debe lograr una<br />

compatibilidad <strong>en</strong>tre las formas de sujeción o aplicación<br />

de la terminación al soporte del cierre y los movimi<strong>en</strong>tos<br />

g<strong>en</strong>erados por la dilatación y contracción de los difer<strong>en</strong>tes<br />

elem<strong>en</strong>tos, incluy<strong>en</strong>do tanto las técnicas de fijación<br />

como el diseño de juntas.<br />

3. Para el caso de la terminación de tipo no integral o por<br />

piezas, <strong>en</strong> su solución constructiva de fijación o aplicación<br />

al soporte del cierre, debe velarse que los propios<br />

materiales o aditam<strong>en</strong>tos de sujeción no g<strong>en</strong>er<strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cias<br />

perjudiciales a los elem<strong>en</strong>tos, tales como la<br />

corrosión de los metales, fisuración, etc. Cuando esta<br />

fijación sea mediante anclajes metálicos, su diseño resist<strong>en</strong>te<br />

debe estar <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia con el peso de<br />

la pieza (se recomi<strong>en</strong>da que su resist<strong>en</strong>cia supere <strong>en</strong> 1,3<br />

veces, al m<strong>en</strong>os, el peso de la pieza) y su composición<br />

debe ser de un metal o aleación inoxidable, para garantizar<br />

su durabilidad.


Rugosidad superficial de la terminación del soporte, <strong>en</strong><br />

relación con el tipo de material, solución constructiva y la<br />

acción de ag<strong>en</strong>tes degradantes del medio.<br />

1. En la solución superficial de la terminación del cierre vertical<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio deb<strong>en</strong> preverse acabados<br />

con nula o mínima texturación, ya que una mayor<br />

rugosidad superficial favorece la ret<strong>en</strong>ción de partículas<br />

y suciedades, tanto arrastradas por la escorr<strong>en</strong>tía como<br />

depositadas por vía aérea, creando zonas de manchas<br />

y deposiciones que afean la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y pued<strong>en</strong> ser<br />

fu<strong>en</strong>te de efloresc<strong>en</strong>cias y disgregaciones del material,<br />

<strong>en</strong> el caso de que los mismos sean de base cem<strong>en</strong>ticia.<br />

2. En casos de preverse <strong>en</strong> el diseño integral de la terminación<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, paños o zonas del cierre<br />

con determinada textura o rugosidad superficial, se<br />

recomi<strong>en</strong>da que los mismos se ubiqu<strong>en</strong> <strong>en</strong> lugares donde<br />

sea mayor y más efectivo el lavado de las superficies<br />

por la lluvia incid<strong>en</strong>te, como forma de contrarrestar la<br />

acumulación de partículas y suciedades.<br />

3. En los casos de planos inclinados <strong>en</strong> el soporte del cierre<br />

vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, debe evitarse una<br />

texturación de la terminación de las superficies, dado<br />

que hay mínimas posibilidades de la acción del lavado<br />

por la lluvia incid<strong>en</strong>te y/o por el arrastre de la escorr<strong>en</strong>tía.<br />

4. En los casos de las partes inferiores de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del<br />

edificio, sobre todo <strong>en</strong> primera planta, debe evitarse el<br />

uso de texturas no lisas, <strong>en</strong> la terminación de las superficies<br />

del cierre, dado que los efectos de la suciedad se<br />

v<strong>en</strong> increm<strong>en</strong>tados por la proximidad del terr<strong>en</strong>o.<br />

Rugosidad geométrica de la terminación del soporte,<br />

185


186<br />

dada por elem<strong>en</strong>tos volumétricos que sobresal<strong>en</strong> o p<strong>en</strong>etran<br />

<strong>en</strong> la superficie exterior.<br />

1. En el diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, debe<br />

t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que los relieves, ya sean formados por<br />

elem<strong>en</strong>tos volumétricos sali<strong>en</strong>tes o <strong>en</strong>trantes, respecto a<br />

la superficie exterior del cierre vertical, constituy<strong>en</strong> puntos<br />

singulares para el comportami<strong>en</strong>to de la escorr<strong>en</strong>tía<br />

y el arrastre de partículas que provoca el manchado <strong>en</strong><br />

las zonas inmediatas, abajo y alrededor de la rugosidad<br />

geométrica formada por los elem<strong>en</strong>tos de relieve.<br />

2. Es recom<strong>en</strong>dable que los elem<strong>en</strong>tos de relieve del cierre<br />

vertical del edificio, sobre todo cuando son sali<strong>en</strong>tes<br />

respecto a la superficie exterior, se ubiqu<strong>en</strong> <strong>en</strong> lugares<br />

donde sea mayor y más efectivo el lavado de las superficies<br />

por la lluvia incid<strong>en</strong>te, como forma de contrarrestar<br />

la acumulación de partículas y suciedades.<br />

3. En los relieves <strong>en</strong>trantes respecto a la superficie del cierre<br />

vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, la profundidad de<br />

rehundido debe estar <strong>en</strong>tre 5 y 15 mm, con el objetivo de<br />

contrarrestar la acumulación de partículas y suciedades<br />

que causan manchas <strong>en</strong> –y alrededor de la zona del relieve.<br />

Fig. 9<br />

4. En caso de incluir <strong>en</strong> el diseño del cierre vertical de la<br />

<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, elem<strong>en</strong>tos de relieve, es más conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te<br />

que se dispongan de manera uniforme y regular, a fin de<br />

evitar o at<strong>en</strong>uar el contraste causado por las suciedades<br />

y posibles manchas que necesariam<strong>en</strong>te ocurrirán <strong>en</strong> dichos<br />

puntos.<br />

5. Debe evitarse utilizar texturas superficiales rugosas <strong>en</strong><br />

los elem<strong>en</strong>tos de relieves, por cuanto se ac<strong>en</strong>túan los


efectos de las suciedades, pues la rugosidad favorece<br />

la acumulación de partículas y dificulta el lavado de la<br />

<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te por la lluvia.<br />

6. En la configuración de relieve de la superficie del cierre<br />

vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, son más recom<strong>en</strong>dables los estriados<br />

de superficie verticales, que los horizontales, dado<br />

el mejor lavado que recib<strong>en</strong>. Cuando los estriados, cualquiera<br />

sea su dirección, se realizan <strong>en</strong> paños de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

con lavado insufici<strong>en</strong>te, la separación <strong>en</strong>tre estrías<br />

debe ser m<strong>en</strong>or de 30 cm. Fig. 9<br />

Área y proporciones de la abertura <strong>en</strong> relación con las<br />

características del soporte y su función estructural, y la disposición<br />

de los mismos <strong>en</strong> el soporte.<br />

1. El área de abertura <strong>en</strong> el soporte del cierre vertical, <strong>en</strong><br />

relación con el área maciza del sector estructural <strong>en</strong> que<br />

el mismo se define; así como sus proporciones y ubicación<br />

<strong>en</strong> el paño del cierre, debe regirse por los criterios<br />

de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, recom<strong>en</strong>dándose que<br />

el área de abertura no exceda el 25% del área total del<br />

paño macizo, para cierres con función portante y que no<br />

sobrepase el 15% del área total maciza, para cierres con<br />

función de tímpano o panel rigidizador del edificio.<br />

2. Siempre que sea compatible con otras consideraciones<br />

de diseño térmico o bioclimático, es recom<strong>en</strong>dable<br />

estructuralm<strong>en</strong>te, que la ubicación de la abertura <strong>en</strong> el<br />

cierre vertical, coincida con el c<strong>en</strong>tro del paño, permiti<strong>en</strong>do<br />

así que el vano sea de mayor proporción.<br />

3. Es recom<strong>en</strong>dable que <strong>en</strong> el diseño de la abertura del<br />

cierre macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, las proporciones del<br />

hueco o vacío, trat<strong>en</strong> de aproximarse lo más posible a la<br />

187


188<br />

unidad, sobre todo controlando la dim<strong>en</strong>sión del ancho,<br />

por cuanto de ella dep<strong>en</strong>de la solución estructural del<br />

dintel y del elem<strong>en</strong>to del cierre.<br />

Principales parámetros dim<strong>en</strong>sionales del dintel, <strong>en</strong> relación<br />

con el material del soporte, las dim<strong>en</strong>siones y proporciones<br />

de la abertura y las condiciones de apoyo <strong>en</strong> el soporte.<br />

1. En la solución de las aberturas de los cierres verticales<br />

macizos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, se recomi<strong>en</strong>da<br />

resolver estructuralm<strong>en</strong>te el dintel, a partir de las<br />

normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, por su importante contribución<br />

<strong>en</strong> la evitación de deterioros por agrietami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> zonas<br />

superiores del vano, así como el desempeño durable de<br />

su cierre.<br />

2. Cuando el dintel de la abertura o vano del cierre macizo<br />

se resuelve mediante una viga, y la solución de cierre<br />

de vano es susceptible de dañarse por deformaciones<br />

del dintel (lucetas y lucernarios de vidrio, marcos poco<br />

resist<strong>en</strong>tes, v<strong>en</strong>tanas de pivote vertical, puertas de corredera,<br />

etc.); así cuando el ancho de la abertura supere la<br />

dim<strong>en</strong>sión de 1,50 m, el dintel debe ser empotrado a la<br />

estructura del soporte macizo, <strong>en</strong> cuyo caso la longitud<br />

de apoyo de la viga de dintel <strong>en</strong> el soporte deberá estar<br />

<strong>en</strong>tre 0,20 y 0,30 m. Fig. 10<br />

3. En los casos <strong>en</strong> que no existan grandes paños de vidrio<br />

<strong>en</strong> la composición del cierre de vano, sus marcos sean<br />

resist<strong>en</strong>tes y la tipología de cierre (puertas, v<strong>en</strong>tanas) lo<br />

permita, la viga de dintel podrá t<strong>en</strong>er un simple apoyo<br />

<strong>en</strong> el soporte macizo, cuya dim<strong>en</strong>sión podrá estar <strong>en</strong>tre<br />

0,07 y 0,10 m, la cual equivale a aproximadam<strong>en</strong>te la mitad<br />

del ladrillo o bloque, cuando el cierre sea de fábrica.


Fig. 10<br />

4. En los casos <strong>en</strong> que la viga de cerram<strong>en</strong>to de la edificación<br />

actúe como dintel de las aberturas o vanos del<br />

cierre vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, la misma se considerará<br />

<strong>en</strong> condición de empotrami<strong>en</strong>to por continuidad.<br />

Solución geométrica y constructiva de puntos singulares<br />

de la abertura o vano <strong>en</strong> relación con la estanqueidad hacia<br />

el interior de la edificación.<br />

1. En el diseño de la abertura o vano del cierre macizo de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, deb<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar una<br />

solución eficaz todos los detalles arquitectónicos que<br />

asegur<strong>en</strong> la estanqueidad del interior de la edificación<br />

respecto al agua prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te del exterior, a partir del<br />

cumplimi<strong>en</strong>to de normas técnicas vig<strong>en</strong>tes y de especificaciones<br />

que permitan el aislami<strong>en</strong>to y la protección.<br />

2. En la cara inferior o sofito del dintel de la abertura o vano<br />

<strong>en</strong> el cierre macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, debe<br />

preverse un canal o goterón cercano a su borde exterior,<br />

que sirva de barrera física al escurrimi<strong>en</strong>to del agua hacia<br />

el interior de la edificación, por efecto de la t<strong>en</strong>sión<br />

superficial del líquido.<br />

3. Se recomi<strong>en</strong>da que sobre la superficie o plano superior<br />

del antepecho del vano del cierre macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical se coloqu<strong>en</strong> elem<strong>en</strong>tos o piezas, a manera<br />

de vierteaguas, con p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te del 10 al 20% prevista hacia<br />

el exterior, que sobresalgan o vuel<strong>en</strong> hacia fuera una<br />

dim<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre 30 y 50 mm. Fig. 11<br />

4. Es recom<strong>en</strong>dable que las piezas que forman el vierteaguas<br />

del antepecho del vano prevean un goterón <strong>en</strong> la<br />

189


190<br />

parte inferior de la parte sali<strong>en</strong>te, con el objetivo de evitar<br />

la escorr<strong>en</strong>tía sobre el plano vertical del cierre <strong>en</strong> la<br />

parte inferior del vano, lo cual puede producir suciedades<br />

y manchas, con el arrastre de partículas acumuladas<br />

<strong>en</strong> el alféizar. Fig. 11<br />

5. Los vierteaguas para el revestimi<strong>en</strong>to del antepecho o<br />

alféizar del vano, <strong>en</strong> el cierre macizo podrán ser piezas<br />

prefabricadas o losas, <strong>en</strong> cuya elección debe t<strong>en</strong>erse<br />

<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta su compatibilidad con el material del soporte,<br />

soluciones apropiadas de fijación o colocación, su cualidad<br />

de impermeabilidad y de elevada resist<strong>en</strong>cia a la<br />

acción del agua y la radiación solar y el desgaste. Fig. 12<br />

6. Se recomi<strong>en</strong>da que los ángulos <strong>en</strong>trantes <strong>en</strong>tre las difer<strong>en</strong>tes<br />

caras interiores de la abertura o vano, formadas<br />

por el espesor del soporte macizo, se realic<strong>en</strong> biselados<br />

o chanfleados, para evitar que el agua proced<strong>en</strong>te del<br />

exterior se escurra hacia las juntas y los sellados a lo largo<br />

de las aristas resultantes del <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro <strong>en</strong> ángulo recto.<br />

Fig. 13<br />

Solución formal y constructiva de los balcones y voladizos<br />

de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio.<br />

1. T<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que los balcones y otros elem<strong>en</strong>tos<br />

voladizos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical, propician <strong>en</strong> su proximidad<br />

zonas de manchas y difer<strong>en</strong>te coloración de los<br />

revestimi<strong>en</strong>tos y pinturas de los param<strong>en</strong>tos verticales,<br />

es más recom<strong>en</strong>dable el diseño de balcones y voladizos<br />

corridos, o aislados ubicados uniformem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical, que no reciba un lavado int<strong>en</strong>so por la<br />

lluvia, con el objetivo de uniformar estos efectos y reducir<br />

su influ<strong>en</strong>cia poco estética <strong>en</strong> la apari<strong>en</strong>cia del edificio.


2. En los casos que el antepecho del balcón sea macizo,<br />

el mismo debe cumplir con los requisitos de diseño establecidos<br />

para el diseño y las terminaciones del cierre<br />

vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio.<br />

3. La solución de diseño de los principales elem<strong>en</strong>tos tipológicos<br />

de los balcones y voladizos, tales como el vuelo o<br />

proyección de su plataforma horizontal, su condición de<br />

elem<strong>en</strong>to corrido o aislado y el tipo o solución de antepecho<br />

o barandilla para el caso del balcón, debe estar<br />

<strong>en</strong> relación con la tipología estructural del edificio, las soluciones<br />

constructivas y materiales previstos para los balcones<br />

y voladizos.<br />

Principales parámetros dim<strong>en</strong>sionales estructurales de voladizos<br />

y balcones, <strong>en</strong> relación con su tipología arquitectónica.<br />

1. La solución estructural de los balcones y voladizos de la<br />

<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio debe cumplir con los requisitos<br />

de idoneidad de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes,<br />

<strong>en</strong> relación con el uso, función y condiciones de explotación<br />

previstos, que permitan un desempeño efici<strong>en</strong>te<br />

y durable.<br />

2. Los criterios de solución estructural de las plataformas<br />

horizontales de balcones y voladizos deb<strong>en</strong> evitar una<br />

excesiva flexibilidad de los mismos, ya que pued<strong>en</strong> provocar<br />

fisuración y agrietami<strong>en</strong>to del material del soporte<br />

macizo vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio debido a la<br />

deformación.<br />

3. La longitud de vuelo de la plataforma horizontal de balcones<br />

y voladizos deberá estar <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia con<br />

la tipología estructural del soporte del cierre vertical de<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio y del resto de la estructura de<br />

191


192<br />

la edificación, con el objetivo de mant<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> los parámetros<br />

normados <strong>en</strong> cuanto a deformaciones permisibles.<br />

Es recom<strong>en</strong>dable que la dim<strong>en</strong>sión del vuelo de<br />

la plataforma del balcón, cuando la misma se resuelve<br />

mediante un sali<strong>en</strong>te de la losa de <strong>en</strong>trepiso, no supere<br />

1,20 m y 1,50 m para el caso de que t<strong>en</strong>gan vigas.<br />

4. La sección resist<strong>en</strong>te de la plataforma horizontal de balcones<br />

y voladizos, para el caso de empotrami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la<br />

estructura del soporte vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te,<br />

podrá ser racionalizada a través de una disminución de<br />

su peralto <strong>en</strong> el extremo de la misma, siempre que no sea<br />

m<strong>en</strong>or que un 25% del peralto <strong>en</strong> el empotrami<strong>en</strong>to. Fig.<br />

14<br />

Detalles de diseño de los elem<strong>en</strong>tos compon<strong>en</strong>tes del<br />

balcón o voladizo a la estructura de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical,<br />

incluy<strong>en</strong>do las uniones de los antepechos o barandillas de<br />

balcones a su propia estructura.<br />

1. En la solución de las uniones y apoyos estructurales de<br />

los elem<strong>en</strong>tos de balcones y voladizos a la estructura de<br />

la edificación, incluy<strong>en</strong>do la del soporte macizo del cierre,<br />

se deberá cumplir con las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes,<br />

sobre todo <strong>en</strong> relación con las condiciones de empotrami<strong>en</strong>to,<br />

la disposición y cuantía del refuerzo de acero y<br />

los rangos permisibles de flexibilidad y deformación de<br />

los elem<strong>en</strong>tos, así como de aislami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la unión del<br />

antepecho del balcón con el soporte.<br />

2. La condición estructural de la unión de los antepechos<br />

o barandas macizas del balcón a su estructura, debe ser<br />

de empotrami<strong>en</strong>to, defini<strong>en</strong>do las soluciones constructivas<br />

más adecuadas para lograr la estabilidad y resist<strong>en</strong>-


cia de dichos antepechos.<br />

3. En el caso de balcones de tipología corrida, que excedan<br />

una longitud de 3,00 m, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido paralelo a<br />

la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deberá lograrse un adecuado<br />

refuerzo y rigidización intermedia del antepecho, <strong>en</strong><br />

caso de ser de tipología maciza, sobre todo de fábrica.<br />

4. Los antepechos de perfiles metálicos deb<strong>en</strong> ser fijados<br />

preferiblem<strong>en</strong>te al borde vertical de la plataforma del<br />

balcón, previ<strong>en</strong>do una adecuada impermeabilización<br />

<strong>en</strong> dicha junta, todo lo cual reducirá la corrosión del elem<strong>en</strong>to<br />

de anclaje y las fisuras y despr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tos producidos<br />

por el aum<strong>en</strong>to de volum<strong>en</strong>. Fig. 15 y 16<br />

Detalles de diseño para la conducción y dr<strong>en</strong>aje del<br />

agua de la plataforma horizontal de balcones y voladizos a<br />

los puntos de evacuación.<br />

1. La p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te mínima de las plataformas o superficies horizontales<br />

de balcones y voladizos será del 1% hacia los<br />

puntos de desagüe, cumpli<strong>en</strong>do con las normas técnicas<br />

vig<strong>en</strong>tes (Norma NRMC 78:2004).<br />

2. En la cara inferior o sofito de la plataforma horizontal de<br />

balcones y voladizos debe preverse un canal o goterón<br />

cercano a su borde exterior, que sirva de barrera física<br />

al escurrimi<strong>en</strong>to del agua por t<strong>en</strong>sión superficial hacia<br />

el interior de la edificación o superficies verticales de los<br />

elem<strong>en</strong>tos de cierre de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio.<br />

3. Para el caso de antepechos de balcones, sobre todo<br />

con solución constructiva de fábrica u hormigón armado,<br />

deberá preverse que el remate superior, a manera<br />

de albardilla, t<strong>en</strong>ga la forma y p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te adecuada,<br />

si<strong>en</strong>do recom<strong>en</strong>dable que dicha pieza o elem<strong>en</strong>to so-<br />

193


194<br />

bresalga interiorm<strong>en</strong>te y exteriorm<strong>en</strong>te no m<strong>en</strong>os de 15<br />

mm, para evitar el escurrimi<strong>en</strong>to del agua por las superficies<br />

verticales. Fig.17A.<br />

4. En la selección de las piezas de remate o albardillas de<br />

los antepechos macizos del balcón, debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta su compatibilidad con el material del antepecho,<br />

soluciones apropiadas de fijación o colocación, su<br />

cualidad de impermeabilidad y de elevada resist<strong>en</strong>cia a<br />

la acción del agua, la radiación solar y la corrosión y el<br />

desgaste.<br />

5. En la solución de evacuación del agua de la plataforma<br />

horizontal de los balcones o voladizos deberá darse cumplimi<strong>en</strong>to<br />

a las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes y otras especificaciones,<br />

sobre todo <strong>en</strong> relación con la caída libre del<br />

agua y su altura, la cual cuando excede los 3,00 m, provoca<br />

indeseables efectos sobre la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical.<br />

6. En los casos que el agua de la plataforma o superficies<br />

horizontales de balcones y voladizos se escurra librem<strong>en</strong>te<br />

para ser evacuada por caída libre, deberán preverse<br />

elem<strong>en</strong>tos o piezas de vierteaguas <strong>en</strong> dichos bordes,<br />

para impedir que el agua se resbale o se deslice <strong>en</strong> la<br />

cara exterior del espesor de la plataforma, lo cual causa<br />

manchas y afeami<strong>en</strong>to y contribuye a la corrosión del refuerzo,<br />

<strong>en</strong> el caso de plataformas de hormigón armado.<br />

Fig. 17B.<br />

7. En el caso de los balcones, el diseño de las p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />

horizontales <strong>en</strong> su plataforma deberá impedir el flujo del<br />

agua hacia el interior de los locales del edificio, previ<strong>en</strong>do<br />

además un desnivel o saltillo mínimo <strong>en</strong>tre el nivel de<br />

piso interior y el del balcón no m<strong>en</strong>or de 20 mm.


8. En balcones y voladizos, las zonas o aristas de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro<br />

de los planos horizontales con los verticales <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes<br />

elem<strong>en</strong>tos deb<strong>en</strong> evitar la formación de ángulos diedros,<br />

conformando <strong>en</strong> su lugar un bisel u ochava.<br />

9. En la información de diseño de los balcones debe incluirse<br />

todo lo refer<strong>en</strong>te a la impermeabilización, sobre<br />

todo de la plataforma horizontal, mediante las soluciones<br />

de empleo g<strong>en</strong>eral para estos casos (membrana impermeabilizante,<br />

materiales bituminosos, cem<strong>en</strong>tosos o<br />

productos poliméricos, etc.), para lo cual es importante<br />

prever el tratami<strong>en</strong>to de los ángulos <strong>en</strong>tre planos verticales<br />

y horizontales con un ancho de aplicación no m<strong>en</strong>or<br />

de 250 mm y levantarse a una altura no m<strong>en</strong>or de 200<br />

mm <strong>en</strong> todo el perímetro del balcón, protegida por elem<strong>en</strong>tos<br />

de rodapié. Fig. 18.<br />

10. En el caso del dr<strong>en</strong>aje de balcones mediante gárgolas,<br />

se recomi<strong>en</strong>da que se coloqu<strong>en</strong> no m<strong>en</strong>os de dos, <strong>en</strong><br />

lugares no próximos a las esquinas de la plataforma, con<br />

su colector por debajo del Nivel de Piso Terminado del<br />

balcón (NPT), con una sección mínima no m<strong>en</strong>or de 4<br />

cm2/m2 de superficie horizontal y aislado <strong>en</strong> todo su perímetro,<br />

del antepecho mediante el uso de una masilla<br />

impermeable. En el caso de que la evacuación a la gárgola<br />

sea mediante un sumidero <strong>en</strong> el piso, protegido por<br />

rejilla, el mismo debe estar ubicado a una separación no<br />

m<strong>en</strong>or de 100 mm del antepecho macizo del balcón,<br />

para evitar la aparición de manchas provocadas por el<br />

agua, <strong>en</strong> la terminación del soporte. Fig. 19.<br />

195


196


Validación de los requisitos propuestos<br />

mediante la consulta a especialistas<br />

La concepción y aplicación de un procedimi<strong>en</strong>to de<br />

validación que se <strong>en</strong>focó a la efectividad y aplicabilidad<br />

de los requisitos de diseño propuestos y a la integración de<br />

un Comité de Especialistas de amplia compet<strong>en</strong>cia, experi<strong>en</strong>cia<br />

y significativa repres<strong>en</strong>tatividad como pot<strong>en</strong>ciales<br />

introductores de los resultados, permitió determinar con rigurosidad<br />

y de manera convinc<strong>en</strong>te, la validez de los requisitos<br />

de diseño propuestos.<br />

Bajo el concepto de efectividad se <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dió el grado<br />

<strong>en</strong> que el requisito propuesto contribuye a la prev<strong>en</strong>ción de<br />

defectos y deterioros que afect<strong>en</strong> la durabilidad de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />

vertical del edificio multifamiliar, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong><br />

la aplicabilidad se concibe el grado <strong>en</strong> que el requisito propuesto<br />

sea factible de usarse por diseñadores, inversionistas,<br />

supervisores, constructores u otro personal técnico.<br />

La consulta utilizó dos instrum<strong>en</strong>tos, iguales <strong>en</strong> su forma,<br />

solo varió el cont<strong>en</strong>ido de los mismos, referido a los requisitos<br />

de diseño de los elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical, se<br />

desarrolló de manera grupal, distingui<strong>en</strong>do tres mom<strong>en</strong>tos<br />

característicos:<br />

1. Ori<strong>en</strong>tación por parte del moderador;<br />

2. Respuesta individual y directa al cuestionario por cada<br />

especialista y 3) Debate controlado final para ampliar sobre<br />

las modificaciones propuestas.<br />

3. Como principio de validación se estimó validado todo<br />

requisito de diseño cuyo valor medio resultante de las respuestas<br />

a ambos criterios (efectividad y aplicabilidad),<br />

dadas por el total de especialistas consultados sea supe-<br />

197


198<br />

rior a 3,5, <strong>en</strong> una escala de 1 a 5.<br />

4. Como conclusión g<strong>en</strong>eral, el 100% de los requisitos sometidos<br />

a consulta fueron evaluados satisfactoriam<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />

efectividad y <strong>en</strong> aplicabilidad, lo que resulta que recibieron<br />

una evaluación promedio g<strong>en</strong>eral superior al valor<br />

mínimo de validación establecido.<br />

Conclusiones<br />

1. El <strong>en</strong>foque de desempeño durable de las nuevas edificaciones<br />

es portador de un concepto que se exti<strong>en</strong>de<br />

al logro de estándares elevados de calidad, con el propósito<br />

de que el producto final t<strong>en</strong>ga la capacidad de<br />

mant<strong>en</strong>er sus principales propiedades y condiciones <strong>en</strong><br />

la etapa de explotación y durante el tiempo de vida útil<br />

previsto.<br />

2. Se puso <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia la acertada relación metodológica<br />

y conceptual exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre las variables, los parámetros<br />

y los requisitos de diseño arquitectónico, como ruta de<br />

análisis y planteami<strong>en</strong>to de criterios teóricos y prácticos<br />

que permitan hacer una contribución significativa, desde<br />

la fase de diseño del edificio, al logro de un mejor<br />

desempeño durable durante su explotación.<br />

3. La influ<strong>en</strong>cia del diseño arquitectónico <strong>en</strong> el desempeño<br />

durable de la edificación ha sido demostrada internacionalm<strong>en</strong>te,<br />

atribuyéndole a los problemas originados <strong>en</strong><br />

el diseño <strong>en</strong>tre el 35% y el 45% de las causas de deterioro<br />

de las edificaciones.<br />

4. En las investigaciones de campo realizadas <strong>en</strong> esta investigación<br />

se determinó, que la influ<strong>en</strong>cia causal del diseño<br />

arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical <strong>en</strong> los deterioros<br />

registrados fue del 32,9%.


5. Se determinó el conjunto de variables y parámetros de<br />

diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio<br />

multifamiliar, que guardan relación con el asegurami<strong>en</strong>to<br />

del desempeño durable de la edificación, según<br />

los elem<strong>en</strong>tos compon<strong>en</strong>tes de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />

6. En el estudio patológico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los<br />

edificios multifamiliares que fueron objeto de la investigación<br />

de campo, se comprobó la máxima importancia<br />

del agua, como principal ag<strong>en</strong>te perjudicial para la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />

7. La concepción y aplicación de un procedimi<strong>en</strong>to de validación<br />

que se <strong>en</strong>focó a la efectividad y aplicabilidad<br />

de los requisitos de diseño propuestos y a la integración<br />

de un Comité de Especialistas de amplia compet<strong>en</strong>cia,<br />

experi<strong>en</strong>cia y significativa repres<strong>en</strong>tatividad como pot<strong>en</strong>ciales<br />

introductores de los resultados, permitió determinar,<br />

la validez de los requisitos de diseño propuestos.<br />

8. Los requisitos de diseño arquitectónico definidos para la<br />

<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares, se organizaron<br />

<strong>en</strong> 17 cuadros, complem<strong>en</strong>tados con figuras<br />

y detalles gráficos, todo lo cual permite una adecuada<br />

implem<strong>en</strong>tación y aplicabilidad <strong>en</strong>tre los diseñadores y<br />

otros especialistas.<br />

199


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201


LOS ESTUDIOS DE VULNERABILIDADES<br />

Y RIESGOS. ÉNFASIS EN NORMAS DE<br />

CONSTRUCCIÓN ANTE DIVERSAS<br />

AMENAZAS Y ESCENARIOS.<br />

Dr. Arq. Andrés Olivera Ranero, Dra.<br />

Arq. Dora María Artiles López<br />

202


LOS ESTUDIOS DE VULNERABILIDADES<br />

Y RIESGOS. ÉNFASIS EN NORMAS DE<br />

CONSTRUCCIÓN ANTE DIVERSAS AME-<br />

NAZAS Y ESCENARIOS.<br />

El medio construido como esc<strong>en</strong>ario<br />

del desastre.<br />

La <strong>en</strong>trada al siglo XXI <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta a la humanidad ante viejos<br />

y nuevos problemas que sigu<strong>en</strong> p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de solución. Los<br />

desastres, tan antiguos como la civilización humana, sigu<strong>en</strong><br />

hoy cobrando víctimas y causando verdaderas catástrofes<br />

<strong>en</strong> ext<strong>en</strong>sas regiones, como evid<strong>en</strong>cia del mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

de condiciones de vulnerabilidad.<br />

Desde hace varias décadas se manti<strong>en</strong>e una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

de urbanización de la población mundial, como resultado<br />

del aum<strong>en</strong>to demográfico, la polarización social y económica<br />

hacia las principales ciudades y otros procesos de<br />

dinámica social que se manifiestan <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes esc<strong>en</strong>arios<br />

y regiones. Paralelo a esto, también ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lugar problemáticas<br />

que no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran aún una solución adecuada,<br />

como es el agrandami<strong>en</strong>to de la brecha de desarrollo <strong>en</strong>tre<br />

países, el aum<strong>en</strong>to de la pobreza y el hambre, la falta de acceso<br />

a condiciones dignas de habitabilidad y otros flagelos<br />

de la sociedad<br />

En el Informe Mundial de Reducción de Riesgos de Desastres,<br />

elaborado por el PNUD <strong>en</strong> el 2004, se fija <strong>en</strong> un 75%,<br />

la proporción de la población mundial que vive <strong>en</strong> zonas<br />

impactadas por ev<strong>en</strong>tos como terremotos, ciclones tropicales,<br />

inundaciones y sequías, lo cual trae como consecu<strong>en</strong>cia<br />

203


204<br />

que cada día por causa de los desastres <strong>en</strong> el mundo muer<strong>en</strong><br />

184 personas, y por cada una de estas víctimas exist<strong>en</strong><br />

no m<strong>en</strong>os de 3000 seres humanos bajo am<strong>en</strong>aza cierta. En<br />

ese estudio se expresa que si bi<strong>en</strong> sólo un 11% de la población<br />

expuesta a am<strong>en</strong>azas naturales vive <strong>en</strong> países de bajo<br />

índice de desarrollo humano, éstos conc<strong>en</strong>tran más del 53%<br />

por ci<strong>en</strong>to del total de víctimas fatales.<br />

En América Latina y el Caribe se ha v<strong>en</strong>ido elevando<br />

la frecu<strong>en</strong>cia con que se produc<strong>en</strong> situaciones de desastres;<br />

aunque esto no quiere decir necesariam<strong>en</strong>te que exista<br />

una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia verificada de aum<strong>en</strong>to de la int<strong>en</strong>sidad<br />

y recurr<strong>en</strong>cia de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os y procesos naturales, sino<br />

que se ha increm<strong>en</strong>tado la vulnerabilidad. Un huracán de<br />

categoría m<strong>en</strong>or, como Stan <strong>en</strong> el 2005, que mantuvo características<br />

extremas con categoría 1 <strong>en</strong> la escala de Saffir-Simpson,<br />

provocó una seria situación de emerg<strong>en</strong>cia por<br />

inundaciones <strong>en</strong> C<strong>en</strong>troamérica, sobre todo <strong>en</strong> Guatemala<br />

y El Salvador.<br />

A inicios del 2000, un reporte del Banco Mundial reconocía<br />

que 330 millones de habitantes <strong>en</strong> el planeta desarrollaban<br />

su exist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> situación de pobreza, 600 millones <strong>en</strong><br />

condiciones peligrosas para sus vidas, mi<strong>en</strong>tras que 800 millones<br />

residían <strong>en</strong> vivi<strong>en</strong>das inadecuadas. América Latina y<br />

el Caribe, con más del 75% de su población aglomerándose<br />

<strong>en</strong> sus núcleos urbanos, constituye un ejemplo de este sombrío<br />

panorama, una de cuyas consecu<strong>en</strong>cias directas es el<br />

increm<strong>en</strong>to de la vulnerabilidad a los desastres naturales.<br />

En las próximas décadas, se superará la cifra de 500 millones<br />

de latinoamericanos y caribeños que vivan <strong>en</strong> áreas<br />

urbanas; lam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te muchos de ellos <strong>en</strong> situación de


pobreza, insalubridad y desprotección.<br />

El medio construido, <strong>en</strong> tanto <strong>en</strong>torno físico edificado<br />

por la actividad humana y sustrato donde se desarrollan las<br />

actividades colectivas e individuales de todo tipo; constituye<br />

no sólo la base para el funcionami<strong>en</strong>to de la sociedad <strong>en</strong><br />

sus difer<strong>en</strong>tes escalas y manifestaciones; sino que ha dev<strong>en</strong>ido<br />

<strong>en</strong> uno de los principales esc<strong>en</strong>arios del desastre.<br />

Exist<strong>en</strong> problemáticas d<strong>en</strong>tro del <strong>en</strong>torno edificado, sobre<br />

todo <strong>en</strong> los núcleos urbanos más populosos, que devi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> factores originarios y catalizadores de situaciones de<br />

desastre pot<strong>en</strong>cial, como es el hacinami<strong>en</strong>to habitacional,<br />

las graves inequidades sociales, la distribución desigual de la<br />

riqueza, la degradación ambi<strong>en</strong>tal, el aum<strong>en</strong>to de la tugurización<br />

y de los cinturones de miseria alrededor de las grandes<br />

ciudades y otras car<strong>en</strong>cias políticas, económicas, sociales,<br />

educacionales, culturales, ambi<strong>en</strong>tales y de otra índole.<br />

Sin embargo, se manifiestan otros problemas que disparan<br />

la vulnerabilidad del medio construido a los procesos<br />

naturales, como son: el diseño incorrecto y la defici<strong>en</strong>te calidad<br />

de las construcciones, el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to insufici<strong>en</strong>te, la<br />

falta de correspond<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la planificación del desarrollo<br />

y el uso del territorio, problemas de legalización del suelo<br />

o institucional, que hac<strong>en</strong> que se realic<strong>en</strong> las construcciones<br />

sin la calidad necesaria y <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os m<strong>en</strong>os recom<strong>en</strong>dables,<br />

el crecimi<strong>en</strong>to incontrolado de las ciudades y los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

humanos y la aus<strong>en</strong>cia de una acertada y previsora<br />

gestión del riesgo urbano.<br />

Vulnerabilidad y riesgos <strong>en</strong> el medio construido.<br />

El riesgo al desastre: am<strong>en</strong>azas y vulnerabilidad <strong>en</strong> el<br />

medio construido.<br />

205


206<br />

La definición clásica más aceptada del riesgo de desastre,<br />

tal como la plantea Mansilla (2000), es la probabilidad<br />

de que se manifieste una am<strong>en</strong>aza determinada sobre un<br />

sistema con un grado de vulnerabilidad dado, que <strong>en</strong> términos<br />

formales expresa de la sigui<strong>en</strong>te manera:<br />

Riesgo = (Am<strong>en</strong>aza X Prev<strong>en</strong>ción) (Vulnerabilidad<br />

X Mitigación)<br />

Es bu<strong>en</strong>o aclarar que definiciones como la anterior, c<strong>en</strong>tran<br />

su concepto <strong>en</strong> el papel dominante del elem<strong>en</strong>to físico-natural<br />

y por <strong>en</strong>de, <strong>en</strong> la vulnerabilidad física o tangible ante la<br />

acción del peligro. De aquí que existan visiones de mayor integralidad<br />

<strong>en</strong> torno a la relación <strong>en</strong>tre vulnerabilidad y am<strong>en</strong>aza,<br />

lo cual conduce también a <strong>en</strong>foques más completos<br />

del concepto de riesgo.<br />

Wilches-Chaux (1989) desdobla la vulnerabilidad <strong>en</strong><br />

múltiples dim<strong>en</strong>siones que rebasan el marco de lo físico y<br />

relaciona otros elem<strong>en</strong>tos no m<strong>en</strong>os importantes, como lo<br />

económico, social, ambi<strong>en</strong>tal, cultural, educativo, ideológico,<br />

política e institucional. Esto es ampliado por Lavell (1996)<br />

al incorporar una visión global sobre la concepción del riesgo,<br />

parti<strong>en</strong>do de caracterizar las am<strong>en</strong>azas <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes<br />

tipos, según su fu<strong>en</strong>te de orig<strong>en</strong> y demostrando que <strong>en</strong> el<br />

proceso de manifestación del riesgo concurre un conjunto<br />

de factores sociales y de otra índole, <strong>en</strong> relación con la conformación<br />

de cierto tipo de am<strong>en</strong>azas, como resultado de<br />

un proceso continuo.<br />

Estas y otras definiciones y concepciones giran alrededor<br />

de los conceptos fundam<strong>en</strong>tales de am<strong>en</strong>aza, riesgo,<br />

desastre y vulnerabilidad. Existe coincid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> definir la<br />

am<strong>en</strong>aza o el peligro, como el ev<strong>en</strong>to detonador o des<strong>en</strong>-


cad<strong>en</strong>ante de las consecu<strong>en</strong>cias desastrosas. Herzer (2002),<br />

junto con otros, precisa justam<strong>en</strong>te la necesidad de que los<br />

factores am<strong>en</strong>azantes se conjugu<strong>en</strong> con determinadas condiciones<br />

de vulnerabilidad <strong>en</strong> los objetos expuestos, a fin de<br />

desembocar <strong>en</strong> tales situaciones de riesgo. Por ello, no todo<br />

acontecimi<strong>en</strong>to crítico se convierte per se <strong>en</strong> desastre; para<br />

que ello ocurra, el ev<strong>en</strong>to debe impactar <strong>en</strong> una comunidad<br />

o contexto social determinado y superar la capacidad<br />

de éste para hacerle fr<strong>en</strong>te, lo cual es explícitam<strong>en</strong>te visible<br />

<strong>en</strong> el medio construido.<br />

De este modo, los ev<strong>en</strong>tos des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>antes, son factores<br />

necesarios pero no son condición sufici<strong>en</strong>te ni predominante<br />

para la exist<strong>en</strong>cia de un desastre <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno<br />

edificado, parti<strong>en</strong>do del <strong>en</strong>foque de Wilches-Chaux (1993),<br />

compartido por Herzer (1998, 2000), Cardona (2003) y otros,<br />

que reconoce el grado de vulnerabilidad del medio construido,<br />

<strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado y para peligros id<strong>en</strong>tificados,<br />

como una acumulación de vulnerabilidades. No se puede<br />

ignorar que los desastres pon<strong>en</strong> de manifiesto la relación extrema<br />

<strong>en</strong>tre los ev<strong>en</strong>tos des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>antes y la estructura y<br />

organización de la sociedad, de tal manera que se constituy<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> procesos y mom<strong>en</strong>tos críticos que superan la capacidad<br />

material de la población para absorber, amortiguar o<br />

evitar los efectos negativos del acontecimi<strong>en</strong>to físico.<br />

El pres<strong>en</strong>te trabajo parte de los conceptos expresados<br />

por Cardona (2001, 2003), vulnerabilidad definida como el<br />

factor de riesgo interno de un elem<strong>en</strong>to o grupo de elem<strong>en</strong>tos<br />

expuestos a una am<strong>en</strong>aza, correspondi<strong>en</strong>te a su predisposición<br />

intrínseca a ser afectado o de ser susceptible a sufrir<br />

un daño; así como de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el riesgo como la probabi-<br />

207


208<br />

lidad que se pres<strong>en</strong>te un nivel de consecu<strong>en</strong>cias económicas,<br />

sociales o ambi<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> un sitio particular durante un<br />

período de tiempo definido.<br />

Para el caso específico del medio construido, tales conceptos<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran una precisión más apropiada, tal como<br />

se expresa por Wilches-Chaux (1993) citando a Cuny, que<br />

compr<strong>en</strong>de la vulnerabilidad como la condición <strong>en</strong> la cual<br />

los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos o las edificaciones de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />

<strong>en</strong> peligro <strong>en</strong> virtud de su proximidad a una am<strong>en</strong>aza,<br />

la calidad de la construcción o ambos factores.<br />

Esto es abordado por Arguello-Rodríguez (2004) qui<strong>en</strong><br />

señala que la satisfacción de la necesidad de vivi<strong>en</strong>da lleva<br />

a una serie de acciones constructivas que incluy<strong>en</strong> el uso de<br />

tierras inadecuadas para habitar, el uso de edificios urbanos<br />

<strong>en</strong> malas condiciones y la g<strong>en</strong>eralizada autoconstrucción.<br />

Llama la at<strong>en</strong>ción también a la diversidad de condiciones<br />

de riesgo derivadas tanto de los sistemas constructivos como<br />

de la gestión del uso del suelo, sobre todo <strong>en</strong> la localización<br />

de las construcciones <strong>en</strong> territorios de alto riesgo, <strong>en</strong> la baja<br />

calidad de materiales, su uso inadecuado y el desconocimi<strong>en</strong>to<br />

de las técnicas.<br />

El <strong>en</strong>foque del pres<strong>en</strong>te trabajo gira alrededor de la<br />

d<strong>en</strong>ominada vulnerabilidad física, <strong>en</strong> coincid<strong>en</strong>cia con los<br />

criterios Cardona (2003) que cita a Starr, relacionada con el<br />

grado de exposición y la capacidad de los elem<strong>en</strong>tos del<br />

medio construido para soportar la acción de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />

naturales o de otro tipo. Éste es un abordaje técnico o tecnológico<br />

de la vulnerabilidad, que c<strong>en</strong>tra su planteami<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong> la am<strong>en</strong>aza como detonante del desastre, <strong>en</strong> la vulnerabilidad<br />

intrínseca del medio construido como condición pro-


piciatoria del riesgo y <strong>en</strong> sus causales u oríg<strong>en</strong>es, tanto <strong>en</strong> las<br />

fases de diseño y construcción, como <strong>en</strong> las de explotación<br />

y uso de sus elem<strong>en</strong>tos.<br />

Dar la prioridad a la vulnerabilidad física o técnica, para<br />

estudiar el comportami<strong>en</strong>to del medio construido respecto<br />

al desastre, no desconoce la influ<strong>en</strong>cia de las otras dim<strong>en</strong>siones<br />

de la vulnerabilidad (económicas, sociales, culturales<br />

y de otro tipo), pero ori<strong>en</strong>ta sus conclusiones hacia las<br />

medidas tecnológicas que permitan elevar la capacidad<br />

resist<strong>en</strong>te de sus elem<strong>en</strong>tos a los efectos de las acciones extremas<br />

del contexto.<br />

Principales am<strong>en</strong>azas naturales al<br />

medio construido.<br />

Un número importante de las ciudades, expresión más<br />

compleja del medio construido, sean grandes o de m<strong>en</strong>or<br />

tamaño, se ubican <strong>en</strong> zonas prop<strong>en</strong>sas a un amplio surtido<br />

de am<strong>en</strong>azas físicas - naturales, cuyos impactos se hac<strong>en</strong><br />

más notorios por los niveles de población e infraestructura<br />

ahí conc<strong>en</strong>trados y los niveles de vulnerabilidad social exist<strong>en</strong>tes.<br />

Además, de forma cada vez más relevante, el mismo<br />

proceso de urbanización y los cambios que suscita <strong>en</strong> las<br />

regiones que circundan las ciudades, modifica y transforma<br />

los elem<strong>en</strong>tos físico-naturales exist<strong>en</strong>tes, creando nuevas<br />

am<strong>en</strong>azas o amplificando <strong>en</strong> int<strong>en</strong>sidad y recurr<strong>en</strong>cia las ya<br />

exist<strong>en</strong>tes.<br />

Es preciso recordar que las am<strong>en</strong>azas de orig<strong>en</strong> físico-natural<br />

constituy<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te un compon<strong>en</strong>te de los<br />

factores de riesgo <strong>en</strong> el medio construido. La conc<strong>en</strong>tración<br />

espacial de población e infraestructura económica, la complejidad<br />

e interconexión de los elem<strong>en</strong>tos de la estructura<br />

209


210<br />

urbana y la amplia falta de controles y normatividad refer<strong>en</strong>te<br />

a la seguridad ciudadana, increm<strong>en</strong>tan y diversifican<br />

los factores de riesgo.<br />

En relación del medio construido, las am<strong>en</strong>azas naturales<br />

más características son de los sigui<strong>en</strong>tes tipos:<br />

• Am<strong>en</strong>azas geodinámicas: Sismos, tsunamis, deslizami<strong>en</strong>tos<br />

(deslaves, avalanchas, grandes deformaciones del<br />

suelo), erupciones volcánicas.<br />

• Am<strong>en</strong>azas hidrológicas: Desbordami<strong>en</strong>tos de ríos y<br />

embalses, sequías, desertificación, sedim<strong>en</strong>tación y salinización<br />

de los suelos.<br />

• Am<strong>en</strong>azas meteorológicas: Huracanes y torm<strong>en</strong>tas<br />

tropicales, tornados, ev<strong>en</strong>tos asociados a El Niño y f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />

comunes, grandes heladas.<br />

Es común considerar, <strong>en</strong>tre la clasificación y ejemplos<br />

anteriores, las am<strong>en</strong>azas de mayor peligrosidad e incid<strong>en</strong>cia<br />

<strong>en</strong> las construcciones y sus aglomeraciones urbanas, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didas<br />

como:<br />

• Ev<strong>en</strong>tos geodinámicos: sismos, erupciones volcánicas<br />

y deslizami<strong>en</strong>tos del<br />

suelo.<br />

• Ev<strong>en</strong>tos hidrometeorológicos: huracanes, depresiones<br />

y torm<strong>en</strong>tas tropicales,<br />

con otros f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os asociados, como las inundaciones,<br />

p<strong>en</strong>etración del mar.<br />

Ev<strong>en</strong>tos geodinámicos:<br />

El sismo es una de las am<strong>en</strong>azas naturales más destructivas,<br />

incluy<strong>en</strong>do al medio construido, donde puede llegar a<br />

destruir ciudades <strong>en</strong>teras, <strong>en</strong> virtud de su fuerza de impacto<br />

rep<strong>en</strong>tino y poco aviso.


Las vibraciones del sismo ocurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> una variedad de<br />

frecu<strong>en</strong>cias y velocidades, d<strong>en</strong>tro de un proceso de ruptura<br />

que puede durar desde una fracción de segundo hasta<br />

unos pocos minutos <strong>en</strong> el caso de terremotos mayores.<br />

Las ondas sísmicas g<strong>en</strong>eradas por la ruptura pued<strong>en</strong> durar<br />

desde m<strong>en</strong>os de décimas de segundo hasta m<strong>en</strong>os de un<br />

minuto.<br />

La escala de Richter, a través de la cual se mide la int<strong>en</strong>sidad<br />

de los sismos es logarítmica, lo cual significa que<br />

un aum<strong>en</strong>to de una magnitud significa un aum<strong>en</strong>to de 10<br />

partes <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to de la tierra, o aproximadam<strong>en</strong>te un<br />

aum<strong>en</strong>to de 30 veces la <strong>en</strong>ergía. De modo que, un terremoto<br />

de magnitud 7.5 descarga 30 veces más <strong>en</strong>ergía que uno<br />

de magnitud 6.5, y aproximadam<strong>en</strong>te 900 veces la de un<br />

terremoto de magnitud 5.5.<br />

El pot<strong>en</strong>cial peligroso del sismo, si bi<strong>en</strong> se manifiesta por<br />

sus efectos directos, también causan efectos indirectos muy<br />

dañinos para las construcciones, como pued<strong>en</strong> ser los deslizami<strong>en</strong>tos<br />

de tierra y los tsunamis.<br />

Las erupciones volcánicas constituy<strong>en</strong> otra am<strong>en</strong>aza<br />

natural de tipo geodinámico, características por sus efectos<br />

directos y las consecu<strong>en</strong>cias secundarias o indirectas. La<br />

lluvia de c<strong>en</strong>izas, que llega a ser copiosa <strong>en</strong> grandes distancias,<br />

además de su nocividad a las personas, la naturaleza<br />

y el ambi<strong>en</strong>te <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, puede llegar a provocar fallos y<br />

destrucciones de edificaciones, sobre todo de vivi<strong>en</strong>das precarias<br />

y construcciones antiguas con poco mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to,<br />

debido al sobrepeso <strong>en</strong> sus techos y otras superficies horizontales<br />

e inclinadas, que llegan a causar daños estructurales y<br />

el desplome total o parcial de la construcción.<br />

211


212<br />

El efecto más nocivo de la erupción volcánica es el flujo<br />

piroclástico, dado su pot<strong>en</strong>cia de destrucción y lo súbito<br />

de su aparición. Consiste <strong>en</strong> explosiones dirigidas horizontalm<strong>en</strong>te<br />

o de rápidas ráfagas de gas <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to que<br />

conti<strong>en</strong><strong>en</strong> c<strong>en</strong>iza y fragm<strong>en</strong>tos más grandes <strong>en</strong> susp<strong>en</strong>sión.<br />

Viajan a gran velocidad y queman todo lo que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />

a su paso. Los flujos se muev<strong>en</strong> <strong>en</strong> forma de avalancha de<br />

nieve o rocas ya que conti<strong>en</strong><strong>en</strong> una pesada carga de polvo<br />

y fragm<strong>en</strong>tos de lava, los cuales son más d<strong>en</strong>sos que el aire<br />

que los rodea. A medida que viajan se sigue descargando<br />

gas, creando una nube que se expande continuam<strong>en</strong>te.<br />

Entre los efectos indirectos de la erupción, se cu<strong>en</strong>tan<br />

los aludes de lodo y otros detritos volcánicos, formados por<br />

<strong>en</strong>ormes cantidades de c<strong>en</strong>iza y de fragm<strong>en</strong>tos más grandes<br />

se acumulan después de una erupción <strong>en</strong> las empinadas<br />

laderas de un volcán, a veces de una profundidad de<br />

varios metros. Cuando se mezclan con agua, las eyecciones<br />

volcánicas se transforman <strong>en</strong> un material que fluye fácilm<strong>en</strong>te<br />

colina abajo, como concreto mojado.<br />

La velocidad del alud es afectada por el volum<strong>en</strong> del<br />

lodo y los escombros, su viscosidad y la p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te y característica<br />

del terr<strong>en</strong>o. La velocidad puede alcanzar hasta 100<br />

km por hora y la distancia viajada puede sobrepasar los 100<br />

kilómetros.<br />

Todavía está <strong>en</strong> la memoria la destrucción de Armero,<br />

Colombia <strong>en</strong> el 1985, causada por la erupción del Nevado<br />

del Ruiz, lo que causó la muerte de 25 mil personas, otros 5<br />

mil heridos, 10 mil damnificados y pérdidas millonarias.<br />

Otros f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os destructivos pued<strong>en</strong> ser intuidos por<br />

las erupciones volcánicas, como el arrasami<strong>en</strong>to de todo lo


que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> los ríos de lava <strong>en</strong> las p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes del volcán,<br />

o ev<strong>en</strong>tos tan significativos como los tsunamis.<br />

Los deslizami<strong>en</strong>tos de tierra son una am<strong>en</strong>aza geodinámica<br />

de frecu<strong>en</strong>te ocurr<strong>en</strong>cia como resultado de cambios,<br />

súbitos o graduales, <strong>en</strong> la composición, estructura, hidrología<br />

o vegetación de una ladera.<br />

Las causas de los deslizami<strong>en</strong>tos son diversas, <strong>en</strong>tre las<br />

que se cu<strong>en</strong>tan las vibraciones (por sismos u otras causales),<br />

los cambios <strong>en</strong> el cont<strong>en</strong>ido interno de agua del suelo, la<br />

remoción de apoyo lateral que es producto de la erosión, el<br />

fallo de la ladera, obras incorrectas de construcción y excavación,<br />

así como la deforestación o pérdida de vegetación<br />

estabilizadora.<br />

También el peso excesivo sobre las laderas, por granizo,<br />

nieve, acumulación de piedras sueltas o material volcánico,<br />

acumulaciones de material (roca, desechos) y el desgaste<br />

por acciones físicas o químicas.<br />

En área urbana, los deslizami<strong>en</strong>tos muchas veces se<br />

proWduc<strong>en</strong> por acciones humanas, donde suel<strong>en</strong> ser inducidos<br />

por la interrupción del curso de las aguas y cambios <strong>en</strong><br />

el agua potable, así como por las nuevas construcciones <strong>en</strong><br />

laderas que emplean métodos de desmonte y terraplén, los<br />

cuales perjudican la estabilidad.<br />

Ev<strong>en</strong>tos hidrometeorológicos:<br />

El huracán o ciclón tropical constituye el ev<strong>en</strong>to por excel<strong>en</strong>cia<br />

<strong>en</strong>tre las am<strong>en</strong>azas hidrometeorológicas. Según<br />

un informe del la Organización Meteorológica Mundial del<br />

2002, <strong>en</strong> la década anterior (1991-2000) más del 90% de las<br />

víctimas de desastres naturales perdieron la vida a causa de<br />

f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os hidrometeorológicos extremos. Para la región<br />

213


214<br />

geográfica de C<strong>en</strong>troamérica y el Caribe, uno de los desastres<br />

más significativos fue el paso del huracán Mitch, con la<br />

nefasta secuela de muertos, damnificados y destrucción del<br />

hábitat construido, sobre todo <strong>en</strong> Honduras y países limítrofes.<br />

Los ciclones tropicales se caracterizan por sus vi<strong>en</strong>tos<br />

destructivos, las mareas de tempestad, y los niveles excepcionales<br />

de lluvia que pued<strong>en</strong> causar inundaciones.<br />

Los vi<strong>en</strong>tos viol<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>erados por un ciclón tropical<br />

circulan <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de las manecillas del reloj <strong>en</strong> el hemisferio<br />

sur y <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido inverso <strong>en</strong> el hemisferio norte, mi<strong>en</strong>tras<br />

forman espirales hacia ad<strong>en</strong>tro y aum<strong>en</strong>tan de int<strong>en</strong>sidad<br />

cerca del c<strong>en</strong>tro. Las velocidades del vi<strong>en</strong>to aum<strong>en</strong>tan<br />

progresivam<strong>en</strong>te al acercarse al núcleo.<br />

Provocadas por los huracanes, la sobreelevación del<br />

mar por <strong>en</strong>cima de la marea normalm<strong>en</strong>te pronosticada<br />

astronómicam<strong>en</strong>te, es a m<strong>en</strong>udo un factor clave o incluso<br />

el factor dominante <strong>en</strong> un desastre causado por ciclones y<br />

torm<strong>en</strong>tas tropicales. Al acercarse el ciclón a la costa, la fricción<br />

de vi<strong>en</strong>tos fuertes <strong>en</strong> tierra firme sobre la superficie del<br />

mar, <strong>en</strong> combinación con el “efecto de succión” de la presión<br />

atmosférica reducida, pued<strong>en</strong> acumular agua de mar<br />

a lo largo de la costa muy por <strong>en</strong>cima del nivel de marea<br />

pronosticado para ese mom<strong>en</strong>to cerca del punto donde<br />

el ciclón toca tierra. En ciclones de int<strong>en</strong>sidad moderada,<br />

el efecto no suele rebasar unos cuantos metros, pero <strong>en</strong> el<br />

caso de ciclones excepcionalm<strong>en</strong>te int<strong>en</strong>sos se han docum<strong>en</strong>tado<br />

olas de torm<strong>en</strong>ta de hasta ocho metros.<br />

La región costera c<strong>en</strong>troamericana y los países de la<br />

cu<strong>en</strong>ca del mar Caribe, pres<strong>en</strong>tan una prop<strong>en</strong>sión a sufrir


los efectos de la marea de torm<strong>en</strong>ta, sobre todo <strong>en</strong> zonas<br />

con tierras de poca elevación a lo largo de bahías cerradas<br />

o semicerradas que dan al océano.<br />

Las lluvias de gran int<strong>en</strong>sidad son otra de las am<strong>en</strong>azas<br />

hidrometeorológicas de consideración para el medio<br />

construido. Los niveles más altos de precipitación <strong>en</strong> uno o<br />

dos días correspond<strong>en</strong> a ciclones tropicales. La humedad<br />

específica tan alta se cond<strong>en</strong>sa <strong>en</strong> gotas excepcionalm<strong>en</strong>te<br />

grandes de lluvia y nubes cúmulo gigantescas, las cuales<br />

casan las altas tasas de precipitación.<br />

Cuando un huracán toca tierra, la lluvia satura rápidam<strong>en</strong>te<br />

aún las áreas secas de la cu<strong>en</strong>ca de captación y<br />

el rápido derrame puede inundar rep<strong>en</strong>tinam<strong>en</strong>te las vías<br />

normales de desagüe y crear otras vías nuevas. La relación<br />

<strong>en</strong>tre la fuerza del ciclón y la precipitación pluvial puede no<br />

ser proporcional. Por ejemplo, si la atmósfera sobre la tierra<br />

es seca, un ciclón fuerte puede debilitarse rápidam<strong>en</strong>te y la<br />

precipitación puede ser reducida. Por otro lado, si la atmósfera<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra saturada y grandes ext<strong>en</strong>siones de terr<strong>en</strong>o<br />

están inundadas, un ciclón débil o mediano tardará <strong>en</strong><br />

debilitarse y la precipitación persistirá.<br />

En los últimos años ha aum<strong>en</strong>tado la ocurr<strong>en</strong>cia de inundaciones<br />

rep<strong>en</strong>tinas y el desbordami<strong>en</strong>to catastrófico de<br />

ríos atribuibles a ciclones debido a la caída de precipitaciones<br />

altas sobre p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de montes severam<strong>en</strong>te desforestadas.<br />

Los derrumbes y los ríos pequeños bloqueados con<br />

troncos flotantes y escombros han anegado rápidam<strong>en</strong>te<br />

pueblos y planicies habitadas, causando muchas muertes y<br />

la destrucción de las construcciones y la infraestructura.<br />

Vulnerabilidades del medio construido.<br />

215


216<br />

El medio construido se distingue <strong>en</strong> dos escalas o planos<br />

de complejidad y dim<strong>en</strong>sión. Por una parte, el medio<br />

urbano, que está constituido por la aglomeración de construcciones,<br />

infraestructura y otros elem<strong>en</strong>tos edificados que<br />

se interrelacionan como un sistema, conformando las ciudades<br />

de difer<strong>en</strong>te magnitud e importancia y otros as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

edificados. En otro s<strong>en</strong>tido, por las construcciones<br />

específicas <strong>en</strong> sí mismas, <strong>en</strong> tanto vivi<strong>en</strong>das, edificios sociales,<br />

industriales y de otra índole, obras viales y de ing<strong>en</strong>iería<br />

infraestructural, las cuales pued<strong>en</strong> formar parte de ciudades<br />

y núcleos urbanos o as<strong>en</strong>tarse <strong>en</strong> zonas rurales, montañosas<br />

y otros esc<strong>en</strong>arios.<br />

La creación de condiciones de vulnerabilidad al desastre<br />

está relacionada con un contexto natural y construido<br />

específico y con un mom<strong>en</strong>to dado; constituy<strong>en</strong>do un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />

complejo, por cuanto posee un carácter multidim<strong>en</strong>sional,<br />

<strong>en</strong>marcado <strong>en</strong> un proceso de causa-efecto, donde<br />

se gestan y pued<strong>en</strong> ir acumulándose progresivam<strong>en</strong>te, situaciones<br />

de riesgo y de vulnerabilidad progresiva.<br />

La vulnerabilidad del medio urbano no es la suma de las<br />

vulnerabilidades de sus construcciones compon<strong>en</strong>tes, por<br />

cuanto dep<strong>en</strong>de de una gran variedad de factores y relaciones<br />

que ti<strong>en</strong>e lugar <strong>en</strong> su interior.<br />

La vulnerabilidad urbana condiciona un riesgo múltiple,<br />

dado por la creci<strong>en</strong>te ext<strong>en</strong>sión de las áreas susceptibles a<br />

sufrir daños causados por am<strong>en</strong>azas de distinta magnitud y<br />

por la conc<strong>en</strong>tración de elem<strong>en</strong>tos expuestos tales como vivi<strong>en</strong>das,<br />

infraestructura, servicios, etc. En el caso de am<strong>en</strong>azas<br />

de gran magnitud (terremotos, erupciones volcánicas,<br />

huracanes, etc.) muchas ciudades han sido esc<strong>en</strong>arios de


grandes desastres, con la destrucción masiva de vivi<strong>en</strong>das,<br />

edificios, infraestructura y cantidades considerables <strong>en</strong> pérdidas<br />

de vidas humanas, sobre todo <strong>en</strong> áreas d<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te<br />

pobladas.<br />

La vulnerabilidad urbana se eleva también como resultado<br />

del proceso de tugurización que se ha dado como<br />

consecu<strong>en</strong>cia del modelo de urbanización, con una d<strong>en</strong>sificación<br />

y el deterioro de las edificaciones. También se agrava<br />

la situación con las precarias condiciones de vivi<strong>en</strong>da<br />

exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> las áreas críticas, la escasez y defici<strong>en</strong>cia de<br />

los servicios, con mayor énfasis <strong>en</strong> los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos marginales,<br />

con mayor precariedad <strong>en</strong> las técnicas y materiales<br />

de construcción y por las características geográficas de los<br />

terr<strong>en</strong>os ocupados que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se localizan <strong>en</strong> barrancas<br />

susceptibles a deslaves, inundaciones, sismos, hundimi<strong>en</strong>tos,<br />

etc.<br />

La vulnerabilidad de la edificación se conforma por la<br />

interrelación de las sigui<strong>en</strong>tes vulnerabilidades:<br />

• Vulnerabilidad estructural<br />

• Vulnerabilidad no estructural<br />

• Vulnerabilidad funcional<br />

La vulnerabilidad estructural es la que está referida a los<br />

elem<strong>en</strong>tos portantes de la edificación, es decir a las partes<br />

que garantizan estabilidad, como son los cimi<strong>en</strong>tos, muros<br />

portantes, vigas, columnas, <strong>en</strong>trepisos y cubiertas, etc. Expresa<br />

la susceptibilidad que la estructura pres<strong>en</strong>ta fr<strong>en</strong>te a<br />

posibles daños, muchas veces totalm<strong>en</strong>te destructivos para<br />

la edificación.<br />

En la vulnerabilidad estructural influye el propio diseño<br />

de la edificación, puesto que una parte importante de los<br />

217


218<br />

mayores daños constructivos se refier<strong>en</strong> a la aplicación de<br />

esquemas arquitectónico-estructurales nocivos.<br />

Especialm<strong>en</strong>te vulnerables son las construcciones informales<br />

o las vivi<strong>en</strong>das por autoconstrucción, por la pobre o<br />

incorrecta aplicación de especificaciones y normas de diseño<br />

estructural y de ejecución de las obras.<br />

La vulnerabilidad no estructural se asocia con aquellos<br />

compon<strong>en</strong>tes de la edificación que están incorporados a<br />

las estructuras, como v<strong>en</strong>tanales, marquetería, cristales, falsos<br />

techos, puertas, etc. y que cumpl<strong>en</strong> funciones es<strong>en</strong>ciales<br />

<strong>en</strong> el edificio. Puede darse el caso de que la edificación<br />

quede <strong>en</strong> pie luego de un desastre y esté inhabilitada debido<br />

a daños no estructurales. En término de magnitud económica<br />

de pérdidas, muchas veces el costo de los elem<strong>en</strong>tos<br />

no estructurales <strong>en</strong> la mayoría de los edificios es considerablem<strong>en</strong>te<br />

mayor que el de los estructurales. Para el caso de<br />

edificaciones sociales e industriales, este valor puede asc<strong>en</strong>der<br />

al 85 y 90% del valor de la instalación, por concepto de<br />

acabados arquitectónicos, sistemas mecánicos y eléctricos,<br />

revestimi<strong>en</strong>tos y otro equipami<strong>en</strong>to y elem<strong>en</strong>tos de terminación.<br />

Finalm<strong>en</strong>te, la vulnerabilidad funcional es la que se refiere<br />

al mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de las funciones es<strong>en</strong>ciales de la<br />

edificación durante la ocurr<strong>en</strong>cia de un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o natural<br />

y que están repres<strong>en</strong>tadas por una correcta relación <strong>en</strong>tre<br />

los espacios arquitectónicos y los servicios, una adecuada<br />

zonificación y relación <strong>en</strong>tre las áreas, vías de acceso, etc.<br />

Las vulnerabilidades anteriores constituy<strong>en</strong>, integradas<br />

<strong>en</strong>tre sí, la d<strong>en</strong>ominada vulnerabilidad intrínseca o específica<br />

de una edificación; que a su vez está influida también


por factores externos a la edificación, como son las obras de<br />

infraestructura del contexto y el resto del <strong>en</strong>torno natural y<br />

construido a la edificación, compr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la misma a<br />

la vegetación <strong>en</strong> las áreas exteriores a la edificación, la configuración<br />

topográfica y del terr<strong>en</strong>o, las obras construidas <strong>en</strong><br />

sus inmediaciones o contiguas a la misma, los elem<strong>en</strong>tos naturales<br />

que pued<strong>en</strong> convertirse <strong>en</strong> zonas o factores de riesgo,<br />

tales como ríos, líneas de costas al mar y embalses, etc.<br />

Vulnerabilidad urbana a las<br />

am<strong>en</strong>azas naturales. Factores de<br />

vulnerabilidad urbana.<br />

En el estudio del riesgo urbano, Lungo (2000) y Lavell<br />

(2000) coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> caracterizar las fu<strong>en</strong>tes de vulnerabilidad<br />

urbana, precisándolas como: la conc<strong>en</strong>tración,<br />

d<strong>en</strong>sidad y c<strong>en</strong>tralización de la ciudad y sus actividades, la<br />

complejidad e interconectividad de los procesos urbanos,<br />

la informalidad e ilegalidad pres<strong>en</strong>te que eleva el riesgo y<br />

la gestión descontrolada de la ciudad y la degradación del<br />

medio ambi<strong>en</strong>te. A tales problemas, les adicionan otros factores<br />

concomitantes, como la debilidad política e institucional;<br />

así como la falta de participación social <strong>en</strong> la política y<br />

la planificación.<br />

Los factores de vulnerabilidad urbana se relacionan con<br />

las malas actuaciones de los humanos para la modificación<br />

del medio ambi<strong>en</strong>te natural, y la transformación de lo modificado<br />

para la construcción de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos.<br />

De hecho, las áreas metropolitanas y mega-ciudades del<br />

mundo <strong>en</strong> desarrollo repres<strong>en</strong>tan el mayor pot<strong>en</strong>cial de pérdidas<br />

humanas, patrimoniales, de insumos productivos, de<br />

infraestructura y de capacidad de producción, <strong>en</strong> el caso<br />

219


220<br />

de un desastre natural.<br />

Lavell (2000) valora la capacidad de disminuir la vulnerabilidad<br />

urbana, a partir del diseño y el planeami<strong>en</strong>to, asignando<br />

más la importancia a los procesos que contribuy<strong>en</strong> a<br />

su crecimi<strong>en</strong>to.<br />

Los elem<strong>en</strong>tos de la configuración urbana que influy<strong>en</strong><br />

con mayor fuerza <strong>en</strong> la vulnerabilidad de la ciudad a las<br />

am<strong>en</strong>azas naturales –de otro tipo, como las tecnológicas y<br />

ambi<strong>en</strong>tales- consist<strong>en</strong> <strong>en</strong>:<br />

• Morfología urbana<br />

• Estructura y zonificación de la ciudad<br />

• Infraestructura urbana<br />

• Vegetación y áreas verdes<br />

• Tecnologías de construcción empleadas<br />

<strong>en</strong> las construcciones<br />

• Emplazami<strong>en</strong>to de las edificaciones y sus conjuntos<br />

La morfología o trazado urbano ti<strong>en</strong>e una responsabilidad<br />

es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> la capacidad de la ciudad de resistir las acciones<br />

extremas de las am<strong>en</strong>azas naturales, como por ejemplo,<br />

las inundaciones causadas por f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os hidrometeorológicos<br />

u otras causas.<br />

Algunos trazados, más que otros, favorec<strong>en</strong>, por poner<br />

un ejemplo, la escorr<strong>en</strong>tía de las aguas <strong>en</strong> el caso de una<br />

inundación. En ciudades de litoral, con as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos edificados<br />

<strong>en</strong> zonas bajas, o emplazadas <strong>en</strong> las áreas de riesgo<br />

prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de corri<strong>en</strong>tes de agua proced<strong>en</strong>tes de terr<strong>en</strong>os<br />

altos o elevaciones, el trazado urbano debe facilitar el<br />

curso de las aguas, impidi<strong>en</strong>do las inundaciones intra-urbanas<br />

y su expansión hacia zonas riesgosas de elevada d<strong>en</strong>sidad<br />

poblacional.


El trazado debe favorecer también la interconexión y la<br />

accesibilidad. Es necesario t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> este factor<br />

las dim<strong>en</strong>siones, las tipologías viales, así como su relación de<br />

distancia con las edificaciones. Debe utilizarse <strong>en</strong> función de<br />

la prev<strong>en</strong>ción tanto el diseño como la ubicación de las vías<br />

peatonales y vehiculares, áreas de estacionami<strong>en</strong>to, zonas<br />

de vegetación y el desarrollo planimétrico de la ciudad.<br />

Respecto a la estructura urbana, que se refiere al uso de<br />

suelo de la urbanización, a la zonificación de la misma <strong>en</strong><br />

sector habitacional, la industria, servicios, espacios públicos<br />

y las áreas verdes; resulta muy importante colocar <strong>en</strong> zonas<br />

más seguras los sectores vitales para la sociedad y la economía.<br />

Es t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia ubicar <strong>en</strong> espacios de mayores ondas sísmicas<br />

o de inundaciones, por ejemplo, las áreas de reserva<br />

natural, espacios públicos, como plazas, parques <strong>en</strong>tre otros<br />

que <strong>en</strong> ocasiones de ev<strong>en</strong>tos naturales no afect<strong>en</strong> tanto a<br />

la economía y pérdidas humanas. Con respecto a la vegetación<br />

<strong>en</strong> los c<strong>en</strong>tros urbanos se deb<strong>en</strong> estudiar los tipos, las<br />

alturas y las funciones para que <strong>en</strong> las situaciones de crisis no<br />

sean un obstáculo sino un elem<strong>en</strong>to que apoye y ayude a la<br />

organización de la urbanización.<br />

Varios autores (Urbina, 2005; Rodríguez, 2007) expon<strong>en</strong><br />

experi<strong>en</strong>cias de adecuación de los proyectos urbanos a su<br />

marco geográfico, evaluando oportunam<strong>en</strong>te los factores<br />

de riesgo de zonas singulares, como los bordes de ríos, fr<strong>en</strong>tes<br />

costeros y tierras ganadas al mar.<br />

La infraestructura urbana es decisiva <strong>en</strong> el comportami<strong>en</strong>to<br />

de la ciudad ante los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os naturales extremos<br />

y llegan a decidir el grado de daños y pérdidas resultantes.<br />

221


222<br />

La interconexión o dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias de una misma fu<strong>en</strong>te puede<br />

provocar que una rotura <strong>en</strong> un lugar puntual afecte una<br />

mayoría de sectores que de otra forma estarían fuera de la<br />

acción del ev<strong>en</strong>to, por eso muchas veces <strong>en</strong> necesario diseñar<br />

varios tipos de soluciones y fu<strong>en</strong>tes de abastecimi<strong>en</strong>to<br />

y evacuación.<br />

La ubicación o emplazami<strong>en</strong>to es el factor más abordado<br />

por los autores que se refier<strong>en</strong> al tema. Su importancia<br />

<strong>en</strong> el diseño urbano con <strong>en</strong>foque de reducción de desastre<br />

natural es obvia porque una ciudad diseñada <strong>en</strong> una zona<br />

prop<strong>en</strong>sa al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o natural ti<strong>en</strong>e un punto a favor de la<br />

vulnerabilidad.<br />

Para realizar los emplazami<strong>en</strong>tos adecuados, varios<br />

autores, como Kuroiwa (s.f.), propon<strong>en</strong> la realización de la<br />

microzonificación que no es más que la realización de investigaciones<br />

de todos los tipos de ev<strong>en</strong>tos sucedidos y probables<br />

a partir de estudios de distintas disciplinas y luego se<br />

superpon<strong>en</strong> los efectos de los desastres y se hallan las zonas<br />

vulnerables y seguras. Sin embargo no siempre se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> opciones<br />

para escoger el emplazami<strong>en</strong>to.<br />

Se puede apreciar que cuando no es posible evitar un<br />

emplazami<strong>en</strong>to riesgoso es necesario prestar at<strong>en</strong>ción a<br />

otros factores del planeami<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> las edificaciones y tecnologías<br />

de construcción. En estos aspectos se deb<strong>en</strong> estudiar<br />

las ubicaciones de las obras, las distancias <strong>en</strong>tre las<br />

mismas, la forma volumétrica y espacial, la altura, así como<br />

los materiales que son necesarios proponer. Es válido señalar<br />

que estos criterios estarán muy relacionados con las características<br />

de la zona y los tipos de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os naturales predominantes.


Recom<strong>en</strong>daciones para la reducción del<br />

riesgo urbano.<br />

• Elaborar e implem<strong>en</strong>tar instrum<strong>en</strong>tos para el Ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />

Territorial y Urbano perspectivo de las ciudades, que<br />

se apunt<strong>en</strong> hacia la paulatina solución de los factores de<br />

crecimi<strong>en</strong>to incontrolado y anárquico y t<strong>en</strong>gan <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta,<br />

junto con las diversas consideraciones de índole económica,<br />

social, urbanística, histórico-cultural, ambi<strong>en</strong>tal y de otro<br />

tipo, los elem<strong>en</strong>tos de una gestión de riesgo urbano que<br />

contribuya a reducir la vulnerabilidad de la ciudad.<br />

• Definir e implem<strong>en</strong>tar políticas de uso del suelo y del<br />

territorio urbano, que evit<strong>en</strong> la excesiva conc<strong>en</strong>tración de<br />

elem<strong>en</strong>tos construidos, permitan cumplir con las normas y<br />

regulaciones técnicas para el trazado y el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to urbanos<br />

y garantic<strong>en</strong> el crecimi<strong>en</strong>to de la ciudad hacia zonas<br />

seguras.<br />

• Definir, a partir de los instrum<strong>en</strong>tos de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />

urbano, difer<strong>en</strong>tes planes de zonificación del territorio de la<br />

ciudad a difer<strong>en</strong>tes escalas, basado <strong>en</strong> estudios de riesgos<br />

específicos que permitan llegar a niveles de microzonificación<br />

que rijan la ubicación o emplazami<strong>en</strong>to de las edificaciones<br />

y la infraestructura urbana <strong>en</strong> lugares seguros.<br />

• Aplicar políticas y medidas de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to urbano<br />

emerg<strong>en</strong>te para contrarrestar la estructura caótica de zonas<br />

de la ciudad, basadas <strong>en</strong> criterios particulares y anárquicos,<br />

a contrapelo de estudios de riesgo urbano.<br />

• Imponer políticas y acciones para det<strong>en</strong>er y revertir<br />

la degradación ambi<strong>en</strong>tal de las ciudades y territorios circundantes;<br />

sobre todo del deterioro del suelo y el terr<strong>en</strong>o, la<br />

sobreexplotación de las fu<strong>en</strong>tes hídricas, la reducción de las<br />

223


áreas verdes urbanas con el aum<strong>en</strong>to del área construida,<br />

la alteración de los cauces de los ríos y embalses y el deterioro<br />

de laderas y taludes.<br />

• Crear las condiciones políticas, sociales, económicas,<br />

técnicas, institucionales y de todo tipo, que hagan factible<br />

det<strong>en</strong>er el crecimi<strong>en</strong>to del hábitat precario <strong>en</strong> las ciudades,<br />

de la tugurización, las franjas periféricas de alto riesgo.<br />

• Construcción de obras protectoras <strong>en</strong> las zonas de<br />

riesgo de la ciudad o de conurbación, sobre todo <strong>en</strong> los<br />

cauces de ríos y embalses, las elevaciones y laderas, desniveles<br />

del terr<strong>en</strong>o con t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia al deslizami<strong>en</strong>to y problemas<br />

pot<strong>en</strong>ciales al sismo.<br />

• Elevar el marco de legalidad y normatividad <strong>en</strong> la<br />

ciudad, a partir de regulaciones urbanas y otros instrum<strong>en</strong>tos<br />

técnico-jurídicos que permitan reforzar la gestión urbana<br />

basada <strong>en</strong> políticas de reducción de vulnerabilidad y riesgos.<br />

• Aplicación de controles sobre el cumplimi<strong>en</strong>tos de las<br />

normas de diseño y construcción de las edificaciones y el<br />

resto del medio construido es<strong>en</strong>cial de la ciudad, así como<br />

de una bu<strong>en</strong>a gestión de uso y conservación, basadas <strong>en</strong> los<br />

parámetros que permitan un eficaz comportami<strong>en</strong>to ante<br />

las principales am<strong>en</strong>azas y acciones perniciosas prop<strong>en</strong>sas<br />

al desastre.<br />

Vulnerabilidad de la edificación a las am<strong>en</strong>azas naturales.<br />

Estudio de la vulnerabilidad estructural, no estructural y<br />

funcional.<br />

224


Vulnerabilidad estructural a los sismos.<br />

Las vibraciones que se des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>an por la acción<br />

del sismo impactan sobre las construcciones <strong>en</strong> un movimi<strong>en</strong>to<br />

de subida y bajada y hac<strong>en</strong> vibrar a su vez a las estructuras,<br />

causando ev<strong>en</strong>tualm<strong>en</strong>te la destrucción y desplome<br />

súbito inicial de las que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> capacidad resist<strong>en</strong>te;<br />

así como graves grietas, deformaciones y destrucción de<br />

muchas otras construcciones, tanto <strong>en</strong> sus elem<strong>en</strong>tos estructurales,<br />

como no estructurales y la infraestructura.<br />

Las consecu<strong>en</strong>cias nocivas de los terremotos se multiplican<br />

cuando surg<strong>en</strong> efectos indirectos, como las fallas del<br />

suelo y el efecto de licuefacción, <strong>en</strong> determinados suelos,<br />

los deslizami<strong>en</strong>tos de tierra <strong>en</strong> laderas y las inundaciones;<br />

además de los efectos submarinos cerca de las costas, así<br />

como fallas de represas y diques.<br />

En el caso del diseño arquitectónico y estructural de<br />

las construcciones, con <strong>en</strong>foque de resist<strong>en</strong>cia sísmica, los<br />

márg<strong>en</strong>es de seguridad se alcanzan a partir de la aplicación<br />

de la normativa sismorresist<strong>en</strong>te vig<strong>en</strong>te, lo cual debe ir<br />

acompañado de una estricta supervisión técnica de la obra<br />

durante su ejecución. No obstante, la aplicación de los códigos<br />

de diseño se basa <strong>en</strong> suponer una repres<strong>en</strong>tatividad<br />

del “sismo de diseño” respecto a la am<strong>en</strong>aza sísmica real<br />

para la zona de diseño, lo cual no deja de ser un punto de<br />

partida hipotético. Por ello, además del apego a la normatividad<br />

de cálculo, se debe recurrir a otros recursos del diseño<br />

g<strong>en</strong>eral de la edificación, como es la ductilidad y redundancia,<br />

como forma de lograr cierto marg<strong>en</strong> de seguridad si los<br />

movimi<strong>en</strong>tos resultan más severos que los anticipados por el<br />

225


226<br />

diseño. El daño severo o colapso de muchas estructuras durante<br />

sismos importantes es, por lo g<strong>en</strong>eral, consecu<strong>en</strong>cia<br />

directa de la falla de un solo elem<strong>en</strong>to o serie de elem<strong>en</strong>tos<br />

con ductilidad o resist<strong>en</strong>cia insufici<strong>en</strong>te.<br />

A causa de sismos fuertes es común que se pres<strong>en</strong>t<strong>en</strong><br />

daños estructurales <strong>en</strong> columnas, tales como grietas diagonales<br />

causadas por cortante y/o torsión, grietas verticales,<br />

despr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to del recubrimi<strong>en</strong>to, aplastami<strong>en</strong>to del<br />

hormigón y pandeo de las barras longitudinales por exceso<br />

de esfuerzos de flexocompresión. En vigas, se pres<strong>en</strong>tan<br />

grietas diagonales y rotura de estribos a causa de cortante<br />

y/o torsión, grietas verticales, rotura del refuerzo longitudinal<br />

y aplastami<strong>en</strong>to del hormigón por la flexión que impone el<br />

sismo arriba y abajo de la sección como resultado de las<br />

cargas alternadas.<br />

Las conexiones o uniones <strong>en</strong>tre elem<strong>en</strong>tos estructurales<br />

son, por lo g<strong>en</strong>eral, los puntos más críticos. En las uniones viga-columna<br />

(nudos) el cortante produce grietas diagonales<br />

y es común ver fallas por adher<strong>en</strong>cia y anclaje del refuerzo<br />

longitudinal de las vigas a causa del poco desarrollo del mismo<br />

y/o a consecu<strong>en</strong>cia de esfuerzos excesivos de flexión.<br />

En las losas se pued<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tar grietas por punzonami<strong>en</strong>to<br />

alrededor de las columnas y grietas longitudinales a<br />

lo largo de la placa debido a la excesiva demanda por flexión<br />

que <strong>en</strong> ciertas circunstancias puede imponer el sismo.<br />

Es peligroso que se produzcan irregularidades <strong>en</strong> la altura<br />

de un edificio de varios pisos, ya que causa cambios<br />

súbitos de rigidez <strong>en</strong>tre los mismos, por lo que la absorción y<br />

disipación de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to del sismo se conc<strong>en</strong>tr<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> los pisos más flexibles, donde los elem<strong>en</strong>tos estructu-


ales se v<strong>en</strong> sobresolicitados. También las irregularidades de<br />

la planta, <strong>en</strong> cuanto a la masa, rigidez y resist<strong>en</strong>cia, pued<strong>en</strong><br />

originar conc<strong>en</strong>traciones de esfuerzos difíciles de evaluar.<br />

La experi<strong>en</strong>cia vi<strong>en</strong>e indicando que las construcciones<br />

rígidas se desempeñan respecto al sismo, mejor <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral,<br />

que las flexibles, particularm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo que respecta a<br />

la protección de los compon<strong>en</strong>tes no estructurales, que sufr<strong>en</strong><br />

m<strong>en</strong>os daños al limitarse el desplazami<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre pisos.<br />

De todas formas, es necesario proporcionarle a la estructura<br />

capacidad de disipación de <strong>en</strong>ergía mediante t<strong>en</strong>acidad y<br />

ductilidad <strong>en</strong> los lugares <strong>en</strong> que se espera que la resist<strong>en</strong>cia<br />

elástica puede ser excedida. Esto se aplica a los elem<strong>en</strong>tos<br />

y a las conexiones de los elem<strong>en</strong>tos, puntos que usualm<strong>en</strong>te<br />

son los más débiles.<br />

Configuración arquitectónica<br />

Una de las mayores causas de daños <strong>en</strong> edificaciones<br />

ha sido <strong>en</strong> el uso de esquemas de configuración arquitectónico-estructural<br />

nocivos. Puede decirse de manera g<strong>en</strong>eral<br />

que el alejami<strong>en</strong>to de formas y esquemas estructurales<br />

simples es castigado fuertem<strong>en</strong>te por los sismos. Por ello, es<br />

aconsejable evitar el planteami<strong>en</strong>to de configuraciones<br />

riesgosas, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te del grado de análisis que<br />

sea posible lograr <strong>en</strong> el análisis de cada caso y del lógico<br />

marg<strong>en</strong> a la creatividad de formas y volúm<strong>en</strong>es que una<br />

obra arquitectónica puede g<strong>en</strong>erar.<br />

Configuración <strong>en</strong> planta<br />

Con relación a la disposición de la estructura <strong>en</strong> el plano<br />

horizontal o planta del edificio, sobre todo <strong>en</strong> plantas continuas,<br />

ya que con un apropiado uso de juntas de dilatación<br />

sísmica, pued<strong>en</strong> lograrse plantas complejas, aunque debi-<br />

227


228<br />

dam<strong>en</strong>te resueltas.<br />

Los aspectos de mayor singularidad <strong>en</strong> la configuración<br />

de la planta de las edificaciones son la longitud y la regularidad.<br />

La longitud <strong>en</strong> planta de una construcción influye <strong>en</strong> la<br />

respuesta estructural de la misma de una manera que no es<br />

fácil determinar por medio de los métodos usuales de análisis.<br />

En vista de que el movimi<strong>en</strong>to del terr<strong>en</strong>o consiste <strong>en</strong> una<br />

transmisión de ondas, la cual se da con una velocidad que<br />

dep<strong>en</strong>de de las características de masa y rigidez del suelo<br />

de soporte, la excitación que se da <strong>en</strong> un punto de apoyo<br />

del edificio <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado difiere de la que se da <strong>en</strong><br />

otro, difer<strong>en</strong>cia que es mayor <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que sea mayor<br />

la longitud del edificio <strong>en</strong> la dirección de las ondas. Los<br />

edificios cortos se acomodan más fácilm<strong>en</strong>te a las ondas<br />

que los edificios largos.<br />

Considerando lo anterior, el correctivo usual para el problema<br />

de longitud excesiva de edificios es la partición de<br />

la estructura <strong>en</strong> bloques por medio de la inserción de juntas<br />

de dilatación sísmica, de tal manera que cada uno de<br />

ellos pueda ser considerado como corto. Estas juntas deb<strong>en</strong><br />

ser diseñadas de manera tal que permitan un adecuado<br />

movimi<strong>en</strong>to de cada bloque sin peligro de golpeteo o choque<br />

<strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tes cuerpos o bloques que compon<strong>en</strong><br />

la edificación. Los edificios largos son también más s<strong>en</strong>sibles<br />

a las compon<strong>en</strong>tes torsionales de los movimi<strong>en</strong>tos del terr<strong>en</strong>o,<br />

puesto que las difer<strong>en</strong>cias de movimi<strong>en</strong>tos transversales<br />

y longitudinales del terr<strong>en</strong>o de apoyo, de las que dep<strong>en</strong>de<br />

dicha rotación, son mayores.<br />

Respecto a la regularidad, los casos más críticos se dan


<strong>en</strong> las d<strong>en</strong>ominadas plantas complejas, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>diéndolas<br />

como aquellas <strong>en</strong> las cuales la línea de unión de dos de sus<br />

puntos sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te alejados hace su recorrido <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a<br />

parte fuera de la planta. Esto se da cuando la planta<br />

está compuesta de alas de tamaño significativo ori<strong>en</strong>tadas<br />

<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes direcciones (formas <strong>en</strong> H, U, L, etc.).<br />

En las plantas irregulares suel<strong>en</strong> introducirse juntas de dilatación<br />

sísmica, como las m<strong>en</strong>cionadas para el caso de los<br />

edificios largos. Estas juntas permit<strong>en</strong> que cada bloque t<strong>en</strong>ga<br />

su propio movimi<strong>en</strong>to sin estar atado al resto del edificio,<br />

con lo cual se rompe el esquema de trabajo <strong>en</strong> voladizo<br />

de cada ala. Las juntas, obviam<strong>en</strong>te, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er el ancho<br />

sufici<strong>en</strong>te para permitir el movimi<strong>en</strong>to de cada bloque sin<br />

golpearse.<br />

Configuración <strong>en</strong> altura<br />

En términos de la configuración <strong>en</strong> altura, sobre todo volumétricam<strong>en</strong>te,<br />

uno de los efectos a evitar, para lograr un<br />

adecuado comportami<strong>en</strong>to sísmico, es el escalonami<strong>en</strong>to<br />

del edificio de varios pisos.<br />

Los escalonami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> los volúm<strong>en</strong>es del edificio se<br />

pres<strong>en</strong>tan habitualm<strong>en</strong>te por exig<strong>en</strong>cias urbanísticas, arquitectónicas<br />

u otras causas, como puede ser el aprovechami<strong>en</strong>to<br />

de la iluminación y v<strong>en</strong>tilación natural u otro motivo.<br />

Sin embargo, desde el punto de vista sísmico, son causa de<br />

cambios bruscos de rigidez y de masa; por lo tanto, tra<strong>en</strong><br />

consigo la conc<strong>en</strong>tración de fuerzas que produc<strong>en</strong> daño <strong>en</strong><br />

los pisos aledaños a la zona del cambio brusco. En términos<br />

g<strong>en</strong>erales, debe buscarse que las transiciones sean lo más<br />

suave posible con el fin de evitar dicha conc<strong>en</strong>tración.<br />

Configuración estructural<br />

229


230<br />

Desde el punto de vista de la configuración estructural<br />

de la edificación, respecto a su bu<strong>en</strong> desempeño sísmico,<br />

deb<strong>en</strong> abordarse los sigui<strong>en</strong>tes aspectos:<br />

• Conc<strong>en</strong>traciones de masa<br />

• Resist<strong>en</strong>cia de columnas<br />

• Rigidez y resist<strong>en</strong>cia de los pisos o niveles<br />

• Redundancia y flexibilidad estructural<br />

Conc<strong>en</strong>traciones de masa<br />

En el diseño g<strong>en</strong>eral de la edificación, sobre todo de varios<br />

pisos, deb<strong>en</strong> evitarse altas conc<strong>en</strong>traciones de la masa<br />

<strong>en</strong> algún nivel determinado del edificio. Esto puede obedecer<br />

a la ubicación <strong>en</strong> dichas zonas del inmueble de equipos<br />

o elem<strong>en</strong>tos pesados; con lo cual, por razón de esa conc<strong>en</strong>tración<br />

de masa a mayor altura, aum<strong>en</strong>tan hacia arriba<br />

las aceleraciones sísmicas de respuesta, con lo cual se ti<strong>en</strong>e<br />

una mayor fuerza sísmica <strong>en</strong> ese punto.<br />

Por lo anterior, <strong>en</strong> el diseño arquitectónico es recom<strong>en</strong>dable<br />

disponer los espacios que repres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> pesos inusuales<br />

<strong>en</strong> sótanos o <strong>en</strong> construcciones aisladas aledañas al cuerpo<br />

principal del edificio. En casos <strong>en</strong> los que por razones topográficas<br />

se deba t<strong>en</strong>er almac<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>tos de agua elevados,<br />

debe preferirse construir torres indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes para ese<br />

fin, <strong>en</strong> lugar de adosarlas al edificio principal.<br />

Resist<strong>en</strong>cia de columnas<br />

Las columnas d<strong>en</strong>tro de una estructura ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la vital importancia<br />

de ser los elem<strong>en</strong>tos que trasmit<strong>en</strong> las cargas a<br />

las cim<strong>en</strong>taciones y manti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> pie a la estructura, razón<br />

por la cual cualquier daño <strong>en</strong> este tipo de elem<strong>en</strong>tos puede<br />

provocar una redistribución de cargas <strong>en</strong>tre los elem<strong>en</strong>tos<br />

de la estructura y traer consigo el colapso parcial o total de


una edificación.<br />

Por lo anterior, el diseño sísmico de pórticos busca que<br />

el daño producido por sismos int<strong>en</strong>sos se produzca <strong>en</strong> vigas<br />

y no <strong>en</strong> columnas, debido al mayor riesgo de colapso<br />

del edificio por el de daño <strong>en</strong> columnas. Además de fallos<br />

ocurridos por la m<strong>en</strong>or resist<strong>en</strong>cia de las columnas, respecto<br />

a las vigas, también ocurre un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o d<strong>en</strong>ominado las<br />

“columnas cortas”, que ti<strong>en</strong>e lugar cuando la longitud libre<br />

de las mismas se reduce drásticam<strong>en</strong>te por confinami<strong>en</strong>to<br />

lateral parcialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la altura de la columna, debido a<br />

la exist<strong>en</strong>cia por muros divisorios, muros de fachada, muros<br />

de cont<strong>en</strong>ción, etc. También se comportan como columnas<br />

cortas al existir disposición de losas <strong>en</strong> niveles intermedios y<br />

cuando el edificio está emplazado <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os inclinados.<br />

Las columnas cortas son causa de serias fallas <strong>en</strong> edificios<br />

bajo excitaciones sísmicas debido a que su mecanismo de<br />

falla es frágil.<br />

Rigidez y resist<strong>en</strong>cia de los pisos o niveles<br />

Uno de los problemas de mayor complejidad y vulnerabilidad<br />

a la acción del sismo <strong>en</strong> edificaciones de varios niveles<br />

es la difer<strong>en</strong>cia de rigidez y resist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> determinado<br />

piso, respecto a otros, lo cual es el resultado de la selección<br />

de determinados esquemas arquitectónicos y estructurales.<br />

Esto ocurre cuando existe una difer<strong>en</strong>cia de altura <strong>en</strong>tre pisos<br />

y cuando se produce la interrupción de elem<strong>en</strong>tos estructurales<br />

verticales <strong>en</strong> el piso.<br />

La difer<strong>en</strong>cia de altura <strong>en</strong>tre pisos ocurre <strong>en</strong> la búsqueda<br />

de volúm<strong>en</strong>es mayores <strong>en</strong> ciertos niveles de la construcción,<br />

g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te por razones técnicas o estéticas. Esto<br />

conduce a que <strong>en</strong> los pisos <strong>en</strong> cuestión se pres<strong>en</strong>te un de-<br />

231


232<br />

bilitami<strong>en</strong>to de la rigidez, debido a la mayor altura de los<br />

elem<strong>en</strong>tos verticales.<br />

La interrupción de elem<strong>en</strong>tos verticales de la estructura<br />

ha probado ser la causa de múltiples colapsos parciales o<br />

totales <strong>en</strong> edificios sometidos a sismos, sobre todo cuando<br />

la interrupción de los elem<strong>en</strong>tos verticales resist<strong>en</strong>tes (muros<br />

y columnas) se pres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> los pisos inferiores. La razón del<br />

deslizami<strong>en</strong>to del piso recae <strong>en</strong> que el nivel <strong>en</strong> que se interrump<strong>en</strong><br />

los elem<strong>en</strong>tos es más flexible que los restantes, con<br />

lo que aum<strong>en</strong>ta el problema de estabilidad, pero además<br />

porque se origina un cambio brusco de rigidez que ocasiona<br />

una mayor acumulación de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> el piso más débil.<br />

Los casos más usuales de interrupción de elem<strong>en</strong>tos verticales,<br />

que ocurre g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te por razones espaciales,<br />

formales o estéticas, son la interrupción de las columnas o<br />

de muros estructurales o incluso divisorios, concebidos erróneam<strong>en</strong>te<br />

como no estructurales, alineados con pórticos.<br />

Redundancia y control de la flexibilidad<br />

estructural<br />

La redundancia estructural es un criterio de seguridad, que<br />

consiste <strong>en</strong> buscar, mediante el diseño sismorresist<strong>en</strong>te de la<br />

estructura, que la resist<strong>en</strong>cia a las fuerzas sísmicas dep<strong>en</strong>da<br />

de un número importante de elem<strong>en</strong>tos y se distribuya <strong>en</strong>tre<br />

ellos, puesto que cuando se cu<strong>en</strong>ta con un número reducido<br />

de elem<strong>en</strong>tos (poca redundancia) la falla de alguno de<br />

ellos puede t<strong>en</strong>er como consecu<strong>en</strong>cia el colapso parcial o<br />

total durante el sismo.<br />

La excesiva flexibilidad de la edificación ante cargas<br />

sísmicas puede definirse como la susceptibilidad a sufrir<br />

grandes deformaciones laterales <strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tes pisos,


conocidas como derivas. Las principales causas de este problema<br />

resid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la excesiva distancia <strong>en</strong>tre los elem<strong>en</strong>tos<br />

de soporte (luces), las alturas libres y la rigidez de los mismos.<br />

Dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de su grado, la flexibilidad puede traer<br />

como consecu<strong>en</strong>cias daños <strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos no estructurales<br />

adosados a niveles contiguos, inestabilidad del o los pisos<br />

flexibles, o del edificio <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y no permite aprovechar<br />

la ductilidad disponible.<br />

También es indeseable un comportami<strong>en</strong>to excesivam<strong>en</strong>te<br />

flexible del d<strong>en</strong>ominado “diafragma” del piso, pues<br />

implica deformaciones laterales no uniformes, las cuales son<br />

<strong>en</strong> principio perjudiciales para los elem<strong>en</strong>tos no estructurales<br />

adosados al diafragma. Esta indeseable flexibilidad del diafragma<br />

puede deberse a la propia flexibilidad del material<br />

del cual está compuesto, por razones geométricas (relación<br />

ancho/largo) o por la exist<strong>en</strong>cia de aberturas de consideración<br />

(o gran cantidad de ellas), las cuales pued<strong>en</strong> haberse<br />

previsto por necesidades de comunicación, instalaciones,<br />

visualidad o consideraciones arquitectónicas o ambi<strong>en</strong>tales.<br />

Las soluciones al problema de excesiva flexibilidad del<br />

diafragma son múltiples, y dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de la causa que la<br />

haya ocasionado. Las grandes aberturas <strong>en</strong> el diafragma<br />

deb<strong>en</strong> estudiarse con cuidado, con el fin de proveer mecanismo<br />

de rigidización o, si esto no es posible, segm<strong>en</strong>tación<br />

del edificio <strong>en</strong> bloques.<br />

Vulnerabilidad estructural<br />

a los huracanes.<br />

D<strong>en</strong>tro de las am<strong>en</strong>azas hidrometeorológicas, el ag<strong>en</strong>te de<br />

mayor peligrosidad para la resist<strong>en</strong>cia y estabilidad estructural<br />

de las construcciones está constituido por la acción del<br />

233


234<br />

vi<strong>en</strong>to, que <strong>en</strong> el caso de los huracanes de mayor int<strong>en</strong>sidad,<br />

según la escala internacional de Saffir-Simpson de cinco<br />

categorías, llegan a superar los 250 km/h. No obstante, a<br />

los efectos de la integridad de las edificaciones comunes, la<br />

fuerza de los vi<strong>en</strong>tos de un huracán con categoría 3 adquiere<br />

una capacidad destructiva apreciable.<br />

El poder destructor del vi<strong>en</strong>to sobre las estructuras aum<strong>en</strong>ta<br />

rápidam<strong>en</strong>te con su velocidad, ya que no dep<strong>en</strong>de<br />

de la magnitud simple de su velocidad, sino del cuadrado<br />

de esa medición, como se observa <strong>en</strong> la sigui<strong>en</strong>te expresión,<br />

cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> la norma técnica cubana (NC 285:2003) y <strong>en</strong><br />

la cual se aprecia que la presión básica del vi<strong>en</strong>to sobre los<br />

param<strong>en</strong>tos verticales (q10) está <strong>en</strong> relación directa con el<br />

cuadrado de su velocidad (V10), medido a una altura conv<strong>en</strong>cional<br />

de 10 metros sobre el nivel del terr<strong>en</strong>o:<br />

Hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el efecto de las rachas de<br />

vi<strong>en</strong>to, que son producto de efectos dinámicos instantáneos<br />

que <strong>en</strong> lugares específicos pued<strong>en</strong> provocar grandes int<strong>en</strong>sidades<br />

del vi<strong>en</strong>to, de sólo dos a tres segundos de duración,<br />

que llegan a superar la velocidad sost<strong>en</strong>ida hasta al vi<strong>en</strong>to<br />

máximo sost<strong>en</strong>ido hasta 1,5 veces su valor.<br />

Para el diseño estructural de las construcciones, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<br />

<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta su capacidad resist<strong>en</strong>te a los vi<strong>en</strong>tos huracanados,<br />

hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta determinadas características<br />

locales de la zona o región, las cuales determinan la<br />

dirección predominante del vi<strong>en</strong>to, los gradi<strong>en</strong>tes de velocidad<br />

que son condicionados por la forma y altura del terr<strong>en</strong>o<br />

y el medio construido, la localización geográfica y datos<br />

sobre la ocurr<strong>en</strong>cia histórica de dichos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os meteorológicos<br />

<strong>en</strong> ese esc<strong>en</strong>ario específico.


Los factores intrínsecos de la estructura que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />

su vulnerabilidad a los fuertes vi<strong>en</strong>tos pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> un huracán,<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con:<br />

• Altura de la edificación<br />

• Geometría espacial de la edificación<br />

• Configuración <strong>en</strong> planta<br />

A difer<strong>en</strong>cia de lo que ocurre <strong>en</strong> el caso del sismo, donde<br />

tanto la configuración estructural como arquitectónica<br />

decid<strong>en</strong> su comportami<strong>en</strong>to ante este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o destructor;<br />

<strong>en</strong> el caso del huracán, la posibilidad de daño y destrucción<br />

por los fuertes vi<strong>en</strong>tos dep<strong>en</strong>de también de las características<br />

y comportami<strong>en</strong>to de las cubiertas y los cierres<br />

exteriores de la construcción, <strong>en</strong> especial de la f<strong>en</strong>estración.<br />

Muchas veces el mecanismo destructor de la edificación<br />

se dispara con el fallo de puertas y v<strong>en</strong>tanas exteriores,<br />

lo cual crea las vías para la p<strong>en</strong>etración de presión de<br />

vi<strong>en</strong>to interior (presurización interna) que contribuye con las<br />

acciones que desde el exterior ejerc<strong>en</strong> la presión directa y<br />

el impacto dinámico del vi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> las superficies a barlov<strong>en</strong>to;<br />

así como los efectos de succión que el mismo crea<br />

<strong>en</strong> superficies a sotav<strong>en</strong>to, planos inclinados de los techos<br />

y otros puntos singulares de la construcción, <strong>en</strong> virtud de su<br />

configuración y geometría.<br />

Altura de la edificación<br />

La presión del vi<strong>en</strong>to sobre la estructura se hace mayor<br />

a medida de que es mayor la altura de la edificación, acorde<br />

con una ecuación logarítmica; aunque también hay que<br />

t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta determinados coefici<strong>en</strong>tes dados por la altura<br />

del terr<strong>en</strong>o donde está emplazada la construcción.<br />

En edificaciones de más de 30 m de altura, deb<strong>en</strong> te-<br />

235


236<br />

nerse especiales consideraciones <strong>en</strong> su cálculo estructural<br />

respecto a la resist<strong>en</strong>cia de valores increm<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> las<br />

zonas superiores de la construcción; así como para soportar<br />

efectos dinámicos dados por la variabilidad de la dirección<br />

del vi<strong>en</strong>to y la influ<strong>en</strong>cia de la forma y el volum<strong>en</strong> de la estructura<br />

<strong>en</strong> sus partes superiores. También deb<strong>en</strong> hacerse<br />

consideraciones específicas para los muros de cierre exterior<br />

y las características técnico-constructivas de las v<strong>en</strong>tanas.<br />

Geometría espacial de la edificación<br />

La geometría espacial ti<strong>en</strong>e un papel fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong><br />

el comportami<strong>en</strong>to de la construcción ante la acción del<br />

vi<strong>en</strong>to, y <strong>en</strong> ella intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> las formas de las superficies expuestas,<br />

la volumetría, la proporción, ubicación y forma de<br />

las aberturas hacia el exterior de la edificación, el grado de<br />

estanquidad –o permeabilidad- que t<strong>en</strong>gan las estructuras<br />

al paso de las corri<strong>en</strong>tes y rachas de vi<strong>en</strong>to.<br />

Toda construcción que pres<strong>en</strong>te aberturas <strong>en</strong> sus cierres<br />

exteriores que no sean susceptibles de limitarse ev<strong>en</strong>tualm<strong>en</strong>te<br />

con v<strong>en</strong>tanas, puertas u otras soluciones similares; o<br />

que por la forma de su volum<strong>en</strong> haga factible determinada<br />

p<strong>en</strong>etración ocasional del vi<strong>en</strong>to, deb<strong>en</strong> considerarse permeables<br />

y, como tales, existirá una presurización interna provocada<br />

por los vi<strong>en</strong>tos a alta velocidad y ello increm<strong>en</strong>tará<br />

la vulnerabilidad de la edificación.<br />

Determinados edificios comerciales, sociales o de otra<br />

índole, que por consideraciones simbólicas, de diseño o funcionales,<br />

pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> su diseño determinados volúm<strong>en</strong>es<br />

<strong>en</strong>trantes, o partes de sus fachadas abiertas o p<strong>en</strong>etrantes<br />

respecto a su línea exterior de cierre, requier<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> su diseño estructural los efectos aerodinámicos


que surg<strong>en</strong> por la permeabilidad al vi<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> situaciones<br />

extremas.<br />

La volumetría esbelta, poco conc<strong>en</strong>trada, con cambios<br />

bruscos de volúm<strong>en</strong>es, escalonami<strong>en</strong>tos, etc. aum<strong>en</strong>tan la<br />

vulnerabilidad ante los vi<strong>en</strong>tos. También los d<strong>en</strong>ominados<br />

“edificios pantalla” ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un comportami<strong>en</strong>to aerodinámico<br />

específico que debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta, por lo ext<strong>en</strong>so<br />

del área expuesta al vi<strong>en</strong>to, así como las edificaciones de<br />

varios pisos con una elevada permeabilidad al vi<strong>en</strong>to conc<strong>en</strong>trada<br />

<strong>en</strong> su nivel inferior.<br />

Configuración <strong>en</strong> planta<br />

De manera similar al caso de la vulnerabilidad al sismo,<br />

el grado de irregularidad de la configuración de la edificación<br />

<strong>en</strong> el plano horizontal puede ser un factor causal de<br />

malos comportami<strong>en</strong>tos al vi<strong>en</strong>to, sobre todo si existe un crecimi<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong> altura de la estructura.<br />

Las plantas complejas, con perímetro accid<strong>en</strong>tado o<br />

<strong>en</strong> formas singulares (H, U, L) con alas de tamaño apreciable,<br />

crean condiciones para que la incid<strong>en</strong>cia del vi<strong>en</strong>to <strong>en</strong><br />

ráfagas sobre sus superficies expuestas t<strong>en</strong>ga un comportami<strong>en</strong>to<br />

errático y se produzcan f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os indeseables <strong>en</strong><br />

la proximidad de las fachadas y bordes superiores y laterales<br />

del edificio, que aum<strong>en</strong>tan el efecto de succión y pued<strong>en</strong><br />

crear condiciones para la aparición de las rachas de corta<br />

duración y gran increm<strong>en</strong>to instantáneo del impacto, que<br />

son funestas para la integridad de los elem<strong>en</strong>tos de cierre,<br />

aleros y voladizos.<br />

Por otra parte, deb<strong>en</strong> recibir una consideración especial<br />

los efectos del vi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> contextos construidos de gran compacidad,<br />

como son los núcleos urbanos con un uso int<strong>en</strong>so<br />

237


238<br />

del suelo y donde se agrupan edificaciones de difer<strong>en</strong>te altura,<br />

como sucede <strong>en</strong> las zonas céntricas de las ciudades<br />

tradicionales. Estos contextos de elevada obstaculización al<br />

paso del vi<strong>en</strong>to, contribuy<strong>en</strong> a la disipación de parte de su<br />

<strong>en</strong>ergía; pero por otra parte, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una gran susceptibilidad<br />

de provocar f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os imprevisibles, como por ejemplo el<br />

d<strong>en</strong>ominado efecto v<strong>en</strong>turi, que ti<strong>en</strong>e lugar debido al increm<strong>en</strong>to<br />

considerable que sufr<strong>en</strong> las corri<strong>en</strong>tes de vi<strong>en</strong>to al ser<br />

direccionadas o focalizadas por los macizos impermeable<br />

de las edificaciones hacia determinados puntos, donde la<br />

int<strong>en</strong>sidad y el impacto se hace más destructivo. También<br />

las calles estrechas, bordeadas por construcciones de varios<br />

pisos, pued<strong>en</strong> crear el efecto de cañón y convertirse <strong>en</strong> canales<br />

de ráfagas que elevan los efectos del vi<strong>en</strong>to.<br />

El mayor estado de peligro que se crea con la acción<br />

directa de los vi<strong>en</strong>tos huracanados d<strong>en</strong>tro de contextos urbanos,<br />

es causado, no obstante, por la gran cantidad de<br />

objetos sueltos o despr<strong>en</strong>didos y acarreados a gran velocidad<br />

por las corri<strong>en</strong>tes y ráfagas que <strong>en</strong> vuelo rasante y<br />

errático hacia todas direcciones, actúan como verdaderos<br />

proyectiles contra las edificaciones y causan víctimas <strong>en</strong>tre<br />

las personas que no buscan resguardo.<br />

Estudio de la vulnerabilidad no estructural.<br />

La experi<strong>en</strong>cia ha demostrado que los efectos de segundo<br />

ord<strong>en</strong> causados por daños <strong>en</strong> elem<strong>en</strong>tos no estructurales<br />

pued<strong>en</strong> agravar significativam<strong>en</strong>te la situación. Por<br />

ejemplo, cielos rasos y acabados de paredes pued<strong>en</strong> caer<br />

sobre corredores o escaleras interrumpi<strong>en</strong>do la circulación;<br />

inc<strong>en</strong>dios, explosiones y escapes de gases <strong>en</strong> cocinas y otros<br />

locales de la vivi<strong>en</strong>da pued<strong>en</strong> ser peligrosos para la vida y


causar inc<strong>en</strong>dios. Los daños o interrupción <strong>en</strong> los servicios<br />

básicos (agua, electricidad, comunicaciones, etc.) pued<strong>en</strong><br />

interrumpir el funcionami<strong>en</strong>to de edificaciones sociales (hospitales,<br />

comercios, industrias) o hacer muy difícil la habitabilidad<br />

de las vivi<strong>en</strong>das, tanto desde el punto de vista higiénico-sanitario<br />

como del mínimo confort adecuado a sus<br />

resid<strong>en</strong>tes.<br />

Los elem<strong>en</strong>tos no estructurales se pued<strong>en</strong> clasificar <strong>en</strong><br />

las sigui<strong>en</strong>tes tres categorías:<br />

• Elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos: incluy<strong>en</strong> compon<strong>en</strong>tes<br />

como muros exteriores no-portantes, tabiques y paredes divisorias,<br />

v<strong>en</strong>tanas, cielo rasos, sistema de alumbrados, etc.<br />

• Equipos y mobiliarios: incluy<strong>en</strong> el equipami<strong>en</strong>to fijo<br />

de la edificación, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te formado por los muebles y<br />

aparatos hidrosanitarios, equipami<strong>en</strong>to de calefacción, recipi<strong>en</strong>tes,<br />

equipos de comunicación y otros.<br />

• Instalaciones básicas: incluy<strong>en</strong> los sistemas de abastecimi<strong>en</strong>to<br />

de servicio tales como electricidad, agua, gases,<br />

comunicaciones, etc.<br />

Para realizar el estudio de la vulnerabilidad de los elem<strong>en</strong>tos<br />

no estructurales, es necesario contar previam<strong>en</strong>te<br />

con los resultados del estudio de vulnerabilidad estructural,<br />

ya que este último <strong>en</strong>trega resultados valiosos que permit<strong>en</strong><br />

determinar de manera más acertada la susceptibilidad a sufrir<br />

daños de los elem<strong>en</strong>tos no estructurales.<br />

Por ejemplo, los datos de la aceleración o desplazami<strong>en</strong>to<br />

de los difer<strong>en</strong>tes pisos, niveles o partes significativas<br />

de la edificación dada a causa de un sismo; así como de<br />

los niveles de distorsión o deformación, son de gran utilidad<br />

para determinar sus consecu<strong>en</strong>cias afectantes o destructi-<br />

239


240<br />

vas sobre los elem<strong>en</strong>tos no estructurales.<br />

En el caso de los fuertes vi<strong>en</strong>tos del huracán, la determinación<br />

previa de la vulnerabilidad estructural de los techos<br />

y cierres exteriores de la edificación, condicionará el<br />

comportami<strong>en</strong>to esperado, o capacidad resist<strong>en</strong>te, de los<br />

elem<strong>en</strong>tos no estructurales que están interconectados o <strong>en</strong><br />

relación con ellos.<br />

Para el caso de la vulnerabilidad de los elem<strong>en</strong>tos no<br />

estructurales, se recomi<strong>en</strong>da establecer tres niveles de riesgo<br />

característicos, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la magnitud, gravedad<br />

o naturaleza de los posibles efectos. Estos niveles son:<br />

• Riesgo para la vida: si la falla o mal funcionami<strong>en</strong>to<br />

del elem<strong>en</strong>to no estructural puede causar peligro para la integridad<br />

o la vida de las personas o el deterioro de su salud.<br />

• Riesgo de pérdida de bi<strong>en</strong>es: significan una pérdida<br />

importante <strong>en</strong> el patrimonio cont<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> la edificación,<br />

pero no afectarían de manera importante ni a sus ocupantes<br />

ni al funcionami<strong>en</strong>to.<br />

• Riesgo de pérdida funcional: cuando el fallo o daño<br />

del elem<strong>en</strong>to estructural, aunque no provoque riesgos para<br />

la vida o la pérdida de bi<strong>en</strong>es de consideración, cause la<br />

afectación o interrupción a las condiciones de habitabilidad<br />

y al desarrollo de las funciones básicas <strong>en</strong> el inmueble.<br />

En la evaluación final de la vulnerabilidad no estructural<br />

se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la clasificación que se haga del tipo de<br />

riesgo y la calificación de los mismos, para lo cual se aplica<br />

una escala de Riesgo Alto, Medio o Bajo, <strong>en</strong> dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

de las condiciones específicas que se determin<strong>en</strong> <strong>en</strong> la revisión<br />

o inspección de las difer<strong>en</strong>tes partes de la edificación.


Estudio de la vulnerabilidad funcional.<br />

Los primeros aspectos que deb<strong>en</strong> verificarse <strong>en</strong> la evaluación<br />

de la vulnerabilidad funcional son los relacionados<br />

con la infraestructura, por cuanto está relacionada con los<br />

insumos o recursos básicos que hac<strong>en</strong> posible el funcionami<strong>en</strong>to<br />

de las funciones de la edificación. En el caso de un<br />

edificio social, industrial o de otra índole, estos recursos físicos<br />

son más complejos (comunicaciones, suministro de agua,<br />

alcantarillado, <strong>en</strong>ergía, gases, vapor, vacío, etc.) para la<br />

vivi<strong>en</strong>da, se trata de los elem<strong>en</strong>tos es<strong>en</strong>ciales para la habitabilidad.<br />

Las acciones geodinámicas, como los sismos y los deslizami<strong>en</strong>tos,<br />

son altam<strong>en</strong>te nocivos para estos elem<strong>en</strong>tos de<br />

infraestructura, ya que los efectos del movimi<strong>en</strong>to y la deformación<br />

del suelo y los graves daños o destrucción parcial<br />

que provocan <strong>en</strong> las edificaciones, causan roturas, escapes,<br />

deterioro o destrucción de las instalaciones y el equipami<strong>en</strong>to<br />

que hace posible el funcionami<strong>en</strong>to del inmueble.<br />

Durante sismos, la vulnerabilidad de tuberías de acueducto,<br />

alcantarillado, gas y combustibles dep<strong>en</strong>de de su resist<strong>en</strong>cia<br />

y flexibilidad. Una alta flexibilidad de las tuberías puede<br />

evitar el rompimi<strong>en</strong>to durante un sismo moderado; los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

difer<strong>en</strong>ciales pued<strong>en</strong> ser comp<strong>en</strong>sados y el desplazami<strong>en</strong>to<br />

del suelo no necesariam<strong>en</strong>te conduciría a una<br />

ruptura. Especial at<strong>en</strong>ción se le debe dar a las conexiones<br />

<strong>en</strong> los edificios, las cuales necesitan cumplir requerimi<strong>en</strong>tos<br />

especiales de diseño.<br />

En el caso de los huracanes, los fuertes vi<strong>en</strong>tos destruy<strong>en</strong><br />

o inhabilitan las redes aéreas, dañan seriam<strong>en</strong>te las pequeñas<br />

construcciones y equipami<strong>en</strong>to exterior adosado a la<br />

241


242<br />

edificación. En caso de inundaciones, el agua puede dañar<br />

también dicho equipami<strong>en</strong>to y causar rompimi<strong>en</strong>to de las<br />

tuberías.<br />

La evaluación de la vulnerabilidad funcional está <strong>en</strong> relación<br />

con el tipo de edificación de que se trate (vivi<strong>en</strong>da,<br />

hospital, escuela, teatro, etc.) y las am<strong>en</strong>azas para lo cual<br />

se realiza el estudio. A partir de esto, para cada elem<strong>en</strong>to<br />

de infraestructura de la edificación deb<strong>en</strong> analizarse los sigui<strong>en</strong>tes<br />

aspectos:<br />

• Función del elem<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la edificación<br />

• Características técnicas del elem<strong>en</strong>to<br />

• Exposición al daño o destrucción (según tipo de<br />

am<strong>en</strong>aza)<br />

• Riesgo estimado (<strong>en</strong> términos de daño pérdida prevista)<br />

• Grado de afectación al funcionami<strong>en</strong>to: Alto, Medio,<br />

Bajo<br />

Evaluación de las vulnerabilidades<br />

de la edificación.<br />

En la evaluación de la vulnerabilidad de la construcción<br />

ante las variables del desastre natural (sismos, fuertes vi<strong>en</strong>tos,<br />

inundaciones, etc.) la vulnerabilidad física de la edificación<br />

t<strong>en</strong>drá un carácter determinante, y d<strong>en</strong>tro de ella, la<br />

vulnerabilidad estructural.<br />

El grado de vulnerabilidad no estructural y funcional que<br />

pres<strong>en</strong>te una edificación <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />

está condicionado por la vulnerabilidad de su estructura,<br />

ya que los posibles daños y deterioros que ésta induzca<br />

<strong>en</strong> la construcción, repercut<strong>en</strong> <strong>en</strong> las otras condiciones no<br />

estructurales d<strong>en</strong>tro de su comportami<strong>en</strong>to o desempeño.


Por otra parte, la vulnerabilidad intrínseca de la edificación<br />

no puede evaluarse desligada de los factores determinantes<br />

del <strong>en</strong>torno más inmediato, reflejados por su ubicación<br />

o cercanía a lugares de riesgo pot<strong>en</strong>cial, los índices de<br />

ocurr<strong>en</strong>cia de determinados f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os naturales extremos<br />

para dicha zona geográfica, las características geológicas,<br />

de relieve topográfico e incluso otras variables no naturales,<br />

como los indicadores de contaminación o polución ambi<strong>en</strong>tal,<br />

las características del <strong>en</strong>torno urbano o construido,<br />

la infraestructura, etc.<br />

En el Esquema 1 se muestra el método g<strong>en</strong>eral para la<br />

evaluación de la vulnerabilidad de la edificación, <strong>en</strong> el cual<br />

se destaca la influ<strong>en</strong>cia del <strong>en</strong>torno natral y construido y el<br />

proceso a seguir <strong>en</strong> la evaluación del cumplimi<strong>en</strong>to por la<br />

construcción de las normativas, especificaciones; así como<br />

de su estado técnico-constructivo g<strong>en</strong>eral, como base para<br />

determinar el desempeño de sus difer<strong>en</strong>tes elem<strong>en</strong>tos y así<br />

sus vulnerabilidades.<br />

En el Esquema 2 se expon<strong>en</strong> los pasos a seguir para evaluar<br />

la vulnerabilidad intrínseca de la edificación, que comi<strong>en</strong>za<br />

con una etapa g<strong>en</strong>eral de acopio de informaciones,<br />

registros y análisis del <strong>en</strong>torno inmediato a la misma; seguida<br />

de una revisión técnica detallada, con la finalidad de evaluar<br />

las características tipológico-constructivas de la edificación<br />

y de su estructura; así como los daños y deterioros exist<strong>en</strong>tes.<br />

Esto sirve para arribar a un dictam<strong>en</strong> o diagnóstico<br />

sobre su estado de desempeño, dado por el comportami<strong>en</strong>to<br />

estructural y no estructural estimado de la construcción, o<br />

lo que es lo mismo, su vulnerabilidad. Finalm<strong>en</strong>te, las conclusiones<br />

de este proceso deb<strong>en</strong> servir de base para el tipo de<br />

243


244<br />

actuación que demanda el caso específico.<br />

El estudio de vulnerabilidades de las<br />

construcciones <strong>en</strong> la gestión de riesgos<br />

del medio construido.<br />

El estudio, evaluación y actualización sistemática de la vulnerabilidad<br />

de las construcciones es una pieza más d<strong>en</strong>tro<br />

del esquema g<strong>en</strong>eral que constituye la gestión de riesgos de<br />

una comunidad o localidad, <strong>en</strong> este caso, del medio construido<br />

que constituye el sustrato de toda su actividad social.<br />

En el Esquema 3 se desarrollan las etapas compon<strong>en</strong>tes<br />

del Estudio de Riesgos de un <strong>en</strong>tono o medio construido específico,<br />

consist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el Estudio de Am<strong>en</strong>azas y el Estudio<br />

de Vulnerabilidades, el cual se realiza <strong>en</strong> dos escalas fundam<strong>en</strong>tales:<br />

urbana y edificatoria.


245


246


Conclusiones<br />

• El medio construido, contexto es<strong>en</strong>cial donde se desarrolla<br />

la actividad humana y complejizado por la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

a la urbanización conc<strong>en</strong>trada que se vi<strong>en</strong>e produci<strong>en</strong>do<br />

<strong>en</strong> los últimos años, se constituye <strong>en</strong> uno de los esc<strong>en</strong>arios<br />

principales del desastre natural, agudizado por otras am<strong>en</strong>azas<br />

tecnológicas y antrópicas que lo afectan.<br />

• Tanto <strong>en</strong> la escala de la ciudad (vulnerabilidad urbana),<br />

como <strong>en</strong> la de la edificación (vulnerabilidad edificatoria),<br />

se pone de manifiesto la d<strong>en</strong>ominada Vulnerabilidad<br />

Global, al interactuar y pot<strong>en</strong>ciarse mutuam<strong>en</strong>te, las difer<strong>en</strong>tes<br />

dim<strong>en</strong>siones de la vulnerabilidad. El medio construido,<br />

<strong>en</strong> tanto sustrato material de ese organismo vivo que es la<br />

sociedad, reúne a todas las vulnerabilidades.<br />

• Las am<strong>en</strong>azas naturales de mayor peligrosidad para<br />

el medio construido, que <strong>en</strong> nuestra región c<strong>en</strong>troamericana-caribeña<br />

son los ev<strong>en</strong>tos geodinámicos (sismos y deslizami<strong>en</strong>tos)<br />

y los hidrometeorológicos (huracanes y ev<strong>en</strong>tos climáticos)<br />

muchas veces <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran condiciones propicias<br />

al desastre, <strong>en</strong> vulnerabilidades evitables, como la falta de<br />

una gestión urbana basada <strong>en</strong> el <strong>en</strong>foque de riesgo e insufici<strong>en</strong>cias<br />

<strong>en</strong> el respeto a las normativas <strong>en</strong> el diseño, la construcción<br />

y el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de las edificaciones.<br />

• El reto de un medio construido más seguro es alcanzable,<br />

a través de una gestión local de riesgos ori<strong>en</strong>tada específicam<strong>en</strong>te<br />

hacia el contexto edificado, basada <strong>en</strong> el<br />

inv<strong>en</strong>tario, registro y control sistemático del fondo construido<br />

y una consecu<strong>en</strong>te gestión de explotación y conservación<br />

del mismo, ori<strong>en</strong>tado hacia la reducción de su vulnerabilidad<br />

física y funcional.<br />

247


248<br />

Bibliografía<br />

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249


ENFOQUE SISTÉMICO Y HOLÍSTICO<br />

PARA EL DESARROLLO DE PROGRAMAS<br />

DE VIVIENDAS EN ASENTAMIENTOS<br />

HUMANOS SOSTENIBLES<br />

Dra. Arq. María El<strong>en</strong>a Sánchez Gutiérrez, Dr.<br />

Ing. Salvador Felipe Espinet Vázquez<br />

250


ENFOQUE SISTÉMICO Y HOLÍSTICO<br />

PARA EL DESARROLLO DE PROGRAMAS<br />

DE VIVIENDAS EN ASENTAMIENTOS<br />

HUMANOS SOSTENIBLES<br />

Introducción<br />

Los términos <strong>en</strong>cargo social, responsabilidad social, profesionalidad,<br />

ética empresarial y ética de la ger<strong>en</strong>cia están<br />

apareci<strong>en</strong>do cada vez con mayor frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el argot<br />

técnico y popular, cuando se abordan temas cotidianos relativos<br />

al trabajo y desempeño de las empresas <strong>en</strong> todo el<br />

mundo. La producción de construcciones como prestación<br />

de un servicio social y sobre todo, <strong>en</strong> la construcción de la<br />

vivi<strong>en</strong>da, debe satisfacer las expectativas de las partes interesadas<br />

y <strong>en</strong> especial, de los usuarios o comunidad, si se<br />

quiere considerar que se ha prestado un servicio profesional.<br />

No puede hablarse de responsabilidad social desde la<br />

perspectiva ética, si se pret<strong>en</strong>de resolver los problemas de<br />

hoy, comprometi<strong>en</strong>do el desarrollo de las futuras g<strong>en</strong>eraciones.<br />

La viabilidad de los proyectos de inversión <strong>en</strong> construcciones<br />

de programas para la vivi<strong>en</strong>da es también un requisito<br />

ético para las empresas involucradas.<br />

Debido a que la ética de la toma de decisiones es muy<br />

compleja, los ger<strong>en</strong>tes difier<strong>en</strong> algunas veces <strong>en</strong> sus puntos<br />

de vista sobre lo que es o no es ético. Actualm<strong>en</strong>te, muchos<br />

asuntos éticos son objeto de controversia <strong>en</strong> el ambi<strong>en</strong>te<br />

empresarial, la doctora Adela Cortina Orts expresa al especto<br />

“… La ética de la empresa debería tratar sobre cómo ir<br />

forjando <strong>en</strong> el día a día un carácter prud<strong>en</strong>te y justo que<br />

ayude a tomar decisiones prud<strong>en</strong>tes y justas <strong>en</strong> los ámbitos<br />

251


252<br />

de la empresa…”. Por lo que las organizaciones trazan patrones<br />

éticos que ori<strong>en</strong>tan a sus directivos, a la hora de elegir<br />

la alternativa correcta, <strong>en</strong> una situación <strong>en</strong> la que deban<br />

decidir.<br />

¿Cómo ganar <strong>en</strong> seguridad de desempeño profesional<br />

responsable y ético al decidir acometer un proyecto de inversión<br />

<strong>en</strong> construcciones y sobre todo, <strong>en</strong> programas de<br />

vivi<strong>en</strong>das de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles?, es el objetivo<br />

c<strong>en</strong>tral de esta publicación.<br />

A juicio de los autores, lo primero que se requiere es una<br />

definición confiable de la configuración y alcance del proyecto<br />

de Inversión, de tal modo que satisfaga la necesidad<br />

que se pret<strong>en</strong>de cubrir. Después, hay que investigar las variables<br />

o factores del <strong>en</strong>torno que influy<strong>en</strong> positiva o negativam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> las aspiraciones de lograr el objeto del proyecto:<br />

El As<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to. La cantidad y complejidad de relaciones<br />

<strong>en</strong>tre variables que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong>, tanto internas como externas,<br />

son una magnitud que parece imposible de controlar:<br />

Se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta un problema de proyecto altam<strong>en</strong>te complejo.<br />

No considerar alguna variable intrínseca o extrínseca ha<br />

sido la causa de muchos proyectos fracasados, asumi<strong>en</strong>do<br />

el tema de la vivi<strong>en</strong>da, <strong>en</strong> el mejor de los casos, como un<br />

problema s<strong>en</strong>cillo o <strong>en</strong> otros, como un problema de negocio.<br />

Contribuir a definir el sistema proyecto e id<strong>en</strong>tificar las<br />

variables que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> mayor influ<strong>en</strong>cia y los indicadores que<br />

permit<strong>en</strong> su control para logar concebir alternativas viables<br />

de proyectos de inversión <strong>en</strong> construcciones, es el objetivo<br />

del modelo propuesto <strong>en</strong> este trabajo.<br />

Modelo Sistémico y Holístico para Programas<br />

de Vivi<strong>en</strong>das de As<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos


Humanos Sost<strong>en</strong>ibles.<br />

No es posible <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar la actividad de concepción de un<br />

proyecto, sin un apropiado <strong>en</strong>foque de métodos y metodologías.<br />

Estudios preced<strong>en</strong>tes consultados no han llegado a<br />

precisar la multiplicidad de “factores condicionantes” que<br />

incid<strong>en</strong> y determinan al objeto de un proyecto de inversión<br />

<strong>en</strong> construcciones de vivi<strong>en</strong>das, como es el caso de<br />

los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles. La teoría que permite<br />

estudiar sistemas complejos inmersos <strong>en</strong> <strong>en</strong>tornos que<br />

se muestran cada vez más inciertos e inestables es la Teoría<br />

G<strong>en</strong>eral de los Sistemas.<br />

Será por tanto posible determinar esos factores condicionantes<br />

con una visión contemporánea, a través de la<br />

definición de indicadores que permitan contribuir a la viabilidad<br />

o sost<strong>en</strong>ibilidad, los que agrupados <strong>en</strong> variables o subsistemas<br />

compon<strong>en</strong>tes configurarían el Sistema. Para lograrlo<br />

<strong>en</strong> el tema que se aborda, se conforma el método g<strong>en</strong>eral<br />

para proyectos de inversión de vivi<strong>en</strong>das y se profundiza <strong>en</strong><br />

el análisis de la fase de concepción, d<strong>en</strong>tro de su ciclo de<br />

vida. Este método persigue un alcance más g<strong>en</strong>eral para<br />

establecer un trabajo integral y coordinado de las partes involucradas<br />

<strong>en</strong> el sistema proyecto- operación y uso y lograr<br />

la viabilidad de las inversiones de dichos as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos.<br />

El diálogo ético, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido empresarial según algunos<br />

autores, expresa que toda persona es un interlocutor válido<br />

que hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta cuando se trata de cuestiones<br />

que la afectan. Se trata del principio de la Ética del Diálogo<br />

que hoy <strong>en</strong> día ti<strong>en</strong>e una <strong>en</strong>orme aplicación <strong>en</strong> el mundo<br />

empresarial. Es desde el punto de vista ético, la base de la<br />

concepción de la empresa como un conjunto de stakehol-<br />

253


254<br />

ders (partes interesadas), o sea, un grupo de afectados por<br />

la actividad empresarial que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ser tomados <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta, cuando se toman decisiones que les afectan.<br />

En ese s<strong>en</strong>tido la empresa no es un negocio utilitario,<br />

sino que es un conjunto de accionistas, trabajadores, cli<strong>en</strong>tes,<br />

proveedores, comunidad local, etcétera, ¿dónde se insertaría<br />

la responsabilidad social de las empresas? El tema<br />

de la responsabilidad social ti<strong>en</strong>e una larga tradición e historia,<br />

pero <strong>en</strong> los últimos tiempos, han habido dos posturas que<br />

parec<strong>en</strong> las más debatidas, según la doctora Cortina Orts, y<br />

con la cual coincid<strong>en</strong> los autores:<br />

La de Milton Friedman que señala que la responsabilidad<br />

social consiste <strong>en</strong> crear valor para los accionistas. Ellos<br />

son los propietarios de la empresa y la empresa es su instrum<strong>en</strong>to.<br />

La visión de Friedman es que las empresas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que<br />

actuar honestam<strong>en</strong>te; si cada empresa crea valor al accionista,<br />

<strong>en</strong>tonces todas crecerán para d<strong>en</strong>tro y para afuera.<br />

La segunda visión <strong>en</strong>globa la de Friedman pero la mejora,<br />

es la que considera que la responsabilidad social consiste<br />

<strong>en</strong> el compromiso que adquier<strong>en</strong> voluntariam<strong>en</strong>te las empresas<br />

de hacer un balance integral, social, económico, y<br />

de otros factores internos y externos, porque se compromet<strong>en</strong><br />

con todos los afectados por la empresa. D<strong>en</strong>tro de ese<br />

compromiso, se trata de contemplar, no sólo el b<strong>en</strong>eficio de<br />

los accionistas, sino evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, el de todos los demás y<br />

<strong>en</strong> especial, de la comunidad a la cual va dirigido el programa<br />

de vivi<strong>en</strong>das d<strong>en</strong>tro del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to.<br />

El proceso del sistema proyecto – operación y uso <strong>en</strong> el<br />

caso de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos o ciclo de vida de estos,<br />

se divide <strong>en</strong> fases, como se muestra <strong>en</strong> la figura 1:


El éxito de estos programas dep<strong>en</strong>de mucho de las definiciones<br />

y decisiones que se tom<strong>en</strong> <strong>en</strong> la fase de concepción<br />

de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos, pues es allí donde debe <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse el<br />

ejercicio de alta complejidad, considerando todos los factores<br />

que participan <strong>en</strong> la viabilidad o sost<strong>en</strong>ibilidad de las<br />

propuestas. Al dejar de considerar uno de ellos y su interacción<br />

con el resto, se revertiría <strong>en</strong> dejar de dar repuesta a<br />

intereses de las partes que participan, convirtiéndose éstas,<br />

<strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno del sistema proyecto del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to, que<br />

para su operación y uso sost<strong>en</strong>ible t<strong>en</strong>dría que satisfacer eso<br />

intereses.<br />

Para alcanzar resultados viables, donde las empresas<br />

podían situarse con un alto grado de responsabilidad para<br />

alcanzar el fin, necesita <strong>en</strong> la fase de concepción de estos<br />

programas, de la utilización de un método g<strong>en</strong>eral de análisis<br />

que permita la acertada toma de decisiones, considerando<br />

todos esos factores que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong>. Este método se<br />

compone de cinco pasos fundam<strong>en</strong>tales, como se muestra<br />

<strong>en</strong> la figura 2<br />

Seleccionar aquellas soluciones que aport<strong>en</strong> una relación<br />

b<strong>en</strong>eficio/costo mayor, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que el con-<br />

255


256<br />

cepto de “valor” de una alternativa ha de ser visto como<br />

un sistema de valores interrelacionados que compr<strong>en</strong>de, no<br />

sólo el valor económico agregado, sino el aporte social, ambi<strong>en</strong>tal,<br />

jurídico, político, <strong>en</strong>tre otros, que implica que una<br />

alternativa podrá reportar b<strong>en</strong>eficios y que garantizará la<br />

sost<strong>en</strong>ibilidad de la propuesta con la satisfacción de todas<br />

las partes interesadas.<br />

Las variables e indicadores para la concepción de los


as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos se ilustran de forma gráfica, si<strong>en</strong>do posible su<br />

aplicación para la concepción de otros proyectos de inversión<br />

<strong>en</strong> construcciones de vivi<strong>en</strong>das e incluso, de otros tipos<br />

de proyectos. La descomposición de cualquier sistema <strong>en</strong><br />

sus partes compon<strong>en</strong>tes, las interrelaciones <strong>en</strong>tre ellas y el<br />

análisis de la interacción con su <strong>en</strong>torno, son elem<strong>en</strong>tos claves<br />

para proyectos y organizaciones complejas, si se quiere<br />

lograr su superviv<strong>en</strong>cia.<br />

El <strong>en</strong>foque sistémico y holístico de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

permitirá concebirlos <strong>en</strong> toda su diversidad y riqueza de elem<strong>en</strong>tos<br />

y conexiones, de un modo sost<strong>en</strong>ible, un tanto difer<strong>en</strong>te<br />

a la forma tradicional.<br />

Para ello se necesita de un cambio <strong>en</strong> la forma de p<strong>en</strong>sar,<br />

parti<strong>en</strong>do de las sigui<strong>en</strong>tes premisas:<br />

• Cada elem<strong>en</strong>to del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to forma parte de<br />

una determinada cantidad de subsistemas y no de uno sólo,<br />

<strong>en</strong> cuanto a su estructura interna y <strong>en</strong> relación con su <strong>en</strong>torno<br />

(macroescala).<br />

• Habrá que definir cuántos y cuáles son los subsistemas<br />

a que pert<strong>en</strong>ece un elem<strong>en</strong>to o actividad y cómo se superpon<strong>en</strong><br />

e interrelacionan para conformar el sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to.<br />

• Crear el marco físico apropiado para que puedan<br />

desarrollarse simultáneam<strong>en</strong>te todos ellos y permitan satisfacer<br />

las necesidades vitales y espirituales de la sociedad: Su<br />

hábitat.<br />

Para definir los indicadores de análisis han sido consideradas<br />

las variables físicas definidas <strong>en</strong> los estudios sobre teorías<br />

y prácticas urbanas con criterios de sost<strong>en</strong>ibilidad, tanto<br />

desde el punto de vista del funcionami<strong>en</strong>to interno, como<br />

257


258<br />

del <strong>en</strong>torno y fuerzas exteriores <strong>en</strong> la conformación de la<br />

estructura urbana. Como resultado de esas valoraciones se<br />

propone considerar las variables que se pres<strong>en</strong>tan a continuación<br />

<strong>en</strong> la figura 3


Ejemplos de indicadores del <strong>en</strong>torno que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> la<br />

sost<strong>en</strong>ibilidad de un proyecto de inversión de construcción<br />

de vivi<strong>en</strong>das de un as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to humano.<br />

a). VARIABLE ECONOMICA.<br />

• Fu<strong>en</strong>tes de financiami<strong>en</strong>to disponibilidad de recursos.<br />

• Costo de inversión de la propuesta de diseño urbano-arquitectónica.<br />

• Estudio de mercado (demanda de tipologías).<br />

• R<strong>en</strong>tabilidad (ingresos más gastos de mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

y conservación).<br />

• Costo de la tierra.<br />

• b). VARIABLE HISTÓRICO-CULTURAL.<br />

• Valores patrimoniales (contexto natural y construido)<br />

Modos de vida de la<br />

• comunidad tradiciones, costumbres).<br />

• Vínculo del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to con C<strong>en</strong>tro Histórico y<br />

otros as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

• Áreas productivas tradicionales (fuerza de trabajo /<br />

ocupación).<br />

• VARIABLE POLÍTICO – JURÍDICA.<br />

• Participación de los gobiernos, la iniciativa privada<br />

y otras<br />

• Estrategias y planes de desarrollo pres<strong>en</strong>tes y futuros.<br />

• Plan director para el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to urbano de la<br />

zona <strong>en</strong> estudio.<br />

• Indicadores Urbanísticos (Uso del suelo).<br />

• Normas y regulaciones jurídicas de las vivi<strong>en</strong>das. Decretos<br />

y otros.<br />

• De estas variables <strong>en</strong>umeradas, se derivan también<br />

259


260<br />

indicadores que mid<strong>en</strong> calidad y flujos.<br />

• La calidad referida a la calidad de vida de la población<br />

(accesibilidad a la salud, educación, empleo,<br />

vivi<strong>en</strong>da, cultura, etc.) y calidad del medio ambi<strong>en</strong>te<br />

urbano (agua, aire, suelo, biodiversidad, actividades<br />

urbanas, transporte, espacios públicos, <strong>en</strong> resum<strong>en</strong><br />

su hábitat.<br />

• Los flujos incluy<strong>en</strong> análisis del metabolismo de la ciudad,<br />

todos los recursos que se consum<strong>en</strong> y su destino<br />

final, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se mide por el consumo de<br />

recursos naturales no r<strong>en</strong>ovables y el porc<strong>en</strong>taje de<br />

residuos reciclados.<br />

Listar un número de indicadores a utilizar como regla, sería<br />

negar el principio de la viabilidad y singularidad a cada localidad<br />

le corresponderá definir los suyos, <strong>en</strong> dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

de sus características. En la actualidad, y bajo los designios<br />

del proceso de acelerada internacionalización de los diversos<br />

f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os, lo externo no sólo provi<strong>en</strong>e de la región de<br />

la cual forma parte el as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to, sino que puede llegar<br />

desde otras latitudes a través de constructoras y propietarios<br />

multinacionales, de regulaciones económicas por organismos<br />

internacionales, <strong>en</strong>tre otros debido al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la<br />

globalización, lo cual ac<strong>en</strong>túa considerablem<strong>en</strong>te el análisis<br />

de alta complejidad para el sistema.<br />

Estos indicadores ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como elem<strong>en</strong>to común ser<br />

cuantificables cuantitativa y cualitativam<strong>en</strong>te, compr<strong>en</strong>sibles,<br />

comparables <strong>en</strong> el transcurso del tiempo, incluy<strong>en</strong><br />

análisis multidim<strong>en</strong>sionales; además favorec<strong>en</strong> la iniciativa<br />

local, al motivar a los implicados, a ejecutar acciones que le<br />

permitan mejorar los indicadores exist<strong>en</strong>tes.


Recordar que cada uno de estos indicadores/variable,<br />

se analizan para las difer<strong>en</strong>tes fases del ciclo de vida del<br />

as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to.<br />

Configuración interna del sistema programa<br />

de vivi<strong>en</strong>das para as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

humanos sost<strong>en</strong>ibles<br />

Para la determinación de los subsistemas o variables internas<br />

se ha procedido como ejemplo, a configurar el sistema a<br />

partir de las funciones vitales estables y no estables que <strong>en</strong><br />

el mismo se deb<strong>en</strong> desarrollar, como se muestra <strong>en</strong> la figura<br />

4 y a la conformación física, a través de la estructura urbana<br />

del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />

261


262<br />

a. Configuración del sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos<br />

para su sost<strong>en</strong>ibilidad, desde su funcionami<strong>en</strong>to interno. Funciones<br />

vitales estables y no estables.<br />

Figura 4. Subsistemas o variables internas de un programa<br />

de vivi<strong>en</strong>da para alcanzar as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles.<br />

b. Configuración del sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos<br />

según la estructura urbana.<br />

Como se puede id<strong>en</strong>tificar <strong>en</strong> el gráfico anterior, el subsistema<br />

resid<strong>en</strong>cial aglutina las vivi<strong>en</strong>das que configurarían<br />

el programa m<strong>en</strong>cionado. En edificaciones de vivi<strong>en</strong>da y<br />

sus áreas aledañas, mediante el procesami<strong>en</strong>to de la información<br />

captada de diversas fu<strong>en</strong>tes (Instituciones gubernam<strong>en</strong>tales<br />

y empresas constructoras de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos,<br />

así como la consulta a directivos y especialistas de la<br />

vivi<strong>en</strong>da y desarrollo urbano, considerados como expertos),<br />

se concluye que por la falta de un <strong>en</strong>foque de sistema, las<br />

principales defici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el funcionami<strong>en</strong>to de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

por ord<strong>en</strong> de incid<strong>en</strong>cia son las sigui<strong>en</strong>tes:<br />

• Incumplimi<strong>en</strong>tos de especificaciones técnicas <strong>en</strong> la<br />

construcción de las vivi<strong>en</strong>das d<strong>en</strong>tro del subsistema resid<strong>en</strong>cial.<br />

• Falta de estandarización <strong>en</strong> los procedimi<strong>en</strong>tos constructivos<br />

<strong>en</strong> la empresas constructoras responsables de la<br />

ejecución, lo que trae como consecu<strong>en</strong>cia, modificaciones<br />

del alcance del proyecto e incumplimi<strong>en</strong>to de los objetivos<br />

costo, plazo y calidad.<br />

• Impacto ambi<strong>en</strong>tal negativo de las soluciones de saneami<strong>en</strong>to<br />

de las aguas residuales y elevado costo de las<br />

alternativas exist<strong>en</strong>tes para tales fines.<br />

• Fracaso de empresas constructoras al acometer los


proyectos de construcción de vivi<strong>en</strong>das <strong>en</strong> los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

por no disponer de una base metodológica para las estimaciones<br />

de costo y para la preparación de sus ofertas y el<br />

control posterior del presupuesto.<br />

• Defici<strong>en</strong>tes procedimi<strong>en</strong>tos para la obt<strong>en</strong>ción y procesami<strong>en</strong>to<br />

de la información, sobre el avance de los proyectos<br />

de construcción de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos, lo que ocasiona<br />

afectaciones <strong>en</strong> la toma de decisiones oportunas e<br />

incumplimi<strong>en</strong>to de los objetivos costo y plazo.<br />

• Inadecuada concepción de los programas de construcción<br />

de vivi<strong>en</strong>das <strong>en</strong> los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos, al no considerar<br />

determinados compon<strong>en</strong>tes, según la idiosincrasia y cultura<br />

de sus usuarios y la conducción administrativa del capital<br />

humano que conforman las empresas constructoras que<br />

acomet<strong>en</strong> dichos proyectos.<br />

• Se ha observado de forma g<strong>en</strong>eral, <strong>en</strong> la concepción<br />

de los proyectos de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos, aus<strong>en</strong>cia de<br />

<strong>en</strong>foque sistémico y falta de at<strong>en</strong>ción, <strong>en</strong> especial, al subsistema<br />

resid<strong>en</strong>cial, al subsistema técnico funcional y a las<br />

variables culturales, psicoperceptuales y medio ambi<strong>en</strong>tales<br />

Esta situación se considera g<strong>en</strong>eral, y de acuerdo a la<br />

literatura consultada, es común <strong>en</strong> los países del <strong>en</strong>torno latinoamericano.<br />

Conclusiones<br />

• El método g<strong>en</strong>eral y modelo teórico propuesto permit<strong>en</strong><br />

un efectivo y novedoso <strong>en</strong>foque sistémico y holístico<br />

que <strong>en</strong>laza los indicadores condicionantes del <strong>en</strong>torno y<br />

del funcionami<strong>en</strong>to interno de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos,<br />

a difer<strong>en</strong>cia de los <strong>en</strong>foques asistémicos utilizados, con los<br />

que no es posible lograr la sost<strong>en</strong>ibilidad de sus proyectos de<br />

263


264<br />

construcción.<br />

• Para la determinación de los subsistemas o variables<br />

internas se deb<strong>en</strong> establecer los compon<strong>en</strong>tes de la estructura<br />

urbana y proceder a configurar el sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />

humano a partir de las funciones vitales estable y no estable<br />

que <strong>en</strong> el mismo se deb<strong>en</strong> desarrollar.<br />

• Los problemas de funcionami<strong>en</strong>to de los programas<br />

de vivi<strong>en</strong>da de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos exist<strong>en</strong>tes se deb<strong>en</strong><br />

principalm<strong>en</strong>te, a la falta de at<strong>en</strong>ción al subsistema resid<strong>en</strong>cial,<br />

el Subsistema técnico funcional y a las variables culturales,<br />

psicoperceptuales y medioambi<strong>en</strong>tales del <strong>en</strong>torno.


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265


La conservación<br />

como teoría para la<br />

sust<strong>en</strong>tabilidad del<br />

patrimonio urbano<br />

arquitectónico,<br />

por el Dr. Arq. Moisés<br />

Morales Arizm<strong>en</strong>di<br />

266


La Conservación como Teoría para la Sust<strong>en</strong>tabilidad<br />

del Patrimonio urbano arquitectónico.<br />

Moisés Morales Arizm<strong>en</strong>di.<br />

Profesor Investigador Tiempo Completo BUAP<br />

Doctor <strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> con especialidad <strong>en</strong> Sitios y Monum<strong>en</strong>tos.<br />

Universidad B<strong>en</strong>ito Juárez de Oaxaca.<br />

267


268<br />

1.1. Marco conceptual.<br />

Para el análisis de un objeto arquitectónico d<strong>en</strong>tro de la disciplina<br />

de la conservación, restauración, se debe partir de<br />

considerar un <strong>en</strong>foque interdisciplinario, que sólo se puede<br />

lograr si se aplica una conceptuación epistémico-constructivista,<br />

como única posibilidad de poder superar los <strong>en</strong>foques<br />

reduccionistas y unilaterales que son demostrados <strong>en</strong> las<br />

condiciones de desarrollo de las sociedades modernas, que<br />

nos muestra: “la necesidad de buscar conceptuaciones<br />

que integr<strong>en</strong> la multiplicidad de procesos que concurr<strong>en</strong> a<br />

determinar los complejos problemas urbanos arquitectónicos<br />

contemporáneos”. (Habermas Jurg<strong>en</strong>, 1987).<br />

Es primordial manejar esta conceptuación epistémico-constructivista<br />

para que nuestros procesos c<strong>en</strong>trales de<br />

la investigación que son: la id<strong>en</strong>tidad y la conservación,<br />

puedan ser analizadas como un modo de apropiación de<br />

lo real que se da <strong>en</strong> cada individuo, por medio de las articulaciones,<br />

como el marco de la vida cotidiana, la internalización<br />

de refer<strong>en</strong>tes que constituy<strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>cia individual y<br />

que no es otra cosa que la cond<strong>en</strong>sación de la conci<strong>en</strong>cia<br />

social.<br />

Por esto al iniciar nuestro proceso de análisis t<strong>en</strong>emos la<br />

necesidad de ubicarnos d<strong>en</strong>tro de nuestro contexto social,<br />

sin olvidar que <strong>en</strong> él se sintetizan todos los refer<strong>en</strong>tes históricos,<br />

sociales, culturales, políticos, económicos, etc.; que le<br />

dan una expresión espacial concreta <strong>en</strong> un tiempo pres<strong>en</strong>te,<br />

ya que como lo dice Francisco Covarrubias: “La conci<strong>en</strong>cia<br />

ci<strong>en</strong>tífica como cond<strong>en</strong>sación individual lleva fundidos<br />

<strong>en</strong> su constructo de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to los intereses, valores, voliciones<br />

y proyectos exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los discursos ideológicos


correspondi<strong>en</strong>tes a grupos y clases sociales exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la<br />

formación social, <strong>en</strong>tre los cuales domina uno de los grupos,<br />

la clase dominante y es aceptada por los grupos subalternos”.<br />

(Cobarruvias Francisco, 1992).<br />

Considerar que: “La difer<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>erada por un progresivo<br />

distanciami<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre los expertos que revisan las<br />

tradiciones aún persist<strong>en</strong>tes y los grupos sociales que han<br />

g<strong>en</strong>erado que las soluciones de los<br />

primeros no correspondan a resolver<br />

las necesidades de los segundos y<br />

con esto las prácticas cotidianas que<br />

experim<strong>en</strong>tan un proceso de empobrecimi<strong>en</strong>to<br />

creci<strong>en</strong>te”, (Covarrubias<br />

Francisco,1992). Situación que se observa<br />

<strong>en</strong> las ciudades modernas como<br />

un todo social fragm<strong>en</strong>tado y sólo articulado<br />

por relaciones particulares <strong>en</strong><br />

cada caso y por eso, <strong>en</strong> una totalidad<br />

así fragm<strong>en</strong>tada, sólo privan las sobre<br />

determinaciones económicas y políticas<br />

que impon<strong>en</strong> su propia lógica, por lo que es necesario<br />

considerar: “<strong>en</strong> el caso de la problemática urbano arquitectónica,<br />

los esfuerzos de una integración disciplinaria que<br />

se llev<strong>en</strong> a cabo desde la perspectiva de otras ramas del<br />

conocimi<strong>en</strong>to como pued<strong>en</strong> ser: la economía, la política,<br />

la sociología; para que al incorporar estas variables no se<br />

caiga <strong>en</strong> un análisis urbano con un <strong>en</strong>foque reduccionista y<br />

se t<strong>en</strong>ga una compr<strong>en</strong>sión de la realidad urbana como un<br />

hecho social complejo”. (López Rangel, 1992).<br />

D<strong>en</strong>tro de la teoría de los sistemas se ha realizado un <strong>en</strong>-<br />

269


270<br />

foque crítico que no sólo rescata la noción de la realidad social<br />

como totalidad <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to y autog<strong>en</strong>eración, sino<br />

como totalidad compleja que es articulación y síntesis de un<br />

conjunto de procesos sociales que constituy<strong>en</strong> la realidad<br />

objetiva como tal.<br />

1.2. Los sistemas como<br />

herrami<strong>en</strong>ta metodológica.<br />

Tomando como base la epistemología constructivista, se ha<br />

desarrollado un andamiaje teórico-metodológico de carácter<br />

interdisciplinario a través de los sistemas; esta teoría<br />

considera al conocimi<strong>en</strong>to como un proceso de construcción<br />

realizado por la interacción del sujeto y el objeto donde<br />

todo conocimi<strong>en</strong>to implica una construcción a partir de<br />

experi<strong>en</strong>cias previas y simultáneas a la apertura de nuevos<br />

conocimi<strong>en</strong>tos.<br />

Sigui<strong>en</strong>do a Von Bertalanffy se puede decir que la teoría<br />

g<strong>en</strong>eral de los sistemas no es más que una ext<strong>en</strong>sión orgánica<br />

de la ci<strong>en</strong>cia donde se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta a los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os como<br />

conjunto de objetos y sucesos dinámicam<strong>en</strong>te interrelacionados<br />

con niveles difer<strong>en</strong>tes y permiti<strong>en</strong>do que los difer<strong>en</strong>tes<br />

f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os conserv<strong>en</strong> su autonomía y su sujeción a leyes<br />

específicas; como dice Ackoff: “que plantea a los sistemas<br />

como <strong>en</strong>tidades más que como conglomerados de partes,<br />

relacionando la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de romper con el aislami<strong>en</strong>to de<br />

los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os <strong>en</strong> contextos reducidos y por lo mismo a <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse<br />

a un análisis más abierto de las interacciones y el<br />

estudio de porciones cada vez más amplias”.<br />

Rudner señala “un conjunto de requisitos a cumplir para<br />

procurar una explicación funcional de cualquier rasgo cultural,<br />

que <strong>en</strong> este caso hablaríamos de la id<strong>en</strong>tidad como


asgo cultural consolidada y expandida a través de la recreación:<br />

a) especificar y describir exactam<strong>en</strong>te de qué<br />

rasgo cultural se trata, b) definir al rasgo cultural como sistema,<br />

c) demostrar que este sistema ti<strong>en</strong>e un conjunto de<br />

compon<strong>en</strong>tes (subsistemas), d) que el rasgo cultural que<br />

estudiamos bajo un <strong>en</strong>foque sistémico no se puede explicar<br />

por la relación <strong>en</strong>tre sus partes compon<strong>en</strong>tes, sino sobre<br />

todo, a partir de la relación con su medio ambi<strong>en</strong>te que son<br />

los otros sistemas que lo determinan como tal, e) especificar<br />

con exactitud qué constituiría el conjunto de estados para el<br />

sistema total, f) producir un cuerpo de teoría bi<strong>en</strong> articulado<br />

que relacione todos los subsistemas, los sistemas y las relaciones<br />

que los constituy<strong>en</strong>, así como la función social que<br />

cumpl<strong>en</strong>”.<br />

Para Rolando García, “los sistemas complejos consist<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> el conjunto de elem<strong>en</strong>tos más relevantes que concurr<strong>en</strong><br />

a determinar una situación previam<strong>en</strong>te problematizada (el<br />

problema), con sus factores constitutivos, sus interrelaciones<br />

y sus interacciones con la realidad exterior”.<br />

Por otra parte, el estudio de un sistema, donde esté <strong>en</strong><br />

juego el funcionami<strong>en</strong>to de la totalidad del sistema sólo<br />

puede ser obra de un equipo con marcos epistémicos, conceptuales<br />

y metodológicos compartidos. Este cambio del<br />

punto de partida ti<strong>en</strong>e implicaciones importantes: las características<br />

de los sistemas no sólo establec<strong>en</strong> la necesidad de<br />

estudiarlos con una metodología adecuada, de carácter<br />

interdisciplinario, sino que determinan, <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida,<br />

cuáles son las condiciones que debe reunir dicha metodología.<br />

“En este contexto, metodología adecuada significa<br />

que debe servir como instrum<strong>en</strong>to de análisis de los procesos<br />

271


272<br />

que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lugar <strong>en</strong> un sistema complejo y que explican su<br />

comportami<strong>en</strong>to y evolución como totalidad organizada”.<br />

(García Rolando, 1986).<br />

Los sistemas se comportan como totalidades compuestas<br />

de subsistemas. Sigui<strong>en</strong>do una terminología que hemos<br />

utilizado <strong>en</strong> otros trabajos, llamaremos funcionami<strong>en</strong>to del<br />

sistema al conjunto de actividades del (sistema) como un<br />

todo, y función a la contribución de cada elem<strong>en</strong>to o subsistema<br />

al funcionami<strong>en</strong>to del sistema. Debe notarse, sin<br />

embargo, que ambas expresiones son relativas: lo que llamamos<br />

sistema total, <strong>en</strong> un contexto dado del análisis, es<br />

también un subsistema de sistemas más amplios, d<strong>en</strong>tro de<br />

los cuales puede desempeñar una o más funciones.<br />

La decisión de empr<strong>en</strong>der el estudio de un cierto sistema<br />

complejo, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, provi<strong>en</strong>e del reconocimi<strong>en</strong>to de<br />

situaciones o f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lugar <strong>en</strong> esa localización<br />

geográfica y que han g<strong>en</strong>erado o están g<strong>en</strong>erados por<br />

procesos de deterioro <strong>en</strong> el medio físico, y <strong>en</strong> el medio social.<br />

Estas situaciones, f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os, procesos, constituy<strong>en</strong> la<br />

realidad que es objeto de estudio.<br />

Cuando un investigador o un equipo de investigadores<br />

<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta la necesidad de llevar a cabo ese estudio, <strong>en</strong> ningún<br />

caso se ve <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia de un sistema ya dado que<br />

no hay más que observar y analizar. Una parte fundam<strong>en</strong>tal<br />

del esfuerzo de investigación es la construcción del sistema,<br />

como recorte más o m<strong>en</strong>os arbitrario de una realidad que<br />

no se pres<strong>en</strong>ta con límites, ni definiciones precisas.<br />

Esta construcción del sistema (como objeto de estudio)<br />

no es otra cosa que la construcción de sucesivos modelos<br />

que repres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> la realidad que se quiere estudiar. Es un


proceso laborioso de aproximaciones sucesivas hasta que<br />

arribamos a una definición satisfactoria del sistema como<br />

modelo de la realidad que se está estudiando capaz de dar<br />

cu<strong>en</strong>ta de los hechos observados que se están estudiando.<br />

Por lo tanto el eje que articula este capítulo para dar a<br />

conocer las difer<strong>en</strong>tes posturas teóricas d<strong>en</strong>tro de la disciplina<br />

de la conservación-restauración es poder considerar que<br />

nuestro análisis estará basado <strong>en</strong> tres categorías: 1) tiempo<br />

organizado como secu<strong>en</strong>cia (transcurso-proceso histórico);<br />

2) tiempo organizado como radio de acción (espacio-territorio);<br />

3) tiempo organizado con rapidez de cambio (int<strong>en</strong>sidad).<br />

El patrimonio edificado y su conservación-restauración<br />

nos muestran un proceso de id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong>tre lo sociocultural<br />

y lo simbólico. Este proceso hace que la categoría de la<br />

id<strong>en</strong>tidad sea imprescindible para poderlo explicar.<br />

Como un anteced<strong>en</strong>te para poder empezar a conceptuar<br />

este proceso nos podemos referir a Aristóteles que <strong>en</strong><br />

su Metafísica expone su doctrina sobre la sustancia que él<br />

califica como: el estudio del ser <strong>en</strong> cuanto a ser y <strong>en</strong> su tratado<br />

dice: “ Resulta evid<strong>en</strong>te que la id<strong>en</strong>tidad es una especie<br />

de unidad, o bi<strong>en</strong> de uno tomado como muchos por ejemplo<br />

cuando se dice que una cosa es idéntica a sí misma, ya<br />

que la misma cosa se toma como si fueran dos”. (Samarach,<br />

1973).<br />

También hace difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre distintas id<strong>en</strong>tidades, la<br />

accid<strong>en</strong>tal y la es<strong>en</strong>cial donde además de explicar que el<br />

concepto opuesto es el de la heterog<strong>en</strong>eidad y<strong>en</strong> éste último<br />

también <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra una id<strong>en</strong>tidad: “difer<strong>en</strong>tes se llaman<br />

las cosas heterogéneas que con todo son idénticas bajo al-<br />

273


274<br />

gún punto de vista, con tal que ésta id<strong>en</strong>tidad no sea del<br />

ord<strong>en</strong> del número sino del ord<strong>en</strong> de la especie, del género o<br />

de la analogía.” (Samarach, 1973)<br />

Por lo que define al género como aquello por lo cual<br />

dos cosas que difier<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre sí, son con todo idénticas <strong>en</strong><br />

es<strong>en</strong>cia; el color negro o blanco del hombre no conlleva<br />

difer<strong>en</strong>cia específica; y no hay difer<strong>en</strong>cia específica alguna<br />

<strong>en</strong>tre el hombre blanco ó negro, aunque a cada uno de<br />

ellos se les dé un nombre distinto.<br />

Con esto parece evid<strong>en</strong>te que Aristóteles, al discutir el<br />

concepto de id<strong>en</strong>tidad no perdió de vista los problemas<br />

planteados por la variedad de los seres humanos; donde el<br />

modo de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar la id<strong>en</strong>tidad no como singularidad pura,<br />

sino a través de “ese la misma cosa se toman como si fueran<br />

dos” (Samarach,1973).<br />

Donde el <strong>en</strong>foque unitario de la id<strong>en</strong>tidad, da un claro<br />

fundam<strong>en</strong>to de las distinciones bajo algún punto de vista,<br />

además de que la definición de los conceptos de opuesto,<br />

contrario y análogo es complem<strong>en</strong>to para definir el concepto<br />

de idéntico. Por esto toda cultura ti<strong>en</strong>e su descripción<br />

favorita de la distinción humana, no sólo nombramos lo que<br />

somos sino lo que procuramos ser; esto nos permite ver el<br />

uno del otro, confundir lo que somos con lo que aspiramos<br />

ser y esto se traduce <strong>en</strong> una regla práctica: nunca somos ya<br />

lo que debiéramos ser.<br />

Desde el punto de vista filológico la palabra id<strong>en</strong>tidad<br />

vi<strong>en</strong>e del latín id<strong>en</strong>titas, carácter de lo que es lo mismo. Calidad<br />

de lo que no ti<strong>en</strong>e difer<strong>en</strong>cias ni variantes, lo que es<br />

igual, lo mismo. La filosofía tradicional define el principio de<br />

id<strong>en</strong>tidad como lo que es, es, y lo que no es, no es.


La ley o principio de id<strong>en</strong>tidad ti<strong>en</strong>e dos acepciones:<br />

como valor lógico o como valor ontológico. En el primer<br />

caso, se trata de id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong>tre conceptos o proposiciones<br />

y las condiciones que han de cumplir para que se dé esta<br />

relación; <strong>en</strong> el segundo caso postula que cada ser es igual<br />

a sí mismo. El principio de id<strong>en</strong>tidad, que afirma la sustantividad<br />

de las cosas, fue puesto <strong>en</strong> duda a partir del idealismo<br />

alemán y por la lógica simbólica.<br />

La connotación psicológica del concepto de id<strong>en</strong>tidad<br />

se fundam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el ser uno mismo; ser lo que se dice ser. El<br />

concepto de la propia id<strong>en</strong>tidad se pierde o altera <strong>en</strong> algunas<br />

<strong>en</strong>fermedades m<strong>en</strong>tales, por ejemplo como <strong>en</strong> la esquizofr<strong>en</strong>ia.<br />

Implica una conci<strong>en</strong>cia de la perman<strong>en</strong>cia del yo <strong>en</strong><br />

situaciones difer<strong>en</strong>tes y <strong>en</strong> el transcurso del tiempo-reconocimi<strong>en</strong>to<br />

de que mi yo, que participó <strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos y lugares<br />

distintos a los actuales, es sin embargo igual, el mismo yo del<br />

pres<strong>en</strong>te.<br />

Mi<strong>en</strong>tras que la id<strong>en</strong>tificación es el proceso mediante<br />

el cual un individuo o grupo social asimila las características<br />

o atributos de otra persona u otro grupo social y las hace<br />

suyas. En psicología social y psicoanálisis la id<strong>en</strong>tificación se<br />

le define como mecanismo de def<strong>en</strong>sa o proceso psíquico<br />

inconsci<strong>en</strong>te que consiste <strong>en</strong> la asimilación por parte de un<br />

sujeto de los atributos o características de otra persona con<br />

la que le une un vínculo afectivo. El sujeto se conduce así<br />

como si fuese esa persona; se transforma, <strong>en</strong> mayor o m<strong>en</strong>or<br />

medida, acercándose al modelo que le brinda esa persona.<br />

La id<strong>en</strong>tificación se relaciona con los procesos conocidos<br />

g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te como imitación y contagio m<strong>en</strong>tal y consti-<br />

275


276<br />

tuye el mecanismo básico mediante el cual se configura la<br />

personalidad vía el apr<strong>en</strong>dizaje social.<br />

La id<strong>en</strong>tificación social es el proceso de asimilación por<br />

parte de un grupo social, de los modos de actuar, opiniones,<br />

actitudes, de otro grupo social considerado como modelo.<br />

El conjunto de procesos de id<strong>en</strong>tificación que viv<strong>en</strong> las personas<br />

que integran una unidad espacial como es el barrio<br />

los lleva a id<strong>en</strong>tificarse como grupo social.<br />

En nuestra cultura <strong>en</strong>tre las definiciones preferidas se ha<br />

contado el Yo, el Ego, la persona, el alma; esto se traduce<br />

<strong>en</strong> una descripción favorita: La id<strong>en</strong>tidad pero ¿qué es<br />

ésta?.Trataremos de <strong>en</strong>riquecer esta pregunta con conceptos<br />

de p<strong>en</strong>sadores que además de Aristóteles han contribuido<br />

a definir este proceso.<br />

La idea de Id<strong>en</strong>tidad para Pern Warr<strong>en</strong> <strong>en</strong> 1965 se origina<br />

“<strong>en</strong> la lógica de A=A, esto es una afirmación de id<strong>en</strong>tidad<br />

al mismo tiempo que de difer<strong>en</strong>cia, ya que un objeto<br />

es lo mismo que todos los objetos que son como él y es difer<strong>en</strong>te<br />

de todos los objetos que no son como él; <strong>en</strong> el ámbito<br />

social esta lógica cambia ya que se habla de una id<strong>en</strong>tidad<br />

<strong>en</strong> la difer<strong>en</strong>cia, donde los actores sociales que son iguales<br />

con respecto a un criterio de id<strong>en</strong>tidad pued<strong>en</strong> diferir con<br />

respecto a otro criterio de id<strong>en</strong>tidad por lo que se deduce<br />

que la id<strong>en</strong>tidad es muy social pero no muy sociable”.<br />

¿Quién eres?, hasta cuando sabe uno la respuesta, no<br />

es una pregunta fácil “queremos ser una cosa, pero ya no<br />

esta cosa o de nuevo aquella otra”; tememos no ser nada<br />

y fantaseamos con serlo todo, pero no advertimos que todo<br />

es una versión agitada de nada por esto la id<strong>en</strong>tidad: Impone<br />

una disciplina es la <strong>en</strong>emiga del Yo proteico.


Afirma Robert Jay Lifton: “él yo proteico es él yo promiscuo,<br />

él yo suave y somero, él yo que asume el punto de vista<br />

del consumidor como ideal de vida, él yo al cual aterra el<br />

sil<strong>en</strong>cio, el estrés; <strong>en</strong> el postmodernismo creando esta analogía<br />

con Proteo, al que se le recuerda como escurridizo, ya<br />

que t<strong>en</strong>ía su objetivo al transformarse <strong>en</strong> león o serpi<strong>en</strong>te ó<br />

jabalí y árbol, pero no era el cultivo de su personalidad ya<br />

que asumía sus formas para no contestar las preguntas de<br />

M<strong>en</strong>elao, la id<strong>en</strong>tidad como proceso está dispuesta a contestar<br />

éstas”.<br />

Toda her<strong>en</strong>cia es un accid<strong>en</strong>te, tal es la id<strong>en</strong>tidad religiosa,<br />

sexual o étnica, sustituye un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de conting<strong>en</strong>cia<br />

por uno de necesidad; imparte un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de lo<br />

interior que nos es impartido desde el exterior y este es vasto:<br />

el país al cual pert<strong>en</strong>ecemos, la ciudad donde nací, el barrio<br />

donde hago mi cotidianidad, mi familia <strong>en</strong> la que hago<br />

mi yo individual, todo es exterior y d<strong>en</strong>tro sólo está el cuerpo<br />

y el alma.<br />

Desde el principio reconocemos la influ<strong>en</strong>cia del exterior<br />

aunque no del modo como reconocemos nuestro yo<br />

interior, por esto t<strong>en</strong>emos que traer la influ<strong>en</strong>cia de ese exterior<br />

de afuera hacia ad<strong>en</strong>tro creando la id<strong>en</strong>tidad a la que<br />

pert<strong>en</strong>ecemos ya que ésta vive de hechos: eres hijo de esta<br />

familia, de este barrio, de ésta ciudad, de éste país, de ésta<br />

fe, de esta parroquia. Pero hay un hecho al cual la id<strong>en</strong>tidad<br />

no ati<strong>en</strong>de y es el hecho de la individuación: no eres<br />

nadie y nadie más que tú.<br />

Es importante poder difer<strong>en</strong>ciar <strong>en</strong>tre justificarse e id<strong>en</strong>tificarse,<br />

ya que el señuelo de la id<strong>en</strong>tidad es proponer unir<br />

las partes de una vida y querer transformarlos <strong>en</strong> una uni-<br />

277


278<br />

dad, esto es una vida sumada y para Erikson” la vida así<br />

totalizada es de seguro la más cómoda ya que sólo es un<br />

experim<strong>en</strong>to de bi<strong>en</strong>estar psicológico sin id<strong>en</strong>tidad, ya que<br />

ésta se inicia donde confluye la utilidad de la id<strong>en</strong>tificación<br />

múltiple y ésta no concluye jamás”.<br />

Conceptuar la id<strong>en</strong>tidad para nuestro propósito de investigación<br />

es sumam<strong>en</strong>te complejo, pero consideramos<br />

que es necesario para poder llegar a una propuesta lo más<br />

posible correcta, por lo que seguiremos refiriéndonos a otros<br />

autores para su mejor compr<strong>en</strong>sión.<br />

Para Habermas: el nivel universal del yo, corresponde<br />

con la autoconci<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>eralizada y permite al individuo<br />

referirse así mismo al <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> comunicación con otro, de<br />

tal manera que ambos puedan conocerse y reconocerse<br />

recíprocam<strong>en</strong>te como yo, a esta autoconci<strong>en</strong>cia es lo que<br />

d<strong>en</strong>omina espíritu que posee la objetividad de los hábitos<br />

de la vida y de las normas sociales. “Él yo como id<strong>en</strong>tidad<br />

universal y particular sólo puede ser compr<strong>en</strong>dido a partir<br />

de la unidad de un espíritu que <strong>en</strong>globe la id<strong>en</strong>tidad del yo<br />

como otro que no es idéntico con él mismo; por lo que podemos<br />

decir que la id<strong>en</strong>tidad es el espíritu de comunicación<br />

de 10 individuos singulares <strong>en</strong> un medio universal”.<br />

Por lo cual la unidad simbólica de la persona que se ha<br />

g<strong>en</strong>erado y mant<strong>en</strong>ido por una auto id<strong>en</strong>tificación, se va a<br />

basar <strong>en</strong> la pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a la realidad simbólica de un grupo<br />

que g<strong>en</strong>erará una realidad grupal que debe abarcar individualidades<br />

y esto será la condición fundam<strong>en</strong>tal que determinará<br />

la id<strong>en</strong>tidad que se va a ver expresada <strong>en</strong> formas<br />

espaciales urbano arquitectónicas d<strong>en</strong>tro de un territorio,<br />

con características muy propias.


En contrapunto de la id<strong>en</strong>tidad racional equívoca que<br />

se ha desarrollado <strong>en</strong> las sociedades modernas, donde un<br />

Estado constitucional que se forma de un modo clasista o<br />

estam<strong>en</strong>tal con una unidad social irrealizable ya que no está<br />

compr<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> su formación la expresión de los intereses<br />

de la mayoría y al no cont<strong>en</strong>erlos, empiezan a originarse formas<br />

de gobierno alternativas con posibilidades d<strong>en</strong>tro de<br />

una unidad territorial pequeña como lo es: la parroquia.<br />

Ya que los síntomas modernos que se han llevado a<br />

cabo <strong>en</strong> nuestra ciudad a través de una planificación urbana<br />

reduccionista o funcionalista han originado la desintegración<br />

de la sociedad civil y la separación <strong>en</strong>tre ésta y el<br />

Estado.<br />

Así sólo el concepto de id<strong>en</strong>tidad del yo que asegure<br />

libertad e individualización puede brindar una ori<strong>en</strong>tación<br />

<strong>en</strong> los procesos de formación de los individuos de un grupo<br />

social concreto. Por esto para poder compr<strong>en</strong>der más<br />

el concepto de id<strong>en</strong>tidad retomaremos lo que Habermas<br />

dice y analiza de otros autores que abordan el concepto<br />

“Durkheim aportara a Mead una definición de id<strong>en</strong>tidad<br />

con la forma de un cons<strong>en</strong>so normativo que se construye<br />

<strong>en</strong> la semántica de lo sagrado: la conci<strong>en</strong>cia religiosa, que<br />

garantiza la id<strong>en</strong>tidad, la g<strong>en</strong>era y manti<strong>en</strong>e a través de lo<br />

ritual. Mead aportaría a Durkheim la explicación de la ramificación<br />

del sistema de instituciones sociales que defin<strong>en</strong><br />

la id<strong>en</strong>tidad de los individuos <strong>en</strong> relación con la id<strong>en</strong>tidad<br />

del grupo al que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong>, donde la unidad del colectivo<br />

constituye el punto de refer<strong>en</strong>cia de la comunidad”.<br />

En ambos casos se concibe a la sociedad desde la perspectiva<br />

de los actores sociales que participan <strong>en</strong> ella como<br />

279


280<br />

unidad de la vida a través de la acción comunicativa. A<br />

juicio de Habermas “el control social que sirve para integrar<br />

al individuo y sus acciones <strong>en</strong> el proceso social organizado<br />

de experi<strong>en</strong>cia y conducta <strong>en</strong> el que está involucrado sirve<br />

para integrar al individuo a la autoridad moral del otro g<strong>en</strong>eralizado,<br />

donde la organización sociales auto conci<strong>en</strong>te<br />

y su proceso de desarrollo va a dep<strong>en</strong>der de la actitud del<br />

grupo y ésta va a ser distinta a la del individuo aislado”.<br />

Por último, es necesario considerar la relación <strong>en</strong>tre<br />

ideología, id<strong>en</strong>tidad y cultura como tres elem<strong>en</strong>tos básicos<br />

para la compr<strong>en</strong>sión de la reproducción cultural de un grupo<br />

social, como lo es el de la parroquia.<br />

No podemos definir los tres términos por separado, al<br />

contrario consideramos que los tres conceptos deb<strong>en</strong> explicarse<br />

de manera interrelacionada, de tal forma que la compr<strong>en</strong>sión<br />

de uno determine necesariam<strong>en</strong>te a los otros dos.<br />

En esta perspectiva toda definición de cultura ti<strong>en</strong>e implícita<br />

una concepción de id<strong>en</strong>tidad y de ideología.<br />

El concepto de cultura requiere, <strong>en</strong>tonces, de concreción<br />

para que sea útil a la investigación social. Para ello es<br />

necesario dar una definición más puntual del término, por lo<br />

que retomaremos la definición planteada por García Canclini:<br />

“la producción de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os que constituy<strong>en</strong>, mediante<br />

la repres<strong>en</strong>tación o reelaboración simbólica de las estructuras<br />

materiales, a compr<strong>en</strong>der, reproducir o transformar el<br />

sistema social, es decir, todas las prácticas e instituciones dedicadas<br />

a la administración, r<strong>en</strong>ovación y reestructuración<br />

del s<strong>en</strong>tido”.<br />

La anterior conceptuación nos es útil por partida doble:<br />

<strong>en</strong> primer lugar, porque acota el concepto de cultura a la


producción, reproducción y transformación de s<strong>en</strong>tido, es<br />

decir, de significado; y <strong>en</strong> segundo lugar, porque permite<br />

establecer un pu<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los conceptos de cultura, id<strong>en</strong>tidad<br />

e ideología.<br />

Si compr<strong>en</strong>demos a la id<strong>en</strong>tidad social básicam<strong>en</strong>te<br />

como una construcción material <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido social, es decir,<br />

como una construcción simbólica, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido amplio del<br />

término, cultura es, por así decirlo el cuerpo de la id<strong>en</strong>tidad.<br />

Así, cuando se le da concreción al concepto de cultura,<br />

se habla necesariam<strong>en</strong>te de id<strong>en</strong>tidad: somos <strong>en</strong> razón de<br />

nuestra historia y nuestras prácticas, así como de nuestros<br />

productos, pero especialm<strong>en</strong>te del s<strong>en</strong>tido colectivo que<br />

éstos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> para el grupo.<br />

En términos de André Gre<strong>en</strong> el concepto de id<strong>en</strong>tidad<br />

agrupa varias ideas: 1) la perman<strong>en</strong>cia, 2) la exist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />

estado separado (la distinción fr<strong>en</strong>te al otro) y 3) la relación<br />

de semejanza absoluta <strong>en</strong>tre dos elem<strong>en</strong>tos. Estos tres elem<strong>en</strong>tos<br />

son solidarios <strong>en</strong>tre sí: “constancia, unidad, reconocimi<strong>en</strong>to<br />

de lo mismo. Juntos defin<strong>en</strong> los postulados de la<br />

conci<strong>en</strong>cia filosófica y constituy<strong>en</strong> las condiciones de su calidad<br />

de conocimi<strong>en</strong>to tanto de sí como del mundo y agrega<br />

que ser, ser uno, reconocer el uno solidariam<strong>en</strong>te el suelo<br />

de su actividad”.<br />

En otras palabras, el concepto de id<strong>en</strong>tidad agrupa diversas<br />

experi<strong>en</strong>cias como la relativa a la conservación o reproducción<br />

(que garantiza la perman<strong>en</strong>cia); la refer<strong>en</strong>te a<br />

la difer<strong>en</strong>ciación y la que podemos señalar como id<strong>en</strong>tificación.<br />

La id<strong>en</strong>tidad aborda al mismo tiempo el ámbito de lo<br />

público y de lo privado, de lo único y de lo comunitario, de<br />

lo personal y lo social, pero se conforma siempre <strong>en</strong> relación<br />

281


282<br />

con otras id<strong>en</strong>tidades.<br />

Esta perspectiva implica que la id<strong>en</strong>tidad no puede ser<br />

analizada como una es<strong>en</strong>cia, estática, inmodificable, como<br />

una fotografía. Por el contrario, sólo puede compr<strong>en</strong>derse<br />

<strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que es vista como un conjunto de relaciones<br />

cambiantes <strong>en</strong> donde lo individual y lo social son inseparables,<br />

<strong>en</strong> las que la id<strong>en</strong>tidad ti<strong>en</strong>e un sustrato material.<br />

Ahora bi<strong>en</strong>, es necesario subrayar que <strong>en</strong> una sociedad<br />

compleja este proceso de reproducción cultural se realiza<br />

desde lugares difer<strong>en</strong>ciables (proceso de distinción), <strong>en</strong> la<br />

parroquia, <strong>en</strong> la ciudad, <strong>en</strong> los ámbitos económico, político,<br />

étnico y social, lo cual produce diversas id<strong>en</strong>tidades. En este<br />

marco, ideología e id<strong>en</strong>tidad son conceptos íntimam<strong>en</strong>te<br />

relacionados <strong>en</strong>tre sí, al grado de que la conceptualización<br />

del primero determina la compr<strong>en</strong>sión del segundo. El ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />

cultural -<strong>en</strong> su acepción particular- es también<br />

ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to ideológico y ambos ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>tos se expresan<br />

<strong>en</strong> el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to territorial.<br />

La ideología, como f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o universal, es la <strong>en</strong>cargada<br />

de preservar la id<strong>en</strong>tidad. Sin ideología no hay id<strong>en</strong>tidad,<br />

es decir, que reproducir una id<strong>en</strong>tidad particular implica<br />

t<strong>en</strong>er “un lugar” desde donde apropiarse y ord<strong>en</strong>ar la experi<strong>en</strong>cia<br />

vivida. Este espacio ord<strong>en</strong>ador que funge como<br />

instrum<strong>en</strong>to necesario, que tamiza las experi<strong>en</strong>cias colectivas<br />

e individuales es lo que nosotros llamamos ideología. La<br />

ideología es una dim<strong>en</strong>sión de la cultura.<br />

En síntesis, podemos plantear que la id<strong>en</strong>tidad es un<br />

proceso de id<strong>en</strong>tificaciones históricam<strong>en</strong>te apropiadas que<br />

le confier<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido a un grupo social y le dan estructura<br />

significativa para asumirse como unidad d<strong>en</strong>tro de un terri-


torio determinado; y <strong>en</strong> nuestro análisis serán las difer<strong>en</strong>tes<br />

propuestas teóricas sobre la conservación, restauración que<br />

m<strong>en</strong>cionaremos.<br />

Es <strong>en</strong> el marco de la vida cotidiana donde se establec<strong>en</strong><br />

el conjunto de relaciones sociales que van nucleando<br />

la id<strong>en</strong>tidad sobre el patrimonio edificado, donde la vida<br />

cotidiana que como dice. Heller “es el conjunto de actividades<br />

que caracterizan la reproducción de los hombres particulares,<br />

los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción<br />

social” ( A. Heller, 1972: 39- 75). En efecto, es desde<br />

la vida cotidiana que el hombre particular vive promin<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />

lo social, ya su vez la vida cotidiana es reproducción<br />

del sistema social (económico, jurídico, cultural, simbólico)<br />

concreto <strong>en</strong> que vive. Reproducida y reproductora de lo social<br />

los hábitos, valores, l<strong>en</strong>guaje, normas de comportami<strong>en</strong>to,<br />

percepción del tiempo transmitidos y reproducidos <strong>en</strong> el<br />

interior de la vida cotidiana de los hombres y de las mujeres<br />

tamizan la concepción que ellos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de sí mismos y de su<br />

<strong>en</strong>torno.<br />

Por otra parte, los difer<strong>en</strong>tes procesos culturales que van<br />

configurando la id<strong>en</strong>tidad cultural hasta llegar a id<strong>en</strong>tificar<br />

con el concepto de cultura popular, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido como<br />

dice Antonio Gramsci “la cultura popular debería ser estudiada<br />

como concepción del mundo y de la vida, implícita<br />

<strong>en</strong> gran medida, de determinados estratos (determinados<br />

<strong>en</strong> el tiempo y <strong>en</strong> el espacio) de la sociedad, <strong>en</strong> contraposición<br />

con las concepciones del mundo oficial es <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido<br />

más amplio, de las partes cultas de las sociedades históricam<strong>en</strong>te<br />

determinadas que se han sucedido <strong>en</strong> el desarrollo<br />

histórico. Concepción del mundo no sólo no elaborada y<br />

283


284<br />

asistemática porque el pueblo (o sea, el conjunto de las clases<br />

subalternas e instrum<strong>en</strong>tales de toda forma de sociedad<br />

que ha existido hasta ahora) no puede, por definición, t<strong>en</strong>er<br />

concepciones elaboradas, sistemáticas y políticam<strong>en</strong>te organizadas<br />

“.<br />

Definición de la cultura popular como una visión del<br />

mundo capaz de subsumir otras concepciones del mundo<br />

(inm<strong>en</strong>sa capacidad sincrética) que incluso correspond<strong>en</strong><br />

a formaciones sociales anteriores y superadas; cultura asistemática<br />

y sin capacidad orgánica, al no poseer a difer<strong>en</strong>cia<br />

de la cultura de los sectores hegemónicos una concepción<br />

del mundo, unos productores especializados, unos portadores<br />

sociales preemin<strong>en</strong>tes, una capacidad integrativa, una<br />

dinámica de conflictos, una organización de la cultura se<br />

defin<strong>en</strong> por su oposición a la cultura hegemónica. Al igual<br />

la cultura de los barrios se define por oposición a la cultura<br />

oficial.<br />

Debemos primeram<strong>en</strong>te <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la parte fundam<strong>en</strong>tal<br />

que determina un territorio es el hombre, que produce<br />

con su ing<strong>en</strong>io aquello que agrupado <strong>en</strong> un acervo<br />

se va trasmiti<strong>en</strong>do a las g<strong>en</strong>eraciones futuras, formando un<br />

patrimonio común que es clave para distinguir a un grupo<br />

social de cualquier otro ya que: Proteger estas expresiones<br />

es cuidar los testimonios de su id<strong>en</strong>tidad, por lo que:<br />

1. La afirmación de la id<strong>en</strong>tidad cultural contribuye a la<br />

liberación de los pueblos. Por el contrario, cualquier forma<br />

de dominación, niega o deteriora dicha id<strong>en</strong>tidad.<br />

2.La id<strong>en</strong>tidad cultural es una riqueza que dinamiza las<br />

posibilidades de realización de la especie humana, al movilizar<br />

a cada pueblo y a cada grupo a nutrirse de su pasado y


acoger los aportes externos compatibles con su idiosincrasia<br />

y continuar así el proceso de su propia creación.<br />

Por esto debemos recalcar que un grupo social tanto<br />

como un individuo necesitan la conci<strong>en</strong>cia de su propia<br />

id<strong>en</strong>tidad y que para ambos ésta se fundam<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> las dos<br />

percepciones que define Erickson: “a) la percepción de la<br />

igualdad a sí mismo y la continuidad de la propia exist<strong>en</strong>cia<br />

<strong>en</strong> el tiempo y <strong>en</strong> el espacio; b) la percepción del hecho de<br />

que los demás reconoc<strong>en</strong> dicha igualdad así mismo y dicha<br />

continuidad”.<br />

Por eso para un grupo social la captación consci<strong>en</strong>te<br />

de la continuidad cultural desde el pasado hacia el pres<strong>en</strong>te,<br />

es el factor más importante del s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de id<strong>en</strong>tidad,<br />

para poder evaluar el pasado, para compr<strong>en</strong>der el pres<strong>en</strong>te<br />

y planear el futuro, transformando la sociedad.<br />

Debemos por lo tanto considerar que la id<strong>en</strong>tidad cultural<br />

es una riqueza que dinamiza las posibilidades de realización<br />

de la especie humana, al movilizar a cada pueblo y<br />

cada grupo a nutrirse de su pasado y acoger aportes externos<br />

compatibles con su idiosincrasia y continuar así el proceso<br />

de su propia creación.<br />

A partir de esto la pluralidad de elem<strong>en</strong>tos que se integran<br />

a una cultura para formar su individualidad, donde el<br />

problema reside <strong>en</strong> la percepción consci<strong>en</strong>te de la capacidad<br />

y libertad de selección; ya que ninguna cultura podría<br />

desarrollarse normalm<strong>en</strong>te si estuviera aislada de la influ<strong>en</strong>cia<br />

externa.<br />

Es importante este análisis, ya que la id<strong>en</strong>tidad cultural<br />

parece plantearse como uno de los principios motores de<br />

la historia, esa id<strong>en</strong>tidad que es un factor de síntesis viva y<br />

285


286<br />

original recom<strong>en</strong>zada; de este modo repres<strong>en</strong>ta cada vez<br />

más la condición misma del progreso de los individuos, los<br />

grupos, las naciones, pues es ella qui<strong>en</strong> anima y sosti<strong>en</strong>e la<br />

voluntad colectiva, suscita la movilización de los recursos interiores<br />

para la acción y transforma el cambio necesario <strong>en</strong><br />

una aceptación creadora.<br />

Donde los recuerdos colectivos y el quehacer cotidiano<br />

se van arraigando hasta formar un mundo que reconoce sus<br />

propias leyes y manera de ser y son igualm<strong>en</strong>te importantes<br />

para la delimitación de un estilo de vida característico de<br />

sus habitantes y de su patrimonio urbano-arquitectónico.<br />

Existe un conjunto muy abigarrado de imág<strong>en</strong>es de relación<br />

que permit<strong>en</strong> establecer claram<strong>en</strong>te una distinción del<br />

patrimonio de un lugar con respecto a otro, nuclear una<br />

id<strong>en</strong>tidad fr<strong>en</strong>te a la relación con los otros. Los monum<strong>en</strong>tos,<br />

la arquitectura, cada trazo, cada calle se erige <strong>en</strong> signo de<br />

la id<strong>en</strong>tidad y <strong>en</strong> esquema relacional y de contraste fr<strong>en</strong>te a<br />

otras expresiones. Todas estas imág<strong>en</strong>es de relación operan<br />

al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> dos s<strong>en</strong>tidos: parec<strong>en</strong> ser un ejercicio de distribución<br />

de valor y de difer<strong>en</strong>ciación, al fin y cabo. Dan la<br />

delimitación de un mundo configurado por un conjunto de<br />

atributos de su población y un conjunto de atractivos turísticos<br />

de su geografía y sobre la base de él se ori<strong>en</strong>ta.<br />

El primer s<strong>en</strong>tido es ininteligible sin el segundo. G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />

se ha ac<strong>en</strong>tuado la función de difer<strong>en</strong>ciación y<br />

distanciami<strong>en</strong>to que compete a los textos socio céntricos,<br />

pero esta función no es sino una cara o perspectiva de un<br />

complejo funcional que es al mismo tiempo <strong>en</strong>globante y<br />

difer<strong>en</strong>ciador.<br />

Por otra parte, es importante considerar la simbolización


como el proceso de cómo las cosas y los espacios devi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

relevantes para la experi<strong>en</strong>cia humana, a través de la<br />

interacción facilitada por el uso del elem<strong>en</strong>to o espacio por<br />

parte del individuo o grupo. Nos estamos refiri<strong>en</strong>do al simbolismo<br />

a posteriori, es decir, a aquellos espacios y cosas que<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un papel activo <strong>en</strong> el mundo refer<strong>en</strong>cial de una colectividad,<br />

surgido del significado socialm<strong>en</strong>te adquirido a<br />

través del tiempo y el uso de los usuarios (Pol, E. y Valera, S.,<br />

1995). De manera que un elem<strong>en</strong>to o espacio puede ser estructural<br />

o estéticam<strong>en</strong>te insignificante pero muy relevante<br />

para un grupo específico de la población. En cambio, nos<br />

referimos a simbolismo a priori, sigui<strong>en</strong>do a los mismos autores,<br />

cuando una estructura social institucionalizada, promueve<br />

o propone la creación int<strong>en</strong>cional de significado, es<br />

decir, un significado prefijado, o algún cambio de emplazami<strong>en</strong>to<br />

o de esc<strong>en</strong>a, <strong>en</strong> estos casos se está llevando a cabo<br />

un acto de poder.<br />

Desde la perspectiva del interaccionismo simbólico<br />

todo objeto, y según Blumer (1969) también puede tratarse<br />

igual a los espacios, adquiere su naturaleza ontológica<br />

a partir de los significados conferidos por los grupos, incluso<br />

por cada individuo. Por otro lado, se ha reconocido y contemplado<br />

la gran importancia que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los mecanismos<br />

de apropiación espacial y de los elem<strong>en</strong>tos que configuran<br />

éste (Pol, E., 1994), ya que es través de ellos que los individuos<br />

son capaces de crear o captar los significados simbolizados<br />

<strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos o espacios e interaccionar con los mismos,<br />

llegando a incorporarlos a su propia id<strong>en</strong>tidad (Valera, S. y<br />

Pol, E., 1994).<br />

Desde la antropología y la psicología social ha habido<br />

287


288<br />

una amplia producción teórica respecto al tema de la id<strong>en</strong>tidad<br />

social, pero <strong>en</strong> este caso nos c<strong>en</strong>traremos <strong>en</strong> el papel<br />

de los <strong>en</strong>tornos ambi<strong>en</strong>tales y <strong>en</strong>tornos físicos, y cómo éstos<br />

juegan un papel importante <strong>en</strong> la configuración de la id<strong>en</strong>tidad<br />

del individuo.<br />

Bajo esta perspectiva, la id<strong>en</strong>tidad social es el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to<br />

de afiliación o pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a determinadas categorías<br />

como grupos sociales, étnicos, categorías socio profesionales,<br />

grupos religiosos, con los cuales los individuos se<br />

id<strong>en</strong>tifican g<strong>en</strong>erando atribuciones internas y externas que<br />

define los cont<strong>en</strong>idos de esa id<strong>en</strong>tidad. Ésta formaría parte<br />

del auto concepto de un individuo y se derivaría del conocimi<strong>en</strong>to<br />

de su pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a un grupo o grupos sociales, juntam<strong>en</strong>te<br />

con el significado valorativo y emocional asociado<br />

a esta pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia. (Tajfel, 1981).<br />

Determinados espacios t<strong>en</strong>drán la propiedad de convertirse<br />

<strong>en</strong> espacios simbólicos urbanos. Dos de las características<br />

necesarias para que un espacio sea simbólico son:<br />

que t<strong>en</strong>ga imag<strong>en</strong> ambi<strong>en</strong>tal o facilidad para evocar una<br />

imag<strong>en</strong> clara y coher<strong>en</strong>te, si<strong>en</strong>do las partes de la imag<strong>en</strong><br />

fácilm<strong>en</strong>te reconocibles (Lynch, 1960); e inmaginibilidad social<br />

o características del conjunto de significados socialm<strong>en</strong>te<br />

creados y atribuidos al espacio.<br />

Los conceptos de id<strong>en</strong>tidad social urbana y de espacio<br />

simbólico se relacionan gracias al proceso de apropiación<br />

de espacio que realiza el individuo, debido a que este proceso<br />

es fundam<strong>en</strong>tal para que sea de la id<strong>en</strong>tificación. Este<br />

concepto quedaría definido como un proceso dinámico de<br />

interacción de los individuos con su medio externo, mediante<br />

el cual el grupo carga de significado a un espacio y lo


integra como elem<strong>en</strong>to repres<strong>en</strong>tativo de una id<strong>en</strong>tidad social<br />

urbana.<br />

La idea del espacio como un producto social, se debe<br />

principalm<strong>en</strong>te a que los significados vinculados a un espacio<br />

simbólico son fruto de la interacción <strong>en</strong>tre los grupos y el<br />

ambi<strong>en</strong>te. Nos referimos a una concepción social no perman<strong>en</strong>te,<br />

que a veces varía con el tiempo y con la evolución<br />

del grupo. Sin embargo, la apropiación del espacio simbólico<br />

es tan fuerte, que aunque el espacio desaparezca o se<br />

transforme su significado sigue mant<strong>en</strong>iéndose o se traslada<br />

a otros espacios.<br />

1.3. Las teorías de la restauración y los<br />

supuestos básicos.<br />

La palabra restauración etimológicam<strong>en</strong>te hablando procede<br />

del latín restauratio, onis, restauración. Acción y efecto<br />

de restaurar. Reparación, reposición, recobro, restablecimi<strong>en</strong>to<br />

de una cosa.<br />

La restauración ti<strong>en</strong>de a rescatar un bi<strong>en</strong> a través de<br />

la recuperación del mismo por medio de una serie de interv<strong>en</strong>ciones<br />

técnico-ci<strong>en</strong>tíficas que permitan devolverle al<br />

mismo la integridad perdida. Su puesta <strong>en</strong> práctica se realiza<br />

recurri<strong>en</strong>do a distintas operaciones, cada una de las cuales<br />

ti<strong>en</strong>e sus particulares características, pero ninguna es, ni<br />

deberá ser tomada <strong>en</strong> forma indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de los criterios<br />

g<strong>en</strong>erales de la restauración que se adopt<strong>en</strong> y de las cuales<br />

aquéllos se despr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>. (Carta de Salta, a precisiones introductorias).<br />

Esta integridad perdida que la restauración rescata, recupera,<br />

reconstruye sólo es posible <strong>en</strong>tre otras cosas recuperando<br />

los contextos de emerg<strong>en</strong>cia del bi<strong>en</strong> cultural.<br />

289


290<br />

En los casos <strong>en</strong> que la restauración aparezca indisp<strong>en</strong>sable<br />

después de degradaciones o destrucciones, recomi<strong>en</strong>da<br />

respetar la obra histórica y artística del pasado, sin<br />

m<strong>en</strong>ospreciar el estilo de ninguna época. (Carta de At<strong>en</strong>as).<br />

Sea cual fuere la degradación o las causas que hagan<br />

necesaria una interv<strong>en</strong>ción conservativa –por ejemplo problemas<br />

estructurales debidos a un sismo-, la obra <strong>en</strong> su doble<br />

polaridad histórico-artística, y todo lo que ellas implican,<br />

es el objeto primero a considerar <strong>en</strong> todos los pasos previos,<br />

durante y luego de los trabajos que se realic<strong>en</strong>.<br />

La conservación y restauración de los monum<strong>en</strong>tos<br />

constituye una disciplina que reclama la colaboración de<br />

todas las ci<strong>en</strong>cias y con todas las técnicas que pued<strong>en</strong> contribuir<br />

al estudio y a la protección del patrimonio monum<strong>en</strong>tal.<br />

(Carta de V<strong>en</strong>ecia).<br />

La conservación y restauración al t<strong>en</strong>er como uno de<br />

sus objetivos fundam<strong>en</strong>tales rescatar la memoria histórica<br />

cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> un monum<strong>en</strong>to convierte a éste <strong>en</strong> un bi<strong>en</strong><br />

cultural de la humanidad, pero para poder cumplir con<br />

todo el programa de restauración arquitectónica, ti<strong>en</strong>e la<br />

conservación y la restauración que asirse de todo el conocimi<strong>en</strong>to<br />

de las demás ci<strong>en</strong>cias, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, la multidisciplinariedad,<br />

la interdisciplinariedad es una exig<strong>en</strong>cia para<br />

reconstruir la id<strong>en</strong>tidad del monum<strong>en</strong>to, tanto cuanto, el<br />

monum<strong>en</strong>to conti<strong>en</strong>e un conjunto de significados refer<strong>en</strong>ciales<br />

arquitectónicos, arqueológicos, históricos, artísticos,<br />

etc., que es prácticam<strong>en</strong>te imposibles conocer desde una<br />

sola ci<strong>en</strong>cia esta multiplicidad de significados que un monum<strong>en</strong>to<br />

posee.<br />

En <strong>Arquitectura</strong>, la noción de restauración hace refer<strong>en</strong>-


cia al verbo restaurar, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido artístico, y según la Real<br />

Academia Española, significa reparar una pintura, escultura,<br />

etc., del deterioro que ha sufrido. Ext<strong>en</strong>dido el concepto<br />

a la <strong>Arquitectura</strong>, restaurar es volver a construir <strong>en</strong> un edificio<br />

antiguo las partes arruinadas o a punto de arruinarse,<br />

<strong>en</strong> el mismo estilo original. El problema, así concebido, no<br />

fue planteado con anterioridad al segundo tercio del siglo<br />

XIX, <strong>en</strong> el cual, el profundo estudio de los estilos antiguos<br />

y medievales permitió a los arquitectos contemporáneos<br />

adueñarse relativam<strong>en</strong>te del espíritu y técnica de los antiguos.<br />

Pero d<strong>en</strong>tro de esa relatividad, aquel conocimi<strong>en</strong>to<br />

retrospectivo abrió a la arquitectura un camino nunca, <strong>en</strong> lo<br />

antiguo, practicado. Porque <strong>en</strong> todas las épocas anteriores<br />

a la nuestra, cuando un edificio necesitaba reparaciones o<br />

aditam<strong>en</strong>tos, se hacían <strong>en</strong> el estilo imperante a la sazón, y<br />

así, por ejemplo, el viejo templo del Sol, <strong>en</strong> Balbek, fue restaurado<br />

por los romanos <strong>en</strong> el estilo del Imperio; la Cámara<br />

Santa de Oviedo, <strong>en</strong> el siglo XII, <strong>en</strong> el románico; los pilares<br />

del crucero de la catedral de Burgos, <strong>en</strong> el siglo XVI, <strong>en</strong> el<br />

plateresco, y la fachada de la Pamplona, <strong>en</strong> el XVIII, <strong>en</strong> el<br />

neoclásico. Y, sin embargo la idea de la restauración , <strong>en</strong> el<br />

concepto moderno, parece flotar, informe <strong>en</strong> muchos períodos<br />

de la antigüedad, de los que pued<strong>en</strong> citarse las pret<strong>en</strong>siones<br />

arqueológicas de los Tolomeos, <strong>en</strong> los monum<strong>en</strong>tos<br />

egipcios; el arcaísmo de Adriano, <strong>en</strong> la <strong>en</strong> la imitación de<br />

las más viejas estatuas griegas; las aspiraciones constructivas<br />

sicut Toleto fuerat del humilde Rey asturiano Alfonso el Casto<br />

y, <strong>en</strong> tiempos más cercanos, y de un modo más determinado<br />

y claro, la restauración a la romana de una parte del<br />

acueducto de Segovia, hecha <strong>en</strong> el siglo XV por el monje<br />

291


292<br />

Escobedo; las reparaciones ejecutadas por los Reyes Católicos<br />

<strong>en</strong> la Alambra, valiéndose de artífices moriscos tan hábiles<br />

, que difícilm<strong>en</strong>te se distingue lo hecho <strong>en</strong>tonces, de lo<br />

antiguo. El segundo patio del palacio de la G<strong>en</strong>eralidad de<br />

Barcelona, levantado al finalizar el siglo XVI <strong>en</strong> estilo gótico,<br />

para imitar al primero; las catedrales de Gerona, Granada,<br />

Tortosa y otras, cerrando los últimos tramos de sus naves, <strong>en</strong><br />

pl<strong>en</strong>os siglos XVII y XVIII, con bóvedas de crucería; la substitución,<br />

<strong>en</strong> la tribuna del Erecteo de At<strong>en</strong>as, de la cariátide<br />

substraída, por otra copia de ella, y muchísimos otros casos.<br />

Más, volvi<strong>en</strong>do a lo antes expuesto, ello es que las restauraciones<br />

arquitectónicas, tal como el concepto dicho<br />

<strong>en</strong>traña, aparec<strong>en</strong> como una manifestación de la época<br />

moderna. Fue <strong>en</strong> Francia, y <strong>en</strong> 1835, cuando Vitet, nombrado<br />

inspector de monum<strong>en</strong>tos históricos, s<strong>en</strong>tó las primeras<br />

teorías sobre las restauraciones, aunque <strong>en</strong> un terr<strong>en</strong>o meram<strong>en</strong>te<br />

doctrinal. Al insigne arquitecto Viollet le Duc cabe la<br />

gloria y la responsabilidad de haberlas llevado a la práctica<br />

y a la aplicación, dogmatizando sobre la materia <strong>en</strong> su famoso<br />

Diccionario y <strong>en</strong> los Entret<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>tos de la <strong>Arquitectura</strong><br />

y practicándolo <strong>en</strong> varios monum<strong>en</strong>tos franceses (Nuestra<br />

Señora de París, el castillo de Pierrefond, la ciudadela<br />

de Carcasota, San Saturnino de Tolouse, etc.). Después la<br />

escuela se ext<strong>en</strong>dió por toda Europa, al calor de la literatura<br />

romántica, que tanto exaltó las catedrales y los castillos<br />

de la Edad Media, y fueron numerosos los monum<strong>en</strong>tos medievales<br />

que, <strong>en</strong> todos los países, vieron sus pilares, naves y<br />

torres restauradas según las nuevas teorías. Se llevaron más<br />

allá de lo prud<strong>en</strong>te <strong>en</strong> muchos casos, y esto, <strong>en</strong>contró, ciertas<br />

dificultades de aplicación con que se tropezó al tratar


de aplicarlas a los edificios de la antigüedad y la misma ext<strong>en</strong>sión<br />

de los estudios de la Arqueología especulativa, fueron<br />

causas que originaron un movimi<strong>en</strong>to antirrestaurador,<br />

que fundó su escuela respectiva y de la cual salieron otras<br />

semiescuelas. La lucha <strong>en</strong>tre todas fue y es <strong>en</strong>carnizada.<br />

La escuela restauradora:<br />

principio y fundam<strong>en</strong>to<br />

La escuela restauradora, parte de la idea de que los monum<strong>en</strong>tos<br />

arquitectónicos son obras de arte de elevado valor<br />

y además, son tipos repres<strong>en</strong>tativos de estados históricos<br />

y sociales. Es, por tanto, de alto interés para la humanidad<br />

el poseerlos íntegros, o sea, tal como fueron concebidos y<br />

ejecutados. Más como por la ley de caducidad de todas<br />

las cosas, han llegado a nosotros <strong>en</strong> estado de deterioro y<br />

hasta de ruina, se hace precisa su restauración para conservarlos<br />

<strong>en</strong> su integridad. Esta restauración es posible, conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te,<br />

necesaria y no puede inducir al error. Es posible,<br />

porque la arquitectura no es un arte de ejecución personal,<br />

como la Pintura; lo que vale <strong>en</strong> ella es el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, no la<br />

ejecución. Aquél subsiste <strong>en</strong> toda restauración bi<strong>en</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida,<br />

ésta es cosa material, perfectam<strong>en</strong>te reproducible <strong>en</strong><br />

todo mom<strong>en</strong>to. Por lo que, una restauración s<strong>en</strong>sata, no es<br />

una falsificación, puesto que, al reproducir lo destruido, se<br />

vuelve por la aut<strong>en</strong>ticidad de la concepción del autor, que<br />

es lo que vale.<br />

La restauración es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, porque con ella se conserva<br />

el monum<strong>en</strong>to <strong>en</strong> su unidad, que es base de belleza<br />

<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> y se respeta la idea del autor, que así lo concibió.<br />

Es necesaria, porque con ello se consigue la utilidad,<br />

que es también base de la belleza Arquitectónica y se hace<br />

293


294<br />

per<strong>en</strong>ne el edificio <strong>en</strong> su integridad material y espiritual. Ciertam<strong>en</strong>te<br />

que esta perman<strong>en</strong>cia se obt<strong>en</strong>dría lo mismo rehaci<strong>en</strong>do<br />

los elem<strong>en</strong>tos ruinosos por otros ejecutados <strong>en</strong> el<br />

estilo actual, como se ha hecho <strong>en</strong> otras épocas. Pero, <strong>en</strong><br />

primer lugar, esto no ha sido ley g<strong>en</strong>eral; <strong>en</strong> segundo, ello<br />

produce evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te una desarmonía, y siempre contribuirá<br />

más a la belleza del edificio lo que mejor se av<strong>en</strong>ga<br />

con su estilo g<strong>en</strong>eral, que lo que le repugne; <strong>en</strong> tercero, debemos<br />

p<strong>en</strong>sar que el autor del monum<strong>en</strong>to, si pudiera verlo,<br />

protestaría de tal interpolación, que tan <strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te<br />

desvirtuaba su concepción, y <strong>en</strong> último lugar, ha de confesarse<br />

que nosotros, los modernos, no poseemos aún un estilo<br />

propio y bello, característico de nuestra época. En fin,<br />

la restauración no puede inducir a error a los arqueólogos<br />

pres<strong>en</strong>tes y futuros, si el restaurador ti<strong>en</strong>e la conci<strong>en</strong>cia no<br />

de disimular su obra, sino, al contrario, de marcarla con signos<br />

indelebles. Y aún por concedidos, por posibles todos los<br />

errores <strong>en</strong> que puede incurrirse <strong>en</strong> una restauración, con ello<br />

se habrá conseguido la vida del monum<strong>en</strong>to, como organismo<br />

vivo y útil, objeto capital; pues contra lo que opinan los<br />

arqueólogos especulativos, los edificios son algo más que un<br />

dato para los estudios meram<strong>en</strong>te teóricos de la Arqueología.<br />

Inútil parecerá decir que los principales sost<strong>en</strong>edores de<br />

esta escuela son los arquitectos, aunque no faltan críticos y<br />

artistas partidarios de ella.<br />

La escuela antirrestauradora:<br />

principio y fundam<strong>en</strong>to<br />

Profesan los arqueólogos <strong>en</strong> la escuela antirrestauradora,<br />

para qui<strong>en</strong>es, como ya queda indicado, los monum<strong>en</strong>tos<br />

arquitectónicos son, ante todo, docum<strong>en</strong>tos históricos, que


hay que mant<strong>en</strong>er libres de toda alteración, como testigos<br />

de los tiempos pretéritos. La teoría parece cristalizar o<br />

sintetizarse <strong>en</strong> dos frases célebres: “no t<strong>en</strong>emos derecho a<br />

tocar los monum<strong>en</strong>tos del pasado, porque no nos pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong>”<br />

(Ruskin), “Restaurar es una manera de destruir”(Viollet<br />

Le Duc). Esta escuela razona la praxis de la restauración de<br />

este modo: Por muy grandes que sean nuestros conocimi<strong>en</strong>tos<br />

de las arquitecturas pasadas, hoy no p<strong>en</strong>samos ni s<strong>en</strong>timos<br />

como <strong>en</strong> sus épocas, por lo que nuestras restauraciones<br />

son personales y malas necesariam<strong>en</strong>te, e induc<strong>en</strong> a <strong>en</strong>gaño<br />

sobre el pasado. Aunque fues<strong>en</strong> perfectas, quitarían al<br />

monum<strong>en</strong>to su aut<strong>en</strong>ticidad: serán falsificaciones, sin valor<br />

alguno histórico ni poético. Las restauraciones por su ideario<br />

unitario y armónico, demuel<strong>en</strong> las partes de los edificios que<br />

los hombres de los distintos tiempos hicieron <strong>en</strong> los estilos respectivos,<br />

con lo cual se destruy<strong>en</strong> los jalones de las historia.<br />

Son, pues, ideas capitales de la escuela, estas tres: 1) rechazar<br />

toda interpolación moderna <strong>en</strong> los monum<strong>en</strong>tos, 2) respetar<br />

todos los elem<strong>en</strong>tos y estilos que, <strong>en</strong> distintos tiempos,<br />

han hecho los hombres y 3) respetar igualm<strong>en</strong>te todos los<br />

deterioros, injurias y alteraciones que el tiempo y los hombres<br />

han producido. Se pi<strong>en</strong>sa que el edificio, al fin y al cabo, no<br />

ha de desaparecer totalm<strong>en</strong>te, la primera conclusión es de<br />

hecho demasiado absoluta: Conservar no restaurar.<br />

La escuela conservadora:<br />

principio y fundam<strong>en</strong>to<br />

La escuela conservadora, parte de la idea de que no se hubieran<br />

producido las prácticas restauradoras, si lo edificios<br />

desde un principio hubieran sido conservados, reparando<br />

inmediatam<strong>en</strong>te los pequeños desperfectos que el tiempo<br />

295


296<br />

y las causas naturales produjeron. Mas como esto no se hizo,<br />

por ello llegaron al estado de ruina parcial, hay que cont<strong>en</strong>erla<br />

para que no llegue a ser total. Esa cont<strong>en</strong>ción ha<br />

de hacerse conservando el edificio, no restaurándolo; consolidándolo,<br />

pero sin sustituir ni agregar ningún elem<strong>en</strong>to. El<br />

procedimi<strong>en</strong>to se pres<strong>en</strong>ta fácil de compr<strong>en</strong>der y de ejecutar<br />

y, al mismo tiempo, es respetuoso del pasado si aquélla<br />

conservación puede obt<strong>en</strong>erse sin rehacer ningún elem<strong>en</strong>to<br />

es<strong>en</strong>cial. Pero si es necesario construir de nuevo alguna parte<br />

integrante, no habrá de hacerse <strong>en</strong> el estilo propio del monum<strong>en</strong>to,<br />

pues significaría hacer una restauración, sino que<br />

se deb<strong>en</strong> utilizar algunos de estos procedimi<strong>en</strong>tos: a) dándole<br />

la forma puram<strong>en</strong>te mecánica, sin estilo ni arte alguno,<br />

los ejemplos abundan, los pilares y <strong>en</strong>jutas de la galería del<br />

Palacio del Yeso de Sevilla, los contrafuertes laterales de los<br />

arcos del Coliseo de Roma, etc.; b) haciéndolo <strong>en</strong> el estilo<br />

actual, como se practicó <strong>en</strong> todas las épocas: portada gótica<br />

de la Mezquita de Córdoba, remate R<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to de la<br />

Giralda de Sevilla, etc.; c) dar al elem<strong>en</strong>to reconstituido una<br />

silueta o bulto, sin detalle ni estilo, que recuerde el elem<strong>en</strong>to<br />

substituido: capiteles del Arco de Tito, <strong>en</strong> Roma; cornisa de<br />

la tribuna del Erécteo de At<strong>en</strong>as, etc.<br />

La teoría o escuela conservadora llega a través de sus<br />

seguidores y partidarios más confesos a proponer el sigui<strong>en</strong>te<br />

corolario de la conservación: En último caso, y si no hay otro<br />

remedio, debe dejarse arruinar el monum<strong>en</strong>to y conservar,<br />

si es posible, las ruinas y si ni aún eso se puede, conformarse<br />

con su desaparición absoluta. Todo antes que restaurarlo.<br />

De esta convicción epistemológica y metodológica surge<br />

otra escuela de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to.


La escuela de las ruinas:<br />

principio y fundam<strong>en</strong>to<br />

La escuela de las ruinas surge y es sost<strong>en</strong>ida principalm<strong>en</strong>te<br />

por literatos y pintores. La razón fundam<strong>en</strong>tal que sirve de<br />

inspiración a esta escuela de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to es la idea de que<br />

los monum<strong>en</strong>tos arquitectónicos no val<strong>en</strong> por sí mismos, sino<br />

por el <strong>en</strong>canto que el tiempo y la historia han puesto <strong>en</strong><br />

ellos. Tal interpretación de la belleza arquitectónica hay que<br />

buscarla <strong>en</strong> aquélla frase célebre de Ruskin que dice: “Un<br />

edificio no se puede contemplar <strong>en</strong> todo su espl<strong>en</strong>dor, hasta<br />

que no han pasado sobre él cuatro o cinco siglos”. Con<br />

ello se inaugura la estética de las ruinas, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido que la<br />

vejez y, su término fatal, la ruina quedan proclamadas fu<strong>en</strong>tes<br />

únicas de belleza monum<strong>en</strong>tal. Bajo esta concepción el<br />

olvido no existe, es al contrario, una proclama de exist<strong>en</strong>cia.<br />

Ya <strong>en</strong> este camino estético, la escuela exalta la hermosura<br />

de los deterioros, de la pátina y de la yedra y los jaramagos,<br />

que hablan desde lo profundo de sus <strong>en</strong>tidades a todo espíritu<br />

s<strong>en</strong>sible de los siglos y de las g<strong>en</strong>eraciones que por allí<br />

pasaron. Esta obra del tiempo debe respetarse, hasta con<br />

v<strong>en</strong>eración. Y cuando, por ley fatal e ineludible, se haya<br />

producido la ruina total del monum<strong>en</strong>to, t<strong>en</strong>dremos, <strong>en</strong> la<br />

contemplación de aquellos restos, uno de los goces más<br />

elevados que puede experim<strong>en</strong>tar el hombre culto y s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal.<br />

La praxis de la restauración,<br />

la conservación y la<br />

interv<strong>en</strong>ción arquitectónica.<br />

Admitidos g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te los principios de la escuela restauradora,<br />

han sido llevados a la práctica desde la mitad del<br />

297


298<br />

siglo XIX, <strong>en</strong> todos los países europeos, con aplicaciones mas<br />

o m<strong>en</strong>os extremadas y felices. De ellas, y de las teorizaciones<br />

de los especialistas, ha salido un cuerpo de doctrina, mas<br />

como los casos que se pres<strong>en</strong>tan son innúmeros y variadísimos,<br />

no puede aquel cond<strong>en</strong>sarse <strong>en</strong> una serie de reglas<br />

inflexibles, sino que, más bi<strong>en</strong> se expresa <strong>en</strong> soluciones especiales.<br />

A ellas se refier<strong>en</strong> lo que sigue.<br />

Desde luego puede tacharse de excesivam<strong>en</strong>te casuístico,<br />

pero se debe a las razones dichas. Por eso mismo, pres<strong>en</strong>ta<br />

un criterio de aplicación.<br />

Clasificación universal de<br />

los monum<strong>en</strong>tos<br />

Desde luego ha sido admitida universalm<strong>en</strong>te una clasificación<br />

de monum<strong>en</strong>tos, que ti<strong>en</strong>e importancia para ciertas<br />

aplicaciones de restauración. Divídanse <strong>en</strong> vivos y muertos,<br />

según la propuesta de: Schmit <strong>en</strong> su obra “L´ Architecte des<br />

monum<strong>en</strong>ts religieux”, especificada después por Cloquet <strong>en</strong><br />

el estudio “La restauration des monum<strong>en</strong>ts anci<strong>en</strong>t, <strong>en</strong> la Revue<br />

de L´ art Chréti<strong>en</strong>” (1900).<br />

Se consideran como monum<strong>en</strong>tos muertos los que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong><br />

a civilizaciones extinguidas y a usos y costumbres<br />

que no han de volver, como el teatro romano de Merida y<br />

los castillos roqueros medievales, etc. Son monum<strong>en</strong>tos vivos<br />

los pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a civilizaciones persist<strong>en</strong>tes ya a usos<br />

y costumbres que subsist<strong>en</strong>, como las catedrales románicas,<br />

los palacios del r<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to, etc. A los muertos y a los vivos<br />

correspond<strong>en</strong> ciertos principios fundam<strong>en</strong>tales, que nunca<br />

debe olvidar el exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el monum<strong>en</strong>to, indicador de su<br />

pasado, y o parquedad extraordinaria <strong>en</strong> la restauración, no<br />

tocando si no lo que sea de indisp<strong>en</strong>sable y probada nece-


sidad. D<strong>en</strong>tro de estos principios fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong>tran ya<br />

los parciales. Ellos pued<strong>en</strong> referirse a todos y a cada una de<br />

las tres formas que integran la obra arquitectónica, a saber:<br />

dispositiva, estructural y artística.<br />

Monum<strong>en</strong>tos muertos. F<strong>en</strong>ecida, para no volver, su belleza<br />

de utilidad, e inútil, por tanto, su integridad el criterio<br />

restaurador debe ser el de conservarlos <strong>en</strong> el estado que<br />

llegaron a nosotros, como dato histórico y como elem<strong>en</strong>to<br />

de belleza. En la mayoría de los casos esa conservación será<br />

fácil y no exigirá añadir ningún elem<strong>en</strong>to nuevo: como el<br />

rejuntado de las alm<strong>en</strong>as y torretas del castillo de Coca; la<br />

colocación de los sillares caídos del <strong>en</strong>tablam<strong>en</strong>to del Erecteo<br />

de At<strong>en</strong>as; el desescombrado y reposiciones <strong>en</strong> su sitio<br />

de las columnas del teatro romano de Mérida.<br />

En alguna ocasión particular, estas fáciles operaciones<br />

no bastan, y hay que rehacer uno o varios elem<strong>en</strong>tos principales,<br />

y ello coloca el monum<strong>en</strong>to <strong>en</strong> alguno de los casos<br />

de restauración que pres<strong>en</strong>tan los monum<strong>en</strong>tos vivos.<br />

Monum<strong>en</strong>tos vivos.<br />

A ellos se refier<strong>en</strong> casi <strong>en</strong> absoluto las reglas preconizadas<br />

por los restauradores, y especialm<strong>en</strong>te a los de la Edad Media,<br />

que son, por su particular estructura, los más necesitados<br />

de restauración y donde ha habido más casos de aplicación.<br />

Examinemos las principales, y<strong>en</strong>do de lo elem<strong>en</strong>tal<br />

a lo más complejo y apoyándonos con ejemplos tomados<br />

de monum<strong>en</strong>tos españoles principales:<br />

Restauraciones elem<strong>en</strong>tales<br />

1) Restauraciones elem<strong>en</strong>tales. Casi no lo son, y no exig<strong>en</strong><br />

sino esmero y respeto. Tales son el picado de <strong>en</strong>lucidos (capilla<br />

dorada <strong>en</strong> el palacio de Alfonso XI <strong>en</strong> Tordesillas), rejun-<br />

299


300<br />

tando de fábricas (claustro de la Rabida), recalzo de cimi<strong>en</strong>tos<br />

o zocalos (iglesia de San Juan, <strong>en</strong> Baños) y reposición de<br />

las viejas piedras caidas (columnas del teatro de Merida, ya<br />

citadas). No obstante lo elem<strong>en</strong>tal de estas restauraciones,<br />

a ellas llega la <strong>en</strong>emiga de los antirestauradores, de lo que<br />

es ejemplo la última de las citadas que, al ser propuesta por<br />

el restaurador por lo que contribuía a la belleza y a la reconstitución<br />

del aspecto del monum<strong>en</strong>to, <strong>en</strong>contró opositores.<br />

Sustitución de elem<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> la restauración<br />

de un monum<strong>en</strong>to<br />

2) Sustitución de elem<strong>en</strong>tos perfectam<strong>en</strong>te conocidos ruinosos<br />

o desaparecidos por otros idénticos. Es el caso más<br />

corri<strong>en</strong>te y g<strong>en</strong>eral y la obra lícita y fácil por no exigir inv<strong>en</strong>ción<br />

alguna ni ser posible el error (reparación de las tracerías<br />

de los v<strong>en</strong>tanales, <strong>en</strong> el claustro de la catedral de Burgos,<br />

perfectam<strong>en</strong>te conocidas, por haberse conservado las antiguas<br />

<strong>en</strong>tre las mamposterías de los muros nuevos). No obstante,<br />

las bu<strong>en</strong>as prácticas restauradoras aconsejan marcar<br />

las piezas nuevas con una cifra, letra o señal.<br />

3) El elem<strong>en</strong>to a subsistir no es el primitivo, si no uno ya<br />

substituido, <strong>en</strong> estilo distinto al originario del monum<strong>en</strong>to (<br />

como debe hacerse la substitución, reproduci<strong>en</strong>do el que<br />

hay o imitando el supuesto originario). La solucion es de prud<strong>en</strong>cia<br />

o s<strong>en</strong>tido. Si el elem<strong>en</strong>to es s<strong>en</strong>sato estructuralm<strong>en</strong>te<br />

de valía artística y, además, es dato para la historia del monum<strong>en</strong>to,<br />

no cabe duda que la substitución debe hacerse<br />

reproduci<strong>en</strong>do el que hay. Así se arruinas<strong>en</strong> los pilares del<br />

crucero de la catedral de Burgos, que son hermosas y bi<strong>en</strong><br />

p<strong>en</strong>sadas obras platerescas que substituyeron <strong>en</strong> el siglo XVI<br />

a otros pilares góticos del XIII, deberían reproducirse aque-


llos. Si, por el contrario el elem<strong>en</strong>to anacrónico a sustituir es<br />

insignificante como arte o peligroso como estructura, será<br />

prud<strong>en</strong>te volver a lo primitivo. De ejemplo puede servir la<br />

cúpula barroca del crucero de la catedral de León, que<br />

causaba grave daño y que, al restaurarse, ha sido substituida<br />

por una bóveda de crucería, presumidam<strong>en</strong>te igual a<br />

la que hubo. Pero debe marcarse, como <strong>en</strong> ese ejemplo se<br />

hizo. Caso particular del que aquí se examina será aquel <strong>en</strong><br />

el cual el elem<strong>en</strong>to anacrónico no hubiera t<strong>en</strong>ido antecesor<br />

por inconclusión del monum<strong>en</strong>to (cúpula barroca de la<br />

catedral nueva de Salamanca) o por otra causa (puerta romántica<br />

del claustro <strong>en</strong> la catedral de Barcelona). En estos<br />

casos parece obligatoria del elem<strong>en</strong>to anacrónico.<br />

4) Cuando el elem<strong>en</strong>to a restaurar no es desconocido.<br />

El elem<strong>en</strong>to que hay que construir no es desconocido <strong>en</strong> su<br />

primera forma, por no haber existido nunca, o por no haber<br />

perdido su traza. Es caso verdaderam<strong>en</strong>te grave, pues precisa<br />

la inv<strong>en</strong>ción del restaurador. Un ejemplo importante y<br />

elocu<strong>en</strong>te es la torre de los pies de la catedral de Barcelona.<br />

Era conocido el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to del autor de levantarla allí,<br />

pero desconocida su forma. Los arquitectos de los siglos XVI,<br />

XVII y XVIII la hubieran levantado <strong>en</strong> su estilo respectivo. El<br />

del siglo XX, a falta de éste, o por ley de unidad, la ha ejecutado<br />

<strong>en</strong> estilo gótico. Es el criterio verdadero de la escuela<br />

restauradora. Pero, para seguirlo, nunca será bastante impuesta<br />

la obligación, para el restaurador, de at<strong>en</strong>erse al estilo<br />

g<strong>en</strong>eral y al particular (región, monum<strong>en</strong>to, época, autor,<br />

etc.) del monum<strong>en</strong>to. Y siempre dejar consignados los datos<br />

de fecha, y circunstancias de la obra añadida. Aum<strong>en</strong>ta la<br />

gravedad del caso cunado se ha perdido la traza del ele-<br />

301


302<br />

m<strong>en</strong>to que hay que reproducir. Sirva de ejemplo el del primitivo<br />

sistema de iluminación de las naves de la mezquita<br />

de Córdoba: <strong>en</strong> la cre<strong>en</strong>cia, fundam<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> los relatos<br />

de los escritores mahometanos, de que no había otra que<br />

la artificial (de 7,500 lámparas, habla Al-Makari), el restaurador<br />

ha hecho seguida la armadura. Pero, si como otros<br />

arqueólogos supon<strong>en</strong>, hubo de haber elem<strong>en</strong>tos de iluminación<br />

natural, la pérdida absoluta y total de su traza haría de<br />

extremada gravedad el int<strong>en</strong>to de su implantación. Quizá,<br />

la solución <strong>en</strong> estos casos, estará <strong>en</strong> poner elem<strong>en</strong>tos actuales,<br />

que no da lugar a <strong>en</strong>gaños arqueológicos, pero se<br />

romp<strong>en</strong> la unidad y la armonía.<br />

5) Restauración total de un monum<strong>en</strong>to cuyo estilo, historia<br />

y procedimi<strong>en</strong>tos, etc., son pocos conocidos. Entramos<br />

con este caso <strong>en</strong> los casos de restauración de conjunto. El<br />

que ahora consideramos se asemeja mucho al de los monum<strong>en</strong>tos<br />

muertos. En él debe evitarse a toda costa la restauración,<br />

apelando a la conservación, respetando <strong>en</strong> absoluto<br />

todos los datos que aparezcan <strong>en</strong> el edificio, pues ellos<br />

nos dic<strong>en</strong> su historia; acaso la única que podamos saber.<br />

Ejemplo es la pequeña iglesia visigótica de San Juan de Baños<br />

(Pal<strong>en</strong>cia), <strong>en</strong> la que se han conservado los cimi<strong>en</strong>tos<br />

de partes desaparecidas, los arranques de bóvedas que no<br />

exist<strong>en</strong> ya, los malos atados de muros, indicadores de soluciones<br />

de continuidad, etc., sin int<strong>en</strong>tar reconstruir los brazos<br />

del crucero y capillas absidales.<br />

6) La restauración de un monum<strong>en</strong>to conocido: Restauración<br />

total de un monum<strong>en</strong>to del que se conservan pocos<br />

datos y elem<strong>en</strong>tos, pero cuya escuela arquitectónica nos<br />

es conocida. La restauración debe hacerse sobre la base


de los elem<strong>en</strong>tos exist<strong>en</strong>tes y de los datos históricos que se<br />

posean. Lo totalm<strong>en</strong>te desconocido puede construirse inspirándose<br />

<strong>en</strong> los monum<strong>en</strong>tos del mismo tiempo, estilo, destino,<br />

escuela regional, etc. Pero como <strong>en</strong> todo esto <strong>en</strong>tra la<br />

inv<strong>en</strong>ción del restaurador, es indisp<strong>en</strong>sable señalar lo que es<br />

netam<strong>en</strong>te auténtico y lo que no lo es. De todos modos, el<br />

edificio así restaurado no ti<strong>en</strong>e valor arqueológico alguno. El<br />

ejemplo más completo de una de estas obras es <strong>en</strong> España<br />

la iglesia de Ripoll (Barcelona). Se conservan los muros del<br />

perímetro y había descripciones literarias de lo antiguo. Lo<br />

que faltaba se hizo inspirado <strong>en</strong> las obras románicas de la<br />

región pir<strong>en</strong>aica barcelonesa y gerund<strong>en</strong>se, pero claro es,<br />

debe tomarse arqueológicam<strong>en</strong>te con todo tipo de reservas.<br />

7) La restauración de un monum<strong>en</strong>to del que se conserva<br />

la mayor parte y del que se conoc<strong>en</strong>, además, escuela,<br />

historia, etc., de los elem<strong>en</strong>tos que faltan; el caso g<strong>en</strong>eral, se<br />

resuelve aplicando <strong>en</strong> un todo los procedimi<strong>en</strong>tos de la escuela<br />

restauradora. Puede haber, no obstante, las circunstancias<br />

<strong>en</strong>unciadas favorables, alguna parte desconocida<br />

o anacrónica, y <strong>en</strong> ello deb<strong>en</strong> seguirse los criterios ya s<strong>en</strong>tados<br />

para los casos segundo, tercero y cuarto. En España<br />

ha sido ejemplo magno de este tipo de restauraciones la<br />

catedral de León.<br />

8) La restauración de un monum<strong>en</strong>to íntegro pero <strong>en</strong> ruinas:<br />

restauración de un monum<strong>en</strong>to que está íntegro, pero<br />

am<strong>en</strong>azando ruina. Más que una restauración lo que se<br />

debe hacer <strong>en</strong> este caso es una reconstrucción. Ella puede<br />

hacerse sin el m<strong>en</strong>or error, y para ejecutarse debe com<strong>en</strong>zarse<br />

por un estudio, gráfico especialm<strong>en</strong>te, detalladísimo;<br />

303


304<br />

después se hará el desmonte con miras a la utilización de<br />

los mismos materiales desmontados que se hall<strong>en</strong> <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>as<br />

condiciones y luego se procede a la reconstrucción lo más<br />

fielm<strong>en</strong>te posible. En caso de que por deterioro, haya que<br />

poner materiales nuevos, deb<strong>en</strong> interpolarse con otros de<br />

los antiguos como pruebas de la exactitud de la reconstrucción.<br />

9) La restauración de un edificio y la dificultad de agregar<br />

algo nuevo: esto consist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> agregarle un cuerpo<br />

nuevo o parte nueva que no <strong>en</strong>tró <strong>en</strong> el plan primitivo. Si<br />

los monum<strong>en</strong>tos vivos no fues<strong>en</strong> sino reliquias arqueológicas,<br />

este caso debería estar terminantem<strong>en</strong>te proscrito. Pero<br />

como estos monum<strong>en</strong>tos sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>do útiles, y a esta condición<br />

van unidas imprescindibles necesidades, no hay modo<br />

de soslayar el caso. Sobre él, la opinión de los técnicos y<br />

especialistas andan divididas. Los más <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> que por ley<br />

de unidad y de armonía, el agregado debe ejecutarse <strong>en</strong><br />

el estilo primitivo del monum<strong>en</strong>to. Así se hizo <strong>en</strong> la sacristía<br />

de la catedral de París, <strong>en</strong> la escalinata del Museo del Prado<br />

y <strong>en</strong> muchos edificios más. Otra solución, diametralm<strong>en</strong>te<br />

opuesta, es hacer el cuerpo agregado <strong>en</strong> el estilo actual.<br />

Existe otra solución intermedia, pero ecléctica, empleada<br />

<strong>en</strong> algunos monum<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> siglos pasados y que quizá se<br />

pudiera aplicar al pres<strong>en</strong>te, es construir el agregado <strong>en</strong> el<br />

estilo actual, pero dándole una silueta de conjunto que armonice<br />

con el monum<strong>en</strong>to. Es el caso de la linterna del crucero<br />

de la catedral de Burgos, elevada a mediados del siglo<br />

XVI <strong>en</strong> estilo plateresco, pero con silueta gótica.<br />

10) La restauración y la constelación de problemas: al<br />

restaurar totalm<strong>en</strong>te un edificio, ¿qué debe hacerse con las


partes que no son del estilo originario? Por respeto histórico<br />

deb<strong>en</strong> de conservarse, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. En unos casos estas partes<br />

anacrónicas no son verdaderos agregados, sino variantes<br />

producidas por la marcha de los trabajos, y son dignas<br />

de la mayor consideración, pues ellas nos dic<strong>en</strong> mejor que<br />

la historia escrita, la del monum<strong>en</strong>to. En otros casos esas partes<br />

son verdaderos agregados (el remate de la Giralda de<br />

Sevilla, el trascoro de la catedral de León, el palacio de Carlos<br />

V <strong>en</strong> la alhambra de Granada, etc.), y como se ha sost<strong>en</strong>ido<br />

se deb<strong>en</strong> conservar. Pero esta obligación se at<strong>en</strong>úa si<br />

esos agregados son insignificantes.<br />

11) Casos relativos a la estructura originaria de los edificios.<br />

Son <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, de verdadera dificultad. Al restaurar un<br />

edificio podemos <strong>en</strong>contrarnos con una estructura viciosa o<br />

con unos materiales malos. ¿Qué hacer <strong>en</strong> la restauración<br />

<strong>en</strong> este caso? Es cuestión de criterios. El arqueológico pide<br />

la reproducción absoluta de lo antiguo, por defectuoso que<br />

sea. Por el contrario, Viollet le Duc dice que si<strong>en</strong>do la vida<br />

del edificio el fin primordial de la restauración y visto que<br />

aquellos vicios la han puesto <strong>en</strong> peligro, hay que ir directam<strong>en</strong>te<br />

a la modificación de la estructura, empleando <strong>en</strong><br />

lo nuevo medios más <strong>en</strong>érgicos y materiales mejores. Así, al<br />

restaurar el crucero de la catedral de Sevilla, hundida por la<br />

mala construcción de los pilares, se ha mejorado ésta, dándole<br />

una estructura mejor p<strong>en</strong>sada.<br />

12) La restauración y su relación con el destino y el valor<br />

utilitario: casos relativos al destino del edificio. Afectan al<br />

problema de la utilidad del monum<strong>en</strong>to. En los monum<strong>en</strong>tos<br />

muertos, el problema, no se pres<strong>en</strong>ta. En los monum<strong>en</strong>tos<br />

vivos, los casos son frecu<strong>en</strong>tes y variados. Lo s<strong>en</strong>sato es res-<br />

305


306<br />

taurar el monum<strong>en</strong>to para el mismo destino que tuvo; ejemplo<br />

el acueducto de Segovia, el pu<strong>en</strong>te de Alcántara, las<br />

iglesias cristianas, etc. Pero hay casos <strong>en</strong> que el destino ti<strong>en</strong>e<br />

que variar. Hay Tratadistas hay que lo admit<strong>en</strong>, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />

que el mejor modo de conservar un edificio es darle destino,<br />

de lo que es un ejemplo la capilla de Santa Agueda, <strong>en</strong> Barcelona,<br />

utilizada como Museo Arqueológico. En estos casos<br />

¿cómo restaurarlo? La variación de fin utilitario obligaría a<br />

modificaciones de elem<strong>en</strong>tos, seguram<strong>en</strong>te poco respetuosos<br />

con lo primitivo (es el caso de lo hecho últimam<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />

la catedral de Burgos, <strong>en</strong> la parte que ocupó el demolido<br />

palacio episcopal). De ello son ineludibles los monum<strong>en</strong>tos<br />

vivos llevan consigo una finalidad utilitaria. Otra teoría sosti<strong>en</strong>e<br />

que cuando un monum<strong>en</strong>to no puede o no debe seguir<br />

sirvi<strong>en</strong>do para su destino primitivo, no debe dársele otro,<br />

pues los monum<strong>en</strong>tos ya cumpl<strong>en</strong> bastante y altam<strong>en</strong>te<br />

con serlo. Otro caso, ciertam<strong>en</strong>te de solución complicada,<br />

es el de la restauración desde el punto de vista utilitario, de<br />

un edificio que ha t<strong>en</strong>ido dos destinos distintos, a los cuales<br />

debió obras importantes. Ejemplo, el Cristo de la Luz de Toledo,<br />

construido para mezquita y convertido luego <strong>en</strong> iglesia<br />

cristiana.<br />

13) La restauración es un dispositivo plural: restauraciones;<br />

la restauración d<strong>en</strong>tro de un complejo abigarrado de<br />

elem<strong>en</strong>tos a restaurar. Sucede frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te que <strong>en</strong> una<br />

parte del edificio a restaurar, hay elem<strong>en</strong>tos escultóricos (estatuas,<br />

bajorrelieves, capiteles historiados, escudos heráldicos,<br />

etc.). Como son de ejecución personal, y, por tanto,<br />

difíciles de reproducir con fidelidad y carácter, deb<strong>en</strong> conservarse,<br />

por deteriorados que estén, aunque la restauración


haya alcanzado a toda la arquitectura que los rodea. Propon<strong>en</strong><br />

algunos patinar con tintes las partes restauradas. Puede<br />

ser procedimi<strong>en</strong>to def<strong>en</strong>dible, con tal que esas partes sean<br />

pequeñas y <strong>en</strong> gracia de una armonía de coloración, pero<br />

nunca lo será si con ello se pret<strong>en</strong>de hacer pasar por viejo lo<br />

que no lo es. Las patinas artificiales <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran fuertes oposiciones<br />

<strong>en</strong> los tratadistas, que dic<strong>en</strong> que los deterioros de las<br />

piedras y su color vetusto son cosas brutalm<strong>en</strong>te allegadas<br />

por el tiempo y que no formaron parte del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to del<br />

autor. Tanto valdría, añad<strong>en</strong>, no limpiar las pinturas antiguas<br />

para conservar <strong>en</strong> ellas, v<strong>en</strong>erablem<strong>en</strong>te, el humo y la suciedad<br />

acumulados por los años <strong>en</strong> su superficie. En los edificios<br />

de la Edad Media hay <strong>en</strong> los sillares signos labrados, conocidos<br />

con el nombre de masónicos. Su valor arqueológico es<br />

importante, cualquiera que sea la teoría que sobre ellos se<br />

acepte.<br />

14) La restauración, el gusto por lo antiguo y su valoración:<br />

del objeto antiguo podemos hacer todo un psicoanálisis,<br />

o una herm<strong>en</strong>eútica que nos permita compr<strong>en</strong>der el<br />

s<strong>en</strong>tido profundo que subyace <strong>en</strong> la relación de los hombres<br />

con el mundo antiguo, de dónde ha surgido esa pasión de<br />

las sociedades modernas por lo antiguo <strong>en</strong> todas sus expresiones.<br />

Es una obsesión de aut<strong>en</strong>ticidad, mística del pasado,<br />

del orig<strong>en</strong>, d<strong>en</strong>sidad simbólica y otros aspectos vividos más<br />

o m<strong>en</strong>os consci<strong>en</strong>tes. Pero lo que queremos indagar es la<br />

función social distintiva, que cumple la relación con lo antiguo,<br />

indisociable <strong>en</strong> todos los niveles de la sustancia psicológica<br />

vivi<strong>en</strong>te de lo antiguo.<br />

El objeto antiguo se inscribe <strong>en</strong> lo barroco cultural e<br />

incluso trasci<strong>en</strong>de como un programa civilizatorio, <strong>en</strong> este<br />

307


308<br />

s<strong>en</strong>tido, <strong>en</strong>tre más antiguo sea un objeto con el cual nos relacionamos<br />

mayor significación otorga a nuestras vidas. Su<br />

valor estético siempre va a ser un valor derivado: <strong>en</strong> él se<br />

borran los estigmas de la producción industrial y las funciones<br />

primarias. Por todas estas razones, el gusto por lo antiguo<br />

es característico del deseo de trasc<strong>en</strong>der la dim<strong>en</strong>sión<br />

del triunfo económico, de consagrar <strong>en</strong> un signo simbólico,<br />

cultural y redundante, un triunfo social o una posición privilegiada.<br />

Lo antiguo es, <strong>en</strong>tre otras cosas, el triunfo social que<br />

se busca una legitimidad, una her<strong>en</strong>cia, una sanción noble.<br />

Será, pues, lo que corresponde a unas clases privilegiadas<br />

a las que importa transmutar su status económico <strong>en</strong> gracia<br />

hereditaria. Pero es igualm<strong>en</strong>te lo propio de capas asalariadas<br />

medias que, por medio de la compra de muebles<br />

rústicos (aunque sean producidos industrialm<strong>en</strong>te), quier<strong>en</strong><br />

consagrar también su status relativo, como promoción absoluta<br />

(respecto de las clases inferiores). Y estará también <strong>en</strong><br />

consonancia con unos sectores marginales –intelectuales y<br />

artistas- <strong>en</strong> los que el gusto por lo antiguo revelará más bi<strong>en</strong><br />

el rechazo (o la afiliación vergonzosa) del status económico<br />

y de la dim<strong>en</strong>sión social, una voluntad de situarse fuera de<br />

clase, poni<strong>en</strong>do a contribución para ello la reserva de los<br />

signos emblemáticos del pasado anterior a la producción<br />

industrial.<br />

Así, carecería de interés comprobar que determinada<br />

clase se alim<strong>en</strong>ta del “estilo de la época”, <strong>en</strong> tanto que<br />

otra del rústico industrial, y otra más del mueble campesino<br />

auténtico del siglo XVIII, para establecer una estratificación<br />

social <strong>en</strong> términos del gusto: esto no reflejaría sino las coacciones<br />

culturales y las leyes del mercado.


Por último la restauración es una operación que va de lo<br />

simple a lo complejo y por ello, ti<strong>en</strong>e un carácter excepcional.Se<br />

deti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que comi<strong>en</strong>za la hipótesis,<br />

más allá todo complem<strong>en</strong>to reconocido como indisp<strong>en</strong>sable,<br />

se destacará de la composición arquitectónica y llevará<br />

el sello de nuestro tiempo (Carta de V<strong>en</strong>ecia, Restauración,<br />

art. 9).<br />

La restauración, la conservación y la interv<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> el<br />

patrimonio edificado como bi<strong>en</strong>es culturales de la humanidad<br />

no sólo ti<strong>en</strong>e un valor de cambio, un valor de uso, sino<br />

también ti<strong>en</strong>e un valor simbólico, éste es valor-signo, el que<br />

permite considerar el complejo de valores con los cuales se<br />

<strong>en</strong>juicia a la restauración, la conservación y la interv<strong>en</strong>ción<br />

arquitectónica <strong>en</strong> sus múltiples dim<strong>en</strong>siones. El criterio de valor<br />

no consiste <strong>en</strong> el agrado o <strong>en</strong> el desagrado, sino <strong>en</strong> reconocer<br />

eso que no es la cosa, que está <strong>en</strong> ella, y que nos<br />

produce impresiones.<br />

Husserl reconoce al valor como formando parte del grupo<br />

ontológico de los objetos no indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, es decir,<br />

que se trata de objetos que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> sí mismos sustantividad,<br />

no son, sino que adhier<strong>en</strong> a otro objeto. Es decir, que no<br />

se puede separar al valor de la cosa que ti<strong>en</strong>e valor, es una<br />

cualidad. El valor es una relación de deseos hacia las cosas,<br />

y por este atributo desiderativo, es que la restauración, conservación<br />

e interv<strong>en</strong>ción arquitectónica es valorada como<br />

una labor trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal, tanto cuanto, hace realidad un<br />

deseo del ser humano: estar vinculado con su cultura, con<br />

su historia, con sus id<strong>en</strong>tidades es<strong>en</strong>ciales. Desde este campo<br />

semántico, ti<strong>en</strong>e s<strong>en</strong>tido, articular las otras nociones de<br />

valor: el valor de la antigüedad, el valor histórico, el valor<br />

309


310<br />

rememorativo int<strong>en</strong>cionado, el valor instrum<strong>en</strong>tal, el valor artístico,<br />

el valor de novedad, el valor id<strong>en</strong>tidatario primordial,<br />

el valor de restaurar los monum<strong>en</strong>tos históricos es algo que<br />

aprecia sumam<strong>en</strong>te la sociedad, porque desde este lugar<br />

antropológico se puede reconstruir como un rompecabezas<br />

nuestras id<strong>en</strong>tidades culturales que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> su arraigo <strong>en</strong> el<br />

complejo civilizatorio.<br />

1.4. Conclusiones.<br />

Podemos concluir <strong>en</strong> este capítulo que forma parte de una<br />

colección de <strong>Temas</strong> Selectos del Cuerpo Académico. Donde<br />

se han abordado difer<strong>en</strong>tes posturas teóricas d<strong>en</strong>tro del<br />

campo de la Conservación, siempre considerando un marco<br />

conceptual Sistémico que nos ayuda a hacer constructos<br />

intelectuales para poder compr<strong>en</strong>der y aplicar las difer<strong>en</strong>tes<br />

teorías que tratan de explicar el hacer de la conservación.<br />

Tratar de explicar que el mundo de la conservación <strong>en</strong><br />

la lógica del mundo actual, a superado las posturas ortodoxas<br />

que manejan ciertos “especialistas” que han facilitado<br />

la acción destructora más que conservadora del patrimonio<br />

material y simbólico que las sociedades han construido <strong>en</strong> su<br />

mom<strong>en</strong>to histórico. Por lo que debemos aceptar que exist<strong>en</strong><br />

nuevas posturas teóricas que aceptan que la conservación<br />

del patrimonio debe ser abordada con constructos teóricos<br />

que <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>dan que el patrimonio construido y simbólico va<br />

mas allá de reglas establecidas <strong>en</strong> el pasado.<br />

Por lo que <strong>en</strong> este capítulo tratamos brevem<strong>en</strong>te de poner<br />

sobre la mesa las difer<strong>en</strong>tes posturas teóricas que se han<br />

g<strong>en</strong>erado d<strong>en</strong>tro de la conservación para que los interesados<br />

<strong>en</strong> esta disciplina tan interesante, t<strong>en</strong>gan brevem<strong>en</strong>te<br />

un primer acercami<strong>en</strong>to a este mundo tan fascinante.


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WIESELTLER, León,(1996) “Contra la id<strong>en</strong>tidad”, revista Vuelta.


313


314


315


Limitaciones disciplinarias<br />

y la problemática ambi<strong>en</strong>tal<br />

<strong>en</strong> la ciudad de Puebla,<br />

por el Mtro. <strong>en</strong> Arq.<br />

Marco Aurelio Rojas Aguilar<br />

316


Puebla, Pue. Junio de 2010.<br />

CURRICULUM VITAE<br />

Marco Aurelio Rojas Aguilar (Puebla, México. 1959) estudió<br />

la lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong> arquitectura <strong>en</strong> la Universidad Autónoma<br />

de Puebla (1984) y obtuvo el grado de Maestro <strong>en</strong> Ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />

del Territorio por la BUAP (1999); es profesor <strong>en</strong> la Facultad<br />

de <strong>Arquitectura</strong>, <strong>en</strong> el Colegio de <strong>Arquitectura</strong> y de<br />

Diseño Urbano de la BUAP (1985-2010); ha dirigido y elaborado<br />

diversos programas de desarrollo urbano, proyectos de<br />

<strong>Arquitectura</strong> y estudios de impacto ambi<strong>en</strong>tal (1985-2010).<br />

317


318<br />

LIMITACIONES DISCIPLINARIAS Y LA<br />

PROBLEMÁTICA AMBIENTAL EN LA<br />

CIUDAD DE PUEBLA.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Hemos visto como a lo largo de los últimos treinta años, la<br />

preocupación ambi<strong>en</strong>tal por efectos de la contaminación,<br />

el desequilibrio ecológico y el agotami<strong>en</strong>to de los recursos<br />

naturales se ha hecho cada vez más relevante; por otra parte<br />

el crecimi<strong>en</strong>to poblacional y el crecimi<strong>en</strong>to físico de la<br />

ciudad de Puebla combinados con los problemas ambi<strong>en</strong>tales<br />

han g<strong>en</strong>erado efectos preocupantes que se muestran<br />

negativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la dinámica del territorio.<br />

Esta problemática se ha querido controlar a través de<br />

los difer<strong>en</strong>tes programas de desarrollo urbano que cada uno<br />

de los gobiernos estatales implem<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> el ejercicio de su<br />

mandato, <strong>en</strong>tre otros, figuran los estudios de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />

ambi<strong>en</strong>tal y los de impacto ambi<strong>en</strong>tal exigidos <strong>en</strong> cada una<br />

de las obras urbanas y civiles que las leyes y reglam<strong>en</strong>tos<br />

federales y estatales indican. Sin embargo, con todo esto,<br />

seguimos vivi<strong>en</strong>do una ciudad que junto con su área metropolitana,<br />

no ha resuelto exitosam<strong>en</strong>te sus problemas ambi<strong>en</strong>tales,<br />

<strong>en</strong>tre los que podemos señalar, la contaminación<br />

del aire, el agotami<strong>en</strong>to del agua potable <strong>en</strong> la cu<strong>en</strong>ca y<br />

la contaminación del agua con las descargas sanitarias que<br />

se viert<strong>en</strong> <strong>en</strong> el vaso de la presa “Manuel Ávila Camacho”,<br />

el agotami<strong>en</strong>to de los rell<strong>en</strong>os sanitarios y el desaprovechami<strong>en</strong>to<br />

de la basura, el desperdicio <strong>en</strong>ergético, la alteración<br />

climática, <strong>en</strong>tre otros problemas.<br />

En principio, compr<strong>en</strong>demos que la solución del proble-


ma ambi<strong>en</strong>tal, dep<strong>en</strong>de sin duda alguna de una diversidad<br />

de factores, sin embargo, <strong>en</strong> este docum<strong>en</strong>to se señalan<br />

cuatro factores limitativos básicos de gran importancia que<br />

determinan la configuración urbana y territorial:<br />

1. Limitaciones disciplinarias.<br />

2. Limitaciones socio-culturales.<br />

3. Limitaciones socio-económicas.<br />

4. Limitaciones del ámbito jurídico-político.<br />

De estos cuatro factores, <strong>en</strong> esta ocasión nos referiremos a<br />

las limitaciones que desde las difer<strong>en</strong>tes disciplinas ci<strong>en</strong>tíficas<br />

y técnicas se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> nuestro ámbito de estudio, las<br />

cuales hemos d<strong>en</strong>ominado limitaciones disciplinarias.<br />

LIMITACIONES DISCIPLINARIAS.<br />

Se considera como limitaciones disciplinarias, a aquellas<br />

condiciones que determinan la capacidad de un egresado<br />

universitario <strong>en</strong> su desempeño profesional. En nuestro caso,<br />

<strong>en</strong> el tratami<strong>en</strong>to de las investigaciones y <strong>en</strong> proyectos de<br />

carácter ambi<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong>tre ellos los estudios de impacto ambi<strong>en</strong>tal.<br />

Hablamos de condiciones disciplinarias y no de condicionantes<br />

ci<strong>en</strong>tíficas, por el s<strong>en</strong>tido un tanto limitado que se<br />

le ha dado a la palabra ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la actualidad, <strong>en</strong> cuanto<br />

que su significado de acuerdo con Kedrov (1968) está más<br />

relacionado con el saber o el conocimi<strong>en</strong>to y su producción,<br />

pero no de cualquier conocimi<strong>en</strong>to sino del conocimi<strong>en</strong>to riguroso<br />

sust<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> un método y que se constituye como<br />

una verdad objetiva comprobada <strong>en</strong> la práctica. De manera<br />

muy parecida se define a la ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el diccionario de<br />

la l<strong>en</strong>gua española de la RAE (2010): “Ci<strong>en</strong>cia. (Del lat. sci<strong>en</strong>tĭa).<br />

1. f. Conjunto de conocimi<strong>en</strong>tos obt<strong>en</strong>idos mediante la<br />

319


320<br />

observación y el razonami<strong>en</strong>to, sistemáticam<strong>en</strong>te estructurados<br />

y de los que se deduc<strong>en</strong> principios y leyes g<strong>en</strong>erales”.<br />

La limitación consiste <strong>en</strong> que el concepto de disciplina (RAE,<br />

2010) se refiere al conjunto de normas que rig<strong>en</strong> una organización<br />

o una actividad <strong>en</strong> los campos de la ci<strong>en</strong>cia, el arte<br />

o alguna facultad, o a la actitud o habilidad de las personas<br />

que acatan esas normas; como se observa, el concepto ti<strong>en</strong>e<br />

una fuerte connotación normativa.<br />

El concepto de disciplina según D. Ferríz Olivares (1977)<br />

es más cercano al concepto griego clásico de mathema<br />

(nos recuerda que <strong>en</strong> esos tiempos el nombre de matemático<br />

se aplicaba a todos los cultores de las ci<strong>en</strong>cias y a los<br />

filósofos), que integra no solam<strong>en</strong>te la cosa que se apr<strong>en</strong>de<br />

sino al que la apr<strong>en</strong>de y el modo de apr<strong>en</strong>derla, lo que también<br />

se le ha llamado mathesis. Así, el concepto más amplio<br />

e integral de disciplina nos permite observar un poco, las<br />

condiciones de la producción del conocimi<strong>en</strong>to, tema que<br />

ahora es razón de la epistemología.<br />

IDENTIFICACIÓN DE LAS CONDICIONES<br />

LIMITATIVAS DISCIPLINARIAS.<br />

El análisis de las limitaciones disciplinarias, lo hemos hecho,<br />

destacando tres aspectos relevantes:<br />

a) La educación liberal, <strong>en</strong> el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido de que ésta es<br />

la base formativa de la conci<strong>en</strong>cia del estudiante, que luego<br />

se transforma <strong>en</strong> un profesionista armado con herrami<strong>en</strong>tas<br />

ci<strong>en</strong>tíficas (teorías, métodos, técnicas), de la calidad de<br />

estas herrami<strong>en</strong>tas, dep<strong>en</strong>de la calidad de la investigación.<br />

Sin embargo, algunos aspectos de su personalidad y actitud,<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con el grado de conci<strong>en</strong>cia a que ha<br />

llegado bajo las determinaciones culturales familiares o del


contexto social amplio que mediante los medios masivos de<br />

comunicación se establec<strong>en</strong> y que son reforzados por los<br />

marcos teóricos que como modelos preestablecidos se asum<strong>en</strong><br />

acríticam<strong>en</strong>te y defin<strong>en</strong> la configuración ideológica de<br />

su ser interior.<br />

b) La práctica profesional liberal, a partir de las condiciones<br />

de la división del trabajo profesional, <strong>en</strong> el mercado<br />

de la ci<strong>en</strong>cia;<br />

c) de los métodos exist<strong>en</strong>tes para la evaluación de impactos<br />

ambi<strong>en</strong>tales y su aplicación.<br />

La educación Liberal.<br />

En cada una de las etapas <strong>en</strong> la evolución de la historia del<br />

hombre, etapas socioeconómicas, etapas artísticas o etapas<br />

religiosas, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tremezcladas <strong>en</strong>tre sí, ha habido<br />

formas específicas de relación social y económica, se<br />

han conformado clases dominantes, intereses económicos,<br />

valores éticos y estéticos, etc., asimismo se han conformado<br />

diversos modos de educación repres<strong>en</strong>tativos de sus tiempos,<br />

cada modo de educación sintetiza un conjunto complejo<br />

de valores, conocimi<strong>en</strong>tos, saberes y actitudes.<br />

En cada tiempo la ci<strong>en</strong>cia adquiere difer<strong>en</strong>tes significaciones<br />

donde prevalec<strong>en</strong> concepciones reduccionistas y<br />

cada vez más limitadas que se opon<strong>en</strong> a las concepciones<br />

integrales con perspectivas más amplias. En esa lucha polarizada<br />

se han puesto límites y condiciones para lo que cada<br />

una de las concepciones considera su verdad.<br />

Así las cosas, es necesario reconocer que siempre que<br />

hay un saber oficial hay uno no oficial que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te no<br />

se reconoce; cuando hay saberes académicos coexist<strong>en</strong><br />

también saberes no académicos; es necesario saber que<br />

321


322<br />

cuando hay conocimi<strong>en</strong>tos que se divulgan hay también<br />

conocimi<strong>en</strong>tos y saberes que se ocultan; pues el conocimi<strong>en</strong>to,<br />

pero sobre todo, el control del conocimi<strong>en</strong>to es uno<br />

de los principales mecanismos <strong>en</strong> la g<strong>en</strong>eración y sostén del<br />

poder, como lo plantea Alvin Toftler (1990).<br />

Que la explicación del auge de una economía supersimbólica<br />

radica <strong>en</strong> la convulsión de la base de conocimi<strong>en</strong>tos<br />

social y no <strong>en</strong> la revolución informática o <strong>en</strong> la mera<br />

manipulación financiera. Muchos de los cambios que se produc<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> el sistema de conocimi<strong>en</strong>tos de la sociedad se<br />

trasladan al mundo de las actividades empresariales. Por lo<br />

tanto, cualquier economía dep<strong>en</strong>de de tres fu<strong>en</strong>tes principales<br />

de poder: VIOLENCIA, RIQUEZA Y CONOCIMIENTO. La<br />

viol<strong>en</strong>cia se va convirti<strong>en</strong>do <strong>en</strong> Ley, el capital y el dinero, se<br />

están trasmutando <strong>en</strong> conocimi<strong>en</strong>to.<br />

En consecu<strong>en</strong>cia, el conocimi<strong>en</strong>to que produce poder<br />

y riqueza no es cualquier conocimi<strong>en</strong>to y ti<strong>en</strong>e que ser celosam<strong>en</strong>te<br />

cuidado.<br />

En nuestros tiempos observamos que la educación social<br />

es una necesidad bastante importante para el funcionami<strong>en</strong>to<br />

del sistema socioeconómico, de tal manera que<br />

el gobierno ha sido uno de los primeros promotores que ha<br />

ori<strong>en</strong>tado el s<strong>en</strong>tido de la educación <strong>en</strong> nuestro país, de<br />

acuerdo al dictado del Artículo 3ro. de la Constitución Mexicana.<br />

Gramsci (1998, P. 161) ha puesto de manifiesto que una<br />

de las funciones más importantes del estado es de:<br />

Elevar a la gran masa de la población a un determinado<br />

nivel cultural y moral, nivel (tipo) que corresponde a<br />

las necesidades del desarrollo de las fuerzas productivas y


por consigui<strong>en</strong>te, a los intereses de las clases dominantes.<br />

La escuela como función educativa positiva y los tribunales<br />

como función educativa represiva y negativa son las actividades<br />

más importantes <strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido. Pero <strong>en</strong> realidad hacia<br />

el logro de dicho fin ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> una multiplicidad de otras<br />

iniciativas y actividades d<strong>en</strong>ominadas privadas, que forman<br />

el aparato de la hegemonía política y cultural de las clases<br />

dominantes.<br />

En nuestra sociedad con clases sociales económicam<strong>en</strong>te<br />

difer<strong>en</strong>ciadas vemos, por un lado a la escuela pública<br />

y por otro la escuela privada; por el hecho de haber<br />

difer<strong>en</strong>cias ideológicas y religiosas t<strong>en</strong>emos que la educación<br />

también se divide <strong>en</strong> educación laica por parte del Estado<br />

y no laica por parte de las instituciones religiosas, la<br />

educación adquiere también matices filosóficos diversos, es<br />

decir, el mercado ofrece un mundo educativo altam<strong>en</strong>te<br />

fragm<strong>en</strong>tado, con mercancías de acuerdo a la capacidad<br />

económica del solicitante.<br />

La escuela pública, nos dice<br />

Covarruvias (1990, p. 61,62)<br />

Ati<strong>en</strong>de a los miembros de las clases subalternas desarrollando<br />

<strong>en</strong> ellos las habilidades que el régim<strong>en</strong> capitalista requiere<br />

<strong>en</strong> cuanto a utilización de fuerza de trabajo; es decir,<br />

desarrolla <strong>en</strong> los individuos las actitudes y conocimi<strong>en</strong>tos requeridos<br />

para hacer de él un v<strong>en</strong>dedor de fuerza de trabajo.<br />

Entre estas actitudes se cu<strong>en</strong>tan la sumisión, el –s<strong>en</strong>tido de<br />

responsabilidad-, el culto al esfuerzo individual, la compet<strong>en</strong>cia<br />

con sus compañeros, los deseos de superación, etc.<br />

Los conocimi<strong>en</strong>tos se reduc<strong>en</strong> a nociones de historia universal<br />

y nacional, geografía, matemáticas elem<strong>en</strong>tales, nocio-<br />

323


324<br />

nes de físico-química y biología y adiestrami<strong>en</strong>to. El cont<strong>en</strong>ido<br />

y la forma de la <strong>en</strong>señanza no busca la formación de<br />

dirig<strong>en</strong>tes sociales o de hombres superiores, se ori<strong>en</strong>ta a la<br />

formación de los individuos que satisfagan el mercado de<br />

trabajo <strong>en</strong> las ocupaciones inferiores o intermedias.<br />

En el caso de la educación superior, sea pública o privada<br />

el cont<strong>en</strong>ido de la <strong>en</strong>señanza profesional está cada vez<br />

más ori<strong>en</strong>tado a la formación técnica que a la formación<br />

teórica y humanística.<br />

Paul H. Hirst (R. S. Peters, 1977, p.162, 168) com<strong>en</strong>ta acerca<br />

de la noción griega de educación liberal y nos dice que<br />

ésta se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra arraigada <strong>en</strong> varias concepciones “filosóficas”<br />

empar<strong>en</strong>tadas <strong>en</strong> función de las sigui<strong>en</strong>tes categorías:<br />

1. Acerca de la significación del conocimi<strong>en</strong>to para la<br />

m<strong>en</strong>te.<br />

2. Acerca de la relación <strong>en</strong>tre conocimi<strong>en</strong>to y realidad.<br />

La primera se refiere a que la búsqueda del conocimi<strong>en</strong>to<br />

es la actividad peculiar y distintiva de la m<strong>en</strong>te y que<br />

la realización del conocimi<strong>en</strong>to la satisface y ll<strong>en</strong>a, convirtiéndose<br />

el conocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el propio bi<strong>en</strong> de la m<strong>en</strong>te y<br />

por consigui<strong>en</strong>te un elem<strong>en</strong>to es<strong>en</strong>cial de la bu<strong>en</strong>a vida.<br />

Se reconoce que el hombre es algo más que m<strong>en</strong>te pura,<br />

más sin embargo, se privilegia a la m<strong>en</strong>te como característica<br />

distintiva es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> términos de conocimi<strong>en</strong>to, si<strong>en</strong>do<br />

este conocimi<strong>en</strong>to la guía que permite el camino recto <strong>en</strong> la<br />

vida. En esta concepción se niega pues al hombre integral,<br />

reduciéndolo a simple cerebro, el hombre es algo más complicado<br />

que eso.<br />

El segundo grupo de doctrinas afirma que la m<strong>en</strong>te, mediante<br />

el uso recto de la razón, llega a conocer la naturaleza


es<strong>en</strong>cial de las cosas y puede apreh<strong>en</strong>der lo que finalm<strong>en</strong>te<br />

es real e inmutable. Como consecu<strong>en</strong>cia de este hecho, el<br />

hombre debe dejar a un lado las apari<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>gañosas y<br />

las cre<strong>en</strong>cias dudosas como soporte de su vida para apoyarse<br />

<strong>en</strong> lo que es “verdadero”. Tal parece que no se dan<br />

cu<strong>en</strong>ta que el sust<strong>en</strong>to de esta forma de p<strong>en</strong>sar está <strong>en</strong> un<br />

procedimi<strong>en</strong>to no racional como es la Fe, <strong>en</strong> este caso la Fe<br />

<strong>en</strong> la superioridad de la razón, la Fe <strong>en</strong> la ci<strong>en</strong>cia positiva, la<br />

Fe <strong>en</strong> el progreso como diría Teilhard de Chardin (Cuènot,<br />

1972, p.12), y todavía más, <strong>en</strong> el fondo subyace una fuerte<br />

emotividad transformada <strong>en</strong> deseo que se oculta <strong>en</strong> si misma<br />

una vez que es reconocida como verdad. La emoción<br />

que triunfa y libera a la emoción y la pasión no puede ser<br />

cuestionada, además la emoción una vez libre se <strong>en</strong>mascara<br />

inmediatam<strong>en</strong>te con la razón.<br />

De este conjunto de doctrinas nace la idea de la educación<br />

liberal que con base <strong>en</strong> los p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos anteriores<br />

no pret<strong>en</strong>de definir la educación <strong>en</strong> términos de conocimi<strong>en</strong>tos<br />

y destrezas que pued<strong>en</strong> ser útiles posteriorm<strong>en</strong>te, o<br />

<strong>en</strong> términos de cualidades morales y espirituales, la definición<br />

es estrictam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> términos del conocimi<strong>en</strong>to que el<br />

hombre ti<strong>en</strong>e de la realidad. La importancia de este tipo de<br />

conocimi<strong>en</strong>to para muchas personas seguidoras de estas<br />

doctrinas estriba <strong>en</strong> la cre<strong>en</strong>cia de que este tipo de educación,<br />

libera la m<strong>en</strong>te para que pueda funcionar según su<br />

propia naturaleza, liberándose también del error y de la ilusión,<br />

liberando del mal la conducta del hombre (R. S. Peters,<br />

1977, p. 162-168).<br />

Hemos <strong>en</strong>señado <strong>en</strong> las escuelas y universidades que la<br />

ci<strong>en</strong>cia positivista sería capaz de resolver todos nuestros pro-<br />

325


326<br />

blemas y sin embargo, veamos a nuestro alrededor lo que<br />

ha pasado (aunque si no t<strong>en</strong>emos otros refer<strong>en</strong>tes no nos<br />

daremos cu<strong>en</strong>ta, pues ya nos habremos acostumbrado a<br />

considerar esta situación como lo normal)…por ejemplo, los<br />

ríos Atoyac y Alseseca contaminados y sus aguas sin vida<br />

posible, la presa de Valsequillo contaminada con los desechos<br />

de la ciudad, los lagos y bosques <strong>en</strong> los alrededores<br />

de la ciudad desapareci<strong>en</strong>do, la fauna emigrando a otros<br />

sitios y rompi<strong>en</strong>do sus cad<strong>en</strong>as tróficas, los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />

populares <strong>en</strong> la periferia de la ciudad depauperados y sin<br />

servicios de infraestructura ni equipami<strong>en</strong>tos urbanos cercanos.<br />

¿Dónde está la calidad de vida? Pero no podemos<br />

tampoco p<strong>en</strong>sar que toda la culpa por los errores cometidos<br />

<strong>en</strong> la construcción y diseño de la ciudad sea de los<br />

arquitectos, urbanistas, ing<strong>en</strong>ieros civiles o topógrafos que<br />

de algún modo se relacionan con estos procesos de realización<br />

de la ciudad, pues ciertam<strong>en</strong>te un gran porc<strong>en</strong>taje de<br />

estas acciones es realizada por la población <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y no<br />

precisam<strong>en</strong>te con la contribución especializada, como nos<br />

aclara López (1995), aunque los técnicos especializados debemos<br />

reconocer parte de esta responsabilidad. ¿Entonces,<br />

dónde debemos <strong>en</strong>contrar al culpable? López (1995, p. 1)<br />

nos explica que “los desfases, asimetrías y transformaciones<br />

negativas del medio socio-ambi<strong>en</strong>tal y cultural, producidas<br />

a lo largo del siglo <strong>en</strong> la construcción y transformación de<br />

nuestras ciudades, se deb<strong>en</strong> <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida a la aplicación<br />

de criterios culturales sometidos y a tecnologías que a la<br />

postre han sido depredadoras del medio socio-ambi<strong>en</strong>tal”.<br />

Si, pero ¿quién los aplica y por qué los aplica de ese modo?<br />

¿Cuáles son las bases de esa estructura de sometimi<strong>en</strong>to?


El conocimi<strong>en</strong>to se ha dosificado, no solo por la rítmica<br />

natural del tránsito del conocimi<strong>en</strong>to simple al conocimi<strong>en</strong>to<br />

riguroso, sino porque el conocimi<strong>en</strong>to es una condición necesaria<br />

para la transformación de la realidad, lo que puede<br />

poner <strong>en</strong> riesgo las estructuras de poder establecidas.<br />

Es desde las estructuras del poder político administrativo,<br />

que se decide lo que se <strong>en</strong>seña <strong>en</strong> las instituciones públicas<br />

y qué no se <strong>en</strong>seña, es <strong>en</strong> estos niveles de acuerdo a<br />

los planes y programas de estudio que se divid<strong>en</strong> los conocimi<strong>en</strong>tos<br />

<strong>en</strong> materias que correspond<strong>en</strong> a la clasificación<br />

de la ci<strong>en</strong>cia y finalm<strong>en</strong>te corresponde a la división social<br />

del trabajo (Covarrubias, 1995, p. 72). Pero es necesario considerar<br />

también que desde el ámbito social, se manipula la<br />

conci<strong>en</strong>cia y se define <strong>en</strong> términos culturales e ideológicos<br />

el s<strong>en</strong>tido, calidad y forma de la educación.<br />

En mi particular experi<strong>en</strong>cia como doc<strong>en</strong>te, he observado,<br />

cómo se expresa <strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>cia de algunos estudiantes<br />

una valoración práctico- utilitaria del conocimi<strong>en</strong>to.<br />

Pero el estudiante pragmático ti<strong>en</strong>e su verdad, ti<strong>en</strong>e sus razones:<br />

él no quiere teorías; quiere apr<strong>en</strong>der a hacer lo que<br />

ya se ha hecho, con los conocimi<strong>en</strong>tos ya establecidos y<br />

que él no puede; no quiere complicarse la exist<strong>en</strong>cia, no<br />

quiere investigar y mucho m<strong>en</strong>os producir ci<strong>en</strong>cia; tampoco<br />

quiere sermones religiosos, ni discusiones filosóficas “inútiles”;<br />

quiere terminar su carrera para trabajar y hacer dinero. El estudiante<br />

sabe y le han dicho que de la ci<strong>en</strong>cia no se vive. A<br />

esa misma conclusión también han llegado algunos doc<strong>en</strong>tes.<br />

Esa es parte de la realidad de la educación <strong>en</strong> nuestro<br />

medio.<br />

El estudiante ha sido limitado y se limita a sí mismo <strong>en</strong> su<br />

327


328<br />

capacidad crítica pero sobre todo <strong>en</strong> la capacidad creativa<br />

a fin de producir nuevos conocimi<strong>en</strong>tos, se le han quitado<br />

valores y s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos con las repercusiones a futuro que<br />

esto aplica para la sociedad. El Dr. Raynaud de la Ferriere<br />

(1986, p. 110, 111) un poco después de la Segunda Guerra<br />

Mundial <strong>en</strong> 1958 decía lo sigui<strong>en</strong>te: “hemos creído que las<br />

necesidades del hombre se limitaban a las manifestaciones<br />

exteriores, y por eso expresam<strong>en</strong>te ha sido borrada de la<br />

preocupación de los conductores de naciones, toda aspiración<br />

del s<strong>en</strong>tido estético, ético y espiritual, sin darse cu<strong>en</strong>ta<br />

que es una verdadera mutilación”. Que nuestros tiempos se<br />

deb<strong>en</strong> caracterizar “por una instrucción inductiva y deductiva,<br />

por un espíritu de síntesis que sucede al de análisis, por un<br />

equilibrio que concilia las vías intuitivas, imaginativas y s<strong>en</strong>sitivas,<br />

y las vías de razonami<strong>en</strong>to, deducción y positivismo<br />

ci<strong>en</strong>tífico y matemático”. Al estudiantado se le están dando<br />

conocimi<strong>en</strong>tos simples, conocimi<strong>en</strong>tos fragm<strong>en</strong>tados, información,<br />

creando grandes bancos de datos <strong>en</strong> el mejor de<br />

los casos, memorizando conceptos, libros y actores, sin ningún<br />

s<strong>en</strong>tido crítico y mucho m<strong>en</strong>os creativo y propositivo.<br />

La práctica profesional liberal<br />

El profesionista que ha egresado y se incorpora al mercado<br />

de trabajo con los principios de la educación liberal, a la<br />

hora de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a los problemas concretos de la investigación<br />

ambi<strong>en</strong>tal con carácter interdisciplinario, resulta que<br />

no está preparado para la realización de éstos estudios ni<br />

para g<strong>en</strong>erar alternativas de solución adecuadas, <strong>en</strong> cuanto<br />

que su capacidad investigativa es limitada, por otra parte,<br />

podemos decir que no ti<strong>en</strong>e una mística de si mismo <strong>en</strong><br />

lo que se refiere a su razón de ser, ni de la naturaleza <strong>en</strong> lo


que se refiere al lugar que se ocupa <strong>en</strong> ella y <strong>en</strong> la relación<br />

que con ella se ti<strong>en</strong>e. Se desconoc<strong>en</strong> las técnicas y métodos<br />

del trabajo interdisciplinario, es decir, no se ti<strong>en</strong>e una base<br />

epistemológica sólida.<br />

Esta limitación <strong>en</strong> la capacidad de los profesionales <strong>en</strong><br />

el nivel de lic<strong>en</strong>ciatura es puesta de manifiesto por Covarrubias<br />

(1995, p.72), qui<strong>en</strong> afirma que “<strong>en</strong> la actualidad los<br />

investigadores son formados <strong>en</strong> instituciones educativas especializadas<br />

y sus actividades ci<strong>en</strong>tíficas han sido escindidas<br />

de la aplicación práctica directa…. Desde los primeros<br />

niveles escolares, la ci<strong>en</strong>cia se <strong>en</strong>seña como conocimi<strong>en</strong>to<br />

adquirido, mas no como método de su obt<strong>en</strong>ción. Es hasta<br />

el nivel de posgrado cuando se <strong>en</strong>seña la metodología<br />

de la investigación ci<strong>en</strong>tífica; <strong>en</strong> el nivel de lic<strong>en</strong>ciatura la<br />

característica dominante del conocimi<strong>en</strong>to adquirido es de<br />

mera información ci<strong>en</strong>tífica”.<br />

Von Bertalanffy (1984) ha expresado su profunda preocupación<br />

sobre la constante especialización <strong>en</strong> las ci<strong>en</strong>cias<br />

y la incapacidad del ci<strong>en</strong>tífico tradicional para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar los<br />

problemas actuales que cada vez son más difíciles, por el<br />

crecimi<strong>en</strong>to cuantitativo y avance de la complejidad social,<br />

por el avance y complejidad de los procesos financieros,<br />

políticos, sociales, productivos y tecnológicos que cada vez<br />

exig<strong>en</strong> de la participación interdisciplinaria y del ci<strong>en</strong>tífico<br />

g<strong>en</strong>eralista. En los EE UU, el problema se ha hecho evid<strong>en</strong>te<br />

desde los años 30´s y 40´s, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> nuestro país<br />

este tipo de preocupaciones llegan veinte o treinta años<br />

después. Actualm<strong>en</strong>te, aún no se reconoce la necesidad<br />

del trabajo integral, aun se sigue discuti<strong>en</strong>do <strong>en</strong> las universidades<br />

la importancia de la interdisciplina, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong><br />

329


330<br />

las prácticas profesionales extra-universitarias la necesidad<br />

es apremiante, los tiempos nos rebasan.<br />

Ahora con los nuevos proyectos educativos <strong>en</strong> el ámbito<br />

universitario se pret<strong>en</strong>de que el profesional sea cada<br />

vez más especializado, pero sería mejor que estas especialidades<br />

se articul<strong>en</strong> al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> proyectos interdisciplinarios.<br />

Veamos el caso de la Facultad de <strong>Arquitectura</strong> de la BUAP<br />

que <strong>en</strong> los 90´s creó la lic<strong>en</strong>ciatura de diseño gráfico, pero<br />

lo interesante es que de la arquitectura se han escindido el<br />

diseño urbano ambi<strong>en</strong>tal y el urbanismo, pudiéndose dar el<br />

caso <strong>en</strong> el que el urbanista no pueda completar su proyecto<br />

urbano porque no ti<strong>en</strong>e criterios de arquitectura o que el<br />

arquitecto no pueda integrar su proyecto arquitectónico <strong>en</strong><br />

el contexto urbano por desconocer los principios del urbanismo<br />

o que no pudiera integrar una propuesta de imag<strong>en</strong><br />

corporativa desde la arquitectura. Desde el Proyecto Fénix<br />

y la pret<strong>en</strong>sión actual que con el Modelo Universitario Minerva<br />

se ti<strong>en</strong>e, se incorpora una idea de carácter integral<br />

muy loable pero que está <strong>en</strong> sus inicios y habrá que romper<br />

la inercia de los modelos previos para su cabal desarrollo e<br />

implem<strong>en</strong>tación. A pesar de todo esto, <strong>en</strong> las carreras relacionadas<br />

con la física aplicada, es decir, las ing<strong>en</strong>ierías, el<br />

estudiante se forma <strong>en</strong> una erudición técnica y matemática<br />

especializada pero incapaz de ver la complejidad del sujeto<br />

individual o colectivo como ser biológico, psicológico y<br />

social <strong>en</strong> relación con su contexto ambi<strong>en</strong>tal natural y modificado.<br />

Preparamos estudiantes mecanizados que como dispositivos<br />

plug and play se integran a un proceso de trabajo<br />

o de investigación de manera “efici<strong>en</strong>te” pero <strong>en</strong> la inconci<strong>en</strong>cia<br />

de la complejidad de los vínculos con la totalidad.


Si bi<strong>en</strong> a los ci<strong>en</strong>tíficos se les ha exaltado socialm<strong>en</strong>te,<br />

con el reconocimi<strong>en</strong>to y admiración de los efectos de sus investigaciones,<br />

también es cierto que se les ha estereotipado<br />

como seres neutrales, así, el único trabajo del ci<strong>en</strong>tífico es<br />

<strong>en</strong>contrar la “verdad objetiva”, es un ser libre de pasiones,<br />

prejuicios, o intereses egoístas y al marg<strong>en</strong> de los conflictos<br />

sociales, políticos, económicos (Covarrubias, 1995, p. 74) e<br />

incluso al marg<strong>en</strong> de las problemáticas. Así, <strong>en</strong> los casos de<br />

los estudios ambi<strong>en</strong>tales, el ing<strong>en</strong>iero, el biólogo, el sociólogo,<br />

el planificador urbano, el abogado, <strong>en</strong>tre otros, participan<br />

cada uno con su parte específica, que finalm<strong>en</strong>te se<br />

suma <strong>en</strong> un solo docum<strong>en</strong>to, el trabajo se ha dividido, aun<br />

cuando la realidad no está dividida. Los problemas ambi<strong>en</strong>tales<br />

por su complejidad requier<strong>en</strong> de la participación de<br />

varios especialistas, pero el trabajo interdisciplinario no solo<br />

es la suma de las disciplinas como <strong>en</strong> la práctica se hace. Se<br />

requiere de un esfuerzo teórico-metodológico que trasci<strong>en</strong>da<br />

la particularidad de las disciplinas.<br />

En sus trabajos sobre ecología y medio ambi<strong>en</strong>te, los<br />

doctores Turk, Turk y Wittes (1973) v<strong>en</strong> a la fragm<strong>en</strong>tación de<br />

la ci<strong>en</strong>cia como un problema, pero argum<strong>en</strong>tan que:<br />

la separación de la ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> categorías o disciplinas,<br />

tales como la biología, la química y la física no se basan <strong>en</strong><br />

división natural alguna de tales conocimi<strong>en</strong>tos, sino más bi<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong> la actitud de los hombres de ci<strong>en</strong>cia. Y que los ci<strong>en</strong>tíficos<br />

actúan de acuerdo con la demanda de sus patrocinadores<br />

respectivos, <strong>en</strong>tre ellos las instituciones y los propios gobernantes,<br />

qui<strong>en</strong>es se sust<strong>en</strong>tan políticam<strong>en</strong>te, social y económicam<strong>en</strong>te<br />

disponi<strong>en</strong>do de los equipos de investigación capacitados<br />

con métodos y conocimi<strong>en</strong>tos apr<strong>en</strong>didos de sus<br />

331


332<br />

maestros, de sus colegas y de sus alumnos y de acuerdo a<br />

los paradigmas ci<strong>en</strong>tíficos establecidos.<br />

El problema de la separación de las ci<strong>en</strong>cias efectivam<strong>en</strong>te<br />

ti<strong>en</strong>e que ver con una actitud, sin embargo, se deb<strong>en</strong><br />

reconocer fuertes t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias socioculturales, empeñadas<br />

<strong>en</strong> mant<strong>en</strong>er la fragm<strong>en</strong>tación del conocimi<strong>en</strong>to, con base<br />

<strong>en</strong> una lógica de racionalidad dominada por los intereses<br />

económicos, que busca la maximización de las utilidades <strong>en</strong><br />

la producción de los conocimi<strong>en</strong>tos, de las mercancías y del<br />

poder. En los casos particulares de realización de estudios<br />

de impacto ambi<strong>en</strong>tal, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se participa desde<br />

una empresa particular o una institución del gobierno, donde<br />

el investigador pierde la libertad de hacer investigaciones<br />

rigurosas y se somete al interés particular o político, por<br />

otra parte, son las mismas empresas particulares o instituciones<br />

públicas las que <strong>en</strong> función de sus necesidades solicitan<br />

y pagan una investigación de este tipo, para cumplir con las<br />

exig<strong>en</strong>cias formales de las leyes y reglam<strong>en</strong>tos.<br />

Desde cualquier <strong>en</strong>foque, la separación de las ci<strong>en</strong>cias<br />

es vista como un problema, sobre todo <strong>en</strong> los casos donde<br />

la problemática ci<strong>en</strong>tífica es compleja, como <strong>en</strong> la planeación<br />

urbana, el diseño urbano, el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to ecológico<br />

y las evaluaciones de impacto ambi<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong>tre otros. Sin<br />

duda, a la fecha actual, es un problema que no se ha resuelto,<br />

la visión fragm<strong>en</strong>taria del ci<strong>en</strong>tífico hacia la realidad<br />

hace que sus propuestas no sean sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te efectivas.<br />

El profesional liberal sin duda que es conci<strong>en</strong>te de la verdadera<br />

situación ambi<strong>en</strong>tal, pero como propietario de una<br />

empresa consultora, su interés se c<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la oferta mercantilizada<br />

de sus servicios de investigación, aún cuando se


trate de problemas ambi<strong>en</strong>tales; la lógica y el amor al conocimi<strong>en</strong>to<br />

se somet<strong>en</strong> a la lógica y el amor al dinero. El investigador<br />

como profesional v<strong>en</strong>dedor de su conocimi<strong>en</strong>to y<br />

de su trabajo, integrado <strong>en</strong> un equipo multidisciplinario <strong>en</strong> el<br />

mejor de los casos, sólo le interesa cumplir con su responsabilidad<br />

individualizada, sin ninguna preocupación por lograr<br />

una efectiva integración cognitiva de la investigación interdisciplinaria,<br />

ni producir conocimi<strong>en</strong>to ci<strong>en</strong>tífico alguno que<br />

aporte verdaderas soluciones a la problemática ambi<strong>en</strong>tal<br />

que esté tratando y <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia la solución de dichos<br />

problemas resulta a sus ojos un planteami<strong>en</strong>to utópico.<br />

Por la forma <strong>en</strong> que fue preparado <strong>en</strong> las instituciones<br />

de educación, desde una visión fragm<strong>en</strong>taria del conocimi<strong>en</strong>to,<br />

primero <strong>en</strong> materias aisladas y luego <strong>en</strong> profesiones<br />

cada vez más especializadas y por el hecho de que los problemas<br />

ambi<strong>en</strong>tales han llegado demasiado rápido a nuestra<br />

cultura, resulta que el profesional se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ante una<br />

situación nueva, donde su ci<strong>en</strong>cia, sus métodos y técnicas<br />

son puestos <strong>en</strong> crisis. El profesional desconoce por completo<br />

las técnicas y métodos del trabajo interdisciplinario que los<br />

estudios ambi<strong>en</strong>tales requier<strong>en</strong> pero que al mismo tiempo<br />

no son exig<strong>en</strong>cias claram<strong>en</strong>te establecidas <strong>en</strong> las disposiciones<br />

legales y reglam<strong>en</strong>tarias que las determinan.<br />

En nuestro país hay muy poca experi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el campo<br />

de la investigación interdisciplinaria y los especialistas <strong>en</strong> su<br />

mayoría desconoc<strong>en</strong> los procedimi<strong>en</strong>tos de la investigación<br />

integral, si<strong>en</strong>do ésta una exig<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los estudios ambi<strong>en</strong>tales<br />

así como <strong>en</strong> la elaboración de las manifestaciones de<br />

impacto ambi<strong>en</strong>tal que se requier<strong>en</strong> como requisito para la<br />

autorización de los proyectos industriales, de infraestructura<br />

333


334<br />

regional, urbanísticos o arquitectónicos, etcétera, de acuerdo<br />

con lo establecido <strong>en</strong> las leyes respectivas. Si<strong>en</strong>do el<br />

desconocimi<strong>en</strong>to de los métodos, las técnicas y del fundam<strong>en</strong>to<br />

epistemológico propios para abordar los problemas<br />

desde una perspectiva de la complejidad una verdadera<br />

limitación. En las investigaciones ambi<strong>en</strong>tales g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />

se recurre a experi<strong>en</strong>cias y planteami<strong>en</strong>tos metodológicos<br />

correspondi<strong>en</strong>tes a naciones como los Estados Unidos<br />

de Norte América o los países europeos y se toman acríticam<strong>en</strong>te<br />

sus modelos sin considerar que sus condiciones<br />

socioeconómicas, técnicas y ambi<strong>en</strong>tales correspond<strong>en</strong> a<br />

realidades totalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>tes.<br />

La rigurosidad ci<strong>en</strong>tífica no significa, tan solo, la aplicación<br />

lineal de los manuales de investigación normalm<strong>en</strong>te<br />

conocidos, sino que requiere además, de formar la actitud,<br />

de t<strong>en</strong>er una base sólida de categorías epistemológicas<br />

para lograr la construcción de los objetos de investigación<br />

de manera efici<strong>en</strong>te.<br />

Se ha dicho <strong>en</strong> forma apologética por Bolea (1984, p.<br />

7 y 8) que los estudios de impacto ambi<strong>en</strong>tal son el mejor<br />

instrum<strong>en</strong>to para obt<strong>en</strong>er un conocimi<strong>en</strong>to claro y ext<strong>en</strong>so<br />

del efecto de una acción o proyecto <strong>en</strong> una determinada<br />

zona, pues facilita información integrada de los posibles impactos<br />

sobre:<br />

• El medio natural que abarca el aspecto ecológico y<br />

que se refiere principalm<strong>en</strong>te a los estudios de impacto físico<br />

o geofísico.<br />

• El medio social que abarca el aspecto humano y<br />

que se refiere principalm<strong>en</strong>te a factores socioeconómicos y<br />

culturales.


Sin embargo, debemos precisar que el conocimi<strong>en</strong>to<br />

sobre los problemas de impacto ambi<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> sí es altam<strong>en</strong>te<br />

complejo, pues al abarcar la esfera social y natural se requiere<br />

de la participación de difer<strong>en</strong>tes disciplinas y campos<br />

ci<strong>en</strong>tíficos de conocimi<strong>en</strong>to, lo que nos lleva necesariam<strong>en</strong>te<br />

a desarrollar las técnicas y los métodos interdisciplinarios<br />

que <strong>en</strong> nuestro medio aún no son muy conocidos ni reconocidos<br />

tanto por los propios técnicos que elaboran dichos<br />

estudios, como por las propias autoridades, <strong>en</strong>cargadas de<br />

controlar las investigaciones y los problemas ambi<strong>en</strong>tales.<br />

El trabajo interdisciplinario significa <strong>en</strong> cierta forma un<br />

int<strong>en</strong>to de recuperación de la categoría epistemológica<br />

de totalidad (Follari, 1982, p. 45), y decimos <strong>en</strong> cierta forma,<br />

dado que las experi<strong>en</strong>cias predominantes <strong>en</strong> la investigación<br />

se han dado desde el positivismo o empirismo lógico y<br />

desde el <strong>en</strong>foque de la Teoría G<strong>en</strong>eral de Sistemas, que si<br />

bi<strong>en</strong> esta última difiere del positivismo, comparte la actitud<br />

ci<strong>en</strong>tífica positiva. Asimismo, t<strong>en</strong>emos concepciones diametralm<strong>en</strong>te<br />

opuestas como la expresada por la corri<strong>en</strong>te<br />

crítica dialéctica, e incluso concepciones intermedias o híbridas<br />

diversas. En los casos específicos de investigación de<br />

impactos ambi<strong>en</strong>tales, se pres<strong>en</strong>ta una condición tal que<br />

es necesario el trabajo interdisciplinario <strong>en</strong> un ambi<strong>en</strong>te de<br />

concepciones oficiales positivistas g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te expresadas<br />

<strong>en</strong> los estudios de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to territorial.<br />

En la relación interdisciplinaria de las ci<strong>en</strong>cias no se trata<br />

de que una disciplina o ci<strong>en</strong>cia esclavice a otras como sus<br />

ci<strong>en</strong>cias auxiliares, véase el caso de la relación <strong>en</strong>tre la sociología<br />

y la estadística, tampoco se refiere al acercami<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong>tre dos disciplinas empar<strong>en</strong>tadas o muy cercanas <strong>en</strong>tre<br />

335


336<br />

si como la biología y la química que da como resultado la<br />

bioquímica o la física y la química, <strong>en</strong>tre las cuales es difícil<br />

señalar fronteras. “Se trata <strong>en</strong> cambio de la interrelación<br />

orgánica de los conceptos de diversas disciplinas hasta el<br />

punto de constituir una especie de `nueva unidad` que subsume<br />

<strong>en</strong> un nivel superior las aportaciones de cada una de<br />

las disciplinas particulares” (Follari, p. 27) <strong>en</strong> un esfuerzo no<br />

analítico sino sintético.<br />

Podría decirse que un grupo interdisciplinario, <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido<br />

práctico, se compone por personas que han recibido<br />

una formación disciplinaria, cada uno, <strong>en</strong> diversos dominios<br />

del conocimi<strong>en</strong>to y que <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia ti<strong>en</strong><strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes<br />

conceptos, métodos, datos y términos que adquier<strong>en</strong> significado<br />

<strong>en</strong> un esfuerzo común alrededor de un problema común,<br />

se presupone una continua intercomunicación <strong>en</strong>tre<br />

los participantes de la investigación (Follari, 1982). Sin embargo<br />

<strong>en</strong> la actualidad cada disciplina es un feudo celosam<strong>en</strong>te<br />

def<strong>en</strong>dido y resguardado, existe una escasa intercomunicación<br />

que permita la socialización de los conocimi<strong>en</strong>tos,<br />

procedimi<strong>en</strong>tos y técnicas específicas. En estas condiciones<br />

y desde el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que “a todo constructo con pret<strong>en</strong>siones<br />

ci<strong>en</strong>tíficas corresponde una concepción ontológica<br />

de la realidad” la síntesis disciplinaria se dificulta aun más<br />

(Covarrubias, 1995, p. 67)<br />

Asimismo, dado el hecho de que <strong>en</strong> los estudios ambi<strong>en</strong>tales<br />

coexist<strong>en</strong> profesionales con diversas concepciones<br />

ci<strong>en</strong>tíficas, implica también la coexist<strong>en</strong>cia de diversas<br />

concepciones filosóficas y metodológicas <strong>en</strong> un mismo trabajo<br />

de investigación y aquí t<strong>en</strong>emos ya un serio problema<br />

de conocimi<strong>en</strong>to, que <strong>en</strong> la práctica sucede frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>-


te, sin duda alguna. El problema apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te puede resolverse<br />

desde dos posturas:<br />

• Con el logro y mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de una supuesta homog<strong>en</strong>eidad<br />

teórico conceptual del grupo de investigación; o<br />

• Con la exig<strong>en</strong>cia hacia los profesionales implicados<br />

<strong>en</strong> el conocimi<strong>en</strong>to y compr<strong>en</strong>sión de múltiples teorías, métodos<br />

y <strong>en</strong>foques filosóficos sin casarse con ninguno, como<br />

condición básica para el establecimi<strong>en</strong>to del dialogo interdisciplinario.<br />

La segunda alternativa requiere una mayor preparación<br />

del profesional, es algo así como t<strong>en</strong>er la capacidad para<br />

hablar y compr<strong>en</strong>der varios idiomas, considerando que los<br />

idiomas también ti<strong>en</strong><strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes grados de complejidad y<br />

que sus palabras no t<strong>en</strong>gan igualdad de significados <strong>en</strong>tre<br />

un idioma y otro.<br />

Difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> las<br />

concepciones ontológicas.<br />

Toda investigación parte de un conjunto de conocimi<strong>en</strong>tos<br />

básicos de ord<strong>en</strong> ontológico, de concepciones que cumpl<strong>en</strong><br />

un papel fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la construcción de objetos<br />

de investigación. Así como concebimos a la realidad, así<br />

la investigamos. Este hecho presupone una diversidad de<br />

modos ontológicos de concebir la realidad y de modos de<br />

abordar su investigación. Todo dep<strong>en</strong>de, de la respuesta<br />

que le demos a la sigui<strong>en</strong>te pregunta; ¿Qué es la realidad?<br />

(Kosick, 1963). Así las cosas, veremos de manera muy sintética,<br />

algunas de las concepciones más importantes para ilustrar<br />

el problema.<br />

Para el <strong>en</strong>foque sistémico positivista, la realidad se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />

conformada por múltiples sistemas y subsistemas, el<br />

337


338<br />

concepto de sistema se ha definido como un complejo de<br />

elem<strong>en</strong>tos interactuantes (Bertalanffy, 1984), <strong>en</strong> esta concepción<br />

resultan relevantes los elem<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> sí, su número<br />

y sus relaciones. Desde el punto de vista de Bertalanffy, de<br />

acuerdo a su teoría g<strong>en</strong>eral de sistemas, se aclara que ese<br />

complejo de elem<strong>en</strong>tos adquiere un valor sinérgico donde<br />

cabe la expresión de que el todo es algo más que la suma<br />

de las partes. Una concepción parecida podría construirse si<br />

<strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos a los procesos como resultado de un complejo<br />

de sistemas interactuantes, pero <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a la realidad <strong>en</strong><br />

su forma interactuante no significa compr<strong>en</strong>derla <strong>en</strong> el amplio<br />

s<strong>en</strong>tido de su dinámica de totalidad dialéctica.<br />

Covarrubias (1995) ha hecho relevante la polémica concepción<br />

althuseriana sobre la totalidad <strong>en</strong> la que se habla<br />

de todos estructurados <strong>en</strong> los que se reconoc<strong>en</strong> niveles o<br />

instancias distintas relativam<strong>en</strong>te autónomas y esta situación<br />

es común <strong>en</strong> las concepciones positivistas. El todo se pres<strong>en</strong>ta<br />

como un conjunto de instalaciones cuyo funcionami<strong>en</strong>to<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra sujeto a un compon<strong>en</strong>te dominante que otorga<br />

ritmos y velocidades a un conjunto, la contradicción se<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la ambigüedad del concepto de autonomía<br />

relativa, es decir, se es autónomo o no se es, pero no se puede<br />

ser autónomo <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to o desde un punto de vista<br />

y simultáneam<strong>en</strong>te no ser autónomo desde ese mismo punto<br />

de vista o mom<strong>en</strong>to.<br />

Kosick ( 1963) por su parte reconoce que el concepto de<br />

totalidad se ha ido modificando continuam<strong>en</strong>te principalm<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> los últimos dec<strong>en</strong>ios, <strong>en</strong> una dirección que reduce<br />

el concepto a una exig<strong>en</strong>cia metodológica y a aplicarlo<br />

como una simple regla metodológica <strong>en</strong> la indagación de


la realidad. Esta deg<strong>en</strong>eración del concepto ha desembocado<br />

<strong>en</strong> dos trivialidades: a) que todo está <strong>en</strong> conexión<br />

con todo y b) que el todo es más que las partes. Kosick nos<br />

aclara que la totalidad no significa todos los hechos sino la<br />

realidad como un todo estructurado y dialéctico donde se<br />

puede compr<strong>en</strong>der racionalm<strong>en</strong>te cualquier hecho, clase<br />

o conjunto de hechos. Marx (s. f. p. 111), a finales del siglo<br />

XIX, expresó su concepto de totalidad de la sigui<strong>en</strong>te forma:<br />

“lo concreto es concreto porque es síntesis de lo múltiple o<br />

unidad de lo diverso”, la difer<strong>en</strong>cia es clara, para Marx las<br />

cosas son la expresión sintética del todo, es decir totalidades<br />

concretas <strong>en</strong> que se compart<strong>en</strong> las mismas cualidades<br />

<strong>en</strong>tre la parte y el todo. El concepto de totalidad concreta<br />

es muy difer<strong>en</strong>te al concepto de sistema por muy totalizante<br />

que este sea.<br />

En el s<strong>en</strong>tido epistemológico del término, esta concepción<br />

de totalidad concreta se convierte <strong>en</strong> una herrami<strong>en</strong>ta<br />

altam<strong>en</strong>te poderosa que abre la razón, permiti<strong>en</strong>do la percepción<br />

de lo real con una amplitud visual o conceptual no<br />

reduccionista.<br />

Si revisamos el concepto de totalidad aplicado a la<br />

ciudad, veremos que exist<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias muy significativas,<br />

como es el caso de Coppola ( 1980, p. 19) que dice que<br />

la “ciudad es un organismo unitario d<strong>en</strong>tro del cual interactúan,<br />

como <strong>en</strong> el cuerpo humano, una serie de sistemas,<br />

cada uno de alguna manera autónomo e id<strong>en</strong>tificable <strong>en</strong><br />

él mismo, cada sistema puede aislarse temporalm<strong>en</strong>te para<br />

ser estudiado y analizado <strong>en</strong> sus dinámicas internas, pero de<br />

cualquier modo debe estar relacionado con los otros sistemas<br />

para id<strong>en</strong>tificar sus acciones reciprocas”, sin embargo<br />

339


340<br />

el hecho de que <strong>en</strong> la realidad urbana se constituyan objetos<br />

id<strong>en</strong>tificables, no quiere decir que éstos sean autónomos,<br />

pues <strong>en</strong> forma analógica, el hecho de yo distinga mi<br />

mano de mi brazo y mi brazo de mi cuerpo, no quiere decir<br />

que mi mano sea autónoma del resto de mi cuerpo. Por otra<br />

parte no se debe olvidar que los procesos son múltiples y<br />

complejos y que la naturaleza no es algo aparte a lo urbano<br />

y que la ciudad no es más que una forma socializada de lo<br />

natural. Podemos compr<strong>en</strong>der que la ciudad sea un “organismo”<br />

unitario o no <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de la simpleza del concepto<br />

matemático de unidad, sino <strong>en</strong> el concepto de que tal<br />

unidad es la síntesis concreta de lo múltiple, pero que para<br />

poder apropiarnos de tan compleja realidad lo hacemos <strong>en</strong><br />

un proceso <strong>en</strong> el que el análisis es tan solo una fracción del<br />

proceso de conocimi<strong>en</strong>to y que debe ser complem<strong>en</strong>tada<br />

<strong>en</strong> la compr<strong>en</strong>sión sintética.<br />

De igual manera, el ambi<strong>en</strong>te natural no puede ser<br />

p<strong>en</strong>sado como una simple colección de elem<strong>en</strong>tos interactuantes,<br />

tampoco puede ser p<strong>en</strong>sado <strong>en</strong> su forma aislada<br />

respecto al hombre ni a su quehacer o su producción. La<br />

ciudad, como producto humano, ti<strong>en</strong>e profundas implicaciones<br />

<strong>en</strong> la naturaleza y a su vez la naturaleza determina<br />

muchas de sus características.<br />

Definitivam<strong>en</strong>te, las limitaciones implícitas <strong>en</strong> las concepciones<br />

fragm<strong>en</strong>tarias de la realidad por más especializadas<br />

que sean, nos llevan paradójicam<strong>en</strong>te a resoluciones<br />

inefici<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la medida que resuelv<strong>en</strong> un aspecto del<br />

problema mi<strong>en</strong>tras que provocan daños <strong>en</strong> otros aspectos,<br />

que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te no son considerados. Por ejemplo, una<br />

obra de dr<strong>en</strong>aje tradicional, higi<strong>en</strong>iza la ciudad pero conta-


mina suelos, barrancas y cuerpos de agua <strong>en</strong> las periferias<br />

urbanas, hacemos ciudades pero acabamos con bosques<br />

y otros recursos naturales. La tecnología concebida desde<br />

una concepción fragm<strong>en</strong>taria nos puede llevar, o más bi<strong>en</strong><br />

nos está llevando ya a situaciones de verdadera crisis <strong>en</strong> los<br />

ámbitos ambi<strong>en</strong>tales, económicos, sociales y culturales <strong>en</strong>tre<br />

otros.<br />

Lo anterior resulta de la cre<strong>en</strong>cia de que la efici<strong>en</strong>cia se<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la fragm<strong>en</strong>tación de los procesos, <strong>en</strong> hacerlos<br />

lo más simples posibles, para su <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to y su manipulación,<br />

negamos el hecho de que la realidad concreta es<br />

una totalidad y como tal es compleja. Pero sobre todo debemos<br />

t<strong>en</strong>er claro que <strong>en</strong> el trasfondo existe una convicción<br />

política de dominio y control de los procesos sociales, económicos,<br />

ci<strong>en</strong>tíficos y tecnológicos que garantizan la supremacía<br />

de los sectores sociales hegemónicos. Aunque ésta<br />

convicción pudiera estar más sust<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> las fuerzas básicas<br />

de los instintos que <strong>en</strong> la razón. La intelig<strong>en</strong>cia colectiva<br />

se desequilibra por la limitada evolución de la intelig<strong>en</strong>cia<br />

moral.<br />

El ser humano es una complejidad de procesos físicos,<br />

biológicos, psicológicos, sociales y ambi<strong>en</strong>tales que se han<br />

sintetizado <strong>en</strong> su ser y cada ser, difer<strong>en</strong>te y semejante uno<br />

de otro manifiesta su individualidad <strong>en</strong> modalidades que expresan<br />

su s<strong>en</strong>tido práctico-utilitario, su s<strong>en</strong>sibilidad estética,<br />

su conci<strong>en</strong>cia religiosa, su s<strong>en</strong>tido ci<strong>en</strong>tífico o filosófico, <strong>en</strong><br />

difer<strong>en</strong>tes grados de complejidad. Estos modos de apropiación<br />

de lo real coexist<strong>en</strong> y no se pued<strong>en</strong> eliminar, aunque<br />

apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te haya un s<strong>en</strong>tido contradictorio <strong>en</strong>tre ellos,<br />

son parte del carácter humano, porque somos seres integra-<br />

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342<br />

les. La ci<strong>en</strong>cia se <strong>en</strong>riquece del arte por su valor creativo; la<br />

filosófica aporta el s<strong>en</strong>tido total de las leyes más g<strong>en</strong>erales<br />

de lo real; el conocimi<strong>en</strong>to solidario que construye y eleva<br />

la calidad humana nos aparta del desequilibrio destructivo;<br />

la ci<strong>en</strong>cia sin s<strong>en</strong>tido moral contribuiría a la formación de<br />

sociedades débiles, decad<strong>en</strong>tes, y manipulables; la condición<br />

física de nuestro ser fundam<strong>en</strong>ta el s<strong>en</strong>tido utilitario sin<br />

embargo, éste s<strong>en</strong>tido sin control nos puede llevar a excesos<br />

atrofiantes.<br />

La ci<strong>en</strong>cia y la tecnología no deb<strong>en</strong> perder su s<strong>en</strong>tido<br />

integral, ni <strong>en</strong> su concepción ontológica ni epistemológica.<br />

El método debe ser dinámico y pasar continuam<strong>en</strong>te de la<br />

parte al todo, del análisis a la síntesis, de lo objetivo a lo subjetivo,<br />

de la razón a la intuición, de la lógica a la estética, de<br />

lo conocido a lo desconocido, de lo esperado a lo inesperado,<br />

de lo individual a lo colectivo, del pasado al pres<strong>en</strong>te y<br />

futuro, de la disciplina a la interdisciplina y de ahí a la transdisciplinariedad.<br />

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346<br />

Para esta obrá se utilizó la tipografía C<strong>en</strong>tury Gothic a 11<br />

puntos <strong>en</strong> un papel bon blanco de 120g.<br />

Se imprimió <strong>en</strong> el Taller de Impresión Offset SENA,<br />

el 2 de Mayo del 2013, con un tiraje de 1000 libros y 500 de<br />

reserva.<br />

Imag<strong>en</strong> de la portada: fran-silvestre-arquitectos-val<strong>en</strong>cia-house-on-the-cliff-img-arquitectura-10


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