Temas selectos en Arquitectura
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<strong>Temas</strong> <strong>selectos</strong><br />
<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong><br />
Maestro Rafael Cid Mora<br />
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<strong>Temas</strong> <strong>selectos</strong><br />
<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong>
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<strong>Temas</strong> <strong>selectos</strong><br />
<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong><br />
Maestro Rafael Cid Mora
Maestro Rafael Cid Mora Director de la Faciultad<br />
Dr. Arq. Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />
Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos ti<strong>en</strong>e un Doctorado <strong>en</strong><br />
Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico por la Escuela<br />
Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad Politécnica<br />
de Madrid. Es Profesor investigador tiempo completo<br />
de la B<strong>en</strong>emérita Universidad Autónoma de Puebla y Coordinador<br />
del área de Teoría e Historia de la <strong>Arquitectura</strong> de<br />
la Facultad de <strong>Arquitectura</strong>. Es Perfil PROMEP. La línea de<br />
investigación que cultiva es la Teoría y Práctica del Proyecto<br />
Arquitectónico.<br />
Diseñador: Jahziel Ramírez Apango<br />
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PRÓLOGO<br />
Este libro nace de la inquietud de publicar diez trabajos, que<br />
se conforman de investigaciones y <strong>en</strong>sayos que realizan catedráticos-investigadores<br />
del Cuerpo académico de Tecnología<br />
del Proyecto Arquitectónico (BUAP-CA-115), así como<br />
investigadores invitados de otras universidades. En este s<strong>en</strong>tido,<br />
ellos pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> crear un espacio dedicado a sus publicaciones<br />
anuales.<br />
Cabe hacerse m<strong>en</strong>ción de algo notable de este colectivo<br />
que es que la mayoría de sus integrantes pose<strong>en</strong> los grados<br />
de doctorados y maestrías <strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> y Urbanismo,<br />
con especialidad <strong>en</strong> el Proyecto arquitectónico, la Tecnología<br />
arquitectónica, la Conservación y el Ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to del<br />
territorio. Son perfiles Promep, lo que garantiza lo relevante e<br />
interesante de esta publicación.<br />
Los temas desarrollados son los sigui<strong>en</strong>tes:<br />
1. El concepto espacial japonés Engawa <strong>en</strong> la casa-estudio de Luis<br />
Barragán, por el Dr. Arq. Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />
2. Conceptos fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> la doc<strong>en</strong>cia del proyecto<br />
de arquitectura, por el Dr. Arq. Antonio Juárez Chicote<br />
3. <strong>Arquitectura</strong> dúctil, por el Mtro. <strong>en</strong> Diseño Arquitectónico<br />
Maximiliano Hurtado Mireles<br />
4. Evolución de la temperatura interior de la vivi<strong>en</strong>da vegetal<br />
de la mixteca poblana, por la Dra. Arq. Gloria Carola<br />
Santiago Azpiazu<br />
5. La vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> la arquitectura bioclimática sust<strong>en</strong>table, por<br />
el Mtro. <strong>en</strong> Tecnologías de la <strong>Arquitectura</strong> José Luis Morales<br />
6. Requisitos de diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />
de edificios multifamiliares de mediana altura para<br />
su desempeño durable, por la Dr. Arq. Dora María López<br />
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10<br />
y el Dr. Andrés Olivera<br />
7. Los estudios de vulnerabilidades y riesgos. Énfasis <strong>en</strong> normas<br />
de construcción ante diversas am<strong>en</strong>azas y esc<strong>en</strong>arios, por<br />
el Dr. Arq. Andrés Olivera y la Dr. Arq. Dora María López<br />
8. Enfoque sistémico y holístico para el desarrollo de programas<br />
de vivi<strong>en</strong>das <strong>en</strong> as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles,<br />
por la Dr. Arq. María El<strong>en</strong>a Sánchez y Dr. Ing. Salvador<br />
Felipe Espinet<br />
9. La conservación como teoría para la sust<strong>en</strong>tabilidad del<br />
patrimonio urbano arquitectónico, por el Dr. Arq. Moisés<br />
Morales Arizm<strong>en</strong>di<br />
10. Limitaciones disciplinarias y la problemática ambi<strong>en</strong>tal<br />
<strong>en</strong> la ciudad de Puebla, por el Mtro. <strong>en</strong> Arq. Marco Aurelio<br />
Rojas Aguilar<br />
En cuanto a la estructura de la obra y sus cont<strong>en</strong>idos; estos<br />
son pres<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> cuatro áreas; <strong>en</strong> la primera, se tratan<br />
los temas relacionados al Proyecto arquitectónico, <strong>en</strong> la segunda<br />
área, los temas de la Tecnología arquitectónica, <strong>en</strong><br />
la tercera, los temas de la Conservación y <strong>en</strong> la cuarta, los<br />
temas del Urbanismo.<br />
En varios de los trabajos aquí desarrollados, tanto estructuralm<strong>en</strong>te<br />
como medioambi<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te, se observa que<br />
hoy <strong>en</strong> día los arquitectos proyectan la manera <strong>en</strong> que se<br />
organizan los edificios. Junto con sus dotes creativas, además<br />
de los factores sociales, culturales, filosóficos y políticos<br />
que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> el diseño, las herrami<strong>en</strong>tas y las técnicas de<br />
la ing<strong>en</strong>iería –la tecnología- son lo que otorga forma y función<br />
al <strong>en</strong>torno construido.<br />
Para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la arquitectura es fundam<strong>en</strong>tal compr<strong>en</strong>der<br />
bi<strong>en</strong> la relación <strong>en</strong>tre el proyecto arquitectónico y la tecno-
logía arquitectónica. Uno de los objetivos c<strong>en</strong>trales que se<br />
ha logrado <strong>en</strong> esta publicación y que se considerara <strong>en</strong> los<br />
subsecu<strong>en</strong>tes libros de este colectivo de investigadores es<br />
pres<strong>en</strong>tar el alcance de esta relación, para que todo público,<br />
especialistas o no, compr<strong>en</strong>dan las nociones actuales<br />
del diseño con soluciones estructurales y medioambi<strong>en</strong>tales.<br />
Hay cuestiones también muy específicas que se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
estos trabajos aquí pres<strong>en</strong>tados, las cuales evid<strong>en</strong>cian notables<br />
inquietudes sobre la arquitectura <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os muy particulares,<br />
que trastocan “la cultura local versus la civilización<br />
universal”, como lo referiría, el importante teórico de la arquitectura;<br />
K<strong>en</strong>eth Frampton <strong>en</strong> su teoría arquitectónica del<br />
“Regionalismo Crítico”.<br />
Los investigadores que escrib<strong>en</strong> <strong>en</strong> esta publicación<br />
como se ha dicho, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la gran cualidad de poseer una<br />
formación <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes áreas de la arquitectura como son:<br />
el proyecto arquitectónico, la tecnología arquitectónica,<br />
la conservación y el urbanismo, lo que hace que los cont<strong>en</strong>idos<br />
de dicha publicación recre<strong>en</strong> una mirada actual de<br />
esta disciplina, la cual es integral y holística a la vez, muy<br />
apropiada a estos nuestros tiempos contemporáneos, tiempos<br />
de globalización que vivimos, <strong>en</strong> donde las ideas que<br />
conforman el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to arquitectónico de hoy, que son<br />
plurales, diversas, diverg<strong>en</strong>tes y contrastantes se v<strong>en</strong> explícitas<br />
<strong>en</strong> esta especial publicación. Es así como las investigaciones<br />
y los <strong>en</strong>sayos que aquí se pres<strong>en</strong>tan expresan una<br />
variedad temática sobre la arquitectura.<br />
Otra cuestión a destacar <strong>en</strong> el trabajo de estos investigadores<br />
y que es una gran preocupación mundial, es lo refer<strong>en</strong>te<br />
a los problemas medioambi<strong>en</strong>tales, los cuales también<br />
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12<br />
son retomados <strong>en</strong> estas investigaciones y <strong>en</strong>sayos, y lo hac<strong>en</strong><br />
trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te, ya que se está muy acostumbrado<br />
a escuchar sobre dicha problemática, un tanto de manera<br />
dramática y unidireccionalm<strong>en</strong>te, con esto se quiere<br />
decir, que los temas aquí son explorados, no solo desde los<br />
aspectos funcionales, constructivos y estructurales, sino también<br />
desde los aspectos históricos, propios de la evolución<br />
de la arquitectura, así como de los aspectos compositivos,<br />
estéticos, f<strong>en</strong>oménicos, poéticos y expresivos de la disciplina<br />
misma, que deb<strong>en</strong> como se ha dicho, ser considerados a la<br />
par de las cuestiones medioambi<strong>en</strong>tales.<br />
Un hecho que habría que valorar al respecto de este<br />
esfuerzo de los investigadores, es la proced<strong>en</strong>cia de los contextos<br />
<strong>en</strong> donde se desarrollaron dichas investigaciones y<br />
<strong>en</strong>sayos, ya que ellas manifiestan experi<strong>en</strong>cias de las realidades<br />
mexicanas, cubanas, europeas y japonesas, contribuy<strong>en</strong>do<br />
todo ello a <strong>en</strong>riquecer el <strong>en</strong>foque del abordaje de<br />
los problemas actuales del proyecto, la tecnología, la conservación<br />
y el urbanismo, lo cual, habla del gran interés, relevancia<br />
y vig<strong>en</strong>cia que recobran estos temas <strong>selectos</strong> aquí<br />
tratados, que son parte del espíritu de los tiempos que hoy se<br />
viv<strong>en</strong>, como lo diría un destacable conocedor del Proyecto<br />
arquitectónico Josep María Montaner; que estos son temas<br />
muy propios de la “Cultura relacional” que hoy impera <strong>en</strong> el<br />
mundo actual”.<br />
De los métodos de investigación empleados <strong>en</strong> estos<br />
trabajos; cabe com<strong>en</strong>tar que por la misma variedad de temas<br />
abordados, se observa que se pres<strong>en</strong>ta un “pluralismo<br />
metodológico” o la libertad de métodos. Hay tanto investigación<br />
cuantitativa como cualitativa y mixta. De ahí que
se t<strong>en</strong>ga una posición hacía la metodología de la investigación<br />
que se consideraría muy <strong>en</strong> relación directa con los<br />
objetos de investigación. Por otro lado, todos estos métodos<br />
son dinámicos y conllevan constantem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su estructura,<br />
el análisis y la síntesis.<br />
Las investigaciones aquí pres<strong>en</strong>tadas se dan tanto <strong>en</strong> el<br />
nivel de producir conocimi<strong>en</strong>to que sería la llamada la investigación<br />
básica, así como resoluciones de problemas que<br />
sería la llamada investigación aplicada de acuerdo con Roberto<br />
Hernández Sampieri et al.<br />
De la pres<strong>en</strong>tación de los <strong>en</strong>sayos, estos expresan p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos,<br />
opiniones; analizan, interpretan y evalúan los temas<br />
tratados. Dichos temas son relevantes, están sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
docum<strong>en</strong>tados, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> argum<strong>en</strong>tos apropiados y<br />
bi<strong>en</strong> organizados. Por otro lado, dichos <strong>en</strong>sayos evid<strong>en</strong>cian<br />
la organización conv<strong>en</strong>cional como es el desarrollo de la<br />
introducción, el cuerpo y las conclusiones.<br />
Por último, tanto las investigaciones como los <strong>en</strong>sayos,<br />
muestran el abordaje de nuevos <strong>en</strong>foques, modelos teóricos y<br />
metodologias sobre las cuestiones urbanas y arquitectónicas.<br />
En lo refer<strong>en</strong>te a la bibliografía de estos trabajos, se<br />
podría com<strong>en</strong>tar que ésta evid<strong>en</strong>cia la profundidad de<br />
los temas tratados, una sistematicidad <strong>en</strong> su desarrollo, los<br />
ámbitos que traWstoca, la ext<strong>en</strong>sión que se abarca y una<br />
esmerada actualización.<br />
Para cerrar este prólogo quisiera hacer algunos com<strong>en</strong>tarios<br />
finales. Estas investigaciones <strong>en</strong>tre los aspectos a destacar<br />
se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los sigui<strong>en</strong>tes: una gran preocupación por la<br />
calidad del medio construido al nivel arquitectónico, tecnológico,<br />
ambi<strong>en</strong>tal, la conservación y lo urbano. La inquietud<br />
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por lograr una relación más armónica <strong>en</strong>tre la arquitectura y<br />
la naturaleza. La consideración de la sust<strong>en</strong>tabilidad como<br />
un gran marco g<strong>en</strong>eral de refer<strong>en</strong>cia para el desarrollo de<br />
dicha arquitectura. El replanteami<strong>en</strong>to de las cuestiones<br />
éticas <strong>en</strong> el desarrollo de la profesión. La necesaria actualización<br />
de la <strong>en</strong>señanza del proyecto arquitectónico. La<br />
reori<strong>en</strong>tación del proyecto actual de arquitectura y la tecnología<br />
arquitectónica como un vínculo natural para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar<br />
la construcción de un nuevo hábitat para el futuro<br />
del ser humano.<br />
Estos temas también pued<strong>en</strong> servir de refer<strong>en</strong>cia para<br />
aquellos que dese<strong>en</strong> proyectar y construir una arquitectura<br />
más sost<strong>en</strong>ible. Que quieran at<strong>en</strong>der a una sost<strong>en</strong>ibilidad<br />
medioambi<strong>en</strong>tal, logrando con todo ello un acto de proyectar<br />
y construir que realce el <strong>en</strong>torno inmediato y global<br />
<strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido tanto ecológico como visual.
Dr. Arq. Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />
Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos ti<strong>en</strong>e un Doctorado <strong>en</strong><br />
Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico por la Escuela<br />
Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad Politécnica<br />
de Madrid. Es Profesor investigador tiempo completo de la B<strong>en</strong>emérita<br />
Universidad Autónoma de Puebla y Coordinador del<br />
área de Teoría e Historia de la <strong>Arquitectura</strong> de la Facultad de<br />
<strong>Arquitectura</strong>. Es Perfil PROMEP. La línea de investigación que<br />
cultiva es la Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico.<br />
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16<br />
Introducción<br />
La pres<strong>en</strong>te publicación está constituida como una Colección<br />
de temas <strong>selectos</strong> sobre proyectación y tecnología <strong>en</strong><br />
arquitectura, promovida por los integrantes del cuerpo académico<br />
Proyecto y Tecnología arquitectónicas del Colegio y<br />
Facultad de <strong>Arquitectura</strong>, como parte de la División de Estudios<br />
Superiores de Ing<strong>en</strong>iería y Tecnología de la B<strong>en</strong>emérita<br />
Universidad Autónoma de Puebla, así id<strong>en</strong>tificados ante el<br />
Programa de Mejorami<strong>en</strong>to del Profesorado (PROMEP) de la<br />
Secretaría de Educación Pública (SEP).<br />
En esta Colección, se abordan, de manera accesible y<br />
fresca, diez temas de gran relevancia, vig<strong>en</strong>cia e interés para<br />
estudiantes y profesionistas <strong>en</strong> el campo de la arquitectura.<br />
Su publicación repres<strong>en</strong>ta un esfuerzo para <strong>en</strong>tregarle al lector,<br />
especializado o no, un conjunto de temas cuyo cont<strong>en</strong>ido<br />
responde a la preocupación y at<strong>en</strong>ción del tratami<strong>en</strong>to<br />
relativo a los ambi<strong>en</strong>tes construidos por el ser humano y para<br />
el ser humano de acuerdo con su <strong>en</strong>torno urbano y natural.<br />
En todos los casos se destaca la importancia del problema<br />
abordado y se aportan opciones de solución.<br />
En el primer tema, Del concepto espacial japonés Engawa<br />
<strong>en</strong> la casa-estudio de Luis Barragán, Hermóg<strong>en</strong>es<br />
Castellón pres<strong>en</strong>ta un estudio que nace de la inquietud de<br />
explorar la posible aplicación del concepto espacial japonés<br />
<strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> la sala de la casa-estudio del arquitecto Luis<br />
Barragán, donde dicho concepto se interpreta como “el espacio<br />
de transición con límites indefinidos que exist<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre<br />
la casa y el jardín”, así como su homólogo <strong>en</strong> la arquitectura<br />
moderna occid<strong>en</strong>tal “el espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior<br />
y el exterior con límites indefinidos. Se hace la aclaración
de que aún cuando el análisis espacial pres<strong>en</strong>ta énfasis <strong>en</strong><br />
la perspectiva japonesa, paralelam<strong>en</strong>te se va comparando<br />
con la refer<strong>en</strong>cia occid<strong>en</strong>tal. Se abunda <strong>en</strong> explicaciones<br />
sobre las características del <strong>en</strong>gawa, que permite concebir<br />
el espacio como un flujo continúo <strong>en</strong>tre dos contrarios: el interior<br />
y el exterior. Se pres<strong>en</strong>ta una exploración detallada del<br />
<strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> el esc<strong>en</strong>ario arquitectónico de Barragán, particularm<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> el caso de la sala de su casa-estudio, que<br />
va desde el amueblado de la sala hasta el jardín. Al final se<br />
llega a la conclusión de que <strong>en</strong> la casa de Luis Barragán no<br />
hay un <strong>en</strong>gawa y lo que si se constata es que la sala o espacio<br />
interior ha asumido ser un “espacio de transición con<br />
límites indefinidos” como se observa <strong>en</strong> las características<br />
de la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal. Se termina con el<br />
com<strong>en</strong>tario de que Barragán construye su espacio arquitectónico<br />
con ideas tanto de su arquitectura tradicional como<br />
con las del movimi<strong>en</strong>to moderno.<br />
El segundo tema, Conceptos fundam<strong>en</strong>tales de la doc<strong>en</strong>cia<br />
del proyecto de arquitectura, de Antonio Juárez,<br />
constituye la síntesis de una investigación pedagógica sobre<br />
experi<strong>en</strong>cias de introducción a proyectos de arquitectura<br />
desarrolladas <strong>en</strong> diversas universidades europeas, durante los<br />
últimos diez años. Se pres<strong>en</strong>ta de modo sintético el proceso,<br />
desarrollo y conclusiones de tres cursos (semestrales) de “Introducción<br />
al proyecto de arquitectura” <strong>en</strong> la Escuela Técnica<br />
Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad Politécnica de<br />
Madrid con estudiantes de primer y segundo año; se hicieron<br />
refer<strong>en</strong>cias pedagógicas con ejercicios de adiestrami<strong>en</strong>to visual<br />
de Mies Van der Rohe y Walter Peterhans, los principios<br />
pedagógicos de Josef Albers <strong>en</strong> Search versus Re-Search, la<br />
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noción de equilibrio dinámico de Paul Klee y el concepto de<br />
apr<strong>en</strong>dizaje de Marcel Duchamp. Se desarrollan conceptos<br />
particulares acerca de la percepción, la corporalidad, abstracción,<br />
ord<strong>en</strong>, construcción y equilibrio <strong>en</strong> la arquitectura.<br />
En el tercer tema, <strong>Arquitectura</strong> Dúctil, Maximiliano Hurtado<br />
plantea la preocupación por el hecho de que los procesos<br />
de producción <strong>en</strong> la industria de la construcción se<br />
han rezagado, <strong>en</strong> comparación con otros procesos industriales<br />
que ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a maximizar b<strong>en</strong>eficios y minimizar perjuicios<br />
o desv<strong>en</strong>tajas para los bi<strong>en</strong>es producidos, para el ser<br />
humano y para el medio ambi<strong>en</strong>te, poni<strong>en</strong>do por ejemplo<br />
la industria automotriz; se cuestiona por qué si la naturaleza<br />
y el propio organismo humano son dúctiles la arquitectura<br />
ti<strong>en</strong>de más a ser rígida, dura, ortogonal, perman<strong>en</strong>te e inmóvil.<br />
Así sosti<strong>en</strong>e que se requiere de un nuevo paradigma<br />
de arquitectura dúctil y de nuevas respuestas, propuestas y<br />
realizaciones compatibles con la ductilidad de la naturaleza<br />
del ser humano y de su <strong>en</strong>torno exterior; <strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido, apunta<br />
que la sust<strong>en</strong>tabilidad <strong>en</strong> arquitectura implica soluciones<br />
que no comprometan la perman<strong>en</strong>cia de la naturaleza y de<br />
la propia humanidad, tanto <strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te como <strong>en</strong> el futuro.<br />
En suma se plantea que la arquitectura dúctil propone un<br />
equilibrio <strong>en</strong>tre el hábitat humano y la naturaleza.<br />
El cuarto tema, Evolución de la temperatura interior de<br />
la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana, de Gloria Carola<br />
Santiago, explica la experi<strong>en</strong>cia de lo que llama “la casi<br />
extinta vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a del pequeño poblado de Santa<br />
Inés Ahuatempan”, al sureste del estado de Puebla, caracterizándola<br />
como una rica her<strong>en</strong>cia cultural de los grupos<br />
popolocas. Tal es el caso de su vivi<strong>en</strong>da, completam<strong>en</strong>te
adaptada al medio ambi<strong>en</strong>te, que no provoca alteraciones<br />
<strong>en</strong> su <strong>en</strong>torno y que aprovecha al máximo los materiales<br />
que ofrece la naturaleza, logrando el bi<strong>en</strong>estar térmico de<br />
qui<strong>en</strong>es la habitan. Explica las características técnicas de lo<br />
que llama “la vivi<strong>en</strong>da vegetal” de la mixteca poblana, a<br />
través del análisis de diversas variables geográficas y climáticas.<br />
Expone cómo se configura la vivi<strong>en</strong>da desde el punto<br />
de vista arquitectónico funcional, ambi<strong>en</strong>tal y expresivo. Entre<br />
sus conclusiones termina dici<strong>en</strong>do que “la sabiduría <strong>en</strong> el<br />
uso de materiales autóctonos y elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />
originales se ha perdido paulatinam<strong>en</strong>te para dar paso al<br />
uso de nuevos materiales que conllevan a una idea equivocada<br />
acerca del significado de progreso”.<br />
El quinto tema, La vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> la <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática<br />
Sust<strong>en</strong>table, desarrollado por José Luis Morales, nos dice<br />
que el trabajo es una reflexión sobre los olvidados aspectos<br />
medioambi<strong>en</strong>tales y su respectivo impacto <strong>en</strong> el replanteami<strong>en</strong>to<br />
de los procesos de producción industrial. Define a la<br />
arquitectura bioclimática sust<strong>en</strong>table como un modelo que<br />
busca la utilización de los recursos naturales para la obt<strong>en</strong>ción<br />
para obt<strong>en</strong>er un máximo confort así como minimizar el<br />
impacto medioambi<strong>en</strong>tal. Se hac<strong>en</strong> refer<strong>en</strong>cias puntuales<br />
con relación a las características de la vivi<strong>en</strong>da bioclimática,<br />
tales como: adaptación a la temperatura, a las ori<strong>en</strong>taciones,<br />
al efecto invernadero, al aislami<strong>en</strong>to térmico y a los<br />
aspectos estratégicos como la captación, acumulación y<br />
aprovechami<strong>en</strong>to de las fu<strong>en</strong>tes de <strong>en</strong>ergías naturales. Se<br />
llega a la conclusión de que la arquitectura bioclimática es<br />
sost<strong>en</strong>ible, ya que su objetivo g<strong>en</strong>eral es obt<strong>en</strong>er el máximo<br />
ahorro <strong>en</strong> el consumo total de recursos <strong>en</strong> relación a la vida<br />
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útil del edificio y la ciudad, dando prioridad al uso de recursos<br />
r<strong>en</strong>ovables y reutilizables.<br />
El sexto tema, Requisitos de diseño arquitectónico de la<br />
<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares de mediana<br />
altura para su desempeño durable, de Dora María Artiles<br />
y Andrés Olivera, es un caso más especializado, referido a la<br />
Vivi<strong>en</strong>da Social para condiciones particulares como las de<br />
Cuba, para nuevos proyectos de edificios multifamiliares o<br />
perfeccionami<strong>en</strong>to de los exist<strong>en</strong>tes. Se recomi<strong>en</strong>da el establecimi<strong>en</strong>to<br />
de requisitos <strong>en</strong>focados a evitar insufici<strong>en</strong>cias<br />
<strong>en</strong> el diseño arquitectónico de lo que d<strong>en</strong>ominan la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical, a efecto de contribuir al mejor desempeño<br />
y durabilidad de las edificaciones. Defin<strong>en</strong> a la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical como “el sistema de elem<strong>en</strong>tos cuya posición predominante<br />
es vertical, que puede t<strong>en</strong>er asociados a él y<br />
que <strong>en</strong> su conjunto sirv<strong>en</strong> de <strong>en</strong>voltura o separación <strong>en</strong>tre<br />
el interior del edificio y el medio exterior, formado una barrera<br />
total. Se describ<strong>en</strong> los compon<strong>en</strong>tes de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical y sus formas de aplicación. Se explican las tres etapas<br />
de la investigación <strong>en</strong> la que sust<strong>en</strong>tan sus propuestas;<br />
se plantean los lineami<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>erales para la justificación<br />
de requisitos para el diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical, acordes con las variables de diseño involucradas.<br />
Se concluye afirmando que se logró determinar el conjunto<br />
de variables y parámetros de diseño arquitectónico de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio multifamiliar, que guardan<br />
relación con el asegurami<strong>en</strong>to del desempeño durable de<br />
la edificación<br />
El séptimo tema, Los estudios de vulnerabilidades y riesgos.<br />
Énfasis <strong>en</strong> normas de construcción ante diversas ame-
nazas y esc<strong>en</strong>arios, de Andrés Olivera y Dora María López, es<br />
un amplio y bi<strong>en</strong> docum<strong>en</strong>tado estudio <strong>en</strong> el que se destaca<br />
al medio construido como esc<strong>en</strong>ario del desastre, <strong>en</strong> el<br />
que afirma que “los desastres, tan antiguos como la civilización<br />
humana, sigu<strong>en</strong> cobrando víctimas y causando catástrofes<br />
<strong>en</strong> ext<strong>en</strong>sas regiones, son evid<strong>en</strong>cia del mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
de condiciones de vulnerabilidad”; que a esto contribuye<br />
la gran t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de urbanización mundial y a problemas<br />
que aún no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran solución adecuada como es “el<br />
agrandami<strong>en</strong>to de la brecha de desarrollo <strong>en</strong>tre países, el<br />
aum<strong>en</strong>to de la pobreza y el hambre, la falta de condiciones<br />
dignas de habitabilidad y otros flagelos de la sociedad”. Define<br />
con precisión los conceptos de riesgo y vulnerabilidad,<br />
según otros estudiosos <strong>en</strong> la materia. En cuanto a la vulnerabilidad<br />
de la edificación sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que se conforma por la<br />
interrelación de vulnerabilidades tales como: la estructural,<br />
la no estructural y la funcional. El estudio abarca recom<strong>en</strong>daciones<br />
para la reducción del riesgo urbano y señala otros<br />
aspectos que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> la vulnerabilidad por sismos, tales<br />
como la configuración arquitectónica. Entre sus conclusiones<br />
destaca que el reto de un medio construido más seguro<br />
es alcanzable, a través de una gestión local de riesgos ori<strong>en</strong>tada<br />
específicam<strong>en</strong>te hacia el contexto edificado.<br />
En el octavo tema, Enfoque sistémico y holístico para<br />
el desarrollo de programas de vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
humanos sost<strong>en</strong>ibles, María El<strong>en</strong>a Sánchez y Salvador Felipe<br />
Espinet, plantean que “no puede hablarse de responsabilidad<br />
social desde la perspectiva ética si se pret<strong>en</strong>de resolver<br />
los problemas de hoy, comprometi<strong>en</strong>do el desarrollo de las<br />
futuras g<strong>en</strong>eraciones” y que “La viabilidad de los proyectos<br />
21
22<br />
de inversión <strong>en</strong> la realización de programas para la vivi<strong>en</strong>da,<br />
es también un requisito ético para las empresas involucradas”.<br />
Destacan que la propuesta es un Modelo Sistémico y<br />
Holístico, que contribuya a definir el Sistema Proyecto e id<strong>en</strong>tificar<br />
las variables de mayor influ<strong>en</strong>cia y los indicadores que<br />
permitan su control para el desarrollo de alternativas viables<br />
<strong>en</strong> proyecto de inversión inmobiliaria, basándose <strong>en</strong> la Teoría<br />
G<strong>en</strong>eral de los Sistemas, desde la fase de concepción<br />
hasta su operación y uso, evolución y crecimi<strong>en</strong>to. Hac<strong>en</strong><br />
el recu<strong>en</strong>to de un conjunto de variables a considerar <strong>en</strong> los<br />
proyectos de inversión para construcción de vivi<strong>en</strong>das o<br />
para as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles, donde señalan las<br />
principales defici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el funcionami<strong>en</strong>to de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos,<br />
según su ord<strong>en</strong> de incid<strong>en</strong>cia. Concluy<strong>en</strong> afirmando<br />
que el Método G<strong>en</strong>eral y Modelo Teórico propuesto permit<strong>en</strong><br />
un efectivo y novedoso <strong>en</strong>foque Sistémico y Holístico<br />
que <strong>en</strong>laza lo indicadores condicionantes del <strong>en</strong>torno y del<br />
funcionami<strong>en</strong>to interno de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos.<br />
El nov<strong>en</strong>o tema, La conservación como teoría para la<br />
sust<strong>en</strong>tabilidad del patrimonio urbano-arquitectónico, de<br />
Moisés Morales, constituye un riguroso análisis teórico-conceptual,<br />
bi<strong>en</strong> docum<strong>en</strong>tado, <strong>en</strong> torno a la conservación y<br />
la restauración del patrimonio edificado, como parte de un<br />
<strong>en</strong>foque multidisciplinario. Los objetos c<strong>en</strong>trales de su trabajo<br />
son la id<strong>en</strong>tidad y la conservación se analizan como un<br />
modo de conci<strong>en</strong>cia individual que se transfiere o cond<strong>en</strong>sa<br />
<strong>en</strong> la social. Se manifiesta <strong>en</strong> contra de los <strong>en</strong>foques reduccionistas<br />
y se pronuncia por una compr<strong>en</strong>sión de la realidad<br />
urbana, donde se ubica <strong>en</strong> la mayoría de los bi<strong>en</strong>es patrimoniales<br />
construidos, como un hecho social complejo. Efec-
túa un balance de los sistemas como herrami<strong>en</strong>ta metodológica,<br />
desde una epistemología constructivista. Al hacer un<br />
repaso sobre las diversas posturas teóricas <strong>en</strong> la disciplina de<br />
la conservación-restauración, se apoya <strong>en</strong> un análisis sust<strong>en</strong>tado<br />
<strong>en</strong> tres categorías: tiempo organizado como secu<strong>en</strong>cia<br />
(transcurso-proceso histórico, tiempo organizado como<br />
radio de acción (espacio-territorio) y tiempo organizado<br />
con rapidez de cambio (int<strong>en</strong>sidad). Apunta que “es necesario<br />
considerar la relación <strong>en</strong>tre ideología, id<strong>en</strong>tidad y cultura<br />
como tres elem<strong>en</strong>tos básicos para la compr<strong>en</strong>sión de<br />
la reproducción cultural de un grupo social. Sosti<strong>en</strong>e que la<br />
id<strong>en</strong>tidad no puede ser analizada como algo que es estático,<br />
inmodificable y que sólo puede compr<strong>en</strong>derse como un<br />
conjunto de relaciones cambiantes <strong>en</strong> donde lo individual y<br />
lo social son inseparables. Destaca que la ideología, como<br />
f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o universal, es la <strong>en</strong>cargada de preservar la id<strong>en</strong>tidad<br />
y que sin ideología no hay id<strong>en</strong>tidad. Afirma que para<br />
un grupo social la captación consci<strong>en</strong>te de de la continuidad<br />
cultural, desde el pasado hacia el pres<strong>en</strong>te, es el factor<br />
más importante del s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de id<strong>en</strong>tidad, para evaluar<br />
el pasado, para compr<strong>en</strong>der el pres<strong>en</strong>te y planear el futuro,<br />
transformando con ello a la sociedad. Igualm<strong>en</strong>te se hace<br />
un repaso sobre las teorías de la restauración y los supuestos<br />
básicos que las sust<strong>en</strong>tan así como las escuelas exist<strong>en</strong>tes, a<br />
través de la explicación de diversos casos y ejemplos.<br />
En el décimo tema, Limitaciones disciplinarias y la problemática<br />
ambi<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la ciudad de Puebla’, Marco Aurelio Rojas<br />
destaca la preocupación por los efectos de la contaminación<br />
ambi<strong>en</strong>tal, el desequilibrio ecológico y el agotami<strong>en</strong>to<br />
de los recursos naturales debido al crecimi<strong>en</strong>to poblacional y<br />
23
24<br />
físico de la ciudad de Puebla. Hace un recu<strong>en</strong>to de factores<br />
limitativos básicos que impactan <strong>en</strong> la problemática urbana<br />
y regional, destacando diversos tipos de limitaciones tales<br />
como: las disciplinarias, las socioculturales, las socioeconómicas<br />
y las del ámbito jurídico político, explicando <strong>en</strong> qué consist<strong>en</strong><br />
cada una de ellas. Entre las limitaciones disciplinarias<br />
destaca la educación liberal, la práctica profesional liberal y<br />
los métodos exist<strong>en</strong>tes de evaluación de impactos ambi<strong>en</strong>tales<br />
y su aplicación, analizando las opiniones de diversos autores<br />
especialistas <strong>en</strong> estos temas, combinando sus propios<br />
puntos de vista y experi<strong>en</strong>cias. Concluye con la afirmación<br />
de que la ci<strong>en</strong>cia y “la tecnología no deb<strong>en</strong> perder su s<strong>en</strong>tido<br />
integral, ni su concepción epistemológica”.<br />
A manera de com<strong>en</strong>tarios finales puedo puntualizar los<br />
sigui<strong>en</strong>tes: La arquitectura y el urbanismo conjugan los diversos<br />
temas disciplinarios tecnológicos propios de las ci<strong>en</strong>cias<br />
aplicadas así como de las ci<strong>en</strong>cias sociales y las humanidades.<br />
Por lo tanto nos <strong>en</strong>contramos con temas t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes a<br />
conciliar armónicam<strong>en</strong>te diversos propósitos como el hacer<br />
nueva arquitectura con respeto y consideración a la naturaleza,<br />
a la diversidad cultural y socioeconómica y al uso<br />
de materiales pertin<strong>en</strong>tes o accesibles <strong>en</strong> costo, tiempo y<br />
calidad para el grupo social que demanda o promueve las<br />
obras, incluidos los usuarios finales.<br />
Se logró integrar un paquete de temas de arquitectura y<br />
tecnología que ti<strong>en</strong>e la cualidad de cubrir una muestra repres<strong>en</strong>tativa<br />
del espectro de inquietudes actuales del estudiante,<br />
del profesor deseoso de actualizarse y del especialista<br />
<strong>en</strong> ciertos aspectos de la práctica profesional. Es así<br />
apreciable un vaivén <strong>en</strong>tre teoría y práctica, que va de la
DEL CONCEPTO ESPACIAL<br />
JAPONÉS ENGAWA<br />
EN LA CASA DE LUIS RRAGÁN<br />
(La relación del espacio interior-exterior <strong>en</strong> su sala-jardín)<br />
25
26<br />
Hermóg<strong>en</strong>es Castellón Campos<br />
hermos20002002@gmail.com<br />
Profesor investigador tiempo completo BUAP<br />
Doctorado <strong>en</strong> Teoría y Práctica del Proyecto Arquitectónico<br />
por la Escuela Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de la Universidad<br />
Politécnica de Madrid<br />
Integrante del cuerpo académico de tecnología del proyecto<br />
arquitectónico Perfil PROMEP<br />
Coordinador del área de Teoría e Historia de la <strong>Arquitectura</strong><br />
de la FA-BUAP<br />
Líneas de investigación: Teoría y práctica del proyecto arquitectónico<br />
y la proyección arquitectónica, su tecnología<br />
y su conservación.
DEL CONCEPTO ESPACIAL JAPONÉS<br />
ENGAWA EN LA CASA DE LUIS<br />
BARRAGÁN<br />
“… El interior y el exterior de la arquitectura o son conceptos<br />
difer<strong>en</strong>tes, sino que forman un lugar continuo. Se debería<br />
considerar a la arquitectura como un dominio articulado y<br />
cerrado, que sin embargo, manti<strong>en</strong>e una relación espacial<br />
con su <strong>en</strong>torno”.<br />
Tadao Ando<br />
Se ha hecho la lectura del esc<strong>en</strong>ario arquitectónico, considerando<br />
una interpretación contemporánea del <strong>en</strong>gawa.<br />
Se habla de una interpretación actual, ya que este concepto,<br />
provi<strong>en</strong>e del período histórico japonés llamado Heian,<br />
que se da alrededor del año 1000 (para ubicarse cronológicam<strong>en</strong>te<br />
se estaría hablando de los tiempos de la Edad<br />
Media <strong>en</strong> Europa). Con este concepto <strong>en</strong>tre otros, los japoneses,<br />
<strong>en</strong> la antigüedad, solían construir sus espacios arquitectónicos.<br />
Los resultados, como se verá <strong>en</strong> el desarrollo del<br />
análisis, permit<strong>en</strong> dar una explicación ci<strong>en</strong>tífica arquitectónica<br />
de este asunto.<br />
En cuanto a los cont<strong>en</strong>idos con los que se estructura la<br />
investigación, primeram<strong>en</strong>te, se pres<strong>en</strong>ta el concepto espacial<br />
japonés <strong>en</strong> estudio, estructurándolo con los sigui<strong>en</strong>tes<br />
cont<strong>en</strong>idos: definición del concepto espacial, seguido, se<br />
precisan las características del <strong>en</strong>gawa y con ellas se logra<br />
realizar el análisis del caso. Para el estudio del concepto espacial<br />
occid<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong> específico, se pres<strong>en</strong>tan algunas ideas<br />
concebidas sobre “el espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior<br />
y el exterior con límites indefinidos” hechas por algunos de<br />
27
28<br />
los arquitectos repres<strong>en</strong>tantivos de la arquitectura moderna<br />
como Wright y Mies, organizando la información <strong>en</strong> anteced<strong>en</strong>tes,<br />
definición y características de dicho concepto.
PRESENTACIÓN DEL CONCEPTO<br />
ESPACIAL JAPONÉS ENGAWA<br />
Anteced<strong>en</strong>tes<br />
de este Concepto<br />
Coincidiéndose con Ruiz de la Puerta (Lo sagrado y lo profano,<br />
<strong>en</strong> Tadao Ando, 1995) <strong>en</strong> todo lo relacionado a la<br />
concepción del término <strong>en</strong>gawa se ti<strong>en</strong>e pres<strong>en</strong>te un haikú<br />
salido de la pluma de Matsuo Bashoo, el cual describe de<br />
forma poética el “concepto espacial de proyecto” que gobierna<br />
la arquitectura clásica japonesa.<br />
Llegado el verano, la casa tradicional japonesa se despr<strong>en</strong>de<br />
de su <strong>en</strong>voltura, las pantallas corredizas exteriores o<br />
shoji y las pantallas interiores o fusuma se abr<strong>en</strong> al jardín,<br />
quedando <strong>en</strong>tonces la casa reducida a una superficie plana<br />
<strong>en</strong> la que casi se pierde la conci<strong>en</strong>cia de espacio <strong>en</strong>cerrado<br />
o delimitado, a no ser por una serie de elem<strong>en</strong>tos verticales<br />
o postes que sujetan la cubierta de la casa. Además<br />
de ser elem<strong>en</strong>to de soporte, el poste desempeña el papel<br />
de señalar o indicar que se está <strong>en</strong> la casa o <strong>en</strong> el jardín.<br />
En estas condiciones no queda muy claro dónde se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el límite <strong>en</strong>tre el interior y el exterior. Cuando se<br />
deslizan los shoji y fusuma, si uno mira hacia d<strong>en</strong>tro desde el<br />
exterior se ti<strong>en</strong>e la s<strong>en</strong>sación de que el espacio de transición<br />
fluye hacia el interior de la vivi<strong>en</strong>da, pero si se mira hacia<br />
fuera desde el interior se ve como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />
exterior, una prolongación de la naturaleza. Este tipo de<br />
construcción permite que las habitaciones de la vivi<strong>en</strong>da<br />
pas<strong>en</strong> a formar parte del jardín y que éste se incorpore al<br />
ámbito interior: la casa se ad<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la naturaleza y se bo-<br />
29
an los límites <strong>en</strong>tre el objeto y su <strong>en</strong>torno, es decir, <strong>en</strong>tre la<br />
casa y el jardín. No se ti<strong>en</strong>e definido el límite a partir del cual<br />
empieza la casa y acaba el jardín. El espacio interior puede<br />
ser exterior y viceversa.<br />
Esta borrosidad espacial ti<strong>en</strong>e su orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> un elem<strong>en</strong>to<br />
típico de la arquitectura japonesa: el <strong>en</strong>gawa, que <strong>en</strong> la arquitectura<br />
tradicional japonesa es “el espacio de transición<br />
con límites indefinidos, que existe <strong>en</strong>tre la casa y el jardín”.<br />
Este término agrega otra dim<strong>en</strong>sión a la concepción y uso<br />
del espacio japonés.<br />
El <strong>en</strong>gawa es considerado como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />
interior o como una ext<strong>en</strong>sión del espacio exterior de<br />
la casa, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do del observador. Un <strong>en</strong>gawa se ti<strong>en</strong>e<br />
cuando se construye un corredor continuo que <strong>en</strong>vuelve<br />
a la estructura debajo de la prolongación de los aleros de<br />
una casa tradicional japonesa<br />
(figura 1) y, de forma más g<strong>en</strong>eral,<br />
se llama <strong>en</strong>gawa a todo<br />
aquello que funciona como<br />
una zona de tránsito que lleva<br />
del interior al exterior, del edificio<br />
a la naturaleza, de lo privado<br />
a lo público y viceversa.<br />
Una refer<strong>en</strong>cia<br />
arquitectónica<br />
El <strong>en</strong>gawa es llamado tercer<br />
espacio, ya que no queda claro<br />
que sea un espacio interior<br />
o uno exterior y es los dos a la<br />
Fig. 1 Engawa del Shugakuin, Kioto vez. La naturaleza de éste, que<br />
30
no debe ser considerado como indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />
del interior y exterior, permite t<strong>en</strong>er una interpretación<br />
dual. Un típico ejemplo de <strong>en</strong>gawa se ti<strong>en</strong>e<br />
<strong>en</strong> la Villa Imperial de Katsura, como se muestra<br />
<strong>en</strong> las sigui<strong>en</strong>tes ilustraciones (Figuras 2 y 3).<br />
En Katsura, el <strong>en</strong>gawa es un corredor continuo<br />
protegido por el alero, que <strong>en</strong>laza el exterior<br />
-el jardín- el interior con el que se comunica a través<br />
de los shoji. Constituye un tercer espacio que<br />
no es ni interior ni exterior y es los dos a la vez.<br />
Hay un espacio llamado <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> la casa tradicional<br />
japonesa. Es un largo espacio rectangular,<br />
una especie de pasillo <strong>en</strong>tre las habitaciones y el<br />
jardín. No ti<strong>en</strong>e ninguna función definida pero la<br />
g<strong>en</strong>te realiza varias actividades <strong>en</strong> él, como s<strong>en</strong>tarse<br />
al sol, leer el periódico, tomar una taza de<br />
té verde, jugar con el gato, echar una siesta, etc.<br />
No está ni d<strong>en</strong>tro ni fuera. Es un lugar intermedio.<br />
Si se pinta de negro el interior y de blanco el exterior,<br />
el <strong>en</strong>gawa debería ser gris.<br />
Originalm<strong>en</strong>te el papel espacial del <strong>en</strong>gawa era separar<br />
el interior del exterior. La forma japonesa tradicional para<br />
separar dos espacios es introducir otro espacio <strong>en</strong>tre ellos. Lo<br />
importante es que los espacios no se separan completam<strong>en</strong>te<br />
por un muro vertical grueso, sino que se distingu<strong>en</strong> m<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />
introduci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> horizontal un espacio <strong>en</strong>tre ellos. Este<br />
espacio intermedio-<strong>en</strong>gawa es una traducción básica del<br />
concepto de ma a la arquitectura, separa exterior e interior<br />
gradualm<strong>en</strong>te y, al mismo tiempo, los conecta suavem<strong>en</strong>te.<br />
Las habitaciones están siempre ll<strong>en</strong>as del ambi<strong>en</strong>te exterior<br />
Fig. 2 Villa Imperial Katsura<br />
Planta del conjunto<br />
Fig. 3 Villa Imperial Katsura<br />
Alzado del conjunto<br />
31
32<br />
a través del <strong>en</strong>gawa, se puede s<strong>en</strong>tir el sol, la lluvia, el vi<strong>en</strong>to,<br />
el sonido de las hojas, los pájaros… aunque se esté d<strong>en</strong>tro<br />
siempre se está rodeado cuidadosam<strong>en</strong>te por la naturaleza<br />
exterior (Nishida, 2001).<br />
Definición<br />
El <strong>en</strong>gawa es un espacio con límites indefinidos que establece<br />
la exist<strong>en</strong>cia de una mayor continuidad espacial. Es un<br />
ámbito exterior expresado como ext<strong>en</strong>sión del edificio (ext<strong>en</strong>sión<br />
del esc<strong>en</strong>ario para la vida cotidiana). El <strong>en</strong>gawa es<br />
una especie de pasaje que une el interior y el exterior tanto<br />
psicológicam<strong>en</strong>te como físicam<strong>en</strong>te. También se le considera<br />
como un espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior y la calle.<br />
Es un fragm<strong>en</strong>to del ámbito abierto de la calle que p<strong>en</strong>etra<br />
<strong>en</strong> el edificio, y que para el paseante se expresa como una<br />
cavidad que se integra <strong>en</strong> la estructura de la casa y viceversa<br />
(es un ahuecami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el espacio exterior; se substrae<br />
un fragm<strong>en</strong>to del ámbito de la calle y se le conecta al edificio),<br />
lográndose así una interp<strong>en</strong>etración de espacios.<br />
El <strong>en</strong>gawa permite concebir el espacio como un flujo<br />
continuo <strong>en</strong>tre dos contrarios: el interior y el exterior. La filosofía<br />
taoísta considera el mundo como un juego de fuerzas<br />
opuestas llamado yin-yang, el cual revela los pares de<br />
opuestos como aspectos inseparables y distintos de una<br />
misma realidad que rig<strong>en</strong> el equilibrio del universo. Todo<br />
elem<strong>en</strong>to de un par de opuestos está <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to hacia<br />
el otro elem<strong>en</strong>to del par y, <strong>en</strong> este proceso, va perdi<strong>en</strong>do<br />
características propias y adquiri<strong>en</strong>do cualidades del opuesto.<br />
La teoría del yin-yang pres<strong>en</strong>ta todos los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os del<br />
universo <strong>en</strong> una relación antitética <strong>en</strong> la que se adquier<strong>en</strong><br />
características opuestas a su propia condición original. Esto
<strong>en</strong> el campo de la arquitectura hizo que el espacio se pres<strong>en</strong>tara<br />
cambiante y dinámico.<br />
La concepción espiritual del mundo que recorre la base<br />
del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de toda la cultura japonesa es también<br />
una filosofía de simbiosis. Los dos elem<strong>en</strong>tos polares, el yin y<br />
el yang, son los principios opuestos y complem<strong>en</strong>tarios que<br />
rig<strong>en</strong> el equilibrio del universo. El espacio intermedio no existe<br />
como una <strong>en</strong>tidad definida, sino que se muestra extremadam<strong>en</strong>te<br />
vacilante y dinámico, su pres<strong>en</strong>cia hace posible<br />
una simbiosis dinámica que incorpora oposición. Los rasgos<br />
fundam<strong>en</strong>tales de este tipo de filosofía son los conceptos de<br />
espacios intermedios y zonas sagradas, así, el espacio intermedio<br />
es la zona establecida <strong>en</strong>tre dos elem<strong>en</strong>tos opuestos,<br />
es una tercera zona indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te.<br />
El <strong>en</strong>gawa se concibe como el yin y el yang, este espacio<br />
japonés está compr<strong>en</strong>dido por debajo de los grandes<br />
alerones de la casa, es d<strong>en</strong>ominado espacio gris y rompe<br />
con la t<strong>en</strong>sión de opuestos interior-exterior, se un<strong>en</strong> y se confund<strong>en</strong>,<br />
o bi<strong>en</strong>, es una técnica de crear una continuidad<br />
<strong>en</strong>tre naturaleza y edificio.<br />
En la arquitectura tradicional japonesa, conceptos como<br />
la relación del espacio interior y el exterior, <strong>en</strong>tre otros, constituy<strong>en</strong><br />
factores es<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> la base de su cultura, su arte y<br />
su vida. “Con la ayuda del principio de dualidad uno puede<br />
ver lo infinito de todas las cosas”. En la arquitectura japonesa,<br />
el <strong>en</strong>gawa, a pesar de ser un elem<strong>en</strong>to tan indefinido como<br />
<strong>en</strong> la arquitectura occid<strong>en</strong>tal, es es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> sí mismo por su<br />
propia condición de espacio intermedio, ambiguo, dual; atributos<br />
estrecham<strong>en</strong>te ligados al espíritu y cultura japonesas.<br />
33
34<br />
Características g<strong>en</strong>erales del <strong>en</strong>gawa<br />
1. Se considera un tercer tipo de espacio, con respecto al<br />
interior y exterior de una vivi<strong>en</strong>da.<br />
2. Espacio intermedio, <strong>en</strong> adición al espacio interior y al exterior.<br />
3. Es un elem<strong>en</strong>to es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> sí mismo por su propia condición<br />
de espacio intermedio, ambiguo, dual (conceptos<br />
inher<strong>en</strong>tes a la cultura japonesa).<br />
4. Pasillo <strong>en</strong>tre las habitaciones y el jardín.<br />
5. Espacio rectangular alargado.<br />
6. Actividades que se realizan <strong>en</strong> el <strong>en</strong>gawa: s<strong>en</strong>tarse al sol,<br />
leer el periódico, tomar una taza de té verde, jugar con<br />
el gato o echarse una siesta.<br />
7. Separa exterior e interior gradualm<strong>en</strong>te y al mismo tiempo<br />
los conecta correctam<strong>en</strong>te.<br />
8. Las habitaciones están siempre ll<strong>en</strong>as del ambi<strong>en</strong>te exterior.<br />
Se puede s<strong>en</strong>tir: el sol, la lluvia, el vi<strong>en</strong>to, el sonido de<br />
las hojas, el agua y los pájaros. Aunque se esté d<strong>en</strong>tro,<br />
siempre se está rodeado cuidadosam<strong>en</strong>te por la naturaleza<br />
exterior.<br />
9. Es el espacio de transición con límites indefinidos, que<br />
existe <strong>en</strong>tre la casa y el jardín.<br />
10. Es considerado ya sea como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />
interior, o como una ext<strong>en</strong>sión del espacio exterior de la<br />
casa, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de la ubicación del observador.<br />
11. Se ti<strong>en</strong>e un <strong>en</strong>gawa cuando se construye un corredor<br />
continuo que <strong>en</strong>vuelve a la estructura debajo de la prolongación<br />
de los aleros de una casa tradicional japonesa,<br />
<strong>en</strong> donde se <strong>en</strong>laza el exterior –el jardín– con el interior,<br />
con el que se comunica a través de los shoji.
12. Es todo aquello que funciona como una zona de tránsito<br />
que lleva del interior al exterior, del edificio a la naturaleza<br />
y de lo privado a lo público y viceversa.<br />
13. Es llamado tercer espacio, ya que no queda claro que<br />
sea un espacio interior o uno exterior y es los dos a la vez.<br />
La naturaleza de este espacio, que no debe ser considerado<br />
como indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te del interior y exterior, permite<br />
t<strong>en</strong>er una interpretación dual.<br />
14. El exterior parece irse ad<strong>en</strong>trando al interior de la<br />
habitación.<br />
15. No hay claridad dónde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el límite <strong>en</strong>tre el interior<br />
y el exterior.<br />
16. Al mirar hacia ad<strong>en</strong>tro, desde el exterior, se ti<strong>en</strong>e la s<strong>en</strong>sación<br />
de que el espacio de transición fluye hacia el interior<br />
de la vivi<strong>en</strong>da; pero si se mira hacia afuera desde<br />
el interior, se ve como una ext<strong>en</strong>sión del espacio exterior,<br />
una prolongación de la naturaleza.<br />
17. El <strong>en</strong>gawa permite que las habitaciones de la vivi<strong>en</strong>da<br />
(por ejemplo) pas<strong>en</strong> a formar parte del jardín y que éste<br />
se incorpore al ámbito interior: la casa se ad<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la<br />
naturaleza y se borran los límites <strong>en</strong>tre el objeto y su <strong>en</strong>torno.<br />
No se ti<strong>en</strong>e definido el límite a partir del cual empieza<br />
la casa y acaba el jardín. El espacio interior puede<br />
ser exterior y viceversa.<br />
18. El <strong>en</strong>gawa establece la exist<strong>en</strong>cia de una mayor continuidad<br />
espacial.<br />
19. El <strong>en</strong>gawa tradicional es como un “espacio intermedio”<br />
y como un “espacio de transición”.<br />
20. Es un ámbito exterior expresado como la ext<strong>en</strong>sión del edificio.<br />
21. Es ext<strong>en</strong>sión del esc<strong>en</strong>ario para la vida cotidiana.<br />
35
36<br />
22. Es una especie de pasaje que une el interior y el exterior<br />
tanto psicológica como físicam<strong>en</strong>te.<br />
23. Espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior y la calle.<br />
24. Es un fragm<strong>en</strong>to del ámbito abierto de la calle que p<strong>en</strong>etra<br />
<strong>en</strong> el edificio, y que para el paseante se expresa como<br />
una cavidad que se integra <strong>en</strong> la estructura de la casa y<br />
viceversa (ahuecami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el espacio exterior: se substrae<br />
un fragm<strong>en</strong>to del ámbito de la calle y se le conecta<br />
al edificio, lográndose una interpretación de espacios).<br />
25. Permite concebir el espacio como un flujo continúo <strong>en</strong>tre dos<br />
contrarios: el interior y el exterior.<br />
26. El <strong>en</strong>gawa de transición funge como un espacio de circulación.<br />
27. El <strong>en</strong>gawa es más la evocación de s<strong>en</strong>sación que apreciación<br />
de un objeto arquitectónico.<br />
28. El <strong>en</strong>gawa te invita a participar: es como si se <strong>en</strong>trara a un<br />
espacio sagrado, se percibe como una percepción fluida.<br />
29. A través del <strong>en</strong>gawa, al permanecer <strong>en</strong> el interior de la habitación,<br />
uno puede s<strong>en</strong>tir la atmósfera del exterior, como<br />
las estaciones del año, el paso del tiempo y el clima.
Concepto espacial arquitectónico<br />
occid<strong>en</strong>tal:<br />
“El espacio de transición <strong>en</strong>tre el<br />
interior y el exterior con<br />
límites indefinidos”<br />
Anteced<strong>en</strong>tes<br />
En la arquitectura tradicional, los espacios<br />
de transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior<br />
de la vivi<strong>en</strong>da ti<strong>en</strong><strong>en</strong> límites bi<strong>en</strong> definidos<br />
por los muros que cierran la casa y el espacio<br />
exterior. Son espacios intermedios<br />
hacia donde se exti<strong>en</strong>de la vida del interior<br />
de la casa, debido a su condición<br />
de nexos <strong>en</strong>tre la casa como refugio y el<br />
mundo exterior (figura 4)<br />
A comi<strong>en</strong>zos del siglo XX, los arquitectos<br />
de vanguardia propon<strong>en</strong> liberar<br />
a la arquitectura de sus límites y abrirla al<br />
espacio exterior, con la int<strong>en</strong>ción de disolver<br />
la gran división interior-exterior. Así<br />
Frank Lloyd Wright rompe la caja y esparce<br />
las distintas piezas <strong>en</strong> el espacio hasta<br />
lograr la “desintegración” (figura 5). De<br />
este modo, consigue un espacio interior<br />
fluido y, fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te, culmina su<br />
ideal estético de la plasticidad, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida<br />
como “expresión de la g<strong>en</strong>uina realidad<br />
estructural”<br />
Por su parte, Mies van der Rohe, con<br />
Fig. 4 Tlacotalpan, Veracruz<br />
Fig. 5 La casa Robbie<br />
37
el fin de estructurar los espacios con libertad, abrirlos al paisaje<br />
y ponerlos <strong>en</strong> relación con él, va a conceder gran importancia<br />
a la visión continua del espacio desde el interior<br />
de la casa. Como consecu<strong>en</strong>cia de la nueva relación interior-exterior,<br />
nace el espacio de transición moderno, ahora<br />
con límites indefinidos, producto de la continuidad espacial<br />
(figura 6). Este nuevo espacio permite mayor fluidez que<br />
<strong>en</strong> la “caja tradicional” y, por<br />
lo tanto, una mayor comunicación<br />
<strong>en</strong>tre el espacio de la<br />
casa y el exterior.<br />
Uno de los aspectos es<strong>en</strong>ciales<br />
de la arquitectura moderna<br />
occid<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> un principio<br />
fue la supresión interior-exterior.<br />
Los edificios se liberan del<br />
dominio de sólidas paredes,<br />
con el resultado de una planta<br />
abierta, totalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te<br />
a la planta clásica, pues los espacios<br />
exteriores e interiores se<br />
Fig. 6 Villa Tug<strong>en</strong>dhat<br />
p<strong>en</strong>etran, como lo decía Van<br />
Doesberg.<br />
Los arquitectos occid<strong>en</strong>tales admiraban la interp<strong>en</strong>etración<br />
de espacios interior-exterior de la casa japonesa, la continuidad<br />
total que se establece <strong>en</strong>tre su interior y el jardín<br />
adyac<strong>en</strong>te. Wright com<strong>en</strong>taba la imposibilidad de precisar<br />
dónde termina la casa y empieza el jardín. Gropius (Gopius,<br />
1960, pág. 23) llegará a decir: “la relación interior-exterior<br />
<strong>en</strong>tre la casa y el jardín que se ha descubierto hace muy<br />
38
poco <strong>en</strong> la civilización occid<strong>en</strong>tal, fue una cuestión de gran<br />
importancia <strong>en</strong> Japón hace varios siglos”.<br />
Con la arquitectura moderna, el interior de la casa se<br />
abre al <strong>en</strong>torno natural asociando interior y exterior. Al igual<br />
que <strong>en</strong> la cultura japonesa, se impone más un s<strong>en</strong>tido de<br />
continuidad con la naturaleza <strong>en</strong> lugar del muro que deliberadam<strong>en</strong>te<br />
la separa para crear un espacio interior protegido.<br />
No obstante, se podría p<strong>en</strong>sar que aunque con la<br />
arquitectura moderna se ti<strong>en</strong>de a desaparecer el concepto<br />
de la casa tradicional protegida por paredes, proporciona<br />
protección contra la intemperie y ofrece un espacio interior<br />
confortable. La villa moderna se convierte <strong>en</strong> filtro más<br />
que <strong>en</strong> fortaleza, apunta Shulze (Mies van der Rohe. Una<br />
biografía crítica, 1986) al referirse a la casa de campo <strong>en</strong><br />
hormigón de Mies, aún cuando existe esa continuidad <strong>en</strong>tre<br />
el espacio interior y exterior, la casa continúa preservando<br />
su función de protección; es el lugar donde se percibe el<br />
exterior, permiti<strong>en</strong>do la <strong>en</strong>trada al interior de lo bu<strong>en</strong>o del<br />
exterior, y dejando fuera lo malo, añade Schulze. Cuando<br />
Wright se refiere a los amplios aleros de sus casas, habla de<br />
protección: “contra el clima extremado, un amplio tejado<br />
protector […] Y a la vez vi una casa <strong>en</strong> primer lugar como<br />
un espacio interior para vivir bajo protección. Me gustaba el<br />
s<strong>en</strong>tido de protección <strong>en</strong> la imag<strong>en</strong> del edificio” (Wright, An<br />
autobiography, 1977, pág. 165).<br />
Para Wright y Mies, a pesar de la interacción espacial<br />
interior-exterior que se experim<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> sus vivi<strong>en</strong>das, paradójicam<strong>en</strong>te,<br />
“la vida <strong>en</strong> la casa” no se prolonga al espacio<br />
de transición como <strong>en</strong> la arquitectura tradicional. Este espacio<br />
intermedio moderno es un espacio “aj<strong>en</strong>o”. No existe<br />
39
40<br />
int<strong>en</strong>ción de incorporarlo a la vida de la casa que, de este<br />
modo, se ve reducida únicam<strong>en</strong>te a su espacio interior.<br />
En la arquitectura japonesa, el techo es un elem<strong>en</strong>to<br />
horizontal importante, pero no se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de como “imag<strong>en</strong><br />
de protección” de la casa. La adhesión a la horizontalidad<br />
es un camino activo del deseo japonés de armonizar con<br />
la naturaleza. El estilo de vida japonés emplea la horizontalidad<br />
para obt<strong>en</strong>er un espacio interior-exterior que permite<br />
a la casa estar <strong>en</strong> estrecho contacto con la tierra y que<br />
es concebido como refugio temporal para las variaciones<br />
climáticas, dado que el individuo vive con la naturaleza.<br />
Van de V<strong>en</strong> afirma que Le Corbusier se aisló del concepto<br />
es<strong>en</strong>cial de la teoría arquitectónica del mom<strong>en</strong>to, esto es, el<br />
concepto de espacio. Le Corbusier no cambió su concepto<br />
inicial relacionado, principalm<strong>en</strong>te, con la masa corpórea<br />
que ocupa el espacio, es decir, con la idea del espacio de<br />
la Grecia clásica. Aunque la estructura <strong>en</strong> esqueleto que Le<br />
Corbusier ya desarrolla <strong>en</strong> 1914 con la casa Domino permite<br />
definir una planta libre de las paredes portantes y una distribución<br />
libre del espacio; sin embargo, estos principios no<br />
están <strong>en</strong>focados <strong>en</strong> la búsqueda de una continuidad espacial<br />
<strong>en</strong>tre el interior y el exterior. El objetivo de Le Corbusier<br />
no consiste <strong>en</strong> “romper la caja” sino que el verdadero fin de<br />
la arquitectura es la percepción de la armonía mediante relaciones<br />
que se expresan a través de “la pureza cúbica de<br />
los volúm<strong>en</strong>es situados bajo la luz”.<br />
Los espacios de transición de las vivi<strong>en</strong>das del maestro<br />
suizo, las terrazas-solarium, no pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a aquella arquitectura<br />
sin límites <strong>en</strong>tre los espacios interiores-exteriores, sino<br />
que pose<strong>en</strong> unos límites claram<strong>en</strong>te definidos por el períme-
tro volumétrico de la casa. Guardan por tanto, una relación<br />
más estrecha con los espacios de transición de la arquitectura<br />
tradicional, los cuales, por una parte, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> unos límites<br />
precisos y definidos y, por otra, cumpl<strong>en</strong> una función tanto<br />
física como vital (V<strong>en</strong>, 1981).<br />
Definición<br />
Retomando lo planteado por Couceiro Nuñez (El espacio de<br />
transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior <strong>en</strong> la vivi<strong>en</strong>da (estudio<br />
a través de la relación interior-exterior), 2001), <strong>en</strong> esta investigación<br />
se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de por “espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior<br />
y el exterior”, <strong>en</strong> la arquitectura moderna, a la función de<br />
la comunicación con el exterior que asume el espacio interior<br />
de la casa <strong>en</strong> lugar del espacio de transición tradicional<br />
(el cual t<strong>en</strong>ía límites bi<strong>en</strong> definidos por los muros que cerraban<br />
la casa y el espacio exterior, y que pierde su razón de<br />
ser como espacio que ofrecía la conexión con el exterior).<br />
El término “área de transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior”,<br />
como se ha dicho, sería el concepto espacial de la arquitectura<br />
moderna más próximo al <strong>en</strong>gawa. Este concepto<br />
espacial moderno ti<strong>en</strong>e sus refer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> los modelos de<br />
De Stijl y <strong>en</strong> las arquitecturas domésticas de Wright y Mies.<br />
El espacio japonés busca armonizar arquitectura y naturaleza<br />
haciéndolos uno. Abrazar la naturaleza y conseguir unidad<br />
y armonía con ella. Permitir que el espacio interior y exterior se<br />
confunda. La casa japonesa ti<strong>en</strong>de a fundirse con la naturaleza<br />
más que permanecer <strong>en</strong> oposición a ella. La arquitectura<br />
occid<strong>en</strong>tal, por el contrario, emerge a partir de una filosofía de<br />
confrontación con la naturaleza y del impulso a conquistarla.<br />
Wright, a difer<strong>en</strong>cia de sus contemporáneos, busca la armonía<br />
e integración de la casa con la naturaleza, anhelo que culmina<br />
41
42<br />
<strong>en</strong> la casa de la cascada. Para Wright, la casa no es solam<strong>en</strong>te<br />
un lugar desde donde se “contempla” la naturaleza, sino también<br />
donde s<strong>en</strong>tirse parte de ella, como sucede <strong>en</strong> la arquitectura<br />
japonesa. Sin embargo, se aleja de ésta porque concibe<br />
el espacio interior como el ámbito donde se establece la fusión<br />
con el <strong>en</strong>torno: es el interior de la casa –no el espacio de transición–,<br />
el lugar concebido para estar “d<strong>en</strong>tro de la naturaleza”.<br />
El espacio intermedio <strong>en</strong>tre el interior y el exterior de las casas<br />
de Wright adquiere muy distinto significado con respecto al<br />
<strong>en</strong>gawa de la arquitectura ori<strong>en</strong>tal. Ciertam<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
común que persigu<strong>en</strong> la armonía con la naturaleza, pero<br />
<strong>en</strong> el espacio de transición de las casas de Wright prevalece<br />
un significado plástico y simbólico. Esto conduce a una<br />
distinción es<strong>en</strong>cial con la arquitectura japonesa: fr<strong>en</strong>te al<br />
plasticismo de Wright, <strong>en</strong> Japón la arquitectura es la “aus<strong>en</strong>cia<br />
de la forma”. Como explica Tadao Ando, la arquitectura<br />
japonesa “es una arquitectura sin formas, <strong>en</strong> la que se<br />
integran arquitectura y naturaleza, produci<strong>en</strong>do un espacio<br />
de carácter flotante” (Ando, 1993, pág. 6). Por otra parte,<br />
fr<strong>en</strong>te a la asociación simbólica wrightiana por la que la arquitectura<br />
hace refer<strong>en</strong>cia a las formas de la naturaleza, la<br />
relación con la naturaleza <strong>en</strong> Japón es, fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te,<br />
un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to profundam<strong>en</strong>te arraigado <strong>en</strong> su cultura.<br />
La continuidad espacial, sin separación visual <strong>en</strong>tre espacio<br />
interior y exterior, se logra por medio de la transpar<strong>en</strong>cia<br />
(el vidrio). Desde el interior de la casa se verá cómo el<br />
espacio se prolonga, se continúa hacia afuera. La casa no<br />
se acaba <strong>en</strong> las paredes sino que se relaciona con el exterior.<br />
Se establece, así, una relación más int<strong>en</strong>sa <strong>en</strong>tre la casa<br />
y el exterior, de tal modo que el espacio de transición pierde
la definición de sus límites y deja de ser indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la<br />
vivi<strong>en</strong>da. El exterior puede p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> el interior del edificio<br />
y el interior puede salir y asociarse con las vistas del <strong>en</strong>torno.<br />
Para compr<strong>en</strong>der las difer<strong>en</strong>cias que hay <strong>en</strong>tre el “espacio<br />
de transición” y el espacio japonés <strong>en</strong>gawa, es importante<br />
t<strong>en</strong>er pres<strong>en</strong>te la sigui<strong>en</strong>te consideración: el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to<br />
dualístico occid<strong>en</strong>tal que sust<strong>en</strong>ta a este espacio de transición<br />
de la arquitectura moderna es distinto, prácticam<strong>en</strong>te<br />
opuesto al p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to filosófico de simbiosis japonesa que<br />
fundam<strong>en</strong>ta la concepción del <strong>en</strong>gawa, ya que <strong>en</strong>tre ellos<br />
exist<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias semánticas.<br />
En el mundo dualístico occid<strong>en</strong>tal, resulta difícil admitir<br />
la exist<strong>en</strong>cia de lo ambiguo y, por lo tanto, las zonas vagas<br />
y polival<strong>en</strong>tes son rechazadas, como podría serlo el espacio<br />
de transición. El arquitecto japonés Kisho Kurokawa (Intercultural<br />
Architecture. The Philosophy of Symbiosis, 1991) expone<br />
los elem<strong>en</strong>tos contradictorios, la simbiosis de los opuestos y<br />
los estados mixtos que han sido tratados como caóticos o<br />
irracionales. Se ha empleado el análisis, la estructuración y la<br />
organización para crear una síntesis universal.<br />
El mundo occid<strong>en</strong>tal es percibido como <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />
de opuestos –parte y todo, ci<strong>en</strong>cia y arte, bu<strong>en</strong>o y malo, vida y<br />
muerte, humanidad y naturaleza, intelecto y s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to–. Una<br />
elección dualística <strong>en</strong>tre el sí y el no. El dualismo oposición de<br />
binomios, método analítico, está profundam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>troncado<br />
con los modos occid<strong>en</strong>tales de p<strong>en</strong>sar y vivir. Ésta es una de<br />
las razones que contribuy<strong>en</strong> a que <strong>en</strong> la arquitectura moderna<br />
no interes<strong>en</strong> o no se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>dan los espacios intermedios, imprecisos<br />
e indefinidos, sino que sólo se considere la relación interior-exterior<br />
como visión desde el espacio interior – Mies van<br />
43
44<br />
der Rohe– o de manera plástica desde el exterior –Frank Lloyd<br />
Wright–. Esto es así pese a que la arquitectura moderna utiliza<br />
el concepto de unidad de dos principios opuestos –la masa y<br />
el vacío– como estructura vital de la estética contemporánea<br />
del espacio (V<strong>en</strong>, 1981), donde lo es<strong>en</strong>cial es lo no exist<strong>en</strong>te, el<br />
vacío, que da lugar a la desmaterialización de la masa y, con<br />
ello, a la indefinición del espacio interior- exterior.<br />
Si bi<strong>en</strong> es cierto que la arquitectura moderna maneja los<br />
mismos conceptos que la arquitectura tradicional japonesa,<br />
utiliza estos conceptos para el caso de la relación del espacio<br />
interior y exterior, únicam<strong>en</strong>te para expresarla plástica y artísticam<strong>en</strong>te.<br />
Este espacio intermedio queda desposeído de significado.<br />
El espacio de transición con límites indefinidos surge,<br />
<strong>en</strong>tonces, como resultado de aplicar unos principios arquitectónicos<br />
que, paradójicam<strong>en</strong>te, no lo ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta<br />
como tal. Conceptualm<strong>en</strong>te, el espacio arquitectónico moderno<br />
con límites indefinidos, producto de la indefinición –<br />
difícil de asumir para la cultura occid<strong>en</strong>tal– no existe como<br />
tal sino que, aunque podría <strong>en</strong>cerrar más significado, es eliminado<br />
<strong>en</strong> el proceso racional y claram<strong>en</strong>te articulado del<br />
p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to occid<strong>en</strong>tal. Se rechaza todo espacio impreciso<br />
e indifer<strong>en</strong>ciado que naturalm<strong>en</strong>te existe <strong>en</strong>tre áreas con<br />
límites indefinidos.<br />
Los espacios de transición que son int<strong>en</strong>cionadam<strong>en</strong>te<br />
indefinidos, como se aprecia <strong>en</strong> los dos casos que se estudian,<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la voluntad de establecer mayor continuidad<br />
de espacios y una relación más int<strong>en</strong>sa <strong>en</strong>tre interior y exterior.<br />
Con la arquitectura moderna, el interior de la casa se<br />
abre al <strong>en</strong>torno natural asociando interior y exterior. Con el<br />
transcurrir del tiempo, el espacio de transición con límites in-
definidos, ha perdido su s<strong>en</strong>tido, se han diluido sus límites. Al<br />
igual que <strong>en</strong> la cultura japonesa, se impone más un s<strong>en</strong>tido<br />
de continuidad con la naturaleza. (Couceiro Núñez, 2001).<br />
Finalm<strong>en</strong>te, es interesante com<strong>en</strong>tar que la concepción<br />
espacial arquitectónica de comi<strong>en</strong>zos del siglo XX busca, al<br />
igual que la arquitectura ori<strong>en</strong>tal, establecer múltiples direcciones<br />
espaciales por medio de planos, con un nuevo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong>tre el espacio interior y el exterior, y Barragán ha sido<br />
de los arquitectos protagonistas de estas ideas espaciales.<br />
Características g<strong>en</strong>erales del “espacio de<br />
transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior<br />
con límites indefinidos”<br />
1. Se establece una relación más int<strong>en</strong>sa <strong>en</strong>tre la casa y<br />
su espacio exterior, de tal modo que el espacio de transición<br />
pierde la definición de sus límites y deja de ser un<br />
espacio indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la vivi<strong>en</strong>da.<br />
2. El espacio interior asume completam<strong>en</strong>te la relación del<br />
interior con el exterior, es decir que asume al espacio tradicional<br />
de transición.<br />
3. El espacio de transición <strong>en</strong>tre el interior y el exterior con<br />
límites indefinidos se podría conceptualizar como una<br />
continuidad espacial o la prolongación de planos del interior<br />
al exterior.<br />
4. Se retoma el planteami<strong>en</strong>to de Mies: “la relación de mis<br />
casas con el paisaje se percibe mucho mejor desde d<strong>en</strong>tro<br />
de la casa”.<br />
5. La relación de la arquitectura con la naturaleza es de<br />
tipo contemplativo.<br />
6. Se asume al interior como “refugio, protección, comunicación,<br />
lugar de recogimi<strong>en</strong>to y espacio de transición”.<br />
45
46<br />
7. En el edificio se abr<strong>en</strong> los espacios al paisaje y se pon<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> relación con él.<br />
8. Concede importancia a la visión continua del espacio<br />
desde el interior del edificio.<br />
9. Permite mayor fluidez interior-exterior, por lo tanto una<br />
mayor comunicación <strong>en</strong>tre el edificio y el exterior.<br />
10. Al estar d<strong>en</strong>tro del edificio con grandes áreas transpar<strong>en</strong>tes<br />
(vidrios) y áreas abiertas, de alguna manera se está<br />
también <strong>en</strong> el exterior. No es necesario “salir fuera”. El<br />
espacio interior de la casa es, al mismo tiempo, “habitación<br />
y mundo”.<br />
11. Los edificios se liberan del dominio de sólidas paredes,<br />
t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do como resultado una planta abierta y, así, los<br />
espacios exteriores e interiores se interp<strong>en</strong>etran.<br />
12. Continuidad total que se establece <strong>en</strong>tre el interior y el<br />
jardín adyac<strong>en</strong>te.<br />
13. Se impone más un s<strong>en</strong>tido de continuidad con la naturaleza,<br />
<strong>en</strong> lugar del muro que deliberadam<strong>en</strong>te separa dicha<br />
naturaleza para crear un espacio interior protegido.<br />
14. Relación del espacio interior y el exterior que logra el abrazo<br />
de la naturaleza y consigue unidad y armonía con ella,<br />
permiti<strong>en</strong>do que el espacio interior y exterior se confundan.<br />
15. Lugar interior de la casa que se puede s<strong>en</strong>tir como parte<br />
de la naturaleza.<br />
16. Se concibe el espacio interior como el ámbito donde se<br />
establece la fusión con el <strong>en</strong>torno.<br />
17. Espacio continuo sin separación visual <strong>en</strong>tre espacio interior<br />
y exterior, el cual se logra por medio de la transpar<strong>en</strong>cia<br />
(el vidrio).<br />
18. Desde el interior de la casa se verá cómo el espacio se
prolonga, se continúa hacia afuera, más no así “la vida<br />
de la casa”.<br />
19. La casa no se acaba <strong>en</strong> las paredes, sino que se relaciona<br />
con el exterior. El exterior puede p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> el interior<br />
del edificio y el interior puede salir y asociarse con las vistas<br />
del <strong>en</strong>torno.<br />
ANÁLISIS DE LA APLICACIÓN DEL ENGAWA EN EL<br />
ESPACIO ARQUITECTÓNICO DE BARRAGÁN<br />
“… El espacio es el terr<strong>en</strong>o expresivo privativo de la<br />
arquitectura, hasta el punto que se pueda llegar a<br />
afirmar que la fascinación del espacio es la verdadera<br />
fascinación de la arquitectura”. Masao Furuyama<br />
Descripción del espacio donde se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el esc<strong>en</strong>ario<br />
arquitectónico <strong>en</strong> estudio.<br />
La casa-estudio de Luis Barragán se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ubicada<br />
<strong>en</strong> los números 12 y 14 de la calle G<strong>en</strong>eral Francisco<br />
Ramírez, colonia Daniel Garza <strong>en</strong> la Ciudad de<br />
México, D.F. (figura 7), construida <strong>en</strong> el periodo de<br />
1947-1948. El barrio donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra está constituido<br />
por modestas casas y por la tipología tradicional<br />
de la vivi<strong>en</strong>da popular de la Ciudad de México<br />
(Fundación de <strong>Arquitectura</strong> Tapatía, 2004) (figura 8).<br />
La casa no grita su g<strong>en</strong>ialidad pues supo integrarse con<br />
maestría <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno, posee una riqueza arquitectónica<br />
inigualable: se vive, se si<strong>en</strong>te, se mira y observa; se<br />
disfruta s<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> uno de sus muebles o caminando<br />
para descubrir nuevos puntos de vista. La emoción lo<br />
recorre todo, el trasfondo de cada pared, de cada<br />
Fig. 7 Exterior de<br />
la casa<br />
Fig. 8 Maqueta y<br />
localización<br />
47
Fig. 9 Estancia<br />
piso y cada v<strong>en</strong>tana (González Silva,<br />
2001) (figuras 9 y 10).<br />
La casa-estudio de Luis Barragán<br />
cu<strong>en</strong>ta con los sigui<strong>en</strong>tes espacios<br />
los cuales fueron evolucionando<br />
con el tiempo hasta llegar a su estado<br />
actual; la planta baja cu<strong>en</strong>ta<br />
con garaje, portería, hall, cocina,<br />
desayunador, comedor, estancia,<br />
biblioteca, taller, vestíbulo, oficina<br />
de la secretaria, oficina, patio de<br />
las ollas, fu<strong>en</strong>te y el jardín. En la segunda<br />
planta se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra: la habitación<br />
principal, la habitación de<br />
huéspedes, habitación de tarde,<br />
vestidor (o cuarto del Cristo), tapanco<br />
y oficina privada. En la tercera<br />
planta se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el cuarto<br />
de servicio, la lavandería, el patio<br />
de servicio y la terraza (figura 11).<br />
La sala (estancia)<br />
La transición hacia la sala-biblioteca<br />
se logra con recursos que serán<br />
constantes a lo largo del recorrido.<br />
Un ac<strong>en</strong>to de escala, a manera<br />
de contracción, su consecu<strong>en</strong>te<br />
sombra y el movimi<strong>en</strong>to, nunca<br />
frontal ni directo sino obligado a<br />
una directriz quebrada que concluye<br />
con una nueva dilatación<br />
Fig. 10 Jardín<br />
48
del espacio, el aire y la luz. Superando el biombo<br />
de pergamino, a la mirada se posa <strong>en</strong>tonces sobre<br />
la sorpresiva puesta <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a del jardín (figura<br />
12). Nombrar este suceso como una v<strong>en</strong>tana<br />
seria otra reducción, ya que el marco que ahí se<br />
ha construido para el <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro con el verde es,<br />
<strong>en</strong> si mismo, otro espacio: un prosc<strong>en</strong>io que va más<br />
allá de la profundidad mínima que puede poseer<br />
una hoja de vidrio y su herrería (Fundación de <strong>Arquitectura</strong><br />
Tapatía, 2004) (figura 13).<br />
Las figuras 14 y 15, muestran la sala de la casa-estudio<br />
de Barragán, donde las vigas de madera <strong>en</strong><br />
el alto techo se hermanan con las líneas del piso<br />
mi<strong>en</strong>tras la v<strong>en</strong>tana se sale hacia el jardín <strong>en</strong> una<br />
geometría <strong>en</strong>igmática y rica, con la s<strong>en</strong>sación de ir<br />
por un laberinto. De la sala se pasa a un pequeño<br />
rincón más recogido, los muros bajos van creando<br />
sutiles variaciones y evitan que se perciban de<br />
golpe los espacios (González Silva, 2001). En este<br />
caso, de la gran v<strong>en</strong>tana <strong>en</strong> el salón a través de<br />
esta fachada la naturaleza acompaña y provoca<br />
las experi<strong>en</strong>cias de la vida que ocurr<strong>en</strong> al interior.<br />
Fr<strong>en</strong>te al jardín se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la sala (Fundación de<br />
<strong>Arquitectura</strong> Tapatía, 2004).<br />
Como se puede apreciar <strong>en</strong> la figura 16, el salón<br />
de la casa de Barragán está provisto de un gran<br />
v<strong>en</strong>tanal fijo que da directam<strong>en</strong>te hacia el jardín<br />
de la casa (por cierto, es un jardín bastante exu-<br />
Fig. 11 Planta baja<br />
Fig. 12 Detalle del<br />
acceso a la sala<br />
Fig. 13 Sala<br />
Fig. 14 Interior de la sala de<br />
lacasa-estudio de L. Barragán<br />
Fig. 15 Exterior de la sala de L.<br />
Barragán<br />
49
Fig. 16 Interior de la sala<br />
de la casa-estudio<br />
Fig. 17<br />
Fig. 18<br />
berante). El v<strong>en</strong>tanal carece de una estructura<br />
propia que realce más su carácter de v<strong>en</strong>tana,<br />
así que los cristales se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran empotrados a<br />
los muros y sólo se aprecian las dos líneas de dos<br />
perfiles delgados <strong>en</strong> forma de cruz que forman<br />
cuatro cuadrantes o ángulos rectos y divid<strong>en</strong><br />
el v<strong>en</strong>tanal <strong>en</strong> cuatro partes iguales (Barragán<br />
Foundation/Arquine + RM, 2002).<br />
Exploración del <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> el esc<strong>en</strong>ario<br />
arquitectónico<br />
de Barragán<br />
Para dar inicio al desarrollo de la propuesta de<br />
aplicación de la estrategia espacial <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong><br />
el área del v<strong>en</strong>tanal de la sala de la casa estudio<br />
de Barragán (figuras 17 y 18), se parte de ir observando<br />
qué tanto proced<strong>en</strong> las características del<br />
<strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> este espacio y, a la vez, hacer notar<br />
las características del espacio de transición con límites<br />
indefinidos de la arquitectura moderna que<br />
se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> este espacio <strong>en</strong> estudio:<br />
El espacio arquitectónico que se analiza es el<br />
área de la sala de la casa, <strong>en</strong> donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
un v<strong>en</strong>tanal con vista a un jardín (figuras 19,<br />
20 y 21). El v<strong>en</strong>tanal es fijo, de grandes proporciones<br />
y posee una herrería delgada <strong>en</strong> forma de<br />
cruz c<strong>en</strong>tral (cruciforme), es decir, no ti<strong>en</strong>e herrería<br />
perimetral. También, dicho v<strong>en</strong>tanal ti<strong>en</strong>e<br />
un doble juego de cortinas: unas interiores, que<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran colocadas a partir de la mitad de<br />
la altura del v<strong>en</strong>tanal y las exteriores, que ca<strong>en</strong><br />
Fig. 19 V<strong>en</strong>tanal de la sala<br />
50
Fig. 21<br />
51
52<br />
desde el techo hasta el suelo. Por otro lado, la v<strong>en</strong>tana de la<br />
sala, al exterior, está <strong>en</strong>marcada por un prisma cuadrangular<br />
(como un <strong>en</strong>cuadre o gran marco) conformado de muros<br />
laterales que sobresal<strong>en</strong>. La sala se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra amueblada.<br />
Al exterior, se ti<strong>en</strong>e un andador que se ubica paralelo al<br />
v<strong>en</strong>tanal y se define por un tratami<strong>en</strong>to de cambio de suelo,<br />
estableci<strong>en</strong>do conexiones con la misma sala, el desayunador,<br />
la cocina al norte y con el taller y patio de las ollas al sur.<br />
Esta puntual descripción conduce a precisar con anticipación<br />
que no hay ningún <strong>en</strong>gawa o espacio de transición<br />
como tal (es decir, físicam<strong>en</strong>te) <strong>en</strong>tre el interior de la sala y el<br />
jardín de la resid<strong>en</strong>cia. En este s<strong>en</strong>tido, el análisis que se hace<br />
de la habitación <strong>en</strong> relación a su exterior, a su jardín, parte de<br />
este hecho. A su vez, se advierte que lo que está operando<br />
<strong>en</strong> realidad <strong>en</strong> esta habitación de la sala es que su interior ha<br />
asumido el rol de “espacio de transición con límites indefinidos”<br />
como se define <strong>en</strong> la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal.<br />
Procedi<strong>en</strong>do con el análisis, se irán estudiando cada uno de<br />
los sigui<strong>en</strong>tes elem<strong>en</strong>tos que conforman este esc<strong>en</strong>ario arquitectónico:<br />
1. Los muebles de la sala<br />
2. La herrería cruciforme<br />
3. El v<strong>en</strong>tanal fijo<br />
4. Las cortinas interiores y exteriores<br />
5. La v<strong>en</strong>tana <strong>en</strong>marcada y su e marcami<strong>en</strong>to<br />
6. El andador al exterior<br />
7. El tipo de jardín<br />
8. El nivel de piso terminado del interior con respecto al nivel<br />
de piso terminado del exterior –el jardín–<br />
Los muebles de la sala: Barragán los distribuyó de tal forma
que pareciera que desde cada mueble se<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> varios ángulos de visión de las difer<strong>en</strong>tes<br />
áreas de la habitación, dándose así vistas<br />
que se cruzan <strong>en</strong> varias direcciones y observándose<br />
que le dio poca importancia a la relación<br />
visual directa con el jardín, <strong>en</strong> términos<br />
de contemplarlo. Pareciera ignorar la continuidad<br />
espacial <strong>en</strong>tre habitación y jardín (figura<br />
22). Por otro lado, si se p<strong>en</strong>sase que el interior<br />
de la casa se abre al <strong>en</strong>torno natural y que la<br />
relación que pudiera guardar dicho espacio<br />
interior con respecto al exterior fuese de una<br />
interp<strong>en</strong>etración de espacios, la distribución<br />
del mobiliario interfiere dicha interp<strong>en</strong>etración<br />
espacial (figura 23).<br />
Es así como la probabilidad de que estuviese<br />
operando un <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> esta área de la<br />
resid<strong>en</strong>cia no es posible, porque el interior de<br />
esta habitación, al t<strong>en</strong>er un mobiliario distribuido<br />
de esta forma, no puede pasar a formar<br />
parte del jardín ni tampoco se podría dar la<br />
s<strong>en</strong>sación de que el jardín se incorpore al ámbito<br />
interior. No se percibe que la habitación se<br />
ad<strong>en</strong>tre <strong>en</strong> la naturaleza y mucho m<strong>en</strong>os que<br />
se borr<strong>en</strong> los límites <strong>en</strong>tre la sala y su <strong>en</strong>torno.<br />
Se ti<strong>en</strong>e bi<strong>en</strong> claro, por el tema del cristal del<br />
v<strong>en</strong>tanal, un límite indefinido a partir del cual<br />
empieza la casa y acaba el jardín (figuras 24 y<br />
25). Aún cuando sí existe esa continuidad visual<br />
<strong>en</strong>tre el espacio interior y el exterior, la casa<br />
Fig. 22<br />
Fig. 23<br />
Fig. 24<br />
Fig. 25<br />
53
continúa preservando su función de protección; es el lugar<br />
donde se percibe el exterior y pareciera, coincidi<strong>en</strong>do con<br />
Schulze, que se está permiti<strong>en</strong>do la <strong>en</strong>trada al interior únicam<strong>en</strong>te<br />
de lo bu<strong>en</strong>o del exterior, y dejando fuera lo malo , a<br />
la manera de Mies (Fullaondo, 1966).<br />
A pesar de que con la arquitectura moderna se logra<br />
una fluidez espacial mayor <strong>en</strong>tre el interior y el exterior y una<br />
comunicación directa <strong>en</strong>tre el edificio y el<br />
exterior, <strong>en</strong> este v<strong>en</strong>tanal, Barragán considera<br />
al área del jardín como una vista que hay<br />
que <strong>en</strong>marcar por medio de la prolongación<br />
de sus muros perimetrales, “pareciera como<br />
una pintura monum<strong>en</strong>tal que se ha colgado<br />
de ese lado de la pared de esta sala”<br />
lográndose una vista de la naturaleza, pero<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como un espacio que está delimitando<br />
el interior y exterior del salón. La armonía<br />
<strong>en</strong>tre el hombre y la naturaleza, <strong>en</strong> este<br />
caso, se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de que no requiere participación.<br />
La casa es un lugar para “contemplar”<br />
la naturaleza a través de un “diálogo sil<strong>en</strong>cioso”<br />
para evitar perturbarla aunque, curio-<br />
Fig. 26<br />
sam<strong>en</strong>te, se podría afirmar que <strong>en</strong> este caso<br />
se observa que Barragán no está interesado<br />
<strong>en</strong> contemplar dicha naturaleza, cosa que<br />
no ocurre <strong>en</strong> sus otras obras.<br />
2. La herrería cruciforme: la herrería de<br />
la v<strong>en</strong>tana ti<strong>en</strong>e forma cruciforme (con cruz<br />
c<strong>en</strong>tral), por cierto bastante esbelta (figuras<br />
26 y 27), lo cual no permite percibir al espa-<br />
Fig. 27<br />
54
cio interior con respecto al exterior como un flujo continuo<br />
<strong>en</strong>tre dos contrarios, y esto a pesar de que no<br />
existe herrería perimetral. El <strong>en</strong>gawa es, <strong>en</strong> algunos Fig. 28<br />
casos, más la evocación de la s<strong>en</strong>sación del exterior<br />
y, a pesar de las grandes dim<strong>en</strong>siones del v<strong>en</strong>tanal<br />
por las que uno podría percibir la atmósfera del exterior<br />
–producto de los cambios estacionales, el transcurrir<br />
del día, el paso del tiempo, el clima–, dicha herrería<br />
logra bloquear estas percepciones. Es así como no<br />
puede parecer que el exterior se fuera ad<strong>en</strong>trando<br />
al interior de esta habitación y que, desde el interior,<br />
el mismo espacio se pudiera ver como una ext<strong>en</strong>sión<br />
hacia el exterior, una prolongación de la naturaleza;<br />
<strong>en</strong> otras palabras, Barragán no pareciera tomar <strong>en</strong><br />
Fig. 29<br />
cu<strong>en</strong>ta dicho jardín.<br />
Por otro lado, si se diera el caso de experim<strong>en</strong>tar y quitar<br />
el mobiliario, los dos juegos de cortinas, la herrería, rediseñar<br />
el tipo de jardín, podría darse la s<strong>en</strong>sación de una habitación<br />
abierta y puesta <strong>en</strong> relación con el jardín, es decir habría<br />
la s<strong>en</strong>sación de estar al exterior. No sería necesario salir.<br />
El espacio interior de esta parte de la casa parecería ser, al<br />
mismo tiempo, “habitación y mundo”, se concebiría al espacio<br />
interior como el ámbito donde se establece la fusión<br />
con el <strong>en</strong>torno. El espacio interior podría ser exterior y, a la<br />
vez, no sería necesario salir de los límites que marca el cristal,<br />
como lo indicara Couceiro, se haría del espacio interior un<br />
lugar que asumiría el exterior, sobre todo cuando se ti<strong>en</strong>e un<br />
jardín. En ese s<strong>en</strong>tido, por la pres<strong>en</strong>cia de estos elem<strong>en</strong>tos<br />
exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la habitación, no hay la posibilidad de un <strong>en</strong>gawa<br />
<strong>en</strong> esta área <strong>en</strong> estudio (figuras 28 y 29).<br />
55
Fig. 30<br />
Fig. 31<br />
Fig.| 32<br />
El v<strong>en</strong>tanal fijo: como se ha dicho, esta habitación no<br />
puede pasar a formar parte del jardín puesto que el<br />
v<strong>en</strong>tanal y la herrería están fijas. No hay ninguna parte<br />
abatible o “espacio fluy<strong>en</strong>te” ni existe int<strong>en</strong>ción de incorporar<br />
el jardín a la vida cotidiana de la casa, se ve<br />
como “algo” que está allí, afuera, <strong>en</strong> una cierta lejanía,<br />
inclusive el acceso al jardín se da desde otro ángulo de<br />
la habitación, el cual se ubica <strong>en</strong> el extremo izquierdo<br />
de dicha v<strong>en</strong>tana. En este s<strong>en</strong>tido, el espacio exterior<br />
no puede ser considerado como una ext<strong>en</strong>sión del espacio<br />
interior de la casa y es sólo al interior de esta área<br />
que de alguna manera está pres<strong>en</strong>te el jardín. Aunque<br />
la habitación se ll<strong>en</strong>a del ambi<strong>en</strong>te exterior y, luego, se<br />
antoja caminar hacia este jardín, al llegar al v<strong>en</strong>tanal<br />
uno se ve obligado a pararse, a no poder traspasar hacía<br />
el jardín porque el vidrio, las cortinas y la herrería<br />
deti<strong>en</strong><strong>en</strong>. De ahí que no se puede s<strong>en</strong>tir pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te<br />
el sol, el vi<strong>en</strong>to, escuchar el sonido del movimi<strong>en</strong>to de<br />
las hojas, los pájaros, etc. Se está próximo a la naturaleza<br />
porque se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno, pero no se le puede experim<strong>en</strong>tar<br />
como se haría <strong>en</strong> un espacio que fuese un <strong>en</strong>gawa.<br />
Vidrios y herrería separan drásticam<strong>en</strong>te al interior<br />
del exterior y viceversa, y la conexión de tipo visual se da<br />
con ciertas limitaciones (figuras 30, 31, 32 y 33).<br />
4. Las cortinas interiores y exteriores: no es muy usual<br />
que <strong>en</strong> los edificios <strong>en</strong> México se t<strong>en</strong>gan cortinas al exterior;<br />
posiblem<strong>en</strong>te el arquitecto las empleaba para<br />
dosificar la int<strong>en</strong>sidad de la iluminación natural o para<br />
proteger los vidrios, que no se manchas<strong>en</strong> por la lluvia.<br />
De ahí que, p<strong>en</strong>sar que desde la habitación se t<strong>en</strong>dría<br />
Fig. 33<br />
56
una comunicación visual directa hacía el jardín sería un<br />
tanto relativo, ya que cuando se cerraban cualquiera<br />
de estas cortinas interiores o exteriores de alguna de<br />
las secciones de la v<strong>en</strong>tana, se obstruía, ya sea parcial<br />
o completam<strong>en</strong>te la visión. La comunicación de este<br />
interior al exterior y viceversa, obstaculizan totalm<strong>en</strong>te la<br />
posibilidad del desarrollo de un <strong>en</strong>gawa. Con ellas recorridas,<br />
se puede confirmar pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te que Barragán no<br />
t<strong>en</strong>ía int<strong>en</strong>ción de establecer comunicación, ni física ni<br />
psicológicam<strong>en</strong>te con el exterior de este jardín (figura 34).<br />
5. La v<strong>en</strong>tana <strong>en</strong>marcada hacía el exterior: es interesante<br />
también observar el v<strong>en</strong>tanal <strong>en</strong>marcado al<br />
exterior. Barragán ha creado una especie de <strong>en</strong>marcami<strong>en</strong>to<br />
de esta v<strong>en</strong>tana al exterior, con un prisma cuadrangular,<br />
como recreando un “área de <strong>en</strong>lace, o de<br />
conexión” <strong>en</strong>tre el interior y el exterior aunque diluido,<br />
tal vez como algo simbólico. Sin embargo, no llega a<br />
ser un “espacio de transición” (aunque con límites indefinidos<br />
a la manera moderna) como tal, como se desarrollaban<br />
<strong>en</strong> la arquitectura tradicional ya que, como se<br />
ha dicho, no hay posibilidades de circulación a causa<br />
del v<strong>en</strong>tanal fijo y, además, por ese andador que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
paralelo a lo largo de esta v<strong>en</strong>tana.<br />
No se sabe con certeza cual haya sido el propósito<br />
de este diseño, pero se p<strong>en</strong>saría que ti<strong>en</strong>e propósitos<br />
estéticos, más que de <strong>en</strong>lace del interior de la arquitectura<br />
con la naturaleza (<strong>en</strong>gawa). Esto último se com<strong>en</strong>ta<br />
porque la comunicación fluida o <strong>en</strong>lace que apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
se pudiera dar <strong>en</strong>tre el interior y el exterior<br />
por medio de este prisma, se ve interferida, bloqueada,<br />
Fig. 34<br />
Fig. 35<br />
Fig. 36<br />
Fig. 37<br />
57
58<br />
prácticam<strong>en</strong>te anulada por el cruce del andador (figuras<br />
35, 36 y 37).<br />
6. El andador al exterior: a lo largo de este v<strong>en</strong>tanal, por<br />
afuera, del lado del gran jardín, se ti<strong>en</strong>e una especie de andador<br />
exterior, sin cubierta, con un tratami<strong>en</strong>to de suelo difer<strong>en</strong>te<br />
al del salón, dicho andador comunica con otros espacios<br />
de la casa lo cual obstruye la interp<strong>en</strong>etrabilidad <strong>en</strong>tre<br />
el espacio interior y el exterior. Tanto la prolongación de los<br />
muros del v<strong>en</strong>tanal como el andador parecieran crear límites<br />
definidos <strong>en</strong>tre la casa y el jardín. Precisan el límite a partir<br />
del cual termina la casa y empieza el jardín. Hay claridad <strong>en</strong><br />
la ubicación de la frontera <strong>en</strong>tre el interior y el exterior. Por<br />
otro lado, al mirar hacia ad<strong>en</strong>tro, desde el exterior, se ti<strong>en</strong>e<br />
la s<strong>en</strong>sación de que el espacio no fluye hacia el interior de la<br />
vivi<strong>en</strong>da porque los reflejos de la luz y del cielo crean una especie<br />
de pantalla virtual que perceptualm<strong>en</strong>te parecieran<br />
det<strong>en</strong>er; aunque Álvarez (2007) dice que se observa una<br />
comp<strong>en</strong>etración <strong>en</strong>tre la casa y el jardín, y que luego esto<br />
se confirma por la exist<strong>en</strong>cia de una plataforma pavim<strong>en</strong>tada,<br />
la cual establece el territorio común a ambos espacios:<br />
interior y exterior, donde la estancia interior dialoga, a través<br />
de la amplia superficie acristalada –el v<strong>en</strong>tanal– con el jardín.<br />
Así como com<strong>en</strong>tar que un principio compositivo de la<br />
obra de Barragán, es la idea de crear un espacio plano y<br />
continuo, difer<strong>en</strong>ciado únicam<strong>en</strong>te por el uso de difer<strong>en</strong>tes<br />
texturas, del césped, los pavim<strong>en</strong>tos o las láminas de agua,<br />
no se coincide con él. Es así como las relaciones de dicha<br />
área de la casa –la sala con su v<strong>en</strong>tanal– así como el área<br />
de prolongación, el andador <strong>en</strong>tre el interior de la sala y el<br />
jardín mismo no podrían operar como un <strong>en</strong>gawa, pues no
cumpl<strong>en</strong> con las características<br />
es<strong>en</strong>ciales de este concepto<br />
espacial. Más bi<strong>en</strong>, el<br />
interior de la sala de la casa<br />
de Barragán es una área <strong>en</strong><br />
la que se experim<strong>en</strong>tan las<br />
ideas del “espacio de transición<br />
con límites indefinidos”<br />
de la arquitectura moderna.<br />
Fig. 38 Planta baja<br />
(Fig.38)<br />
7. El tipo de jardín: el jardín da la impresión de ser como<br />
una gran habitación de triple altura o más, sin techo –ni siquiera<br />
el cielo mismo– muy saturado por las ramas de los<br />
árboles, ya que no se le puede ver. Esta vegetación es de<br />
color verde oscuro, <strong>en</strong>cerrada, <strong>en</strong>claustrada, como <strong>en</strong> un<br />
invernadero. Es un jardín imp<strong>en</strong>etrable, pues su flora d<strong>en</strong>sa<br />
parece ser la de una selva imp<strong>en</strong>etrable. Las dos áreas, la<br />
del interior del salón y la del jardín, parecieran ser como dos<br />
habitaciones colindantes muy distintas, con una barrera –no<br />
un salón colindando con un jardín, como haci<strong>en</strong>do un flujo<br />
espacial o una comunicación continua–. El ámbito del jardín<br />
no se percibe tan fácilm<strong>en</strong>te como ext<strong>en</strong>sión del edificio, esto<br />
ocurre así por la apari<strong>en</strong>cia de imp<strong>en</strong>etrabilidad, así como por<br />
las dim<strong>en</strong>siones monum<strong>en</strong>tales. No parece ser un jardín para<br />
ser contemplado por qui<strong>en</strong>es se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> el salón. Este<br />
efecto es curioso y contradictorio, ya que todos los espacios<br />
interiores de esta casa confluy<strong>en</strong> <strong>en</strong> el jardín, pero aún así, éste<br />
no puede ser p<strong>en</strong>etrado, ni siquiera perceptualm<strong>en</strong>te, ni contemplado<br />
y, mucho m<strong>en</strong>os, disfrutado pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te. Se diría<br />
que esta área no une totalm<strong>en</strong>te el interior con el exterior. No<br />
59
Fig. 39<br />
Fig. 40<br />
Fig. 41<br />
hay un flujo continuo y, por lo tanto, el jardín no se puede<br />
incorporar al ámbito interior. (figuras 39, 40, 41 y 42).<br />
8. El nivel de piso terminado del interior con respecto<br />
al exterior –el jardín–. Otro de los aspectos de diseño<br />
importante a destacar es el de los cambios de nivel que<br />
podrían darse <strong>en</strong>tre el espacio interior y el espacio exterior<br />
(figuras 43 y 44). En los <strong>en</strong>gawa ocurre que estos se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran elevados con respecto al suelo. En Barragán,<br />
el cambio de niveles <strong>en</strong>tre interior y exterior no existe,<br />
esto es algo muy particular <strong>en</strong> la obra del arquitecto<br />
mejicano, ya que al contrario, él busca <strong>en</strong> esta relación<br />
del paso de un espacio a otro una callada continuidad<br />
espacial, se quiere decir callada, ya que, lo que hace<br />
el cambio es el tipo de material, pero el nivel permanece<br />
prácticam<strong>en</strong>te igual. Este aspecto de diseño es de<br />
los más importantes <strong>en</strong> esta exploración de la posible<br />
exist<strong>en</strong>cia de un <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong> la sala de la casa de Barragán<br />
porque evid<strong>en</strong>cia que no es posible t<strong>en</strong>er ningún<br />
tipo de interpretación de dicho concepto espacial. Por<br />
otro lado cabe aclarar que el cambio de nivel <strong>en</strong> los<br />
<strong>en</strong>gawa tradicionales japoneses es notable, ya que si<br />
existe un desnivel considerable <strong>en</strong>tre el área interior de<br />
la habitación y el área exterior donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el<br />
jardín.<br />
Resultados del<br />
análisis<br />
Como ya se vio <strong>en</strong> el análisis de la sala de la casa de Barragán<br />
no hay ningún <strong>en</strong>gawa. Lo que si se constata es<br />
que esta sala o espacio interior ha asumido ser un “espacio<br />
de transición con límites indefinidos”, como se observa<br />
Fig. 42<br />
60
<strong>en</strong> las características del espacio<br />
de la arquitectura moderna<br />
occid<strong>en</strong>tal.<br />
Otro de los aspectos<br />
que confirma que no es posible<br />
que se haya diseñado<br />
esta sala con este concepto<br />
espacial japonés, es la exist<strong>en</strong>cia<br />
de un andador, que<br />
se ubica muy próximo y paralelo<br />
al m<strong>en</strong>cionado v<strong>en</strong>tanal de la sala, g<strong>en</strong>erando una<br />
Fig. 43 Villa Imperial Katsura<br />
interfer<strong>en</strong>cia, una obstaculización y hasta un cruce de circulaciones<br />
conflictivo, pues al salir de la habitación <strong>en</strong> estudio<br />
uno se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra con él. Este andador lleva hacia la<br />
izquierda, a su taller de arquitectura, y hacia la derecha a su<br />
desayunador y cocina.<br />
Una sigui<strong>en</strong>te cuestión que no permite la interp<strong>en</strong>etración<br />
<strong>en</strong>tre el espacio interior y el exterior, por llamarlo de alguna<br />
manera, son los “límites virtuales” que se dan <strong>en</strong> esta<br />
sala, los cuáles son provocados por la pres<strong>en</strong>cia del mobiliario<br />
<strong>en</strong> la habitación, el vidrio fijo, los dos juegos de cortinas,<br />
la herrería cruciforme, así como el mismo tipo de jardín,<br />
creándose las interfer<strong>en</strong>cias y bloqueándose la posibilidad<br />
del desarrollo de un efectivo flujo espacial <strong>en</strong>tre el interior y<br />
el exterior o la exist<strong>en</strong>cia de un <strong>en</strong>gawa.<br />
El arquitecto coincide <strong>en</strong> la interacción visual <strong>en</strong>tre el<br />
interior y el exterior y con el tema específico de la comunicación<br />
de la arquitectura con la naturaleza, aunque se<br />
t<strong>en</strong>ga una idea de relación distinta con ella. En cuanto a<br />
la interpretación de esta concepción espacial, también Ba-<br />
61
62<br />
rragán coincide <strong>en</strong> el desarrollo de una misma plástica, con<br />
una misma expresión, l<strong>en</strong>guaje y elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />
propios de la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal, como es el<br />
diseño de un gran v<strong>en</strong>tanal que va de suelo a techo con<br />
vidrio y poca herrería.<br />
De los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos modernos que fueron<br />
empleados por el arquitecto para configurar sus espacios de<br />
transición, así como otros aspectos de su arquitectura, todos<br />
ellos pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> al l<strong>en</strong>guaje de la arquitectura moderna, a su<br />
geometría pura, limpia de ornam<strong>en</strong>tación, a algunas de sus<br />
composiciones ortogonales, a su gramática de planos, muros,<br />
v<strong>en</strong>tanales con vidrios translucidos, herrería cruciforme,<br />
columnas, trabes, vidrio, a su relación con la naturaleza, etc.<br />
Por otro lado, se puede afirmar que la interpretación<br />
de la arquitectura con su exterior ti<strong>en</strong><strong>en</strong> proximidad con el<br />
espacio de transición con límites indefinidos de la arquitectura<br />
moderna, la versión de Barragán ti<strong>en</strong><strong>en</strong> afinidad con<br />
las ideas de la relación de la casa con su exterior, con su<br />
<strong>en</strong>torno a la manera de Wright y Mies. Así, esta relación del<br />
interior con el exterior, de la arquitectura con la naturaleza,<br />
se experim<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la obra del arquitecto únicam<strong>en</strong>te de<br />
modo visual, a través del gran v<strong>en</strong>tanal, y de manera contemplativa,<br />
más no participativa; <strong>en</strong> Barragán esta relación<br />
es m<strong>en</strong>os directa, no hay tanto énfasis <strong>en</strong> la comunicación<br />
visual. La posibilidad de contemplar la naturaleza desde el<br />
interior, como se ha dicho, no es ni franca, ni fluida por los<br />
m<strong>en</strong>cionados “obstáculos virtuales”.<br />
Además, es importante com<strong>en</strong>tar que el arquitecto fue<br />
influ<strong>en</strong>ciado por la arquitectura moderna occid<strong>en</strong>tal, pero<br />
ha sido discreto al respecto, sobre todo <strong>en</strong> la etapa de pro-
ducción arquitectónica de su madurez profesional. Sin embargo,<br />
su concepción espacial arquitectónica ti<strong>en</strong>e difer<strong>en</strong>te<br />
orig<strong>en</strong>, ya que nace <strong>en</strong> su propia cultura, es decir, hay<br />
difer<strong>en</strong>cias estructurales de fondo y esto es es<strong>en</strong>cial para la<br />
posible aplicación del <strong>en</strong>gawa.<br />
Otra cuestión interesante que se observa <strong>en</strong> esta área<br />
<strong>en</strong> estudio, es el producto arquitectónico que arroja el sincretismo<br />
de las ideas de su arquitectura vernácula con los<br />
conceptos de la arquitectura moderna, como bi<strong>en</strong> lo expresa<br />
Frampton (Hacia un regionalismo crítico: Seis puntos<br />
para una arquitectura de resist<strong>en</strong>cia, 1998) <strong>en</strong> su teoría del<br />
“regionalismo crítico”. Se diría que sus soluciones arquitectónicas<br />
connotan la int<strong>en</strong>ción de plasmar la idiosincrasia y la<br />
cultura, <strong>en</strong>tre otros aspectos, de su país.<br />
Conclusiones:<br />
En Barragán, la hibridación <strong>en</strong> su arquitectura se da <strong>en</strong> términos<br />
de ideas prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de su <strong>en</strong>torno cultural, vernáculo,<br />
por una preocupación estética, por el empleo de soluciones<br />
arquitectónicas, constructivas, así como del uso de materiales<br />
propios de la región y, todo ello, conjugándose con los<br />
preceptos de la arquitectura moderna.<br />
Por otro lado, el análisis permitió observar que <strong>en</strong> Barragán<br />
la relación del interior con el exterior es íntima, ya que<br />
todos los recorridos llevan y acaban <strong>en</strong> sus jardines o <strong>en</strong> sus<br />
patios, no hay comunicación con el <strong>en</strong>torno urbano.<br />
Los estudios indican que <strong>en</strong> la concepción espacial de<br />
Barragán no existe ninguna influ<strong>en</strong>cia espacial arquitectónica<br />
japonesa, y que lo es<strong>en</strong>cial de dicha coincid<strong>en</strong>cia con<br />
la cultura japonesa radica <strong>en</strong> la afinidad por relacionar sus<br />
espacios interiores con sus exteriores, sus arquitecturas con la<br />
63
64<br />
naturaleza, pero que lo hace con una int<strong>en</strong>ción muy propia.<br />
Se insiste <strong>en</strong> precisar que la exist<strong>en</strong>cia de un <strong>en</strong>gawa <strong>en</strong><br />
su sala, no es real, que la posibilidad de que existiera alguno,<br />
se observa <strong>en</strong> lo expresivo, porque emplea el l<strong>en</strong>guaje y la<br />
estética de la arquitectura moderna, ya que le tocó vivir la<br />
coyuntura histórica del desarrollo de la arquitectura funcionalista<br />
y el estilo internacional <strong>en</strong> el mundo, la llegada de<br />
esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia arquitectónica europea y norteamericana<br />
a su país, adoptando y adaptando lo internacional con lo<br />
local <strong>en</strong> su arquitectura.<br />
En Barragán, la relación de la casa con el jardín interior<br />
es fundam<strong>en</strong>tal ya que la vivi<strong>en</strong>da sólo se abre a éste como<br />
única relación con el mundo exterior, ignorando prácticam<strong>en</strong>te<br />
el <strong>en</strong>torno urbano, porque toda esta resid<strong>en</strong>cia es<br />
la isla d<strong>en</strong>tro de la ciudad creada con el fin de buscar la<br />
tranquilidad, la ser<strong>en</strong>idad, el sil<strong>en</strong>cio, la relación con la naturaleza,<br />
repres<strong>en</strong>tada por su jardín, da la s<strong>en</strong>sación de estar<br />
distante y, sumado a esto, dicho jardín se pres<strong>en</strong>ta profuso,<br />
desord<strong>en</strong>ado y p<strong>en</strong>umbroso. En ese s<strong>en</strong>tido, el arquitecto<br />
mexicano, a pesar de que la arquitectura moderna desarrolla<br />
una mayor fluidez espacial con su exterior, sigue considerando<br />
a su jardín con límites, como una vista de una naturaleza<br />
que hay que <strong>en</strong>marcar y dejarla a la distancia. Esta<br />
concepción de la relación del interior con el exterior parece<br />
estar desarrollada a la manera de Mies: “un lugar desde donde<br />
se percibe, se puede observar el paisaje”. Por otro lado,<br />
como se ha dicho, se suma a esto el hecho de que el arquitecto<br />
mexicano interrumpe y obstaculiza la comunicación<br />
visual <strong>en</strong>tre el salón y el jardín, la interacción <strong>en</strong>tre el espacio<br />
interior y el espacio exterior, al colocar una serie de muebles,
cortinas al exterior de dicha área y el cruce de un andador.<br />
Otra cuestión importante a precisar es que <strong>en</strong> el análisis de<br />
esta técnica espacial se llegó al descubrimi<strong>en</strong>to de que el arquitecto<br />
ésta muy preocupado por trabajar el espacio interior, que su<br />
arquitectura es interiorista. Una apreciación interesante a destacar<br />
<strong>en</strong> este estudio es que <strong>en</strong> el desarrollo de esta interacción <strong>en</strong>tre el<br />
interior y el exterior, Barragán ti<strong>en</strong>e refer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la evolución de<br />
la liberación de planos del grupo de Stijl, de la caja de Wright y las<br />
ideas del <strong>en</strong>torno y la consideración del paisaje de Mies. Por otro<br />
lado, también es pertin<strong>en</strong>te com<strong>en</strong>tar que Barragán inclusive construye<br />
su espacio arquitectónico con ideas tanto de su arquitectura<br />
tradicional como de la arquitectura del movimi<strong>en</strong>to moderno.<br />
65
66<br />
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Fig. 23 Pauly, D. (2002). Barragán Space and Shadow, Wall and Colour<br />
Switzerland. Alemania: Birkhamser Publishers for Architecture.<br />
Fig. 28 Molina y Vedia, J., & Schere, R. (2001). Luis Barragán Paraisos<br />
paradises. España: Artes Gráficas Grupo S.A.<br />
Fig. 29 Fu<strong>en</strong>tes, C., & Zwarts, K. (2002). Luis Barragán <strong>Temas</strong> y Variaciones.<br />
Milan, Italia: Landucci Editores.<br />
Fig. 30 y 31 Architecture, G. (1997). G.A. Japón: Revised Edition.<br />
Fig. 36 González Silva, M. (2001). Luis Barragán, una pasión hecha arquitectura.<br />
México: Editorial Circulo de arte.<br />
Figs. 38 y 42 Alvaro, S., Antonio, T., & Bu<strong>en</strong>dia M., J. (1996). Barragán<br />
Obra Completa. España: Tamais Ediciones.<br />
Figs. 39, 41 Artes de México. (1999). En el mundo de Luis Barragán, México, (23).<br />
Fig. 43 Ga Gutierrez, F. (2001). La arquitectura Japonesa vista desde<br />
Occid<strong>en</strong>te. España: Guadalquivir Ediciones.<br />
67
68<br />
CONCEPTOS FUNDAMENTALES<br />
EN LA DOCENCIA DEL pROYECTO<br />
DE ARQUITECTURa
Antonio Juárez Chicote<br />
ajuarez@arquired.es<br />
Doctor Arquitecto<br />
Beca Fulbright Universidad de Columbia, Nueva York,<br />
1995-1997<br />
Profesor Titular de Proyectos Arquitectónicos <strong>en</strong> la Escuela<br />
Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de Madrid desde 2001.<br />
69
70<br />
GRADO CERO EN EL PROYECTO DE<br />
ARQUITECTURAABSTRACT<br />
El pres<strong>en</strong>te trabajo sintetiza la investigación pedagógica sobre<br />
la introducción al proyecto de arquitectura desarrollada <strong>en</strong><br />
diversas universidades europeas y<br />
americanas, y especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
la ETSAM (Escuela Técnica Superior<br />
de <strong>Arquitectura</strong>, Universidad Politécnica<br />
de Madrid), durante los<br />
últimos diez años.<br />
Los conceptos que aquí se propon<strong>en</strong><br />
son, <strong>en</strong> cierto s<strong>en</strong>tido, conceptos<br />
pre-formales, es decir, previos<br />
a cualquier disquisición o configuración<br />
concreta, y se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />
Fig. 1. Pieza de terracota con la que se desarrolló<br />
el curso Proyectos I durante la primavera<br />
de 2006, ETSAM. Ejercicio de Ismael Barros.<br />
Fig. 2. Dos ejemplos de los ejercicios del curso de<br />
Visual Training <strong>en</strong> el IIT, dirigido por Mies van der<br />
Rohe y Walter Peterhans. En el primero de ellos<br />
se trataba de dibujar una línea horizontal y una<br />
vertical de distinto grosor <strong>en</strong> un rectángulo de dim<strong>en</strong>siones<br />
dadas. El segundo consistía <strong>en</strong> trazar<br />
líneas verticales de distinto grosor. Cada uno de<br />
estos ejercicios t<strong>en</strong>ía la duración de un mes y el<br />
curso completo constaba de diez ejercicios.<br />
como conceptos básicos. Se trata<br />
de ideas tan elem<strong>en</strong>tales que <strong>en</strong><br />
muchas ocasiones han quedado<br />
fuera de la doc<strong>en</strong>cia del proyecto<br />
de arquitectura, que a m<strong>en</strong>udo fija<br />
la at<strong>en</strong>ción sobre presupuestos más<br />
concretos, vinculados directam<strong>en</strong>te<br />
a la resolución de un problema<br />
determinado. En este s<strong>en</strong>tido se habla<br />
de Grado Cero <strong>en</strong> la doc<strong>en</strong>cia<br />
de proyectos arquitectónicos.<br />
En el texto se pres<strong>en</strong>ta de<br />
modo sintético el proceso, desarrollo<br />
y conclusiones de tres cursos
(semestres) de introducción al proyecto de arquitectura desarrollados<br />
<strong>en</strong> la ETSAM con estudiantes de primer y segundo<br />
año. Dichos cursos desarrollan aspectos fundam<strong>en</strong>tales<br />
<strong>en</strong> torno al proyecto de arquitectura y se sirv<strong>en</strong>, respectivam<strong>en</strong>te,<br />
de tres objetos de refer<strong>en</strong>cia: un ladrillo de terracota,<br />
una varilla de acero y prisma de vidrio. Con dichos objetos,<br />
a través de ejercicios <strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ados, se desarrollan algunos<br />
procesos <strong>en</strong> torno a los conceptos<br />
de percepción, corporalidad,<br />
abstracción, ord<strong>en</strong>, construcción y<br />
equilibrio.<br />
Asimismo, se establec<strong>en</strong> algunas<br />
refer<strong>en</strong>cias pedagógicas como<br />
los ejercicios de adiestrami<strong>en</strong>to visual<br />
de Mies van der Rohe y Walter<br />
Peterhans <strong>en</strong> el IIT, los principios<br />
pedagógicos de Josef Albers <strong>en</strong><br />
Search versus Re-Search, la noción<br />
Fig. 3. Disposiciones de cuatro fragm<strong>en</strong>tos<br />
de terracota obt<strong>en</strong>idos mediante dos cortes<br />
a una pieza prismática de 190 x 100 x 35<br />
mm. Trabajos del curso Proyectos I durante<br />
la primavera de 2006, ETSAM. Ejercicio de<br />
Jorge González.2.jpg<br />
de equilibrio dinámico de Paul Klee<br />
y el concepto de apr<strong>en</strong>dizaje de<br />
Marcel Duchamp.<br />
Desde esas coord<strong>en</strong>adas se<br />
desarrolla un territorio de juego <strong>en</strong><br />
el que se elabora una especie de alfabeto<br />
elem<strong>en</strong>tal de la forma, que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> fase de<br />
publicación, pero aquí se adelanta lo que podríamos llamar<br />
un ‘diario diferido’ de esos cursos de proyectos.<br />
PALABRAS CLAVE: doc<strong>en</strong>cia, proyectos, percepción,<br />
corporalidad, abstracción, ord<strong>en</strong>, construcción, equilibrio.<br />
En 1965 Lancelot Law Whyte emitía un informe sobre la fi-<br />
71
losofía natural de la forma <strong>en</strong> el que se preguntaba<br />
acerca de la relación <strong>en</strong>tre las dos<br />
t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias cósmicas: una dirigida hacia el<br />
desord<strong>en</strong> mecánico (principio de <strong>en</strong>tropía)<br />
y otra hacia el ord<strong>en</strong> geométrico (visible <strong>en</strong><br />
los cristales, <strong>en</strong> las moléculas y <strong>en</strong> muchos<br />
organismos). La primera t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia nos<br />
acerca al ‘desord<strong>en</strong>’ apar<strong>en</strong>te del universo,<br />
a la desintegración <strong>en</strong>trópica de los sistemas;<br />
la segunda dirección señala hacia la<br />
Fig. 4. Disposiciones de dos fragm<strong>en</strong>tos<br />
de terracota obt<strong>en</strong>idos mediante<br />
dos cortes a una pieza de y quizás, al anhelo largam<strong>en</strong>te buscado de<br />
exactitud, precisión, calma e invariabilidad,<br />
190 x 100 x 35 mm. Curso Proyectos trasc<strong>en</strong>der el tiempo, de perdurar.<br />
I, primavera 2006, ETSAM. Ejercicio<br />
En este panorama <strong>en</strong>tre la estabilidad<br />
de Ismael Barros.<br />
geométrica y lo “informe” se inscrib<strong>en</strong> los<br />
polos <strong>en</strong>tre los que se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el proyecto de arquitectura,<br />
y también el contexto complejo y confuso de nuestra<br />
cultura.<br />
El pres<strong>en</strong>te trabajo sintetiza la investigación pedagógica<br />
sobre la introducción al proyecto de arquitectura desarrollada<br />
<strong>en</strong> diversas universidades europeas y americanas,<br />
y especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la ETSAM, durante los últimos diez años.<br />
Los conceptos que aquí se propon<strong>en</strong> son, <strong>en</strong> cierto s<strong>en</strong>tido,<br />
conceptos pre-formales, es decir, previos a cualquier disquisición<br />
o configuración concreta, y se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> como conceptos<br />
básicos. Se trata de ideas tan elem<strong>en</strong>tales que <strong>en</strong><br />
muchas ocasiones han quedado fuera de la doc<strong>en</strong>cia del<br />
proyecto de arquitectura, que a m<strong>en</strong>udo fija la at<strong>en</strong>ción sobre<br />
presupuestos más concretos, vinculados directam<strong>en</strong>te a<br />
la resolución de un problema determinado.<br />
72
A lo largo de los últimos quince años la materia ha sido el interlocutor<br />
secreto de mi trabajo. En torno a su multiforme y diverso<br />
desplegarse a lo largo del amplio campo de sus metamorfosis,<br />
y <strong>en</strong> el complejo tránsito de ida y vuelta <strong>en</strong>tre la materia y<br />
el material, he trabajado tanto <strong>en</strong> proyectos de arquitectura,<br />
como <strong>en</strong> la doc<strong>en</strong>cia, desde trabajos de investigación hasta<br />
las lecciones impartidas <strong>en</strong> diversos cursos de doctorado.<br />
Una gran parte de mi tarea doc<strong>en</strong>te se ha desarrollado<br />
con estudiantes de primeros cursos. Un reto pedagógico se<br />
abría, con los nuevos planes de estudios, al incorporar la disciplina<br />
del proyecto de arquitectura desde estos primeros años.<br />
La estructura cuatrimestral exigía un desarrollo más comprimido<br />
que los modelos doc<strong>en</strong>tes anteriores, basados <strong>en</strong> la<br />
secu<strong>en</strong>cia de cursos académicos completos. Por otra parte,<br />
los estudiantes debían apr<strong>en</strong>der a utilizar las herrami<strong>en</strong>tas<br />
elem<strong>en</strong>tales del arquitecto y, a la vez, desarrollar un conocimi<strong>en</strong>to<br />
específico disciplinar acercándose a la complejidad<br />
de la arquitectura contemporánea.<br />
L<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te, y de modo progresivo, a lo largo de experi<strong>en</strong>cias<br />
doc<strong>en</strong>tes que empezaron a desarrollarse <strong>en</strong> el año<br />
2000, fui interesándome <strong>en</strong> secu<strong>en</strong>cias de ejercicios que, concat<strong>en</strong>adas,<br />
abarcaban un proceso relativam<strong>en</strong>te complejo.<br />
La inmediatez de lo material, la incuestionable pres<strong>en</strong>cia de<br />
las cosas y de los objetos, no sólo visual sino táctil trabajaba<br />
de manera abierta a una experi<strong>en</strong>cia f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológica más<br />
amplia que lo meram<strong>en</strong>te visual, tratando de reconstruir la<br />
s<strong>en</strong>sorialidad y apoyándose <strong>en</strong> ella, se adivinaba un camino<br />
<strong>en</strong> el que percepción, acción y reflexión estaban int<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te<br />
unidas.<br />
Los primeros ejercicios que Mies van der Rohe proponía a sus<br />
73
alumnos <strong>en</strong> el curso introductorio de<br />
arquitectura titulado Adiestrami<strong>en</strong>to visual<br />
consistían <strong>en</strong> trazar líneas paralelas<br />
o perp<strong>en</strong>diculares de distinto grosor <strong>en</strong><br />
un rectángulo dado; me sugirió, de manera<br />
incipi<strong>en</strong>te, el trabajo con una pieza<br />
de terracota, de dim<strong>en</strong>siones fijas,<br />
<strong>en</strong> la que, mediante cortes y movimi<strong>en</strong>tos,<br />
aparecían espacios pot<strong>en</strong>ciales de<br />
distinta int<strong>en</strong>sidad.<br />
La carga simbólica que relaciona<br />
al prisma de terracota con el<br />
ladrillo, aún si cabe, <strong>en</strong> un estadio<br />
previo, blando, susceptible de deformación,<br />
lo convertían <strong>en</strong> un material<br />
altam<strong>en</strong>te atractivo con el que trabajar.<br />
El prisma de terracota, con un número<br />
mínimo de cortes y el mero desplazami<strong>en</strong>to<br />
de los fragm<strong>en</strong>tos, sugería<br />
un modo elem<strong>en</strong>tal de reflexionar sobre<br />
el espacio y la dim<strong>en</strong>sión táctil,<br />
inmediata, del espacio <strong>en</strong>tre los dedos.<br />
Los textos pedagógicos de Josef Albers<br />
como Search versus Re-Search<br />
(Albers, 1969), con aquel sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te Uno más uno tres y<br />
más: Hechos fácticos y hechos reales (1965) sirvieron para<br />
contextualizar pedagógicam<strong>en</strong>te el nacimi<strong>en</strong>to de esa<br />
‘realidad intermedia’ <strong>en</strong>tre las cosas: el espacio.<br />
Fig. 5. Josef Albers <strong>en</strong> 1968 explicando los<br />
principios de percepción visual.<br />
Fig. 6. Prisma hueco de vidrio utilizado<br />
para el curso Proyectos III durante el otoño<br />
de 2006. Al repres<strong>en</strong>tar con precisión el<br />
objeto se registran situaciones difer<strong>en</strong>tes<br />
de la relación <strong>en</strong>tre ll<strong>en</strong>o y vacío inicialm<strong>en</strong>te<br />
inesperadas. Ejercicios de Sergio<br />
Cruz y Julio Crespo.<br />
74
“No existe comunicación verbal<br />
si no exist<strong>en</strong> previam<strong>en</strong>te<br />
sonidos con significado. De<br />
manera similar no hay escritura<br />
sin alfabeto. Por la misma razón<br />
no hay formulación visual<br />
si no hay articulación visual.”<br />
(Albers, “G<strong>en</strong>eral Education<br />
and Art Education: Possesive<br />
or Productive”, 1969, pág. 9).<br />
Josef Albers alude <strong>en</strong> sus<br />
escritos pedagógicos a un alfabeto,<br />
que ha de articular el<br />
l<strong>en</strong>guaje visual y sin el cual no<br />
es posible el desarrollo personal<br />
del estudiante. La escueta<br />
manipulación del prisma de<br />
terracota mediante cortes y<br />
desplazami<strong>en</strong>tos suponía un<br />
int<strong>en</strong>to de acercarnos a un alfabeto<br />
elem<strong>en</strong>tal.<br />
Este ejercicio, que tuvo la duración<br />
de seis semanas, abrió<br />
la posibilidad de establecer<br />
una secu<strong>en</strong>cia de nuevos trabajos<br />
parti<strong>en</strong>do de un objeto<br />
que tuviera la duración total<br />
de un cuatrimestre. De esta<br />
Fig. 7. Envolv<strong>en</strong>te espacial y corporalidad. Ejercicio<br />
realizado con dos varillas de acero de 6 m.<br />
de longitud y 6 mm. de diámetro. Pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te<br />
al curso Proyectos II que tuvo lugar <strong>en</strong> la ETSAM<br />
durante la primavera de 2007 <strong>en</strong> el que se trabajó<br />
exclusivam<strong>en</strong>te con alambre de acero. Ejercicio<br />
de Laura Reca.<br />
Fig. 8. Secu<strong>en</strong>cia de relaciones de una varilla de alambre<br />
plegada y la mano que las sosti<strong>en</strong>e. Curso Proyectos<br />
II, primavera de 2007. Ejercicio de Laura Reca.<br />
manera, a lo largo de dos cursos cuatrimestrales, hubo ocasión<br />
de trabajar de manera sistemática con distintos mate-<br />
75
iales. Uno de ellos, dúctil –alambre de acero– y otro frágil<br />
–cristal– sirvieron de apoyatura para la exploración de la<br />
materia, el espacio y la construcción.<br />
Percepción<br />
Todo lo que registran nuestros s<strong>en</strong>tidos nos abre a la experi<strong>en</strong>cia<br />
s<strong>en</strong>sorial del mundo. La modernidad ha reivindicado<br />
una primacía de la visión, que ha dejado de lado otras dim<strong>en</strong>siones<br />
de vital importancia <strong>en</strong> el arte y la arquitectura,<br />
por ejemplo, la táctil. Nuestras manos al deslizarse por una<br />
pared, al recorrer el tronco o las ramas de un árbol, al hundirse<br />
<strong>en</strong> el agua de una fu<strong>en</strong>te y buscar su fondo, al plegar<br />
o arrugar un papel, al llamar a una puerta, al correr una<br />
cortina o al deslizarse sobre<br />
la superficie de un tablero de<br />
dibujo, como aquella mesa<br />
blanca inm<strong>en</strong>sa que marcó el<br />
recuerdo de Alvar Aalto <strong>en</strong> su<br />
niñez, –y no sólo nuestras manos,<br />
sino todo nuestro cuerpo,<br />
por ejemplo, al tumbarse <strong>en</strong><br />
la playa– se abr<strong>en</strong> a dim<strong>en</strong>siones<br />
fundam<strong>en</strong>tales de la<br />
arquitectura, que no radican<br />
solam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la visión.<br />
El abanico de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />
que el mundo nos pres<strong>en</strong>ta es<br />
Fig. 9. Proceso de trabajo sobre la casa<br />
Garau-Agusti de Enric Miralles: dibujo, maqueta<br />
conceptual y maqueta de alambre.<br />
Ejercicio de Nevada T<strong>en</strong>dillo.<br />
sumam<strong>en</strong>te complejo. Nuestra<br />
esperanza <strong>en</strong> compr<strong>en</strong>derlo<br />
estriba <strong>en</strong> la capacidad<br />
de percibir, poliédricam<strong>en</strong>te,<br />
76
integradoram<strong>en</strong>te, impresiones fragm<strong>en</strong>tarias.<br />
Nuestra capacidad de síntesis nos posibilita<br />
para integrar poco a poco la complejidad. Las<br />
imág<strong>en</strong>es de las cosas se obti<strong>en</strong><strong>en</strong> restituy<strong>en</strong>do<br />
una totalidad que no se ve de golpe, y el<br />
ejercicio sucesivo de análisis y síntesis, de separación<br />
e integración de datos obt<strong>en</strong>idos por<br />
los s<strong>en</strong>tidos, nos permite alcanzar una imag<strong>en</strong><br />
del mundo válida para nuestra interacción con<br />
él. Sucesivos ciclos de desmembración y unión<br />
t<strong>en</strong>san el arco de nuestra percepción del mundo<br />
como ‘constructo’, universo construido, <strong>en</strong>samblado,<br />
articulado, más o m<strong>en</strong>os trabado,<br />
<strong>en</strong>tre el azar y la necesidad.<br />
La costumbre, las palabras y los conceptos<br />
erosionan fácilm<strong>en</strong>te nuestra percepción.<br />
El ejercicio de describir lo que vemos no es trivial.<br />
Precisar <strong>en</strong> una descripción lo que t<strong>en</strong>emos<br />
ante nuestros ojos nos obliga a olvidar por un<br />
mom<strong>en</strong>to lo que sabemos y at<strong>en</strong>ernos exclusivam<strong>en</strong>te<br />
a lo que estamos vi<strong>en</strong>do. La escueta<br />
disciplina de ver y nombrar con precisión lo<br />
que se ve, exige un adiestrami<strong>en</strong>to exig<strong>en</strong>te y<br />
permite dejar espacio a la percepción desnuda.<br />
El trabajo com<strong>en</strong>zaba con la observación<br />
precisa de los objetos y de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os que<br />
estos g<strong>en</strong>eraban. De esta manera, la más leve<br />
irregularidad se muestra como algo verdaderam<strong>en</strong>te<br />
significativo y permite tomar conci<strong>en</strong>cia<br />
de lo singular.<br />
Fig. 10. Proceso de rotura<br />
de prisma de vidrio y ord<strong>en</strong>ación<br />
elem<strong>en</strong>tal de las<br />
piezas. Ejercicios de Laura<br />
Alonso y Julio Crespo.<br />
Fig. 11. Sistemas de ord<strong>en</strong>.<br />
Ejercicios de Tania García-Albertos<br />
y María Feliciana<br />
Fernández.<br />
77
78<br />
Este ejercicio exigía también someter a los objetos a <strong>en</strong>sayos sobre<br />
su peso, geometría, comportami<strong>en</strong>to ante la luz, vibración e<br />
interacción con los demás objetos o con el propio cuerpo.<br />
Esta aproximación posibilitaba un ejercicio de repres<strong>en</strong>tación<br />
rigurosa, donde la precisión era la llave para iniciar ciclos sucesivos<br />
de percepción, acción, repres<strong>en</strong>tación y reflexión.<br />
Corporalidad<br />
“La arquitectura se pi<strong>en</strong>sa con la cabeza y se si<strong>en</strong>te con los<br />
pies <strong>en</strong> el suelo” resumió <strong>en</strong> cierta ocasión Carme Pinós. Esta<br />
frase resumía de manera int<strong>en</strong>sa que el conocimi<strong>en</strong>to de<br />
la arquitectura comi<strong>en</strong>za desde nuestro propio cuerpo. Es<br />
desde nuestra piel desde donde empezamos a explorar el<br />
mundo, desde la ext<strong>en</strong>sión de nuestro cuerpo.<br />
Prueba de ello es nuestra experi<strong>en</strong>cia de medir la ext<strong>en</strong>sión<br />
de las cosas con nuestras manos, o con nuestros pies,<br />
con palmos o pasos.<br />
Algunos ejercicios iban dirigidos fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te a la restitución<br />
de esta s<strong>en</strong>sorialidad primaria del espacio. La relación<br />
elem<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> un alambre plegado <strong>en</strong>tre el punto de<br />
pliegue y el punto de contacto con la mano g<strong>en</strong>eraba ya,<br />
de una manera sistemática, un conjunto de registros de la<br />
relación del cuerpo con los objetos <strong>en</strong> el espacio.<br />
Abstracción<br />
Uno de los cursos se realizó utilizando exclusivam<strong>en</strong>te alambre<br />
de acero. Esa condición posibilitó un trabajo de interés<br />
significativo: la síntesis espacial con trayectorias espaciales,<br />
<strong>en</strong> definitiva, dibujar <strong>en</strong> el aire.<br />
Parti<strong>en</strong>do de proyectos relativam<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>cillos como la<br />
casa del futuro de Alison y Peter Smithson, el edificio de oficinas<br />
Sarphatistraat <strong>en</strong> Ámsterdam o la casa Garau-Agusti
de Enric Miralles se desarrollaron maquetas progresivam<strong>en</strong>te<br />
simplificadas hasta sintetizarlas con trayectorias de alambre.<br />
Este grado de abstracción <strong>en</strong> torno a un proyecto de arquitectura<br />
posibilitó <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que el problema de la repres<strong>en</strong>tación<br />
es un problema de grados o niveles sucesivos y que<br />
un mismo proyecto se puede “dibujar” espacialm<strong>en</strong>te con<br />
distintos materiales y, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de los mismos –ya sean<br />
cartones o alambres– se están estableci<strong>en</strong>do distintos grados<br />
de “cercanía” con el modelo, <strong>en</strong> definitiva, de abstracción.<br />
Ord<strong>en</strong><br />
Un problema sustancial <strong>en</strong> el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de una obra, sea<br />
de la naturaleza que sea, es la relación <strong>en</strong>tre el todo y el fragm<strong>en</strong>to.<br />
Hay obras int<strong>en</strong>sas <strong>en</strong> las que el fragm<strong>en</strong>to conti<strong>en</strong>e<br />
el germ<strong>en</strong> de la totalidad. Por ejemplo, <strong>en</strong> la arquitectura de<br />
Mies van der Rohe, el fragm<strong>en</strong>to <strong>en</strong>cierra<br />
las claves de su modo de p<strong>en</strong>sar y de<br />
construir. Al trabajar con piezas de terracota,<br />
o de un prisma de vidrio, el refer<strong>en</strong>te<br />
del objeto de trabajo presidía modos diversos<br />
de p<strong>en</strong>sar. La cercanía o distancia<br />
respecto del modelo de orig<strong>en</strong> suponían<br />
posicionami<strong>en</strong>tos diversos <strong>en</strong> torno a la<br />
unidad o fragm<strong>en</strong>tación de una nueva<br />
obra y abrían maneras distintas de ord<strong>en</strong>ar<br />
piezas heterogéneas.<br />
Estas posiciones <strong>en</strong>tre el todo y las partes<br />
remitían a procesos de construcción<br />
o destrucción, de ord<strong>en</strong> o desord<strong>en</strong>, de<br />
estabilidad o desintegración. Estos procesos<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sus leyes y la at<strong>en</strong>ción a los<br />
Fig. 12. Sistemas de ord<strong>en</strong> y apilami<strong>en</strong>to.<br />
Ejercicios de Laura<br />
Alonso y Mercedes Luz.<br />
79
mismos abre aspectos fundam<strong>en</strong>tales<br />
del mundo de la construcción.<br />
Entre los extremos m<strong>en</strong>cionados, la estabilidad<br />
y la desintegración, la geometría<br />
elem<strong>en</strong>tal y lo ‘informe’ se abre el inm<strong>en</strong>so<br />
territorio del proyecto de arquitectura,<br />
el concepto de ord<strong>en</strong> es fundam<strong>en</strong>tal. A<br />
este respecto ya adelantó Rudolph Arnheim<br />
(1971) <strong>en</strong> “Arte y <strong>en</strong>tropía” que el<br />
ord<strong>en</strong> existe hasta <strong>en</strong> los procesos más<br />
complejos.<br />
Algunos problemas clave de la s<strong>en</strong>sibilidad<br />
de nuestro tiempo se inscrib<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
las fronteras difusas <strong>en</strong>tre el ord<strong>en</strong> y el<br />
Fig. 13. Marcel Duchamp, Marcel<br />
Duchamp, Avoir l’appr<strong>en</strong>ti dans le<br />
desord<strong>en</strong>. El adiestrami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la percepción<br />
de niveles sucesivos de ‘ord<strong>en</strong>’,<br />
soleil, 1914.<br />
y <strong>en</strong> su articulación física, visual, constructiva<br />
y funcional es de vital importancia para construir<br />
las bases de la doc<strong>en</strong>cia del proyecto de arquitectura.<br />
Uno de los retos más importantes a los que hoy se<br />
<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta la doc<strong>en</strong>cia del proyecto de arquitectura es articular<br />
los ámbitos complejos <strong>en</strong> los que se inserta nuestra<br />
disciplina. Los problemas de hoy necesitan una respuesta<br />
que vaya más allá de la inm<strong>en</strong>sa proliferación formal<br />
que atraviesa los cauces de la comunicación y de nuestra<br />
cultura, que reclama ‘nuevas formas’. Max Bill lo resumía<br />
hace ya medio siglo con unas palabras que pued<strong>en</strong><br />
ser dichas <strong>en</strong> nuestros días:<br />
“Más que nunca, hoy nos <strong>en</strong>contramos ante el comi<strong>en</strong>zo<br />
de una nueva época. Debemos volver a revisar,<br />
Fig. 14. Paul Klee,<br />
The Tightrope<br />
Walker, 1923.<br />
80
a estudiar y a elaborarlo todo. En principio, esto ti<strong>en</strong>e apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
poco que ver con la arquitectura <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida<br />
como arte, pero quizá el gran arte consista justo <strong>en</strong> la rigurosa<br />
limitación a lo es<strong>en</strong>cial.” (1955, págs. 335-338)<br />
Construcción<br />
Podemos <strong>en</strong>contrar múltiples <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tos de la palabra<br />
‘construcción’. Unos v<strong>en</strong>drían de la mano de aquellos arquitectos<br />
o ing<strong>en</strong>ieros que han hecho del acto de construir<br />
una filosofía, pues para ellos ‘construir’ ha llevado consigo<br />
una manera de estar <strong>en</strong> el mundo. Vitruvio, Viollet-le-Duc,<br />
Behr<strong>en</strong>s, o Mies van der Rohe podrían darnos aproximaciones<br />
altam<strong>en</strong>te precisas y matizadas de la noción de ‘construir’.<br />
Esto nos llevaría de la mano a un <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de la<br />
noción de ‘técnica’ (techné) que, desde Grecia, ha v<strong>en</strong>ido<br />
cargada de s<strong>en</strong>tido para la arquitectura: la construcción<br />
es el proceso <strong>en</strong> el que, por medio de la técnica, las cosas<br />
aparec<strong>en</strong> (aletheia), se hac<strong>en</strong> claras, inteligibles.<br />
El arquitecto es, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, ante todo, un constructor,<br />
algui<strong>en</strong> cuyo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to del mundo se establece desde<br />
la actitud básica y es<strong>en</strong>cial de <strong>en</strong>samblar partes, levantar<br />
o erigir estructuras, que es, <strong>en</strong> el fondo, una manera de vivir<br />
haci<strong>en</strong>do inteligible el mundo y, desde esa claridad, interv<strong>en</strong>ir<br />
<strong>en</strong> él y transformarlo.<br />
Habría, sin embargo, otra visión, quizás m<strong>en</strong>os apoyada<br />
<strong>en</strong> lo disciplinar, pero no por ello m<strong>en</strong>os válida pedagógicam<strong>en</strong>te.<br />
Ésta sería la que nos vi<strong>en</strong>e desde el significado más<br />
g<strong>en</strong>eral del término ‘construir’: “ord<strong>en</strong>ar y <strong>en</strong>lazar”.<br />
Desde este significado, quizás más inmediato, se sugiere<br />
de manera abierta algo de gran interés pedagógico: la reflexión<br />
sobre los modos de establecer ord<strong>en</strong> y los modos de<br />
81
82<br />
establecer vínculos, <strong>en</strong>trelazami<strong>en</strong>tos o trabazones, abre un<br />
arco inm<strong>en</strong>so <strong>en</strong> torno a concepto de ‘construir’.<br />
En los ejercicios aquí expuestos, desarrollados con los estudiantes,<br />
<strong>en</strong> especial el realizado con el prisma hueco de<br />
vidrio, se abordaron difer<strong>en</strong>tes modos de ord<strong>en</strong>ar y <strong>en</strong>lazar<br />
piezas materiales. En cierto s<strong>en</strong>tido se podría decir que cada<br />
estudiante desarrollaba una o varias maneras de ‘construir’,<br />
como si de un alfabeto elem<strong>en</strong>tal se tratase. Desde el mero<br />
apilami<strong>en</strong>to de las piezas, donde sólo el peso traba las piezas,<br />
hasta situaciones <strong>en</strong> las que un material interpuesto sirve de<br />
conector o vínculo <strong>en</strong>tre las partes. En este s<strong>en</strong>tido, se puede<br />
decir, que se han desarrollado aproximaciones táctiles a la<br />
noción de construir, más que conceptuales.<br />
Equilibrio<br />
La noción de equilibrio va mucho más allá del mero s<strong>en</strong>tido<br />
del movimi<strong>en</strong>to o del reposo. El equilibrio supone, para<br />
un sistema o una estructura, una t<strong>en</strong>sión dinámica, es decir,<br />
un estado de comp<strong>en</strong>sación de fuerzas. Esto podría darse a<br />
varios niveles: térmico, dinámico, electromagnético o gravitatorio,<br />
<strong>en</strong>tre otros.<br />
Cualquier acción <strong>en</strong> el medio físico supone la alteración del<br />
sistema y nos invita a la búsqueda de una restitución del equilibrio<br />
inicial. Un proyecto, <strong>en</strong> sí mismo, conlleva la exist<strong>en</strong>cia<br />
de un sistema de fuerzas, que más allá de salvaguardar su<br />
estabilidad, verticalidad, o reposo, nos exige at<strong>en</strong>ción a su totalidad,<br />
a cómo <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de condiciones diversas –e incluso<br />
contrarias– el sistema restituye las condiciones de partida.<br />
Las piezas de Calder, más allá de una visión estática de las<br />
mismas, manifiestan que una alteración local g<strong>en</strong>era una<br />
multiplicidad de ajustes y oscilaciones, a través de las cua-
les el sistema se reconfigura l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te buscando una nueva<br />
situación de equilibrio. Nuestra experi<strong>en</strong>cia del equilibrio<br />
guarda también memoria de estas oscilaciones y t<strong>en</strong>emos<br />
la idea de que el equilibrio es una conquista, que se produce<br />
a través de un proceso de sutiles alteraciones. Nuestra<br />
m<strong>en</strong>te restituye esas alteraciones tratando de anticipar las<br />
condiciones de equilibrio que evitarían el colapso.<br />
Es como si el proceso –bi<strong>en</strong> conocido– de ruptura, posibilitara<br />
imaginar alternativas a la pérdida del equilibrio, como si<br />
la experi<strong>en</strong>cia del fallo, del error, guardara secretam<strong>en</strong>te las<br />
claves de un acierto no previsible.<br />
Esta aproximación a la forma desde la condición armónica<br />
<strong>en</strong> medio de t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tadas, nos hace asomarnos<br />
también a uno de los dilemas del proyecto, el riesgo, av<strong>en</strong>turado<br />
y voluntario que se quiere correr <strong>en</strong> el proceso de creación.<br />
El equilibrista de Klee o el ciclista de Duchamp –un apr<strong>en</strong>diz<br />
conc<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> su int<strong>en</strong>sa tarea fr<strong>en</strong>te al vacío– nos abr<strong>en</strong> la<br />
mirada a situaciones <strong>en</strong> el filo de la navaja, equilibrios delicados,<br />
milagrosos, que se sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> desde esa humilde condición<br />
que todo apr<strong>en</strong>dizaje lleva consigo, conquistando metas sucesivas,<br />
siempre provisionales, condiciones de equilibrio transitorias<br />
<strong>en</strong> t<strong>en</strong>sión hacia una búsqueda siempre abierta.<br />
83
84<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
Albers, J. (1969). “G<strong>en</strong>eral Education and Art Education: Possesive or Productive”.<br />
En Search Versus Re-Search. Connecticut: Trinity Collage Press.<br />
Albers, J. (1969). Search versus Re-search. Connecticut: Trinity College<br />
Press, Hartfort.<br />
Arnheim, R. (1971). Entropy and Art. Californi: University of California.<br />
Bill, M. (Noviembre de 1955). “Sobre el estado actual del arte de construir”.<br />
Architectural Design , 335-338.<br />
Proced<strong>en</strong>cia de las imág<strong>en</strong>es:<br />
Figs. 1, libro: JUÁREZ, Antonio, Exploración con la materia. Grado cero<br />
<strong>en</strong> el proyecto de arquitectura. (<strong>en</strong> impr<strong>en</strong>ta).<br />
Fig. 2, los ejercicios del curso de Visual Training <strong>en</strong> el IIT, dirigido por Mies<br />
van der Rohe y Walter Peterhans.<br />
Fig. 3, 4, 5, libro: JUÁREZ, Antonio, “Exploración con la materia. Grado<br />
cero <strong>en</strong> el proyecto de arquitectura”.<br />
Fig. 6, Anni Albers Foundation Collection, fotografías de H<strong>en</strong>ri Cartier-Bresson.<br />
Fig. 7, 8, 9, 10, 11, 12, libro: JUÁREZ, Antonio, “Exploración con la materia.<br />
Grado cero <strong>en</strong> el proyecto de arquitectura”.<br />
Fig. 13. Marcel Duchamp, Marcel Duchamp, Avoir l’appr<strong>en</strong>ti dans le<br />
soleil, 1914.<br />
Fig. 14. Paul Klee, The Tightrope Walker, 1923.
<strong>Arquitectura</strong> dúctil,<br />
por el Mtro. <strong>en</strong> Diseño<br />
Arquitectónico Maximiliano<br />
Hurtado Mireles<br />
85
86<br />
B<strong>en</strong>emérita Universidad Autónoma de Puebla<br />
Facultad de <strong>Arquitectura</strong><br />
ARQUITECTURA DÚCTIL<br />
La arquitectura dúctil es personalizada, fácilm<strong>en</strong>te maleable,<br />
transformable, acomodadiza, mutable, de flexible<br />
condición y condesc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te con el ciclo vital de la naturaleza,<br />
se adapta a su <strong>en</strong>torno natural, social, cultural, estético,<br />
filosófico y tecnológico para satisfacer las necesidades<br />
ambi<strong>en</strong>tales, físicas y psíquicas del ser humano.<br />
Arq. Maximiliano Hurtado Mireles<br />
Correo electrónico: maximiliano.hurtado@farqui.buap.mx<br />
Teléfono celular: 2229-65-1230<br />
Grado Académico: Lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> y<br />
Maestría <strong>en</strong> Diseño Arquitectónico por la FABUAP<br />
Torres García, Elizabeth<br />
COLABORADORA<br />
Correo electrónico: eliztg_7@hotmail.com<br />
Teléfono celular: 2224-25-0678<br />
Grado Académico: Lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong> Química Farmacobióloga<br />
por la BUAP y Maestría <strong>en</strong> Doc<strong>en</strong>cia Universitaria por la<br />
Universidad Iberoamericana
Introducción<br />
El pres<strong>en</strong>te texto int<strong>en</strong>ta la búsqueda de alternativas para<br />
la arquitectura y su <strong>en</strong>torno natural que es la biosfera. Una<br />
biosfera que manifiesta ya síntomas de deterioro por las actividades<br />
humanas sin planificación conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te para su<br />
preservación y del ser humano y una arquitectura que se ve<br />
desintegrada de la naturaleza saturando de manera inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te<br />
la superficie terrestre increm<strong>en</strong>tando su deterioro.<br />
No se busca respetar la naturaleza ni que la naturaleza<br />
respete al ser humano, se trata de g<strong>en</strong>erar un nuevo paradigma<br />
arquitectónico dúctil que concilie el espacio natural<br />
formado <strong>en</strong> procesos que tardan siglos, y el hábitat humano;<br />
para satisfacer las necesidades de ambos, considerando las<br />
conting<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el proceso de vida de forma más armónica<br />
y crear conci<strong>en</strong>cia de que, el ser humano, es un integrante<br />
más de la biosfera con la responsabilidad de administrarla y<br />
lograr b<strong>en</strong>eficios duraderos para la ecología. Debemos <strong>en</strong>contrar<br />
los motivos que nos llev<strong>en</strong> a revalorar la naturaleza<br />
como el marco básico de la habitación del ser humano sin<br />
increm<strong>en</strong>tar el deterioro del ciclo vital y lograr integrarla a la<br />
arquitectura y viceversa.<br />
El nuevo paradigma arquitectónico dúctil se refiere a la<br />
capacidad de los edificios para transformarse <strong>en</strong> el lapso<br />
de su vida útil y dar cabida a los cambios substanciales que<br />
requiere el ser humano respecto a sus necesidades de tipo<br />
ambi<strong>en</strong>tal, funcional y psíquico, y la naturaleza con materiales<br />
de reúso y biodegradables. Estos cambios deb<strong>en</strong> apoyarse<br />
<strong>en</strong> una tecnología que aporte los avances de punta, con<br />
piezas prefabricadas especiales que sean flexibles, ligeras,<br />
maleables, convertibles, durables, expansibles y desmon-<br />
87
88<br />
tables, para proponer una arquitectura movible y personalizada,<br />
de bajo costo y mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, y que increm<strong>en</strong>te<br />
notablem<strong>en</strong>te la calidad del espacio y su <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, y que<br />
concilie las leyes naturales, sociales, culturales, estéticas, filosóficas<br />
y tecnológicas sin contribuir al desequilibrio del ciclo<br />
vital de la naturaleza, y permita que la forma arquitectónica<br />
sea el producto lógico de todos los refer<strong>en</strong>tes, incluy<strong>en</strong>do<br />
de manera consist<strong>en</strong>te, a la naturaleza.<br />
Las circunstancias de una naturaleza deprimida por la<br />
acción desmedida del hombre, y una arquitectura disociada<br />
de su <strong>en</strong>torno natural, creando problemas como la deforestación,<br />
las inundaciones, el cambio del clima, la escasez<br />
de agua y hambrunas, la desertificación, <strong>en</strong>tre muchos<br />
otros, están si<strong>en</strong>do una influ<strong>en</strong>cia decisiva <strong>en</strong> los derroteros<br />
de la humanidad. Actualm<strong>en</strong>te el ser humano se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
<strong>en</strong> una búsqueda constante de alternativas sust<strong>en</strong>tables<br />
que amortigü<strong>en</strong> los efectos de la naturaleza sobre el hombre<br />
y, aunque exist<strong>en</strong> muchas propuestas donde se priorizan<br />
las condiciones ambi<strong>en</strong>tales por ejemplo: el mimetizar formas,<br />
trabajar con <strong>en</strong>ergías alternativas, arquitectura donde<br />
se muev<strong>en</strong> algunos de sus elem<strong>en</strong>tos, o con formas de árbol,<br />
<strong>en</strong>tre otras, no son aún sufici<strong>en</strong>tes.<br />
En el pres<strong>en</strong>te estudio se propone un nuevo paradigma<br />
arquitectónico dúctil que ti<strong>en</strong>e movilidad y se transforma<br />
para conciliar el hábitat humano con la naturaleza.
¿Por qué g<strong>en</strong>erar un nuevo<br />
paradigma arquitectónico?<br />
La arquitectura es ya un riesgo<br />
para la superviv<strong>en</strong>cia.<br />
A lo largo de la historia<br />
de la humanidad<br />
es notable la depredación<br />
que el propio<br />
hombre ha hecho del<br />
planeta. En nombre<br />
del avance de la civilización<br />
y la tecnología,<br />
se han desplazado<br />
bosques por la construcción<br />
de ciudades<br />
que nada o poco ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
que ver con la<br />
naturaleza, se han desviado ríos, secado lagunas, contaminado<br />
ext<strong>en</strong>sas áreas de terr<strong>en</strong>o y mantos acuíferos con rell<strong>en</strong>os<br />
sanitarios, los litorales y sus riquezas de coral han sido<br />
degradados, etc. El ser humano ha dejado que sus ambiciones,<br />
su ignorancia y sus intereses particulares increm<strong>en</strong>t<strong>en</strong><br />
peligrosam<strong>en</strong>te el deterioro de su ciclo vital.<br />
Entre otras muchas actividades, con la arquitectura se<br />
ha contribuido, <strong>en</strong> gran medida, al deterioro mayor del medio<br />
ambi<strong>en</strong>te y se ha convertido <strong>en</strong> un riesgo para la superviv<strong>en</strong>cia.<br />
Las formas creadas por la naturaleza no han sido<br />
respetadas ni integradas al diseño de la arquitectura y de las<br />
ciudades o viceversa “…hemos confundido cada vez más<br />
<strong>en</strong> este siglo, la arquitectura con la mera construcción banal<br />
89
90<br />
de sólidos, con edificar sin más, sin mayor s<strong>en</strong>tido, y ll<strong>en</strong>ar así<br />
el vacío o ir destruy<strong>en</strong>do la naturaleza de las cosas, del paisaje…”<br />
(Rojas Garcidueñas, 1997).<br />
La arquitectura <strong>en</strong>capsula el espacio y lo separa de la<br />
naturaleza, del paisaje, haci<strong>en</strong>do aun mayor la disociación<br />
<strong>en</strong>tre espacio abierto y cerrado. El espacio abierto queda<br />
afuera, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la arquitectura construida y el espacio<br />
cerrado permanece aislado de la naturaleza. No hay<br />
una conciliación y equilibrio <strong>en</strong>tre el hábitat humano y la<br />
naturaleza, si<strong>en</strong>do que, la naturaleza, es el marco básico de<br />
la habitación del ser humano, y al no ser considerada <strong>en</strong> un<br />
s<strong>en</strong>tido más amplio para el diseño del espacio arquitectónico,<br />
modifica el proyecto y, <strong>en</strong> situaciones límite, la propia<br />
naturaleza se ve modificada hasta el extremo de ser devastada<br />
por la misma arquitectura.<br />
La naturaleza es pues, la constante que <strong>en</strong>marca todas<br />
las acciones humanas pero, de manera inexplicable, el ser<br />
humano no utiliza la totalidad de los elem<strong>en</strong>tos de la naturaleza<br />
que ti<strong>en</strong>e a su alcance para afectar el espacio de manera<br />
conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te y equilibrada, desde su <strong>en</strong>torno inmediato<br />
horizontal, con los vacíos que le provee la misma naturaleza<br />
de los ríos, las montañas y la vegetación, la luz solar, el vi<strong>en</strong>to<br />
o la lluvia, hasta su <strong>en</strong>torno mediato vertical que son los refer<strong>en</strong>tes<br />
con los que guarda una relación visual más allá de la<br />
biosfera como las estrellas, la noche, la luna, los efectos de luz<br />
celeste, etc., por lo que la naturaleza no participa de manera<br />
definitiva <strong>en</strong> la configuración de la forma arquitectónica, ésta<br />
es, <strong>en</strong> la mayoría de los casos, autónoma a la naturaleza. Si la<br />
forma no es la conclusión de un proceso donde se consider<strong>en</strong><br />
todos los elem<strong>en</strong>tos involucrados animados e inanimados,
<strong>en</strong>tonces la forma arquitectónica es un capricho.<br />
Es indisp<strong>en</strong>sable crear un nuevo paradigma arquitectónico<br />
que, con carácter dúctil, concilie el hábitat humano con la naturaleza<br />
de manera que mant<strong>en</strong>gan una conviv<strong>en</strong>cia más armónica<br />
y equilibrada. Ocupa un papel trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal la tecnología,<br />
para adaptar el espacio, conciliando los intereses de ambos.<br />
El desafío de buscar soluciones dúctiles<br />
y personalizadas es la realidad<br />
proced<strong>en</strong>te del siglo XXI.<br />
Los avances <strong>en</strong> el diseño y construcción de automóviles,<br />
barcos y aviones con nuevos materiales y procesos han disminuido<br />
los tiempos de fabricación, sus costos, residuos de<br />
producción y mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, mi<strong>en</strong>tras que la calidad del espacio<br />
ha aum<strong>en</strong>tado expon<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te. En estos campos,<br />
el ing<strong>en</strong>iero de procesos ha triunfado ext<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do su interés<br />
desde el mismo proceso de diseño hasta prever su vida útil,<br />
pasando por la implem<strong>en</strong>tación de<br />
nuevas tecnologías, mi<strong>en</strong>tras que<br />
<strong>en</strong> la construcción, el arquitecto<br />
continúa usando, es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te,<br />
los mismos procesos constructivos<br />
del pasado.<br />
Es inmin<strong>en</strong>te la necesidad de que<br />
la industrialización interv<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> la<br />
construcción, no vista como la producción<br />
<strong>en</strong> masa del siglo veinte,<br />
sino como la participación de la<br />
producción industrial <strong>en</strong> la adaptación<br />
de la alta tecnología <strong>en</strong> los<br />
edificios con la finalidad de llevar a<br />
El desafío de buscar soluciones dúctiles y<br />
personalizadas es la realidad proced<strong>en</strong>te del<br />
siglo XXI.<br />
91
92<br />
la arquitectura las v<strong>en</strong>tajas de los avances ci<strong>en</strong>tíficos y tecnológicos<br />
a favor de la integración y confort del hábitat humano<br />
y la naturaleza, y participe <strong>en</strong> la transformación de la arquitectura<br />
natural y construida con elem<strong>en</strong>tos prefabricados específicos<br />
y apoye la formulación de un paradigma arquitectónico<br />
más personalizado y dúctil.<br />
La arquitectura es un acto natural del<br />
ser humano.<br />
El hombre, al hacer arquitectura, busca adaptar el espacio<br />
<strong>en</strong> forma óptima a las necesidades psíquicas y físicas del ser<br />
humano ya que no puede vivir sin protección del medio ambi<strong>en</strong>te,<br />
de los animales salvajes ni<br />
del mismo ser humano, su proceso<br />
de producción arquitectónica está<br />
ori<strong>en</strong>tado por la cultura particular<br />
de cada región del mundo, por las<br />
características de su clima, la pres<strong>en</strong>cia<br />
de materiales <strong>en</strong> la región, su<br />
contexto físico natural, su historia, su<br />
filosofía, sus conceptos de belleza,<br />
su tecnología y el modo de organización<br />
social, económico y político<br />
de la población, por lo que la arquitectura<br />
es un acto natural del ser<br />
humano que <strong>en</strong>globa su <strong>en</strong>torno<br />
físico y su interior psíquico.<br />
Cuando se da solución arquitectónica a un problema de<br />
espacio físico sin tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el todo, se está falseando<br />
la realidad y, cuando la solución es expuesta para su uso<br />
y apropiación ante los usuarios demandantes y los requeri-
mi<strong>en</strong>tos de la naturaleza, no responde a todas las condicionantes<br />
que pres<strong>en</strong>ta la misma realidad, <strong>en</strong>tonces, la solución<br />
se ve modificada <strong>en</strong> el corto plazo porque no responde<br />
a la demanda. El proceso de diseño de la arquitectura debe<br />
considerarse con toda la amplitud sufici<strong>en</strong>te para abarcar el<br />
conocimi<strong>en</strong>to del problema pasando por la investigación y<br />
conocer la realidad <strong>en</strong>torno a él, las conclusiones que son<br />
las propuestas de solución desde el programa arquitectónico<br />
y los conceptos, hasta la propuesta formal que es la arquitectura<br />
y un paso más todavía que debe ser parte de la<br />
estrategia de diseño que es la vida útil del edificio, su mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
y por último, su destrucción o cambio de actividad<br />
y aspecto. Este último paso es trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal a considerar<br />
<strong>en</strong> la toma de decisiones para que el edificio no sea un obstáculo<br />
<strong>en</strong> el desarrollo de la naturaleza y el ser humano, es<br />
decir, de esta manera será un edificio dúctil.<br />
En el mejor de los casos, al diseñar la arquitectura, se<br />
toman <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta todos los refer<strong>en</strong>tes m<strong>en</strong>cionados, aunque<br />
no es lo más común, ya que no se diseña con el todo,<br />
sino que se van haci<strong>en</strong>do reduccionismos tomando algunos<br />
de los refer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> cada caso particular. Sin embargo, es<br />
de reconocerse que el mundo es de una sola pieza, todo<br />
está interconectado, vivimos <strong>en</strong> un mundo orgánico, donde<br />
nada se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra aislado ni fragm<strong>en</strong>tado, todo es parte<br />
es<strong>en</strong>cial de la naturaleza.<br />
Mi<strong>en</strong>tras que la naturaleza es dúctil, susceptible de cambios<br />
o variaciones, se adapta a las conting<strong>en</strong>cias de su tiempo<br />
y lugar, se autoorganiza para mant<strong>en</strong>er el ord<strong>en</strong> micro,<br />
regional, global y universal, es orgánica y <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to, la<br />
arquitectura habitual es rígida, dura, ortogonal, perman<strong>en</strong>te<br />
93
94<br />
y, <strong>en</strong> la inm<strong>en</strong>sa mayoría de los casos, inmóvil. El ser humano<br />
también es dúctil, flexible, maleable y se adapta a las<br />
condiciones del medio ambi<strong>en</strong>te de su <strong>en</strong>torno mediato e<br />
inmediato, se adecua a los acontecimi<strong>en</strong>tos de su ser social<br />
e internam<strong>en</strong>te, el organismo humano también se reorganiza<br />
para buscar el equilibrio de la salud y, el paradigma<br />
tradicional de la arquitectura rígida tampoco responde a<br />
esta condición.<br />
Ante la ductilidad de la naturaleza y del ser humano,<br />
la arquitectura debe responder con soluciones movibles y<br />
transformables, para satisfacer las necesidades de los refer<strong>en</strong>tes<br />
funcionales, ambi<strong>en</strong>tales y psíquicos, g<strong>en</strong>erando<br />
un nuevo paradigma arquitectónico dúctil, que concilie el<br />
hábitat humano con la naturaleza, ya que la naturaleza<br />
no es difer<strong>en</strong>te de la arquitectura, ni un agregado, la naturaleza<br />
es parte es<strong>en</strong>cial de la arquitectura, así como el<br />
ser humano y sus acciones sociales, ci<strong>en</strong>tíficas, culturales<br />
y artísticas son también parte de la misma naturaleza. La<br />
arquitectura dúctil es personalizada, fácilm<strong>en</strong>te maleable,<br />
transformable, acomodadiza, mutable, de flexible condición<br />
y condesc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te con el ciclo vital de la naturaleza,<br />
se adapta a su <strong>en</strong>torno natural, social, cultural, estético,<br />
filosófico y tecnológico para satisfacer las necesidades físicas<br />
y psíquicas del ser humano.<br />
¿Cómo se justifica la transformación a un<br />
nuevo paradigma arquitectónico dúctil?<br />
La naturaleza como el marco básico del<br />
habitar humano.<br />
“La sost<strong>en</strong>ibilidad es cada vez más el principal argum<strong>en</strong>to<br />
del proyecto arquitectónico <strong>en</strong> el siglo XXI, tanto por motivos
espirituales como prácticos. En el plano físico, el ecosistema<br />
terrestre está sometido a una gran presión debido al cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />
global. Toda arquitectura que eluda este problema y<br />
no sea medioambi<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te sost<strong>en</strong>ible carecerá de validez<br />
moral...” (Edwards, 2008). La arquitectura es un producto cultural<br />
que refleja la manera de s<strong>en</strong>tir y de vivir de la sociedad <strong>en</strong><br />
cada época repres<strong>en</strong>tativa de su historia. En la actualidad, el<br />
medio ambi<strong>en</strong>te es un factor más influy<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el quehacer<br />
humano, por lo que la tecnología y las difer<strong>en</strong>tes ci<strong>en</strong>cias han<br />
puesto manifiesto interés <strong>en</strong> transformar cada vez, con mayor<br />
ahínco, los procesos productivos, sociales y económicos que<br />
permitan adaptarse a la situación de la época.<br />
Las condiciones actuales de la naturaleza, s<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te<br />
afectadas, están obligando a <strong>en</strong>cauzar las actividades humanas<br />
<strong>en</strong> la vía de la sust<strong>en</strong>tabilidad. La arquitectura no es la<br />
excepción, hay ya muchas alternativas <strong>en</strong> las que se toma <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta la naturaleza, la sust<strong>en</strong>tabilidad, el medio ambi<strong>en</strong>te,<br />
las condiciones sociales, las <strong>en</strong>ergías alternativas, etc., aunque<br />
todavía no son sufici<strong>en</strong>tes. Se trata no sólo de aliviar de<br />
manera superficial los conflictos creados por el hombre y la<br />
propia naturaleza, sino de crear un paradigma que concilie<br />
notablem<strong>en</strong>te el hábitat humano y la naturaleza.<br />
La sust<strong>en</strong>tabilidad <strong>en</strong> arquitectura no sólo se refiere al<br />
empleo de <strong>en</strong>ergías alternativas y materiales reciclables,<br />
que son una estrategia cada vez más necesaria para la<br />
preservación de las especies y del propio hombre con soluciones<br />
arquitectónicas que no comprometan la perman<strong>en</strong>cia<br />
de la naturaleza y la humanidad pres<strong>en</strong>te y futura.<br />
Es indisp<strong>en</strong>sable ampliar el concepto incluy<strong>en</strong>do, la acción<br />
de diseñar con la naturaleza como marco básico del ha-<br />
95
96<br />
bitar humano <strong>en</strong> el acondicionami<strong>en</strong>to del espacio considerando<br />
su vida útil, mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, costos y su reúso, y<br />
también, básico e insoslayable, es tomar <strong>en</strong> consideración<br />
las condiciones psíquicas de las personas y sus cambiantes<br />
estados de ánimo, para hacer una arquitectura dúctil que<br />
pueda cambiar y que los usuarios puedan ir transformando<br />
a lo largo del día, de las difer<strong>en</strong>tes épocas del año y de<br />
la vida de sus usuarios, tomando decisiones de diseño de<br />
su propio espacio para adecuarlo <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que<br />
lo requieran. Ent<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do que el diseño es un proceso con<br />
múltiples participantes, incluy<strong>en</strong>do no sólo a los distintos tipos<br />
de profesionales, sino también a los usuarios directos del<br />
espacio diseñado y, además, que los sistemas tecnológicos<br />
empleados deb<strong>en</strong> ser muy prácticos para ser desplazados,<br />
rotados, alzados, doblados y sustituidos de manera fácil ya<br />
que, debemos reconocer que, el medio ambi<strong>en</strong>te de la naturaleza<br />
y el ser humano se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> constante cambio<br />
y que la arquitectura construida por el hombre es el producto<br />
de un proceso <strong>en</strong> curso, sin fin, <strong>en</strong> constante movimi<strong>en</strong>to<br />
y transformación.<br />
En éstos términos, la arquitectura dúctil es eficaz, flexible,<br />
susceptible de cambios o variaciones según las circunstancias<br />
o necesidades, ti<strong>en</strong>e movilidad, recrea ámbitos muy distintos<br />
a cada mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> respuesta a los cambios de estado<br />
de ánimo, funciones y requerimi<strong>en</strong>tos ambi<strong>en</strong>tales del ser<br />
humano, no se sujeta a estrictas normas, dogmas o trabas<br />
permiti<strong>en</strong>do cambios secundarios <strong>en</strong> la planificación del<br />
espacio a favor del confort total con la id<strong>en</strong>tidad de qui<strong>en</strong>es<br />
lo habitan mejorando su operatividad y permiti<strong>en</strong>do el<br />
funcionami<strong>en</strong>to indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te o conjunto de los difer<strong>en</strong>tes
ámbitos que hac<strong>en</strong> la composición, dándole la capacidad<br />
de actualizar el proyecto de acuerdo a las necesidades del<br />
usuario <strong>en</strong> lo espacial y <strong>en</strong> lo tecnológico, con la aparición<br />
<strong>en</strong> el mercado de nuevos sistemas constructivos más prácticos,<br />
a m<strong>en</strong>or costo o más resist<strong>en</strong>tes, permiti<strong>en</strong>do, incluso,<br />
un cambio total de uso <strong>en</strong> el edificio haciéndolo compatible<br />
con las nuevas necesidades agregando espacios o modificando<br />
sustancialm<strong>en</strong>te los exist<strong>en</strong>tes<br />
¿Cómo sería un nuevo paradigma arquitectónico<br />
dúctil que concilie al hábitat humano<br />
con la naturaleza?<br />
Necesidad de una conviv<strong>en</strong>cia equilibrada.<br />
Al pret<strong>en</strong>der conciliar, de manera dúctil, el hábitat humano<br />
con la naturaleza, se deberán tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta aspectos<br />
del medio ambi<strong>en</strong>te y del ser humano<br />
para lograr una conviv<strong>en</strong>cia<br />
equilibrada <strong>en</strong>tre ambos.<br />
Respecto al ser humano, las<br />
características a tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta<br />
son las necesidades psíquicas<br />
como el estado de ánimo, el habitar<br />
<strong>en</strong> la luz y la p<strong>en</strong>umbra así<br />
como una relación confortable<br />
<strong>en</strong>tre el espacio abierto y el cerrado,<br />
las necesidades de función<br />
de acuerdo a las difer<strong>en</strong>tes actividades<br />
de los usuarios y las necesidades<br />
de comodidad ambi<strong>en</strong>tal<br />
<strong>en</strong> relación a la temperatura durante el día y la noche y las<br />
difer<strong>en</strong>tes estaciones, así como la privacidad visual y sonora.<br />
97
98<br />
Respecto a la naturaleza, se considerarán el <strong>en</strong>torno inmediato<br />
y el mediato, las <strong>en</strong>ergías, formas e hitos naturales de<br />
valor histórico y biológico, la composición orgánica y el ord<strong>en</strong><br />
de la naturaleza y soluciones que no increm<strong>en</strong>t<strong>en</strong> el deterioro<br />
ambi<strong>en</strong>tal.<br />
Aspectos del ser humano<br />
Nuestra visión del mundo es provocada por nuestro estado<br />
de ánimo, cuando éste cambia, cambia también nuestra<br />
percepción del mundo. Nuestros estados de ánimo conforman<br />
el mundo <strong>en</strong> el que vivimos.<br />
El ser humano, a lo largo del día, ti<strong>en</strong>e distintos estados<br />
de ánimo, los que se v<strong>en</strong> reflejados <strong>en</strong> acciones similares,<br />
aunque con variaciones notables, haci<strong>en</strong>do que sus necesidades<br />
de espacio físico y psíquico sean cambiantes durante<br />
el mismo día, a lo largo del año <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes estaciones,<br />
estados del clima, períodos de tiempo y <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes<br />
edades, sitios, organizaciones, cuando está solo o cuando<br />
se reúne con familiares o amigos, cuando está melancólico<br />
o alegre, estudiando o trabajando <strong>en</strong> alguna manualidad<br />
o actividad intelectual, etc., todo esto, conlleva un estado<br />
de ánimo difer<strong>en</strong>te, y los cambios <strong>en</strong> él también nos provocan<br />
cambios físicos como latidos del corazón más rápidos<br />
o l<strong>en</strong>tos, sudor, cansancio, etc. Sin embargo, es de llamar<br />
la at<strong>en</strong>ción que la arquitectura tradicional es un espacio limitado<br />
por elem<strong>en</strong>tos fijos e inertes y, <strong>en</strong> la mayoría de las<br />
ocasiones, perman<strong>en</strong>tes, que satisfac<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te algunas<br />
de sus necesidades diarias y otras no.<br />
Es un hecho que, <strong>en</strong> ocasiones, nos cambiamos de ropa<br />
según el estado de ánimo, o asistimos a lugares específicos<br />
a realizar actividades cotidianas, diurnas o nocturnas, por-
que <strong>en</strong> ellos nos <strong>en</strong>contramos confortables por sus formas,<br />
colores, materiales, texturas, s<strong>en</strong>saciones o simbolismos. Hay<br />
veces también que cambiamos de lugares porque los ámbitos<br />
anteriores nos parec<strong>en</strong> ya monótonos o porque <strong>en</strong>contramos<br />
algún lugar <strong>en</strong> el que nos s<strong>en</strong>timos más protegidos<br />
<strong>en</strong> ciertas ocasiones, o más expuestos para la socialización.<br />
Nuestros estados de ánimo son, a veces, el único motivo que<br />
nos lleva a elegir el sitio que visitamos. Un lugar con muchos<br />
colores y luces es un lugar adecuado para la conviv<strong>en</strong>cia<br />
impulsiva y un lugar más discreto <strong>en</strong> colores nos permite un<br />
mayor relajami<strong>en</strong>to emocional y físico.<br />
En otras ocasiones asistimos a lugares porque funcionalm<strong>en</strong>te,<br />
el lugar donde vivimos diariam<strong>en</strong>te no es sufici<strong>en</strong>te<br />
para las necesidades de trabajo, socialización, comercialización,<br />
etc. Las dim<strong>en</strong>siones del espacio son otra causa que<br />
nos incita a cambiar de lugar cuando cambiamos de actividad.<br />
Por ejemplo, las dim<strong>en</strong>siones de una sala de una familia<br />
de cuatro miembros puede ser adecuada con tres por<br />
tres metros de lunes a jueves pero, el viernes, cuando llegan<br />
los amigos de los hijos puede reunirse un grupo de quince o<br />
veinte personas, <strong>en</strong> el mismo espacio de tres por tres que es,<br />
evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te insufici<strong>en</strong>te, el sábado, compart<strong>en</strong> el mismo<br />
espacio los amigos de los padres y se reúne un grupo, tal<br />
vez, de ocho o doce personas <strong>en</strong> el mismo espacio ya insufici<strong>en</strong>te,<br />
los domingos, con familiares se puede reunir un<br />
grupo de seis o siete personas, <strong>en</strong> el mismo espacio que es<br />
inadecuado por sus dim<strong>en</strong>siones, el lunes, el espacio, vuelve<br />
a ser sufici<strong>en</strong>te para la familia a nivel funcional. Todas estas<br />
posibilidades, y más, son necesidades reales de una familia<br />
estándar. Es indisp<strong>en</strong>sable que se tome <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que una<br />
99
100<br />
persona o grupo de personas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> necesidades funcionales<br />
también cambiantes por lo que los espacios deberán<br />
considerar también una flexibilidad mayor para satisfacer los<br />
problemas de espacio arquitectónico. El espacio debe expandirse<br />
o reducirse, girar, elevarse, moverse de lugar, abrirse<br />
o cerrarse, etc., de acuerdo a las necesidades funcionales<br />
de los usuarios.<br />
Es también de tomarse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que durante las difer<strong>en</strong>tes<br />
horas del día y estaciones del año, la temperatura, el<br />
asoleami<strong>en</strong>to, la humedad del ambi<strong>en</strong>te, la luz diurna, etc.,<br />
cambian constantem<strong>en</strong>te. Es también indisp<strong>en</strong>sable que se<br />
consider<strong>en</strong> estos cambios para que el espacio t<strong>en</strong>ga la posibilidad<br />
de cambiar, con tecnología práctica, para adaptarse<br />
a las necesidades de los usuarios y mant<strong>en</strong>er por mayor<br />
tiempo las condiciones de confort ambi<strong>en</strong>tal que sean satisfactorias<br />
para los usuarios.<br />
La arquitectura, si<strong>en</strong>do la adaptación del espacio para solucionar<br />
los problemas de espacio físico y psíquico del ser humano,<br />
deberá contemplar dichos cambios de estado de ánimo,<br />
ambi<strong>en</strong>tales y actividad, con un diseño que flexibilice el espacio<br />
para adaptarlo temporalm<strong>en</strong>te durante el mismo día o <strong>en</strong> períodos<br />
mayores y crear condiciones funcionales, ambi<strong>en</strong>tales y<br />
estéticas con elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos movibles, flexibles, livianos,<br />
resist<strong>en</strong>tes y fáciles de emplear, que sean prácticos.<br />
Así como la naturaleza se adapta a las difer<strong>en</strong>tes condiciones<br />
de su <strong>en</strong>torno como humedad, lluvia, sol, sombra, nutri<strong>en</strong>tes<br />
del suelo, vi<strong>en</strong>tos dominantes fuertes o débiles, y el<br />
ser humano se adapta también a las condiciones climáticas<br />
y físicas de su <strong>en</strong>torno y es flexible por naturaleza para adaptarse<br />
a las condiciones sociales <strong>en</strong> las que se desarrolla, la
arquitectura debe, necesariam<strong>en</strong>te, responder a esa condición<br />
de ductilidad. La arquitectura dúctil se adapta fácilm<strong>en</strong>te<br />
de una manera práctica a las condiciones funcionales,<br />
ambi<strong>en</strong>tales y psíquicas de la naturaleza y el ser humano<br />
con elem<strong>en</strong>tos tecnológicos también dúctiles.<br />
El movimi<strong>en</strong>to de algunos de los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />
deberá crear mejores condiciones de confort para el ser<br />
humano, sin el perjuicio de su <strong>en</strong>torno natural. La arquitectura<br />
como un acto responsable y sust<strong>en</strong>table deberá procurar<br />
el equilibrio del desarrollo humano y la naturaleza para no<br />
contribuir más con el deterioro del ciclo vital.<br />
La arquitectura vista de esta manera participará <strong>en</strong> el<br />
reforzami<strong>en</strong>to de las condiciones sufici<strong>en</strong>tes para la superviv<strong>en</strong>cia<br />
de las especies y la consecución de los procesos naturales<br />
de la biosfera, además de responder a las condiciones<br />
físicas y psíquicas del ser humano creando un l<strong>en</strong>guaje<br />
de formas innovadoras, una estética difer<strong>en</strong>te y elem<strong>en</strong>tos<br />
arquitectónicos movibles con cambios de materiales, texturas<br />
y colores para las difer<strong>en</strong>tes condiciones ambi<strong>en</strong>tales,<br />
funcionales y estados de ánimo de las personas.<br />
Aspectos del medio ambi<strong>en</strong>te<br />
La naturaleza es un <strong>en</strong>te vivo que cambia mom<strong>en</strong>to a mom<strong>en</strong>to<br />
de manera compleja, formada por cuerpos de agua<br />
como lagos, lagunas y ríos, así como elevaciones y planicies<br />
o valles, éstas son áreas de terr<strong>en</strong>o creados de manera<br />
natural <strong>en</strong> procesos que tardan siglos, por el efecto de la<br />
lluvia, la temperatura, la latitud, la altitud, la cercanía o la<br />
lejanía del sol y su incid<strong>en</strong>cia perp<strong>en</strong>dicular u oblicua, y por<br />
el escurrimi<strong>en</strong>to de las aguas desde las montañas hacía las<br />
zonas más bajas. El tipo de suelo y su composición mineral<br />
101
102<br />
dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de los mantos freáticos y su ubicación <strong>en</strong> p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />
más o m<strong>en</strong>os pronunciadas. Los vi<strong>en</strong>tos dominantes<br />
provocados por la rotación de la tierra, las depresiones, las<br />
elevaciones de las montañas y las temperaturas de la región<br />
complem<strong>en</strong>tan las condiciones climáticas para la exist<strong>en</strong>cia<br />
de vegetación con características particulares con ámbitos<br />
adecuados para que crezcan los distintos pastos, arbustos,<br />
setos y árboles que son distintivos de la región o del valle <strong>en</strong><br />
particular. El clima, resultado de todas las condiciones ambi<strong>en</strong>tales<br />
es determinante no sólo para la exist<strong>en</strong>cia de la<br />
vegetación sino para la preservación de la fauna del lugar<br />
donde se manti<strong>en</strong>e un equilibrio de interdep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre<br />
los seres vivos del lugar y de ellos con la naturaleza, equilibrio<br />
que asegura la superviv<strong>en</strong>cia de las especies. El movimi<strong>en</strong>to<br />
y cambios constantes crean <strong>en</strong>ergías naturales que provocan<br />
el equilibrio <strong>en</strong> el planeta.<br />
Nada es arbitrario, todo ti<strong>en</strong>e un porqué, una, varias o<br />
muchas razones de ser. La ecología, que es el estudio de la<br />
interrelación de los seres vivos con su medio ambi<strong>en</strong>te tangible,<br />
explica claram<strong>en</strong>te desde su nivel micro hasta su nivel<br />
macro, las relaciones de interdep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia necesarias<br />
para su preservación, la ecología <strong>en</strong>tonces, nos muestra el<br />
inconm<strong>en</strong>surable grado de complejidad <strong>en</strong> el que se des<strong>en</strong>vuelve<br />
la vida <strong>en</strong> su ámbito particular. ¿Podemos imaginar<br />
las innumerables reacciones químicas <strong>en</strong> cad<strong>en</strong>a que se<br />
produc<strong>en</strong> segundo a segundo <strong>en</strong> toda la naturaleza, desde<br />
las reacciones internas <strong>en</strong> cada uno de los seres vivi<strong>en</strong>tes<br />
ya sean vegetales o animales pequeños o grandes, hasta<br />
las descomposiciones químicas o los procesos naturales de<br />
reproducción o <strong>en</strong>tropía <strong>en</strong> el ambi<strong>en</strong>te?
Al ser la naturaleza el marco básico del habitar humano,<br />
es ineludible tomar como refer<strong>en</strong>cias todos los aspectos<br />
que compon<strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno para proyectar la arquitectura.<br />
Las <strong>en</strong>ergías naturales, el asoleami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes mom<strong>en</strong>tos<br />
del día y estaciones del año, la lluvia, la temperatura,<br />
la luz de la luna, los pastos, arbustos, árboles y setos, los<br />
vi<strong>en</strong>tos dominantes y sus cambios <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno inmediato<br />
de los edificios producto del microclima, las elevaciones de<br />
sus montañas y las depresiones de ríos o valles y su integración<br />
visual al <strong>en</strong>torno. Todo esto marcará una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />
la configuración de la forma arquitectónica.<br />
En ocasiones, al proyectar la arquitectura se toman<br />
como refer<strong>en</strong>cias hitos arquitectónicos, obviam<strong>en</strong>te, construidos<br />
por el hombre, respetándose por sus valores estéticos,<br />
culturales o históricos; sin embargo, no se ti<strong>en</strong>e el mismo<br />
respeto por los hitos naturales. Hay árboles que por su valor<br />
histórico o biológico, por sus dim<strong>en</strong>siones, formas o su antigüedad,<br />
deb<strong>en</strong> de respetarse y tomarse como refer<strong>en</strong>te al<br />
proyectar la arquitectura.<br />
En la naturaleza están sucedi<strong>en</strong>do ev<strong>en</strong>tos extraordinarios<br />
<strong>en</strong> cad<strong>en</strong>a, todos, de gran importancia para la superviv<strong>en</strong>cia<br />
y el desarrollo de la vida y de la geología. Aquí, <strong>en</strong><br />
este ámbito, se asi<strong>en</strong>tan las ciudades y su arquitectura. La<br />
ciudades son “… la manifestación más compleja de la interv<strong>en</strong>ción<br />
humana <strong>en</strong> la naturaleza. En ellas se puede experim<strong>en</strong>tar<br />
la forma <strong>en</strong> que las sociedades humanas han transformado<br />
el medio ambi<strong>en</strong>te y creado un medio ambi<strong>en</strong>te<br />
construido, casi artificial, <strong>en</strong> donde las refer<strong>en</strong>cias al medio<br />
ambi<strong>en</strong>te son cada vez m<strong>en</strong>ores…” (Chávez, 2004, pag 32)<br />
Al parecer, las formas físicas de las ciudades se planifican<br />
103
104<br />
sin tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las formas de la naturaleza, las ciudades<br />
son planificadas por los técnicos y los políticos alejados de<br />
los intereses de los habitantes y de la naturaleza. Los vacíos<br />
que provoca la naturaleza no se aprovechan por el ser humano<br />
para ac<strong>en</strong>tuar las v<strong>en</strong>tajas <strong>en</strong> el diseño de su ciudad,<br />
pues hay áreas que de manera natural son propicias para la<br />
agricultura con terr<strong>en</strong>os ricos <strong>en</strong> minerales, deshechos biodegradables<br />
y humedad donde la producción puede ser<br />
más abundante y con mayor calidad redundando esto <strong>en</strong><br />
más v<strong>en</strong>tajas alim<strong>en</strong>ticias y económicas para la población,<br />
hay también terr<strong>en</strong>os que por su composición geológica y<br />
sus capas resist<strong>en</strong>tes formadas naturalm<strong>en</strong>te, son propicios<br />
para soportar cargas considerables de construcciones urbanas,<br />
hay también depresiones que forman vasos de agua<br />
necesarios para el soporte hidráulico de los habitantes de<br />
la ciudad y áreas boscosas también indisp<strong>en</strong>sables, etc. Al<br />
parecer, las formas físicas de las ciudades se planifican sin<br />
tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las formas de la naturaleza.<br />
Si a nivel urbano, el diseño no incorpora ni respeta totalm<strong>en</strong>te<br />
la naturaleza, ya sea <strong>en</strong> su geología, clima, vegetación,<br />
fauna y al mismo ser humano, a nivel arquitectónico la<br />
naturaleza sufre la misma suerte.<br />
Cuando se va a modificar el espacio para adaptarlo<br />
y satisfacer las necesidades del ser humano para cualquier<br />
actividad, <strong>en</strong> la mayoría de las ocasiones, se toma el terr<strong>en</strong>o<br />
como un plano recto horizontal y no <strong>en</strong> las condiciones <strong>en</strong><br />
las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra, modificándose éstas con herrami<strong>en</strong>ta<br />
de mano o con maquinaria pesada, des configurando las<br />
características propias del terr<strong>en</strong>o y obviando su capacidad<br />
de conc<strong>en</strong>tración natural de agua de lluvia y la absorción
para sus mantos freáticos, sus irregularidades formales (depresiones<br />
y elevaciones), sus zonas de mayor o m<strong>en</strong>or resist<strong>en</strong>cia<br />
a la compresión e incluso zonas pantanosas. Todo el<br />
terr<strong>en</strong>o se considera uniforme <strong>en</strong> sus características y, cuando<br />
se busca la solución técnica, se utilizan cim<strong>en</strong>taciones<br />
específicas para absorber esas difer<strong>en</strong>cias, si las hubiera.<br />
De igual manera <strong>en</strong> el diseño del espacio físico no se<br />
toman <strong>en</strong> consideración, <strong>en</strong> la mayoría de los casos, las condiciones<br />
ambi<strong>en</strong>tales naturales del terr<strong>en</strong>o como el asoleami<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong> las distintas estaciones del año, las áreas de sombra<br />
provocadas por los edificios de su <strong>en</strong>torno y los muros del<br />
propio diseño, las vistas dominantes que integran su alrededor<br />
inmediato horizontal ni su mediato vertical (la bóveda<br />
celeste), el recorrido del vi<strong>en</strong>to y sus variaciones, las zonas<br />
naturales del terr<strong>en</strong>o respecto a su privacidad visual y sonora<br />
desde el interior hacia el exterior y viceversa, las difer<strong>en</strong>tes<br />
temperaturas del año o el aprovechami<strong>en</strong>to del agua de<br />
lluvia para su captación y reutilización o reabsorción y retroalim<strong>en</strong>tación<br />
de los mantos acuíferos ni de manera expresiva<br />
para lograr efectos visuales de ornato. Tampoco la <strong>en</strong>ergía<br />
solar o la eólica se aprovechan <strong>en</strong> su totalidad para el<br />
consumo interno de los usuarios. Apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te no importa<br />
saturar de concreto el terr<strong>en</strong>o sin prever la conservación de<br />
la naturaleza del lugar, si hay uno o más árboles, arbustos,<br />
setos o pasto, no se respetan ni se integran al diseño, al contrario,<br />
es más s<strong>en</strong>cillo quitarlos para t<strong>en</strong>er una explanada regular<br />
donde se construya una espacialidad que poco ti<strong>en</strong>e<br />
que ver con el <strong>en</strong>torno natural. En la mayoría de los distintos<br />
tipos de arquitectura la naturaleza no forma parte intrínseca<br />
de ella sino que, <strong>en</strong> algunos de ellos, se acerca la vegeta-<br />
105
106<br />
ción a los espacios construidos como ornato cuando ya el<br />
espacio ha sido concebido <strong>en</strong> forma indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te. Entre<br />
la arquitectura conv<strong>en</strong>cional y la naturaleza hay una separación<br />
evid<strong>en</strong>te defini<strong>en</strong>do el espacio cerrado y el espacio<br />
abierto sin que haya integración ni continuidad <strong>en</strong>tre ellos,<br />
obviam<strong>en</strong>te con sus excepciones.<br />
La forma de la arquitectura no es influ<strong>en</strong>ciada por la<br />
naturaleza. Las formas de la arquitectura construida no correspond<strong>en</strong><br />
a su relación con el medio ambi<strong>en</strong>te natural.<br />
La arquitectura no integra la naturaleza, la arquitectura se<br />
concibe, <strong>en</strong> la mayoría de los casos, como un <strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te<br />
a la naturaleza. No obstante esta concepción y práctica<br />
regular, los seres humanos muestran su interés por la vegetación<br />
llevando al interior de los espacios construidos plantas<br />
pequeñas y grandes e incluso árboles porque el ser humano<br />
se si<strong>en</strong>te ligado a la naturaleza y ti<strong>en</strong>e un gusto especial por<br />
ella. Lo que sucede <strong>en</strong> muchos casos es que el desconocimi<strong>en</strong>to<br />
por la misma vegetación le lleva a cometer errores<br />
porque se plantan árboles con raíces superficiales y robustas<br />
que dañan las cim<strong>en</strong>taciones o la misma estructura de la<br />
construcción o se desconoc<strong>en</strong> las condiciones de vida de<br />
las plantas y se marchitan o secan por falta de agua o se<br />
pudr<strong>en</strong> por abundancia de ésta o se coloca <strong>en</strong> lugares demasiado<br />
fríos o con poco o nulo asoleami<strong>en</strong>to o demasiado<br />
sol, falta de aire, etc.<br />
Si la arquitectura integra a la naturaleza como marco<br />
básico de la habitación del ser humano, se refuerzan las<br />
condiciones sufici<strong>en</strong>tes para la superviv<strong>en</strong>cia de las especies<br />
y la consecución de los procesos naturales de la biosfera,<br />
además de que la arquitectura responderá a las condi-
ciones físicas y psíquicas del ser humano.<br />
La adaptación de la arquitectura al medio ambi<strong>en</strong>te<br />
creará soluciones con un l<strong>en</strong>guaje de formas innovadoras,<br />
una estética difer<strong>en</strong>te y elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos movibles<br />
con cambios de materiales, texturas y colores para las difer<strong>en</strong>tes<br />
condiciones de luz ambi<strong>en</strong>tal.<br />
El manejo de la luz ambi<strong>en</strong>tal, técnica, funcional y estéticam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> los proyectos arquitectónicos, medibles <strong>en</strong> el<br />
espacio de experim<strong>en</strong>tación, será un factor des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ante<br />
de propuestas alternativas sust<strong>en</strong>tables y altam<strong>en</strong>te creativas.<br />
Al conciliar, de manera equilibrada, el hábitat humano<br />
con la naturaleza, se obt<strong>en</strong>drá una arquitectura<br />
dúctil, orgánica, irregular, plantas arquitectónicas libres<br />
soportadas <strong>en</strong> gran porc<strong>en</strong>taje por columnas aunque<br />
no se descarta la construcción de áreas mayores apoyadas<br />
<strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>o, cubiertas, v<strong>en</strong>tanas y/o muros con<br />
movimi<strong>en</strong>to para captar el sol y el vi<strong>en</strong>to y la luz, o no,<br />
durante las difer<strong>en</strong>tes estaciones del año y horas del día,<br />
estructuras ligeras y con gran capacidad de maleabilidad<br />
combinadas con estructuras rígidas <strong>en</strong> m<strong>en</strong>or cantidad,<br />
materiales flexibles, ligeros, térmicos, resist<strong>en</strong>tes,<br />
durables, y con poco mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, s<strong>en</strong>saciones de<br />
libertad, transpar<strong>en</strong>cia, ligereza, protección, metáfora,<br />
seguridad, integración con la naturaleza, sorpresa, belleza,<br />
que no rompa con el ciclo vital, con un predominio<br />
del ord<strong>en</strong> ambi<strong>en</strong>tal y tomando <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el <strong>en</strong>torno y<br />
la id<strong>en</strong>tidad social.<br />
107
108<br />
¿Cómo debe ser la forma arquitectónica para<br />
que exista ductilidad y conciliación del hábitat<br />
humano con la naturaleza?<br />
La forma es la conclusión física de un<br />
proceso de adaptación.<br />
Así como la naturaleza se ve modificada<br />
<strong>en</strong> su forma exterior e interior por los<br />
efectos de las condiciones ambi<strong>en</strong>tales<br />
por procesos que pued<strong>en</strong> tardar siglos<br />
y las acciones del propio hombre,<br />
la arquitectura deberá ser influida por<br />
la sociedad y el medio ambi<strong>en</strong>te que<br />
rodea al sitio, la forma arquitectónica<br />
<strong>en</strong>tonces, será el producto de este proceso.<br />
“El mundo es, para los naturalistas,<br />
una gran voz de m<strong>en</strong>sajes “a<br />
qui<strong>en</strong> pueda interesar” revestidos de<br />
forma…/… por ejemplo, las adaptaciones<br />
de los pies y los picos de los pájaros, como las garras<br />
del bucero y el pájaro carpintero, el águila pescadora, el<br />
ánade real y la focha, el avetoro común y la perdiz blanca,<br />
o los picos del pinzón y el tucán, el fulmar y la espátula, la<br />
avoceta y el flam<strong>en</strong>co, el kiwi y el frailecillo. En cada uno de<br />
estos extremos, la forma expresa el proceso: son indivisibles,<br />
y los dos son explicativos; ésta es la forma significativa elem<strong>en</strong>tal<br />
<strong>en</strong> lo refer<strong>en</strong>te a los órganos.” (McHarg 2000, pag<br />
168)<br />
Los procesos naturales se pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia desde la<br />
forma. La forma es consecu<strong>en</strong>cia de las condiciones y ne-
cesidades de perman<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la vida, e incluso, de los objetos<br />
de por sí inanimados, las montañas y las piedras más<br />
pequeñas son producto de una adaptación, nada es autónomo<br />
ni espontáneo, todo responde a un proceso. De igual<br />
manera, la forma <strong>en</strong> la arquitectura no puede ser autónoma<br />
ni espontánea, la arquitectura responde a procesos naturales,<br />
sociales, culturales, estéticos, tecnológicos y filosóficos.<br />
La forma arquitectónica es una consecu<strong>en</strong>cia de las necesidades<br />
de la naturaleza y el ser humano.<br />
”…La forma es también comunicación, al dejar que unas<br />
criaturas se d<strong>en</strong> a conocer a otras de la misma especie, al<br />
difer<strong>en</strong>ciar especies, al ocultar id<strong>en</strong>tidad como ocurre con<br />
el camuflaje, o el <strong>en</strong>gañar como ocurre con el mimetismo.<br />
La forma es pues comunicación, la pres<strong>en</strong>tación del significado.”<br />
(L. McHarg, 2000). La forma <strong>en</strong> arquitectura comunica<br />
una cultura, una sociedad, una estética y un mom<strong>en</strong>to<br />
histórico por lo que la arquitectura debe, necesariam<strong>en</strong>te,<br />
ser el resultado de un proceso que se vea <strong>en</strong>marcado por su<br />
<strong>en</strong>torno cultural tangible e intangible.<br />
La forma arquitectónica, por naturaleza, es un producto,<br />
no una ocurr<strong>en</strong>cia. Si la forma no es la conclusión de un<br />
proceso donde se consider<strong>en</strong> todos los involucrados animados<br />
e inanimados, <strong>en</strong>tonces la forma es un capricho. La arquitectura<br />
no es un capricho, es la adaptación del espacio<br />
natural con elem<strong>en</strong>tos construidos de manera dúctil para<br />
resolver las necesidades del ser humano y la naturaleza, de<br />
manera sust<strong>en</strong>table.<br />
El concepto de edificio abierto. No es posible negar que<br />
el ser humano y sus refer<strong>en</strong>tes sociales, culturales, estéticos,<br />
tecnológicos y filosóficos son parte de la misma naturaleza por<br />
109
110<br />
lo que, el hombre, lleva intrínsecam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su interior como<br />
es<strong>en</strong>cia de su id<strong>en</strong>tidad la libertad, el gusto por el medio ambi<strong>en</strong>te,<br />
la lluvia, el sol, el vi<strong>en</strong>to, las montañas, los lagos, ríos y<br />
mares. La arquitectura tradicional ha <strong>en</strong>capsulado el espacio<br />
y aislado al hombre de su ámbito natural. La arquitectura<br />
dúctil int<strong>en</strong>ta regresarle a su hábitat la relación inmediata y<br />
mediata de la naturaleza. El edificio abierto es un concepto<br />
prioritario que id<strong>en</strong>tifica lo natural y construido como una<br />
sola percepción. La relación tanto funcional (paso directo),<br />
como ambi<strong>en</strong>tal (integración visual) y psíquica (id<strong>en</strong>tidad)<br />
del hombre con la naturaleza, es una necesidad insoslayable<br />
que le dará al edificio una característica fundam<strong>en</strong>tal, desde<br />
la forma y su apari<strong>en</strong>cia hasta el confort diario, elevando<br />
parte del edificio <strong>en</strong> soportes para liberar el terr<strong>en</strong>o y crear microclimas,<br />
como lo hace un árbol, permiti<strong>en</strong>do la vida natural<br />
<strong>en</strong> el ámbito construido y motivará la conciliación del hábitat<br />
con la naturaleza de manera dúctil, convirtiéndose <strong>en</strong> una<br />
influ<strong>en</strong>cia positiva <strong>en</strong> la conformación de la forma arquitectónica<br />
como parte de un proceso.<br />
Las características del nuevo paradigma de arquitectura<br />
dúctil trae consigo el movimi<strong>en</strong>to de elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos,<br />
la transformación del espacio y su <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> un<br />
diseño sin fin, así como la ampliación o reducción de las dim<strong>en</strong>siones<br />
de la forma para ext<strong>en</strong>derla, dilatarla, <strong>en</strong>sancharla<br />
o difundirla, todo sobre un prototipo estructural <strong>en</strong> el que<br />
es posible cargar, adosar, colgar, t<strong>en</strong>zar, pegar, deslizar o<br />
girar con sistemas constructivos ligeros, resist<strong>en</strong>tes, durables,<br />
de bajo costo, fácilm<strong>en</strong>te desmontables y de poco mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to,<br />
con sistemas constructivos y estructurales de alta<br />
tecnología realizable <strong>en</strong> procesos industriales especiales para
hacer una arquitectura personalizada y bajando los costos<br />
de producción y sus residuos e increm<strong>en</strong>tando la calidad del<br />
espacio dúctil. Todas estas características deberán estar expuestas<br />
a la vista para hacer más práctico el movimi<strong>en</strong>to y el<br />
mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos así como su<br />
cambio y reúso, <strong>en</strong> su caso. Hacer evid<strong>en</strong>te la estructura y los<br />
sistemas constructivos así como el cambio constante del espacio<br />
y su <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y la liberación del terr<strong>en</strong>o, levantando<br />
un porc<strong>en</strong>taje considerable de la construcción, permiti<strong>en</strong>do<br />
la creación de microclimas <strong>en</strong> ambi<strong>en</strong>tes controlados para<br />
permitir el crecimi<strong>en</strong>to de la vegetación <strong>en</strong>torno a la arquitectura<br />
natural y construida, serán característicos de la arquitectura<br />
dúctil, por lo que constituye una nueva estética de<br />
formas innovadoras <strong>en</strong> la arquitectura.<br />
¿Cómo se g<strong>en</strong>era, técnicam<strong>en</strong>te, la ductilidad<br />
<strong>en</strong> los espacios arquitectónicos que concilian<br />
al hábitat humano con la naturaleza?<br />
La tecnología industrial <strong>en</strong> apoyo de la<br />
arquitectura dúctil<br />
Tradicionalm<strong>en</strong>te muchos diseñadores y propietarios han trabajado<br />
con la presunción de que sus edificios nunca van a<br />
experim<strong>en</strong>tar un cambio<br />
significativo, no existe la<br />
motivación para invertir <strong>en</strong><br />
desarrollos de arquitectura<br />
dúctil, ni la cultura social<br />
permite aceptar cambios<br />
sustanciales <strong>en</strong> la manera<br />
de construir y habitar los<br />
edificios. Los constructores<br />
111
112<br />
buscan que su inversión t<strong>en</strong>ga una recuperación a corto plazo<br />
y obt<strong>en</strong>gan mayores b<strong>en</strong>eficios económicos, por lo que<br />
hay pocos edificios diseñados con ductilidad, y por lo tanto,<br />
pocos ejemplos de que la arquitectura dúctil es un principio<br />
de diseño eficaz para conciliar el hábitat humano con la naturaleza.<br />
Es necesario dar cabida a los nuevos paradigmas que<br />
modifiqu<strong>en</strong> positivam<strong>en</strong>te e incorpor<strong>en</strong> los sistemas tecnológicos<br />
industriales <strong>en</strong> apoyo a la arquitectura dúctil y de<br />
diseño permiti<strong>en</strong>do que los usuarios interv<strong>en</strong>gan <strong>en</strong> el proyecto<br />
de su propio espacio y lo transform<strong>en</strong> de acuerdo a<br />
sus necesidades o prefer<strong>en</strong>cias personales o de grupo con<br />
un proceso de diseño que no ti<strong>en</strong>e fin, que sean ellos mismos<br />
los que decidan el movimi<strong>en</strong>to de los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />
y <strong>en</strong> qué mom<strong>en</strong>to lo requier<strong>en</strong> o desean. Es indisp<strong>en</strong>sable,<br />
<strong>en</strong>tonces, que la tecnología empleada <strong>en</strong> el edificio<br />
sea muy práctica para ser desplazada, rotada, alzada, doblada<br />
y sustituida de manera fácil, dándole la capacidad<br />
de actualizar el proyecto de acuerdo a las necesidades del<br />
usuario <strong>en</strong> lo espacial y <strong>en</strong> lo tecnológico, con la aparición<br />
<strong>en</strong> el mercado de nuevos sistemas constructivos más prácticos,<br />
de m<strong>en</strong>or costo o más resist<strong>en</strong>tes, permiti<strong>en</strong>do, incluso,<br />
un cambio total de uso <strong>en</strong> el edificio haciéndolo compatible<br />
con las nuevas necesidades agregando espacios o modificando<br />
sustancialm<strong>en</strong>te los exist<strong>en</strong>tes a favor del confort<br />
total con la id<strong>en</strong>tidad de qui<strong>en</strong>es lo habitan, haci<strong>en</strong>do una<br />
arquitectura personalizada por ellos mismos.<br />
Los materiales deberán ser resist<strong>en</strong>tes y de fácil mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
para que sean durables, ligeros y de bajo costo, y<br />
con disposición para doblarse fácilm<strong>en</strong>te de manera prácti-
ca, y que permite cambios de uso d<strong>en</strong>tro y fuera del edificio<br />
haci<strong>en</strong>do que el espacio se transforme <strong>en</strong> algo distinto de<br />
lo que era.<br />
Es indisp<strong>en</strong>sable también, <strong>en</strong> la arquitectura dúctil, diseñar<br />
para el desmontaje y mejorar el r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to operativo, haci<strong>en</strong>do<br />
que el prototipo estructural y los elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos<br />
con movimi<strong>en</strong>to t<strong>en</strong>gan cierta indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia para ser<br />
removidos fácilm<strong>en</strong>te para transformar el espacio o para evitar<br />
gastos de demolición o desmontaje, para cambiar algunos<br />
elem<strong>en</strong>tos por otros de mayor compatibilidad o gusto. De esta<br />
manera se increm<strong>en</strong>ta la capacidad de actualización de los<br />
sistemas constructivos y se está a la vanguardia de la tecnología<br />
o se planean actividades a corto plazo.<br />
Respecto al costo de la arquitectura dúctil, se puede<br />
hablar <strong>en</strong> términos de un desembolso inmediato, mediato y<br />
a largo plazo. En el corto plazo, el desembolso no es mucho<br />
mayor de lo que cuesta una construcción tradicional porque<br />
son elem<strong>en</strong>tos ligeros y pued<strong>en</strong>, algunos, irse adaptando<br />
poco a poco, <strong>en</strong> la medida de las posibilidades económicas<br />
del propietario. A mediano plazo, el edificio es más<br />
redituable ya que permite adaptar el espacio mejorando<br />
el confort de acuerdo al crecimi<strong>en</strong>to o decrecimi<strong>en</strong>to de<br />
las necesidades de los usuarios sin t<strong>en</strong>er que cambiar de<br />
edificio o hacer modificaciones con demoliciones costosas<br />
y, a largo plazo, ti<strong>en</strong>e las mayores v<strong>en</strong>tajas económicas,<br />
ya que los usuarios pued<strong>en</strong> dejar el edificio y r<strong>en</strong>tarlo<br />
o v<strong>en</strong>derlo y el nuevo propietario o inquilino podrá hacer<br />
las adaptaciones que corresponda sin mayor inversión ya<br />
que el edificio está diseñado para desarmar o desmontar<br />
y lograr transformar el espacio de acuerdo a las nuevas<br />
113
114<br />
necesidades reduci<strong>en</strong>do los costos y el impacto ambi<strong>en</strong>tal<br />
asociado a edificios para usos nuevos.<br />
Todo cambio trae necesidades de adaptarse <strong>en</strong> la<br />
forma de vida, <strong>en</strong> la tecnología, <strong>en</strong> la manera de diseñar,<br />
etc. En el caso particular de la arquitectura dúctil, el Estado,<br />
t<strong>en</strong>drá que estudiar la manera de normar políticas públicas<br />
que estimul<strong>en</strong> la construcción de edificios de este tipo.<br />
¿Por qué es pertin<strong>en</strong>te la arquitectura dúctil?<br />
Equilibrio y armonía <strong>en</strong>tre el hábitat<br />
humano y la naturaleza.<br />
La ductilidad <strong>en</strong> la arquitectura es pertin<strong>en</strong>te<br />
porque el mundo <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta la<br />
escasez de recursos materiales, económicos<br />
y una crisis ecológica importante.<br />
Es inmin<strong>en</strong>te la necesidad de<br />
poner <strong>en</strong> práctica nuevos paradigmas<br />
sociales, económicos, políticos y, <strong>en</strong>tre<br />
ellos, nuevos paradigmas arquitectónicos,<br />
que permitan una conviv<strong>en</strong>cia<br />
más armónica y equilibrada <strong>en</strong>tre el<br />
hábitat humano y la naturaleza, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />
que el ser humano es un integrante<br />
más de la naturaleza.<br />
La sociedad está cambiando<br />
constantem<strong>en</strong>te y cualquier pronóstico<br />
a corto plazo sería inexacto y con<br />
gran nivel de incertidumbre. Construir<br />
edificios rígidos <strong>en</strong> los que los cambios<br />
sustanciales implican una gran inversión, no son confiables<br />
ni aseguran su utilidad a mediano o largo plazo. Suponer ser
adaptados para nuevas actividades es incierto y poco fiable,<br />
pues, no están diseñados para el desmontaje y esto, disminuye<br />
el valor del b<strong>en</strong>eficio. El desarrollo tecnológico también<br />
crece a un ritmo acelerado y con él, la sociedad cambia su<br />
forma de vida. Los espacios de trabajo, de conviv<strong>en</strong>cia social<br />
y los de la propia vivi<strong>en</strong>da están si<strong>en</strong>do modificados y no se<br />
sabe cuán distintos serán <strong>en</strong> el futuro mediato.<br />
En el transcurso de la vida de un edificio, el cambio es<br />
inevitable, tanto <strong>en</strong> el ámbito social y económico como <strong>en</strong><br />
el <strong>en</strong>torno físico, y <strong>en</strong> las necesidades y expectativas de los<br />
ocupantes. Un edificio que es más dúctil se utilizará más efici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te,<br />
porque puede responder a los cambios a un<br />
m<strong>en</strong>or costo. Además el edificio puede mejorar el desempeño<br />
ambi<strong>en</strong>tal durante el ciclo de vida y se adaptará a los<br />
cambios y conting<strong>en</strong>cias de la naturaleza y del ser humano.<br />
Los edificios dúctiles utilizan, probablem<strong>en</strong>te, la misma<br />
ext<strong>en</strong>sión que los tradicionales, aunque la flexibilidad de los<br />
sistemas constructivos y estructurales permite que los usuarios<br />
lo utilic<strong>en</strong> con propósitos difer<strong>en</strong>tes sobreponi<strong>en</strong>do actividades<br />
cuando les sea conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, dándole un uso más efici<strong>en</strong>te<br />
del espacio. Cuando, <strong>en</strong> una oficina, se requiera más<br />
área de trabajo que de oficina, se moverán los elem<strong>en</strong>tos<br />
arquitectónicos y se agrandará el espacio que se va a utilizar,<br />
o viceversa. La ductilidad de la arquitectura podrá permitir<br />
que los cambios sociales y tecnológicos sean aplicados <strong>en</strong> el<br />
edificio cuando sea necesario y éste, t<strong>en</strong>drá vig<strong>en</strong>cia y actualidad<br />
aún cuando, <strong>en</strong> el futuro, las actividades y la organización<br />
social traigan actividades difer<strong>en</strong>tes, prolongando la<br />
vida útil de los edificios y permiti<strong>en</strong>do aum<strong>en</strong>tar o disminuir<br />
la d<strong>en</strong>sidad de los usuarios <strong>en</strong> la medida de las necesidades<br />
115
116<br />
y las posibilidades del espacio. El espacio puede ampliarse<br />
porque la arquitectura dúctil está soportada <strong>en</strong> prototipos estructurales<br />
planificados para su crecimi<strong>en</strong>to, ll<strong>en</strong>ando los huecos<br />
que, exprofeso, se dejaron <strong>en</strong> el diseño original.<br />
Los edificios dúctiles están adaptados a la naturaleza<br />
ofreci<strong>en</strong>do la oportunidad de ori<strong>en</strong>tarse de manera difer<strong>en</strong>te<br />
con movimi<strong>en</strong>to de elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos, <strong>en</strong> cada<br />
período del día y la noche o <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes meses del año,<br />
por lo que se puede manipular y aprovechar mejor el microclima<br />
creado por el sitio <strong>en</strong> el que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el edificio y<br />
bajar, sustancialm<strong>en</strong>te, la necesidad de utilizar <strong>en</strong>ergías artificiales,<br />
por lo que el ahorro económico es también considerable,<br />
además de que son susceptibles de incorporar nuevas<br />
tecnologías alternativas o tradicionales que con mayor<br />
eficacia disminuyan el costo <strong>en</strong>ergético diario.<br />
En los edificios públicos, la ductilidad es también v<strong>en</strong>tajosa,<br />
pues, si una comunidad experim<strong>en</strong>ta un crecimi<strong>en</strong>to<br />
rep<strong>en</strong>tino <strong>en</strong> la población, la expansibilidad y la convertibilidad<br />
de edificios exist<strong>en</strong>tes pued<strong>en</strong> contribuir a la construcción<br />
del nuevo espacio con una cubierta más barata, más<br />
rápidam<strong>en</strong>te, y con m<strong>en</strong>os daño al carácter del edificio y<br />
la naturaleza.<br />
La arquitectura tradicional no se adapta a la naturaleza,<br />
la evita y la sustituye, creando ámbitos artificiales construidos<br />
con materiales duros, inmóviles, pesados y, <strong>en</strong> la mayoría de<br />
las ocasiones, no degradables, esto, cambia las condiciones<br />
naturales del sitio y, repetido infinidad de veces, se crean los<br />
resultados negativos, para el medio ambi<strong>en</strong>te y el propio ser<br />
humano, que t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> la actualidad.<br />
En la naturaleza un árbol, por ejemplo, no limita el paso
del vi<strong>en</strong>to, la lluvia, el sol e, incluso, de la vista. La ductilidad<br />
es un principio de diseño eficaz para mejorar el funcionami<strong>en</strong>to<br />
ambi<strong>en</strong>tal que toma, por ejemplo, el ord<strong>en</strong> de un<br />
árbol y no es un obstáculo para la naturaleza permiti<strong>en</strong>do la<br />
creación de microclimas <strong>en</strong>tre los espacios construidos y <strong>en</strong><br />
su <strong>en</strong>torno para luego, abrir el espacio interior hacia los ámbitos<br />
naturales del sitio reforzados por elem<strong>en</strong>tos naturales y<br />
construidos movibles para increm<strong>en</strong>tar el confort ambi<strong>en</strong>tal<br />
<strong>en</strong> la vida de los usuarios.<br />
A nivel urbano y ambi<strong>en</strong>tal, la arquitectura dúctil permite<br />
desahogar grandes ext<strong>en</strong>siones de terr<strong>en</strong>o con edificios<br />
construidos sobre soportes, <strong>en</strong> proporciones notables, por lo<br />
que el agua de lluvia t<strong>en</strong>drá más posibilidades de ser absorbida<br />
por el subsuelo, alim<strong>en</strong>tando la vegetación y creando<br />
microclimas que b<strong>en</strong>efician la exist<strong>en</strong>cia de variadas especies<br />
animales y vegetales. El increm<strong>en</strong>to de la vegetación<br />
promoverá un ambi<strong>en</strong>te más saludable ya que los espacios<br />
construidos están más <strong>en</strong> contacto e integrados a la naturaleza,<br />
promovi<strong>en</strong>do un acercami<strong>en</strong>to mayor <strong>en</strong>tre la naturaleza<br />
y el urbanismo y a las personas a un ambi<strong>en</strong>te más<br />
natural.<br />
La propuesta de la arquitectura dúctil propone un equilibrio<br />
<strong>en</strong>tre el hábitat humano y la naturaleza ya que la arquitectura<br />
tradicional responde fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te a intereses<br />
económicos, políticos y sociales dando solución a una necesidad<br />
social primaria de protección y seguridad, a través<br />
de la construcción de conjuntos habitacionales donde se<br />
resguarda a la sociedad sin más b<strong>en</strong>eficio de calidad del<br />
espacio, sin que la sociedad reconozca el costo que la naturaleza<br />
ha pagado para tal solución, ya que grandes zonas<br />
117
118<br />
naturales con gran variedad de especies animales y vegetales<br />
que t<strong>en</strong>ían su propio equilibrio han sido desplazadas<br />
o eliminadas; como desviación de ríos, rell<strong>en</strong>o de una barranca<br />
natural, deforestación, contaminación del aire, suelo<br />
y agua, para crear una superficie regular donde se han<br />
construido las ciudades que conocemos, creando conflictos<br />
trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tes para el medio ambi<strong>en</strong>te y el ser humano.<br />
En la estrategia de diseño, la arquitectura dúctil permite<br />
la exaltación de conceptos como los sigui<strong>en</strong>tes:<br />
Flexibilidad, porque permite cambios m<strong>en</strong>ores <strong>en</strong> la planificación<br />
del espacio.<br />
Transformar, permite cambios de uso d<strong>en</strong>tro del edificio<br />
y su relación con el exterior.<br />
Agrandar, facilita adiciones a la cantidad de espacio<br />
<strong>en</strong> un edificio.<br />
Durabilidad, permite seleccionar materiales, <strong>en</strong>sambles<br />
y sistemas que requier<strong>en</strong> m<strong>en</strong>os mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, reparación<br />
y sustitución y alarga la vida útil de los edificios.<br />
Desmontaje, porque sus elem<strong>en</strong>tos constitutivos son más<br />
fácilm<strong>en</strong>te reutilizados o reciclados y pued<strong>en</strong> reducir los costos<br />
y el impacto ambi<strong>en</strong>tal relacionados con la adaptación<br />
de edificios para nuevos usos. También reduce los costos<br />
ambi<strong>en</strong>tales deliberadam<strong>en</strong>te por diseñar un edificio para<br />
una vida más corta, tal vez, y para facilitar el desmontaje y<br />
la reutilización de compon<strong>en</strong>tes y materiales<br />
Es importante que se considere para el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
de los edificios, que exist<strong>en</strong> tres categorías <strong>en</strong> la composición<br />
de los mismos con una vida útil difer<strong>en</strong>ciada:<br />
1ª. La estructura que ti<strong>en</strong>e una vida útil, <strong>en</strong> promedio, de<br />
60 años o más.
2ª. Las instalaciones eléctricas, sanitarias e hidráulicas<br />
con una vida útil aproximada de 15 a 20 años.<br />
3ª. los acabados <strong>en</strong> pisos, muros y plafones con una vida<br />
útil de 5 años aproximadam<strong>en</strong>te, según sean éstos.<br />
Direcciones de correo electrónico<br />
Equilibrio y armonía <strong>en</strong>tre el hábitat humano y la naturaleza<br />
http://ecologia2009.wordpress.com/2009/06/24/contaminacion-ambi<strong>en</strong>tal/<br />
Consulta: mayo 2010<br />
La forma es, <strong>en</strong> la naturaleza, la conclusión física de un proceso de<br />
adaptación<br />
wiki.sumaqperu.com/es/Fotografías_del_año_2007<br />
Consulta: mayo 2010<br />
La naturaleza como marco básico del habitar humano<br />
www.xtec.es/~jarrimad/contemp/wright.html<br />
Consulta: mayo 2010<br />
Necesidad de una conviv<strong>en</strong>cia equilibrada<br />
www.soygik.com<br />
Consulta: mayo 2010<br />
La arquitectura es un acto natural del ser humano<br />
http://www.turimexico.com/puebla/acholula.php<br />
Consulta: mayo 2010<br />
La arquitectura, es ya un riesgo para la superviv<strong>en</strong>cia<br />
http://homepage.mac.com/helipilot/Photoalbum20.html<br />
Consulta: septiembre 2009<br />
El desafío de buscar soluciones dúctiles y personalizadas es la realidad proced<strong>en</strong>te<br />
del siglo XXI<br />
http://search.babylon.com/?q=autom%C3%B3viles+vanguardia&s=img&babsrc=conduit&q=autom%C3%B3viles+vanguardia<br />
Consulta: mayo 2010<br />
La tecnología industrial <strong>en</strong> apoyo de la arquitectura dúctil<br />
http://motor-show.com.ar/2008/05/18/industria-automotriz/<br />
119
120<br />
Bibliografía<br />
Guía básica de la sost<strong>en</strong>ibilidad Segunda edición revisada y ampliada<br />
Brian Edwards<br />
Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2008<br />
Proyectar con la naturaleza<br />
L. McHarg, Ian<br />
Ediciones Gustavo Gili, México, 2000<br />
Arquine<br />
Invierno 2009<br />
Edición número 50<br />
Revista internacional de arquitectura y diseño<br />
Citas<br />
Brian Edwards, 2008<br />
Guía básica de la sost<strong>en</strong>ibilidad<br />
Segunda edición revisada y ampliada<br />
Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona<br />
L. McHarg, Ian, 2000<br />
Proyectar con la naturaleza<br />
Ediciones Gustavo Gili, México<br />
Rojas Garcidueñas, Manuel, 1997<br />
De la vida de las plantas y de los hombres<br />
SEP – fondo de cultura económica<br />
Chávez, Arq. Cesar Rafael.<br />
Artículo: la ciudad y el medio ambi<strong>en</strong>te, una relación compleja<br />
Revista ci<strong>en</strong>cia y desarrollo num. 174, 2004
Evolución<br />
de la temperatura interior<br />
de la vivi<strong>en</strong>da vegetal<br />
de la mixteca poblana,<br />
por la Dra. Arq. Gloria Carola<br />
Santiago Azpiazu<br />
121
122<br />
Evolución de la temperatura interior<br />
de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de<br />
la mixteca poblana<br />
Gloria Carola Santiago Azpiazu<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La casi extinta vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a del pequeño poblado de<br />
Santa Inés Ahuatempan, situado al sureste del estado de<br />
Puebla <strong>en</strong> México, forma parte de una rica her<strong>en</strong>cia cultural<br />
de los grupos ndaru . Esta vivi<strong>en</strong>da, completam<strong>en</strong>te<br />
adaptada al medio ambi<strong>en</strong>te, no provoca alteraciones <strong>en</strong><br />
su <strong>en</strong>torno y aprovecha al máximo los materiales que ofrece<br />
la naturaleza logrando con ello el bi<strong>en</strong>estar térmico de qui<strong>en</strong>es<br />
la habitan.<br />
Situadas <strong>en</strong> una región climática seca semicálida con<br />
lluvias <strong>en</strong> verano, estas construcciones pose<strong>en</strong> características<br />
particulares <strong>en</strong> su disposición, ori<strong>en</strong>tación y forma que<br />
conjuntam<strong>en</strong>te con un adecuado manejo de materiales,<br />
permit<strong>en</strong> conseguir ambi<strong>en</strong>tes interiores confortables para la<br />
mayor parte del día, tanto para el mes más caluroso como<br />
para el mes más frío.<br />
El análisis bioclimático de esta vivi<strong>en</strong>da está precedida<br />
por una recopilación de las variables climáticas del lugar obt<strong>en</strong>idas<br />
de la estación climátologica 00021165 Ahuatempan,<br />
latitud: 18°24’00” N, longitud: 097°11’00” W., pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te al<br />
Servicio Meterorológico Nacional de México (SMN). Los datos<br />
sobre los materiales, procesos constructivos y condiciones de<br />
uso de las vivi<strong>en</strong>das fueron obt<strong>en</strong>idos de fu<strong>en</strong>tes directas.<br />
A partir de los datos, el estudio valora la relación que<br />
guarda este tipo de hábitat con su <strong>en</strong>torno. Se explican las
características tecnológicas de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la<br />
mixteca poblana y los materiales utilizados, incluy<strong>en</strong>do una<br />
breve descripción de cada uno de ellos; la ord<strong>en</strong>ación del<br />
conjunto, que permite conocer aspectos relacionados con su<br />
emplazami<strong>en</strong>to, su estructura urbana y espacios públicos; el<br />
carácter de su estructura <strong>en</strong> cuanto a su tipología, su distribución,<br />
su forma y volum<strong>en</strong>, su ori<strong>en</strong>tación, su desarrollo interior<br />
y colores; así como el paisaje y la vegetación que ha permitido<br />
aprovechar las v<strong>en</strong>tajas que ofrec<strong>en</strong> los materiales autóctonos<br />
integrando <strong>en</strong> su conjunto el proceso constructivo.<br />
Finalm<strong>en</strong>te se pres<strong>en</strong>ta un análisis del ambi<strong>en</strong>te interior<br />
de la vivi<strong>en</strong>da, no se trata de un estudio exhaustivo, pero<br />
permite evaluar el confort térmico de estos espacios habitables.<br />
El análisis de la evolución de la temperatura interior<br />
tanto para el mes más frío como para el más cálido, muestra<br />
la estabilidad térmica que pres<strong>en</strong>tan estas construcciones.<br />
Este análisis se complem<strong>en</strong>ta con una exploración de<br />
la relación que guardan los elem<strong>en</strong>tos constructivos con el<br />
medio ambi<strong>en</strong>te, cuyo resultado es, de acuerdo a las condiciones<br />
climáticas, a la disposición de materiales y a la mano<br />
de obra, una adecuada solución a los problemas de protección<br />
y de confort térmico, dando lugar como lo m<strong>en</strong>ciona<br />
Olgyay (1963:5) a “expresiones constructivas con un fuerte<br />
carácter regional”.<br />
DESARROLLO de Aspectos<br />
geográficos. Ubicación<br />
El municipio de Santa Inés Ahuatempan está situado al sur del<br />
estado de Puebla <strong>en</strong> la región c<strong>en</strong>tral de los Estados Unidos<br />
Mexicanos, sus coord<strong>en</strong>adas geográficas son 18º 24’ latitud<br />
norte y 98º 01’ longitud oeste. Al norte colinda con el munici-<br />
123
124<br />
pio de Zacapala, al sur con el de Acatlán,<br />
al este con el de Tepexi de Rodríguez y al<br />
oeste con el de Cuayuca de Andrade. Forma<br />
parte de la d<strong>en</strong>ominada “mixteca poblana”,<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra a 1800 metros sobre el<br />
nivel del mar (msnm). En esta región los vi<strong>en</strong>tos<br />
son variables con predominio del vi<strong>en</strong>to<br />
del sureste, que sopla a una velocidad de<br />
0,6 a 2,0 m/s.<br />
Fisiografía y clima de la mixteca<br />
poblana<br />
Los límites del estado de Puebla <strong>en</strong>cierran áreas que correspond<strong>en</strong><br />
a cuatro provincias o regiones fisiográficas del país:<br />
la Sierra Madre Ori<strong>en</strong>tal al norte, la Llanura Costera al este,<br />
el Eje Neovolcánico al oeste y la Sierra Madre del Sur <strong>en</strong> la<br />
zona meridional.<br />
El poblado de Santa Inés Ahuatempan, pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te a<br />
la mixteca poblana, se localiza <strong>en</strong> la provincia Sierra Madre<br />
del Sur que compr<strong>en</strong>de el 45,42% de la superficie del estado<br />
de Puebla y está constituida por parte de siete subprovincias<br />
ocupando la mayor parte de la porción sur de la <strong>en</strong>tidad<br />
hasta los límites con el estado de Oaxaca. El poblado<br />
pert<strong>en</strong>ece a la subprovincia Cordillera Costera del Sur que<br />
abarca el 13,11 % de la superficie del territorio poblano <strong>en</strong> la<br />
zona sur-suroeste del mismo (INEGI, 2000) .<br />
En g<strong>en</strong>eral los climas que predominan <strong>en</strong> el estado de<br />
Puebla son los templados, aunque también se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
los climas cálidos, los semicálidos, los semisecos, los secos,<br />
los semifríos y los fríos. Santa Inés Ahuatempan ti<strong>en</strong>e un clima<br />
seco debido al efecto de sombra pluviométrica u orográfi-
ca, está definido como un clima seco semicálido con lluvias<br />
<strong>en</strong> verano, este clima es característico de las regiones que<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran por arriba de los 1500 msnm. Su temperatura<br />
media anual es de 24,3 ºC y su precipitación total anual<br />
es de 877,9 mm, el porc<strong>en</strong>taje de lluvia invernal es m<strong>en</strong>or<br />
de 5 mm y el invierno se considera fresco debido a que la<br />
temperatura media anual de mes más frío es m<strong>en</strong>or 18 ºC.<br />
El mes más cálido es abril con 20,5 ºC de temperatura media<br />
m<strong>en</strong>sual y el mes más frío es <strong>en</strong>ero con 15,3 ºC. De junio<br />
a septiembre se registran los promedios más altos de lluvia<br />
m<strong>en</strong>sual con un máximo de 175,1 mm para el mes de junio y<br />
<strong>en</strong> diciembre se pres<strong>en</strong>ta el más bajo con 6,0 mm.<br />
Valoración de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la<br />
mixteca poblana<br />
Desde que el hombre aparece sobre la tierra ha s<strong>en</strong>tido la<br />
necesidad de guarecerse de las inclem<strong>en</strong>cias del tiempo,<br />
ya sea del calor o del frío, así como protegerse de la am<strong>en</strong>aza<br />
de los animales, es por ello que <strong>en</strong> un principio aprovecha<br />
las cuevas, los huecos y las hondonadas, lugares que le<br />
sirvieron de morada.<br />
Posteriorm<strong>en</strong>te utiliza los materiales de su <strong>en</strong>torno, al<br />
principio solo construye simples refugios, es decir, vivi<strong>en</strong>das<br />
de materiales vegetales frágiles, después, gracias a la fabricación<br />
de herrami<strong>en</strong>tas elem<strong>en</strong>tales, combinaron esos<br />
materiales con difer<strong>en</strong>tes minerales para construir albergues<br />
más resist<strong>en</strong>tes y perman<strong>en</strong>tes. El desarrollo y evolución de<br />
la vivi<strong>en</strong>da ha sido l<strong>en</strong>to pero sin duda la influ<strong>en</strong>cia del medio<br />
ambi<strong>en</strong>te fue y sigue si<strong>en</strong>do el factor de mayor importancia<br />
(Moya, 1988).<br />
La vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> México, como <strong>en</strong> otras partes<br />
125
126<br />
del mundo, ti<strong>en</strong>e el mismo principio y desarrollo. Las necesidades,<br />
el medio ambi<strong>en</strong>te y la disposición de materiales locales<br />
dan lugar a tipologías edificatorias peculiares de cada<br />
sitio. Por otra parte, el desarrollo de la vivi<strong>en</strong>da está vinculado<br />
al estado económico y social, cuando ésta evoluciona<br />
corresponde siempre a un mejorami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el aspecto<br />
económico y por <strong>en</strong>de <strong>en</strong> la calidad de vida. Aunque algunos<br />
etnólogos consideran que la vivi<strong>en</strong>da es un índice de la<br />
cultura y de la psicología de los pueblos, la construcción de<br />
las vivi<strong>en</strong>das indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> México está determinada por la<br />
<strong>en</strong>orme influ<strong>en</strong>cia del medio geográfico aunada a la situación<br />
económica precaria de estos grupos sociales.<br />
La superficie de México es muy vasta y <strong>en</strong> ella <strong>en</strong>contramos<br />
una gran variedad de medios geográficos y climas.<br />
En esta diversidad de factores se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran diseminados<br />
muchos grupos étnicos, algunos compart<strong>en</strong> regiones y la<br />
única barrera es el idioma como sucede con los grupos indíg<strong>en</strong>as<br />
que viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> la región mixteca de Puebla y Oaxaca,<br />
<strong>en</strong> cambio otros viv<strong>en</strong> aislados <strong>en</strong> zonas muy distantes, tal es<br />
el caso de los indíg<strong>en</strong>as raramuris que viv<strong>en</strong> diseminados <strong>en</strong><br />
las alturas de la Sierra Madre Occid<strong>en</strong>tal.<br />
El grupo étnico que habita <strong>en</strong> la mixteca poblana es<br />
el ndaru. Se trata de un grupo que comparte la región con<br />
otros grupos del estado de Puebla y Oaxaca, el medio geográfico<br />
y los materiales de los que dispon<strong>en</strong> para fabricar sus<br />
vivi<strong>en</strong>das son afines, por ello guarda ciertas semejanzas con<br />
las de otras comunidades.<br />
La valoración de la vivi<strong>en</strong>da vegetal se ha realizado <strong>en</strong><br />
tres niveles: el primero corresponde a un análisis de las características<br />
g<strong>en</strong>erales de los elem<strong>en</strong>tos climáticos predomi-
nantes, su importancia relativa y sus efectos direccionales;<br />
<strong>en</strong> el segundo nivel se determinan las categorías relacionadas<br />
con la ord<strong>en</strong>ación resid<strong>en</strong>cial, el diseño de las vivi<strong>en</strong>das<br />
y los sistemas constructivos. El tercer nivel compr<strong>en</strong>de un<br />
análisis del ambi<strong>en</strong>te interior de la vivi<strong>en</strong>da, no se trata de un<br />
estudio exhaustivo, pero permite evaluar el confort térmico<br />
de estos espacios habitables. El análisis de la evolución de<br />
la temperatura interior se realiza tanto para el mes más frío<br />
como para el más cálido con el fin de determinar la estabilidad<br />
térmica que pres<strong>en</strong>tan estas edificaciones.<br />
Interpretación climática específica<br />
de Santa Inés Ahuatempan<br />
Ord<strong>en</strong>ación resid<strong>en</strong>cial<br />
El poblado de Santa Inés Ahuatempan está constituido por<br />
una zona c<strong>en</strong>tral y cinco barrios, el Barrio de San Antonio, el<br />
Barrio de Jesús, el Barrio de los Reyes, el Barrio de Santa Inés<br />
y el Barrio de Santiago, las unidades parcelarias urbanas que<br />
integran las manzanas son variables, la d<strong>en</strong>sidad actual de<br />
las vivi<strong>en</strong>das es baja y disminuye del c<strong>en</strong>tro a la periferia.<br />
La parcela o solar son los elem<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>eradores de la estructura<br />
urbana de la mixteca poblana, las superficies que<br />
abarcan son importantes, los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos no están concebidos<br />
para implantar únicam<strong>en</strong>te las vivi<strong>en</strong>das, sino para<br />
servir al modo de producción ya que son comunidades que<br />
dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te de la actividad agrícola de<br />
temporal.<br />
Este poblado se caracterizan por una sólida organización<br />
de barrios que rige su estructura social y religiosa, la<br />
conci<strong>en</strong>cia de la g<strong>en</strong>te de pert<strong>en</strong>ecer a un sector del poblado<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra estrecham<strong>en</strong>te relacionada con la con-<br />
127
128<br />
ci<strong>en</strong>cia de formar parte una comunidad específica y de su<br />
situación socioeconómica.<br />
Emplazami<strong>en</strong>to: El poblado está situado <strong>en</strong> un valle, las<br />
p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes son poco pronunciadas, la velocidad del vi<strong>en</strong>to<br />
que provi<strong>en</strong>e del sureste varía <strong>en</strong>tre 0,6 y 2,0 m/s, hay poca<br />
humedad durante la primavera, otoño e invierno y la pres<strong>en</strong>cia<br />
de lluvias torr<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> verano es importante.<br />
Estructura urbana: No se requiere protección contra los<br />
vi<strong>en</strong>tos debido a su baja velocidad. Las vivi<strong>en</strong>das se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
agrupadas de dos a tres unidades por parcela <strong>en</strong><br />
torno a un espacio c<strong>en</strong>tral abierto, <strong>en</strong> donde g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />
exist<strong>en</strong> árboles de hoja caduca que proporcionan sombra<br />
<strong>en</strong> verano y permit<strong>en</strong> el asoleami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> invierno. La ord<strong>en</strong>ación<br />
de la vivi<strong>en</strong>da es libre y abierta, está mezclada con<br />
la naturaleza como puede apreciarse <strong>en</strong> las figuras 2a y 2b.<br />
Los cerrami<strong>en</strong>tos de quiotes o cactos delimitan simbólicam<strong>en</strong>te<br />
el “espacio protegido” (López, 1993:13).<br />
Espacios públicos: En el c<strong>en</strong>tro del poblado existe una<br />
plaza c<strong>en</strong>tral con grupos de árboles que proporcionan sombra.<br />
La disposición de las calles es irregular no predomina<br />
ninguna ori<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> particular.<br />
Paisaje: La relación que existe <strong>en</strong>tre el interior de la vivi<strong>en</strong>da<br />
vegetal mixteca y el exterior es armoniosa, la utilización<br />
de los espacios exteriores no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra afectada<br />
significativam<strong>en</strong>te por la pres<strong>en</strong>cia sus habitantes, <strong>en</strong> los barrios<br />
se percibe un paisaje natural con alteraciones mínimas.<br />
Vegetación: La vegetación de la región es característica<br />
de un clima semiseco, es escasa, predomina la palma (figura<br />
3a y 3b), material que se aprovecha para la construcción<br />
de las vivi<strong>en</strong>das así como para la elaboración de productos
a.El clima semiseco es propicio para<br />
el crecimi<strong>en</strong>to de algunas especies<br />
como la palma.<br />
La abundancia de la palma <strong>en</strong><br />
esta región, g<strong>en</strong>era los llamados<br />
“manchones”.<br />
artesanales y de uso cotidiano. También<br />
hay pequeños arbustos y árboles<br />
bajos d<strong>en</strong>ominados mezquites, cuya<br />
madera que se caracteriza por su dureza,<br />
también se aprovecha para la<br />
vivi<strong>en</strong>da. Exist<strong>en</strong> además otras zonas<br />
cubiertas de cactáceas <strong>en</strong> donde<br />
crece el maguey, del cual se aprovecha<br />
el “fruto” o quiote, una especie<br />
de tronco que florece <strong>en</strong> su c<strong>en</strong>tro.<br />
De tejido esponjoso, este material se<br />
utiliza cortado longitudinalm<strong>en</strong>te por<br />
la mitad para la fabricación de los<br />
cerrami<strong>en</strong>tos verticales o muros de sus<br />
vivi<strong>en</strong>das.<br />
MATERIALES DE CONSTRUC-<br />
CIÓN<br />
Los grupos indíg<strong>en</strong>as ndaru de la mixteca<br />
poblana, construy<strong>en</strong> sus vivi<strong>en</strong>das<br />
empleando los materiales que la<br />
naturaleza les ofrece. La facilidad <strong>en</strong><br />
su obt<strong>en</strong>ción, preparación y utilización<br />
permite un aprovechami<strong>en</strong>to intelig<strong>en</strong>te pues recurr<strong>en</strong><br />
a aquellos que son asequibles y adecuados para protegerlos<br />
del clima y los cambios atmosféricos.<br />
La experi<strong>en</strong>cia y los conocimi<strong>en</strong>tos transmitidos de padres<br />
a hijos les han permitido seleccionar adecuadam<strong>en</strong>te<br />
los materiales, el tiempo de corte y los métodos de acarreo<br />
y habilitación dando lugar a vivi<strong>en</strong>das económicas, duraderas<br />
y bellas. Esta región climática, seca semicálida con<br />
129
Detalle de uniones<br />
<strong>en</strong>tre horcones, brazo<br />
o tijera y soleras<br />
(elem<strong>en</strong>tos horizontales<br />
de soporte). La<br />
solera se sujeta <strong>en</strong> la<br />
horqueta del horcón<br />
o elem<strong>en</strong>to estructural<br />
vertical, <strong>en</strong>tre las<br />
dos soleras se forma<br />
el alero, cuya función<br />
es evitar que<br />
durante el tiempo<br />
de lluvias, el agua<br />
caiga directam<strong>en</strong>te<br />
sobre los muros de<br />
quiotes.<br />
Fu<strong>en</strong>te: archivo fotográfico<br />
GCSA.<br />
Preparación de la<br />
palma para el tejido<br />
de la cubierta y los<br />
petates.<br />
Fu<strong>en</strong>te: archivo fotográfico<br />
GCSA.<br />
lluvias <strong>en</strong> verano , se caracteriza por la abundancia<br />
de ciertos vegetales que son aprovechados para la<br />
construcción de sus casas. Aunque <strong>en</strong> algunos casos<br />
podemos <strong>en</strong>contrar materiales inorgánicos, predominan<br />
los de orig<strong>en</strong> vegetal. A continuación se pres<strong>en</strong>ta<br />
una breve descripción de cada uno de ellos:<br />
Horcón. Tronco o rama robusta de madera mas o<br />
m<strong>en</strong>os recto que sirve como pié derecho (columna o<br />
pilar), pero g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te como poste <strong>en</strong> el ángulo de<br />
una vivi<strong>en</strong>da. Comúnm<strong>en</strong>te el extremo superior remata<br />
con dos pequeñas ramas <strong>en</strong> dirección diverg<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> forma de V, como las horquetas. Esta horqueta sirve<br />
para fijar la viga horizontal (figura 4).<br />
Cuilote: Son varas que se extra<strong>en</strong> de una cactácea<br />
conocida con el nombre de gigante cuilote, este<br />
vegetal sirve de soporte al formar una retícula <strong>en</strong> la<br />
cubierta y es la base donde se teje la palma (figura<br />
5), el cuilote es utilizado también como refuerzo horizontal<br />
<strong>en</strong> los muros perimetrales; a veces el gigante<br />
cuilote es sustituido por otate.<br />
Otate. Especie de caña gigantesca que se produce<br />
<strong>en</strong> los terr<strong>en</strong>os c<strong>en</strong>agosos, se utiliza como armadura<br />
de las cubiertas <strong>en</strong> las vivi<strong>en</strong>das. El otate es una<br />
planta de la familia de las gramíneas, de tallo nudoso<br />
y leñoso, parecido al carrizo y al bambú, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
<strong>en</strong> diversos estados de México, <strong>en</strong>tre ellos, Puebla,<br />
Oaxaca, Veracruz, Jalisco, y San Luis Potosí. En algunos<br />
otros estados como <strong>en</strong> Sonora y Chihuahua se d<strong>en</strong>omina<br />
otatillo.<br />
En g<strong>en</strong>eral es un material muy apreciado para la<br />
130
construcción de vivi<strong>en</strong>das indíg<strong>en</strong>as por t<strong>en</strong>er una<br />
constitución casi uniforme, gran tamaño y diversidad<br />
de diámetros, esto permite su utilización como pilares,<br />
vigas o soleras Los diámetros pequeños se utilizan<br />
como recubrimi<strong>en</strong>to de paredes y para construir divisiones<br />
interiores <strong>en</strong> otras regiones del país.<br />
Palma. Se d<strong>en</strong>omina palma <strong>en</strong> forma g<strong>en</strong>eral<br />
a las hojas de una gran variedad de palmeras que<br />
crec<strong>en</strong> <strong>en</strong> las regiones cálidas del país y que se usan<br />
<strong>en</strong> la construcción de cubiertas. Su forma y duración<br />
dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de la especie de palmera, edad y naturaleza<br />
del terr<strong>en</strong>o, (figura 6).<br />
Quiote . Palabra del mexicano quiotl. Tallo que<br />
produce el maguey de uno a tres metros de largo y<br />
de 15 a 20 cm. de diámetro. Para su utilización se corta<br />
longitudinalm<strong>en</strong>te por la mitad, de ser necesario se<br />
empareja con machete y se deja secar; después se<br />
coloca verticalm<strong>en</strong>te formando el cerrami<strong>en</strong>to de la<br />
vivi<strong>en</strong>da (figura 7).<br />
Mecate. Cordel vegetal hecho con palma. Para<br />
tejerlo se utiliza la palma verde y se seca al sol. Para<br />
alcanzar su dureza y resist<strong>en</strong>cia se emplea el mismo<br />
procedimi<strong>en</strong>to de cocción del petate, se utiliza<br />
como elem<strong>en</strong>to de sujeción <strong>en</strong> la construcción de la<br />
vivi<strong>en</strong>da mixteca (figura 8).<br />
Petate. Tejido hecho con palma a manera de tapete.<br />
La palma se corta tierna, se deja secar, se remoja<br />
<strong>en</strong> agua, se raja o separa <strong>en</strong> pares y se teje utilizando<br />
los pares de acuerdo al tamaño requerido del<br />
petate. Una vez terminado, se hierve <strong>en</strong> agua (para<br />
Cerrami<strong>en</strong>to vertical<br />
de la vivi<strong>en</strong>da<br />
formada por quiotes<br />
y refuerzo horizontal<br />
de cuilotes.<br />
Fu<strong>en</strong>te: archivo<br />
fotográfico GCSA.<br />
Amarre de los horcones<br />
con la estructura<br />
de la cubierta con la<br />
utilización de mecates.<br />
Fu<strong>en</strong>te: archivo fotográfico<br />
GCSA.<br />
131
132<br />
apretar el tejido y evitar resquebrajami<strong>en</strong>to), finalm<strong>en</strong>te se<br />
deja secar para utilizarlo como recubrimi<strong>en</strong>to interior del cerrami<strong>en</strong>to<br />
vertical y como acabado final de pisos. El petate<br />
hecho de grandes dim<strong>en</strong>siones y tejido de una sola pieza, se<br />
conoce con el nombre de petlameca (figura 9).<br />
Los materiales descritos para la fábrica de estas vivi<strong>en</strong>das<br />
son típicos de esta región; sus nombres son los utilizados<br />
por los nativos.<br />
DISEÑO DE LA VIVIENDA<br />
Tipología de la vivi<strong>en</strong>da vegetal: son vivi<strong>en</strong>das ligeras y dispersas,<br />
organizadas <strong>en</strong> conjuntos libres d<strong>en</strong>tro de cada solar.<br />
G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se ori<strong>en</strong>tan al norte o sur con respecto a<br />
su acceso. Existe una relación armónica <strong>en</strong>tre la vivi<strong>en</strong>da<br />
y la naturaleza, se aprovechan los materiales de la región<br />
(horcones, quiotes, cuilotes y palma). Son unifamiliares y se<br />
construy<strong>en</strong> con formas regulares, su tamaño es variable.<br />
Distribución g<strong>en</strong>eral: La vivi<strong>en</strong>da de la mixteca poblana<br />
se compone g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te de dos o tres edificaciones indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />
una de la otra, están ubicadas d<strong>en</strong>tro de un<br />
solar o parcela, se destinan una o dos de ellas a las habitaciones<br />
y la de m<strong>en</strong>ores dim<strong>en</strong>siones a la cocina. Su planta<br />
es rectangular, se desplantan sobre el terr<strong>en</strong>o natural, están<br />
rodeadas de la vegetación autóctona y no están alineadas<br />
con respecto la calle.<br />
Planta de las vivi<strong>en</strong>das: Las vivi<strong>en</strong>das son de una sola<br />
planta (figura 10), manti<strong>en</strong><strong>en</strong> una proporción 1:2. Los indíg<strong>en</strong>as<br />
ndaru determinan el tamaño de sus vivi<strong>en</strong>das por el<br />
número de tijeras, las casas de mayor tamaño ti<strong>en</strong><strong>en</strong> seis tijeras<br />
y éstas a su vez se mid<strong>en</strong> por brazadas (brazos ext<strong>en</strong>didos)<br />
(figura 10). La superficie de cada uno de estos espacios
varía <strong>en</strong>tre 20 y 32 m2 aproximadam<strong>en</strong>te; su ubicación con<br />
respecto al solar es también variable; las cabeceras pued<strong>en</strong><br />
estar al ori<strong>en</strong>te o al poni<strong>en</strong>te; no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> v<strong>en</strong>tanas, los dos<br />
únicos vanos son: la puerta hecha de quiotes que se coloca<br />
indistintam<strong>en</strong>te al norte o sur según su posición <strong>en</strong> relación<br />
a la parcela (o solar) y una v<strong>en</strong>tilación <strong>en</strong> la cubierta sólo<br />
<strong>en</strong> una de las cabeceras (figuras 11 y 12). Los cerrami<strong>en</strong>tos<br />
verticales de las habitaciones y de la cocina se construy<strong>en</strong><br />
con quiotes recubiertos al interior con petates, las cubiertas<br />
son de palma sobre una estructura de cuilotes.<br />
El interior: la vivi<strong>en</strong>da mixteca está libre de muros, aunque<br />
<strong>en</strong> algunas se emplean divisiones con textiles o petlamecas<br />
para separar las áreas destinadas a dormitorios. Habitualm<strong>en</strong>te<br />
las camas están hechas con un <strong>en</strong>rejado de<br />
otates soportados con horcones y recubiertos de petate.<br />
Colores: estas vivi<strong>en</strong>das, al ser completam<strong>en</strong>te vegetales<br />
no requier<strong>en</strong> del uso del color, las superficies exteriores<br />
son naturales. El interior, al permanecer <strong>en</strong> p<strong>en</strong>umbra, es oscuro<br />
y el color se lo da el petate o petlameca que se coloca<br />
como recubrimi<strong>en</strong>to para la protección contra el vi<strong>en</strong>to.<br />
PROCESO CONSTRUCTIVO<br />
Los procesos de construcción <strong>en</strong> la mixteca poblana son característicos<br />
de la región, los principales elem<strong>en</strong>tos constructivos<br />
son: los apoyos, los cerrami<strong>en</strong>tos verticales y la cubierta.<br />
En la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana se utilizan<br />
como elem<strong>en</strong>tos de apoyo (pilares) los horcones. Las vigas<br />
perimetrales (solera) y la estructura de la cubierta descansan<br />
sobre ellos, estos apoyos son troncos o ramas robustas<br />
relativam<strong>en</strong>te derechos, pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrarse descortezados<br />
o no, con un diámetro que varía <strong>en</strong>tre 10 y 20 cm. de un<br />
133
134<br />
árbol llamado mezquite, cuya madera se caracteriza por su<br />
dureza. Por lo g<strong>en</strong>eral el extremo superior remata <strong>en</strong> dos pequeños<br />
troncos con dirección diverg<strong>en</strong>te <strong>en</strong> forma de “horqueta”,<br />
de aquí el nombre g<strong>en</strong>érico de horcón.<br />
La estructura de la cubierta se apoya sobre estos elem<strong>en</strong>tos<br />
que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran distribuidos perimetralm<strong>en</strong>te a<br />
una distancia aproximada de 1,00 m. Se utilizan horcones<br />
de mayor tamaño <strong>en</strong> cada una de las esquinas (figura 13).<br />
Los cerrami<strong>en</strong>tos verticales de estas vivi<strong>en</strong>das están<br />
compuestos por cuatro elem<strong>en</strong>tos oriundos de la región;<br />
los quiotes o elem<strong>en</strong>tos verticales, los cuilotes o elem<strong>en</strong>tos<br />
horizontales de refuerzo, el petlameca como recubrimi<strong>en</strong>to<br />
interior, y el mecate, como elem<strong>en</strong>to de sujeción y amarre.<br />
Los quiotes se cortan por la mitad <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido longitudinal<br />
quedando dos medias cañas, éstas se emparejan, se dejan<br />
secar y una vez secas se colocan verticalm<strong>en</strong>te con la<br />
parte curva hacia el interior. El cerrami<strong>en</strong>to se amarra con<br />
mecate a dos hileras de otates perimetrales que rodean la<br />
vivi<strong>en</strong>da con una separación de 60 cm aproximadam<strong>en</strong>te<br />
(figura 14). Al interior se colocan petates cuya función es impedir<br />
el paso del vi<strong>en</strong>to al interior de la vivi<strong>en</strong>da a través de<br />
las aberturas que se forman al unir los quiotes debido a sus<br />
irregularidades (figura 15). La ejecución de este proceso se<br />
realiza una vez concluida la construcción de la cubierta.<br />
Una vez hincados los horcones se construye la cubierta,<br />
su fábrica es la etapa más compleja. Estos elem<strong>en</strong>tos soportan<br />
las soleras que a su vez sirv<strong>en</strong> de base para los brazos o<br />
tijeras que sust<strong>en</strong>tan la cubierta <strong>en</strong> forma de V invertida.<br />
La cubierta está compuesta por soleras, contra soleras,<br />
tijeras, caballete, mecate y palma. El elem<strong>en</strong>to portante es
el armazón de la estructura y sosti<strong>en</strong>e al elem<strong>en</strong>to protector<br />
(palma). Los techos son de cuatro aguas con aleros que<br />
sobresal<strong>en</strong> unos 0,60 metros, el caballete está situado a una<br />
altura aproximada de 5 metros sobre el nivel de terr<strong>en</strong>o. La<br />
cubierta mide unos 3,0 metros de altura y está formada por 4<br />
o 6 pares de tijeras, que son cuatro otates unidos <strong>en</strong> uno de<br />
los extremos formando dos pares de V’s invertidas apoyadas<br />
<strong>en</strong> la viga perimetral o solera. Sobre las tijeras se arma una<br />
retícula de otates, éste <strong>en</strong>tramado ti<strong>en</strong>e de separación <strong>en</strong><br />
el s<strong>en</strong>tido horizontal 4 “dedos” (8 a 10 cm) y <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido<br />
vertical de 1 “cuarta” (mano abierta, de 20 a 25 cm), la retícula<br />
está amarrada con mecate torcido (figuras 16, 17 y 18).<br />
Para el acabado de la cubierta o techo se utiliza un<br />
material muy abundante <strong>en</strong> la región, la palma. El procedimi<strong>en</strong>to<br />
consiste <strong>en</strong> colocar manojos de palma madura,<br />
seca (color marrón) y golpeada (majada) de tal manera<br />
que se forman pequeñas fibras que la hac<strong>en</strong> impermeable.<br />
Estos manojos se amarran sobre la armadura de otates con<br />
la misma palma.<br />
El acopio y habilitación de los materiales para la cubierta<br />
es sin duda lo que requiere mayor tiempo. El proceso es<br />
largo, desde la recolección de la palma <strong>en</strong> el campo, su<br />
secado, su azote, y la conformación de los manojos, que<br />
requiere de un lapso considerable, hasta la colocación de<br />
la palma <strong>en</strong> la estructura, pasa otro periodo también importante.<br />
Cuando la cubierta es nueva el espesor de la palma es<br />
de unos 25 cm y su color es marrón. A medida que transcurre<br />
el tiempo el espesor disminuye y su coloración se oscurece<br />
(figuras 19 y 20). El tiempo de vida útil de este material <strong>en</strong><br />
135
136<br />
la cubierta es variable, de 15 a 30 años, transcurrido este<br />
lapso se procede a cambiar la cubierta por palma nueva.<br />
Actualm<strong>en</strong>te las vivi<strong>en</strong>das sufr<strong>en</strong> alteraciones debido a la<br />
influ<strong>en</strong>cia de los materiales “modernos”, se sustituy<strong>en</strong> tanto<br />
las cubiertas de palma por láminas galvanizadas, como los<br />
muros de quiotes por bloques de hormigón.<br />
Además de utilizar materiales regionales <strong>en</strong> el procedimi<strong>en</strong>to<br />
antes descrito, la mano de obra también es regional, existe<br />
una colaboración de los vecinos y cuando la cubierta está finalizada,<br />
se hace una fiesta para celebrar su terminación.<br />
Los pisos son de tierra apisonada como sucede con la<br />
mayoría de las vivi<strong>en</strong>das indíg<strong>en</strong>as del país. En esta región<br />
las lluvias no suel<strong>en</strong> ser frecu<strong>en</strong>tes, se pres<strong>en</strong>tan únicam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> el verano y aunque <strong>en</strong> ocasiones pued<strong>en</strong> ser torr<strong>en</strong>ciales,<br />
no se requiere elevar a vivi<strong>en</strong>da sobre el nivel del terr<strong>en</strong>o.<br />
ANÁLISIS BIOCLIMÁTICO<br />
A partir de la descripción de los materiales y del sistema<br />
constructivo de la vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana,<br />
se evalúan las condiciones ambi<strong>en</strong>tales de estos espacios y<br />
el bi<strong>en</strong>estar térmico que percib<strong>en</strong> sus habitantes, como parte<br />
de dicha evaluación, se requiere un análisis bioclimático<br />
de la vivi<strong>en</strong>da.<br />
La percepción del ser humano sobre el confort resulta<br />
un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o complejo ya que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> simultáneam<strong>en</strong>te,<br />
diversos parámetros y factores (Serra, 1999). D<strong>en</strong>tro de los<br />
parámetros ambi<strong>en</strong>tales o de confort <strong>en</strong>contramos aquellas<br />
características objetivas de un espacio valoradas <strong>en</strong> términos<br />
<strong>en</strong>ergéticos, éstas actúan directam<strong>en</strong>te sobre las personas<br />
que ocupan dichos espacios y pued<strong>en</strong> ser específicos<br />
(térmicos, acústicos, visuales), o g<strong>en</strong>erales (dim<strong>en</strong>siones del
espacio, tiempo, etc.). Los factores de confort están vinculados<br />
a los usuarios del espacio por lo tanto son indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />
al ambi<strong>en</strong>te pero influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> su apreciación. El carácter<br />
personal que percibe el usuario, queda definido por<br />
un conjunto de condiciones que pued<strong>en</strong> ser: biológico-fisiológicas<br />
(edad, sexo, her<strong>en</strong>cia), sociológicas (educación,<br />
moda, ambi<strong>en</strong>te familiar, tipo de alim<strong>en</strong>tación) y psicológicas<br />
(adaptabilidad) .<br />
Un ambi<strong>en</strong>te que ofrezca una s<strong>en</strong>sación de confort<br />
resulta de la combinación <strong>en</strong>tre los parámetros y los factores<br />
del usuario. En gran parte, la arquitectura vernácula<br />
ha basado el diseño de sus ambi<strong>en</strong>tes habitables <strong>en</strong> esta<br />
s<strong>en</strong>sación, sus habitantes conoc<strong>en</strong> muy bi<strong>en</strong> la influ<strong>en</strong>cia de<br />
cada uno de los factores y sus repercusiones, y parti<strong>en</strong>do<br />
de una valoración empírica de los parámetros ambi<strong>en</strong>tales,<br />
han elegido aquellos materiales que les ofrec<strong>en</strong> las mejores<br />
condiciones de confort para el medio <strong>en</strong> el que viv<strong>en</strong>.<br />
El clima ha sido uno de los elem<strong>en</strong>tos determinantes <strong>en</strong><br />
la fabricación de la vivi<strong>en</strong>da de la mixteca poblana, aunque<br />
no el único ya que también ha influido de manera importante<br />
su precaria situación económica. Para definirlo,<br />
se requier<strong>en</strong> conocer los valores estadísticos de los distintos<br />
factores climáticos y los estados y fluctuaciones del tiempo<br />
(Neila y Bedoya, 1997).<br />
Las características climáticas de un lugar están dadas,<br />
<strong>en</strong> gran medida, por su ubicación geográfica, esta región se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el hemisferio norte del contin<strong>en</strong>te americano<br />
(latitud, 18º 24’ 00” N; longitud de 97º 11’ 00” W), <strong>en</strong> la zona<br />
interior o contin<strong>en</strong>tal del c<strong>en</strong>tro de México, está situado a<br />
una altura sobre el nivel del mar de 1800 m, las lluvias son<br />
137
escasas aunque pued<strong>en</strong><br />
llegar a ser torm<strong>en</strong>tosas<br />
<strong>en</strong> verano, <strong>en</strong> términos<br />
g<strong>en</strong>erales el clima se<br />
considera seco semicálido<br />
con lluvias <strong>en</strong> verano.<br />
Las normales climatológicas<br />
correspond<strong>en</strong> a la<br />
estación metereológica<br />
00021165 del poblado de<br />
Santa Inés Ahuatempan.<br />
Los registros correspond<strong>en</strong><br />
al periodo de observación<br />
de 1971 a 2000 (29<br />
años).<br />
Los gráficos 1 y 2<br />
muestran la evolución<br />
de la temperatura y la<br />
precipitación, la temperatura<br />
media anual es de 20,8 ºC y la precipitación anual<br />
acumulada es de 700,9 mm . El mes más frío es diciembre<br />
con una temperatura media mínima de 8,8 ºC con registros<br />
de mínimos diarios de 1 ºC y 0 ºC <strong>en</strong> los meses de noviembre,<br />
diciembre y <strong>en</strong>ero; el mes más caluroso es abril con una<br />
temperatura media máxima de 28,7 ºC y registros de máximas<br />
diarias para los meses de marzo, abril y mayo de 34 ºC y<br />
35 ºC. En el verano se pres<strong>en</strong>tan las lluvias más int<strong>en</strong>sas que<br />
pued<strong>en</strong> llegar a ser torm<strong>en</strong>tosas, no se cu<strong>en</strong>ta con datos<br />
sobre irradiancia.<br />
Gráfico 1. El gráfico muestra que <strong>en</strong>ero es el mes más frío<br />
138
con una temperatura media de 16 ºC, <strong>en</strong> este mes se registra<br />
una temperatura mínima de 8,8 ºC y una máxima de 23 ºC.<br />
Abril es el mes más caluroso del año con temperaturas que oscilan<br />
<strong>en</strong>tre los 12,9 ºC como mínima y los 28,7 ºC como máxima.<br />
Gráfico 2. En el gráfico se observa que junio es el mes<br />
más lluvioso del año y diciembre como el mes que pres<strong>en</strong>ta<br />
el valor mínimo de precipitación pluvial con 6 mm.<br />
EVOLUCIÓN DE LA TEMPERATURA INTERIOR<br />
La situación geográfica, el clima y la disponibilidad de materiales<br />
de la mixteca poblana han sido determinantes <strong>en</strong><br />
la tipología de la vivi<strong>en</strong>da de esta zona, pero también lo<br />
han sido la organización familiar y la situación económica<br />
de estos grupos sociales. Al estar situada <strong>en</strong> una zona seca<br />
semicálida, sin grandes variaciones anuales y diarias de su<br />
temperatura, se han aprovechado <strong>en</strong> su construcción los<br />
materiales vegetales autóctonos que además de su disponibilidad,<br />
ofrec<strong>en</strong> bu<strong>en</strong>as condiciones interiores como se puede<br />
apreciar <strong>en</strong> los gráficos 3 y 4 de evolución de la temperatura<br />
interior tanto <strong>en</strong> el mes más frío (<strong>en</strong>ero) como <strong>en</strong> el mes<br />
más cali<strong>en</strong>te (abril).<br />
En estas gráficas se muestra una variación de la temperatura<br />
interior <strong>en</strong> función de la exterior, esto se debe a que<br />
tanto los muros como la cubierta de la vivi<strong>en</strong>da son vegetales<br />
y ofrec<strong>en</strong> poca resist<strong>en</strong>cia al intercambio de calor con el<br />
exterior, sin embargo la oscilación térmica no es muy grande,<br />
4,57 ºC para diciembre y 4,94º C para abril, tomando <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta 1 m2 de v<strong>en</strong>tilación correspondi<strong>en</strong>te al único hueco<br />
abierto perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te que ti<strong>en</strong>e la vivi<strong>en</strong>da ubicado <strong>en</strong><br />
una de sus cabeceras.<br />
Si bi<strong>en</strong> la velocidad del aire es baja, 0,6 a 2,0 m/s, es<br />
139
140<br />
importante m<strong>en</strong>cionar que las uniones <strong>en</strong>tre los cuilotes que<br />
forman sus muros no están completam<strong>en</strong>te selladas (debido<br />
a su irregularidad), quedando pequeñas aberturas <strong>en</strong>tre<br />
ellos. Con el fin de impedir que el vi<strong>en</strong>to p<strong>en</strong>etre a través de<br />
estas aberturas, se recubre la parte interior de los muros con<br />
un petlameca, cuya función es impedir la inyección directa<br />
del vi<strong>en</strong>to aunque no se consigue un bloqueo total.<br />
Es difícil cuantificar con exactitud el área de estos huecos,<br />
ya que el diámetro de cada cuilote pres<strong>en</strong>ta variaciones<br />
<strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido longitudinal, por otra parte al ser un material<br />
vegetal, su consist<strong>en</strong>cia también se modifica con su<br />
edad. Para analizar la evolución de la temperatura interior<br />
bajo estas condiciones, se tomó un área correspondi<strong>en</strong>te a<br />
1 m2, así se comparan los datos obt<strong>en</strong>idos con las dos alternativas,<br />
la primera considerando únicam<strong>en</strong>te la v<strong>en</strong>tilación<br />
exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la cubierta y la segunda, agregando a la anterior<br />
1 m2 de área equival<strong>en</strong>te de v<strong>en</strong>tilación por las características<br />
que pres<strong>en</strong>tan dichas uniones.<br />
En la tabla 1, se pres<strong>en</strong>tan las oscilaciones obt<strong>en</strong>idas de<br />
la evolución de la temperatura interior y se contrastan con<br />
la oscilación de la temperatura<br />
exterior.<br />
Tabla 1. Oscilación<br />
de la temperatura<br />
interior-exterior<br />
La estabilidad térmica de la<br />
vivi<strong>en</strong>da varía <strong>en</strong> función de<br />
la superficie del hueco para<br />
v<strong>en</strong>tilación, si ésta es de 1<br />
m2 tanto para el mes más
frío como para el más cali<strong>en</strong>te, el coefici<strong>en</strong>te de estabilidad<br />
térmica, C.e.t. = 0,30, indica que se trata de una vivi<strong>en</strong>da<br />
con bu<strong>en</strong>a inercia térmica , es decir, es un espacio estable<br />
y la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a cambiar su temperatura interior cuando<br />
varía la exterior es baja. Cuando el área de hueco considerada<br />
es de 2 m2, el C.e.t. = 0,52 , esto significa que el local<br />
posee inercia térmica (Neila, 2000) pero con una mayor t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
a cambiar, la oscilación térmica es mayor, de 7,92 ºC<br />
para el mes más frío y de 8,55 ºC para el más cali<strong>en</strong>te, por lo<br />
que es necesario implem<strong>en</strong>tar estrategias bioclimáticas que<br />
ayud<strong>en</strong> a reducir estas variaciones. Una posible solución es<br />
increm<strong>en</strong>tar el aislami<strong>en</strong>to de los cerrami<strong>en</strong>tos verticales<br />
para que las filtraciones por efecto del vi<strong>en</strong>to se reduzcan o<br />
desaparezcan.<br />
ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS<br />
La vivi<strong>en</strong>da vegetal de la mixteca poblana no posee v<strong>en</strong>tanas,<br />
el único hueco que ti<strong>en</strong>e está situado <strong>en</strong> una de las<br />
cabeceras al este u oeste indistintam<strong>en</strong>te, a través de él se<br />
favorece la v<strong>en</strong>tilación.<br />
Debido a que no hay grandes fluctuaciones estacionales<br />
ni diarias <strong>en</strong> la temperatura, los muros no cumpl<strong>en</strong> con<br />
una función específica como barreras térmicas, su utilidad<br />
principal es la protección contra los insectos sin impedir el<br />
paso de las corri<strong>en</strong>tes de aire, no obstante, el vi<strong>en</strong>to no ejerce<br />
una acción directa <strong>en</strong> el espacio interior debido a la protección<br />
de la cara interna de los muros y a su ori<strong>en</strong>tación.<br />
Tanto el hueco de una de las cabeceras como el hecho de<br />
no contar con divisiones internas, también favorec<strong>en</strong> el paso<br />
del flujo del vi<strong>en</strong>to.<br />
La cubierta es el elem<strong>en</strong>to más importante y sobre el<br />
141
142<br />
que se pres<strong>en</strong>tan los impactos térmicos más fuertes. Es una<br />
cubierta v<strong>en</strong>tilada <strong>en</strong> uno de sus extremos, su considerable<br />
altura manti<strong>en</strong>e fresca la vivi<strong>en</strong>da y su gran inclinación permite<br />
el rápido desalojo de las precipitaciones que aunque<br />
escasas pued<strong>en</strong> llegar a ser torr<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> el verano. La cubierta<br />
se prolonga sobre los muros perimetralm<strong>en</strong>te formando<br />
un alero de 50 cm aproximadam<strong>en</strong>te para evitar que la<br />
lluvia caiga directam<strong>en</strong>te sobre ellos y para protegerlos de<br />
la radiación.<br />
De planta rectangular, con una proporción de 1:2 aproximadam<strong>en</strong>te,<br />
el eje de composición es ori<strong>en</strong>te-poni<strong>en</strong>te, la<br />
ori<strong>en</strong>tación norte-sur que pres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido longitudinal<br />
permite una protección solar <strong>en</strong> la primavera y verano, así<br />
como el aprovechami<strong>en</strong>to de la radiación y ganancias solares<br />
<strong>en</strong> el invierno.<br />
Esta región posee uno de los índices más altos de emigración<br />
de la República Mexicana, hay un gran éxodo de la<br />
población jov<strong>en</strong> hacia los Estados Unidos de Norteamérica,<br />
este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o repercute <strong>en</strong> la economía de la población ya<br />
que <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral supone un ingreso adicional para sus familias.<br />
Los cambios que implican un continuo flujo de emigración-retorno<br />
y el desarrollo de las comunicaciones, han acelerado<br />
el proceso de intercambio de ideas y tecnología, esto<br />
significa <strong>en</strong> muchas ocasiones la implantación de nuevos materiales<br />
y sistemas constructivos que no toman <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el<br />
<strong>en</strong>torno, repercuti<strong>en</strong>do negativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el comportami<strong>en</strong>to<br />
ambi<strong>en</strong>tal de los espacios habitables. Debido a la sustitución<br />
de los materiales autóctonos y los sistemas de construcción tradicionales,<br />
las condiciones térmicas se han modificado significativam<strong>en</strong>te,<br />
alterando <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia el confort.
Tabla 2. Evolución de la temperatura interior<br />
para el mes más cálido<br />
143
144
145
146<br />
CONCLUSIONES<br />
La vivi<strong>en</strong>da indíg<strong>en</strong>a de la mixteca poblana pres<strong>en</strong>ta soluciones<br />
que respond<strong>en</strong> adecuadam<strong>en</strong>te a su medio físico,<br />
la interacción <strong>en</strong>tre los distintos parámetros ambi<strong>en</strong>tales así<br />
como la repercusión de los diversos factores del usuario han<br />
sido decisivos <strong>en</strong> la forma y características de estos espacios.<br />
De acuerdo con Olgyay (1963)... ”los resultados han sido expresiones<br />
constructivas con un fuerte carácter regional”.<br />
En este tipo de arquitectura el bi<strong>en</strong>estar de qui<strong>en</strong>es habitan<br />
los espacios ha sido uno de los principales factores a<br />
considerar, sin m<strong>en</strong>oscabar la precaria situación económica<br />
de estos grupos sociales quedando de manifiesto el aprovechami<strong>en</strong>to<br />
de los materiales que el medio ambi<strong>en</strong>te les<br />
ofrece a través de una intelig<strong>en</strong>te utilización de los mismos.<br />
Aunque no se ha hecho un profundo análisis, puede decirse<br />
que la vivi<strong>en</strong>da cumple adecuadam<strong>en</strong>te con su función,<br />
básicam<strong>en</strong>te protegi<strong>en</strong>do a sus moradores contra las<br />
inclem<strong>en</strong>cias del tiempo, constituyéndose <strong>en</strong> una barrera<br />
contra el sol, la lluvia y el vi<strong>en</strong>to, principales f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os atmosféricos<br />
que los afectan, además de ser refugios contra el<br />
frío y el calor, para lograrlo, estas vivi<strong>en</strong>das aprovechan los<br />
materiales autóctonos que favorec<strong>en</strong> el bi<strong>en</strong>estar de qui<strong>en</strong>es<br />
las habitan.<br />
A través de la observación y análisis de la arquitectura<br />
vernácula de la mixteca poblana, resalta la gran habilidad<br />
que pose<strong>en</strong> los grupos indíg<strong>en</strong>as ndaru para adaptar sus refugios<br />
a las necesidades particulares de su <strong>en</strong>torno, las transformaciones<br />
que han sufrido este tipo de vivi<strong>en</strong>das vegetales<br />
se deb<strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te a la adopción de ciertos<br />
materiales como símbolos de “progreso”, así, la sabiduría <strong>en</strong>
el uso de materiales autóctonos y elem<strong>en</strong>tos constructivos<br />
originales se ha perdido paulatinam<strong>en</strong>te para dar paso al<br />
uso nuevos materiales que conlleva una idea equivocada<br />
acerca del significado de “progreso”.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
INEGI, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, México,<br />
(2000), recuperado <strong>en</strong> noviembre 2009 <strong>en</strong> www.inegi.gob.mx.<br />
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Ed. Trillas, México D.F.<br />
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mundo”, Universidad Nacional Autónoma de México, México.<br />
NEILA, González F. Javier y Bedoya, Frutos César, (1997), “Técnicas arquitectónicas<br />
y constructivas de Acondicionami<strong>en</strong>to ambi<strong>en</strong>tal”, Editorial<br />
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NEILA, González, F. Javier, (2000), “Condiciones de diseño higrotérmico”,<br />
Instituto Juan de Herrera, Escuela Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong><br />
de Madrid.<br />
NEILA, González, F. Javier, (2000), “El sol y la radiación solar”, Instituto<br />
Juan de Herrera, Escuela Técnica Superior de <strong>Arquitectura</strong> de Madrid.<br />
NEILA, González, F. Javier, (2000), “La inercia y la estabilidad térmicas<br />
<strong>en</strong> las construcciones”, Instituto Juan de Herrera, Escuela Técnica Superior<br />
de <strong>Arquitectura</strong> de Madrid.<br />
OLGYAY, Víctor, “<strong>Arquitectura</strong> y clima”, (1998), Editorial Gustavo Gili,<br />
Barcelona.<br />
SERRA, Rafael, “<strong>Arquitectura</strong> y climas”, (1999), Editorial Gustavo Gili, Barcelona.<br />
NORMALES CLIMATOLÓGICAS 1971-2000<br />
ESTADO DE: PUEBLA<br />
147
“La Vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong><br />
la <strong>Arquitectura</strong><br />
Bioclimática Sust<strong>en</strong>table”<br />
Evolución de la temperatura<br />
interior de la vivi<strong>en</strong>da vegetal<br />
de la mixteca poblana,<br />
por la Dra. Arq. Gloria Carola<br />
Santiago Azpiazu<br />
148
“La Vivi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> la <strong>Arquitectura</strong><br />
Bioclimática Sust<strong>en</strong>table”<br />
*José Luis Morales Hernández. Profesor Investigador Titular<br />
de la Facultad de <strong>Arquitectura</strong> de la B<strong>en</strong>emérita Universidad<br />
Autónoma de Puebla, Coordinador del Colegio de<br />
<strong>Arquitectura</strong> de la FABUAP, Maestro <strong>en</strong> Tecnologías de la <strong>Arquitectura</strong><br />
por la BUAP, integrante del Cuerpo Académico<br />
Diseño y Tecnología del Proyecto Arquitectónico.<br />
*José Adolfo Ávila Trujeque. Profesor Investigador Titular<br />
de la Facultad de <strong>Arquitectura</strong> de la B<strong>en</strong>emérita Universidad<br />
Autónoma de Puebla, Coordinador de la Maestría <strong>en</strong> Tecnologías<br />
de la <strong>Arquitectura</strong> de la FABUAP, Maestro <strong>en</strong> Tecnologías<br />
de la <strong>Arquitectura</strong> por la BUAP.<br />
*Arq. Ana Cecilia Cuevas Aguilar, Alumna de la Maestría<br />
<strong>en</strong> Tecnologías de la <strong>Arquitectura</strong> de la FABUAP<br />
Resum<strong>en</strong>:<br />
Nos <strong>en</strong>contramos actualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> una sociedad desarrollada,<br />
una vez que se cubr<strong>en</strong> las necesidades <strong>en</strong> los edificios<br />
(vivi<strong>en</strong>da), se produce una reflexión sobre los olvidados<br />
aspectos medioambi<strong>en</strong>tales y que nos llevan al replanteami<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong> los procesos de producción industrial, si<strong>en</strong>do la<br />
construcción uno de los sectores clave y como consecu<strong>en</strong>cia<br />
uno <strong>en</strong> los que más interés se ha puesto para la modificación<br />
de hábitos y procesos. La evaluación de los ya numerosos<br />
proyectos de arquitectura bioclimática nos ha permitido<br />
comprobar la viabilidad económica y por otro lado las grandes<br />
v<strong>en</strong>tajas medioambi<strong>en</strong>tales y de ahorro a mediano y<br />
largo plazo. Se habla hasta de un 60%-70% de ahorro de<br />
<strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> los proyectos bioclimáticos fr<strong>en</strong>te a los proyectos<br />
149
150<br />
de construcción tradicionales, cuyo cuidado del medioambi<strong>en</strong>te<br />
no se toma <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta.<br />
El carácter conservador del sector de la construcción,<br />
el escaso apoyo público y la escasez de conci<strong>en</strong>cia social<br />
ha influido para que el desarrollo de iniciativas sean limitadas<br />
a pesar del crecimi<strong>en</strong>to edificatorio experim<strong>en</strong>tando <strong>en</strong><br />
los últimos años. El panorama actual del desarrollo paralelo<br />
del aum<strong>en</strong>to de la conci<strong>en</strong>cia social respecto a temas ambi<strong>en</strong>tales<br />
y de la investigación, desarrollo y puesta <strong>en</strong> práctica<br />
de soluciones técnicas ya viables, sumados a un creci<strong>en</strong>te<br />
apoyo por parte de las administraciones públicas están<br />
contribuy<strong>en</strong>do al resurgimi<strong>en</strong>to de las iniciativas y planteami<strong>en</strong>tos<br />
que contribuirán indudablem<strong>en</strong>te a un desarrollo<br />
sost<strong>en</strong>ible de la vivi<strong>en</strong>da.<br />
La arquitectura bioclimática sust<strong>en</strong>table <strong>en</strong> la vivi<strong>en</strong>da<br />
se define como el modelo de proceso arquitectónico que<br />
busca la utilización de los recursos naturales, para obt<strong>en</strong>er<br />
un máximo confort. Debemos ext<strong>en</strong>der la definición como<br />
aquel modelo que además de lo anterior busca minimizar<br />
el impacto medioambi<strong>en</strong>tal tanto <strong>en</strong> el proceso de la fabricación<br />
de los materiales, proceso constructivo y de los<br />
desechos que se g<strong>en</strong>eran una vez habitados, así como del<br />
impacto ambi<strong>en</strong>tal donde se construy<strong>en</strong>.
Introducción:<br />
Un tema para compartir de diseño y construcción que son<br />
ambi<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te más amables y que hac<strong>en</strong> que las edificaciones<br />
y todo tipo de construcción se integre de una forma<br />
apropiada con su <strong>en</strong>torno natural y permita convivir de una<br />
forma no perjudicial con la naturaleza del planeta<br />
Considerando que nos <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> una sociedad<br />
desarrollada, y una vez cubiertas las necesidades básicas <strong>en</strong><br />
lo que se refiere a la salubridad e higi<strong>en</strong>e <strong>en</strong> los edificios, se<br />
produce una reflexión sobre los anteriorm<strong>en</strong>te olvidados aspectos<br />
medioambi<strong>en</strong>tales que lleva al replanteami<strong>en</strong>to de<br />
todos los procesos de producción industrial, si<strong>en</strong>do la construcción<br />
uno de los sectores clave, y como consecu<strong>en</strong>cia,<br />
uno <strong>en</strong> los que más interés se ha puesto para la modificación<br />
de hábitos y procesos<br />
La evaluación de los ya numerosos proyectos de <strong>Arquitectura</strong><br />
Bioclimática nos ha permitido comprobar, por un<br />
lado, la viabilidad económica de éstos planteami<strong>en</strong>tos, y por<br />
otro, las grandes v<strong>en</strong>tajas medioambi<strong>en</strong>tales y de ahorro a<br />
medio y largo plazo. Exist<strong>en</strong> datos que hablan de hasta un<br />
70% de ahorro de <strong>en</strong>ergía de los proyectos bioclimáticos fr<strong>en</strong>te<br />
a los procedimi<strong>en</strong>tos de construcción tradicionales, cuyo<br />
comportami<strong>en</strong>to medioambi<strong>en</strong>tal no se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta.<br />
Y aunque al hablar de <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática t<strong>en</strong>demos<br />
a destacar las cuestiones relacionadas con la gestión<br />
y ahorro de la <strong>en</strong>ergía, la<br />
t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia actual es la consideración<br />
global de todos<br />
los aspectos que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> el proceso arquitec-<br />
151
152<br />
tónico valorando su adecuación ambi<strong>en</strong>tal.<br />
A pesar de las v<strong>en</strong>tajas demostradas, la <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática<br />
no ha dejado de ser, hasta la fecha, más que un concepto<br />
con gran proyección mediática que no acababa de<br />
materializarse como alternativa. El carácter conservador del<br />
sector de la construcción, el escaso apoyo público y la escasez<br />
de conci<strong>en</strong>ciación social han contribuido a que el desarrollo<br />
de estas iniciativas haya sido muy limitado a pesar del gran<br />
crecimi<strong>en</strong>to edificatorio experim<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> los últimos años.<br />
Panorama actual<br />
El desarrollo paralelo del aum<strong>en</strong>to de la conci<strong>en</strong>cia social<br />
respecto a temas ambi<strong>en</strong>tales y la investigación, desarrollo y<br />
puesta <strong>en</strong> práctica de soluciones técnicas ya viables, sumados<br />
a un creci<strong>en</strong>te apoyo por parte de las administraciones<br />
públicas están contribuy<strong>en</strong>do de manera tangible a un resurgir<br />
de las iniciativas y planteami<strong>en</strong>tos que contribuirán indudablem<strong>en</strong>te<br />
a un desarrollo sost<strong>en</strong>ible de nuestra vivi<strong>en</strong>da.<br />
Desarrollo:<br />
<strong>Arquitectura</strong> Bioclimática Sost<strong>en</strong>ible<br />
Podríamos definir la <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática como el modelo<br />
de proceso arquitectónico que busca la utilización de<br />
los recursos naturales, principalm<strong>en</strong>te pasivos, para obt<strong>en</strong>er<br />
un máximo confort <strong>en</strong> la utilización prevista para dicho edificio.<br />
Unido a esto podríamos ext<strong>en</strong>der la definición a <strong>Arquitectura</strong><br />
Bioclimática Sost<strong>en</strong>ible a aquel modelo que además<br />
de lo anterior busca minimizar el impacto medioambi<strong>en</strong>tal<br />
producido tanto <strong>en</strong> la fabricación de los materiales a utilizar,<br />
como <strong>en</strong> desarrollo de la propia construcción, así como su<br />
repercusión <strong>en</strong> el medio donde vaya a estar ubicada.<br />
Esto no es un concepto nuevo ya que a nadie nos es ex-
traño ver docum<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> los cuales pobladores de regiones<br />
inhóspitas del planeta Tierra han sabido apr<strong>en</strong>der de la<br />
naturaleza aquellos recursos que aplicados a técnicas básicas<br />
de construcción han hecho posible aum<strong>en</strong>tar el confort<br />
y la calidad de vida de los mismos. Tomemos por ejemplo<br />
la fabricación de los iglúes por los pueblos esquimales, o las<br />
construcciones de adobe de los pueblos de zonas más cálidas,<br />
las cuales manti<strong>en</strong><strong>en</strong> una temperatura y una humedad<br />
más adecuadas para la habitabilidad. Es decir, que nadie<br />
ha inv<strong>en</strong>tado nada nuevo; todo lo contrario, volvemos a la<br />
sabiduría de los ancestros para conseguir mejorar nuestra<br />
calidad de vida. No vamos a negar que los avances tecnológicos<br />
han ayudado bastante, pero eso sí, fundam<strong>en</strong>tándose<br />
<strong>en</strong> la propia naturaleza y su saber.<br />
Cuando hablamos de <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática Sost<strong>en</strong>ible,<br />
debemos t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta varios factores:<br />
• Bio, es decir, implica algo vivo, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de su ubicación<br />
y el s<strong>en</strong>tido de su fin. Por muy<br />
aislado que esté un edificio estará<br />
ubicado <strong>en</strong> un espacio rodeado de<br />
vida animal y vegetal; y además estará<br />
habitado por personas las cuales<br />
también interaccionarán con dicho<br />
<strong>en</strong>torno.<br />
• Climática, porque t<strong>en</strong>drá <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta las condiciones climáticas<br />
del lugar y aprovechará las mismas<br />
para crear un ambi<strong>en</strong>te lo más confortable<br />
posible, utilizando para ello<br />
los recursos naturales como el Sol, las<br />
153
154<br />
corri<strong>en</strong>tes de aire, las difer<strong>en</strong>cias de temperatura, la ori<strong>en</strong>tación,<br />
etc.<br />
• Sost<strong>en</strong>ible, ya apuntábamos antes, sost<strong>en</strong>ible <strong>en</strong> todos<br />
los aspectos, utilización de materiales no contaminantes,<br />
de ser posible materiales regionales, con una gestión <strong>en</strong>ergética<br />
y de residuos que minimice gastos y contaminantes. Y<br />
otro aspecto muy importante, su sost<strong>en</strong>ibilidad con el medio<br />
<strong>en</strong> el que está ubicada evitando así impactos negativos <strong>en</strong><br />
el mismo.<br />
En principio podría parecer que llevar a cabo todo lo anteriorm<strong>en</strong>te<br />
dicho supondría un sobrecosto adicional fr<strong>en</strong>te<br />
a una vivi<strong>en</strong>da actual normal, es decir, una vivi<strong>en</strong>da totalm<strong>en</strong>te<br />
no sost<strong>en</strong>ible ni efici<strong>en</strong>te como la que t<strong>en</strong>emos<br />
la mayoría de nosotros. Afortunadam<strong>en</strong>te esto no es así, o<br />
no debería serlo, además, una vez construido el edificio, el<br />
ahorro <strong>en</strong>ergético es considerable, del ord<strong>en</strong> de un 60-70%,<br />
con su correspondi<strong>en</strong>te ahorro económico. Quizás una de<br />
las cosas que puedan <strong>en</strong>carecer dichas construcciones sea<br />
el tiempo invertido, ya que para poder cumplir todo esto es<br />
necesario una planificación previa y una dedicación minuciosa<br />
a los detalles, cosa que hoy por hoy no suel<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta la mayoría de constructoras las cuales sólo valoran<br />
costos y plazos.<br />
Si que es cierto que no es muy normal poder <strong>en</strong>contrar<br />
estructuras arquitectónicas a no ser <strong>en</strong> zonas alejadas de los<br />
núcleos urbanos, o edificios de empresas o <strong>en</strong>tidades que<br />
apuestan por dichos modelos. Últimam<strong>en</strong>te podemos ir vi<strong>en</strong>do<br />
edificios que aunque no cumpl<strong>en</strong> al 100% todo lo anteriorm<strong>en</strong>te<br />
com<strong>en</strong>tado, si que es cierto que se acercan poco<br />
a poco a dichos modelos constructivos, como por ejemplo
las nuevas unidades habitacionales que actualm<strong>en</strong>te se están<br />
construy<strong>en</strong>do <strong>en</strong> nuestro país.<br />
La vivi<strong>en</strong>da bioclimática<br />
Consiste <strong>en</strong> el diseño de edificaciones t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las<br />
condiciones climáticas, aprovechando los recursos disponibles<br />
(sol, vegetación, lluvia, vi<strong>en</strong>tos) para disminuir los impactos<br />
ambi<strong>en</strong>tales, int<strong>en</strong>tando reducir los consumos de <strong>en</strong>ergía.<br />
Una vivi<strong>en</strong>da bioclimática puede conseguir un gran<br />
ahorro e incluso llegar a ser sost<strong>en</strong>ible <strong>en</strong> su totalidad. Aunque<br />
el costo de construcción puede ser mayor, puede ser<br />
r<strong>en</strong>table, ya que el increm<strong>en</strong>to de la vivi<strong>en</strong>da se comp<strong>en</strong>sa<br />
con la disminución de los recibos de <strong>en</strong>ergía y de agua.<br />
El hecho de que la construcción hoy <strong>en</strong> día no t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta los aspectos bioclimáticos, se une al poco respeto<br />
por el ambi<strong>en</strong>te que inunda a los países desarrollados y <strong>en</strong><br />
vías de desarrollo, que no pon<strong>en</strong> los sufici<strong>en</strong>tes medios para<br />
fr<strong>en</strong>ar el desastre ecológico que dejamos a nuestro paso.<br />
Adaptación a la temperatura<br />
Es quizá <strong>en</strong> este punto donde es más común incidir cuando se<br />
habla de <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática. Lo más habitual es aprovechar<br />
al máximo la <strong>en</strong>ergía térmica del Sol cuando el clima es<br />
Frío, por ejemplo para calefacción y agua cali<strong>en</strong>te Sanitaria.<br />
Cuando el clima es cálido lo tradicional es hacer muros<br />
más anchos, y t<strong>en</strong>er el tejado y la fachada de la casa con<br />
colores claros. Poner toldos y cristales especiales como doble<br />
cristal y t<strong>en</strong>er bu<strong>en</strong>a v<strong>en</strong>tilación son otras soluciones.<br />
Ori<strong>en</strong>tación<br />
La ori<strong>en</strong>tación de los dispositivos de captación y del edificio<br />
<strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral está vinculada a la <strong>en</strong>ergía que se pret<strong>en</strong>de captar.<br />
Si se trata de la radiación solar, la ori<strong>en</strong>tación más ade-<br />
155
156<br />
cuada para su mejor captación durante el invierno y para<br />
evitar efectos perjudiciales <strong>en</strong> el verano. Si la captación es<br />
de vi<strong>en</strong>to, los dispositivos más eficaces son los ori<strong>en</strong>tados a<br />
vi<strong>en</strong>tos dominantes; pero dado que también es posible un<br />
adecuado funcionami<strong>en</strong>to con otras ori<strong>en</strong>taciones, <strong>en</strong> una<br />
combinación de radiación y v<strong>en</strong>tilación debe predominar<br />
la ori<strong>en</strong>tación sur.<br />
Efecto invernadero<br />
Las v<strong>en</strong>tanas protegidas mediante persianas, alargadas<br />
<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido vertical situadas <strong>en</strong> la cara interior del muro,<br />
dejan <strong>en</strong>trar m<strong>en</strong>os radiación solar <strong>en</strong> verano, evitando el<br />
efecto invernadero.<br />
Por el contrario, este efecto es b<strong>en</strong>eficioso <strong>en</strong> lugares<br />
fríos o durante el invierno, por eso, tradicionalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> lugares<br />
fríos las v<strong>en</strong>tanas son más grandes que <strong>en</strong> los cálidos,<br />
están situadas <strong>en</strong> la cara exterior del muro y suel<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er miradores<br />
acristalados, para pot<strong>en</strong>ciar el efecto invernadero.<br />
Aislami<strong>en</strong>to térmico<br />
Los muros gruesos retardan las variaciones de temperatura,<br />
debido a su inercia térmica.<br />
Un bu<strong>en</strong> aislami<strong>en</strong>to térmico evita, <strong>en</strong> el invierno, la pérdida<br />
de calor por su protección con el exterior, y <strong>en</strong> verano<br />
la <strong>en</strong>trada de calor.<br />
V<strong>en</strong>tilación natural.<br />
La estrategia fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> condiciones de verano es la<br />
v<strong>en</strong>tilación. Por ello, la estructura del edificio debe facilitar<br />
la v<strong>en</strong>tilación natural. Los elem<strong>en</strong>tos básicos serían las v<strong>en</strong>tanas<br />
opuestas para permitir la v<strong>en</strong>tilación cruzada. Si se desean<br />
sistemas más eficaces, por su capacidad o por su control,<br />
se pued<strong>en</strong> emplear chim<strong>en</strong>eas solares u otros sistemas
que funcion<strong>en</strong> con el cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to solar o con el vi<strong>en</strong>to.<br />
La visión del consumo de la <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> los edificios ti<strong>en</strong>e<br />
varias verti<strong>en</strong>tes. Su reducción repres<strong>en</strong>ta un m<strong>en</strong>or costo<br />
económico para los usuarios, una m<strong>en</strong>or dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de<br />
fu<strong>en</strong>tes limitadas y una reducción de la contaminación vinculada<br />
a su producción.<br />
Captación, acumulación y aprovechami<strong>en</strong>to<br />
de las <strong>en</strong>ergías naturales<br />
Los sistemas pasivos y activos de aprovechami<strong>en</strong>to de las<br />
<strong>en</strong>ergías r<strong>en</strong>ovables se basan <strong>en</strong> tres principios: la captación<br />
de la <strong>en</strong>ergía (calor o frío), su acumulación y su correcto<br />
aprovechami<strong>en</strong>to gracias a una adecuada distribución. El<br />
edificio <strong>en</strong> sí mismo, o los dispositivos mecánicos que se añadan,<br />
deb<strong>en</strong> cumplir esas funciones:<br />
Acumulación de la <strong>en</strong>ergía.<br />
Las <strong>en</strong>ergías naturales utilizadas <strong>en</strong> los sistemas bioclimáticos<br />
son claram<strong>en</strong>te cíclicas, g<strong>en</strong>erando altos picos de <strong>en</strong>ergía<br />
<strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos puntuales y su aus<strong>en</strong>cia total <strong>en</strong> otros. El<br />
recurso básico para reducir el golpe de <strong>en</strong>ergía y permitir<br />
su disfrute durante un período prolongado de tiempo es<br />
acumulándola según se capta. Un edifico con dispositivos<br />
bioclimáticos de captación de <strong>en</strong>ergía, sin ningún sistema<br />
de acumulación, ti<strong>en</strong>e un funcionami<strong>en</strong>to interno peor que<br />
otro edificio conv<strong>en</strong>cional sin ningún tipo de captación. En<br />
los sistemas bioclimáticos la acumulación debe hacerse fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos estructurales y constructivos<br />
del edificio, optimizando de este modo su empleo.<br />
Aislami<strong>en</strong>to térmico por el exterior.<br />
Empleo de materiales con difusividades térmicas altas (alta velocidad<br />
de cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to), como piedra, metales, cerámica.<br />
157
158<br />
Cubiertas.<br />
Una cubierta plana recibe el 100% de las horas de sol de un<br />
día. En verano, además, los rayos que incid<strong>en</strong> sobre ella <strong>en</strong><br />
los mom<strong>en</strong>tos de máxima irradiancia lo hac<strong>en</strong> de una forma<br />
muy perp<strong>en</strong>dicular. Las cubiertas v<strong>en</strong>tiladas o vegetales del<br />
tipo ecológico (de escaso espesor, con especies autóctonas,<br />
sin mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to y con un consumo de agua mínimo)<br />
eliminan los efectos del sobrecal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to sobre la cubierta,<br />
por lo que, <strong>en</strong> climas calurosos y con alta radiación solar,<br />
es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te añadir al aislami<strong>en</strong>to de la cubierta alguno<br />
de estos sistemas.<br />
V<strong>en</strong>tiladas Ecológicas<br />
Otros equipos y sistemas <strong>en</strong>ergéticos de alta eficacia. Una<br />
parte de la <strong>en</strong>ergía que consume el edificio se pierde por la<br />
ineficacia de los sistemas de g<strong>en</strong>eración, consumo o distribución<br />
de la misma.<br />
Alumbrado.<br />
La mejora de lámparas y luminarias puede ahorrar mucha<br />
<strong>en</strong>ergía, si se emplean lámparas de bajo consumo o luminarias<br />
de alta eficacia. Un correcto proyecto de alumbrado<br />
dará lugar a la mejora definitiva.<br />
La calidad del ambi<strong>en</strong>te interior ti<strong>en</strong>e que ver con la<br />
calidad del aire, y su correcta distribución. La <strong>Arquitectura</strong><br />
Bioclimática debe preocuparse, tanto del ambi<strong>en</strong>te exterior<br />
y el posible daño sobre el medio ambi<strong>en</strong>te, como el del ambi<strong>en</strong>te<br />
interior y el daño sobre los ocupantes.<br />
Empleo de materiales de acabado sanos.<br />
Los materiales interiores no deb<strong>en</strong> despr<strong>en</strong>der ninguna sustancia<br />
o cuerpo molesto o perjudicial para la salud. Las resinas<br />
sintéticas con formaldehídos emit<strong>en</strong> regularm<strong>en</strong>te sus-
tancias perjudiciales. Las moquetas y los acabados textiles<br />
pued<strong>en</strong> ser la base de colonias de ácaros. Los disolv<strong>en</strong>tes<br />
sintéticos <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral emit<strong>en</strong> sustancias perjudiciales.<br />
Iluminación natural<br />
Si bi<strong>en</strong> el empleo de la iluminación natural repres<strong>en</strong>ta un<br />
ahorro <strong>en</strong>ergético, su aplicación más interesante <strong>en</strong> la arquitectura<br />
debe verse desde el punto de vista de la calidad<br />
ambi<strong>en</strong>tal, y por tanto, <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido debe pot<strong>en</strong>ciarse.<br />
Ori<strong>en</strong>tación de huecos.<br />
Los más adecuados son los ori<strong>en</strong>tados hacia los puntos <strong>en</strong><br />
los que se capte exclusivam<strong>en</strong>te radiación difusa; <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral<br />
el norte. Si p<strong>en</strong>etra radiación directa <strong>en</strong> zonas donde se<br />
pret<strong>en</strong>de aprovechar como iluminación natural, los efectos<br />
de deslumbrami<strong>en</strong>to que conllevará serán muy negativos y<br />
no será posible su aprovechami<strong>en</strong>to.<br />
El agua doméstica, una vez empleada, se convierte <strong>en</strong><br />
aguas negras o grises que sal<strong>en</strong> del edificio como una nueva<br />
forma de contaminación. El empleo de sistemas de consumo<br />
de agua eficaces, como los electrodomésticos que<br />
ajustan el consumo de agua a la carga del aparato, o las<br />
cisternas de doble descarga, reduc<strong>en</strong> el consuno. La autodepuración<br />
primaria de las aguas permitiría su reutilización<br />
para el riego y la reducción del caudal contaminante.<br />
Para ello es imprescindible el empleo de estructuras y<br />
dispositivos interiores que facilit<strong>en</strong> el reciclado de basuras.<br />
Por otro lado si se emplean materiales reciclables o reciclados<br />
<strong>en</strong> el proceso de construcción, o <strong>en</strong> cualquier fase de<br />
consumo, se estará reduci<strong>en</strong>do la cantidad de materia prima<br />
nueva que se incorpora al proceso de recuperación y<br />
tratami<strong>en</strong>to.<br />
159
160<br />
Los edificios deb<strong>en</strong> optimizar el uso del agua, tanto <strong>en</strong><br />
aquellas zonas donde la falta de agua pueda repres<strong>en</strong>tar un<br />
problema, como <strong>en</strong> aquellas donde si<strong>en</strong>do sufici<strong>en</strong>te, su depuración<br />
y potabilización repres<strong>en</strong>tan un alto costo social.<br />
Empleo de sanitarios más eficaces.<br />
El gasto de agua se puede optimizar si los sanitarios se fabrican<br />
y usan correctam<strong>en</strong>te. El empleo de atomizadores reduce<br />
el consumo de agua <strong>en</strong> las llaves, y los electrodomésticos<br />
intelig<strong>en</strong>tes reduc<strong>en</strong>, igualm<strong>en</strong>te su consumo de agua.<br />
Por otro lado, si se utiliza una red separativa de pluviales y<br />
aguas sucias interiores, se pued<strong>en</strong> utilizar las aguas de lluvia<br />
<strong>en</strong> algunos cometidos, como las cisternas.<br />
Conclusiones:<br />
La <strong>Arquitectura</strong> Bioclimática es Sost<strong>en</strong>ible. Desde el punto<br />
de vista de la arquitectura sost<strong>en</strong>ible, su objetivo g<strong>en</strong>eral<br />
sería obt<strong>en</strong>er el máximo ahorro <strong>en</strong> el consumo total de recursos<br />
<strong>en</strong> relación con toda la vida útil del edificio y de la<br />
ciudad, debi<strong>en</strong>do darle prioridad a la utilización de recursos<br />
r<strong>en</strong>ovables y reutilizables. Un ejemplo destacado de recurso<br />
r<strong>en</strong>ovable es el esfuerzo humano invertido por el proyectista<br />
<strong>en</strong> el correcto diseño urbano y arquitectónico, si<strong>en</strong>do el que<br />
mejor contribuye ya al ahorro de recursos materiales<br />
Respecto al concepto de ahorro de recursos, la mejor<br />
estrategia será siempre la supresión o reducción de la demanda<br />
de consumo, criterio que debería prevalecer sobre<br />
el consumo de bi<strong>en</strong>es r<strong>en</strong>ovables<br />
<strong>en</strong> su orig<strong>en</strong> o recuperables<br />
al final de su vida útil.<br />
Hay que considerar que todos<br />
los recursos materiales in-
vertidos <strong>en</strong> la edificación se caracterizan por g<strong>en</strong>erar <strong>en</strong>ormes<br />
cantidades de residuos, ya sea durante todo el proceso<br />
de ejecución, desde la obt<strong>en</strong>ción de materias primas, hasta<br />
su transformación de elem<strong>en</strong>tos o sistemas constructivos,<br />
como también durante la fase de explotación del edificio,<br />
ya sea por su consumo <strong>en</strong>ergético y contaminación <strong>en</strong> su<br />
vida útil, como por las periódicas operaciones de mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
y r<strong>en</strong>ovación, <strong>en</strong>tre los que destaca el proceso final<br />
de demolición Además <strong>en</strong>tre todos los recursos materiales<br />
no r<strong>en</strong>ovables se debe destacar el consumo del propio territorio,<br />
mediante la ocupación del suelo y la modificación<br />
medioambi<strong>en</strong>tal del <strong>en</strong>torno. Este proceso se caracteriza<br />
por su acción negativa, g<strong>en</strong>erando un deterioro expon<strong>en</strong>cial<br />
<strong>en</strong> función de la escala de la interv<strong>en</strong>ción de consecu<strong>en</strong>cias<br />
ecológicas irreversibles o difícilm<strong>en</strong>te recuperables<br />
161
162<br />
Bibliografía:<br />
1.- Ciudades para un futuro más sost<strong>en</strong>ible: http://habitat.aq.upm.es/<br />
selectsost/ab3html;edición 2004<br />
2.- Construible.es: http://www.construible.es/<strong>en</strong>ciclopedia libre<br />
3.- El blog de las <strong>en</strong>ergías r<strong>en</strong>ovables, Master D.<br />
4.- Monroy Martín M. “La vivi<strong>en</strong>da bioclimática sost<strong>en</strong>ible; Dr. Arquitecto<br />
del Dpto. de construcción arquitectónica ULPGC<br />
5.- Neila Javier “<strong>Arquitectura</strong> bioclimática <strong>en</strong> un <strong>en</strong>torno sost<strong>en</strong>ible”;<br />
bu<strong>en</strong>as prácticas edificatorias; Madrid España; octubre 2000<br />
6.- www.segundamano.com.mx
REQUISITOS DE DISEÑO<br />
ARQUITECTÓNICO DE LA ENVOLVENTE<br />
VERTICAL DE EDIFICIOS<br />
MULTIFAMILIARES DE MEDIANA<br />
ALTURA PARA SU DESEMPEÑO DURABLE.<br />
Dra. Arq. Dora María Artiles López Dr.<br />
Arq. Andrés Olivera Ranero<br />
163
164<br />
REQUISITOS DE DISEÑO ARQUITECTÓNICO DE<br />
LA ENVOLVENTE VERTICAL DE EDIFICIOS MUL-<br />
TIFAMILIARES DE MEDIANA ALTURA PARA SU<br />
DESEMPEÑO DURABLE.<br />
Consideraciones g<strong>en</strong>erales<br />
D<strong>en</strong>tro de la solución g<strong>en</strong>eral que requiere la d<strong>en</strong>ominada<br />
vivi<strong>en</strong>da social, para las condiciones particulares de Cuba,<br />
el programa de vivi<strong>en</strong>das deberá incluir nuevos proyectos<br />
de edificios multifamiliares, así como el perfeccionami<strong>en</strong>to<br />
de los exist<strong>en</strong>tes.<br />
La solución social de mayor impacto, sust<strong>en</strong>to principal<br />
del desarrollo masivo de vivi<strong>en</strong>das que se produjo <strong>en</strong> Cuba<br />
<strong>en</strong> etapas anteriores (sobre todo <strong>en</strong> las décadas de los ’70<br />
y ’80), fue la g<strong>en</strong>eralización de los edificios multifamiliares <strong>en</strong><br />
todo el país, con diversos grados de industrialización y prefabricación.<br />
En el curso de la investigación, hubo que profundizar <strong>en</strong><br />
varios temas g<strong>en</strong>erales, de los cuales se recopiló y realizó un<br />
análisis crítico de un amplio volum<strong>en</strong> de información ci<strong>en</strong>tífico-técnica.<br />
Lo más significativo de este análisis de la durabilidad y<br />
los factores que la determinan, es el reconocimi<strong>en</strong>to g<strong>en</strong>eral<br />
y su comprobación experim<strong>en</strong>tal, a través de diversos estudios<br />
estadísticos y de comportami<strong>en</strong>to real de las edificaciones,<br />
de la influ<strong>en</strong>cia del diseño de la edificación, <strong>en</strong> su<br />
comportami<strong>en</strong>to durable a través del tiempo y el pot<strong>en</strong>cial<br />
de problemas que g<strong>en</strong>era la fase de concepción y diseño<br />
de la obra, para el futuro desempeño de la misma durante<br />
toda su vida útil.<br />
Por lo que el establecimi<strong>en</strong>to de requisitos, <strong>en</strong>focados a
evitar insufici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical, contribuy<strong>en</strong> al mejor desempeño durable de<br />
dichas edificaciones.<br />
El concepto de <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical puede definirse<br />
como el sistema de elem<strong>en</strong>tos cuya posición predominante<br />
es vertical, que puede t<strong>en</strong>er otros asociados a él y que <strong>en</strong><br />
su conjunto, sirv<strong>en</strong> de <strong>en</strong>voltura o separación <strong>en</strong>tre el interior<br />
del edificio y el medio exterior, formando una barrera total,<br />
cuando protege al usuario de las acciones del medio, como<br />
son los ag<strong>en</strong>tes naturales, bióticos y abióticos, los ag<strong>en</strong>tes<br />
contaminantes y diversas acciones antrópicas y por otra<br />
parte una barrera parcial, pues posibilita la necesaria relación<br />
del usuario con el medio exterior. Las partes compon<strong>en</strong>tes<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical son las sigui<strong>en</strong>tes:<br />
• Elem<strong>en</strong>tos que solucionan la composición material<br />
de los planos o superficies verticales de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te. (Condición<br />
de cierre);<br />
• Áreas de vacío o hueco que se produc<strong>en</strong> <strong>en</strong> los planos<br />
materiales de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, incluy<strong>en</strong>do los elem<strong>en</strong>tos de cierre<br />
y control de las aberturas. (Condición de abertura);<br />
• Elem<strong>en</strong>tos no verticales, incorporados o pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes<br />
integralm<strong>en</strong>te a la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical. ( Balcón y Voladizo).<br />
Se considera como edificio multifamiliar toda edificación<br />
de varios pisos que agrupe vivi<strong>en</strong>das indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes,<br />
donde cada una de ellas pueda ocupar todo o parte de<br />
un piso, de tal manera que el edificio pueda considerarse<br />
emplazado <strong>en</strong> parcela indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te o agrupado a otros.<br />
Como desempeño se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de la forma <strong>en</strong> que se logra<br />
el comportami<strong>en</strong>to de la edificación durante su explotación,<br />
visto como r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to o cumplimi<strong>en</strong>to de los requi-<br />
165
166<br />
sitos mínimos que permitan el desarrollo adecuado de sus<br />
funciones y reflejado <strong>en</strong> un ámbito normativo o regulatorio<br />
que establece los parámetros a satisfacer; la definición de<br />
desempeño durable puede expresarse como la obt<strong>en</strong>ción<br />
del máximo r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la explotación de la edificación<br />
durante el tiempo de vida útil previsto, medido a través del<br />
cumplimi<strong>en</strong>to por ésta de requisitos que garantic<strong>en</strong> el máximo<br />
cumplimi<strong>en</strong>to de sus funciones al mínimo costo.<br />
Se define el concepto de variable de diseño como<br />
cada una de las características físicas que conforman la<br />
solución arquitectónica de un elem<strong>en</strong>to de la edificación,<br />
refiriéndose a aquellos aspectos que están <strong>en</strong> la esfera de<br />
las decisiones creativas del diseñador, para dar respuesta<br />
al diseño como son las formas, proporciones, materiales, soluciones<br />
constructivas etc., que <strong>en</strong> el proceso deberán ser<br />
analizadas con otros aspectos condicionantes del diseño,<br />
con carácter de invariantes como es el contexto. Por otra<br />
parte, se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de como parámetro de diseño, cada uno de<br />
los aspectos cualitativos o cuantitativos que caracterizan o<br />
defin<strong>en</strong> una variable de diseño <strong>en</strong> la creación de la obra arquitectónica.<br />
Tales aspectos, así definidos, permit<strong>en</strong> dar una<br />
respuesta o solución a la variable de diseño arquitectónica<br />
con la cual se correspondan.<br />
La investigación transitó de manera g<strong>en</strong>eral por tres etapas,<br />
<strong>en</strong> la primera parte se establece el análisis teórico-conceptual<br />
de la relación exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre el diseño arquitectónico<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares<br />
urbanos y su desempeño durable; la segunda parte pres<strong>en</strong>ta<br />
el planteami<strong>en</strong>to de un <strong>en</strong>foque metodológico para estudiar<br />
y precisar la influ<strong>en</strong>cia del diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>vol-
v<strong>en</strong>te vertical <strong>en</strong> el desempeño durable g<strong>en</strong>eralizable a otros<br />
elem<strong>en</strong>tos de la edificación; y <strong>en</strong> la tercera parte se propone<br />
un conjunto de requisitos de diseño arquitectónico para los<br />
elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares<br />
urbanos de mediana altura (<strong>en</strong>tre dos y cinco plantas).<br />
La determinación de variables y parámetros de diseño<br />
arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio multifamiliar<br />
siguió un proceso metodológico sintetizado <strong>en</strong> el Esquema<br />
E1.<br />
167
168<br />
El análisis experim<strong>en</strong>tal que se realizó <strong>en</strong> el trabajo de<br />
campo sobre la muestra de edificios multifamiliares <strong>en</strong> explotación,<br />
abarcó el estudio de la patología constructiva,<br />
de una muestra estadística - integrada por 81 edificaciones<br />
- repres<strong>en</strong>tativa de una población de 500 edificios multifamiliares<br />
urbanos, de mediana altura (1 a 5 niveles) <strong>en</strong> la Ciudad<br />
de Santa Clara, capital de la provincia de Villa Clara.<br />
Ubicada <strong>en</strong> la región c<strong>en</strong>tral de la isla de Cuba, la ciudad<br />
cu<strong>en</strong>ta con una población de 250 mil habitantes y distante<br />
300 km de Ciudad de la Habana, capital del país, este<br />
análisis permitió acopiar una amplia base de datos sobre los<br />
deterioros más frecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical y, disponer<br />
de un minucioso análisis causal, donde se id<strong>en</strong>tificaron y<br />
detallaron las causas de tales deterioros que son imputables<br />
a determinados errores u omisiones <strong>en</strong> la fase de diseño de<br />
la edificación.<br />
Los objetivos de los requisitos de diseño consist<strong>en</strong> <strong>en</strong> establecer<br />
un conjunto de condiciones necesarias para que<br />
<strong>en</strong> la concepción y diseño arquitectónico de los elem<strong>en</strong>tos<br />
significativos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares<br />
de mediana altura se satisfagan determinados<br />
parámetros cuantitativos y cualitativos que evit<strong>en</strong> la manifestación<br />
de defectos que puedan constituirse como causa<br />
indirecta de ulteriores deterioros constructivos, los que a<br />
su vez, sea prematura o diferidam<strong>en</strong>te, provoqu<strong>en</strong> una disminución<br />
del desempeño durable de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y de la<br />
propia edificación.<br />
El alcance de los requisitos de diseño propuestos se define<br />
a manera de recom<strong>en</strong>daciones técnicas que ori<strong>en</strong>t<strong>en</strong><br />
al diseñador de arquitectura <strong>en</strong> el proceso de creación e
implem<strong>en</strong>tación de sus ideas conceptuales, proyecto técnico<br />
y elaboración de la docum<strong>en</strong>tación correspondi<strong>en</strong>te,<br />
para lograr una mayor calidad de diseño de los elem<strong>en</strong>tos<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares de<br />
mediana altura, como uno de los aspectos que contribuy<strong>en</strong><br />
con la durabilidad de la edificación y el mejor desempeño<br />
<strong>en</strong> la fase de explotación y conservación.<br />
Será importante que para su uso <strong>en</strong> el proceso de conformación<br />
de la arquitectura, se adecu<strong>en</strong> a la realidad contextual,<br />
de manera que además de proporcionar mayor<br />
durabilidad a la edificación y favorecer el cumplimi<strong>en</strong>to de<br />
otros requerimi<strong>en</strong>tos de diseño, se garantice la necesaria racionalidad<br />
técnico-económica de la misma.<br />
D<strong>en</strong>tro del alcance propuesto para los requisitos también<br />
se contempla su empleo a partir de la observancia de<br />
su uso <strong>en</strong> la docum<strong>en</strong>tación de proyecto, como herrami<strong>en</strong>ta<br />
de evaluación de soluciones de diseño para la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
del edificio, válida para ser aplicada por inversionistas y<br />
otros actores del proceso de gestión de la edificación.<br />
Lineami<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>erales para la elaboración de requisitos<br />
de diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del<br />
edificio multifamiliar<br />
La definición de las variables y parámetros de diseño<br />
arquitectónico de los elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />
del edificio, el análisis diagnóstico causal de los errores e insufici<strong>en</strong>cias<br />
de diseño que dieron orig<strong>en</strong> a los deterioros de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y los objetivos y alcances definidos para los<br />
requisitos de diseño, permit<strong>en</strong> establecer los sigui<strong>en</strong>tes lineami<strong>en</strong>tos<br />
g<strong>en</strong>erales, los cuales sirv<strong>en</strong> de fundam<strong>en</strong>to para la<br />
proposición de las especificaciones técnicas cont<strong>en</strong>idas <strong>en</strong><br />
169
170<br />
dichos requisitos:<br />
1. Los requisitos de diseño arquitectónico se defin<strong>en</strong><br />
como especificaciones de carácter cuantitativo y cualitativo,<br />
que se brindan según las variables de diseño y sus parámetros<br />
correspondi<strong>en</strong>tes, cuyo propósito es evitar omisiones,<br />
errores o insufici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la concepción del diseño de los<br />
elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio multifamiliar<br />
de mediana altura, que puedan constituirse como causa u<br />
orig<strong>en</strong> de futuros deterioros que afect<strong>en</strong> el bu<strong>en</strong> desempeño<br />
durable de la edificación.<br />
2. La efectividad de los requisitos de diseño arquitectónico<br />
se concibe <strong>en</strong> función de su carácter prev<strong>en</strong>tivo ante<br />
la aparición de deterioros, que sean susceptibles de originarse<br />
por razones imputables a la fase de concepción y diseño<br />
de la edificación.<br />
3. La aplicabilidad de los requisitos de diseño se concibe<br />
<strong>en</strong> función de su posibilidad de interpretación, empleo e<br />
implem<strong>en</strong>tación por los diseñadores de arquitectura y otros<br />
especialistas afines, los inversionistas, gestores y demás actores<br />
relacionados con el diseño, la supervisión, el control,<br />
la conservación y el perfeccionami<strong>en</strong>to y desarrollo de la<br />
vivi<strong>en</strong>da, <strong>en</strong> especial de los edificios multifamiliares.<br />
4. Los requisitos de diseño se <strong>en</strong>focan hacia las condicionantes<br />
necesarias a cumplir para que la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical del edificio multifamiliar alcance su máxima durabilidad;<br />
pero su aplicación e implem<strong>en</strong>tación ti<strong>en</strong>e que<br />
corresponderse con otros requerimi<strong>en</strong>tos de diseño no m<strong>en</strong>os<br />
importantes, vinculados con las funciones a cumplir por<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te desde el punto de vista ambi<strong>en</strong>tal, estético,<br />
constructivo, estructural, de seguridad, económicos, etc.
Propuesta de requisitos de diseño<br />
arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical del edificio multifamiliar<br />
El proceso de definición de los requisitos de diseño para<br />
cada variable y parámetro de diseño, caracterizados <strong>en</strong> las<br />
primeras etapas de la investigación, llevó un int<strong>en</strong>so trabajo<br />
<strong>en</strong> tres direcciones principales:<br />
• Profundización del ámbito regulatorio y normativo de<br />
especificaciones técnicas relacionadas directa o indirectam<strong>en</strong>te<br />
con el diseño arquitectónico (nacional y extranjero).<br />
• Consultas especializadas a expertos de alto nivel <strong>en</strong><br />
temas específicos, según determinadas variables y parámetros<br />
de diseño.<br />
• Resultados del trabajo de campo, donde se estableció<br />
la relación causal <strong>en</strong>tre errores de diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical y la aparición de deterioros.<br />
Fueron estudiadas numerosas Normas Cubanas (NC) de<br />
los códigos bajo coordinación ISO (Internacional Standards<br />
Organization) y regulaciones de diseño, así como otros docum<strong>en</strong>tos<br />
técnicos regulatorios de carácter ramal o empresarial,<br />
o de otros programas aj<strong>en</strong>os a la vivi<strong>en</strong>da (turismo,<br />
escolares, salud); pero que eran de interés y aplicación a los<br />
objetivos de estudio.<br />
En el ámbito internacional, el análisis abarcó un amplio<br />
volum<strong>en</strong> de docum<strong>en</strong>tos normalizativos de aplicación oficial<br />
<strong>en</strong> México, Arg<strong>en</strong>tina, Brasil, Estados Unidos de América,<br />
Nicaragua, Chile y otros países. En la serie NMX de las<br />
Normas Técnicas Mexicanas, así como <strong>en</strong> sus similares de<br />
Normas-IRAM de Arg<strong>en</strong>tina, o los códigos de normas estadounid<strong>en</strong>ses<br />
y de organizaciones normalizativas de los otros<br />
171
172<br />
países, se evaluaron diversas recom<strong>en</strong>daciones y regulaciones<br />
técnicas para el diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de las<br />
edificaciones, que <strong>en</strong>contraron correspond<strong>en</strong>cia con las<br />
definiciones realizadas <strong>en</strong> la investigación para las diversas<br />
variables y parámetros de diseño de los edificios multifamiliares.<br />
Las consultas especializadas a expertos de alto nivel se<br />
realizaron, sobre todo, para profundizar <strong>en</strong> aspectos no contemplados<br />
<strong>en</strong> normas o <strong>en</strong> especificaciones de amplio empleo<br />
<strong>en</strong> el diseño, o para dilucidar determinados campos no<br />
totalm<strong>en</strong>te definitivos o ambiguos <strong>en</strong> las especificaciones de<br />
determinados parámetros de diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, sobre<br />
todos los refer<strong>en</strong>tes a: solución estructural de cierres macizos<br />
<strong>en</strong> su relación con el resto de la estructura del edificio, aislami<strong>en</strong>to<br />
y estanqueidad <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, detalles constructivos<br />
y recom<strong>en</strong>daciones técnicas relacionadas con aberturas o<br />
vanos, así como <strong>en</strong> determinados aspectos de la tipología<br />
arquitectónica y estructural de balcones y voladizos.<br />
El proceso llevado a cabo para la determinación definitiva<br />
de los requisitos de diseño Arquitectónico para el desempeño<br />
durable de los edificios multifamiliares, se refleja <strong>en</strong><br />
el Esquema E2.<br />
Tales requisitos de diseño arquitectónico se organizaron<br />
acorde a las variables de diseño establecidas <strong>en</strong> la investigación<br />
y se configuraron <strong>en</strong> forma de cuadros de fácil manejo<br />
y aplicación, los cuales se auxiliaron de gráficos y detalles.<br />
Están cont<strong>en</strong>idos <strong>en</strong> 17 cuadros, o tablas de requisitos<br />
de diseño, debidam<strong>en</strong>te id<strong>en</strong>tificados consecutivam<strong>en</strong>te y<br />
todos con un <strong>en</strong>cabezami<strong>en</strong>to superior que id<strong>en</strong>tifica la sigui<strong>en</strong>te<br />
información:
• Elem<strong>en</strong>to de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical al cual se corresponde.<br />
• Variable de diseño para la cual se relacionan los requisitos<br />
del cuadro.<br />
• Parámetro de diseño que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra definición a través<br />
de los requisitos.<br />
• Definición del parámetro (descripción sucinta).<br />
A continuación se relacionan textualm<strong>en</strong>te los cuadros<br />
de requisitos de diseño propuestos y las figuras complem<strong>en</strong>tarias<br />
a estos cuadros, debiéndose señalar que las figuras 2,<br />
4, 5, 6 y 9 ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como fu<strong>en</strong>te el Tratado de Rehabilitación<br />
(Tomo IV. Universidad Politécnica de Madrid, 1999) y el resto<br />
fueron elaboradas por los autores del trabajo.<br />
Esquema E2: Proceso de determinación y validación de<br />
los requisitos de diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />
de los edificios multifamiliares para su desempeño durable.<br />
Configuración del cierre vertical macizo por el diseño de<br />
planos y su posición relativa <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />
La forma de los planos que conforman el soporte del<br />
cierre vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, sobre<br />
todo la disposición relativa de los difer<strong>en</strong>tes planos verticales<br />
inclinados con otras formas <strong>en</strong>tre sí, y su ubicación respecto<br />
a otros elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, debe t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la<br />
solución y los efectos que se producirán <strong>en</strong> dichos planos de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te <strong>en</strong> relación con la escorr<strong>en</strong>tía y el lavado desigual<br />
por los efectos de la lluvia y otros factores ambi<strong>en</strong>tales.<br />
El diseño de los planos verticales y de otras formas de la<br />
<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio debe contemplar la solución<br />
de elem<strong>en</strong>tos y otras vías para la interrupción y evitación de<br />
la escorr<strong>en</strong>tía, que provoca suciedades y manchas <strong>en</strong> las<br />
173
174<br />
superficies.<br />
En el diseño de los planos verticales ubicados <strong>en</strong> las partes<br />
superiores del edificio, es m<strong>en</strong>or la necesidad de soluciones<br />
a la escorr<strong>en</strong>tía, si la ori<strong>en</strong>tación del edificio favorece<br />
el lavado por la lluvia incid<strong>en</strong>te, más b<strong>en</strong>eficiosa a medida<br />
que aum<strong>en</strong>ta la altura de la edificación.<br />
Deberá evitarse que <strong>en</strong> el diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical<br />
del edificio existan planos superiores que qued<strong>en</strong> <strong>en</strong>trantes<br />
con respecto a planos inferiores sali<strong>en</strong>tes, por la escorr<strong>en</strong>tía<br />
que se provoca hacia los planos inferiores. En caso de<br />
plantearse así, el diseño deberá dar una efectiva solución a<br />
ese problema. Fig. 1<br />
En casos <strong>en</strong> que la solución volumétrica del edificio contemple<br />
volúm<strong>en</strong>es sali<strong>en</strong>tes o <strong>en</strong>trantes, respecto al plano<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical, <strong>en</strong> dim<strong>en</strong>siones superiores a los<br />
2,00 m <strong>en</strong> el plano horizontal, deberán preverse soluciones<br />
de diseño que permitan la evacuación del agua <strong>en</strong> dichos<br />
planos, similar a los casos de terrazas y cubiertas; incluy<strong>en</strong>do<br />
la evitación de escorr<strong>en</strong>tías directas a los planos verticales<br />
inferiores de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, que puedan provocar suciedades<br />
y manchas por el arrastre de partículas depositadas <strong>en</strong><br />
dichas superficies horizontales.<br />
No es recom<strong>en</strong>dable disponer de planos verticales <strong>en</strong><br />
posición inferior y continua a otros planos inclinados hacia<br />
arriba, debido a que el agua desc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te por la escorr<strong>en</strong>tía<br />
arrastra partículas y suciedades que provocan manchas<br />
<strong>en</strong> sus superficies. Fig. 2<br />
En casos <strong>en</strong> que existan planos verticales contiguos con<br />
difer<strong>en</strong>te grado de inclinación <strong>en</strong> el eje vertical, <strong>en</strong> los diedros<br />
cóncavos verticales <strong>en</strong>tre planos verticales rectos, debe
evitarse la exist<strong>en</strong>cia de elem<strong>en</strong>tos horizontales sali<strong>en</strong>tes o<br />
<strong>en</strong> voladizo que dificult<strong>en</strong> el lavado uniforme de las superficies<br />
más próximas al ángulo <strong>en</strong>trante por la lluvia incid<strong>en</strong>te,<br />
dado que dicha zona es más prop<strong>en</strong>sa a la acumulación de<br />
partículas y suciedades. Fig. 3<br />
No es recom<strong>en</strong>dable que <strong>en</strong> la unión de planos inclinados<br />
<strong>en</strong>tre sí, respecto al eje horizontal, se form<strong>en</strong> ángulos<br />
diedros, por la irregularidad del manchado <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes<br />
planos, con el consigui<strong>en</strong>te afeami<strong>en</strong>to de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical por el contraste <strong>en</strong>tre las superficies. Fig. 4<br />
No es recom<strong>en</strong>dable el diseño de planos curvos <strong>en</strong> el<br />
cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, dado que el lavado<br />
por la lluvia incid<strong>en</strong>te es irregular y poco uniforme, resultando<br />
de ello la aparición de manchas y suciedades con<br />
difer<strong>en</strong>te contraste y visibilidad, lo cual influye negativam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical.<br />
En el caso de la disposición contigua de planos con<br />
difer<strong>en</strong>te grado de inclinación <strong>en</strong>tre sí respecto al eje horizontal,<br />
deberá darse solución efectiva a la interrupción de<br />
la escorr<strong>en</strong>tía que se produce <strong>en</strong>tre ellos, sobre todo <strong>en</strong> las<br />
aristas de cambio o inflexión, ya que la difer<strong>en</strong>cia de inclinación<br />
de los planos produce manchado de difer<strong>en</strong>te int<strong>en</strong>sidad,<br />
uniformidad y visibilidad, provocando efectos indeseables<br />
<strong>en</strong> la apari<strong>en</strong>cia externa de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical.<br />
Los interruptores de escorr<strong>en</strong>tías no son muy efectivos <strong>en</strong> los<br />
cambios de un plano inclinado hacia arriba a uno vertical,<br />
todo lo contrario de cuando se pres<strong>en</strong>ta el cambio de un<br />
plano vertical a uno inclinado hacia abajo o <strong>en</strong> el caso de<br />
paños rectos continuos. Fig. 5<br />
175
176
Relación <strong>en</strong>tre las dim<strong>en</strong>siones vertical y<br />
horizontal de los planos del soporte.<br />
1. En el diseño de los paños del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
del edificio, se recomi<strong>en</strong>dan las proporciones donde<br />
predomine al ancho respecto a su altura, por cuanto<br />
ello contribuye a un lavado más uniforme por la lluvia<br />
incid<strong>en</strong>te y evita que la acumulación de suciedad y el<br />
manchado pres<strong>en</strong>te contrastes o difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> un mismo<br />
plano, lo cual provoca un efecto poco estético <strong>en</strong> la<br />
apari<strong>en</strong>cia del elem<strong>en</strong>to.<br />
2. Es recom<strong>en</strong>dable que aquellos paños o planos del cierre<br />
vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te donde predomine su altura,<br />
respecto al ancho, se prevean para las zonas donde reciban<br />
un mayor y más uniforme lavado por la lluvia incid<strong>en</strong>te,<br />
dado que tal proporción es más desfavorable<br />
para la aparición de difer<strong>en</strong>cias de manchado que provocan<br />
contrastes que afean la apari<strong>en</strong>cia del edificio.<br />
3. Para los casos donde <strong>en</strong> los planos del cierre vertical predomine<br />
la altura respecto al ancho, deberán combinarse<br />
conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su diseño aspectos tales como<br />
la rugosidad de sus superficies y elem<strong>en</strong>tos de protección,<br />
con el objetivo de at<strong>en</strong>uar la no uniformidad <strong>en</strong> el<br />
manchado.<br />
4. Cuando la relación <strong>en</strong>tre la altura y el ancho de los paños<br />
o planos del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te supera<br />
la proporción de 2:1, deberán solucionarse <strong>en</strong> su diseño<br />
elem<strong>en</strong>tos de protección e interruptores de escorr<strong>en</strong>tía,<br />
para evitar o at<strong>en</strong>uar el manchado contrastante y las insufici<strong>en</strong>cias<br />
<strong>en</strong> el lavado de las superficies por la lluvia<br />
incid<strong>en</strong>te. Fig. 6<br />
177
178<br />
Rugosidad visual <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te debido a los elem<strong>en</strong>tos<br />
verticales u horizontales que sobresal<strong>en</strong> o p<strong>en</strong>etran respecto<br />
a la línea exterior.<br />
1. En el diseño de los elem<strong>en</strong>tos <strong>en</strong>trantes o sali<strong>en</strong>tes del<br />
cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deberá darse<br />
especial solución al correcto vertido y recorrido de las<br />
aguas de escorr<strong>en</strong>tía, dado que constituy<strong>en</strong> puntos singulares<br />
que pued<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er una implicación directa con la<br />
aparición de manchas y suciedades.<br />
2. En los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros de los elem<strong>en</strong>tos horizontales sobresali<strong>en</strong>tes<br />
con el plano vertical, será necesario suavizar las<br />
aristas, transformándolas <strong>en</strong> bisel para impedir la p<strong>en</strong>etración<br />
del agua.<br />
3. Deb<strong>en</strong> aplicarse con cuidado y parquedad soluciones<br />
de rugosidad visual de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, con fines ornam<strong>en</strong>tales<br />
o de otra índole, pues todo elem<strong>en</strong>to sobresali<strong>en</strong>te<br />
de la línea exterior contribuye a la aparición de efectos<br />
negativos <strong>en</strong> la apari<strong>en</strong>cia de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio,<br />
produciéndose alrededor de los mismos, diversos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />
perjudiciales de deposición de partículas, acumulación<br />
de suciedad, impedim<strong>en</strong>tos para el lavado de las<br />
superficies por la lluvia y otros, que provocan manchas y<br />
suciedades.<br />
4. En caso de incluir <strong>en</strong> el diseño del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te,<br />
elem<strong>en</strong>tos de rugosidad visual, tales como <strong>en</strong>trantes<br />
y sali<strong>en</strong>tes a la línea exterior, es más conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te<br />
que se dispongan de manera uniforme y continua, a fin<br />
de evitar o at<strong>en</strong>uar el contraste causado por las suciedades<br />
y posibles manchas que necesariam<strong>en</strong>te ocurrirán<br />
<strong>en</strong> dichos puntos.
5. Debe evitarse la colocación o adosami<strong>en</strong>to a la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical del edificio, de elem<strong>en</strong>tos sobresali<strong>en</strong>tes<br />
adicionales, tales como carteles, vallas, anuncios, elem<strong>en</strong>tos<br />
decorativos, etc., por su defici<strong>en</strong>te comportami<strong>en</strong>to<br />
ante la deposición de suciedades y su efecto visual<br />
negativo <strong>en</strong> las superficies.<br />
6. En el borde o zona de unión de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te horizontal<br />
(cubierta) con la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, es<br />
recom<strong>en</strong>dable la disposición de un pretil o peto de no<br />
más de 0.30 m de altura (que solucione también su parte<br />
superior con elem<strong>en</strong>tos impermeables y <strong>en</strong> p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />
hacia el interior), para impedir el libre escurrimi<strong>en</strong>to de la<br />
cubierta hacia la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te. Fig. 7<br />
Adecuación del material del soporte a los requerimi<strong>en</strong>tos<br />
de su trabajo estructural <strong>en</strong> el edificio y las acciones externas.<br />
1. En el diseño de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
del edificio, la selección de los materiales compon<strong>en</strong>tes<br />
de los mismos debe cumplir con los requisitos de<br />
idoneidad de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación<br />
con el uso, función y condiciones de explotación previstos,<br />
que permitan un desempeño efici<strong>en</strong>te y durable.<br />
(Normas recom<strong>en</strong>dadas: NC 360: 2005, NC:247:2005).<br />
2. D<strong>en</strong>tro de los requisitos de idoneidad, según las normas<br />
vig<strong>en</strong>tes que deb<strong>en</strong> regir la selección de los materiales<br />
compon<strong>en</strong>tes de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical de la<br />
<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er prioridad los que se<br />
relacion<strong>en</strong> con la resist<strong>en</strong>cia a los ag<strong>en</strong>tes del intemperismo<br />
y del medio, el comportami<strong>en</strong>to a la acción del<br />
agua y las humedades <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, los coefici<strong>en</strong>tes de<br />
179
180<br />
dilatación térmica, impermeabilidad y los factores de<br />
compatibilidad físico-mecánica y química <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes<br />
materiales, según el caso.<br />
3. Para el caso del soporte portante <strong>en</strong> el cierre vertical de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, podrán ser empleados ladrillos cerámicos<br />
huecos, siempre que el valor característico de resist<strong>en</strong>cia<br />
sea mayor o igual que 5,0 MPa. (Norma recom<strong>en</strong>dada:<br />
NC 360: 2005).<br />
4. Para el caso de instalaciones técnicas empotradas o<br />
embebidas <strong>en</strong> el material del soporte del cierre vertical<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, la profundización del conducto<br />
debe alcanzar un mínimo de 3 cm desde su cara<br />
hasta la superficie del soporte, evitando profundizar hasta<br />
la mitad del espesor del soporte. En el caso de muros<br />
de ladrillos huecos no se recomi<strong>en</strong>da la ranuración del<br />
soporte para la canalización de conductos de instalaciones.<br />
Condiciones a cumplir por el diseño del cierre vertical<br />
macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te para un adecuado diseño estructural.<br />
1. En la solución estructural de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, el dim<strong>en</strong>sionami<strong>en</strong>to<br />
estructural y el resto de las definiciones de diseño relacionadas<br />
con ello, deb<strong>en</strong> cumplir con las normas técnicas<br />
vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación con el material, uso, función y condiciones<br />
de explotación previstos, todo lo cual permita<br />
un desempeño efici<strong>en</strong>te y durable del edificio. (Normas<br />
recom<strong>en</strong>dadas: NC 360: 2005, NC 053.115, NC:247:2005).<br />
2. En el diseño de los elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical macizo,<br />
la solución estructural de los mismos, además de la
definición de la tipología estructural del cierre, debe<br />
contemplar el predim<strong>en</strong>sionami<strong>en</strong>to estructural, <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia<br />
con las condicionantes de materiales y<br />
tecnologías disponibles.<br />
3. El diseño estructural del soporte debe t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta<br />
una adecuada correspond<strong>en</strong>cia con la definición estructural<br />
del resto de la edificación, especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo<br />
relativo a las condiciones de unión de la estructura de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te con la estructura principal del edificio, el<br />
arriostre, rigidización del cierre y su solución constructiva.<br />
4. Deberá t<strong>en</strong>erse especial at<strong>en</strong>ción al caso de los soportes<br />
de cierre vertical que no sean de carga y que apoy<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
vigas o <strong>en</strong>trepisos, o estén <strong>en</strong> contacto con columnas,<br />
por cuanto habrá que limitar o controlar las deformaciones<br />
de dichos elem<strong>en</strong>tos estructurales, para impedir deterioros<br />
y fallos inducidos <strong>en</strong> los cierres no portantes.<br />
Condiciones a cumplir por la unión estructural de los<br />
elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y las<br />
juntas constructivas que permitan un adecuado trabajo estructural.<br />
1. En la solución de las juntas y uniones estructurales de los<br />
elem<strong>en</strong>tos del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio,<br />
se deberá cumplir con las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes,<br />
sobre todo <strong>en</strong> relación con los coefici<strong>en</strong>tes de dilatación<br />
de los materiales, la ori<strong>en</strong>tación, dim<strong>en</strong>siones, forma y diseño<br />
del cierre macizo, todo lo cual permita un desempeño<br />
efici<strong>en</strong>te y durable del edificio.<br />
2. En el diseño arquitectónico y estructural del cierre vertical<br />
macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, cuando el soporte<br />
no es un muro cargado, y no es imprescindible su unión a<br />
181
182<br />
la columna, el mismo se dispondrá de manera continua<br />
por delante de la misma, para lograr indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre<br />
ellos, a fin de permitir el movimi<strong>en</strong>to de ambos y evitar<br />
la aparición de fisuras y grietas por excesiva rigidez. Fig. 8<br />
3. La solución estructural y constructiva que se diseñe para<br />
las juntas <strong>en</strong> el cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio,<br />
deberá lograr la máxima estanqueidad y aislami<strong>en</strong>to,<br />
sobre todo a la acción perjudicial del agua y el resto<br />
de ag<strong>en</strong>tes nocivos del medio.<br />
4. En el caso de cierres verticales continuos con poca irregularidad<br />
<strong>en</strong> su forma y pocas aberturas o vanos, se recomi<strong>en</strong>da<br />
la exist<strong>en</strong>cia de juntas de retracción, con indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
de las constructivas.<br />
5. Es recom<strong>en</strong>dable la exist<strong>en</strong>cia de juntas <strong>en</strong> paños continuos<br />
de cierre vertical con un espaciami<strong>en</strong>to máximo de<br />
12,00 m, que se reduce a 6,00 m <strong>en</strong> el caso de paños de<br />
esquina.<br />
6. Se recomi<strong>en</strong>dan juntas verticales de retracción <strong>en</strong> puntos<br />
débiles del soporte del cierre, como pued<strong>en</strong> ser los<br />
lugares de cambio de espesor del soporte, antepechos<br />
de v<strong>en</strong>tanas y <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de los paños sin aberturas.<br />
7. Para el caso de soportes de cierre vertical que no sean<br />
de carga, construidos de fábrica, se recomi<strong>en</strong>dan juntas<br />
horizontales de dim<strong>en</strong>sión máxima igual a 0.03 m, <strong>en</strong> la<br />
unión del elem<strong>en</strong>to de cierre vertical con el <strong>en</strong>trepiso y<br />
la cubierta.<br />
Adecuación del material de la terminación del soporte<br />
a su resist<strong>en</strong>cia a los ag<strong>en</strong>tes degradantes del medio y al<br />
cumplimi<strong>en</strong>to de sus funciones de aislami<strong>en</strong>to y protección.<br />
En el diseño de la terminación del cierre vertical macizo, la
selección del tipo de material debe cumplir con los requisitos<br />
de idoneidad de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación<br />
con el uso, función y condiciones de explotación previstos,<br />
que permitan un desempeño efici<strong>en</strong>te y durable.<br />
8. D<strong>en</strong>tro de los requisitos, que deb<strong>en</strong> regir la selección de<br />
los materiales para la terminación del cierre vertical de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er prioridad los que<br />
se relacion<strong>en</strong> con la resist<strong>en</strong>cia a los ag<strong>en</strong>tes del intemperismo<br />
y del medio, el comportami<strong>en</strong>to a la acción del<br />
agua y las humedades <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, los coefici<strong>en</strong>tes de<br />
dilatación térmica, impermeabilidad y los factores de<br />
compatibilidad físico-mecánica y química <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes<br />
materiales, según el caso.<br />
9. En la selección de los materiales de terminación del cierre<br />
vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta, sobre todo, sus propiedades de estanqueidad y<br />
protección del param<strong>en</strong>to, baja porosidad y rugosidad y<br />
compatibilidad química y físico-mecánica con otros materiales<br />
con que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> contacto, incluy<strong>en</strong>do<br />
los del param<strong>en</strong>to del cierre.<br />
10. Cuando las pinturas constituyan el tipo de material seleccionado<br />
para la terminación de los cierres verticales,<br />
se recomi<strong>en</strong>da que, además de sus condiciones de protección<br />
y aislami<strong>en</strong>to, se t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el color, para<br />
at<strong>en</strong>uar o reducir determinados efectos indeseables que<br />
se produzcan <strong>en</strong> las superficies. Las pinturas de colores<br />
claros no son recom<strong>en</strong>dables <strong>en</strong> paños prop<strong>en</strong>sos a la<br />
acumulación de suciedades y escorr<strong>en</strong>tías; así como <strong>en</strong><br />
casos donde se produzcan contrastes por difer<strong>en</strong>cias del<br />
lavado, tal es el caso de superficies cercanas a voladizos<br />
183
184<br />
y balcones y el resto de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />
Adecuación de la solución constructiva y/o de sujeción<br />
de la terminación del soporte a los requerimi<strong>en</strong>tos para el<br />
cumplimi<strong>en</strong>to de las funciones previstas y su comportami<strong>en</strong>to<br />
durable.<br />
1. En el diseño y selección de la solución constructiva para<br />
la terminación del cierre vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del<br />
edificio, se deb<strong>en</strong> cumplir los requisitos de idoneidad de<br />
las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> relación con el uso, función<br />
y condiciones de explotación previstos.<br />
2. La solución constructiva a decidir <strong>en</strong> el diseño para la<br />
aplicación de los materiales de terminación del cierre<br />
vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio debe lograr una<br />
compatibilidad <strong>en</strong>tre las formas de sujeción o aplicación<br />
de la terminación al soporte del cierre y los movimi<strong>en</strong>tos<br />
g<strong>en</strong>erados por la dilatación y contracción de los difer<strong>en</strong>tes<br />
elem<strong>en</strong>tos, incluy<strong>en</strong>do tanto las técnicas de fijación<br />
como el diseño de juntas.<br />
3. Para el caso de la terminación de tipo no integral o por<br />
piezas, <strong>en</strong> su solución constructiva de fijación o aplicación<br />
al soporte del cierre, debe velarse que los propios<br />
materiales o aditam<strong>en</strong>tos de sujeción no g<strong>en</strong>er<strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cias<br />
perjudiciales a los elem<strong>en</strong>tos, tales como la<br />
corrosión de los metales, fisuración, etc. Cuando esta<br />
fijación sea mediante anclajes metálicos, su diseño resist<strong>en</strong>te<br />
debe estar <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia con el peso de<br />
la pieza (se recomi<strong>en</strong>da que su resist<strong>en</strong>cia supere <strong>en</strong> 1,3<br />
veces, al m<strong>en</strong>os, el peso de la pieza) y su composición<br />
debe ser de un metal o aleación inoxidable, para garantizar<br />
su durabilidad.
Rugosidad superficial de la terminación del soporte, <strong>en</strong><br />
relación con el tipo de material, solución constructiva y la<br />
acción de ag<strong>en</strong>tes degradantes del medio.<br />
1. En la solución superficial de la terminación del cierre vertical<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio deb<strong>en</strong> preverse acabados<br />
con nula o mínima texturación, ya que una mayor<br />
rugosidad superficial favorece la ret<strong>en</strong>ción de partículas<br />
y suciedades, tanto arrastradas por la escorr<strong>en</strong>tía como<br />
depositadas por vía aérea, creando zonas de manchas<br />
y deposiciones que afean la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te y pued<strong>en</strong> ser<br />
fu<strong>en</strong>te de efloresc<strong>en</strong>cias y disgregaciones del material,<br />
<strong>en</strong> el caso de que los mismos sean de base cem<strong>en</strong>ticia.<br />
2. En casos de preverse <strong>en</strong> el diseño integral de la terminación<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, paños o zonas del cierre<br />
con determinada textura o rugosidad superficial, se<br />
recomi<strong>en</strong>da que los mismos se ubiqu<strong>en</strong> <strong>en</strong> lugares donde<br />
sea mayor y más efectivo el lavado de las superficies<br />
por la lluvia incid<strong>en</strong>te, como forma de contrarrestar la<br />
acumulación de partículas y suciedades.<br />
3. En los casos de planos inclinados <strong>en</strong> el soporte del cierre<br />
vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, debe evitarse una<br />
texturación de la terminación de las superficies, dado<br />
que hay mínimas posibilidades de la acción del lavado<br />
por la lluvia incid<strong>en</strong>te y/o por el arrastre de la escorr<strong>en</strong>tía.<br />
4. En los casos de las partes inferiores de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del<br />
edificio, sobre todo <strong>en</strong> primera planta, debe evitarse el<br />
uso de texturas no lisas, <strong>en</strong> la terminación de las superficies<br />
del cierre, dado que los efectos de la suciedad se<br />
v<strong>en</strong> increm<strong>en</strong>tados por la proximidad del terr<strong>en</strong>o.<br />
Rugosidad geométrica de la terminación del soporte,<br />
185
186<br />
dada por elem<strong>en</strong>tos volumétricos que sobresal<strong>en</strong> o p<strong>en</strong>etran<br />
<strong>en</strong> la superficie exterior.<br />
1. En el diseño de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, debe<br />
t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que los relieves, ya sean formados por<br />
elem<strong>en</strong>tos volumétricos sali<strong>en</strong>tes o <strong>en</strong>trantes, respecto a<br />
la superficie exterior del cierre vertical, constituy<strong>en</strong> puntos<br />
singulares para el comportami<strong>en</strong>to de la escorr<strong>en</strong>tía<br />
y el arrastre de partículas que provoca el manchado <strong>en</strong><br />
las zonas inmediatas, abajo y alrededor de la rugosidad<br />
geométrica formada por los elem<strong>en</strong>tos de relieve.<br />
2. Es recom<strong>en</strong>dable que los elem<strong>en</strong>tos de relieve del cierre<br />
vertical del edificio, sobre todo cuando son sali<strong>en</strong>tes<br />
respecto a la superficie exterior, se ubiqu<strong>en</strong> <strong>en</strong> lugares<br />
donde sea mayor y más efectivo el lavado de las superficies<br />
por la lluvia incid<strong>en</strong>te, como forma de contrarrestar<br />
la acumulación de partículas y suciedades.<br />
3. En los relieves <strong>en</strong>trantes respecto a la superficie del cierre<br />
vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, la profundidad de<br />
rehundido debe estar <strong>en</strong>tre 5 y 15 mm, con el objetivo de<br />
contrarrestar la acumulación de partículas y suciedades<br />
que causan manchas <strong>en</strong> –y alrededor de la zona del relieve.<br />
Fig. 9<br />
4. En caso de incluir <strong>en</strong> el diseño del cierre vertical de la<br />
<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, elem<strong>en</strong>tos de relieve, es más conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te<br />
que se dispongan de manera uniforme y regular, a fin de<br />
evitar o at<strong>en</strong>uar el contraste causado por las suciedades<br />
y posibles manchas que necesariam<strong>en</strong>te ocurrirán <strong>en</strong> dichos<br />
puntos.<br />
5. Debe evitarse utilizar texturas superficiales rugosas <strong>en</strong><br />
los elem<strong>en</strong>tos de relieves, por cuanto se ac<strong>en</strong>túan los
efectos de las suciedades, pues la rugosidad favorece<br />
la acumulación de partículas y dificulta el lavado de la<br />
<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te por la lluvia.<br />
6. En la configuración de relieve de la superficie del cierre<br />
vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, son más recom<strong>en</strong>dables los estriados<br />
de superficie verticales, que los horizontales, dado<br />
el mejor lavado que recib<strong>en</strong>. Cuando los estriados, cualquiera<br />
sea su dirección, se realizan <strong>en</strong> paños de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
con lavado insufici<strong>en</strong>te, la separación <strong>en</strong>tre estrías<br />
debe ser m<strong>en</strong>or de 30 cm. Fig. 9<br />
Área y proporciones de la abertura <strong>en</strong> relación con las<br />
características del soporte y su función estructural, y la disposición<br />
de los mismos <strong>en</strong> el soporte.<br />
1. El área de abertura <strong>en</strong> el soporte del cierre vertical, <strong>en</strong><br />
relación con el área maciza del sector estructural <strong>en</strong> que<br />
el mismo se define; así como sus proporciones y ubicación<br />
<strong>en</strong> el paño del cierre, debe regirse por los criterios<br />
de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, recom<strong>en</strong>dándose que<br />
el área de abertura no exceda el 25% del área total del<br />
paño macizo, para cierres con función portante y que no<br />
sobrepase el 15% del área total maciza, para cierres con<br />
función de tímpano o panel rigidizador del edificio.<br />
2. Siempre que sea compatible con otras consideraciones<br />
de diseño térmico o bioclimático, es recom<strong>en</strong>dable<br />
estructuralm<strong>en</strong>te, que la ubicación de la abertura <strong>en</strong> el<br />
cierre vertical, coincida con el c<strong>en</strong>tro del paño, permiti<strong>en</strong>do<br />
así que el vano sea de mayor proporción.<br />
3. Es recom<strong>en</strong>dable que <strong>en</strong> el diseño de la abertura del<br />
cierre macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, las proporciones del<br />
hueco o vacío, trat<strong>en</strong> de aproximarse lo más posible a la<br />
187
188<br />
unidad, sobre todo controlando la dim<strong>en</strong>sión del ancho,<br />
por cuanto de ella dep<strong>en</strong>de la solución estructural del<br />
dintel y del elem<strong>en</strong>to del cierre.<br />
Principales parámetros dim<strong>en</strong>sionales del dintel, <strong>en</strong> relación<br />
con el material del soporte, las dim<strong>en</strong>siones y proporciones<br />
de la abertura y las condiciones de apoyo <strong>en</strong> el soporte.<br />
1. En la solución de las aberturas de los cierres verticales<br />
macizos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, se recomi<strong>en</strong>da<br />
resolver estructuralm<strong>en</strong>te el dintel, a partir de las<br />
normas técnicas vig<strong>en</strong>tes, por su importante contribución<br />
<strong>en</strong> la evitación de deterioros por agrietami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> zonas<br />
superiores del vano, así como el desempeño durable de<br />
su cierre.<br />
2. Cuando el dintel de la abertura o vano del cierre macizo<br />
se resuelve mediante una viga, y la solución de cierre<br />
de vano es susceptible de dañarse por deformaciones<br />
del dintel (lucetas y lucernarios de vidrio, marcos poco<br />
resist<strong>en</strong>tes, v<strong>en</strong>tanas de pivote vertical, puertas de corredera,<br />
etc.); así cuando el ancho de la abertura supere la<br />
dim<strong>en</strong>sión de 1,50 m, el dintel debe ser empotrado a la<br />
estructura del soporte macizo, <strong>en</strong> cuyo caso la longitud<br />
de apoyo de la viga de dintel <strong>en</strong> el soporte deberá estar<br />
<strong>en</strong>tre 0,20 y 0,30 m. Fig. 10<br />
3. En los casos <strong>en</strong> que no existan grandes paños de vidrio<br />
<strong>en</strong> la composición del cierre de vano, sus marcos sean<br />
resist<strong>en</strong>tes y la tipología de cierre (puertas, v<strong>en</strong>tanas) lo<br />
permita, la viga de dintel podrá t<strong>en</strong>er un simple apoyo<br />
<strong>en</strong> el soporte macizo, cuya dim<strong>en</strong>sión podrá estar <strong>en</strong>tre<br />
0,07 y 0,10 m, la cual equivale a aproximadam<strong>en</strong>te la mitad<br />
del ladrillo o bloque, cuando el cierre sea de fábrica.
Fig. 10<br />
4. En los casos <strong>en</strong> que la viga de cerram<strong>en</strong>to de la edificación<br />
actúe como dintel de las aberturas o vanos del<br />
cierre vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te, la misma se considerará<br />
<strong>en</strong> condición de empotrami<strong>en</strong>to por continuidad.<br />
Solución geométrica y constructiva de puntos singulares<br />
de la abertura o vano <strong>en</strong> relación con la estanqueidad hacia<br />
el interior de la edificación.<br />
1. En el diseño de la abertura o vano del cierre macizo de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio, deb<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar una<br />
solución eficaz todos los detalles arquitectónicos que<br />
asegur<strong>en</strong> la estanqueidad del interior de la edificación<br />
respecto al agua prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te del exterior, a partir del<br />
cumplimi<strong>en</strong>to de normas técnicas vig<strong>en</strong>tes y de especificaciones<br />
que permitan el aislami<strong>en</strong>to y la protección.<br />
2. En la cara inferior o sofito del dintel de la abertura o vano<br />
<strong>en</strong> el cierre macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, debe<br />
preverse un canal o goterón cercano a su borde exterior,<br />
que sirva de barrera física al escurrimi<strong>en</strong>to del agua hacia<br />
el interior de la edificación, por efecto de la t<strong>en</strong>sión<br />
superficial del líquido.<br />
3. Se recomi<strong>en</strong>da que sobre la superficie o plano superior<br />
del antepecho del vano del cierre macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical se coloqu<strong>en</strong> elem<strong>en</strong>tos o piezas, a manera<br />
de vierteaguas, con p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te del 10 al 20% prevista hacia<br />
el exterior, que sobresalgan o vuel<strong>en</strong> hacia fuera una<br />
dim<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre 30 y 50 mm. Fig. 11<br />
4. Es recom<strong>en</strong>dable que las piezas que forman el vierteaguas<br />
del antepecho del vano prevean un goterón <strong>en</strong> la<br />
189
190<br />
parte inferior de la parte sali<strong>en</strong>te, con el objetivo de evitar<br />
la escorr<strong>en</strong>tía sobre el plano vertical del cierre <strong>en</strong> la<br />
parte inferior del vano, lo cual puede producir suciedades<br />
y manchas, con el arrastre de partículas acumuladas<br />
<strong>en</strong> el alféizar. Fig. 11<br />
5. Los vierteaguas para el revestimi<strong>en</strong>to del antepecho o<br />
alféizar del vano, <strong>en</strong> el cierre macizo podrán ser piezas<br />
prefabricadas o losas, <strong>en</strong> cuya elección debe t<strong>en</strong>erse<br />
<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta su compatibilidad con el material del soporte,<br />
soluciones apropiadas de fijación o colocación, su cualidad<br />
de impermeabilidad y de elevada resist<strong>en</strong>cia a la<br />
acción del agua y la radiación solar y el desgaste. Fig. 12<br />
6. Se recomi<strong>en</strong>da que los ángulos <strong>en</strong>trantes <strong>en</strong>tre las difer<strong>en</strong>tes<br />
caras interiores de la abertura o vano, formadas<br />
por el espesor del soporte macizo, se realic<strong>en</strong> biselados<br />
o chanfleados, para evitar que el agua proced<strong>en</strong>te del<br />
exterior se escurra hacia las juntas y los sellados a lo largo<br />
de las aristas resultantes del <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro <strong>en</strong> ángulo recto.<br />
Fig. 13<br />
Solución formal y constructiva de los balcones y voladizos<br />
de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio.<br />
1. T<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que los balcones y otros elem<strong>en</strong>tos<br />
voladizos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical, propician <strong>en</strong> su proximidad<br />
zonas de manchas y difer<strong>en</strong>te coloración de los<br />
revestimi<strong>en</strong>tos y pinturas de los param<strong>en</strong>tos verticales,<br />
es más recom<strong>en</strong>dable el diseño de balcones y voladizos<br />
corridos, o aislados ubicados uniformem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical, que no reciba un lavado int<strong>en</strong>so por la<br />
lluvia, con el objetivo de uniformar estos efectos y reducir<br />
su influ<strong>en</strong>cia poco estética <strong>en</strong> la apari<strong>en</strong>cia del edificio.
2. En los casos que el antepecho del balcón sea macizo,<br />
el mismo debe cumplir con los requisitos de diseño establecidos<br />
para el diseño y las terminaciones del cierre<br />
vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio.<br />
3. La solución de diseño de los principales elem<strong>en</strong>tos tipológicos<br />
de los balcones y voladizos, tales como el vuelo o<br />
proyección de su plataforma horizontal, su condición de<br />
elem<strong>en</strong>to corrido o aislado y el tipo o solución de antepecho<br />
o barandilla para el caso del balcón, debe estar<br />
<strong>en</strong> relación con la tipología estructural del edificio, las soluciones<br />
constructivas y materiales previstos para los balcones<br />
y voladizos.<br />
Principales parámetros dim<strong>en</strong>sionales estructurales de voladizos<br />
y balcones, <strong>en</strong> relación con su tipología arquitectónica.<br />
1. La solución estructural de los balcones y voladizos de la<br />
<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio debe cumplir con los requisitos<br />
de idoneidad de las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes,<br />
<strong>en</strong> relación con el uso, función y condiciones de explotación<br />
previstos, que permitan un desempeño efici<strong>en</strong>te<br />
y durable.<br />
2. Los criterios de solución estructural de las plataformas<br />
horizontales de balcones y voladizos deb<strong>en</strong> evitar una<br />
excesiva flexibilidad de los mismos, ya que pued<strong>en</strong> provocar<br />
fisuración y agrietami<strong>en</strong>to del material del soporte<br />
macizo vertical de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio debido a la<br />
deformación.<br />
3. La longitud de vuelo de la plataforma horizontal de balcones<br />
y voladizos deberá estar <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia con<br />
la tipología estructural del soporte del cierre vertical de<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio y del resto de la estructura de<br />
191
192<br />
la edificación, con el objetivo de mant<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> los parámetros<br />
normados <strong>en</strong> cuanto a deformaciones permisibles.<br />
Es recom<strong>en</strong>dable que la dim<strong>en</strong>sión del vuelo de<br />
la plataforma del balcón, cuando la misma se resuelve<br />
mediante un sali<strong>en</strong>te de la losa de <strong>en</strong>trepiso, no supere<br />
1,20 m y 1,50 m para el caso de que t<strong>en</strong>gan vigas.<br />
4. La sección resist<strong>en</strong>te de la plataforma horizontal de balcones<br />
y voladizos, para el caso de empotrami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la<br />
estructura del soporte vertical macizo de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te,<br />
podrá ser racionalizada a través de una disminución de<br />
su peralto <strong>en</strong> el extremo de la misma, siempre que no sea<br />
m<strong>en</strong>or que un 25% del peralto <strong>en</strong> el empotrami<strong>en</strong>to. Fig.<br />
14<br />
Detalles de diseño de los elem<strong>en</strong>tos compon<strong>en</strong>tes del<br />
balcón o voladizo a la estructura de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical,<br />
incluy<strong>en</strong>do las uniones de los antepechos o barandillas de<br />
balcones a su propia estructura.<br />
1. En la solución de las uniones y apoyos estructurales de<br />
los elem<strong>en</strong>tos de balcones y voladizos a la estructura de<br />
la edificación, incluy<strong>en</strong>do la del soporte macizo del cierre,<br />
se deberá cumplir con las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes,<br />
sobre todo <strong>en</strong> relación con las condiciones de empotrami<strong>en</strong>to,<br />
la disposición y cuantía del refuerzo de acero y<br />
los rangos permisibles de flexibilidad y deformación de<br />
los elem<strong>en</strong>tos, así como de aislami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la unión del<br />
antepecho del balcón con el soporte.<br />
2. La condición estructural de la unión de los antepechos<br />
o barandas macizas del balcón a su estructura, debe ser<br />
de empotrami<strong>en</strong>to, defini<strong>en</strong>do las soluciones constructivas<br />
más adecuadas para lograr la estabilidad y resist<strong>en</strong>-
cia de dichos antepechos.<br />
3. En el caso de balcones de tipología corrida, que excedan<br />
una longitud de 3,00 m, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido paralelo a<br />
la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio, deberá lograrse un adecuado<br />
refuerzo y rigidización intermedia del antepecho, <strong>en</strong><br />
caso de ser de tipología maciza, sobre todo de fábrica.<br />
4. Los antepechos de perfiles metálicos deb<strong>en</strong> ser fijados<br />
preferiblem<strong>en</strong>te al borde vertical de la plataforma del<br />
balcón, previ<strong>en</strong>do una adecuada impermeabilización<br />
<strong>en</strong> dicha junta, todo lo cual reducirá la corrosión del elem<strong>en</strong>to<br />
de anclaje y las fisuras y despr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tos producidos<br />
por el aum<strong>en</strong>to de volum<strong>en</strong>. Fig. 15 y 16<br />
Detalles de diseño para la conducción y dr<strong>en</strong>aje del<br />
agua de la plataforma horizontal de balcones y voladizos a<br />
los puntos de evacuación.<br />
1. La p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te mínima de las plataformas o superficies horizontales<br />
de balcones y voladizos será del 1% hacia los<br />
puntos de desagüe, cumpli<strong>en</strong>do con las normas técnicas<br />
vig<strong>en</strong>tes (Norma NRMC 78:2004).<br />
2. En la cara inferior o sofito de la plataforma horizontal de<br />
balcones y voladizos debe preverse un canal o goterón<br />
cercano a su borde exterior, que sirva de barrera física<br />
al escurrimi<strong>en</strong>to del agua por t<strong>en</strong>sión superficial hacia<br />
el interior de la edificación o superficies verticales de los<br />
elem<strong>en</strong>tos de cierre de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te del edificio.<br />
3. Para el caso de antepechos de balcones, sobre todo<br />
con solución constructiva de fábrica u hormigón armado,<br />
deberá preverse que el remate superior, a manera<br />
de albardilla, t<strong>en</strong>ga la forma y p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te adecuada,<br />
si<strong>en</strong>do recom<strong>en</strong>dable que dicha pieza o elem<strong>en</strong>to so-<br />
193
194<br />
bresalga interiorm<strong>en</strong>te y exteriorm<strong>en</strong>te no m<strong>en</strong>os de 15<br />
mm, para evitar el escurrimi<strong>en</strong>to del agua por las superficies<br />
verticales. Fig.17A.<br />
4. En la selección de las piezas de remate o albardillas de<br />
los antepechos macizos del balcón, debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta su compatibilidad con el material del antepecho,<br />
soluciones apropiadas de fijación o colocación, su<br />
cualidad de impermeabilidad y de elevada resist<strong>en</strong>cia a<br />
la acción del agua, la radiación solar y la corrosión y el<br />
desgaste.<br />
5. En la solución de evacuación del agua de la plataforma<br />
horizontal de los balcones o voladizos deberá darse cumplimi<strong>en</strong>to<br />
a las normas técnicas vig<strong>en</strong>tes y otras especificaciones,<br />
sobre todo <strong>en</strong> relación con la caída libre del<br />
agua y su altura, la cual cuando excede los 3,00 m, provoca<br />
indeseables efectos sobre la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical.<br />
6. En los casos que el agua de la plataforma o superficies<br />
horizontales de balcones y voladizos se escurra librem<strong>en</strong>te<br />
para ser evacuada por caída libre, deberán preverse<br />
elem<strong>en</strong>tos o piezas de vierteaguas <strong>en</strong> dichos bordes,<br />
para impedir que el agua se resbale o se deslice <strong>en</strong> la<br />
cara exterior del espesor de la plataforma, lo cual causa<br />
manchas y afeami<strong>en</strong>to y contribuye a la corrosión del refuerzo,<br />
<strong>en</strong> el caso de plataformas de hormigón armado.<br />
Fig. 17B.<br />
7. En el caso de los balcones, el diseño de las p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />
horizontales <strong>en</strong> su plataforma deberá impedir el flujo del<br />
agua hacia el interior de los locales del edificio, previ<strong>en</strong>do<br />
además un desnivel o saltillo mínimo <strong>en</strong>tre el nivel de<br />
piso interior y el del balcón no m<strong>en</strong>or de 20 mm.
8. En balcones y voladizos, las zonas o aristas de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro<br />
de los planos horizontales con los verticales <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes<br />
elem<strong>en</strong>tos deb<strong>en</strong> evitar la formación de ángulos diedros,<br />
conformando <strong>en</strong> su lugar un bisel u ochava.<br />
9. En la información de diseño de los balcones debe incluirse<br />
todo lo refer<strong>en</strong>te a la impermeabilización, sobre<br />
todo de la plataforma horizontal, mediante las soluciones<br />
de empleo g<strong>en</strong>eral para estos casos (membrana impermeabilizante,<br />
materiales bituminosos, cem<strong>en</strong>tosos o<br />
productos poliméricos, etc.), para lo cual es importante<br />
prever el tratami<strong>en</strong>to de los ángulos <strong>en</strong>tre planos verticales<br />
y horizontales con un ancho de aplicación no m<strong>en</strong>or<br />
de 250 mm y levantarse a una altura no m<strong>en</strong>or de 200<br />
mm <strong>en</strong> todo el perímetro del balcón, protegida por elem<strong>en</strong>tos<br />
de rodapié. Fig. 18.<br />
10. En el caso del dr<strong>en</strong>aje de balcones mediante gárgolas,<br />
se recomi<strong>en</strong>da que se coloqu<strong>en</strong> no m<strong>en</strong>os de dos, <strong>en</strong><br />
lugares no próximos a las esquinas de la plataforma, con<br />
su colector por debajo del Nivel de Piso Terminado del<br />
balcón (NPT), con una sección mínima no m<strong>en</strong>or de 4<br />
cm2/m2 de superficie horizontal y aislado <strong>en</strong> todo su perímetro,<br />
del antepecho mediante el uso de una masilla<br />
impermeable. En el caso de que la evacuación a la gárgola<br />
sea mediante un sumidero <strong>en</strong> el piso, protegido por<br />
rejilla, el mismo debe estar ubicado a una separación no<br />
m<strong>en</strong>or de 100 mm del antepecho macizo del balcón,<br />
para evitar la aparición de manchas provocadas por el<br />
agua, <strong>en</strong> la terminación del soporte. Fig. 19.<br />
195
196
Validación de los requisitos propuestos<br />
mediante la consulta a especialistas<br />
La concepción y aplicación de un procedimi<strong>en</strong>to de<br />
validación que se <strong>en</strong>focó a la efectividad y aplicabilidad<br />
de los requisitos de diseño propuestos y a la integración de<br />
un Comité de Especialistas de amplia compet<strong>en</strong>cia, experi<strong>en</strong>cia<br />
y significativa repres<strong>en</strong>tatividad como pot<strong>en</strong>ciales<br />
introductores de los resultados, permitió determinar con rigurosidad<br />
y de manera convinc<strong>en</strong>te, la validez de los requisitos<br />
de diseño propuestos.<br />
Bajo el concepto de efectividad se <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dió el grado<br />
<strong>en</strong> que el requisito propuesto contribuye a la prev<strong>en</strong>ción de<br />
defectos y deterioros que afect<strong>en</strong> la durabilidad de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te<br />
vertical del edificio multifamiliar, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong><br />
la aplicabilidad se concibe el grado <strong>en</strong> que el requisito propuesto<br />
sea factible de usarse por diseñadores, inversionistas,<br />
supervisores, constructores u otro personal técnico.<br />
La consulta utilizó dos instrum<strong>en</strong>tos, iguales <strong>en</strong> su forma,<br />
solo varió el cont<strong>en</strong>ido de los mismos, referido a los requisitos<br />
de diseño de los elem<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical, se<br />
desarrolló de manera grupal, distingui<strong>en</strong>do tres mom<strong>en</strong>tos<br />
característicos:<br />
1. Ori<strong>en</strong>tación por parte del moderador;<br />
2. Respuesta individual y directa al cuestionario por cada<br />
especialista y 3) Debate controlado final para ampliar sobre<br />
las modificaciones propuestas.<br />
3. Como principio de validación se estimó validado todo<br />
requisito de diseño cuyo valor medio resultante de las respuestas<br />
a ambos criterios (efectividad y aplicabilidad),<br />
dadas por el total de especialistas consultados sea supe-<br />
197
198<br />
rior a 3,5, <strong>en</strong> una escala de 1 a 5.<br />
4. Como conclusión g<strong>en</strong>eral, el 100% de los requisitos sometidos<br />
a consulta fueron evaluados satisfactoriam<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
efectividad y <strong>en</strong> aplicabilidad, lo que resulta que recibieron<br />
una evaluación promedio g<strong>en</strong>eral superior al valor<br />
mínimo de validación establecido.<br />
Conclusiones<br />
1. El <strong>en</strong>foque de desempeño durable de las nuevas edificaciones<br />
es portador de un concepto que se exti<strong>en</strong>de<br />
al logro de estándares elevados de calidad, con el propósito<br />
de que el producto final t<strong>en</strong>ga la capacidad de<br />
mant<strong>en</strong>er sus principales propiedades y condiciones <strong>en</strong><br />
la etapa de explotación y durante el tiempo de vida útil<br />
previsto.<br />
2. Se puso <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia la acertada relación metodológica<br />
y conceptual exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre las variables, los parámetros<br />
y los requisitos de diseño arquitectónico, como ruta de<br />
análisis y planteami<strong>en</strong>to de criterios teóricos y prácticos<br />
que permitan hacer una contribución significativa, desde<br />
la fase de diseño del edificio, al logro de un mejor<br />
desempeño durable durante su explotación.<br />
3. La influ<strong>en</strong>cia del diseño arquitectónico <strong>en</strong> el desempeño<br />
durable de la edificación ha sido demostrada internacionalm<strong>en</strong>te,<br />
atribuyéndole a los problemas originados <strong>en</strong><br />
el diseño <strong>en</strong>tre el 35% y el 45% de las causas de deterioro<br />
de las edificaciones.<br />
4. En las investigaciones de campo realizadas <strong>en</strong> esta investigación<br />
se determinó, que la influ<strong>en</strong>cia causal del diseño<br />
arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical <strong>en</strong> los deterioros<br />
registrados fue del 32,9%.
5. Se determinó el conjunto de variables y parámetros de<br />
diseño arquitectónico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical del edificio<br />
multifamiliar, que guardan relación con el asegurami<strong>en</strong>to<br />
del desempeño durable de la edificación, según<br />
los elem<strong>en</strong>tos compon<strong>en</strong>tes de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />
6. En el estudio patológico de la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los<br />
edificios multifamiliares que fueron objeto de la investigación<br />
de campo, se comprobó la máxima importancia<br />
del agua, como principal ag<strong>en</strong>te perjudicial para la <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te.<br />
7. La concepción y aplicación de un procedimi<strong>en</strong>to de validación<br />
que se <strong>en</strong>focó a la efectividad y aplicabilidad<br />
de los requisitos de diseño propuestos y a la integración<br />
de un Comité de Especialistas de amplia compet<strong>en</strong>cia,<br />
experi<strong>en</strong>cia y significativa repres<strong>en</strong>tatividad como pot<strong>en</strong>ciales<br />
introductores de los resultados, permitió determinar,<br />
la validez de los requisitos de diseño propuestos.<br />
8. Los requisitos de diseño arquitectónico definidos para la<br />
<strong>en</strong>volv<strong>en</strong>te vertical de los edificios multifamiliares, se organizaron<br />
<strong>en</strong> 17 cuadros, complem<strong>en</strong>tados con figuras<br />
y detalles gráficos, todo lo cual permite una adecuada<br />
implem<strong>en</strong>tación y aplicabilidad <strong>en</strong>tre los diseñadores y<br />
otros especialistas.<br />
199
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201
LOS ESTUDIOS DE VULNERABILIDADES<br />
Y RIESGOS. ÉNFASIS EN NORMAS DE<br />
CONSTRUCCIÓN ANTE DIVERSAS<br />
AMENAZAS Y ESCENARIOS.<br />
Dr. Arq. Andrés Olivera Ranero, Dra.<br />
Arq. Dora María Artiles López<br />
202
LOS ESTUDIOS DE VULNERABILIDADES<br />
Y RIESGOS. ÉNFASIS EN NORMAS DE<br />
CONSTRUCCIÓN ANTE DIVERSAS AME-<br />
NAZAS Y ESCENARIOS.<br />
El medio construido como esc<strong>en</strong>ario<br />
del desastre.<br />
La <strong>en</strong>trada al siglo XXI <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta a la humanidad ante viejos<br />
y nuevos problemas que sigu<strong>en</strong> p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de solución. Los<br />
desastres, tan antiguos como la civilización humana, sigu<strong>en</strong><br />
hoy cobrando víctimas y causando verdaderas catástrofes<br />
<strong>en</strong> ext<strong>en</strong>sas regiones, como evid<strong>en</strong>cia del mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
de condiciones de vulnerabilidad.<br />
Desde hace varias décadas se manti<strong>en</strong>e una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
de urbanización de la población mundial, como resultado<br />
del aum<strong>en</strong>to demográfico, la polarización social y económica<br />
hacia las principales ciudades y otros procesos de<br />
dinámica social que se manifiestan <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes esc<strong>en</strong>arios<br />
y regiones. Paralelo a esto, también ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lugar problemáticas<br />
que no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran aún una solución adecuada,<br />
como es el agrandami<strong>en</strong>to de la brecha de desarrollo <strong>en</strong>tre<br />
países, el aum<strong>en</strong>to de la pobreza y el hambre, la falta de acceso<br />
a condiciones dignas de habitabilidad y otros flagelos<br />
de la sociedad<br />
En el Informe Mundial de Reducción de Riesgos de Desastres,<br />
elaborado por el PNUD <strong>en</strong> el 2004, se fija <strong>en</strong> un 75%,<br />
la proporción de la población mundial que vive <strong>en</strong> zonas<br />
impactadas por ev<strong>en</strong>tos como terremotos, ciclones tropicales,<br />
inundaciones y sequías, lo cual trae como consecu<strong>en</strong>cia<br />
203
204<br />
que cada día por causa de los desastres <strong>en</strong> el mundo muer<strong>en</strong><br />
184 personas, y por cada una de estas víctimas exist<strong>en</strong><br />
no m<strong>en</strong>os de 3000 seres humanos bajo am<strong>en</strong>aza cierta. En<br />
ese estudio se expresa que si bi<strong>en</strong> sólo un 11% de la población<br />
expuesta a am<strong>en</strong>azas naturales vive <strong>en</strong> países de bajo<br />
índice de desarrollo humano, éstos conc<strong>en</strong>tran más del 53%<br />
por ci<strong>en</strong>to del total de víctimas fatales.<br />
En América Latina y el Caribe se ha v<strong>en</strong>ido elevando<br />
la frecu<strong>en</strong>cia con que se produc<strong>en</strong> situaciones de desastres;<br />
aunque esto no quiere decir necesariam<strong>en</strong>te que exista<br />
una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia verificada de aum<strong>en</strong>to de la int<strong>en</strong>sidad<br />
y recurr<strong>en</strong>cia de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os y procesos naturales, sino<br />
que se ha increm<strong>en</strong>tado la vulnerabilidad. Un huracán de<br />
categoría m<strong>en</strong>or, como Stan <strong>en</strong> el 2005, que mantuvo características<br />
extremas con categoría 1 <strong>en</strong> la escala de Saffir-Simpson,<br />
provocó una seria situación de emerg<strong>en</strong>cia por<br />
inundaciones <strong>en</strong> C<strong>en</strong>troamérica, sobre todo <strong>en</strong> Guatemala<br />
y El Salvador.<br />
A inicios del 2000, un reporte del Banco Mundial reconocía<br />
que 330 millones de habitantes <strong>en</strong> el planeta desarrollaban<br />
su exist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> situación de pobreza, 600 millones <strong>en</strong><br />
condiciones peligrosas para sus vidas, mi<strong>en</strong>tras que 800 millones<br />
residían <strong>en</strong> vivi<strong>en</strong>das inadecuadas. América Latina y<br />
el Caribe, con más del 75% de su población aglomerándose<br />
<strong>en</strong> sus núcleos urbanos, constituye un ejemplo de este sombrío<br />
panorama, una de cuyas consecu<strong>en</strong>cias directas es el<br />
increm<strong>en</strong>to de la vulnerabilidad a los desastres naturales.<br />
En las próximas décadas, se superará la cifra de 500 millones<br />
de latinoamericanos y caribeños que vivan <strong>en</strong> áreas<br />
urbanas; lam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te muchos de ellos <strong>en</strong> situación de
pobreza, insalubridad y desprotección.<br />
El medio construido, <strong>en</strong> tanto <strong>en</strong>torno físico edificado<br />
por la actividad humana y sustrato donde se desarrollan las<br />
actividades colectivas e individuales de todo tipo; constituye<br />
no sólo la base para el funcionami<strong>en</strong>to de la sociedad <strong>en</strong><br />
sus difer<strong>en</strong>tes escalas y manifestaciones; sino que ha dev<strong>en</strong>ido<br />
<strong>en</strong> uno de los principales esc<strong>en</strong>arios del desastre.<br />
Exist<strong>en</strong> problemáticas d<strong>en</strong>tro del <strong>en</strong>torno edificado, sobre<br />
todo <strong>en</strong> los núcleos urbanos más populosos, que devi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> factores originarios y catalizadores de situaciones de<br />
desastre pot<strong>en</strong>cial, como es el hacinami<strong>en</strong>to habitacional,<br />
las graves inequidades sociales, la distribución desigual de la<br />
riqueza, la degradación ambi<strong>en</strong>tal, el aum<strong>en</strong>to de la tugurización<br />
y de los cinturones de miseria alrededor de las grandes<br />
ciudades y otras car<strong>en</strong>cias políticas, económicas, sociales,<br />
educacionales, culturales, ambi<strong>en</strong>tales y de otra índole.<br />
Sin embargo, se manifiestan otros problemas que disparan<br />
la vulnerabilidad del medio construido a los procesos<br />
naturales, como son: el diseño incorrecto y la defici<strong>en</strong>te calidad<br />
de las construcciones, el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to insufici<strong>en</strong>te, la<br />
falta de correspond<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la planificación del desarrollo<br />
y el uso del territorio, problemas de legalización del suelo<br />
o institucional, que hac<strong>en</strong> que se realic<strong>en</strong> las construcciones<br />
sin la calidad necesaria y <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os m<strong>en</strong>os recom<strong>en</strong>dables,<br />
el crecimi<strong>en</strong>to incontrolado de las ciudades y los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
humanos y la aus<strong>en</strong>cia de una acertada y previsora<br />
gestión del riesgo urbano.<br />
Vulnerabilidad y riesgos <strong>en</strong> el medio construido.<br />
El riesgo al desastre: am<strong>en</strong>azas y vulnerabilidad <strong>en</strong> el<br />
medio construido.<br />
205
206<br />
La definición clásica más aceptada del riesgo de desastre,<br />
tal como la plantea Mansilla (2000), es la probabilidad<br />
de que se manifieste una am<strong>en</strong>aza determinada sobre un<br />
sistema con un grado de vulnerabilidad dado, que <strong>en</strong> términos<br />
formales expresa de la sigui<strong>en</strong>te manera:<br />
Riesgo = (Am<strong>en</strong>aza X Prev<strong>en</strong>ción) (Vulnerabilidad<br />
X Mitigación)<br />
Es bu<strong>en</strong>o aclarar que definiciones como la anterior, c<strong>en</strong>tran<br />
su concepto <strong>en</strong> el papel dominante del elem<strong>en</strong>to físico-natural<br />
y por <strong>en</strong>de, <strong>en</strong> la vulnerabilidad física o tangible ante la<br />
acción del peligro. De aquí que existan visiones de mayor integralidad<br />
<strong>en</strong> torno a la relación <strong>en</strong>tre vulnerabilidad y am<strong>en</strong>aza,<br />
lo cual conduce también a <strong>en</strong>foques más completos<br />
del concepto de riesgo.<br />
Wilches-Chaux (1989) desdobla la vulnerabilidad <strong>en</strong><br />
múltiples dim<strong>en</strong>siones que rebasan el marco de lo físico y<br />
relaciona otros elem<strong>en</strong>tos no m<strong>en</strong>os importantes, como lo<br />
económico, social, ambi<strong>en</strong>tal, cultural, educativo, ideológico,<br />
política e institucional. Esto es ampliado por Lavell (1996)<br />
al incorporar una visión global sobre la concepción del riesgo,<br />
parti<strong>en</strong>do de caracterizar las am<strong>en</strong>azas <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes<br />
tipos, según su fu<strong>en</strong>te de orig<strong>en</strong> y demostrando que <strong>en</strong> el<br />
proceso de manifestación del riesgo concurre un conjunto<br />
de factores sociales y de otra índole, <strong>en</strong> relación con la conformación<br />
de cierto tipo de am<strong>en</strong>azas, como resultado de<br />
un proceso continuo.<br />
Estas y otras definiciones y concepciones giran alrededor<br />
de los conceptos fundam<strong>en</strong>tales de am<strong>en</strong>aza, riesgo,<br />
desastre y vulnerabilidad. Existe coincid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> definir la<br />
am<strong>en</strong>aza o el peligro, como el ev<strong>en</strong>to detonador o des<strong>en</strong>-
cad<strong>en</strong>ante de las consecu<strong>en</strong>cias desastrosas. Herzer (2002),<br />
junto con otros, precisa justam<strong>en</strong>te la necesidad de que los<br />
factores am<strong>en</strong>azantes se conjugu<strong>en</strong> con determinadas condiciones<br />
de vulnerabilidad <strong>en</strong> los objetos expuestos, a fin de<br />
desembocar <strong>en</strong> tales situaciones de riesgo. Por ello, no todo<br />
acontecimi<strong>en</strong>to crítico se convierte per se <strong>en</strong> desastre; para<br />
que ello ocurra, el ev<strong>en</strong>to debe impactar <strong>en</strong> una comunidad<br />
o contexto social determinado y superar la capacidad<br />
de éste para hacerle fr<strong>en</strong>te, lo cual es explícitam<strong>en</strong>te visible<br />
<strong>en</strong> el medio construido.<br />
De este modo, los ev<strong>en</strong>tos des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>antes, son factores<br />
necesarios pero no son condición sufici<strong>en</strong>te ni predominante<br />
para la exist<strong>en</strong>cia de un desastre <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno<br />
edificado, parti<strong>en</strong>do del <strong>en</strong>foque de Wilches-Chaux (1993),<br />
compartido por Herzer (1998, 2000), Cardona (2003) y otros,<br />
que reconoce el grado de vulnerabilidad del medio construido,<br />
<strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado y para peligros id<strong>en</strong>tificados,<br />
como una acumulación de vulnerabilidades. No se puede<br />
ignorar que los desastres pon<strong>en</strong> de manifiesto la relación extrema<br />
<strong>en</strong>tre los ev<strong>en</strong>tos des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>antes y la estructura y<br />
organización de la sociedad, de tal manera que se constituy<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> procesos y mom<strong>en</strong>tos críticos que superan la capacidad<br />
material de la población para absorber, amortiguar o<br />
evitar los efectos negativos del acontecimi<strong>en</strong>to físico.<br />
El pres<strong>en</strong>te trabajo parte de los conceptos expresados<br />
por Cardona (2001, 2003), vulnerabilidad definida como el<br />
factor de riesgo interno de un elem<strong>en</strong>to o grupo de elem<strong>en</strong>tos<br />
expuestos a una am<strong>en</strong>aza, correspondi<strong>en</strong>te a su predisposición<br />
intrínseca a ser afectado o de ser susceptible a sufrir<br />
un daño; así como de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el riesgo como la probabi-<br />
207
208<br />
lidad que se pres<strong>en</strong>te un nivel de consecu<strong>en</strong>cias económicas,<br />
sociales o ambi<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> un sitio particular durante un<br />
período de tiempo definido.<br />
Para el caso específico del medio construido, tales conceptos<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran una precisión más apropiada, tal como<br />
se expresa por Wilches-Chaux (1993) citando a Cuny, que<br />
compr<strong>en</strong>de la vulnerabilidad como la condición <strong>en</strong> la cual<br />
los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos o las edificaciones de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
<strong>en</strong> peligro <strong>en</strong> virtud de su proximidad a una am<strong>en</strong>aza,<br />
la calidad de la construcción o ambos factores.<br />
Esto es abordado por Arguello-Rodríguez (2004) qui<strong>en</strong><br />
señala que la satisfacción de la necesidad de vivi<strong>en</strong>da lleva<br />
a una serie de acciones constructivas que incluy<strong>en</strong> el uso de<br />
tierras inadecuadas para habitar, el uso de edificios urbanos<br />
<strong>en</strong> malas condiciones y la g<strong>en</strong>eralizada autoconstrucción.<br />
Llama la at<strong>en</strong>ción también a la diversidad de condiciones<br />
de riesgo derivadas tanto de los sistemas constructivos como<br />
de la gestión del uso del suelo, sobre todo <strong>en</strong> la localización<br />
de las construcciones <strong>en</strong> territorios de alto riesgo, <strong>en</strong> la baja<br />
calidad de materiales, su uso inadecuado y el desconocimi<strong>en</strong>to<br />
de las técnicas.<br />
El <strong>en</strong>foque del pres<strong>en</strong>te trabajo gira alrededor de la<br />
d<strong>en</strong>ominada vulnerabilidad física, <strong>en</strong> coincid<strong>en</strong>cia con los<br />
criterios Cardona (2003) que cita a Starr, relacionada con el<br />
grado de exposición y la capacidad de los elem<strong>en</strong>tos del<br />
medio construido para soportar la acción de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />
naturales o de otro tipo. Éste es un abordaje técnico o tecnológico<br />
de la vulnerabilidad, que c<strong>en</strong>tra su planteami<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong> la am<strong>en</strong>aza como detonante del desastre, <strong>en</strong> la vulnerabilidad<br />
intrínseca del medio construido como condición pro-
piciatoria del riesgo y <strong>en</strong> sus causales u oríg<strong>en</strong>es, tanto <strong>en</strong> las<br />
fases de diseño y construcción, como <strong>en</strong> las de explotación<br />
y uso de sus elem<strong>en</strong>tos.<br />
Dar la prioridad a la vulnerabilidad física o técnica, para<br />
estudiar el comportami<strong>en</strong>to del medio construido respecto<br />
al desastre, no desconoce la influ<strong>en</strong>cia de las otras dim<strong>en</strong>siones<br />
de la vulnerabilidad (económicas, sociales, culturales<br />
y de otro tipo), pero ori<strong>en</strong>ta sus conclusiones hacia las<br />
medidas tecnológicas que permitan elevar la capacidad<br />
resist<strong>en</strong>te de sus elem<strong>en</strong>tos a los efectos de las acciones extremas<br />
del contexto.<br />
Principales am<strong>en</strong>azas naturales al<br />
medio construido.<br />
Un número importante de las ciudades, expresión más<br />
compleja del medio construido, sean grandes o de m<strong>en</strong>or<br />
tamaño, se ubican <strong>en</strong> zonas prop<strong>en</strong>sas a un amplio surtido<br />
de am<strong>en</strong>azas físicas - naturales, cuyos impactos se hac<strong>en</strong><br />
más notorios por los niveles de población e infraestructura<br />
ahí conc<strong>en</strong>trados y los niveles de vulnerabilidad social exist<strong>en</strong>tes.<br />
Además, de forma cada vez más relevante, el mismo<br />
proceso de urbanización y los cambios que suscita <strong>en</strong> las<br />
regiones que circundan las ciudades, modifica y transforma<br />
los elem<strong>en</strong>tos físico-naturales exist<strong>en</strong>tes, creando nuevas<br />
am<strong>en</strong>azas o amplificando <strong>en</strong> int<strong>en</strong>sidad y recurr<strong>en</strong>cia las ya<br />
exist<strong>en</strong>tes.<br />
Es preciso recordar que las am<strong>en</strong>azas de orig<strong>en</strong> físico-natural<br />
constituy<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te un compon<strong>en</strong>te de los<br />
factores de riesgo <strong>en</strong> el medio construido. La conc<strong>en</strong>tración<br />
espacial de población e infraestructura económica, la complejidad<br />
e interconexión de los elem<strong>en</strong>tos de la estructura<br />
209
210<br />
urbana y la amplia falta de controles y normatividad refer<strong>en</strong>te<br />
a la seguridad ciudadana, increm<strong>en</strong>tan y diversifican<br />
los factores de riesgo.<br />
En relación del medio construido, las am<strong>en</strong>azas naturales<br />
más características son de los sigui<strong>en</strong>tes tipos:<br />
• Am<strong>en</strong>azas geodinámicas: Sismos, tsunamis, deslizami<strong>en</strong>tos<br />
(deslaves, avalanchas, grandes deformaciones del<br />
suelo), erupciones volcánicas.<br />
• Am<strong>en</strong>azas hidrológicas: Desbordami<strong>en</strong>tos de ríos y<br />
embalses, sequías, desertificación, sedim<strong>en</strong>tación y salinización<br />
de los suelos.<br />
• Am<strong>en</strong>azas meteorológicas: Huracanes y torm<strong>en</strong>tas<br />
tropicales, tornados, ev<strong>en</strong>tos asociados a El Niño y f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />
comunes, grandes heladas.<br />
Es común considerar, <strong>en</strong>tre la clasificación y ejemplos<br />
anteriores, las am<strong>en</strong>azas de mayor peligrosidad e incid<strong>en</strong>cia<br />
<strong>en</strong> las construcciones y sus aglomeraciones urbanas, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didas<br />
como:<br />
• Ev<strong>en</strong>tos geodinámicos: sismos, erupciones volcánicas<br />
y deslizami<strong>en</strong>tos del<br />
suelo.<br />
• Ev<strong>en</strong>tos hidrometeorológicos: huracanes, depresiones<br />
y torm<strong>en</strong>tas tropicales,<br />
con otros f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os asociados, como las inundaciones,<br />
p<strong>en</strong>etración del mar.<br />
Ev<strong>en</strong>tos geodinámicos:<br />
El sismo es una de las am<strong>en</strong>azas naturales más destructivas,<br />
incluy<strong>en</strong>do al medio construido, donde puede llegar a<br />
destruir ciudades <strong>en</strong>teras, <strong>en</strong> virtud de su fuerza de impacto<br />
rep<strong>en</strong>tino y poco aviso.
Las vibraciones del sismo ocurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> una variedad de<br />
frecu<strong>en</strong>cias y velocidades, d<strong>en</strong>tro de un proceso de ruptura<br />
que puede durar desde una fracción de segundo hasta<br />
unos pocos minutos <strong>en</strong> el caso de terremotos mayores.<br />
Las ondas sísmicas g<strong>en</strong>eradas por la ruptura pued<strong>en</strong> durar<br />
desde m<strong>en</strong>os de décimas de segundo hasta m<strong>en</strong>os de un<br />
minuto.<br />
La escala de Richter, a través de la cual se mide la int<strong>en</strong>sidad<br />
de los sismos es logarítmica, lo cual significa que<br />
un aum<strong>en</strong>to de una magnitud significa un aum<strong>en</strong>to de 10<br />
partes <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to de la tierra, o aproximadam<strong>en</strong>te un<br />
aum<strong>en</strong>to de 30 veces la <strong>en</strong>ergía. De modo que, un terremoto<br />
de magnitud 7.5 descarga 30 veces más <strong>en</strong>ergía que uno<br />
de magnitud 6.5, y aproximadam<strong>en</strong>te 900 veces la de un<br />
terremoto de magnitud 5.5.<br />
El pot<strong>en</strong>cial peligroso del sismo, si bi<strong>en</strong> se manifiesta por<br />
sus efectos directos, también causan efectos indirectos muy<br />
dañinos para las construcciones, como pued<strong>en</strong> ser los deslizami<strong>en</strong>tos<br />
de tierra y los tsunamis.<br />
Las erupciones volcánicas constituy<strong>en</strong> otra am<strong>en</strong>aza<br />
natural de tipo geodinámico, características por sus efectos<br />
directos y las consecu<strong>en</strong>cias secundarias o indirectas. La<br />
lluvia de c<strong>en</strong>izas, que llega a ser copiosa <strong>en</strong> grandes distancias,<br />
además de su nocividad a las personas, la naturaleza<br />
y el ambi<strong>en</strong>te <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, puede llegar a provocar fallos y<br />
destrucciones de edificaciones, sobre todo de vivi<strong>en</strong>das precarias<br />
y construcciones antiguas con poco mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to,<br />
debido al sobrepeso <strong>en</strong> sus techos y otras superficies horizontales<br />
e inclinadas, que llegan a causar daños estructurales y<br />
el desplome total o parcial de la construcción.<br />
211
212<br />
El efecto más nocivo de la erupción volcánica es el flujo<br />
piroclástico, dado su pot<strong>en</strong>cia de destrucción y lo súbito<br />
de su aparición. Consiste <strong>en</strong> explosiones dirigidas horizontalm<strong>en</strong>te<br />
o de rápidas ráfagas de gas <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to que<br />
conti<strong>en</strong><strong>en</strong> c<strong>en</strong>iza y fragm<strong>en</strong>tos más grandes <strong>en</strong> susp<strong>en</strong>sión.<br />
Viajan a gran velocidad y queman todo lo que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
a su paso. Los flujos se muev<strong>en</strong> <strong>en</strong> forma de avalancha de<br />
nieve o rocas ya que conti<strong>en</strong><strong>en</strong> una pesada carga de polvo<br />
y fragm<strong>en</strong>tos de lava, los cuales son más d<strong>en</strong>sos que el aire<br />
que los rodea. A medida que viajan se sigue descargando<br />
gas, creando una nube que se expande continuam<strong>en</strong>te.<br />
Entre los efectos indirectos de la erupción, se cu<strong>en</strong>tan<br />
los aludes de lodo y otros detritos volcánicos, formados por<br />
<strong>en</strong>ormes cantidades de c<strong>en</strong>iza y de fragm<strong>en</strong>tos más grandes<br />
se acumulan después de una erupción <strong>en</strong> las empinadas<br />
laderas de un volcán, a veces de una profundidad de<br />
varios metros. Cuando se mezclan con agua, las eyecciones<br />
volcánicas se transforman <strong>en</strong> un material que fluye fácilm<strong>en</strong>te<br />
colina abajo, como concreto mojado.<br />
La velocidad del alud es afectada por el volum<strong>en</strong> del<br />
lodo y los escombros, su viscosidad y la p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te y característica<br />
del terr<strong>en</strong>o. La velocidad puede alcanzar hasta 100<br />
km por hora y la distancia viajada puede sobrepasar los 100<br />
kilómetros.<br />
Todavía está <strong>en</strong> la memoria la destrucción de Armero,<br />
Colombia <strong>en</strong> el 1985, causada por la erupción del Nevado<br />
del Ruiz, lo que causó la muerte de 25 mil personas, otros 5<br />
mil heridos, 10 mil damnificados y pérdidas millonarias.<br />
Otros f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os destructivos pued<strong>en</strong> ser intuidos por<br />
las erupciones volcánicas, como el arrasami<strong>en</strong>to de todo lo
que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> los ríos de lava <strong>en</strong> las p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes del volcán,<br />
o ev<strong>en</strong>tos tan significativos como los tsunamis.<br />
Los deslizami<strong>en</strong>tos de tierra son una am<strong>en</strong>aza geodinámica<br />
de frecu<strong>en</strong>te ocurr<strong>en</strong>cia como resultado de cambios,<br />
súbitos o graduales, <strong>en</strong> la composición, estructura, hidrología<br />
o vegetación de una ladera.<br />
Las causas de los deslizami<strong>en</strong>tos son diversas, <strong>en</strong>tre las<br />
que se cu<strong>en</strong>tan las vibraciones (por sismos u otras causales),<br />
los cambios <strong>en</strong> el cont<strong>en</strong>ido interno de agua del suelo, la<br />
remoción de apoyo lateral que es producto de la erosión, el<br />
fallo de la ladera, obras incorrectas de construcción y excavación,<br />
así como la deforestación o pérdida de vegetación<br />
estabilizadora.<br />
También el peso excesivo sobre las laderas, por granizo,<br />
nieve, acumulación de piedras sueltas o material volcánico,<br />
acumulaciones de material (roca, desechos) y el desgaste<br />
por acciones físicas o químicas.<br />
En área urbana, los deslizami<strong>en</strong>tos muchas veces se<br />
proWduc<strong>en</strong> por acciones humanas, donde suel<strong>en</strong> ser inducidos<br />
por la interrupción del curso de las aguas y cambios <strong>en</strong><br />
el agua potable, así como por las nuevas construcciones <strong>en</strong><br />
laderas que emplean métodos de desmonte y terraplén, los<br />
cuales perjudican la estabilidad.<br />
Ev<strong>en</strong>tos hidrometeorológicos:<br />
El huracán o ciclón tropical constituye el ev<strong>en</strong>to por excel<strong>en</strong>cia<br />
<strong>en</strong>tre las am<strong>en</strong>azas hidrometeorológicas. Según<br />
un informe del la Organización Meteorológica Mundial del<br />
2002, <strong>en</strong> la década anterior (1991-2000) más del 90% de las<br />
víctimas de desastres naturales perdieron la vida a causa de<br />
f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os hidrometeorológicos extremos. Para la región<br />
213
214<br />
geográfica de C<strong>en</strong>troamérica y el Caribe, uno de los desastres<br />
más significativos fue el paso del huracán Mitch, con la<br />
nefasta secuela de muertos, damnificados y destrucción del<br />
hábitat construido, sobre todo <strong>en</strong> Honduras y países limítrofes.<br />
Los ciclones tropicales se caracterizan por sus vi<strong>en</strong>tos<br />
destructivos, las mareas de tempestad, y los niveles excepcionales<br />
de lluvia que pued<strong>en</strong> causar inundaciones.<br />
Los vi<strong>en</strong>tos viol<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>erados por un ciclón tropical<br />
circulan <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de las manecillas del reloj <strong>en</strong> el hemisferio<br />
sur y <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido inverso <strong>en</strong> el hemisferio norte, mi<strong>en</strong>tras<br />
forman espirales hacia ad<strong>en</strong>tro y aum<strong>en</strong>tan de int<strong>en</strong>sidad<br />
cerca del c<strong>en</strong>tro. Las velocidades del vi<strong>en</strong>to aum<strong>en</strong>tan<br />
progresivam<strong>en</strong>te al acercarse al núcleo.<br />
Provocadas por los huracanes, la sobreelevación del<br />
mar por <strong>en</strong>cima de la marea normalm<strong>en</strong>te pronosticada<br />
astronómicam<strong>en</strong>te, es a m<strong>en</strong>udo un factor clave o incluso<br />
el factor dominante <strong>en</strong> un desastre causado por ciclones y<br />
torm<strong>en</strong>tas tropicales. Al acercarse el ciclón a la costa, la fricción<br />
de vi<strong>en</strong>tos fuertes <strong>en</strong> tierra firme sobre la superficie del<br />
mar, <strong>en</strong> combinación con el “efecto de succión” de la presión<br />
atmosférica reducida, pued<strong>en</strong> acumular agua de mar<br />
a lo largo de la costa muy por <strong>en</strong>cima del nivel de marea<br />
pronosticado para ese mom<strong>en</strong>to cerca del punto donde<br />
el ciclón toca tierra. En ciclones de int<strong>en</strong>sidad moderada,<br />
el efecto no suele rebasar unos cuantos metros, pero <strong>en</strong> el<br />
caso de ciclones excepcionalm<strong>en</strong>te int<strong>en</strong>sos se han docum<strong>en</strong>tado<br />
olas de torm<strong>en</strong>ta de hasta ocho metros.<br />
La región costera c<strong>en</strong>troamericana y los países de la<br />
cu<strong>en</strong>ca del mar Caribe, pres<strong>en</strong>tan una prop<strong>en</strong>sión a sufrir
los efectos de la marea de torm<strong>en</strong>ta, sobre todo <strong>en</strong> zonas<br />
con tierras de poca elevación a lo largo de bahías cerradas<br />
o semicerradas que dan al océano.<br />
Las lluvias de gran int<strong>en</strong>sidad son otra de las am<strong>en</strong>azas<br />
hidrometeorológicas de consideración para el medio<br />
construido. Los niveles más altos de precipitación <strong>en</strong> uno o<br />
dos días correspond<strong>en</strong> a ciclones tropicales. La humedad<br />
específica tan alta se cond<strong>en</strong>sa <strong>en</strong> gotas excepcionalm<strong>en</strong>te<br />
grandes de lluvia y nubes cúmulo gigantescas, las cuales<br />
casan las altas tasas de precipitación.<br />
Cuando un huracán toca tierra, la lluvia satura rápidam<strong>en</strong>te<br />
aún las áreas secas de la cu<strong>en</strong>ca de captación y<br />
el rápido derrame puede inundar rep<strong>en</strong>tinam<strong>en</strong>te las vías<br />
normales de desagüe y crear otras vías nuevas. La relación<br />
<strong>en</strong>tre la fuerza del ciclón y la precipitación pluvial puede no<br />
ser proporcional. Por ejemplo, si la atmósfera sobre la tierra<br />
es seca, un ciclón fuerte puede debilitarse rápidam<strong>en</strong>te y la<br />
precipitación puede ser reducida. Por otro lado, si la atmósfera<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra saturada y grandes ext<strong>en</strong>siones de terr<strong>en</strong>o<br />
están inundadas, un ciclón débil o mediano tardará <strong>en</strong><br />
debilitarse y la precipitación persistirá.<br />
En los últimos años ha aum<strong>en</strong>tado la ocurr<strong>en</strong>cia de inundaciones<br />
rep<strong>en</strong>tinas y el desbordami<strong>en</strong>to catastrófico de<br />
ríos atribuibles a ciclones debido a la caída de precipitaciones<br />
altas sobre p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de montes severam<strong>en</strong>te desforestadas.<br />
Los derrumbes y los ríos pequeños bloqueados con<br />
troncos flotantes y escombros han anegado rápidam<strong>en</strong>te<br />
pueblos y planicies habitadas, causando muchas muertes y<br />
la destrucción de las construcciones y la infraestructura.<br />
Vulnerabilidades del medio construido.<br />
215
216<br />
El medio construido se distingue <strong>en</strong> dos escalas o planos<br />
de complejidad y dim<strong>en</strong>sión. Por una parte, el medio<br />
urbano, que está constituido por la aglomeración de construcciones,<br />
infraestructura y otros elem<strong>en</strong>tos edificados que<br />
se interrelacionan como un sistema, conformando las ciudades<br />
de difer<strong>en</strong>te magnitud e importancia y otros as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
edificados. En otro s<strong>en</strong>tido, por las construcciones<br />
específicas <strong>en</strong> sí mismas, <strong>en</strong> tanto vivi<strong>en</strong>das, edificios sociales,<br />
industriales y de otra índole, obras viales y de ing<strong>en</strong>iería<br />
infraestructural, las cuales pued<strong>en</strong> formar parte de ciudades<br />
y núcleos urbanos o as<strong>en</strong>tarse <strong>en</strong> zonas rurales, montañosas<br />
y otros esc<strong>en</strong>arios.<br />
La creación de condiciones de vulnerabilidad al desastre<br />
está relacionada con un contexto natural y construido<br />
específico y con un mom<strong>en</strong>to dado; constituy<strong>en</strong>do un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />
complejo, por cuanto posee un carácter multidim<strong>en</strong>sional,<br />
<strong>en</strong>marcado <strong>en</strong> un proceso de causa-efecto, donde<br />
se gestan y pued<strong>en</strong> ir acumulándose progresivam<strong>en</strong>te, situaciones<br />
de riesgo y de vulnerabilidad progresiva.<br />
La vulnerabilidad del medio urbano no es la suma de las<br />
vulnerabilidades de sus construcciones compon<strong>en</strong>tes, por<br />
cuanto dep<strong>en</strong>de de una gran variedad de factores y relaciones<br />
que ti<strong>en</strong>e lugar <strong>en</strong> su interior.<br />
La vulnerabilidad urbana condiciona un riesgo múltiple,<br />
dado por la creci<strong>en</strong>te ext<strong>en</strong>sión de las áreas susceptibles a<br />
sufrir daños causados por am<strong>en</strong>azas de distinta magnitud y<br />
por la conc<strong>en</strong>tración de elem<strong>en</strong>tos expuestos tales como vivi<strong>en</strong>das,<br />
infraestructura, servicios, etc. En el caso de am<strong>en</strong>azas<br />
de gran magnitud (terremotos, erupciones volcánicas,<br />
huracanes, etc.) muchas ciudades han sido esc<strong>en</strong>arios de
grandes desastres, con la destrucción masiva de vivi<strong>en</strong>das,<br />
edificios, infraestructura y cantidades considerables <strong>en</strong> pérdidas<br />
de vidas humanas, sobre todo <strong>en</strong> áreas d<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te<br />
pobladas.<br />
La vulnerabilidad urbana se eleva también como resultado<br />
del proceso de tugurización que se ha dado como<br />
consecu<strong>en</strong>cia del modelo de urbanización, con una d<strong>en</strong>sificación<br />
y el deterioro de las edificaciones. También se agrava<br />
la situación con las precarias condiciones de vivi<strong>en</strong>da<br />
exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> las áreas críticas, la escasez y defici<strong>en</strong>cia de<br />
los servicios, con mayor énfasis <strong>en</strong> los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos marginales,<br />
con mayor precariedad <strong>en</strong> las técnicas y materiales<br />
de construcción y por las características geográficas de los<br />
terr<strong>en</strong>os ocupados que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se localizan <strong>en</strong> barrancas<br />
susceptibles a deslaves, inundaciones, sismos, hundimi<strong>en</strong>tos,<br />
etc.<br />
La vulnerabilidad de la edificación se conforma por la<br />
interrelación de las sigui<strong>en</strong>tes vulnerabilidades:<br />
• Vulnerabilidad estructural<br />
• Vulnerabilidad no estructural<br />
• Vulnerabilidad funcional<br />
La vulnerabilidad estructural es la que está referida a los<br />
elem<strong>en</strong>tos portantes de la edificación, es decir a las partes<br />
que garantizan estabilidad, como son los cimi<strong>en</strong>tos, muros<br />
portantes, vigas, columnas, <strong>en</strong>trepisos y cubiertas, etc. Expresa<br />
la susceptibilidad que la estructura pres<strong>en</strong>ta fr<strong>en</strong>te a<br />
posibles daños, muchas veces totalm<strong>en</strong>te destructivos para<br />
la edificación.<br />
En la vulnerabilidad estructural influye el propio diseño<br />
de la edificación, puesto que una parte importante de los<br />
217
218<br />
mayores daños constructivos se refier<strong>en</strong> a la aplicación de<br />
esquemas arquitectónico-estructurales nocivos.<br />
Especialm<strong>en</strong>te vulnerables son las construcciones informales<br />
o las vivi<strong>en</strong>das por autoconstrucción, por la pobre o<br />
incorrecta aplicación de especificaciones y normas de diseño<br />
estructural y de ejecución de las obras.<br />
La vulnerabilidad no estructural se asocia con aquellos<br />
compon<strong>en</strong>tes de la edificación que están incorporados a<br />
las estructuras, como v<strong>en</strong>tanales, marquetería, cristales, falsos<br />
techos, puertas, etc. y que cumpl<strong>en</strong> funciones es<strong>en</strong>ciales<br />
<strong>en</strong> el edificio. Puede darse el caso de que la edificación<br />
quede <strong>en</strong> pie luego de un desastre y esté inhabilitada debido<br />
a daños no estructurales. En término de magnitud económica<br />
de pérdidas, muchas veces el costo de los elem<strong>en</strong>tos<br />
no estructurales <strong>en</strong> la mayoría de los edificios es considerablem<strong>en</strong>te<br />
mayor que el de los estructurales. Para el caso de<br />
edificaciones sociales e industriales, este valor puede asc<strong>en</strong>der<br />
al 85 y 90% del valor de la instalación, por concepto de<br />
acabados arquitectónicos, sistemas mecánicos y eléctricos,<br />
revestimi<strong>en</strong>tos y otro equipami<strong>en</strong>to y elem<strong>en</strong>tos de terminación.<br />
Finalm<strong>en</strong>te, la vulnerabilidad funcional es la que se refiere<br />
al mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de las funciones es<strong>en</strong>ciales de la<br />
edificación durante la ocurr<strong>en</strong>cia de un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o natural<br />
y que están repres<strong>en</strong>tadas por una correcta relación <strong>en</strong>tre<br />
los espacios arquitectónicos y los servicios, una adecuada<br />
zonificación y relación <strong>en</strong>tre las áreas, vías de acceso, etc.<br />
Las vulnerabilidades anteriores constituy<strong>en</strong>, integradas<br />
<strong>en</strong>tre sí, la d<strong>en</strong>ominada vulnerabilidad intrínseca o específica<br />
de una edificación; que a su vez está influida también
por factores externos a la edificación, como son las obras de<br />
infraestructura del contexto y el resto del <strong>en</strong>torno natural y<br />
construido a la edificación, compr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la misma a<br />
la vegetación <strong>en</strong> las áreas exteriores a la edificación, la configuración<br />
topográfica y del terr<strong>en</strong>o, las obras construidas <strong>en</strong><br />
sus inmediaciones o contiguas a la misma, los elem<strong>en</strong>tos naturales<br />
que pued<strong>en</strong> convertirse <strong>en</strong> zonas o factores de riesgo,<br />
tales como ríos, líneas de costas al mar y embalses, etc.<br />
Vulnerabilidad urbana a las<br />
am<strong>en</strong>azas naturales. Factores de<br />
vulnerabilidad urbana.<br />
En el estudio del riesgo urbano, Lungo (2000) y Lavell<br />
(2000) coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> caracterizar las fu<strong>en</strong>tes de vulnerabilidad<br />
urbana, precisándolas como: la conc<strong>en</strong>tración,<br />
d<strong>en</strong>sidad y c<strong>en</strong>tralización de la ciudad y sus actividades, la<br />
complejidad e interconectividad de los procesos urbanos,<br />
la informalidad e ilegalidad pres<strong>en</strong>te que eleva el riesgo y<br />
la gestión descontrolada de la ciudad y la degradación del<br />
medio ambi<strong>en</strong>te. A tales problemas, les adicionan otros factores<br />
concomitantes, como la debilidad política e institucional;<br />
así como la falta de participación social <strong>en</strong> la política y<br />
la planificación.<br />
Los factores de vulnerabilidad urbana se relacionan con<br />
las malas actuaciones de los humanos para la modificación<br />
del medio ambi<strong>en</strong>te natural, y la transformación de lo modificado<br />
para la construcción de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos.<br />
De hecho, las áreas metropolitanas y mega-ciudades del<br />
mundo <strong>en</strong> desarrollo repres<strong>en</strong>tan el mayor pot<strong>en</strong>cial de pérdidas<br />
humanas, patrimoniales, de insumos productivos, de<br />
infraestructura y de capacidad de producción, <strong>en</strong> el caso<br />
219
220<br />
de un desastre natural.<br />
Lavell (2000) valora la capacidad de disminuir la vulnerabilidad<br />
urbana, a partir del diseño y el planeami<strong>en</strong>to, asignando<br />
más la importancia a los procesos que contribuy<strong>en</strong> a<br />
su crecimi<strong>en</strong>to.<br />
Los elem<strong>en</strong>tos de la configuración urbana que influy<strong>en</strong><br />
con mayor fuerza <strong>en</strong> la vulnerabilidad de la ciudad a las<br />
am<strong>en</strong>azas naturales –de otro tipo, como las tecnológicas y<br />
ambi<strong>en</strong>tales- consist<strong>en</strong> <strong>en</strong>:<br />
• Morfología urbana<br />
• Estructura y zonificación de la ciudad<br />
• Infraestructura urbana<br />
• Vegetación y áreas verdes<br />
• Tecnologías de construcción empleadas<br />
<strong>en</strong> las construcciones<br />
• Emplazami<strong>en</strong>to de las edificaciones y sus conjuntos<br />
La morfología o trazado urbano ti<strong>en</strong>e una responsabilidad<br />
es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> la capacidad de la ciudad de resistir las acciones<br />
extremas de las am<strong>en</strong>azas naturales, como por ejemplo,<br />
las inundaciones causadas por f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os hidrometeorológicos<br />
u otras causas.<br />
Algunos trazados, más que otros, favorec<strong>en</strong>, por poner<br />
un ejemplo, la escorr<strong>en</strong>tía de las aguas <strong>en</strong> el caso de una<br />
inundación. En ciudades de litoral, con as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos edificados<br />
<strong>en</strong> zonas bajas, o emplazadas <strong>en</strong> las áreas de riesgo<br />
prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de corri<strong>en</strong>tes de agua proced<strong>en</strong>tes de terr<strong>en</strong>os<br />
altos o elevaciones, el trazado urbano debe facilitar el<br />
curso de las aguas, impidi<strong>en</strong>do las inundaciones intra-urbanas<br />
y su expansión hacia zonas riesgosas de elevada d<strong>en</strong>sidad<br />
poblacional.
El trazado debe favorecer también la interconexión y la<br />
accesibilidad. Es necesario t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> este factor<br />
las dim<strong>en</strong>siones, las tipologías viales, así como su relación de<br />
distancia con las edificaciones. Debe utilizarse <strong>en</strong> función de<br />
la prev<strong>en</strong>ción tanto el diseño como la ubicación de las vías<br />
peatonales y vehiculares, áreas de estacionami<strong>en</strong>to, zonas<br />
de vegetación y el desarrollo planimétrico de la ciudad.<br />
Respecto a la estructura urbana, que se refiere al uso de<br />
suelo de la urbanización, a la zonificación de la misma <strong>en</strong><br />
sector habitacional, la industria, servicios, espacios públicos<br />
y las áreas verdes; resulta muy importante colocar <strong>en</strong> zonas<br />
más seguras los sectores vitales para la sociedad y la economía.<br />
Es t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia ubicar <strong>en</strong> espacios de mayores ondas sísmicas<br />
o de inundaciones, por ejemplo, las áreas de reserva<br />
natural, espacios públicos, como plazas, parques <strong>en</strong>tre otros<br />
que <strong>en</strong> ocasiones de ev<strong>en</strong>tos naturales no afect<strong>en</strong> tanto a<br />
la economía y pérdidas humanas. Con respecto a la vegetación<br />
<strong>en</strong> los c<strong>en</strong>tros urbanos se deb<strong>en</strong> estudiar los tipos, las<br />
alturas y las funciones para que <strong>en</strong> las situaciones de crisis no<br />
sean un obstáculo sino un elem<strong>en</strong>to que apoye y ayude a la<br />
organización de la urbanización.<br />
Varios autores (Urbina, 2005; Rodríguez, 2007) expon<strong>en</strong><br />
experi<strong>en</strong>cias de adecuación de los proyectos urbanos a su<br />
marco geográfico, evaluando oportunam<strong>en</strong>te los factores<br />
de riesgo de zonas singulares, como los bordes de ríos, fr<strong>en</strong>tes<br />
costeros y tierras ganadas al mar.<br />
La infraestructura urbana es decisiva <strong>en</strong> el comportami<strong>en</strong>to<br />
de la ciudad ante los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os naturales extremos<br />
y llegan a decidir el grado de daños y pérdidas resultantes.<br />
221
222<br />
La interconexión o dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias de una misma fu<strong>en</strong>te puede<br />
provocar que una rotura <strong>en</strong> un lugar puntual afecte una<br />
mayoría de sectores que de otra forma estarían fuera de la<br />
acción del ev<strong>en</strong>to, por eso muchas veces <strong>en</strong> necesario diseñar<br />
varios tipos de soluciones y fu<strong>en</strong>tes de abastecimi<strong>en</strong>to<br />
y evacuación.<br />
La ubicación o emplazami<strong>en</strong>to es el factor más abordado<br />
por los autores que se refier<strong>en</strong> al tema. Su importancia<br />
<strong>en</strong> el diseño urbano con <strong>en</strong>foque de reducción de desastre<br />
natural es obvia porque una ciudad diseñada <strong>en</strong> una zona<br />
prop<strong>en</strong>sa al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o natural ti<strong>en</strong>e un punto a favor de la<br />
vulnerabilidad.<br />
Para realizar los emplazami<strong>en</strong>tos adecuados, varios<br />
autores, como Kuroiwa (s.f.), propon<strong>en</strong> la realización de la<br />
microzonificación que no es más que la realización de investigaciones<br />
de todos los tipos de ev<strong>en</strong>tos sucedidos y probables<br />
a partir de estudios de distintas disciplinas y luego se<br />
superpon<strong>en</strong> los efectos de los desastres y se hallan las zonas<br />
vulnerables y seguras. Sin embargo no siempre se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> opciones<br />
para escoger el emplazami<strong>en</strong>to.<br />
Se puede apreciar que cuando no es posible evitar un<br />
emplazami<strong>en</strong>to riesgoso es necesario prestar at<strong>en</strong>ción a<br />
otros factores del planeami<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> las edificaciones y tecnologías<br />
de construcción. En estos aspectos se deb<strong>en</strong> estudiar<br />
las ubicaciones de las obras, las distancias <strong>en</strong>tre las<br />
mismas, la forma volumétrica y espacial, la altura, así como<br />
los materiales que son necesarios proponer. Es válido señalar<br />
que estos criterios estarán muy relacionados con las características<br />
de la zona y los tipos de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os naturales predominantes.
Recom<strong>en</strong>daciones para la reducción del<br />
riesgo urbano.<br />
• Elaborar e implem<strong>en</strong>tar instrum<strong>en</strong>tos para el Ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />
Territorial y Urbano perspectivo de las ciudades, que<br />
se apunt<strong>en</strong> hacia la paulatina solución de los factores de<br />
crecimi<strong>en</strong>to incontrolado y anárquico y t<strong>en</strong>gan <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta,<br />
junto con las diversas consideraciones de índole económica,<br />
social, urbanística, histórico-cultural, ambi<strong>en</strong>tal y de otro<br />
tipo, los elem<strong>en</strong>tos de una gestión de riesgo urbano que<br />
contribuya a reducir la vulnerabilidad de la ciudad.<br />
• Definir e implem<strong>en</strong>tar políticas de uso del suelo y del<br />
territorio urbano, que evit<strong>en</strong> la excesiva conc<strong>en</strong>tración de<br />
elem<strong>en</strong>tos construidos, permitan cumplir con las normas y<br />
regulaciones técnicas para el trazado y el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to urbanos<br />
y garantic<strong>en</strong> el crecimi<strong>en</strong>to de la ciudad hacia zonas<br />
seguras.<br />
• Definir, a partir de los instrum<strong>en</strong>tos de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />
urbano, difer<strong>en</strong>tes planes de zonificación del territorio de la<br />
ciudad a difer<strong>en</strong>tes escalas, basado <strong>en</strong> estudios de riesgos<br />
específicos que permitan llegar a niveles de microzonificación<br />
que rijan la ubicación o emplazami<strong>en</strong>to de las edificaciones<br />
y la infraestructura urbana <strong>en</strong> lugares seguros.<br />
• Aplicar políticas y medidas de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to urbano<br />
emerg<strong>en</strong>te para contrarrestar la estructura caótica de zonas<br />
de la ciudad, basadas <strong>en</strong> criterios particulares y anárquicos,<br />
a contrapelo de estudios de riesgo urbano.<br />
• Imponer políticas y acciones para det<strong>en</strong>er y revertir<br />
la degradación ambi<strong>en</strong>tal de las ciudades y territorios circundantes;<br />
sobre todo del deterioro del suelo y el terr<strong>en</strong>o, la<br />
sobreexplotación de las fu<strong>en</strong>tes hídricas, la reducción de las<br />
223
áreas verdes urbanas con el aum<strong>en</strong>to del área construida,<br />
la alteración de los cauces de los ríos y embalses y el deterioro<br />
de laderas y taludes.<br />
• Crear las condiciones políticas, sociales, económicas,<br />
técnicas, institucionales y de todo tipo, que hagan factible<br />
det<strong>en</strong>er el crecimi<strong>en</strong>to del hábitat precario <strong>en</strong> las ciudades,<br />
de la tugurización, las franjas periféricas de alto riesgo.<br />
• Construcción de obras protectoras <strong>en</strong> las zonas de<br />
riesgo de la ciudad o de conurbación, sobre todo <strong>en</strong> los<br />
cauces de ríos y embalses, las elevaciones y laderas, desniveles<br />
del terr<strong>en</strong>o con t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia al deslizami<strong>en</strong>to y problemas<br />
pot<strong>en</strong>ciales al sismo.<br />
• Elevar el marco de legalidad y normatividad <strong>en</strong> la<br />
ciudad, a partir de regulaciones urbanas y otros instrum<strong>en</strong>tos<br />
técnico-jurídicos que permitan reforzar la gestión urbana<br />
basada <strong>en</strong> políticas de reducción de vulnerabilidad y riesgos.<br />
• Aplicación de controles sobre el cumplimi<strong>en</strong>tos de las<br />
normas de diseño y construcción de las edificaciones y el<br />
resto del medio construido es<strong>en</strong>cial de la ciudad, así como<br />
de una bu<strong>en</strong>a gestión de uso y conservación, basadas <strong>en</strong> los<br />
parámetros que permitan un eficaz comportami<strong>en</strong>to ante<br />
las principales am<strong>en</strong>azas y acciones perniciosas prop<strong>en</strong>sas<br />
al desastre.<br />
Vulnerabilidad de la edificación a las am<strong>en</strong>azas naturales.<br />
Estudio de la vulnerabilidad estructural, no estructural y<br />
funcional.<br />
224
Vulnerabilidad estructural a los sismos.<br />
Las vibraciones que se des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>an por la acción<br />
del sismo impactan sobre las construcciones <strong>en</strong> un movimi<strong>en</strong>to<br />
de subida y bajada y hac<strong>en</strong> vibrar a su vez a las estructuras,<br />
causando ev<strong>en</strong>tualm<strong>en</strong>te la destrucción y desplome<br />
súbito inicial de las que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> capacidad resist<strong>en</strong>te;<br />
así como graves grietas, deformaciones y destrucción de<br />
muchas otras construcciones, tanto <strong>en</strong> sus elem<strong>en</strong>tos estructurales,<br />
como no estructurales y la infraestructura.<br />
Las consecu<strong>en</strong>cias nocivas de los terremotos se multiplican<br />
cuando surg<strong>en</strong> efectos indirectos, como las fallas del<br />
suelo y el efecto de licuefacción, <strong>en</strong> determinados suelos,<br />
los deslizami<strong>en</strong>tos de tierra <strong>en</strong> laderas y las inundaciones;<br />
además de los efectos submarinos cerca de las costas, así<br />
como fallas de represas y diques.<br />
En el caso del diseño arquitectónico y estructural de<br />
las construcciones, con <strong>en</strong>foque de resist<strong>en</strong>cia sísmica, los<br />
márg<strong>en</strong>es de seguridad se alcanzan a partir de la aplicación<br />
de la normativa sismorresist<strong>en</strong>te vig<strong>en</strong>te, lo cual debe ir<br />
acompañado de una estricta supervisión técnica de la obra<br />
durante su ejecución. No obstante, la aplicación de los códigos<br />
de diseño se basa <strong>en</strong> suponer una repres<strong>en</strong>tatividad<br />
del “sismo de diseño” respecto a la am<strong>en</strong>aza sísmica real<br />
para la zona de diseño, lo cual no deja de ser un punto de<br />
partida hipotético. Por ello, además del apego a la normatividad<br />
de cálculo, se debe recurrir a otros recursos del diseño<br />
g<strong>en</strong>eral de la edificación, como es la ductilidad y redundancia,<br />
como forma de lograr cierto marg<strong>en</strong> de seguridad si los<br />
movimi<strong>en</strong>tos resultan más severos que los anticipados por el<br />
225
226<br />
diseño. El daño severo o colapso de muchas estructuras durante<br />
sismos importantes es, por lo g<strong>en</strong>eral, consecu<strong>en</strong>cia<br />
directa de la falla de un solo elem<strong>en</strong>to o serie de elem<strong>en</strong>tos<br />
con ductilidad o resist<strong>en</strong>cia insufici<strong>en</strong>te.<br />
A causa de sismos fuertes es común que se pres<strong>en</strong>t<strong>en</strong><br />
daños estructurales <strong>en</strong> columnas, tales como grietas diagonales<br />
causadas por cortante y/o torsión, grietas verticales,<br />
despr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to del recubrimi<strong>en</strong>to, aplastami<strong>en</strong>to del<br />
hormigón y pandeo de las barras longitudinales por exceso<br />
de esfuerzos de flexocompresión. En vigas, se pres<strong>en</strong>tan<br />
grietas diagonales y rotura de estribos a causa de cortante<br />
y/o torsión, grietas verticales, rotura del refuerzo longitudinal<br />
y aplastami<strong>en</strong>to del hormigón por la flexión que impone el<br />
sismo arriba y abajo de la sección como resultado de las<br />
cargas alternadas.<br />
Las conexiones o uniones <strong>en</strong>tre elem<strong>en</strong>tos estructurales<br />
son, por lo g<strong>en</strong>eral, los puntos más críticos. En las uniones viga-columna<br />
(nudos) el cortante produce grietas diagonales<br />
y es común ver fallas por adher<strong>en</strong>cia y anclaje del refuerzo<br />
longitudinal de las vigas a causa del poco desarrollo del mismo<br />
y/o a consecu<strong>en</strong>cia de esfuerzos excesivos de flexión.<br />
En las losas se pued<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tar grietas por punzonami<strong>en</strong>to<br />
alrededor de las columnas y grietas longitudinales a<br />
lo largo de la placa debido a la excesiva demanda por flexión<br />
que <strong>en</strong> ciertas circunstancias puede imponer el sismo.<br />
Es peligroso que se produzcan irregularidades <strong>en</strong> la altura<br />
de un edificio de varios pisos, ya que causa cambios<br />
súbitos de rigidez <strong>en</strong>tre los mismos, por lo que la absorción y<br />
disipación de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to del sismo se conc<strong>en</strong>tr<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> los pisos más flexibles, donde los elem<strong>en</strong>tos estructu-
ales se v<strong>en</strong> sobresolicitados. También las irregularidades de<br />
la planta, <strong>en</strong> cuanto a la masa, rigidez y resist<strong>en</strong>cia, pued<strong>en</strong><br />
originar conc<strong>en</strong>traciones de esfuerzos difíciles de evaluar.<br />
La experi<strong>en</strong>cia vi<strong>en</strong>e indicando que las construcciones<br />
rígidas se desempeñan respecto al sismo, mejor <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral,<br />
que las flexibles, particularm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo que respecta a<br />
la protección de los compon<strong>en</strong>tes no estructurales, que sufr<strong>en</strong><br />
m<strong>en</strong>os daños al limitarse el desplazami<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre pisos.<br />
De todas formas, es necesario proporcionarle a la estructura<br />
capacidad de disipación de <strong>en</strong>ergía mediante t<strong>en</strong>acidad y<br />
ductilidad <strong>en</strong> los lugares <strong>en</strong> que se espera que la resist<strong>en</strong>cia<br />
elástica puede ser excedida. Esto se aplica a los elem<strong>en</strong>tos<br />
y a las conexiones de los elem<strong>en</strong>tos, puntos que usualm<strong>en</strong>te<br />
son los más débiles.<br />
Configuración arquitectónica<br />
Una de las mayores causas de daños <strong>en</strong> edificaciones<br />
ha sido <strong>en</strong> el uso de esquemas de configuración arquitectónico-estructural<br />
nocivos. Puede decirse de manera g<strong>en</strong>eral<br />
que el alejami<strong>en</strong>to de formas y esquemas estructurales<br />
simples es castigado fuertem<strong>en</strong>te por los sismos. Por ello, es<br />
aconsejable evitar el planteami<strong>en</strong>to de configuraciones<br />
riesgosas, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te del grado de análisis que<br />
sea posible lograr <strong>en</strong> el análisis de cada caso y del lógico<br />
marg<strong>en</strong> a la creatividad de formas y volúm<strong>en</strong>es que una<br />
obra arquitectónica puede g<strong>en</strong>erar.<br />
Configuración <strong>en</strong> planta<br />
Con relación a la disposición de la estructura <strong>en</strong> el plano<br />
horizontal o planta del edificio, sobre todo <strong>en</strong> plantas continuas,<br />
ya que con un apropiado uso de juntas de dilatación<br />
sísmica, pued<strong>en</strong> lograrse plantas complejas, aunque debi-<br />
227
228<br />
dam<strong>en</strong>te resueltas.<br />
Los aspectos de mayor singularidad <strong>en</strong> la configuración<br />
de la planta de las edificaciones son la longitud y la regularidad.<br />
La longitud <strong>en</strong> planta de una construcción influye <strong>en</strong> la<br />
respuesta estructural de la misma de una manera que no es<br />
fácil determinar por medio de los métodos usuales de análisis.<br />
En vista de que el movimi<strong>en</strong>to del terr<strong>en</strong>o consiste <strong>en</strong> una<br />
transmisión de ondas, la cual se da con una velocidad que<br />
dep<strong>en</strong>de de las características de masa y rigidez del suelo<br />
de soporte, la excitación que se da <strong>en</strong> un punto de apoyo<br />
del edificio <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado difiere de la que se da <strong>en</strong><br />
otro, difer<strong>en</strong>cia que es mayor <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que sea mayor<br />
la longitud del edificio <strong>en</strong> la dirección de las ondas. Los<br />
edificios cortos se acomodan más fácilm<strong>en</strong>te a las ondas<br />
que los edificios largos.<br />
Considerando lo anterior, el correctivo usual para el problema<br />
de longitud excesiva de edificios es la partición de<br />
la estructura <strong>en</strong> bloques por medio de la inserción de juntas<br />
de dilatación sísmica, de tal manera que cada uno de<br />
ellos pueda ser considerado como corto. Estas juntas deb<strong>en</strong><br />
ser diseñadas de manera tal que permitan un adecuado<br />
movimi<strong>en</strong>to de cada bloque sin peligro de golpeteo o choque<br />
<strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tes cuerpos o bloques que compon<strong>en</strong><br />
la edificación. Los edificios largos son también más s<strong>en</strong>sibles<br />
a las compon<strong>en</strong>tes torsionales de los movimi<strong>en</strong>tos del terr<strong>en</strong>o,<br />
puesto que las difer<strong>en</strong>cias de movimi<strong>en</strong>tos transversales<br />
y longitudinales del terr<strong>en</strong>o de apoyo, de las que dep<strong>en</strong>de<br />
dicha rotación, son mayores.<br />
Respecto a la regularidad, los casos más críticos se dan
<strong>en</strong> las d<strong>en</strong>ominadas plantas complejas, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>diéndolas<br />
como aquellas <strong>en</strong> las cuales la línea de unión de dos de sus<br />
puntos sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te alejados hace su recorrido <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a<br />
parte fuera de la planta. Esto se da cuando la planta<br />
está compuesta de alas de tamaño significativo ori<strong>en</strong>tadas<br />
<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes direcciones (formas <strong>en</strong> H, U, L, etc.).<br />
En las plantas irregulares suel<strong>en</strong> introducirse juntas de dilatación<br />
sísmica, como las m<strong>en</strong>cionadas para el caso de los<br />
edificios largos. Estas juntas permit<strong>en</strong> que cada bloque t<strong>en</strong>ga<br />
su propio movimi<strong>en</strong>to sin estar atado al resto del edificio,<br />
con lo cual se rompe el esquema de trabajo <strong>en</strong> voladizo<br />
de cada ala. Las juntas, obviam<strong>en</strong>te, deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er el ancho<br />
sufici<strong>en</strong>te para permitir el movimi<strong>en</strong>to de cada bloque sin<br />
golpearse.<br />
Configuración <strong>en</strong> altura<br />
En términos de la configuración <strong>en</strong> altura, sobre todo volumétricam<strong>en</strong>te,<br />
uno de los efectos a evitar, para lograr un<br />
adecuado comportami<strong>en</strong>to sísmico, es el escalonami<strong>en</strong>to<br />
del edificio de varios pisos.<br />
Los escalonami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> los volúm<strong>en</strong>es del edificio se<br />
pres<strong>en</strong>tan habitualm<strong>en</strong>te por exig<strong>en</strong>cias urbanísticas, arquitectónicas<br />
u otras causas, como puede ser el aprovechami<strong>en</strong>to<br />
de la iluminación y v<strong>en</strong>tilación natural u otro motivo.<br />
Sin embargo, desde el punto de vista sísmico, son causa de<br />
cambios bruscos de rigidez y de masa; por lo tanto, tra<strong>en</strong><br />
consigo la conc<strong>en</strong>tración de fuerzas que produc<strong>en</strong> daño <strong>en</strong><br />
los pisos aledaños a la zona del cambio brusco. En términos<br />
g<strong>en</strong>erales, debe buscarse que las transiciones sean lo más<br />
suave posible con el fin de evitar dicha conc<strong>en</strong>tración.<br />
Configuración estructural<br />
229
230<br />
Desde el punto de vista de la configuración estructural<br />
de la edificación, respecto a su bu<strong>en</strong> desempeño sísmico,<br />
deb<strong>en</strong> abordarse los sigui<strong>en</strong>tes aspectos:<br />
• Conc<strong>en</strong>traciones de masa<br />
• Resist<strong>en</strong>cia de columnas<br />
• Rigidez y resist<strong>en</strong>cia de los pisos o niveles<br />
• Redundancia y flexibilidad estructural<br />
Conc<strong>en</strong>traciones de masa<br />
En el diseño g<strong>en</strong>eral de la edificación, sobre todo de varios<br />
pisos, deb<strong>en</strong> evitarse altas conc<strong>en</strong>traciones de la masa<br />
<strong>en</strong> algún nivel determinado del edificio. Esto puede obedecer<br />
a la ubicación <strong>en</strong> dichas zonas del inmueble de equipos<br />
o elem<strong>en</strong>tos pesados; con lo cual, por razón de esa conc<strong>en</strong>tración<br />
de masa a mayor altura, aum<strong>en</strong>tan hacia arriba<br />
las aceleraciones sísmicas de respuesta, con lo cual se ti<strong>en</strong>e<br />
una mayor fuerza sísmica <strong>en</strong> ese punto.<br />
Por lo anterior, <strong>en</strong> el diseño arquitectónico es recom<strong>en</strong>dable<br />
disponer los espacios que repres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> pesos inusuales<br />
<strong>en</strong> sótanos o <strong>en</strong> construcciones aisladas aledañas al cuerpo<br />
principal del edificio. En casos <strong>en</strong> los que por razones topográficas<br />
se deba t<strong>en</strong>er almac<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>tos de agua elevados,<br />
debe preferirse construir torres indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes para ese<br />
fin, <strong>en</strong> lugar de adosarlas al edificio principal.<br />
Resist<strong>en</strong>cia de columnas<br />
Las columnas d<strong>en</strong>tro de una estructura ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la vital importancia<br />
de ser los elem<strong>en</strong>tos que trasmit<strong>en</strong> las cargas a<br />
las cim<strong>en</strong>taciones y manti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> pie a la estructura, razón<br />
por la cual cualquier daño <strong>en</strong> este tipo de elem<strong>en</strong>tos puede<br />
provocar una redistribución de cargas <strong>en</strong>tre los elem<strong>en</strong>tos<br />
de la estructura y traer consigo el colapso parcial o total de
una edificación.<br />
Por lo anterior, el diseño sísmico de pórticos busca que<br />
el daño producido por sismos int<strong>en</strong>sos se produzca <strong>en</strong> vigas<br />
y no <strong>en</strong> columnas, debido al mayor riesgo de colapso<br />
del edificio por el de daño <strong>en</strong> columnas. Además de fallos<br />
ocurridos por la m<strong>en</strong>or resist<strong>en</strong>cia de las columnas, respecto<br />
a las vigas, también ocurre un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o d<strong>en</strong>ominado las<br />
“columnas cortas”, que ti<strong>en</strong>e lugar cuando la longitud libre<br />
de las mismas se reduce drásticam<strong>en</strong>te por confinami<strong>en</strong>to<br />
lateral parcialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la altura de la columna, debido a<br />
la exist<strong>en</strong>cia por muros divisorios, muros de fachada, muros<br />
de cont<strong>en</strong>ción, etc. También se comportan como columnas<br />
cortas al existir disposición de losas <strong>en</strong> niveles intermedios y<br />
cuando el edificio está emplazado <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os inclinados.<br />
Las columnas cortas son causa de serias fallas <strong>en</strong> edificios<br />
bajo excitaciones sísmicas debido a que su mecanismo de<br />
falla es frágil.<br />
Rigidez y resist<strong>en</strong>cia de los pisos o niveles<br />
Uno de los problemas de mayor complejidad y vulnerabilidad<br />
a la acción del sismo <strong>en</strong> edificaciones de varios niveles<br />
es la difer<strong>en</strong>cia de rigidez y resist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> determinado<br />
piso, respecto a otros, lo cual es el resultado de la selección<br />
de determinados esquemas arquitectónicos y estructurales.<br />
Esto ocurre cuando existe una difer<strong>en</strong>cia de altura <strong>en</strong>tre pisos<br />
y cuando se produce la interrupción de elem<strong>en</strong>tos estructurales<br />
verticales <strong>en</strong> el piso.<br />
La difer<strong>en</strong>cia de altura <strong>en</strong>tre pisos ocurre <strong>en</strong> la búsqueda<br />
de volúm<strong>en</strong>es mayores <strong>en</strong> ciertos niveles de la construcción,<br />
g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te por razones técnicas o estéticas. Esto<br />
conduce a que <strong>en</strong> los pisos <strong>en</strong> cuestión se pres<strong>en</strong>te un de-<br />
231
232<br />
bilitami<strong>en</strong>to de la rigidez, debido a la mayor altura de los<br />
elem<strong>en</strong>tos verticales.<br />
La interrupción de elem<strong>en</strong>tos verticales de la estructura<br />
ha probado ser la causa de múltiples colapsos parciales o<br />
totales <strong>en</strong> edificios sometidos a sismos, sobre todo cuando<br />
la interrupción de los elem<strong>en</strong>tos verticales resist<strong>en</strong>tes (muros<br />
y columnas) se pres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> los pisos inferiores. La razón del<br />
deslizami<strong>en</strong>to del piso recae <strong>en</strong> que el nivel <strong>en</strong> que se interrump<strong>en</strong><br />
los elem<strong>en</strong>tos es más flexible que los restantes, con<br />
lo que aum<strong>en</strong>ta el problema de estabilidad, pero además<br />
porque se origina un cambio brusco de rigidez que ocasiona<br />
una mayor acumulación de <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> el piso más débil.<br />
Los casos más usuales de interrupción de elem<strong>en</strong>tos verticales,<br />
que ocurre g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te por razones espaciales,<br />
formales o estéticas, son la interrupción de las columnas o<br />
de muros estructurales o incluso divisorios, concebidos erróneam<strong>en</strong>te<br />
como no estructurales, alineados con pórticos.<br />
Redundancia y control de la flexibilidad<br />
estructural<br />
La redundancia estructural es un criterio de seguridad, que<br />
consiste <strong>en</strong> buscar, mediante el diseño sismorresist<strong>en</strong>te de la<br />
estructura, que la resist<strong>en</strong>cia a las fuerzas sísmicas dep<strong>en</strong>da<br />
de un número importante de elem<strong>en</strong>tos y se distribuya <strong>en</strong>tre<br />
ellos, puesto que cuando se cu<strong>en</strong>ta con un número reducido<br />
de elem<strong>en</strong>tos (poca redundancia) la falla de alguno de<br />
ellos puede t<strong>en</strong>er como consecu<strong>en</strong>cia el colapso parcial o<br />
total durante el sismo.<br />
La excesiva flexibilidad de la edificación ante cargas<br />
sísmicas puede definirse como la susceptibilidad a sufrir<br />
grandes deformaciones laterales <strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tes pisos,
conocidas como derivas. Las principales causas de este problema<br />
resid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la excesiva distancia <strong>en</strong>tre los elem<strong>en</strong>tos<br />
de soporte (luces), las alturas libres y la rigidez de los mismos.<br />
Dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de su grado, la flexibilidad puede traer<br />
como consecu<strong>en</strong>cias daños <strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos no estructurales<br />
adosados a niveles contiguos, inestabilidad del o los pisos<br />
flexibles, o del edificio <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y no permite aprovechar<br />
la ductilidad disponible.<br />
También es indeseable un comportami<strong>en</strong>to excesivam<strong>en</strong>te<br />
flexible del d<strong>en</strong>ominado “diafragma” del piso, pues<br />
implica deformaciones laterales no uniformes, las cuales son<br />
<strong>en</strong> principio perjudiciales para los elem<strong>en</strong>tos no estructurales<br />
adosados al diafragma. Esta indeseable flexibilidad del diafragma<br />
puede deberse a la propia flexibilidad del material<br />
del cual está compuesto, por razones geométricas (relación<br />
ancho/largo) o por la exist<strong>en</strong>cia de aberturas de consideración<br />
(o gran cantidad de ellas), las cuales pued<strong>en</strong> haberse<br />
previsto por necesidades de comunicación, instalaciones,<br />
visualidad o consideraciones arquitectónicas o ambi<strong>en</strong>tales.<br />
Las soluciones al problema de excesiva flexibilidad del<br />
diafragma son múltiples, y dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de la causa que la<br />
haya ocasionado. Las grandes aberturas <strong>en</strong> el diafragma<br />
deb<strong>en</strong> estudiarse con cuidado, con el fin de proveer mecanismo<br />
de rigidización o, si esto no es posible, segm<strong>en</strong>tación<br />
del edificio <strong>en</strong> bloques.<br />
Vulnerabilidad estructural<br />
a los huracanes.<br />
D<strong>en</strong>tro de las am<strong>en</strong>azas hidrometeorológicas, el ag<strong>en</strong>te de<br />
mayor peligrosidad para la resist<strong>en</strong>cia y estabilidad estructural<br />
de las construcciones está constituido por la acción del<br />
233
234<br />
vi<strong>en</strong>to, que <strong>en</strong> el caso de los huracanes de mayor int<strong>en</strong>sidad,<br />
según la escala internacional de Saffir-Simpson de cinco<br />
categorías, llegan a superar los 250 km/h. No obstante, a<br />
los efectos de la integridad de las edificaciones comunes, la<br />
fuerza de los vi<strong>en</strong>tos de un huracán con categoría 3 adquiere<br />
una capacidad destructiva apreciable.<br />
El poder destructor del vi<strong>en</strong>to sobre las estructuras aum<strong>en</strong>ta<br />
rápidam<strong>en</strong>te con su velocidad, ya que no dep<strong>en</strong>de<br />
de la magnitud simple de su velocidad, sino del cuadrado<br />
de esa medición, como se observa <strong>en</strong> la sigui<strong>en</strong>te expresión,<br />
cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> la norma técnica cubana (NC 285:2003) y <strong>en</strong><br />
la cual se aprecia que la presión básica del vi<strong>en</strong>to sobre los<br />
param<strong>en</strong>tos verticales (q10) está <strong>en</strong> relación directa con el<br />
cuadrado de su velocidad (V10), medido a una altura conv<strong>en</strong>cional<br />
de 10 metros sobre el nivel del terr<strong>en</strong>o:<br />
Hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el efecto de las rachas de<br />
vi<strong>en</strong>to, que son producto de efectos dinámicos instantáneos<br />
que <strong>en</strong> lugares específicos pued<strong>en</strong> provocar grandes int<strong>en</strong>sidades<br />
del vi<strong>en</strong>to, de sólo dos a tres segundos de duración,<br />
que llegan a superar la velocidad sost<strong>en</strong>ida hasta al vi<strong>en</strong>to<br />
máximo sost<strong>en</strong>ido hasta 1,5 veces su valor.<br />
Para el diseño estructural de las construcciones, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<br />
<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta su capacidad resist<strong>en</strong>te a los vi<strong>en</strong>tos huracanados,<br />
hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta determinadas características<br />
locales de la zona o región, las cuales determinan la<br />
dirección predominante del vi<strong>en</strong>to, los gradi<strong>en</strong>tes de velocidad<br />
que son condicionados por la forma y altura del terr<strong>en</strong>o<br />
y el medio construido, la localización geográfica y datos<br />
sobre la ocurr<strong>en</strong>cia histórica de dichos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os meteorológicos<br />
<strong>en</strong> ese esc<strong>en</strong>ario específico.
Los factores intrínsecos de la estructura que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
su vulnerabilidad a los fuertes vi<strong>en</strong>tos pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> un huracán,<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con:<br />
• Altura de la edificación<br />
• Geometría espacial de la edificación<br />
• Configuración <strong>en</strong> planta<br />
A difer<strong>en</strong>cia de lo que ocurre <strong>en</strong> el caso del sismo, donde<br />
tanto la configuración estructural como arquitectónica<br />
decid<strong>en</strong> su comportami<strong>en</strong>to ante este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o destructor;<br />
<strong>en</strong> el caso del huracán, la posibilidad de daño y destrucción<br />
por los fuertes vi<strong>en</strong>tos dep<strong>en</strong>de también de las características<br />
y comportami<strong>en</strong>to de las cubiertas y los cierres<br />
exteriores de la construcción, <strong>en</strong> especial de la f<strong>en</strong>estración.<br />
Muchas veces el mecanismo destructor de la edificación<br />
se dispara con el fallo de puertas y v<strong>en</strong>tanas exteriores,<br />
lo cual crea las vías para la p<strong>en</strong>etración de presión de<br />
vi<strong>en</strong>to interior (presurización interna) que contribuye con las<br />
acciones que desde el exterior ejerc<strong>en</strong> la presión directa y<br />
el impacto dinámico del vi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> las superficies a barlov<strong>en</strong>to;<br />
así como los efectos de succión que el mismo crea<br />
<strong>en</strong> superficies a sotav<strong>en</strong>to, planos inclinados de los techos<br />
y otros puntos singulares de la construcción, <strong>en</strong> virtud de su<br />
configuración y geometría.<br />
Altura de la edificación<br />
La presión del vi<strong>en</strong>to sobre la estructura se hace mayor<br />
a medida de que es mayor la altura de la edificación, acorde<br />
con una ecuación logarítmica; aunque también hay que<br />
t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta determinados coefici<strong>en</strong>tes dados por la altura<br />
del terr<strong>en</strong>o donde está emplazada la construcción.<br />
En edificaciones de más de 30 m de altura, deb<strong>en</strong> te-<br />
235
236<br />
nerse especiales consideraciones <strong>en</strong> su cálculo estructural<br />
respecto a la resist<strong>en</strong>cia de valores increm<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> las<br />
zonas superiores de la construcción; así como para soportar<br />
efectos dinámicos dados por la variabilidad de la dirección<br />
del vi<strong>en</strong>to y la influ<strong>en</strong>cia de la forma y el volum<strong>en</strong> de la estructura<br />
<strong>en</strong> sus partes superiores. También deb<strong>en</strong> hacerse<br />
consideraciones específicas para los muros de cierre exterior<br />
y las características técnico-constructivas de las v<strong>en</strong>tanas.<br />
Geometría espacial de la edificación<br />
La geometría espacial ti<strong>en</strong>e un papel fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong><br />
el comportami<strong>en</strong>to de la construcción ante la acción del<br />
vi<strong>en</strong>to, y <strong>en</strong> ella intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> las formas de las superficies expuestas,<br />
la volumetría, la proporción, ubicación y forma de<br />
las aberturas hacia el exterior de la edificación, el grado de<br />
estanquidad –o permeabilidad- que t<strong>en</strong>gan las estructuras<br />
al paso de las corri<strong>en</strong>tes y rachas de vi<strong>en</strong>to.<br />
Toda construcción que pres<strong>en</strong>te aberturas <strong>en</strong> sus cierres<br />
exteriores que no sean susceptibles de limitarse ev<strong>en</strong>tualm<strong>en</strong>te<br />
con v<strong>en</strong>tanas, puertas u otras soluciones similares; o<br />
que por la forma de su volum<strong>en</strong> haga factible determinada<br />
p<strong>en</strong>etración ocasional del vi<strong>en</strong>to, deb<strong>en</strong> considerarse permeables<br />
y, como tales, existirá una presurización interna provocada<br />
por los vi<strong>en</strong>tos a alta velocidad y ello increm<strong>en</strong>tará<br />
la vulnerabilidad de la edificación.<br />
Determinados edificios comerciales, sociales o de otra<br />
índole, que por consideraciones simbólicas, de diseño o funcionales,<br />
pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> su diseño determinados volúm<strong>en</strong>es<br />
<strong>en</strong>trantes, o partes de sus fachadas abiertas o p<strong>en</strong>etrantes<br />
respecto a su línea exterior de cierre, requier<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> su diseño estructural los efectos aerodinámicos
que surg<strong>en</strong> por la permeabilidad al vi<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> situaciones<br />
extremas.<br />
La volumetría esbelta, poco conc<strong>en</strong>trada, con cambios<br />
bruscos de volúm<strong>en</strong>es, escalonami<strong>en</strong>tos, etc. aum<strong>en</strong>tan la<br />
vulnerabilidad ante los vi<strong>en</strong>tos. También los d<strong>en</strong>ominados<br />
“edificios pantalla” ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un comportami<strong>en</strong>to aerodinámico<br />
específico que debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta, por lo ext<strong>en</strong>so<br />
del área expuesta al vi<strong>en</strong>to, así como las edificaciones de<br />
varios pisos con una elevada permeabilidad al vi<strong>en</strong>to conc<strong>en</strong>trada<br />
<strong>en</strong> su nivel inferior.<br />
Configuración <strong>en</strong> planta<br />
De manera similar al caso de la vulnerabilidad al sismo,<br />
el grado de irregularidad de la configuración de la edificación<br />
<strong>en</strong> el plano horizontal puede ser un factor causal de<br />
malos comportami<strong>en</strong>tos al vi<strong>en</strong>to, sobre todo si existe un crecimi<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong> altura de la estructura.<br />
Las plantas complejas, con perímetro accid<strong>en</strong>tado o<br />
<strong>en</strong> formas singulares (H, U, L) con alas de tamaño apreciable,<br />
crean condiciones para que la incid<strong>en</strong>cia del vi<strong>en</strong>to <strong>en</strong><br />
ráfagas sobre sus superficies expuestas t<strong>en</strong>ga un comportami<strong>en</strong>to<br />
errático y se produzcan f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os indeseables <strong>en</strong><br />
la proximidad de las fachadas y bordes superiores y laterales<br />
del edificio, que aum<strong>en</strong>tan el efecto de succión y pued<strong>en</strong><br />
crear condiciones para la aparición de las rachas de corta<br />
duración y gran increm<strong>en</strong>to instantáneo del impacto, que<br />
son funestas para la integridad de los elem<strong>en</strong>tos de cierre,<br />
aleros y voladizos.<br />
Por otra parte, deb<strong>en</strong> recibir una consideración especial<br />
los efectos del vi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> contextos construidos de gran compacidad,<br />
como son los núcleos urbanos con un uso int<strong>en</strong>so<br />
237
238<br />
del suelo y donde se agrupan edificaciones de difer<strong>en</strong>te altura,<br />
como sucede <strong>en</strong> las zonas céntricas de las ciudades<br />
tradicionales. Estos contextos de elevada obstaculización al<br />
paso del vi<strong>en</strong>to, contribuy<strong>en</strong> a la disipación de parte de su<br />
<strong>en</strong>ergía; pero por otra parte, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una gran susceptibilidad<br />
de provocar f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os imprevisibles, como por ejemplo el<br />
d<strong>en</strong>ominado efecto v<strong>en</strong>turi, que ti<strong>en</strong>e lugar debido al increm<strong>en</strong>to<br />
considerable que sufr<strong>en</strong> las corri<strong>en</strong>tes de vi<strong>en</strong>to al ser<br />
direccionadas o focalizadas por los macizos impermeable<br />
de las edificaciones hacia determinados puntos, donde la<br />
int<strong>en</strong>sidad y el impacto se hace más destructivo. También<br />
las calles estrechas, bordeadas por construcciones de varios<br />
pisos, pued<strong>en</strong> crear el efecto de cañón y convertirse <strong>en</strong> canales<br />
de ráfagas que elevan los efectos del vi<strong>en</strong>to.<br />
El mayor estado de peligro que se crea con la acción<br />
directa de los vi<strong>en</strong>tos huracanados d<strong>en</strong>tro de contextos urbanos,<br />
es causado, no obstante, por la gran cantidad de<br />
objetos sueltos o despr<strong>en</strong>didos y acarreados a gran velocidad<br />
por las corri<strong>en</strong>tes y ráfagas que <strong>en</strong> vuelo rasante y<br />
errático hacia todas direcciones, actúan como verdaderos<br />
proyectiles contra las edificaciones y causan víctimas <strong>en</strong>tre<br />
las personas que no buscan resguardo.<br />
Estudio de la vulnerabilidad no estructural.<br />
La experi<strong>en</strong>cia ha demostrado que los efectos de segundo<br />
ord<strong>en</strong> causados por daños <strong>en</strong> elem<strong>en</strong>tos no estructurales<br />
pued<strong>en</strong> agravar significativam<strong>en</strong>te la situación. Por<br />
ejemplo, cielos rasos y acabados de paredes pued<strong>en</strong> caer<br />
sobre corredores o escaleras interrumpi<strong>en</strong>do la circulación;<br />
inc<strong>en</strong>dios, explosiones y escapes de gases <strong>en</strong> cocinas y otros<br />
locales de la vivi<strong>en</strong>da pued<strong>en</strong> ser peligrosos para la vida y
causar inc<strong>en</strong>dios. Los daños o interrupción <strong>en</strong> los servicios<br />
básicos (agua, electricidad, comunicaciones, etc.) pued<strong>en</strong><br />
interrumpir el funcionami<strong>en</strong>to de edificaciones sociales (hospitales,<br />
comercios, industrias) o hacer muy difícil la habitabilidad<br />
de las vivi<strong>en</strong>das, tanto desde el punto de vista higiénico-sanitario<br />
como del mínimo confort adecuado a sus<br />
resid<strong>en</strong>tes.<br />
Los elem<strong>en</strong>tos no estructurales se pued<strong>en</strong> clasificar <strong>en</strong><br />
las sigui<strong>en</strong>tes tres categorías:<br />
• Elem<strong>en</strong>tos arquitectónicos: incluy<strong>en</strong> compon<strong>en</strong>tes<br />
como muros exteriores no-portantes, tabiques y paredes divisorias,<br />
v<strong>en</strong>tanas, cielo rasos, sistema de alumbrados, etc.<br />
• Equipos y mobiliarios: incluy<strong>en</strong> el equipami<strong>en</strong>to fijo<br />
de la edificación, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te formado por los muebles y<br />
aparatos hidrosanitarios, equipami<strong>en</strong>to de calefacción, recipi<strong>en</strong>tes,<br />
equipos de comunicación y otros.<br />
• Instalaciones básicas: incluy<strong>en</strong> los sistemas de abastecimi<strong>en</strong>to<br />
de servicio tales como electricidad, agua, gases,<br />
comunicaciones, etc.<br />
Para realizar el estudio de la vulnerabilidad de los elem<strong>en</strong>tos<br />
no estructurales, es necesario contar previam<strong>en</strong>te<br />
con los resultados del estudio de vulnerabilidad estructural,<br />
ya que este último <strong>en</strong>trega resultados valiosos que permit<strong>en</strong><br />
determinar de manera más acertada la susceptibilidad a sufrir<br />
daños de los elem<strong>en</strong>tos no estructurales.<br />
Por ejemplo, los datos de la aceleración o desplazami<strong>en</strong>to<br />
de los difer<strong>en</strong>tes pisos, niveles o partes significativas<br />
de la edificación dada a causa de un sismo; así como de<br />
los niveles de distorsión o deformación, son de gran utilidad<br />
para determinar sus consecu<strong>en</strong>cias afectantes o destructi-<br />
239
240<br />
vas sobre los elem<strong>en</strong>tos no estructurales.<br />
En el caso de los fuertes vi<strong>en</strong>tos del huracán, la determinación<br />
previa de la vulnerabilidad estructural de los techos<br />
y cierres exteriores de la edificación, condicionará el<br />
comportami<strong>en</strong>to esperado, o capacidad resist<strong>en</strong>te, de los<br />
elem<strong>en</strong>tos no estructurales que están interconectados o <strong>en</strong><br />
relación con ellos.<br />
Para el caso de la vulnerabilidad de los elem<strong>en</strong>tos no<br />
estructurales, se recomi<strong>en</strong>da establecer tres niveles de riesgo<br />
característicos, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la magnitud, gravedad<br />
o naturaleza de los posibles efectos. Estos niveles son:<br />
• Riesgo para la vida: si la falla o mal funcionami<strong>en</strong>to<br />
del elem<strong>en</strong>to no estructural puede causar peligro para la integridad<br />
o la vida de las personas o el deterioro de su salud.<br />
• Riesgo de pérdida de bi<strong>en</strong>es: significan una pérdida<br />
importante <strong>en</strong> el patrimonio cont<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> la edificación,<br />
pero no afectarían de manera importante ni a sus ocupantes<br />
ni al funcionami<strong>en</strong>to.<br />
• Riesgo de pérdida funcional: cuando el fallo o daño<br />
del elem<strong>en</strong>to estructural, aunque no provoque riesgos para<br />
la vida o la pérdida de bi<strong>en</strong>es de consideración, cause la<br />
afectación o interrupción a las condiciones de habitabilidad<br />
y al desarrollo de las funciones básicas <strong>en</strong> el inmueble.<br />
En la evaluación final de la vulnerabilidad no estructural<br />
se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la clasificación que se haga del tipo de<br />
riesgo y la calificación de los mismos, para lo cual se aplica<br />
una escala de Riesgo Alto, Medio o Bajo, <strong>en</strong> dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
de las condiciones específicas que se determin<strong>en</strong> <strong>en</strong> la revisión<br />
o inspección de las difer<strong>en</strong>tes partes de la edificación.
Estudio de la vulnerabilidad funcional.<br />
Los primeros aspectos que deb<strong>en</strong> verificarse <strong>en</strong> la evaluación<br />
de la vulnerabilidad funcional son los relacionados<br />
con la infraestructura, por cuanto está relacionada con los<br />
insumos o recursos básicos que hac<strong>en</strong> posible el funcionami<strong>en</strong>to<br />
de las funciones de la edificación. En el caso de un<br />
edificio social, industrial o de otra índole, estos recursos físicos<br />
son más complejos (comunicaciones, suministro de agua,<br />
alcantarillado, <strong>en</strong>ergía, gases, vapor, vacío, etc.) para la<br />
vivi<strong>en</strong>da, se trata de los elem<strong>en</strong>tos es<strong>en</strong>ciales para la habitabilidad.<br />
Las acciones geodinámicas, como los sismos y los deslizami<strong>en</strong>tos,<br />
son altam<strong>en</strong>te nocivos para estos elem<strong>en</strong>tos de<br />
infraestructura, ya que los efectos del movimi<strong>en</strong>to y la deformación<br />
del suelo y los graves daños o destrucción parcial<br />
que provocan <strong>en</strong> las edificaciones, causan roturas, escapes,<br />
deterioro o destrucción de las instalaciones y el equipami<strong>en</strong>to<br />
que hace posible el funcionami<strong>en</strong>to del inmueble.<br />
Durante sismos, la vulnerabilidad de tuberías de acueducto,<br />
alcantarillado, gas y combustibles dep<strong>en</strong>de de su resist<strong>en</strong>cia<br />
y flexibilidad. Una alta flexibilidad de las tuberías puede<br />
evitar el rompimi<strong>en</strong>to durante un sismo moderado; los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
difer<strong>en</strong>ciales pued<strong>en</strong> ser comp<strong>en</strong>sados y el desplazami<strong>en</strong>to<br />
del suelo no necesariam<strong>en</strong>te conduciría a una<br />
ruptura. Especial at<strong>en</strong>ción se le debe dar a las conexiones<br />
<strong>en</strong> los edificios, las cuales necesitan cumplir requerimi<strong>en</strong>tos<br />
especiales de diseño.<br />
En el caso de los huracanes, los fuertes vi<strong>en</strong>tos destruy<strong>en</strong><br />
o inhabilitan las redes aéreas, dañan seriam<strong>en</strong>te las pequeñas<br />
construcciones y equipami<strong>en</strong>to exterior adosado a la<br />
241
242<br />
edificación. En caso de inundaciones, el agua puede dañar<br />
también dicho equipami<strong>en</strong>to y causar rompimi<strong>en</strong>to de las<br />
tuberías.<br />
La evaluación de la vulnerabilidad funcional está <strong>en</strong> relación<br />
con el tipo de edificación de que se trate (vivi<strong>en</strong>da,<br />
hospital, escuela, teatro, etc.) y las am<strong>en</strong>azas para lo cual<br />
se realiza el estudio. A partir de esto, para cada elem<strong>en</strong>to<br />
de infraestructura de la edificación deb<strong>en</strong> analizarse los sigui<strong>en</strong>tes<br />
aspectos:<br />
• Función del elem<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la edificación<br />
• Características técnicas del elem<strong>en</strong>to<br />
• Exposición al daño o destrucción (según tipo de<br />
am<strong>en</strong>aza)<br />
• Riesgo estimado (<strong>en</strong> términos de daño pérdida prevista)<br />
• Grado de afectación al funcionami<strong>en</strong>to: Alto, Medio,<br />
Bajo<br />
Evaluación de las vulnerabilidades<br />
de la edificación.<br />
En la evaluación de la vulnerabilidad de la construcción<br />
ante las variables del desastre natural (sismos, fuertes vi<strong>en</strong>tos,<br />
inundaciones, etc.) la vulnerabilidad física de la edificación<br />
t<strong>en</strong>drá un carácter determinante, y d<strong>en</strong>tro de ella, la<br />
vulnerabilidad estructural.<br />
El grado de vulnerabilidad no estructural y funcional que<br />
pres<strong>en</strong>te una edificación <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />
está condicionado por la vulnerabilidad de su estructura,<br />
ya que los posibles daños y deterioros que ésta induzca<br />
<strong>en</strong> la construcción, repercut<strong>en</strong> <strong>en</strong> las otras condiciones no<br />
estructurales d<strong>en</strong>tro de su comportami<strong>en</strong>to o desempeño.
Por otra parte, la vulnerabilidad intrínseca de la edificación<br />
no puede evaluarse desligada de los factores determinantes<br />
del <strong>en</strong>torno más inmediato, reflejados por su ubicación<br />
o cercanía a lugares de riesgo pot<strong>en</strong>cial, los índices de<br />
ocurr<strong>en</strong>cia de determinados f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os naturales extremos<br />
para dicha zona geográfica, las características geológicas,<br />
de relieve topográfico e incluso otras variables no naturales,<br />
como los indicadores de contaminación o polución ambi<strong>en</strong>tal,<br />
las características del <strong>en</strong>torno urbano o construido,<br />
la infraestructura, etc.<br />
En el Esquema 1 se muestra el método g<strong>en</strong>eral para la<br />
evaluación de la vulnerabilidad de la edificación, <strong>en</strong> el cual<br />
se destaca la influ<strong>en</strong>cia del <strong>en</strong>torno natral y construido y el<br />
proceso a seguir <strong>en</strong> la evaluación del cumplimi<strong>en</strong>to por la<br />
construcción de las normativas, especificaciones; así como<br />
de su estado técnico-constructivo g<strong>en</strong>eral, como base para<br />
determinar el desempeño de sus difer<strong>en</strong>tes elem<strong>en</strong>tos y así<br />
sus vulnerabilidades.<br />
En el Esquema 2 se expon<strong>en</strong> los pasos a seguir para evaluar<br />
la vulnerabilidad intrínseca de la edificación, que comi<strong>en</strong>za<br />
con una etapa g<strong>en</strong>eral de acopio de informaciones,<br />
registros y análisis del <strong>en</strong>torno inmediato a la misma; seguida<br />
de una revisión técnica detallada, con la finalidad de evaluar<br />
las características tipológico-constructivas de la edificación<br />
y de su estructura; así como los daños y deterioros exist<strong>en</strong>tes.<br />
Esto sirve para arribar a un dictam<strong>en</strong> o diagnóstico<br />
sobre su estado de desempeño, dado por el comportami<strong>en</strong>to<br />
estructural y no estructural estimado de la construcción, o<br />
lo que es lo mismo, su vulnerabilidad. Finalm<strong>en</strong>te, las conclusiones<br />
de este proceso deb<strong>en</strong> servir de base para el tipo de<br />
243
244<br />
actuación que demanda el caso específico.<br />
El estudio de vulnerabilidades de las<br />
construcciones <strong>en</strong> la gestión de riesgos<br />
del medio construido.<br />
El estudio, evaluación y actualización sistemática de la vulnerabilidad<br />
de las construcciones es una pieza más d<strong>en</strong>tro<br />
del esquema g<strong>en</strong>eral que constituye la gestión de riesgos de<br />
una comunidad o localidad, <strong>en</strong> este caso, del medio construido<br />
que constituye el sustrato de toda su actividad social.<br />
En el Esquema 3 se desarrollan las etapas compon<strong>en</strong>tes<br />
del Estudio de Riesgos de un <strong>en</strong>tono o medio construido específico,<br />
consist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el Estudio de Am<strong>en</strong>azas y el Estudio<br />
de Vulnerabilidades, el cual se realiza <strong>en</strong> dos escalas fundam<strong>en</strong>tales:<br />
urbana y edificatoria.
245
246
Conclusiones<br />
• El medio construido, contexto es<strong>en</strong>cial donde se desarrolla<br />
la actividad humana y complejizado por la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
a la urbanización conc<strong>en</strong>trada que se vi<strong>en</strong>e produci<strong>en</strong>do<br />
<strong>en</strong> los últimos años, se constituye <strong>en</strong> uno de los esc<strong>en</strong>arios<br />
principales del desastre natural, agudizado por otras am<strong>en</strong>azas<br />
tecnológicas y antrópicas que lo afectan.<br />
• Tanto <strong>en</strong> la escala de la ciudad (vulnerabilidad urbana),<br />
como <strong>en</strong> la de la edificación (vulnerabilidad edificatoria),<br />
se pone de manifiesto la d<strong>en</strong>ominada Vulnerabilidad<br />
Global, al interactuar y pot<strong>en</strong>ciarse mutuam<strong>en</strong>te, las difer<strong>en</strong>tes<br />
dim<strong>en</strong>siones de la vulnerabilidad. El medio construido,<br />
<strong>en</strong> tanto sustrato material de ese organismo vivo que es la<br />
sociedad, reúne a todas las vulnerabilidades.<br />
• Las am<strong>en</strong>azas naturales de mayor peligrosidad para<br />
el medio construido, que <strong>en</strong> nuestra región c<strong>en</strong>troamericana-caribeña<br />
son los ev<strong>en</strong>tos geodinámicos (sismos y deslizami<strong>en</strong>tos)<br />
y los hidrometeorológicos (huracanes y ev<strong>en</strong>tos climáticos)<br />
muchas veces <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran condiciones propicias<br />
al desastre, <strong>en</strong> vulnerabilidades evitables, como la falta de<br />
una gestión urbana basada <strong>en</strong> el <strong>en</strong>foque de riesgo e insufici<strong>en</strong>cias<br />
<strong>en</strong> el respeto a las normativas <strong>en</strong> el diseño, la construcción<br />
y el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de las edificaciones.<br />
• El reto de un medio construido más seguro es alcanzable,<br />
a través de una gestión local de riesgos ori<strong>en</strong>tada específicam<strong>en</strong>te<br />
hacia el contexto edificado, basada <strong>en</strong> el<br />
inv<strong>en</strong>tario, registro y control sistemático del fondo construido<br />
y una consecu<strong>en</strong>te gestión de explotación y conservación<br />
del mismo, ori<strong>en</strong>tado hacia la reducción de su vulnerabilidad<br />
física y funcional.<br />
247
248<br />
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249
ENFOQUE SISTÉMICO Y HOLÍSTICO<br />
PARA EL DESARROLLO DE PROGRAMAS<br />
DE VIVIENDAS EN ASENTAMIENTOS<br />
HUMANOS SOSTENIBLES<br />
Dra. Arq. María El<strong>en</strong>a Sánchez Gutiérrez, Dr.<br />
Ing. Salvador Felipe Espinet Vázquez<br />
250
ENFOQUE SISTÉMICO Y HOLÍSTICO<br />
PARA EL DESARROLLO DE PROGRAMAS<br />
DE VIVIENDAS EN ASENTAMIENTOS<br />
HUMANOS SOSTENIBLES<br />
Introducción<br />
Los términos <strong>en</strong>cargo social, responsabilidad social, profesionalidad,<br />
ética empresarial y ética de la ger<strong>en</strong>cia están<br />
apareci<strong>en</strong>do cada vez con mayor frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el argot<br />
técnico y popular, cuando se abordan temas cotidianos relativos<br />
al trabajo y desempeño de las empresas <strong>en</strong> todo el<br />
mundo. La producción de construcciones como prestación<br />
de un servicio social y sobre todo, <strong>en</strong> la construcción de la<br />
vivi<strong>en</strong>da, debe satisfacer las expectativas de las partes interesadas<br />
y <strong>en</strong> especial, de los usuarios o comunidad, si se<br />
quiere considerar que se ha prestado un servicio profesional.<br />
No puede hablarse de responsabilidad social desde la<br />
perspectiva ética, si se pret<strong>en</strong>de resolver los problemas de<br />
hoy, comprometi<strong>en</strong>do el desarrollo de las futuras g<strong>en</strong>eraciones.<br />
La viabilidad de los proyectos de inversión <strong>en</strong> construcciones<br />
de programas para la vivi<strong>en</strong>da es también un requisito<br />
ético para las empresas involucradas.<br />
Debido a que la ética de la toma de decisiones es muy<br />
compleja, los ger<strong>en</strong>tes difier<strong>en</strong> algunas veces <strong>en</strong> sus puntos<br />
de vista sobre lo que es o no es ético. Actualm<strong>en</strong>te, muchos<br />
asuntos éticos son objeto de controversia <strong>en</strong> el ambi<strong>en</strong>te<br />
empresarial, la doctora Adela Cortina Orts expresa al especto<br />
“… La ética de la empresa debería tratar sobre cómo ir<br />
forjando <strong>en</strong> el día a día un carácter prud<strong>en</strong>te y justo que<br />
ayude a tomar decisiones prud<strong>en</strong>tes y justas <strong>en</strong> los ámbitos<br />
251
252<br />
de la empresa…”. Por lo que las organizaciones trazan patrones<br />
éticos que ori<strong>en</strong>tan a sus directivos, a la hora de elegir<br />
la alternativa correcta, <strong>en</strong> una situación <strong>en</strong> la que deban<br />
decidir.<br />
¿Cómo ganar <strong>en</strong> seguridad de desempeño profesional<br />
responsable y ético al decidir acometer un proyecto de inversión<br />
<strong>en</strong> construcciones y sobre todo, <strong>en</strong> programas de<br />
vivi<strong>en</strong>das de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles?, es el objetivo<br />
c<strong>en</strong>tral de esta publicación.<br />
A juicio de los autores, lo primero que se requiere es una<br />
definición confiable de la configuración y alcance del proyecto<br />
de Inversión, de tal modo que satisfaga la necesidad<br />
que se pret<strong>en</strong>de cubrir. Después, hay que investigar las variables<br />
o factores del <strong>en</strong>torno que influy<strong>en</strong> positiva o negativam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> las aspiraciones de lograr el objeto del proyecto:<br />
El As<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to. La cantidad y complejidad de relaciones<br />
<strong>en</strong>tre variables que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong>, tanto internas como externas,<br />
son una magnitud que parece imposible de controlar:<br />
Se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta un problema de proyecto altam<strong>en</strong>te complejo.<br />
No considerar alguna variable intrínseca o extrínseca ha<br />
sido la causa de muchos proyectos fracasados, asumi<strong>en</strong>do<br />
el tema de la vivi<strong>en</strong>da, <strong>en</strong> el mejor de los casos, como un<br />
problema s<strong>en</strong>cillo o <strong>en</strong> otros, como un problema de negocio.<br />
Contribuir a definir el sistema proyecto e id<strong>en</strong>tificar las<br />
variables que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> mayor influ<strong>en</strong>cia y los indicadores que<br />
permit<strong>en</strong> su control para logar concebir alternativas viables<br />
de proyectos de inversión <strong>en</strong> construcciones, es el objetivo<br />
del modelo propuesto <strong>en</strong> este trabajo.<br />
Modelo Sistémico y Holístico para Programas<br />
de Vivi<strong>en</strong>das de As<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos
Humanos Sost<strong>en</strong>ibles.<br />
No es posible <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar la actividad de concepción de un<br />
proyecto, sin un apropiado <strong>en</strong>foque de métodos y metodologías.<br />
Estudios preced<strong>en</strong>tes consultados no han llegado a<br />
precisar la multiplicidad de “factores condicionantes” que<br />
incid<strong>en</strong> y determinan al objeto de un proyecto de inversión<br />
<strong>en</strong> construcciones de vivi<strong>en</strong>das, como es el caso de<br />
los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles. La teoría que permite<br />
estudiar sistemas complejos inmersos <strong>en</strong> <strong>en</strong>tornos que<br />
se muestran cada vez más inciertos e inestables es la Teoría<br />
G<strong>en</strong>eral de los Sistemas.<br />
Será por tanto posible determinar esos factores condicionantes<br />
con una visión contemporánea, a través de la<br />
definición de indicadores que permitan contribuir a la viabilidad<br />
o sost<strong>en</strong>ibilidad, los que agrupados <strong>en</strong> variables o subsistemas<br />
compon<strong>en</strong>tes configurarían el Sistema. Para lograrlo<br />
<strong>en</strong> el tema que se aborda, se conforma el método g<strong>en</strong>eral<br />
para proyectos de inversión de vivi<strong>en</strong>das y se profundiza <strong>en</strong><br />
el análisis de la fase de concepción, d<strong>en</strong>tro de su ciclo de<br />
vida. Este método persigue un alcance más g<strong>en</strong>eral para<br />
establecer un trabajo integral y coordinado de las partes involucradas<br />
<strong>en</strong> el sistema proyecto- operación y uso y lograr<br />
la viabilidad de las inversiones de dichos as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos.<br />
El diálogo ético, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido empresarial según algunos<br />
autores, expresa que toda persona es un interlocutor válido<br />
que hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta cuando se trata de cuestiones<br />
que la afectan. Se trata del principio de la Ética del Diálogo<br />
que hoy <strong>en</strong> día ti<strong>en</strong>e una <strong>en</strong>orme aplicación <strong>en</strong> el mundo<br />
empresarial. Es desde el punto de vista ético, la base de la<br />
concepción de la empresa como un conjunto de stakehol-<br />
253
254<br />
ders (partes interesadas), o sea, un grupo de afectados por<br />
la actividad empresarial que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ser tomados <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta, cuando se toman decisiones que les afectan.<br />
En ese s<strong>en</strong>tido la empresa no es un negocio utilitario,<br />
sino que es un conjunto de accionistas, trabajadores, cli<strong>en</strong>tes,<br />
proveedores, comunidad local, etcétera, ¿dónde se insertaría<br />
la responsabilidad social de las empresas? El tema<br />
de la responsabilidad social ti<strong>en</strong>e una larga tradición e historia,<br />
pero <strong>en</strong> los últimos tiempos, han habido dos posturas que<br />
parec<strong>en</strong> las más debatidas, según la doctora Cortina Orts, y<br />
con la cual coincid<strong>en</strong> los autores:<br />
La de Milton Friedman que señala que la responsabilidad<br />
social consiste <strong>en</strong> crear valor para los accionistas. Ellos<br />
son los propietarios de la empresa y la empresa es su instrum<strong>en</strong>to.<br />
La visión de Friedman es que las empresas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que<br />
actuar honestam<strong>en</strong>te; si cada empresa crea valor al accionista,<br />
<strong>en</strong>tonces todas crecerán para d<strong>en</strong>tro y para afuera.<br />
La segunda visión <strong>en</strong>globa la de Friedman pero la mejora,<br />
es la que considera que la responsabilidad social consiste<br />
<strong>en</strong> el compromiso que adquier<strong>en</strong> voluntariam<strong>en</strong>te las empresas<br />
de hacer un balance integral, social, económico, y<br />
de otros factores internos y externos, porque se compromet<strong>en</strong><br />
con todos los afectados por la empresa. D<strong>en</strong>tro de ese<br />
compromiso, se trata de contemplar, no sólo el b<strong>en</strong>eficio de<br />
los accionistas, sino evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, el de todos los demás y<br />
<strong>en</strong> especial, de la comunidad a la cual va dirigido el programa<br />
de vivi<strong>en</strong>das d<strong>en</strong>tro del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to.<br />
El proceso del sistema proyecto – operación y uso <strong>en</strong> el<br />
caso de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos o ciclo de vida de estos,<br />
se divide <strong>en</strong> fases, como se muestra <strong>en</strong> la figura 1:
El éxito de estos programas dep<strong>en</strong>de mucho de las definiciones<br />
y decisiones que se tom<strong>en</strong> <strong>en</strong> la fase de concepción<br />
de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos, pues es allí donde debe <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse el<br />
ejercicio de alta complejidad, considerando todos los factores<br />
que participan <strong>en</strong> la viabilidad o sost<strong>en</strong>ibilidad de las<br />
propuestas. Al dejar de considerar uno de ellos y su interacción<br />
con el resto, se revertiría <strong>en</strong> dejar de dar repuesta a<br />
intereses de las partes que participan, convirtiéndose éstas,<br />
<strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno del sistema proyecto del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to, que<br />
para su operación y uso sost<strong>en</strong>ible t<strong>en</strong>dría que satisfacer eso<br />
intereses.<br />
Para alcanzar resultados viables, donde las empresas<br />
podían situarse con un alto grado de responsabilidad para<br />
alcanzar el fin, necesita <strong>en</strong> la fase de concepción de estos<br />
programas, de la utilización de un método g<strong>en</strong>eral de análisis<br />
que permita la acertada toma de decisiones, considerando<br />
todos esos factores que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong>. Este método se<br />
compone de cinco pasos fundam<strong>en</strong>tales, como se muestra<br />
<strong>en</strong> la figura 2<br />
Seleccionar aquellas soluciones que aport<strong>en</strong> una relación<br />
b<strong>en</strong>eficio/costo mayor, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que el con-<br />
255
256<br />
cepto de “valor” de una alternativa ha de ser visto como<br />
un sistema de valores interrelacionados que compr<strong>en</strong>de, no<br />
sólo el valor económico agregado, sino el aporte social, ambi<strong>en</strong>tal,<br />
jurídico, político, <strong>en</strong>tre otros, que implica que una<br />
alternativa podrá reportar b<strong>en</strong>eficios y que garantizará la<br />
sost<strong>en</strong>ibilidad de la propuesta con la satisfacción de todas<br />
las partes interesadas.<br />
Las variables e indicadores para la concepción de los
as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos se ilustran de forma gráfica, si<strong>en</strong>do posible su<br />
aplicación para la concepción de otros proyectos de inversión<br />
<strong>en</strong> construcciones de vivi<strong>en</strong>das e incluso, de otros tipos<br />
de proyectos. La descomposición de cualquier sistema <strong>en</strong><br />
sus partes compon<strong>en</strong>tes, las interrelaciones <strong>en</strong>tre ellas y el<br />
análisis de la interacción con su <strong>en</strong>torno, son elem<strong>en</strong>tos claves<br />
para proyectos y organizaciones complejas, si se quiere<br />
lograr su superviv<strong>en</strong>cia.<br />
El <strong>en</strong>foque sistémico y holístico de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
permitirá concebirlos <strong>en</strong> toda su diversidad y riqueza de elem<strong>en</strong>tos<br />
y conexiones, de un modo sost<strong>en</strong>ible, un tanto difer<strong>en</strong>te<br />
a la forma tradicional.<br />
Para ello se necesita de un cambio <strong>en</strong> la forma de p<strong>en</strong>sar,<br />
parti<strong>en</strong>do de las sigui<strong>en</strong>tes premisas:<br />
• Cada elem<strong>en</strong>to del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to forma parte de<br />
una determinada cantidad de subsistemas y no de uno sólo,<br />
<strong>en</strong> cuanto a su estructura interna y <strong>en</strong> relación con su <strong>en</strong>torno<br />
(macroescala).<br />
• Habrá que definir cuántos y cuáles son los subsistemas<br />
a que pert<strong>en</strong>ece un elem<strong>en</strong>to o actividad y cómo se superpon<strong>en</strong><br />
e interrelacionan para conformar el sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to.<br />
• Crear el marco físico apropiado para que puedan<br />
desarrollarse simultáneam<strong>en</strong>te todos ellos y permitan satisfacer<br />
las necesidades vitales y espirituales de la sociedad: Su<br />
hábitat.<br />
Para definir los indicadores de análisis han sido consideradas<br />
las variables físicas definidas <strong>en</strong> los estudios sobre teorías<br />
y prácticas urbanas con criterios de sost<strong>en</strong>ibilidad, tanto<br />
desde el punto de vista del funcionami<strong>en</strong>to interno, como<br />
257
258<br />
del <strong>en</strong>torno y fuerzas exteriores <strong>en</strong> la conformación de la<br />
estructura urbana. Como resultado de esas valoraciones se<br />
propone considerar las variables que se pres<strong>en</strong>tan a continuación<br />
<strong>en</strong> la figura 3
Ejemplos de indicadores del <strong>en</strong>torno que influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> la<br />
sost<strong>en</strong>ibilidad de un proyecto de inversión de construcción<br />
de vivi<strong>en</strong>das de un as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to humano.<br />
a). VARIABLE ECONOMICA.<br />
• Fu<strong>en</strong>tes de financiami<strong>en</strong>to disponibilidad de recursos.<br />
• Costo de inversión de la propuesta de diseño urbano-arquitectónica.<br />
• Estudio de mercado (demanda de tipologías).<br />
• R<strong>en</strong>tabilidad (ingresos más gastos de mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
y conservación).<br />
• Costo de la tierra.<br />
• b). VARIABLE HISTÓRICO-CULTURAL.<br />
• Valores patrimoniales (contexto natural y construido)<br />
Modos de vida de la<br />
• comunidad tradiciones, costumbres).<br />
• Vínculo del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to con C<strong>en</strong>tro Histórico y<br />
otros as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
• Áreas productivas tradicionales (fuerza de trabajo /<br />
ocupación).<br />
• VARIABLE POLÍTICO – JURÍDICA.<br />
• Participación de los gobiernos, la iniciativa privada<br />
y otras<br />
• Estrategias y planes de desarrollo pres<strong>en</strong>tes y futuros.<br />
• Plan director para el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to urbano de la<br />
zona <strong>en</strong> estudio.<br />
• Indicadores Urbanísticos (Uso del suelo).<br />
• Normas y regulaciones jurídicas de las vivi<strong>en</strong>das. Decretos<br />
y otros.<br />
• De estas variables <strong>en</strong>umeradas, se derivan también<br />
259
260<br />
indicadores que mid<strong>en</strong> calidad y flujos.<br />
• La calidad referida a la calidad de vida de la población<br />
(accesibilidad a la salud, educación, empleo,<br />
vivi<strong>en</strong>da, cultura, etc.) y calidad del medio ambi<strong>en</strong>te<br />
urbano (agua, aire, suelo, biodiversidad, actividades<br />
urbanas, transporte, espacios públicos, <strong>en</strong> resum<strong>en</strong><br />
su hábitat.<br />
• Los flujos incluy<strong>en</strong> análisis del metabolismo de la ciudad,<br />
todos los recursos que se consum<strong>en</strong> y su destino<br />
final, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se mide por el consumo de<br />
recursos naturales no r<strong>en</strong>ovables y el porc<strong>en</strong>taje de<br />
residuos reciclados.<br />
Listar un número de indicadores a utilizar como regla, sería<br />
negar el principio de la viabilidad y singularidad a cada localidad<br />
le corresponderá definir los suyos, <strong>en</strong> dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
de sus características. En la actualidad, y bajo los designios<br />
del proceso de acelerada internacionalización de los diversos<br />
f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os, lo externo no sólo provi<strong>en</strong>e de la región de<br />
la cual forma parte el as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to, sino que puede llegar<br />
desde otras latitudes a través de constructoras y propietarios<br />
multinacionales, de regulaciones económicas por organismos<br />
internacionales, <strong>en</strong>tre otros debido al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la<br />
globalización, lo cual ac<strong>en</strong>túa considerablem<strong>en</strong>te el análisis<br />
de alta complejidad para el sistema.<br />
Estos indicadores ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como elem<strong>en</strong>to común ser<br />
cuantificables cuantitativa y cualitativam<strong>en</strong>te, compr<strong>en</strong>sibles,<br />
comparables <strong>en</strong> el transcurso del tiempo, incluy<strong>en</strong><br />
análisis multidim<strong>en</strong>sionales; además favorec<strong>en</strong> la iniciativa<br />
local, al motivar a los implicados, a ejecutar acciones que le<br />
permitan mejorar los indicadores exist<strong>en</strong>tes.
Recordar que cada uno de estos indicadores/variable,<br />
se analizan para las difer<strong>en</strong>tes fases del ciclo de vida del<br />
as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to.<br />
Configuración interna del sistema programa<br />
de vivi<strong>en</strong>das para as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
humanos sost<strong>en</strong>ibles<br />
Para la determinación de los subsistemas o variables internas<br />
se ha procedido como ejemplo, a configurar el sistema a<br />
partir de las funciones vitales estables y no estables que <strong>en</strong><br />
el mismo se deb<strong>en</strong> desarrollar, como se muestra <strong>en</strong> la figura<br />
4 y a la conformación física, a través de la estructura urbana<br />
del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />
261
262<br />
a. Configuración del sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos<br />
para su sost<strong>en</strong>ibilidad, desde su funcionami<strong>en</strong>to interno. Funciones<br />
vitales estables y no estables.<br />
Figura 4. Subsistemas o variables internas de un programa<br />
de vivi<strong>en</strong>da para alcanzar as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos sost<strong>en</strong>ibles.<br />
b. Configuración del sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos<br />
según la estructura urbana.<br />
Como se puede id<strong>en</strong>tificar <strong>en</strong> el gráfico anterior, el subsistema<br />
resid<strong>en</strong>cial aglutina las vivi<strong>en</strong>das que configurarían<br />
el programa m<strong>en</strong>cionado. En edificaciones de vivi<strong>en</strong>da y<br />
sus áreas aledañas, mediante el procesami<strong>en</strong>to de la información<br />
captada de diversas fu<strong>en</strong>tes (Instituciones gubernam<strong>en</strong>tales<br />
y empresas constructoras de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos,<br />
así como la consulta a directivos y especialistas de la<br />
vivi<strong>en</strong>da y desarrollo urbano, considerados como expertos),<br />
se concluye que por la falta de un <strong>en</strong>foque de sistema, las<br />
principales defici<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el funcionami<strong>en</strong>to de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
por ord<strong>en</strong> de incid<strong>en</strong>cia son las sigui<strong>en</strong>tes:<br />
• Incumplimi<strong>en</strong>tos de especificaciones técnicas <strong>en</strong> la<br />
construcción de las vivi<strong>en</strong>das d<strong>en</strong>tro del subsistema resid<strong>en</strong>cial.<br />
• Falta de estandarización <strong>en</strong> los procedimi<strong>en</strong>tos constructivos<br />
<strong>en</strong> la empresas constructoras responsables de la<br />
ejecución, lo que trae como consecu<strong>en</strong>cia, modificaciones<br />
del alcance del proyecto e incumplimi<strong>en</strong>to de los objetivos<br />
costo, plazo y calidad.<br />
• Impacto ambi<strong>en</strong>tal negativo de las soluciones de saneami<strong>en</strong>to<br />
de las aguas residuales y elevado costo de las<br />
alternativas exist<strong>en</strong>tes para tales fines.<br />
• Fracaso de empresas constructoras al acometer los
proyectos de construcción de vivi<strong>en</strong>das <strong>en</strong> los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
por no disponer de una base metodológica para las estimaciones<br />
de costo y para la preparación de sus ofertas y el<br />
control posterior del presupuesto.<br />
• Defici<strong>en</strong>tes procedimi<strong>en</strong>tos para la obt<strong>en</strong>ción y procesami<strong>en</strong>to<br />
de la información, sobre el avance de los proyectos<br />
de construcción de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos, lo que ocasiona<br />
afectaciones <strong>en</strong> la toma de decisiones oportunas e<br />
incumplimi<strong>en</strong>to de los objetivos costo y plazo.<br />
• Inadecuada concepción de los programas de construcción<br />
de vivi<strong>en</strong>das <strong>en</strong> los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos, al no considerar<br />
determinados compon<strong>en</strong>tes, según la idiosincrasia y cultura<br />
de sus usuarios y la conducción administrativa del capital<br />
humano que conforman las empresas constructoras que<br />
acomet<strong>en</strong> dichos proyectos.<br />
• Se ha observado de forma g<strong>en</strong>eral, <strong>en</strong> la concepción<br />
de los proyectos de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos, aus<strong>en</strong>cia de<br />
<strong>en</strong>foque sistémico y falta de at<strong>en</strong>ción, <strong>en</strong> especial, al subsistema<br />
resid<strong>en</strong>cial, al subsistema técnico funcional y a las<br />
variables culturales, psicoperceptuales y medio ambi<strong>en</strong>tales<br />
Esta situación se considera g<strong>en</strong>eral, y de acuerdo a la<br />
literatura consultada, es común <strong>en</strong> los países del <strong>en</strong>torno latinoamericano.<br />
Conclusiones<br />
• El método g<strong>en</strong>eral y modelo teórico propuesto permit<strong>en</strong><br />
un efectivo y novedoso <strong>en</strong>foque sistémico y holístico<br />
que <strong>en</strong>laza los indicadores condicionantes del <strong>en</strong>torno y<br />
del funcionami<strong>en</strong>to interno de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos,<br />
a difer<strong>en</strong>cia de los <strong>en</strong>foques asistémicos utilizados, con los<br />
que no es posible lograr la sost<strong>en</strong>ibilidad de sus proyectos de<br />
263
264<br />
construcción.<br />
• Para la determinación de los subsistemas o variables<br />
internas se deb<strong>en</strong> establecer los compon<strong>en</strong>tes de la estructura<br />
urbana y proceder a configurar el sistema as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to<br />
humano a partir de las funciones vitales estable y no estable<br />
que <strong>en</strong> el mismo se deb<strong>en</strong> desarrollar.<br />
• Los problemas de funcionami<strong>en</strong>to de los programas<br />
de vivi<strong>en</strong>da de los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos humanos exist<strong>en</strong>tes se deb<strong>en</strong><br />
principalm<strong>en</strong>te, a la falta de at<strong>en</strong>ción al subsistema resid<strong>en</strong>cial,<br />
el Subsistema técnico funcional y a las variables culturales,<br />
psicoperceptuales y medioambi<strong>en</strong>tales del <strong>en</strong>torno.
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265
La conservación<br />
como teoría para la<br />
sust<strong>en</strong>tabilidad del<br />
patrimonio urbano<br />
arquitectónico,<br />
por el Dr. Arq. Moisés<br />
Morales Arizm<strong>en</strong>di<br />
266
La Conservación como Teoría para la Sust<strong>en</strong>tabilidad<br />
del Patrimonio urbano arquitectónico.<br />
Moisés Morales Arizm<strong>en</strong>di.<br />
Profesor Investigador Tiempo Completo BUAP<br />
Doctor <strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> con especialidad <strong>en</strong> Sitios y Monum<strong>en</strong>tos.<br />
Universidad B<strong>en</strong>ito Juárez de Oaxaca.<br />
267
268<br />
1.1. Marco conceptual.<br />
Para el análisis de un objeto arquitectónico d<strong>en</strong>tro de la disciplina<br />
de la conservación, restauración, se debe partir de<br />
considerar un <strong>en</strong>foque interdisciplinario, que sólo se puede<br />
lograr si se aplica una conceptuación epistémico-constructivista,<br />
como única posibilidad de poder superar los <strong>en</strong>foques<br />
reduccionistas y unilaterales que son demostrados <strong>en</strong> las<br />
condiciones de desarrollo de las sociedades modernas, que<br />
nos muestra: “la necesidad de buscar conceptuaciones<br />
que integr<strong>en</strong> la multiplicidad de procesos que concurr<strong>en</strong> a<br />
determinar los complejos problemas urbanos arquitectónicos<br />
contemporáneos”. (Habermas Jurg<strong>en</strong>, 1987).<br />
Es primordial manejar esta conceptuación epistémico-constructivista<br />
para que nuestros procesos c<strong>en</strong>trales de<br />
la investigación que son: la id<strong>en</strong>tidad y la conservación,<br />
puedan ser analizadas como un modo de apropiación de<br />
lo real que se da <strong>en</strong> cada individuo, por medio de las articulaciones,<br />
como el marco de la vida cotidiana, la internalización<br />
de refer<strong>en</strong>tes que constituy<strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>cia individual y<br />
que no es otra cosa que la cond<strong>en</strong>sación de la conci<strong>en</strong>cia<br />
social.<br />
Por esto al iniciar nuestro proceso de análisis t<strong>en</strong>emos la<br />
necesidad de ubicarnos d<strong>en</strong>tro de nuestro contexto social,<br />
sin olvidar que <strong>en</strong> él se sintetizan todos los refer<strong>en</strong>tes históricos,<br />
sociales, culturales, políticos, económicos, etc.; que le<br />
dan una expresión espacial concreta <strong>en</strong> un tiempo pres<strong>en</strong>te,<br />
ya que como lo dice Francisco Covarrubias: “La conci<strong>en</strong>cia<br />
ci<strong>en</strong>tífica como cond<strong>en</strong>sación individual lleva fundidos<br />
<strong>en</strong> su constructo de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to los intereses, valores, voliciones<br />
y proyectos exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los discursos ideológicos
correspondi<strong>en</strong>tes a grupos y clases sociales exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la<br />
formación social, <strong>en</strong>tre los cuales domina uno de los grupos,<br />
la clase dominante y es aceptada por los grupos subalternos”.<br />
(Cobarruvias Francisco, 1992).<br />
Considerar que: “La difer<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>erada por un progresivo<br />
distanciami<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre los expertos que revisan las<br />
tradiciones aún persist<strong>en</strong>tes y los grupos sociales que han<br />
g<strong>en</strong>erado que las soluciones de los<br />
primeros no correspondan a resolver<br />
las necesidades de los segundos y<br />
con esto las prácticas cotidianas que<br />
experim<strong>en</strong>tan un proceso de empobrecimi<strong>en</strong>to<br />
creci<strong>en</strong>te”, (Covarrubias<br />
Francisco,1992). Situación que se observa<br />
<strong>en</strong> las ciudades modernas como<br />
un todo social fragm<strong>en</strong>tado y sólo articulado<br />
por relaciones particulares <strong>en</strong><br />
cada caso y por eso, <strong>en</strong> una totalidad<br />
así fragm<strong>en</strong>tada, sólo privan las sobre<br />
determinaciones económicas y políticas<br />
que impon<strong>en</strong> su propia lógica, por lo que es necesario<br />
considerar: “<strong>en</strong> el caso de la problemática urbano arquitectónica,<br />
los esfuerzos de una integración disciplinaria que<br />
se llev<strong>en</strong> a cabo desde la perspectiva de otras ramas del<br />
conocimi<strong>en</strong>to como pued<strong>en</strong> ser: la economía, la política,<br />
la sociología; para que al incorporar estas variables no se<br />
caiga <strong>en</strong> un análisis urbano con un <strong>en</strong>foque reduccionista y<br />
se t<strong>en</strong>ga una compr<strong>en</strong>sión de la realidad urbana como un<br />
hecho social complejo”. (López Rangel, 1992).<br />
D<strong>en</strong>tro de la teoría de los sistemas se ha realizado un <strong>en</strong>-<br />
269
270<br />
foque crítico que no sólo rescata la noción de la realidad social<br />
como totalidad <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to y autog<strong>en</strong>eración, sino<br />
como totalidad compleja que es articulación y síntesis de un<br />
conjunto de procesos sociales que constituy<strong>en</strong> la realidad<br />
objetiva como tal.<br />
1.2. Los sistemas como<br />
herrami<strong>en</strong>ta metodológica.<br />
Tomando como base la epistemología constructivista, se ha<br />
desarrollado un andamiaje teórico-metodológico de carácter<br />
interdisciplinario a través de los sistemas; esta teoría<br />
considera al conocimi<strong>en</strong>to como un proceso de construcción<br />
realizado por la interacción del sujeto y el objeto donde<br />
todo conocimi<strong>en</strong>to implica una construcción a partir de<br />
experi<strong>en</strong>cias previas y simultáneas a la apertura de nuevos<br />
conocimi<strong>en</strong>tos.<br />
Sigui<strong>en</strong>do a Von Bertalanffy se puede decir que la teoría<br />
g<strong>en</strong>eral de los sistemas no es más que una ext<strong>en</strong>sión orgánica<br />
de la ci<strong>en</strong>cia donde se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta a los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os como<br />
conjunto de objetos y sucesos dinámicam<strong>en</strong>te interrelacionados<br />
con niveles difer<strong>en</strong>tes y permiti<strong>en</strong>do que los difer<strong>en</strong>tes<br />
f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os conserv<strong>en</strong> su autonomía y su sujeción a leyes<br />
específicas; como dice Ackoff: “que plantea a los sistemas<br />
como <strong>en</strong>tidades más que como conglomerados de partes,<br />
relacionando la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de romper con el aislami<strong>en</strong>to de<br />
los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os <strong>en</strong> contextos reducidos y por lo mismo a <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse<br />
a un análisis más abierto de las interacciones y el<br />
estudio de porciones cada vez más amplias”.<br />
Rudner señala “un conjunto de requisitos a cumplir para<br />
procurar una explicación funcional de cualquier rasgo cultural,<br />
que <strong>en</strong> este caso hablaríamos de la id<strong>en</strong>tidad como
asgo cultural consolidada y expandida a través de la recreación:<br />
a) especificar y describir exactam<strong>en</strong>te de qué<br />
rasgo cultural se trata, b) definir al rasgo cultural como sistema,<br />
c) demostrar que este sistema ti<strong>en</strong>e un conjunto de<br />
compon<strong>en</strong>tes (subsistemas), d) que el rasgo cultural que<br />
estudiamos bajo un <strong>en</strong>foque sistémico no se puede explicar<br />
por la relación <strong>en</strong>tre sus partes compon<strong>en</strong>tes, sino sobre<br />
todo, a partir de la relación con su medio ambi<strong>en</strong>te que son<br />
los otros sistemas que lo determinan como tal, e) especificar<br />
con exactitud qué constituiría el conjunto de estados para el<br />
sistema total, f) producir un cuerpo de teoría bi<strong>en</strong> articulado<br />
que relacione todos los subsistemas, los sistemas y las relaciones<br />
que los constituy<strong>en</strong>, así como la función social que<br />
cumpl<strong>en</strong>”.<br />
Para Rolando García, “los sistemas complejos consist<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> el conjunto de elem<strong>en</strong>tos más relevantes que concurr<strong>en</strong><br />
a determinar una situación previam<strong>en</strong>te problematizada (el<br />
problema), con sus factores constitutivos, sus interrelaciones<br />
y sus interacciones con la realidad exterior”.<br />
Por otra parte, el estudio de un sistema, donde esté <strong>en</strong><br />
juego el funcionami<strong>en</strong>to de la totalidad del sistema sólo<br />
puede ser obra de un equipo con marcos epistémicos, conceptuales<br />
y metodológicos compartidos. Este cambio del<br />
punto de partida ti<strong>en</strong>e implicaciones importantes: las características<br />
de los sistemas no sólo establec<strong>en</strong> la necesidad de<br />
estudiarlos con una metodología adecuada, de carácter<br />
interdisciplinario, sino que determinan, <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida,<br />
cuáles son las condiciones que debe reunir dicha metodología.<br />
“En este contexto, metodología adecuada significa<br />
que debe servir como instrum<strong>en</strong>to de análisis de los procesos<br />
271
272<br />
que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lugar <strong>en</strong> un sistema complejo y que explican su<br />
comportami<strong>en</strong>to y evolución como totalidad organizada”.<br />
(García Rolando, 1986).<br />
Los sistemas se comportan como totalidades compuestas<br />
de subsistemas. Sigui<strong>en</strong>do una terminología que hemos<br />
utilizado <strong>en</strong> otros trabajos, llamaremos funcionami<strong>en</strong>to del<br />
sistema al conjunto de actividades del (sistema) como un<br />
todo, y función a la contribución de cada elem<strong>en</strong>to o subsistema<br />
al funcionami<strong>en</strong>to del sistema. Debe notarse, sin<br />
embargo, que ambas expresiones son relativas: lo que llamamos<br />
sistema total, <strong>en</strong> un contexto dado del análisis, es<br />
también un subsistema de sistemas más amplios, d<strong>en</strong>tro de<br />
los cuales puede desempeñar una o más funciones.<br />
La decisión de empr<strong>en</strong>der el estudio de un cierto sistema<br />
complejo, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, provi<strong>en</strong>e del reconocimi<strong>en</strong>to de<br />
situaciones o f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lugar <strong>en</strong> esa localización<br />
geográfica y que han g<strong>en</strong>erado o están g<strong>en</strong>erados por<br />
procesos de deterioro <strong>en</strong> el medio físico, y <strong>en</strong> el medio social.<br />
Estas situaciones, f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os, procesos, constituy<strong>en</strong> la<br />
realidad que es objeto de estudio.<br />
Cuando un investigador o un equipo de investigadores<br />
<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta la necesidad de llevar a cabo ese estudio, <strong>en</strong> ningún<br />
caso se ve <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia de un sistema ya dado que<br />
no hay más que observar y analizar. Una parte fundam<strong>en</strong>tal<br />
del esfuerzo de investigación es la construcción del sistema,<br />
como recorte más o m<strong>en</strong>os arbitrario de una realidad que<br />
no se pres<strong>en</strong>ta con límites, ni definiciones precisas.<br />
Esta construcción del sistema (como objeto de estudio)<br />
no es otra cosa que la construcción de sucesivos modelos<br />
que repres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> la realidad que se quiere estudiar. Es un
proceso laborioso de aproximaciones sucesivas hasta que<br />
arribamos a una definición satisfactoria del sistema como<br />
modelo de la realidad que se está estudiando capaz de dar<br />
cu<strong>en</strong>ta de los hechos observados que se están estudiando.<br />
Por lo tanto el eje que articula este capítulo para dar a<br />
conocer las difer<strong>en</strong>tes posturas teóricas d<strong>en</strong>tro de la disciplina<br />
de la conservación-restauración es poder considerar que<br />
nuestro análisis estará basado <strong>en</strong> tres categorías: 1) tiempo<br />
organizado como secu<strong>en</strong>cia (transcurso-proceso histórico);<br />
2) tiempo organizado como radio de acción (espacio-territorio);<br />
3) tiempo organizado con rapidez de cambio (int<strong>en</strong>sidad).<br />
El patrimonio edificado y su conservación-restauración<br />
nos muestran un proceso de id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong>tre lo sociocultural<br />
y lo simbólico. Este proceso hace que la categoría de la<br />
id<strong>en</strong>tidad sea imprescindible para poderlo explicar.<br />
Como un anteced<strong>en</strong>te para poder empezar a conceptuar<br />
este proceso nos podemos referir a Aristóteles que <strong>en</strong><br />
su Metafísica expone su doctrina sobre la sustancia que él<br />
califica como: el estudio del ser <strong>en</strong> cuanto a ser y <strong>en</strong> su tratado<br />
dice: “ Resulta evid<strong>en</strong>te que la id<strong>en</strong>tidad es una especie<br />
de unidad, o bi<strong>en</strong> de uno tomado como muchos por ejemplo<br />
cuando se dice que una cosa es idéntica a sí misma, ya<br />
que la misma cosa se toma como si fueran dos”. (Samarach,<br />
1973).<br />
También hace difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre distintas id<strong>en</strong>tidades, la<br />
accid<strong>en</strong>tal y la es<strong>en</strong>cial donde además de explicar que el<br />
concepto opuesto es el de la heterog<strong>en</strong>eidad y<strong>en</strong> éste último<br />
también <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra una id<strong>en</strong>tidad: “difer<strong>en</strong>tes se llaman<br />
las cosas heterogéneas que con todo son idénticas bajo al-<br />
273
274<br />
gún punto de vista, con tal que ésta id<strong>en</strong>tidad no sea del<br />
ord<strong>en</strong> del número sino del ord<strong>en</strong> de la especie, del género o<br />
de la analogía.” (Samarach, 1973)<br />
Por lo que define al género como aquello por lo cual<br />
dos cosas que difier<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre sí, son con todo idénticas <strong>en</strong><br />
es<strong>en</strong>cia; el color negro o blanco del hombre no conlleva<br />
difer<strong>en</strong>cia específica; y no hay difer<strong>en</strong>cia específica alguna<br />
<strong>en</strong>tre el hombre blanco ó negro, aunque a cada uno de<br />
ellos se les dé un nombre distinto.<br />
Con esto parece evid<strong>en</strong>te que Aristóteles, al discutir el<br />
concepto de id<strong>en</strong>tidad no perdió de vista los problemas<br />
planteados por la variedad de los seres humanos; donde el<br />
modo de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar la id<strong>en</strong>tidad no como singularidad pura,<br />
sino a través de “ese la misma cosa se toman como si fueran<br />
dos” (Samarach,1973).<br />
Donde el <strong>en</strong>foque unitario de la id<strong>en</strong>tidad, da un claro<br />
fundam<strong>en</strong>to de las distinciones bajo algún punto de vista,<br />
además de que la definición de los conceptos de opuesto,<br />
contrario y análogo es complem<strong>en</strong>to para definir el concepto<br />
de idéntico. Por esto toda cultura ti<strong>en</strong>e su descripción<br />
favorita de la distinción humana, no sólo nombramos lo que<br />
somos sino lo que procuramos ser; esto nos permite ver el<br />
uno del otro, confundir lo que somos con lo que aspiramos<br />
ser y esto se traduce <strong>en</strong> una regla práctica: nunca somos ya<br />
lo que debiéramos ser.<br />
Desde el punto de vista filológico la palabra id<strong>en</strong>tidad<br />
vi<strong>en</strong>e del latín id<strong>en</strong>titas, carácter de lo que es lo mismo. Calidad<br />
de lo que no ti<strong>en</strong>e difer<strong>en</strong>cias ni variantes, lo que es<br />
igual, lo mismo. La filosofía tradicional define el principio de<br />
id<strong>en</strong>tidad como lo que es, es, y lo que no es, no es.
La ley o principio de id<strong>en</strong>tidad ti<strong>en</strong>e dos acepciones:<br />
como valor lógico o como valor ontológico. En el primer<br />
caso, se trata de id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong>tre conceptos o proposiciones<br />
y las condiciones que han de cumplir para que se dé esta<br />
relación; <strong>en</strong> el segundo caso postula que cada ser es igual<br />
a sí mismo. El principio de id<strong>en</strong>tidad, que afirma la sustantividad<br />
de las cosas, fue puesto <strong>en</strong> duda a partir del idealismo<br />
alemán y por la lógica simbólica.<br />
La connotación psicológica del concepto de id<strong>en</strong>tidad<br />
se fundam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el ser uno mismo; ser lo que se dice ser. El<br />
concepto de la propia id<strong>en</strong>tidad se pierde o altera <strong>en</strong> algunas<br />
<strong>en</strong>fermedades m<strong>en</strong>tales, por ejemplo como <strong>en</strong> la esquizofr<strong>en</strong>ia.<br />
Implica una conci<strong>en</strong>cia de la perman<strong>en</strong>cia del yo <strong>en</strong><br />
situaciones difer<strong>en</strong>tes y <strong>en</strong> el transcurso del tiempo-reconocimi<strong>en</strong>to<br />
de que mi yo, que participó <strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos y lugares<br />
distintos a los actuales, es sin embargo igual, el mismo yo del<br />
pres<strong>en</strong>te.<br />
Mi<strong>en</strong>tras que la id<strong>en</strong>tificación es el proceso mediante<br />
el cual un individuo o grupo social asimila las características<br />
o atributos de otra persona u otro grupo social y las hace<br />
suyas. En psicología social y psicoanálisis la id<strong>en</strong>tificación se<br />
le define como mecanismo de def<strong>en</strong>sa o proceso psíquico<br />
inconsci<strong>en</strong>te que consiste <strong>en</strong> la asimilación por parte de un<br />
sujeto de los atributos o características de otra persona con<br />
la que le une un vínculo afectivo. El sujeto se conduce así<br />
como si fuese esa persona; se transforma, <strong>en</strong> mayor o m<strong>en</strong>or<br />
medida, acercándose al modelo que le brinda esa persona.<br />
La id<strong>en</strong>tificación se relaciona con los procesos conocidos<br />
g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te como imitación y contagio m<strong>en</strong>tal y consti-<br />
275
276<br />
tuye el mecanismo básico mediante el cual se configura la<br />
personalidad vía el apr<strong>en</strong>dizaje social.<br />
La id<strong>en</strong>tificación social es el proceso de asimilación por<br />
parte de un grupo social, de los modos de actuar, opiniones,<br />
actitudes, de otro grupo social considerado como modelo.<br />
El conjunto de procesos de id<strong>en</strong>tificación que viv<strong>en</strong> las personas<br />
que integran una unidad espacial como es el barrio<br />
los lleva a id<strong>en</strong>tificarse como grupo social.<br />
En nuestra cultura <strong>en</strong>tre las definiciones preferidas se ha<br />
contado el Yo, el Ego, la persona, el alma; esto se traduce<br />
<strong>en</strong> una descripción favorita: La id<strong>en</strong>tidad pero ¿qué es<br />
ésta?.Trataremos de <strong>en</strong>riquecer esta pregunta con conceptos<br />
de p<strong>en</strong>sadores que además de Aristóteles han contribuido<br />
a definir este proceso.<br />
La idea de Id<strong>en</strong>tidad para Pern Warr<strong>en</strong> <strong>en</strong> 1965 se origina<br />
“<strong>en</strong> la lógica de A=A, esto es una afirmación de id<strong>en</strong>tidad<br />
al mismo tiempo que de difer<strong>en</strong>cia, ya que un objeto<br />
es lo mismo que todos los objetos que son como él y es difer<strong>en</strong>te<br />
de todos los objetos que no son como él; <strong>en</strong> el ámbito<br />
social esta lógica cambia ya que se habla de una id<strong>en</strong>tidad<br />
<strong>en</strong> la difer<strong>en</strong>cia, donde los actores sociales que son iguales<br />
con respecto a un criterio de id<strong>en</strong>tidad pued<strong>en</strong> diferir con<br />
respecto a otro criterio de id<strong>en</strong>tidad por lo que se deduce<br />
que la id<strong>en</strong>tidad es muy social pero no muy sociable”.<br />
¿Quién eres?, hasta cuando sabe uno la respuesta, no<br />
es una pregunta fácil “queremos ser una cosa, pero ya no<br />
esta cosa o de nuevo aquella otra”; tememos no ser nada<br />
y fantaseamos con serlo todo, pero no advertimos que todo<br />
es una versión agitada de nada por esto la id<strong>en</strong>tidad: Impone<br />
una disciplina es la <strong>en</strong>emiga del Yo proteico.
Afirma Robert Jay Lifton: “él yo proteico es él yo promiscuo,<br />
él yo suave y somero, él yo que asume el punto de vista<br />
del consumidor como ideal de vida, él yo al cual aterra el<br />
sil<strong>en</strong>cio, el estrés; <strong>en</strong> el postmodernismo creando esta analogía<br />
con Proteo, al que se le recuerda como escurridizo, ya<br />
que t<strong>en</strong>ía su objetivo al transformarse <strong>en</strong> león o serpi<strong>en</strong>te ó<br />
jabalí y árbol, pero no era el cultivo de su personalidad ya<br />
que asumía sus formas para no contestar las preguntas de<br />
M<strong>en</strong>elao, la id<strong>en</strong>tidad como proceso está dispuesta a contestar<br />
éstas”.<br />
Toda her<strong>en</strong>cia es un accid<strong>en</strong>te, tal es la id<strong>en</strong>tidad religiosa,<br />
sexual o étnica, sustituye un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de conting<strong>en</strong>cia<br />
por uno de necesidad; imparte un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de lo<br />
interior que nos es impartido desde el exterior y este es vasto:<br />
el país al cual pert<strong>en</strong>ecemos, la ciudad donde nací, el barrio<br />
donde hago mi cotidianidad, mi familia <strong>en</strong> la que hago<br />
mi yo individual, todo es exterior y d<strong>en</strong>tro sólo está el cuerpo<br />
y el alma.<br />
Desde el principio reconocemos la influ<strong>en</strong>cia del exterior<br />
aunque no del modo como reconocemos nuestro yo<br />
interior, por esto t<strong>en</strong>emos que traer la influ<strong>en</strong>cia de ese exterior<br />
de afuera hacia ad<strong>en</strong>tro creando la id<strong>en</strong>tidad a la que<br />
pert<strong>en</strong>ecemos ya que ésta vive de hechos: eres hijo de esta<br />
familia, de este barrio, de ésta ciudad, de éste país, de ésta<br />
fe, de esta parroquia. Pero hay un hecho al cual la id<strong>en</strong>tidad<br />
no ati<strong>en</strong>de y es el hecho de la individuación: no eres<br />
nadie y nadie más que tú.<br />
Es importante poder difer<strong>en</strong>ciar <strong>en</strong>tre justificarse e id<strong>en</strong>tificarse,<br />
ya que el señuelo de la id<strong>en</strong>tidad es proponer unir<br />
las partes de una vida y querer transformarlos <strong>en</strong> una uni-<br />
277
278<br />
dad, esto es una vida sumada y para Erikson” la vida así<br />
totalizada es de seguro la más cómoda ya que sólo es un<br />
experim<strong>en</strong>to de bi<strong>en</strong>estar psicológico sin id<strong>en</strong>tidad, ya que<br />
ésta se inicia donde confluye la utilidad de la id<strong>en</strong>tificación<br />
múltiple y ésta no concluye jamás”.<br />
Conceptuar la id<strong>en</strong>tidad para nuestro propósito de investigación<br />
es sumam<strong>en</strong>te complejo, pero consideramos<br />
que es necesario para poder llegar a una propuesta lo más<br />
posible correcta, por lo que seguiremos refiriéndonos a otros<br />
autores para su mejor compr<strong>en</strong>sión.<br />
Para Habermas: el nivel universal del yo, corresponde<br />
con la autoconci<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>eralizada y permite al individuo<br />
referirse así mismo al <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> comunicación con otro, de<br />
tal manera que ambos puedan conocerse y reconocerse<br />
recíprocam<strong>en</strong>te como yo, a esta autoconci<strong>en</strong>cia es lo que<br />
d<strong>en</strong>omina espíritu que posee la objetividad de los hábitos<br />
de la vida y de las normas sociales. “Él yo como id<strong>en</strong>tidad<br />
universal y particular sólo puede ser compr<strong>en</strong>dido a partir<br />
de la unidad de un espíritu que <strong>en</strong>globe la id<strong>en</strong>tidad del yo<br />
como otro que no es idéntico con él mismo; por lo que podemos<br />
decir que la id<strong>en</strong>tidad es el espíritu de comunicación<br />
de 10 individuos singulares <strong>en</strong> un medio universal”.<br />
Por lo cual la unidad simbólica de la persona que se ha<br />
g<strong>en</strong>erado y mant<strong>en</strong>ido por una auto id<strong>en</strong>tificación, se va a<br />
basar <strong>en</strong> la pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a la realidad simbólica de un grupo<br />
que g<strong>en</strong>erará una realidad grupal que debe abarcar individualidades<br />
y esto será la condición fundam<strong>en</strong>tal que determinará<br />
la id<strong>en</strong>tidad que se va a ver expresada <strong>en</strong> formas<br />
espaciales urbano arquitectónicas d<strong>en</strong>tro de un territorio,<br />
con características muy propias.
En contrapunto de la id<strong>en</strong>tidad racional equívoca que<br />
se ha desarrollado <strong>en</strong> las sociedades modernas, donde un<br />
Estado constitucional que se forma de un modo clasista o<br />
estam<strong>en</strong>tal con una unidad social irrealizable ya que no está<br />
compr<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> su formación la expresión de los intereses<br />
de la mayoría y al no cont<strong>en</strong>erlos, empiezan a originarse formas<br />
de gobierno alternativas con posibilidades d<strong>en</strong>tro de<br />
una unidad territorial pequeña como lo es: la parroquia.<br />
Ya que los síntomas modernos que se han llevado a<br />
cabo <strong>en</strong> nuestra ciudad a través de una planificación urbana<br />
reduccionista o funcionalista han originado la desintegración<br />
de la sociedad civil y la separación <strong>en</strong>tre ésta y el<br />
Estado.<br />
Así sólo el concepto de id<strong>en</strong>tidad del yo que asegure<br />
libertad e individualización puede brindar una ori<strong>en</strong>tación<br />
<strong>en</strong> los procesos de formación de los individuos de un grupo<br />
social concreto. Por esto para poder compr<strong>en</strong>der más<br />
el concepto de id<strong>en</strong>tidad retomaremos lo que Habermas<br />
dice y analiza de otros autores que abordan el concepto<br />
“Durkheim aportara a Mead una definición de id<strong>en</strong>tidad<br />
con la forma de un cons<strong>en</strong>so normativo que se construye<br />
<strong>en</strong> la semántica de lo sagrado: la conci<strong>en</strong>cia religiosa, que<br />
garantiza la id<strong>en</strong>tidad, la g<strong>en</strong>era y manti<strong>en</strong>e a través de lo<br />
ritual. Mead aportaría a Durkheim la explicación de la ramificación<br />
del sistema de instituciones sociales que defin<strong>en</strong><br />
la id<strong>en</strong>tidad de los individuos <strong>en</strong> relación con la id<strong>en</strong>tidad<br />
del grupo al que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong>, donde la unidad del colectivo<br />
constituye el punto de refer<strong>en</strong>cia de la comunidad”.<br />
En ambos casos se concibe a la sociedad desde la perspectiva<br />
de los actores sociales que participan <strong>en</strong> ella como<br />
279
280<br />
unidad de la vida a través de la acción comunicativa. A<br />
juicio de Habermas “el control social que sirve para integrar<br />
al individuo y sus acciones <strong>en</strong> el proceso social organizado<br />
de experi<strong>en</strong>cia y conducta <strong>en</strong> el que está involucrado sirve<br />
para integrar al individuo a la autoridad moral del otro g<strong>en</strong>eralizado,<br />
donde la organización sociales auto conci<strong>en</strong>te<br />
y su proceso de desarrollo va a dep<strong>en</strong>der de la actitud del<br />
grupo y ésta va a ser distinta a la del individuo aislado”.<br />
Por último, es necesario considerar la relación <strong>en</strong>tre<br />
ideología, id<strong>en</strong>tidad y cultura como tres elem<strong>en</strong>tos básicos<br />
para la compr<strong>en</strong>sión de la reproducción cultural de un grupo<br />
social, como lo es el de la parroquia.<br />
No podemos definir los tres términos por separado, al<br />
contrario consideramos que los tres conceptos deb<strong>en</strong> explicarse<br />
de manera interrelacionada, de tal forma que la compr<strong>en</strong>sión<br />
de uno determine necesariam<strong>en</strong>te a los otros dos.<br />
En esta perspectiva toda definición de cultura ti<strong>en</strong>e implícita<br />
una concepción de id<strong>en</strong>tidad y de ideología.<br />
El concepto de cultura requiere, <strong>en</strong>tonces, de concreción<br />
para que sea útil a la investigación social. Para ello es<br />
necesario dar una definición más puntual del término, por lo<br />
que retomaremos la definición planteada por García Canclini:<br />
“la producción de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os que constituy<strong>en</strong>, mediante<br />
la repres<strong>en</strong>tación o reelaboración simbólica de las estructuras<br />
materiales, a compr<strong>en</strong>der, reproducir o transformar el<br />
sistema social, es decir, todas las prácticas e instituciones dedicadas<br />
a la administración, r<strong>en</strong>ovación y reestructuración<br />
del s<strong>en</strong>tido”.<br />
La anterior conceptuación nos es útil por partida doble:<br />
<strong>en</strong> primer lugar, porque acota el concepto de cultura a la
producción, reproducción y transformación de s<strong>en</strong>tido, es<br />
decir, de significado; y <strong>en</strong> segundo lugar, porque permite<br />
establecer un pu<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los conceptos de cultura, id<strong>en</strong>tidad<br />
e ideología.<br />
Si compr<strong>en</strong>demos a la id<strong>en</strong>tidad social básicam<strong>en</strong>te<br />
como una construcción material <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido social, es decir,<br />
como una construcción simbólica, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido amplio del<br />
término, cultura es, por así decirlo el cuerpo de la id<strong>en</strong>tidad.<br />
Así, cuando se le da concreción al concepto de cultura,<br />
se habla necesariam<strong>en</strong>te de id<strong>en</strong>tidad: somos <strong>en</strong> razón de<br />
nuestra historia y nuestras prácticas, así como de nuestros<br />
productos, pero especialm<strong>en</strong>te del s<strong>en</strong>tido colectivo que<br />
éstos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> para el grupo.<br />
En términos de André Gre<strong>en</strong> el concepto de id<strong>en</strong>tidad<br />
agrupa varias ideas: 1) la perman<strong>en</strong>cia, 2) la exist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />
estado separado (la distinción fr<strong>en</strong>te al otro) y 3) la relación<br />
de semejanza absoluta <strong>en</strong>tre dos elem<strong>en</strong>tos. Estos tres elem<strong>en</strong>tos<br />
son solidarios <strong>en</strong>tre sí: “constancia, unidad, reconocimi<strong>en</strong>to<br />
de lo mismo. Juntos defin<strong>en</strong> los postulados de la<br />
conci<strong>en</strong>cia filosófica y constituy<strong>en</strong> las condiciones de su calidad<br />
de conocimi<strong>en</strong>to tanto de sí como del mundo y agrega<br />
que ser, ser uno, reconocer el uno solidariam<strong>en</strong>te el suelo<br />
de su actividad”.<br />
En otras palabras, el concepto de id<strong>en</strong>tidad agrupa diversas<br />
experi<strong>en</strong>cias como la relativa a la conservación o reproducción<br />
(que garantiza la perman<strong>en</strong>cia); la refer<strong>en</strong>te a<br />
la difer<strong>en</strong>ciación y la que podemos señalar como id<strong>en</strong>tificación.<br />
La id<strong>en</strong>tidad aborda al mismo tiempo el ámbito de lo<br />
público y de lo privado, de lo único y de lo comunitario, de<br />
lo personal y lo social, pero se conforma siempre <strong>en</strong> relación<br />
281
282<br />
con otras id<strong>en</strong>tidades.<br />
Esta perspectiva implica que la id<strong>en</strong>tidad no puede ser<br />
analizada como una es<strong>en</strong>cia, estática, inmodificable, como<br />
una fotografía. Por el contrario, sólo puede compr<strong>en</strong>derse<br />
<strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que es vista como un conjunto de relaciones<br />
cambiantes <strong>en</strong> donde lo individual y lo social son inseparables,<br />
<strong>en</strong> las que la id<strong>en</strong>tidad ti<strong>en</strong>e un sustrato material.<br />
Ahora bi<strong>en</strong>, es necesario subrayar que <strong>en</strong> una sociedad<br />
compleja este proceso de reproducción cultural se realiza<br />
desde lugares difer<strong>en</strong>ciables (proceso de distinción), <strong>en</strong> la<br />
parroquia, <strong>en</strong> la ciudad, <strong>en</strong> los ámbitos económico, político,<br />
étnico y social, lo cual produce diversas id<strong>en</strong>tidades. En este<br />
marco, ideología e id<strong>en</strong>tidad son conceptos íntimam<strong>en</strong>te<br />
relacionados <strong>en</strong>tre sí, al grado de que la conceptualización<br />
del primero determina la compr<strong>en</strong>sión del segundo. El ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />
cultural -<strong>en</strong> su acepción particular- es también<br />
ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to ideológico y ambos ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>tos se expresan<br />
<strong>en</strong> el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to territorial.<br />
La ideología, como f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o universal, es la <strong>en</strong>cargada<br />
de preservar la id<strong>en</strong>tidad. Sin ideología no hay id<strong>en</strong>tidad,<br />
es decir, que reproducir una id<strong>en</strong>tidad particular implica<br />
t<strong>en</strong>er “un lugar” desde donde apropiarse y ord<strong>en</strong>ar la experi<strong>en</strong>cia<br />
vivida. Este espacio ord<strong>en</strong>ador que funge como<br />
instrum<strong>en</strong>to necesario, que tamiza las experi<strong>en</strong>cias colectivas<br />
e individuales es lo que nosotros llamamos ideología. La<br />
ideología es una dim<strong>en</strong>sión de la cultura.<br />
En síntesis, podemos plantear que la id<strong>en</strong>tidad es un<br />
proceso de id<strong>en</strong>tificaciones históricam<strong>en</strong>te apropiadas que<br />
le confier<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido a un grupo social y le dan estructura<br />
significativa para asumirse como unidad d<strong>en</strong>tro de un terri-
torio determinado; y <strong>en</strong> nuestro análisis serán las difer<strong>en</strong>tes<br />
propuestas teóricas sobre la conservación, restauración que<br />
m<strong>en</strong>cionaremos.<br />
Es <strong>en</strong> el marco de la vida cotidiana donde se establec<strong>en</strong><br />
el conjunto de relaciones sociales que van nucleando<br />
la id<strong>en</strong>tidad sobre el patrimonio edificado, donde la vida<br />
cotidiana que como dice. Heller “es el conjunto de actividades<br />
que caracterizan la reproducción de los hombres particulares,<br />
los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción<br />
social” ( A. Heller, 1972: 39- 75). En efecto, es desde<br />
la vida cotidiana que el hombre particular vive promin<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
lo social, ya su vez la vida cotidiana es reproducción<br />
del sistema social (económico, jurídico, cultural, simbólico)<br />
concreto <strong>en</strong> que vive. Reproducida y reproductora de lo social<br />
los hábitos, valores, l<strong>en</strong>guaje, normas de comportami<strong>en</strong>to,<br />
percepción del tiempo transmitidos y reproducidos <strong>en</strong> el<br />
interior de la vida cotidiana de los hombres y de las mujeres<br />
tamizan la concepción que ellos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de sí mismos y de su<br />
<strong>en</strong>torno.<br />
Por otra parte, los difer<strong>en</strong>tes procesos culturales que van<br />
configurando la id<strong>en</strong>tidad cultural hasta llegar a id<strong>en</strong>tificar<br />
con el concepto de cultura popular, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido como<br />
dice Antonio Gramsci “la cultura popular debería ser estudiada<br />
como concepción del mundo y de la vida, implícita<br />
<strong>en</strong> gran medida, de determinados estratos (determinados<br />
<strong>en</strong> el tiempo y <strong>en</strong> el espacio) de la sociedad, <strong>en</strong> contraposición<br />
con las concepciones del mundo oficial es <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido<br />
más amplio, de las partes cultas de las sociedades históricam<strong>en</strong>te<br />
determinadas que se han sucedido <strong>en</strong> el desarrollo<br />
histórico. Concepción del mundo no sólo no elaborada y<br />
283
284<br />
asistemática porque el pueblo (o sea, el conjunto de las clases<br />
subalternas e instrum<strong>en</strong>tales de toda forma de sociedad<br />
que ha existido hasta ahora) no puede, por definición, t<strong>en</strong>er<br />
concepciones elaboradas, sistemáticas y políticam<strong>en</strong>te organizadas<br />
“.<br />
Definición de la cultura popular como una visión del<br />
mundo capaz de subsumir otras concepciones del mundo<br />
(inm<strong>en</strong>sa capacidad sincrética) que incluso correspond<strong>en</strong><br />
a formaciones sociales anteriores y superadas; cultura asistemática<br />
y sin capacidad orgánica, al no poseer a difer<strong>en</strong>cia<br />
de la cultura de los sectores hegemónicos una concepción<br />
del mundo, unos productores especializados, unos portadores<br />
sociales preemin<strong>en</strong>tes, una capacidad integrativa, una<br />
dinámica de conflictos, una organización de la cultura se<br />
defin<strong>en</strong> por su oposición a la cultura hegemónica. Al igual<br />
la cultura de los barrios se define por oposición a la cultura<br />
oficial.<br />
Debemos primeram<strong>en</strong>te <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la parte fundam<strong>en</strong>tal<br />
que determina un territorio es el hombre, que produce<br />
con su ing<strong>en</strong>io aquello que agrupado <strong>en</strong> un acervo<br />
se va trasmiti<strong>en</strong>do a las g<strong>en</strong>eraciones futuras, formando un<br />
patrimonio común que es clave para distinguir a un grupo<br />
social de cualquier otro ya que: Proteger estas expresiones<br />
es cuidar los testimonios de su id<strong>en</strong>tidad, por lo que:<br />
1. La afirmación de la id<strong>en</strong>tidad cultural contribuye a la<br />
liberación de los pueblos. Por el contrario, cualquier forma<br />
de dominación, niega o deteriora dicha id<strong>en</strong>tidad.<br />
2.La id<strong>en</strong>tidad cultural es una riqueza que dinamiza las<br />
posibilidades de realización de la especie humana, al movilizar<br />
a cada pueblo y a cada grupo a nutrirse de su pasado y
acoger los aportes externos compatibles con su idiosincrasia<br />
y continuar así el proceso de su propia creación.<br />
Por esto debemos recalcar que un grupo social tanto<br />
como un individuo necesitan la conci<strong>en</strong>cia de su propia<br />
id<strong>en</strong>tidad y que para ambos ésta se fundam<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> las dos<br />
percepciones que define Erickson: “a) la percepción de la<br />
igualdad a sí mismo y la continuidad de la propia exist<strong>en</strong>cia<br />
<strong>en</strong> el tiempo y <strong>en</strong> el espacio; b) la percepción del hecho de<br />
que los demás reconoc<strong>en</strong> dicha igualdad así mismo y dicha<br />
continuidad”.<br />
Por eso para un grupo social la captación consci<strong>en</strong>te<br />
de la continuidad cultural desde el pasado hacia el pres<strong>en</strong>te,<br />
es el factor más importante del s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de id<strong>en</strong>tidad,<br />
para poder evaluar el pasado, para compr<strong>en</strong>der el pres<strong>en</strong>te<br />
y planear el futuro, transformando la sociedad.<br />
Debemos por lo tanto considerar que la id<strong>en</strong>tidad cultural<br />
es una riqueza que dinamiza las posibilidades de realización<br />
de la especie humana, al movilizar a cada pueblo y<br />
cada grupo a nutrirse de su pasado y acoger aportes externos<br />
compatibles con su idiosincrasia y continuar así el proceso<br />
de su propia creación.<br />
A partir de esto la pluralidad de elem<strong>en</strong>tos que se integran<br />
a una cultura para formar su individualidad, donde el<br />
problema reside <strong>en</strong> la percepción consci<strong>en</strong>te de la capacidad<br />
y libertad de selección; ya que ninguna cultura podría<br />
desarrollarse normalm<strong>en</strong>te si estuviera aislada de la influ<strong>en</strong>cia<br />
externa.<br />
Es importante este análisis, ya que la id<strong>en</strong>tidad cultural<br />
parece plantearse como uno de los principios motores de<br />
la historia, esa id<strong>en</strong>tidad que es un factor de síntesis viva y<br />
285
286<br />
original recom<strong>en</strong>zada; de este modo repres<strong>en</strong>ta cada vez<br />
más la condición misma del progreso de los individuos, los<br />
grupos, las naciones, pues es ella qui<strong>en</strong> anima y sosti<strong>en</strong>e la<br />
voluntad colectiva, suscita la movilización de los recursos interiores<br />
para la acción y transforma el cambio necesario <strong>en</strong><br />
una aceptación creadora.<br />
Donde los recuerdos colectivos y el quehacer cotidiano<br />
se van arraigando hasta formar un mundo que reconoce sus<br />
propias leyes y manera de ser y son igualm<strong>en</strong>te importantes<br />
para la delimitación de un estilo de vida característico de<br />
sus habitantes y de su patrimonio urbano-arquitectónico.<br />
Existe un conjunto muy abigarrado de imág<strong>en</strong>es de relación<br />
que permit<strong>en</strong> establecer claram<strong>en</strong>te una distinción del<br />
patrimonio de un lugar con respecto a otro, nuclear una<br />
id<strong>en</strong>tidad fr<strong>en</strong>te a la relación con los otros. Los monum<strong>en</strong>tos,<br />
la arquitectura, cada trazo, cada calle se erige <strong>en</strong> signo de<br />
la id<strong>en</strong>tidad y <strong>en</strong> esquema relacional y de contraste fr<strong>en</strong>te a<br />
otras expresiones. Todas estas imág<strong>en</strong>es de relación operan<br />
al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> dos s<strong>en</strong>tidos: parec<strong>en</strong> ser un ejercicio de distribución<br />
de valor y de difer<strong>en</strong>ciación, al fin y cabo. Dan la<br />
delimitación de un mundo configurado por un conjunto de<br />
atributos de su población y un conjunto de atractivos turísticos<br />
de su geografía y sobre la base de él se ori<strong>en</strong>ta.<br />
El primer s<strong>en</strong>tido es ininteligible sin el segundo. G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />
se ha ac<strong>en</strong>tuado la función de difer<strong>en</strong>ciación y<br />
distanciami<strong>en</strong>to que compete a los textos socio céntricos,<br />
pero esta función no es sino una cara o perspectiva de un<br />
complejo funcional que es al mismo tiempo <strong>en</strong>globante y<br />
difer<strong>en</strong>ciador.<br />
Por otra parte, es importante considerar la simbolización
como el proceso de cómo las cosas y los espacios devi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
relevantes para la experi<strong>en</strong>cia humana, a través de la<br />
interacción facilitada por el uso del elem<strong>en</strong>to o espacio por<br />
parte del individuo o grupo. Nos estamos refiri<strong>en</strong>do al simbolismo<br />
a posteriori, es decir, a aquellos espacios y cosas que<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un papel activo <strong>en</strong> el mundo refer<strong>en</strong>cial de una colectividad,<br />
surgido del significado socialm<strong>en</strong>te adquirido a<br />
través del tiempo y el uso de los usuarios (Pol, E. y Valera, S.,<br />
1995). De manera que un elem<strong>en</strong>to o espacio puede ser estructural<br />
o estéticam<strong>en</strong>te insignificante pero muy relevante<br />
para un grupo específico de la población. En cambio, nos<br />
referimos a simbolismo a priori, sigui<strong>en</strong>do a los mismos autores,<br />
cuando una estructura social institucionalizada, promueve<br />
o propone la creación int<strong>en</strong>cional de significado, es<br />
decir, un significado prefijado, o algún cambio de emplazami<strong>en</strong>to<br />
o de esc<strong>en</strong>a, <strong>en</strong> estos casos se está llevando a cabo<br />
un acto de poder.<br />
Desde la perspectiva del interaccionismo simbólico<br />
todo objeto, y según Blumer (1969) también puede tratarse<br />
igual a los espacios, adquiere su naturaleza ontológica<br />
a partir de los significados conferidos por los grupos, incluso<br />
por cada individuo. Por otro lado, se ha reconocido y contemplado<br />
la gran importancia que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los mecanismos<br />
de apropiación espacial y de los elem<strong>en</strong>tos que configuran<br />
éste (Pol, E., 1994), ya que es través de ellos que los individuos<br />
son capaces de crear o captar los significados simbolizados<br />
<strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos o espacios e interaccionar con los mismos,<br />
llegando a incorporarlos a su propia id<strong>en</strong>tidad (Valera, S. y<br />
Pol, E., 1994).<br />
Desde la antropología y la psicología social ha habido<br />
287
288<br />
una amplia producción teórica respecto al tema de la id<strong>en</strong>tidad<br />
social, pero <strong>en</strong> este caso nos c<strong>en</strong>traremos <strong>en</strong> el papel<br />
de los <strong>en</strong>tornos ambi<strong>en</strong>tales y <strong>en</strong>tornos físicos, y cómo éstos<br />
juegan un papel importante <strong>en</strong> la configuración de la id<strong>en</strong>tidad<br />
del individuo.<br />
Bajo esta perspectiva, la id<strong>en</strong>tidad social es el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to<br />
de afiliación o pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a determinadas categorías<br />
como grupos sociales, étnicos, categorías socio profesionales,<br />
grupos religiosos, con los cuales los individuos se<br />
id<strong>en</strong>tifican g<strong>en</strong>erando atribuciones internas y externas que<br />
define los cont<strong>en</strong>idos de esa id<strong>en</strong>tidad. Ésta formaría parte<br />
del auto concepto de un individuo y se derivaría del conocimi<strong>en</strong>to<br />
de su pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a un grupo o grupos sociales, juntam<strong>en</strong>te<br />
con el significado valorativo y emocional asociado<br />
a esta pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia. (Tajfel, 1981).<br />
Determinados espacios t<strong>en</strong>drán la propiedad de convertirse<br />
<strong>en</strong> espacios simbólicos urbanos. Dos de las características<br />
necesarias para que un espacio sea simbólico son:<br />
que t<strong>en</strong>ga imag<strong>en</strong> ambi<strong>en</strong>tal o facilidad para evocar una<br />
imag<strong>en</strong> clara y coher<strong>en</strong>te, si<strong>en</strong>do las partes de la imag<strong>en</strong><br />
fácilm<strong>en</strong>te reconocibles (Lynch, 1960); e inmaginibilidad social<br />
o características del conjunto de significados socialm<strong>en</strong>te<br />
creados y atribuidos al espacio.<br />
Los conceptos de id<strong>en</strong>tidad social urbana y de espacio<br />
simbólico se relacionan gracias al proceso de apropiación<br />
de espacio que realiza el individuo, debido a que este proceso<br />
es fundam<strong>en</strong>tal para que sea de la id<strong>en</strong>tificación. Este<br />
concepto quedaría definido como un proceso dinámico de<br />
interacción de los individuos con su medio externo, mediante<br />
el cual el grupo carga de significado a un espacio y lo
integra como elem<strong>en</strong>to repres<strong>en</strong>tativo de una id<strong>en</strong>tidad social<br />
urbana.<br />
La idea del espacio como un producto social, se debe<br />
principalm<strong>en</strong>te a que los significados vinculados a un espacio<br />
simbólico son fruto de la interacción <strong>en</strong>tre los grupos y el<br />
ambi<strong>en</strong>te. Nos referimos a una concepción social no perman<strong>en</strong>te,<br />
que a veces varía con el tiempo y con la evolución<br />
del grupo. Sin embargo, la apropiación del espacio simbólico<br />
es tan fuerte, que aunque el espacio desaparezca o se<br />
transforme su significado sigue mant<strong>en</strong>iéndose o se traslada<br />
a otros espacios.<br />
1.3. Las teorías de la restauración y los<br />
supuestos básicos.<br />
La palabra restauración etimológicam<strong>en</strong>te hablando procede<br />
del latín restauratio, onis, restauración. Acción y efecto<br />
de restaurar. Reparación, reposición, recobro, restablecimi<strong>en</strong>to<br />
de una cosa.<br />
La restauración ti<strong>en</strong>de a rescatar un bi<strong>en</strong> a través de<br />
la recuperación del mismo por medio de una serie de interv<strong>en</strong>ciones<br />
técnico-ci<strong>en</strong>tíficas que permitan devolverle al<br />
mismo la integridad perdida. Su puesta <strong>en</strong> práctica se realiza<br />
recurri<strong>en</strong>do a distintas operaciones, cada una de las cuales<br />
ti<strong>en</strong>e sus particulares características, pero ninguna es, ni<br />
deberá ser tomada <strong>en</strong> forma indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de los criterios<br />
g<strong>en</strong>erales de la restauración que se adopt<strong>en</strong> y de las cuales<br />
aquéllos se despr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>. (Carta de Salta, a precisiones introductorias).<br />
Esta integridad perdida que la restauración rescata, recupera,<br />
reconstruye sólo es posible <strong>en</strong>tre otras cosas recuperando<br />
los contextos de emerg<strong>en</strong>cia del bi<strong>en</strong> cultural.<br />
289
290<br />
En los casos <strong>en</strong> que la restauración aparezca indisp<strong>en</strong>sable<br />
después de degradaciones o destrucciones, recomi<strong>en</strong>da<br />
respetar la obra histórica y artística del pasado, sin<br />
m<strong>en</strong>ospreciar el estilo de ninguna época. (Carta de At<strong>en</strong>as).<br />
Sea cual fuere la degradación o las causas que hagan<br />
necesaria una interv<strong>en</strong>ción conservativa –por ejemplo problemas<br />
estructurales debidos a un sismo-, la obra <strong>en</strong> su doble<br />
polaridad histórico-artística, y todo lo que ellas implican,<br />
es el objeto primero a considerar <strong>en</strong> todos los pasos previos,<br />
durante y luego de los trabajos que se realic<strong>en</strong>.<br />
La conservación y restauración de los monum<strong>en</strong>tos<br />
constituye una disciplina que reclama la colaboración de<br />
todas las ci<strong>en</strong>cias y con todas las técnicas que pued<strong>en</strong> contribuir<br />
al estudio y a la protección del patrimonio monum<strong>en</strong>tal.<br />
(Carta de V<strong>en</strong>ecia).<br />
La conservación y restauración al t<strong>en</strong>er como uno de<br />
sus objetivos fundam<strong>en</strong>tales rescatar la memoria histórica<br />
cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> un monum<strong>en</strong>to convierte a éste <strong>en</strong> un bi<strong>en</strong><br />
cultural de la humanidad, pero para poder cumplir con<br />
todo el programa de restauración arquitectónica, ti<strong>en</strong>e la<br />
conservación y la restauración que asirse de todo el conocimi<strong>en</strong>to<br />
de las demás ci<strong>en</strong>cias, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, la multidisciplinariedad,<br />
la interdisciplinariedad es una exig<strong>en</strong>cia para<br />
reconstruir la id<strong>en</strong>tidad del monum<strong>en</strong>to, tanto cuanto, el<br />
monum<strong>en</strong>to conti<strong>en</strong>e un conjunto de significados refer<strong>en</strong>ciales<br />
arquitectónicos, arqueológicos, históricos, artísticos,<br />
etc., que es prácticam<strong>en</strong>te imposibles conocer desde una<br />
sola ci<strong>en</strong>cia esta multiplicidad de significados que un monum<strong>en</strong>to<br />
posee.<br />
En <strong>Arquitectura</strong>, la noción de restauración hace refer<strong>en</strong>-
cia al verbo restaurar, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido artístico, y según la Real<br />
Academia Española, significa reparar una pintura, escultura,<br />
etc., del deterioro que ha sufrido. Ext<strong>en</strong>dido el concepto<br />
a la <strong>Arquitectura</strong>, restaurar es volver a construir <strong>en</strong> un edificio<br />
antiguo las partes arruinadas o a punto de arruinarse,<br />
<strong>en</strong> el mismo estilo original. El problema, así concebido, no<br />
fue planteado con anterioridad al segundo tercio del siglo<br />
XIX, <strong>en</strong> el cual, el profundo estudio de los estilos antiguos<br />
y medievales permitió a los arquitectos contemporáneos<br />
adueñarse relativam<strong>en</strong>te del espíritu y técnica de los antiguos.<br />
Pero d<strong>en</strong>tro de esa relatividad, aquel conocimi<strong>en</strong>to<br />
retrospectivo abrió a la arquitectura un camino nunca, <strong>en</strong> lo<br />
antiguo, practicado. Porque <strong>en</strong> todas las épocas anteriores<br />
a la nuestra, cuando un edificio necesitaba reparaciones o<br />
aditam<strong>en</strong>tos, se hacían <strong>en</strong> el estilo imperante a la sazón, y<br />
así, por ejemplo, el viejo templo del Sol, <strong>en</strong> Balbek, fue restaurado<br />
por los romanos <strong>en</strong> el estilo del Imperio; la Cámara<br />
Santa de Oviedo, <strong>en</strong> el siglo XII, <strong>en</strong> el románico; los pilares<br />
del crucero de la catedral de Burgos, <strong>en</strong> el siglo XVI, <strong>en</strong> el<br />
plateresco, y la fachada de la Pamplona, <strong>en</strong> el XVIII, <strong>en</strong> el<br />
neoclásico. Y, sin embargo la idea de la restauración , <strong>en</strong> el<br />
concepto moderno, parece flotar, informe <strong>en</strong> muchos períodos<br />
de la antigüedad, de los que pued<strong>en</strong> citarse las pret<strong>en</strong>siones<br />
arqueológicas de los Tolomeos, <strong>en</strong> los monum<strong>en</strong>tos<br />
egipcios; el arcaísmo de Adriano, <strong>en</strong> la <strong>en</strong> la imitación de<br />
las más viejas estatuas griegas; las aspiraciones constructivas<br />
sicut Toleto fuerat del humilde Rey asturiano Alfonso el Casto<br />
y, <strong>en</strong> tiempos más cercanos, y de un modo más determinado<br />
y claro, la restauración a la romana de una parte del<br />
acueducto de Segovia, hecha <strong>en</strong> el siglo XV por el monje<br />
291
292<br />
Escobedo; las reparaciones ejecutadas por los Reyes Católicos<br />
<strong>en</strong> la Alambra, valiéndose de artífices moriscos tan hábiles<br />
, que difícilm<strong>en</strong>te se distingue lo hecho <strong>en</strong>tonces, de lo<br />
antiguo. El segundo patio del palacio de la G<strong>en</strong>eralidad de<br />
Barcelona, levantado al finalizar el siglo XVI <strong>en</strong> estilo gótico,<br />
para imitar al primero; las catedrales de Gerona, Granada,<br />
Tortosa y otras, cerrando los últimos tramos de sus naves, <strong>en</strong><br />
pl<strong>en</strong>os siglos XVII y XVIII, con bóvedas de crucería; la substitución,<br />
<strong>en</strong> la tribuna del Erecteo de At<strong>en</strong>as, de la cariátide<br />
substraída, por otra copia de ella, y muchísimos otros casos.<br />
Más, volvi<strong>en</strong>do a lo antes expuesto, ello es que las restauraciones<br />
arquitectónicas, tal como el concepto dicho<br />
<strong>en</strong>traña, aparec<strong>en</strong> como una manifestación de la época<br />
moderna. Fue <strong>en</strong> Francia, y <strong>en</strong> 1835, cuando Vitet, nombrado<br />
inspector de monum<strong>en</strong>tos históricos, s<strong>en</strong>tó las primeras<br />
teorías sobre las restauraciones, aunque <strong>en</strong> un terr<strong>en</strong>o meram<strong>en</strong>te<br />
doctrinal. Al insigne arquitecto Viollet le Duc cabe la<br />
gloria y la responsabilidad de haberlas llevado a la práctica<br />
y a la aplicación, dogmatizando sobre la materia <strong>en</strong> su famoso<br />
Diccionario y <strong>en</strong> los Entret<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>tos de la <strong>Arquitectura</strong><br />
y practicándolo <strong>en</strong> varios monum<strong>en</strong>tos franceses (Nuestra<br />
Señora de París, el castillo de Pierrefond, la ciudadela<br />
de Carcasota, San Saturnino de Tolouse, etc.). Después la<br />
escuela se ext<strong>en</strong>dió por toda Europa, al calor de la literatura<br />
romántica, que tanto exaltó las catedrales y los castillos<br />
de la Edad Media, y fueron numerosos los monum<strong>en</strong>tos medievales<br />
que, <strong>en</strong> todos los países, vieron sus pilares, naves y<br />
torres restauradas según las nuevas teorías. Se llevaron más<br />
allá de lo prud<strong>en</strong>te <strong>en</strong> muchos casos, y esto, <strong>en</strong>contró, ciertas<br />
dificultades de aplicación con que se tropezó al tratar
de aplicarlas a los edificios de la antigüedad y la misma ext<strong>en</strong>sión<br />
de los estudios de la Arqueología especulativa, fueron<br />
causas que originaron un movimi<strong>en</strong>to antirrestaurador,<br />
que fundó su escuela respectiva y de la cual salieron otras<br />
semiescuelas. La lucha <strong>en</strong>tre todas fue y es <strong>en</strong>carnizada.<br />
La escuela restauradora:<br />
principio y fundam<strong>en</strong>to<br />
La escuela restauradora, parte de la idea de que los monum<strong>en</strong>tos<br />
arquitectónicos son obras de arte de elevado valor<br />
y además, son tipos repres<strong>en</strong>tativos de estados históricos<br />
y sociales. Es, por tanto, de alto interés para la humanidad<br />
el poseerlos íntegros, o sea, tal como fueron concebidos y<br />
ejecutados. Más como por la ley de caducidad de todas<br />
las cosas, han llegado a nosotros <strong>en</strong> estado de deterioro y<br />
hasta de ruina, se hace precisa su restauración para conservarlos<br />
<strong>en</strong> su integridad. Esta restauración es posible, conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te,<br />
necesaria y no puede inducir al error. Es posible,<br />
porque la arquitectura no es un arte de ejecución personal,<br />
como la Pintura; lo que vale <strong>en</strong> ella es el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, no la<br />
ejecución. Aquél subsiste <strong>en</strong> toda restauración bi<strong>en</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida,<br />
ésta es cosa material, perfectam<strong>en</strong>te reproducible <strong>en</strong><br />
todo mom<strong>en</strong>to. Por lo que, una restauración s<strong>en</strong>sata, no es<br />
una falsificación, puesto que, al reproducir lo destruido, se<br />
vuelve por la aut<strong>en</strong>ticidad de la concepción del autor, que<br />
es lo que vale.<br />
La restauración es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, porque con ella se conserva<br />
el monum<strong>en</strong>to <strong>en</strong> su unidad, que es base de belleza<br />
<strong>en</strong> <strong>Arquitectura</strong> y se respeta la idea del autor, que así lo concibió.<br />
Es necesaria, porque con ello se consigue la utilidad,<br />
que es también base de la belleza Arquitectónica y se hace<br />
293
294<br />
per<strong>en</strong>ne el edificio <strong>en</strong> su integridad material y espiritual. Ciertam<strong>en</strong>te<br />
que esta perman<strong>en</strong>cia se obt<strong>en</strong>dría lo mismo rehaci<strong>en</strong>do<br />
los elem<strong>en</strong>tos ruinosos por otros ejecutados <strong>en</strong> el<br />
estilo actual, como se ha hecho <strong>en</strong> otras épocas. Pero, <strong>en</strong><br />
primer lugar, esto no ha sido ley g<strong>en</strong>eral; <strong>en</strong> segundo, ello<br />
produce evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te una desarmonía, y siempre contribuirá<br />
más a la belleza del edificio lo que mejor se av<strong>en</strong>ga<br />
con su estilo g<strong>en</strong>eral, que lo que le repugne; <strong>en</strong> tercero, debemos<br />
p<strong>en</strong>sar que el autor del monum<strong>en</strong>to, si pudiera verlo,<br />
protestaría de tal interpolación, que tan <strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te<br />
desvirtuaba su concepción, y <strong>en</strong> último lugar, ha de confesarse<br />
que nosotros, los modernos, no poseemos aún un estilo<br />
propio y bello, característico de nuestra época. En fin,<br />
la restauración no puede inducir a error a los arqueólogos<br />
pres<strong>en</strong>tes y futuros, si el restaurador ti<strong>en</strong>e la conci<strong>en</strong>cia no<br />
de disimular su obra, sino, al contrario, de marcarla con signos<br />
indelebles. Y aún por concedidos, por posibles todos los<br />
errores <strong>en</strong> que puede incurrirse <strong>en</strong> una restauración, con ello<br />
se habrá conseguido la vida del monum<strong>en</strong>to, como organismo<br />
vivo y útil, objeto capital; pues contra lo que opinan los<br />
arqueólogos especulativos, los edificios son algo más que un<br />
dato para los estudios meram<strong>en</strong>te teóricos de la Arqueología.<br />
Inútil parecerá decir que los principales sost<strong>en</strong>edores de<br />
esta escuela son los arquitectos, aunque no faltan críticos y<br />
artistas partidarios de ella.<br />
La escuela antirrestauradora:<br />
principio y fundam<strong>en</strong>to<br />
Profesan los arqueólogos <strong>en</strong> la escuela antirrestauradora,<br />
para qui<strong>en</strong>es, como ya queda indicado, los monum<strong>en</strong>tos<br />
arquitectónicos son, ante todo, docum<strong>en</strong>tos históricos, que
hay que mant<strong>en</strong>er libres de toda alteración, como testigos<br />
de los tiempos pretéritos. La teoría parece cristalizar o<br />
sintetizarse <strong>en</strong> dos frases célebres: “no t<strong>en</strong>emos derecho a<br />
tocar los monum<strong>en</strong>tos del pasado, porque no nos pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong>”<br />
(Ruskin), “Restaurar es una manera de destruir”(Viollet<br />
Le Duc). Esta escuela razona la praxis de la restauración de<br />
este modo: Por muy grandes que sean nuestros conocimi<strong>en</strong>tos<br />
de las arquitecturas pasadas, hoy no p<strong>en</strong>samos ni s<strong>en</strong>timos<br />
como <strong>en</strong> sus épocas, por lo que nuestras restauraciones<br />
son personales y malas necesariam<strong>en</strong>te, e induc<strong>en</strong> a <strong>en</strong>gaño<br />
sobre el pasado. Aunque fues<strong>en</strong> perfectas, quitarían al<br />
monum<strong>en</strong>to su aut<strong>en</strong>ticidad: serán falsificaciones, sin valor<br />
alguno histórico ni poético. Las restauraciones por su ideario<br />
unitario y armónico, demuel<strong>en</strong> las partes de los edificios que<br />
los hombres de los distintos tiempos hicieron <strong>en</strong> los estilos respectivos,<br />
con lo cual se destruy<strong>en</strong> los jalones de las historia.<br />
Son, pues, ideas capitales de la escuela, estas tres: 1) rechazar<br />
toda interpolación moderna <strong>en</strong> los monum<strong>en</strong>tos, 2) respetar<br />
todos los elem<strong>en</strong>tos y estilos que, <strong>en</strong> distintos tiempos,<br />
han hecho los hombres y 3) respetar igualm<strong>en</strong>te todos los<br />
deterioros, injurias y alteraciones que el tiempo y los hombres<br />
han producido. Se pi<strong>en</strong>sa que el edificio, al fin y al cabo, no<br />
ha de desaparecer totalm<strong>en</strong>te, la primera conclusión es de<br />
hecho demasiado absoluta: Conservar no restaurar.<br />
La escuela conservadora:<br />
principio y fundam<strong>en</strong>to<br />
La escuela conservadora, parte de la idea de que no se hubieran<br />
producido las prácticas restauradoras, si lo edificios<br />
desde un principio hubieran sido conservados, reparando<br />
inmediatam<strong>en</strong>te los pequeños desperfectos que el tiempo<br />
295
296<br />
y las causas naturales produjeron. Mas como esto no se hizo,<br />
por ello llegaron al estado de ruina parcial, hay que cont<strong>en</strong>erla<br />
para que no llegue a ser total. Esa cont<strong>en</strong>ción ha<br />
de hacerse conservando el edificio, no restaurándolo; consolidándolo,<br />
pero sin sustituir ni agregar ningún elem<strong>en</strong>to. El<br />
procedimi<strong>en</strong>to se pres<strong>en</strong>ta fácil de compr<strong>en</strong>der y de ejecutar<br />
y, al mismo tiempo, es respetuoso del pasado si aquélla<br />
conservación puede obt<strong>en</strong>erse sin rehacer ningún elem<strong>en</strong>to<br />
es<strong>en</strong>cial. Pero si es necesario construir de nuevo alguna parte<br />
integrante, no habrá de hacerse <strong>en</strong> el estilo propio del monum<strong>en</strong>to,<br />
pues significaría hacer una restauración, sino que<br />
se deb<strong>en</strong> utilizar algunos de estos procedimi<strong>en</strong>tos: a) dándole<br />
la forma puram<strong>en</strong>te mecánica, sin estilo ni arte alguno,<br />
los ejemplos abundan, los pilares y <strong>en</strong>jutas de la galería del<br />
Palacio del Yeso de Sevilla, los contrafuertes laterales de los<br />
arcos del Coliseo de Roma, etc.; b) haciéndolo <strong>en</strong> el estilo<br />
actual, como se practicó <strong>en</strong> todas las épocas: portada gótica<br />
de la Mezquita de Córdoba, remate R<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to de la<br />
Giralda de Sevilla, etc.; c) dar al elem<strong>en</strong>to reconstituido una<br />
silueta o bulto, sin detalle ni estilo, que recuerde el elem<strong>en</strong>to<br />
substituido: capiteles del Arco de Tito, <strong>en</strong> Roma; cornisa de<br />
la tribuna del Erécteo de At<strong>en</strong>as, etc.<br />
La teoría o escuela conservadora llega a través de sus<br />
seguidores y partidarios más confesos a proponer el sigui<strong>en</strong>te<br />
corolario de la conservación: En último caso, y si no hay otro<br />
remedio, debe dejarse arruinar el monum<strong>en</strong>to y conservar,<br />
si es posible, las ruinas y si ni aún eso se puede, conformarse<br />
con su desaparición absoluta. Todo antes que restaurarlo.<br />
De esta convicción epistemológica y metodológica surge<br />
otra escuela de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to.
La escuela de las ruinas:<br />
principio y fundam<strong>en</strong>to<br />
La escuela de las ruinas surge y es sost<strong>en</strong>ida principalm<strong>en</strong>te<br />
por literatos y pintores. La razón fundam<strong>en</strong>tal que sirve de<br />
inspiración a esta escuela de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to es la idea de que<br />
los monum<strong>en</strong>tos arquitectónicos no val<strong>en</strong> por sí mismos, sino<br />
por el <strong>en</strong>canto que el tiempo y la historia han puesto <strong>en</strong><br />
ellos. Tal interpretación de la belleza arquitectónica hay que<br />
buscarla <strong>en</strong> aquélla frase célebre de Ruskin que dice: “Un<br />
edificio no se puede contemplar <strong>en</strong> todo su espl<strong>en</strong>dor, hasta<br />
que no han pasado sobre él cuatro o cinco siglos”. Con<br />
ello se inaugura la estética de las ruinas, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido que la<br />
vejez y, su término fatal, la ruina quedan proclamadas fu<strong>en</strong>tes<br />
únicas de belleza monum<strong>en</strong>tal. Bajo esta concepción el<br />
olvido no existe, es al contrario, una proclama de exist<strong>en</strong>cia.<br />
Ya <strong>en</strong> este camino estético, la escuela exalta la hermosura<br />
de los deterioros, de la pátina y de la yedra y los jaramagos,<br />
que hablan desde lo profundo de sus <strong>en</strong>tidades a todo espíritu<br />
s<strong>en</strong>sible de los siglos y de las g<strong>en</strong>eraciones que por allí<br />
pasaron. Esta obra del tiempo debe respetarse, hasta con<br />
v<strong>en</strong>eración. Y cuando, por ley fatal e ineludible, se haya<br />
producido la ruina total del monum<strong>en</strong>to, t<strong>en</strong>dremos, <strong>en</strong> la<br />
contemplación de aquellos restos, uno de los goces más<br />
elevados que puede experim<strong>en</strong>tar el hombre culto y s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal.<br />
La praxis de la restauración,<br />
la conservación y la<br />
interv<strong>en</strong>ción arquitectónica.<br />
Admitidos g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te los principios de la escuela restauradora,<br />
han sido llevados a la práctica desde la mitad del<br />
297
298<br />
siglo XIX, <strong>en</strong> todos los países europeos, con aplicaciones mas<br />
o m<strong>en</strong>os extremadas y felices. De ellas, y de las teorizaciones<br />
de los especialistas, ha salido un cuerpo de doctrina, mas<br />
como los casos que se pres<strong>en</strong>tan son innúmeros y variadísimos,<br />
no puede aquel cond<strong>en</strong>sarse <strong>en</strong> una serie de reglas<br />
inflexibles, sino que, más bi<strong>en</strong> se expresa <strong>en</strong> soluciones especiales.<br />
A ellas se refier<strong>en</strong> lo que sigue.<br />
Desde luego puede tacharse de excesivam<strong>en</strong>te casuístico,<br />
pero se debe a las razones dichas. Por eso mismo, pres<strong>en</strong>ta<br />
un criterio de aplicación.<br />
Clasificación universal de<br />
los monum<strong>en</strong>tos<br />
Desde luego ha sido admitida universalm<strong>en</strong>te una clasificación<br />
de monum<strong>en</strong>tos, que ti<strong>en</strong>e importancia para ciertas<br />
aplicaciones de restauración. Divídanse <strong>en</strong> vivos y muertos,<br />
según la propuesta de: Schmit <strong>en</strong> su obra “L´ Architecte des<br />
monum<strong>en</strong>ts religieux”, especificada después por Cloquet <strong>en</strong><br />
el estudio “La restauration des monum<strong>en</strong>ts anci<strong>en</strong>t, <strong>en</strong> la Revue<br />
de L´ art Chréti<strong>en</strong>” (1900).<br />
Se consideran como monum<strong>en</strong>tos muertos los que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong><br />
a civilizaciones extinguidas y a usos y costumbres<br />
que no han de volver, como el teatro romano de Merida y<br />
los castillos roqueros medievales, etc. Son monum<strong>en</strong>tos vivos<br />
los pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a civilizaciones persist<strong>en</strong>tes ya a usos<br />
y costumbres que subsist<strong>en</strong>, como las catedrales románicas,<br />
los palacios del r<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to, etc. A los muertos y a los vivos<br />
correspond<strong>en</strong> ciertos principios fundam<strong>en</strong>tales, que nunca<br />
debe olvidar el exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el monum<strong>en</strong>to, indicador de su<br />
pasado, y o parquedad extraordinaria <strong>en</strong> la restauración, no<br />
tocando si no lo que sea de indisp<strong>en</strong>sable y probada nece-
sidad. D<strong>en</strong>tro de estos principios fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong>tran ya<br />
los parciales. Ellos pued<strong>en</strong> referirse a todos y a cada una de<br />
las tres formas que integran la obra arquitectónica, a saber:<br />
dispositiva, estructural y artística.<br />
Monum<strong>en</strong>tos muertos. F<strong>en</strong>ecida, para no volver, su belleza<br />
de utilidad, e inútil, por tanto, su integridad el criterio<br />
restaurador debe ser el de conservarlos <strong>en</strong> el estado que<br />
llegaron a nosotros, como dato histórico y como elem<strong>en</strong>to<br />
de belleza. En la mayoría de los casos esa conservación será<br />
fácil y no exigirá añadir ningún elem<strong>en</strong>to nuevo: como el<br />
rejuntado de las alm<strong>en</strong>as y torretas del castillo de Coca; la<br />
colocación de los sillares caídos del <strong>en</strong>tablam<strong>en</strong>to del Erecteo<br />
de At<strong>en</strong>as; el desescombrado y reposiciones <strong>en</strong> su sitio<br />
de las columnas del teatro romano de Mérida.<br />
En alguna ocasión particular, estas fáciles operaciones<br />
no bastan, y hay que rehacer uno o varios elem<strong>en</strong>tos principales,<br />
y ello coloca el monum<strong>en</strong>to <strong>en</strong> alguno de los casos<br />
de restauración que pres<strong>en</strong>tan los monum<strong>en</strong>tos vivos.<br />
Monum<strong>en</strong>tos vivos.<br />
A ellos se refier<strong>en</strong> casi <strong>en</strong> absoluto las reglas preconizadas<br />
por los restauradores, y especialm<strong>en</strong>te a los de la Edad Media,<br />
que son, por su particular estructura, los más necesitados<br />
de restauración y donde ha habido más casos de aplicación.<br />
Examinemos las principales, y<strong>en</strong>do de lo elem<strong>en</strong>tal<br />
a lo más complejo y apoyándonos con ejemplos tomados<br />
de monum<strong>en</strong>tos españoles principales:<br />
Restauraciones elem<strong>en</strong>tales<br />
1) Restauraciones elem<strong>en</strong>tales. Casi no lo son, y no exig<strong>en</strong><br />
sino esmero y respeto. Tales son el picado de <strong>en</strong>lucidos (capilla<br />
dorada <strong>en</strong> el palacio de Alfonso XI <strong>en</strong> Tordesillas), rejun-<br />
299
300<br />
tando de fábricas (claustro de la Rabida), recalzo de cimi<strong>en</strong>tos<br />
o zocalos (iglesia de San Juan, <strong>en</strong> Baños) y reposición de<br />
las viejas piedras caidas (columnas del teatro de Merida, ya<br />
citadas). No obstante lo elem<strong>en</strong>tal de estas restauraciones,<br />
a ellas llega la <strong>en</strong>emiga de los antirestauradores, de lo que<br />
es ejemplo la última de las citadas que, al ser propuesta por<br />
el restaurador por lo que contribuía a la belleza y a la reconstitución<br />
del aspecto del monum<strong>en</strong>to, <strong>en</strong>contró opositores.<br />
Sustitución de elem<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> la restauración<br />
de un monum<strong>en</strong>to<br />
2) Sustitución de elem<strong>en</strong>tos perfectam<strong>en</strong>te conocidos ruinosos<br />
o desaparecidos por otros idénticos. Es el caso más<br />
corri<strong>en</strong>te y g<strong>en</strong>eral y la obra lícita y fácil por no exigir inv<strong>en</strong>ción<br />
alguna ni ser posible el error (reparación de las tracerías<br />
de los v<strong>en</strong>tanales, <strong>en</strong> el claustro de la catedral de Burgos,<br />
perfectam<strong>en</strong>te conocidas, por haberse conservado las antiguas<br />
<strong>en</strong>tre las mamposterías de los muros nuevos). No obstante,<br />
las bu<strong>en</strong>as prácticas restauradoras aconsejan marcar<br />
las piezas nuevas con una cifra, letra o señal.<br />
3) El elem<strong>en</strong>to a subsistir no es el primitivo, si no uno ya<br />
substituido, <strong>en</strong> estilo distinto al originario del monum<strong>en</strong>to (<br />
como debe hacerse la substitución, reproduci<strong>en</strong>do el que<br />
hay o imitando el supuesto originario). La solucion es de prud<strong>en</strong>cia<br />
o s<strong>en</strong>tido. Si el elem<strong>en</strong>to es s<strong>en</strong>sato estructuralm<strong>en</strong>te<br />
de valía artística y, además, es dato para la historia del monum<strong>en</strong>to,<br />
no cabe duda que la substitución debe hacerse<br />
reproduci<strong>en</strong>do el que hay. Así se arruinas<strong>en</strong> los pilares del<br />
crucero de la catedral de Burgos, que son hermosas y bi<strong>en</strong><br />
p<strong>en</strong>sadas obras platerescas que substituyeron <strong>en</strong> el siglo XVI<br />
a otros pilares góticos del XIII, deberían reproducirse aque-
llos. Si, por el contrario el elem<strong>en</strong>to anacrónico a sustituir es<br />
insignificante como arte o peligroso como estructura, será<br />
prud<strong>en</strong>te volver a lo primitivo. De ejemplo puede servir la<br />
cúpula barroca del crucero de la catedral de León, que<br />
causaba grave daño y que, al restaurarse, ha sido substituida<br />
por una bóveda de crucería, presumidam<strong>en</strong>te igual a<br />
la que hubo. Pero debe marcarse, como <strong>en</strong> ese ejemplo se<br />
hizo. Caso particular del que aquí se examina será aquel <strong>en</strong><br />
el cual el elem<strong>en</strong>to anacrónico no hubiera t<strong>en</strong>ido antecesor<br />
por inconclusión del monum<strong>en</strong>to (cúpula barroca de la<br />
catedral nueva de Salamanca) o por otra causa (puerta romántica<br />
del claustro <strong>en</strong> la catedral de Barcelona). En estos<br />
casos parece obligatoria del elem<strong>en</strong>to anacrónico.<br />
4) Cuando el elem<strong>en</strong>to a restaurar no es desconocido.<br />
El elem<strong>en</strong>to que hay que construir no es desconocido <strong>en</strong> su<br />
primera forma, por no haber existido nunca, o por no haber<br />
perdido su traza. Es caso verdaderam<strong>en</strong>te grave, pues precisa<br />
la inv<strong>en</strong>ción del restaurador. Un ejemplo importante y<br />
elocu<strong>en</strong>te es la torre de los pies de la catedral de Barcelona.<br />
Era conocido el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to del autor de levantarla allí,<br />
pero desconocida su forma. Los arquitectos de los siglos XVI,<br />
XVII y XVIII la hubieran levantado <strong>en</strong> su estilo respectivo. El<br />
del siglo XX, a falta de éste, o por ley de unidad, la ha ejecutado<br />
<strong>en</strong> estilo gótico. Es el criterio verdadero de la escuela<br />
restauradora. Pero, para seguirlo, nunca será bastante impuesta<br />
la obligación, para el restaurador, de at<strong>en</strong>erse al estilo<br />
g<strong>en</strong>eral y al particular (región, monum<strong>en</strong>to, época, autor,<br />
etc.) del monum<strong>en</strong>to. Y siempre dejar consignados los datos<br />
de fecha, y circunstancias de la obra añadida. Aum<strong>en</strong>ta la<br />
gravedad del caso cunado se ha perdido la traza del ele-<br />
301
302<br />
m<strong>en</strong>to que hay que reproducir. Sirva de ejemplo el del primitivo<br />
sistema de iluminación de las naves de la mezquita<br />
de Córdoba: <strong>en</strong> la cre<strong>en</strong>cia, fundam<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> los relatos<br />
de los escritores mahometanos, de que no había otra que<br />
la artificial (de 7,500 lámparas, habla Al-Makari), el restaurador<br />
ha hecho seguida la armadura. Pero, si como otros<br />
arqueólogos supon<strong>en</strong>, hubo de haber elem<strong>en</strong>tos de iluminación<br />
natural, la pérdida absoluta y total de su traza haría de<br />
extremada gravedad el int<strong>en</strong>to de su implantación. Quizá,<br />
la solución <strong>en</strong> estos casos, estará <strong>en</strong> poner elem<strong>en</strong>tos actuales,<br />
que no da lugar a <strong>en</strong>gaños arqueológicos, pero se<br />
romp<strong>en</strong> la unidad y la armonía.<br />
5) Restauración total de un monum<strong>en</strong>to cuyo estilo, historia<br />
y procedimi<strong>en</strong>tos, etc., son pocos conocidos. Entramos<br />
con este caso <strong>en</strong> los casos de restauración de conjunto. El<br />
que ahora consideramos se asemeja mucho al de los monum<strong>en</strong>tos<br />
muertos. En él debe evitarse a toda costa la restauración,<br />
apelando a la conservación, respetando <strong>en</strong> absoluto<br />
todos los datos que aparezcan <strong>en</strong> el edificio, pues ellos<br />
nos dic<strong>en</strong> su historia; acaso la única que podamos saber.<br />
Ejemplo es la pequeña iglesia visigótica de San Juan de Baños<br />
(Pal<strong>en</strong>cia), <strong>en</strong> la que se han conservado los cimi<strong>en</strong>tos<br />
de partes desaparecidas, los arranques de bóvedas que no<br />
exist<strong>en</strong> ya, los malos atados de muros, indicadores de soluciones<br />
de continuidad, etc., sin int<strong>en</strong>tar reconstruir los brazos<br />
del crucero y capillas absidales.<br />
6) La restauración de un monum<strong>en</strong>to conocido: Restauración<br />
total de un monum<strong>en</strong>to del que se conservan pocos<br />
datos y elem<strong>en</strong>tos, pero cuya escuela arquitectónica nos<br />
es conocida. La restauración debe hacerse sobre la base
de los elem<strong>en</strong>tos exist<strong>en</strong>tes y de los datos históricos que se<br />
posean. Lo totalm<strong>en</strong>te desconocido puede construirse inspirándose<br />
<strong>en</strong> los monum<strong>en</strong>tos del mismo tiempo, estilo, destino,<br />
escuela regional, etc. Pero como <strong>en</strong> todo esto <strong>en</strong>tra la<br />
inv<strong>en</strong>ción del restaurador, es indisp<strong>en</strong>sable señalar lo que es<br />
netam<strong>en</strong>te auténtico y lo que no lo es. De todos modos, el<br />
edificio así restaurado no ti<strong>en</strong>e valor arqueológico alguno. El<br />
ejemplo más completo de una de estas obras es <strong>en</strong> España<br />
la iglesia de Ripoll (Barcelona). Se conservan los muros del<br />
perímetro y había descripciones literarias de lo antiguo. Lo<br />
que faltaba se hizo inspirado <strong>en</strong> las obras románicas de la<br />
región pir<strong>en</strong>aica barcelonesa y gerund<strong>en</strong>se, pero claro es,<br />
debe tomarse arqueológicam<strong>en</strong>te con todo tipo de reservas.<br />
7) La restauración de un monum<strong>en</strong>to del que se conserva<br />
la mayor parte y del que se conoc<strong>en</strong>, además, escuela,<br />
historia, etc., de los elem<strong>en</strong>tos que faltan; el caso g<strong>en</strong>eral, se<br />
resuelve aplicando <strong>en</strong> un todo los procedimi<strong>en</strong>tos de la escuela<br />
restauradora. Puede haber, no obstante, las circunstancias<br />
<strong>en</strong>unciadas favorables, alguna parte desconocida<br />
o anacrónica, y <strong>en</strong> ello deb<strong>en</strong> seguirse los criterios ya s<strong>en</strong>tados<br />
para los casos segundo, tercero y cuarto. En España<br />
ha sido ejemplo magno de este tipo de restauraciones la<br />
catedral de León.<br />
8) La restauración de un monum<strong>en</strong>to íntegro pero <strong>en</strong> ruinas:<br />
restauración de un monum<strong>en</strong>to que está íntegro, pero<br />
am<strong>en</strong>azando ruina. Más que una restauración lo que se<br />
debe hacer <strong>en</strong> este caso es una reconstrucción. Ella puede<br />
hacerse sin el m<strong>en</strong>or error, y para ejecutarse debe com<strong>en</strong>zarse<br />
por un estudio, gráfico especialm<strong>en</strong>te, detalladísimo;<br />
303
304<br />
después se hará el desmonte con miras a la utilización de<br />
los mismos materiales desmontados que se hall<strong>en</strong> <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>as<br />
condiciones y luego se procede a la reconstrucción lo más<br />
fielm<strong>en</strong>te posible. En caso de que por deterioro, haya que<br />
poner materiales nuevos, deb<strong>en</strong> interpolarse con otros de<br />
los antiguos como pruebas de la exactitud de la reconstrucción.<br />
9) La restauración de un edificio y la dificultad de agregar<br />
algo nuevo: esto consist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> agregarle un cuerpo<br />
nuevo o parte nueva que no <strong>en</strong>tró <strong>en</strong> el plan primitivo. Si<br />
los monum<strong>en</strong>tos vivos no fues<strong>en</strong> sino reliquias arqueológicas,<br />
este caso debería estar terminantem<strong>en</strong>te proscrito. Pero<br />
como estos monum<strong>en</strong>tos sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>do útiles, y a esta condición<br />
van unidas imprescindibles necesidades, no hay modo<br />
de soslayar el caso. Sobre él, la opinión de los técnicos y<br />
especialistas andan divididas. Los más <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> que por ley<br />
de unidad y de armonía, el agregado debe ejecutarse <strong>en</strong><br />
el estilo primitivo del monum<strong>en</strong>to. Así se hizo <strong>en</strong> la sacristía<br />
de la catedral de París, <strong>en</strong> la escalinata del Museo del Prado<br />
y <strong>en</strong> muchos edificios más. Otra solución, diametralm<strong>en</strong>te<br />
opuesta, es hacer el cuerpo agregado <strong>en</strong> el estilo actual.<br />
Existe otra solución intermedia, pero ecléctica, empleada<br />
<strong>en</strong> algunos monum<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> siglos pasados y que quizá se<br />
pudiera aplicar al pres<strong>en</strong>te, es construir el agregado <strong>en</strong> el<br />
estilo actual, pero dándole una silueta de conjunto que armonice<br />
con el monum<strong>en</strong>to. Es el caso de la linterna del crucero<br />
de la catedral de Burgos, elevada a mediados del siglo<br />
XVI <strong>en</strong> estilo plateresco, pero con silueta gótica.<br />
10) La restauración y la constelación de problemas: al<br />
restaurar totalm<strong>en</strong>te un edificio, ¿qué debe hacerse con las
partes que no son del estilo originario? Por respeto histórico<br />
deb<strong>en</strong> de conservarse, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. En unos casos estas partes<br />
anacrónicas no son verdaderos agregados, sino variantes<br />
producidas por la marcha de los trabajos, y son dignas<br />
de la mayor consideración, pues ellas nos dic<strong>en</strong> mejor que<br />
la historia escrita, la del monum<strong>en</strong>to. En otros casos esas partes<br />
son verdaderos agregados (el remate de la Giralda de<br />
Sevilla, el trascoro de la catedral de León, el palacio de Carlos<br />
V <strong>en</strong> la alhambra de Granada, etc.), y como se ha sost<strong>en</strong>ido<br />
se deb<strong>en</strong> conservar. Pero esta obligación se at<strong>en</strong>úa si<br />
esos agregados son insignificantes.<br />
11) Casos relativos a la estructura originaria de los edificios.<br />
Son <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, de verdadera dificultad. Al restaurar un<br />
edificio podemos <strong>en</strong>contrarnos con una estructura viciosa o<br />
con unos materiales malos. ¿Qué hacer <strong>en</strong> la restauración<br />
<strong>en</strong> este caso? Es cuestión de criterios. El arqueológico pide<br />
la reproducción absoluta de lo antiguo, por defectuoso que<br />
sea. Por el contrario, Viollet le Duc dice que si<strong>en</strong>do la vida<br />
del edificio el fin primordial de la restauración y visto que<br />
aquellos vicios la han puesto <strong>en</strong> peligro, hay que ir directam<strong>en</strong>te<br />
a la modificación de la estructura, empleando <strong>en</strong><br />
lo nuevo medios más <strong>en</strong>érgicos y materiales mejores. Así, al<br />
restaurar el crucero de la catedral de Sevilla, hundida por la<br />
mala construcción de los pilares, se ha mejorado ésta, dándole<br />
una estructura mejor p<strong>en</strong>sada.<br />
12) La restauración y su relación con el destino y el valor<br />
utilitario: casos relativos al destino del edificio. Afectan al<br />
problema de la utilidad del monum<strong>en</strong>to. En los monum<strong>en</strong>tos<br />
muertos, el problema, no se pres<strong>en</strong>ta. En los monum<strong>en</strong>tos<br />
vivos, los casos son frecu<strong>en</strong>tes y variados. Lo s<strong>en</strong>sato es res-<br />
305
306<br />
taurar el monum<strong>en</strong>to para el mismo destino que tuvo; ejemplo<br />
el acueducto de Segovia, el pu<strong>en</strong>te de Alcántara, las<br />
iglesias cristianas, etc. Pero hay casos <strong>en</strong> que el destino ti<strong>en</strong>e<br />
que variar. Hay Tratadistas hay que lo admit<strong>en</strong>, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />
que el mejor modo de conservar un edificio es darle destino,<br />
de lo que es un ejemplo la capilla de Santa Agueda, <strong>en</strong> Barcelona,<br />
utilizada como Museo Arqueológico. En estos casos<br />
¿cómo restaurarlo? La variación de fin utilitario obligaría a<br />
modificaciones de elem<strong>en</strong>tos, seguram<strong>en</strong>te poco respetuosos<br />
con lo primitivo (es el caso de lo hecho últimam<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
la catedral de Burgos, <strong>en</strong> la parte que ocupó el demolido<br />
palacio episcopal). De ello son ineludibles los monum<strong>en</strong>tos<br />
vivos llevan consigo una finalidad utilitaria. Otra teoría sosti<strong>en</strong>e<br />
que cuando un monum<strong>en</strong>to no puede o no debe seguir<br />
sirvi<strong>en</strong>do para su destino primitivo, no debe dársele otro,<br />
pues los monum<strong>en</strong>tos ya cumpl<strong>en</strong> bastante y altam<strong>en</strong>te<br />
con serlo. Otro caso, ciertam<strong>en</strong>te de solución complicada,<br />
es el de la restauración desde el punto de vista utilitario, de<br />
un edificio que ha t<strong>en</strong>ido dos destinos distintos, a los cuales<br />
debió obras importantes. Ejemplo, el Cristo de la Luz de Toledo,<br />
construido para mezquita y convertido luego <strong>en</strong> iglesia<br />
cristiana.<br />
13) La restauración es un dispositivo plural: restauraciones;<br />
la restauración d<strong>en</strong>tro de un complejo abigarrado de<br />
elem<strong>en</strong>tos a restaurar. Sucede frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te que <strong>en</strong> una<br />
parte del edificio a restaurar, hay elem<strong>en</strong>tos escultóricos (estatuas,<br />
bajorrelieves, capiteles historiados, escudos heráldicos,<br />
etc.). Como son de ejecución personal, y, por tanto,<br />
difíciles de reproducir con fidelidad y carácter, deb<strong>en</strong> conservarse,<br />
por deteriorados que estén, aunque la restauración
haya alcanzado a toda la arquitectura que los rodea. Propon<strong>en</strong><br />
algunos patinar con tintes las partes restauradas. Puede<br />
ser procedimi<strong>en</strong>to def<strong>en</strong>dible, con tal que esas partes sean<br />
pequeñas y <strong>en</strong> gracia de una armonía de coloración, pero<br />
nunca lo será si con ello se pret<strong>en</strong>de hacer pasar por viejo lo<br />
que no lo es. Las patinas artificiales <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran fuertes oposiciones<br />
<strong>en</strong> los tratadistas, que dic<strong>en</strong> que los deterioros de las<br />
piedras y su color vetusto son cosas brutalm<strong>en</strong>te allegadas<br />
por el tiempo y que no formaron parte del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to del<br />
autor. Tanto valdría, añad<strong>en</strong>, no limpiar las pinturas antiguas<br />
para conservar <strong>en</strong> ellas, v<strong>en</strong>erablem<strong>en</strong>te, el humo y la suciedad<br />
acumulados por los años <strong>en</strong> su superficie. En los edificios<br />
de la Edad Media hay <strong>en</strong> los sillares signos labrados, conocidos<br />
con el nombre de masónicos. Su valor arqueológico es<br />
importante, cualquiera que sea la teoría que sobre ellos se<br />
acepte.<br />
14) La restauración, el gusto por lo antiguo y su valoración:<br />
del objeto antiguo podemos hacer todo un psicoanálisis,<br />
o una herm<strong>en</strong>eútica que nos permita compr<strong>en</strong>der el<br />
s<strong>en</strong>tido profundo que subyace <strong>en</strong> la relación de los hombres<br />
con el mundo antiguo, de dónde ha surgido esa pasión de<br />
las sociedades modernas por lo antiguo <strong>en</strong> todas sus expresiones.<br />
Es una obsesión de aut<strong>en</strong>ticidad, mística del pasado,<br />
del orig<strong>en</strong>, d<strong>en</strong>sidad simbólica y otros aspectos vividos más<br />
o m<strong>en</strong>os consci<strong>en</strong>tes. Pero lo que queremos indagar es la<br />
función social distintiva, que cumple la relación con lo antiguo,<br />
indisociable <strong>en</strong> todos los niveles de la sustancia psicológica<br />
vivi<strong>en</strong>te de lo antiguo.<br />
El objeto antiguo se inscribe <strong>en</strong> lo barroco cultural e<br />
incluso trasci<strong>en</strong>de como un programa civilizatorio, <strong>en</strong> este<br />
307
308<br />
s<strong>en</strong>tido, <strong>en</strong>tre más antiguo sea un objeto con el cual nos relacionamos<br />
mayor significación otorga a nuestras vidas. Su<br />
valor estético siempre va a ser un valor derivado: <strong>en</strong> él se<br />
borran los estigmas de la producción industrial y las funciones<br />
primarias. Por todas estas razones, el gusto por lo antiguo<br />
es característico del deseo de trasc<strong>en</strong>der la dim<strong>en</strong>sión<br />
del triunfo económico, de consagrar <strong>en</strong> un signo simbólico,<br />
cultural y redundante, un triunfo social o una posición privilegiada.<br />
Lo antiguo es, <strong>en</strong>tre otras cosas, el triunfo social que<br />
se busca una legitimidad, una her<strong>en</strong>cia, una sanción noble.<br />
Será, pues, lo que corresponde a unas clases privilegiadas<br />
a las que importa transmutar su status económico <strong>en</strong> gracia<br />
hereditaria. Pero es igualm<strong>en</strong>te lo propio de capas asalariadas<br />
medias que, por medio de la compra de muebles<br />
rústicos (aunque sean producidos industrialm<strong>en</strong>te), quier<strong>en</strong><br />
consagrar también su status relativo, como promoción absoluta<br />
(respecto de las clases inferiores). Y estará también <strong>en</strong><br />
consonancia con unos sectores marginales –intelectuales y<br />
artistas- <strong>en</strong> los que el gusto por lo antiguo revelará más bi<strong>en</strong><br />
el rechazo (o la afiliación vergonzosa) del status económico<br />
y de la dim<strong>en</strong>sión social, una voluntad de situarse fuera de<br />
clase, poni<strong>en</strong>do a contribución para ello la reserva de los<br />
signos emblemáticos del pasado anterior a la producción<br />
industrial.<br />
Así, carecería de interés comprobar que determinada<br />
clase se alim<strong>en</strong>ta del “estilo de la época”, <strong>en</strong> tanto que<br />
otra del rústico industrial, y otra más del mueble campesino<br />
auténtico del siglo XVIII, para establecer una estratificación<br />
social <strong>en</strong> términos del gusto: esto no reflejaría sino las coacciones<br />
culturales y las leyes del mercado.
Por último la restauración es una operación que va de lo<br />
simple a lo complejo y por ello, ti<strong>en</strong>e un carácter excepcional.Se<br />
deti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que comi<strong>en</strong>za la hipótesis,<br />
más allá todo complem<strong>en</strong>to reconocido como indisp<strong>en</strong>sable,<br />
se destacará de la composición arquitectónica y llevará<br />
el sello de nuestro tiempo (Carta de V<strong>en</strong>ecia, Restauración,<br />
art. 9).<br />
La restauración, la conservación y la interv<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> el<br />
patrimonio edificado como bi<strong>en</strong>es culturales de la humanidad<br />
no sólo ti<strong>en</strong>e un valor de cambio, un valor de uso, sino<br />
también ti<strong>en</strong>e un valor simbólico, éste es valor-signo, el que<br />
permite considerar el complejo de valores con los cuales se<br />
<strong>en</strong>juicia a la restauración, la conservación y la interv<strong>en</strong>ción<br />
arquitectónica <strong>en</strong> sus múltiples dim<strong>en</strong>siones. El criterio de valor<br />
no consiste <strong>en</strong> el agrado o <strong>en</strong> el desagrado, sino <strong>en</strong> reconocer<br />
eso que no es la cosa, que está <strong>en</strong> ella, y que nos<br />
produce impresiones.<br />
Husserl reconoce al valor como formando parte del grupo<br />
ontológico de los objetos no indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, es decir,<br />
que se trata de objetos que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> sí mismos sustantividad,<br />
no son, sino que adhier<strong>en</strong> a otro objeto. Es decir, que no<br />
se puede separar al valor de la cosa que ti<strong>en</strong>e valor, es una<br />
cualidad. El valor es una relación de deseos hacia las cosas,<br />
y por este atributo desiderativo, es que la restauración, conservación<br />
e interv<strong>en</strong>ción arquitectónica es valorada como<br />
una labor trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal, tanto cuanto, hace realidad un<br />
deseo del ser humano: estar vinculado con su cultura, con<br />
su historia, con sus id<strong>en</strong>tidades es<strong>en</strong>ciales. Desde este campo<br />
semántico, ti<strong>en</strong>e s<strong>en</strong>tido, articular las otras nociones de<br />
valor: el valor de la antigüedad, el valor histórico, el valor<br />
309
310<br />
rememorativo int<strong>en</strong>cionado, el valor instrum<strong>en</strong>tal, el valor artístico,<br />
el valor de novedad, el valor id<strong>en</strong>tidatario primordial,<br />
el valor de restaurar los monum<strong>en</strong>tos históricos es algo que<br />
aprecia sumam<strong>en</strong>te la sociedad, porque desde este lugar<br />
antropológico se puede reconstruir como un rompecabezas<br />
nuestras id<strong>en</strong>tidades culturales que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> su arraigo <strong>en</strong> el<br />
complejo civilizatorio.<br />
1.4. Conclusiones.<br />
Podemos concluir <strong>en</strong> este capítulo que forma parte de una<br />
colección de <strong>Temas</strong> Selectos del Cuerpo Académico. Donde<br />
se han abordado difer<strong>en</strong>tes posturas teóricas d<strong>en</strong>tro del<br />
campo de la Conservación, siempre considerando un marco<br />
conceptual Sistémico que nos ayuda a hacer constructos<br />
intelectuales para poder compr<strong>en</strong>der y aplicar las difer<strong>en</strong>tes<br />
teorías que tratan de explicar el hacer de la conservación.<br />
Tratar de explicar que el mundo de la conservación <strong>en</strong><br />
la lógica del mundo actual, a superado las posturas ortodoxas<br />
que manejan ciertos “especialistas” que han facilitado<br />
la acción destructora más que conservadora del patrimonio<br />
material y simbólico que las sociedades han construido <strong>en</strong> su<br />
mom<strong>en</strong>to histórico. Por lo que debemos aceptar que exist<strong>en</strong><br />
nuevas posturas teóricas que aceptan que la conservación<br />
del patrimonio debe ser abordada con constructos teóricos<br />
que <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>dan que el patrimonio construido y simbólico va<br />
mas allá de reglas establecidas <strong>en</strong> el pasado.<br />
Por lo que <strong>en</strong> este capítulo tratamos brevem<strong>en</strong>te de poner<br />
sobre la mesa las difer<strong>en</strong>tes posturas teóricas que se han<br />
g<strong>en</strong>erado d<strong>en</strong>tro de la conservación para que los interesados<br />
<strong>en</strong> esta disciplina tan interesante, t<strong>en</strong>gan brevem<strong>en</strong>te<br />
un primer acercami<strong>en</strong>to a este mundo tan fascinante.
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313
314
315
Limitaciones disciplinarias<br />
y la problemática ambi<strong>en</strong>tal<br />
<strong>en</strong> la ciudad de Puebla,<br />
por el Mtro. <strong>en</strong> Arq.<br />
Marco Aurelio Rojas Aguilar<br />
316
Puebla, Pue. Junio de 2010.<br />
CURRICULUM VITAE<br />
Marco Aurelio Rojas Aguilar (Puebla, México. 1959) estudió<br />
la lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong> arquitectura <strong>en</strong> la Universidad Autónoma<br />
de Puebla (1984) y obtuvo el grado de Maestro <strong>en</strong> Ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />
del Territorio por la BUAP (1999); es profesor <strong>en</strong> la Facultad<br />
de <strong>Arquitectura</strong>, <strong>en</strong> el Colegio de <strong>Arquitectura</strong> y de<br />
Diseño Urbano de la BUAP (1985-2010); ha dirigido y elaborado<br />
diversos programas de desarrollo urbano, proyectos de<br />
<strong>Arquitectura</strong> y estudios de impacto ambi<strong>en</strong>tal (1985-2010).<br />
317
318<br />
LIMITACIONES DISCIPLINARIAS Y LA<br />
PROBLEMÁTICA AMBIENTAL EN LA<br />
CIUDAD DE PUEBLA.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Hemos visto como a lo largo de los últimos treinta años, la<br />
preocupación ambi<strong>en</strong>tal por efectos de la contaminación,<br />
el desequilibrio ecológico y el agotami<strong>en</strong>to de los recursos<br />
naturales se ha hecho cada vez más relevante; por otra parte<br />
el crecimi<strong>en</strong>to poblacional y el crecimi<strong>en</strong>to físico de la<br />
ciudad de Puebla combinados con los problemas ambi<strong>en</strong>tales<br />
han g<strong>en</strong>erado efectos preocupantes que se muestran<br />
negativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la dinámica del territorio.<br />
Esta problemática se ha querido controlar a través de<br />
los difer<strong>en</strong>tes programas de desarrollo urbano que cada uno<br />
de los gobiernos estatales implem<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> el ejercicio de su<br />
mandato, <strong>en</strong>tre otros, figuran los estudios de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to<br />
ambi<strong>en</strong>tal y los de impacto ambi<strong>en</strong>tal exigidos <strong>en</strong> cada una<br />
de las obras urbanas y civiles que las leyes y reglam<strong>en</strong>tos<br />
federales y estatales indican. Sin embargo, con todo esto,<br />
seguimos vivi<strong>en</strong>do una ciudad que junto con su área metropolitana,<br />
no ha resuelto exitosam<strong>en</strong>te sus problemas ambi<strong>en</strong>tales,<br />
<strong>en</strong>tre los que podemos señalar, la contaminación<br />
del aire, el agotami<strong>en</strong>to del agua potable <strong>en</strong> la cu<strong>en</strong>ca y<br />
la contaminación del agua con las descargas sanitarias que<br />
se viert<strong>en</strong> <strong>en</strong> el vaso de la presa “Manuel Ávila Camacho”,<br />
el agotami<strong>en</strong>to de los rell<strong>en</strong>os sanitarios y el desaprovechami<strong>en</strong>to<br />
de la basura, el desperdicio <strong>en</strong>ergético, la alteración<br />
climática, <strong>en</strong>tre otros problemas.<br />
En principio, compr<strong>en</strong>demos que la solución del proble-
ma ambi<strong>en</strong>tal, dep<strong>en</strong>de sin duda alguna de una diversidad<br />
de factores, sin embargo, <strong>en</strong> este docum<strong>en</strong>to se señalan<br />
cuatro factores limitativos básicos de gran importancia que<br />
determinan la configuración urbana y territorial:<br />
1. Limitaciones disciplinarias.<br />
2. Limitaciones socio-culturales.<br />
3. Limitaciones socio-económicas.<br />
4. Limitaciones del ámbito jurídico-político.<br />
De estos cuatro factores, <strong>en</strong> esta ocasión nos referiremos a<br />
las limitaciones que desde las difer<strong>en</strong>tes disciplinas ci<strong>en</strong>tíficas<br />
y técnicas se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> nuestro ámbito de estudio, las<br />
cuales hemos d<strong>en</strong>ominado limitaciones disciplinarias.<br />
LIMITACIONES DISCIPLINARIAS.<br />
Se considera como limitaciones disciplinarias, a aquellas<br />
condiciones que determinan la capacidad de un egresado<br />
universitario <strong>en</strong> su desempeño profesional. En nuestro caso,<br />
<strong>en</strong> el tratami<strong>en</strong>to de las investigaciones y <strong>en</strong> proyectos de<br />
carácter ambi<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong>tre ellos los estudios de impacto ambi<strong>en</strong>tal.<br />
Hablamos de condiciones disciplinarias y no de condicionantes<br />
ci<strong>en</strong>tíficas, por el s<strong>en</strong>tido un tanto limitado que se<br />
le ha dado a la palabra ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la actualidad, <strong>en</strong> cuanto<br />
que su significado de acuerdo con Kedrov (1968) está más<br />
relacionado con el saber o el conocimi<strong>en</strong>to y su producción,<br />
pero no de cualquier conocimi<strong>en</strong>to sino del conocimi<strong>en</strong>to riguroso<br />
sust<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> un método y que se constituye como<br />
una verdad objetiva comprobada <strong>en</strong> la práctica. De manera<br />
muy parecida se define a la ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el diccionario de<br />
la l<strong>en</strong>gua española de la RAE (2010): “Ci<strong>en</strong>cia. (Del lat. sci<strong>en</strong>tĭa).<br />
1. f. Conjunto de conocimi<strong>en</strong>tos obt<strong>en</strong>idos mediante la<br />
319
320<br />
observación y el razonami<strong>en</strong>to, sistemáticam<strong>en</strong>te estructurados<br />
y de los que se deduc<strong>en</strong> principios y leyes g<strong>en</strong>erales”.<br />
La limitación consiste <strong>en</strong> que el concepto de disciplina (RAE,<br />
2010) se refiere al conjunto de normas que rig<strong>en</strong> una organización<br />
o una actividad <strong>en</strong> los campos de la ci<strong>en</strong>cia, el arte<br />
o alguna facultad, o a la actitud o habilidad de las personas<br />
que acatan esas normas; como se observa, el concepto ti<strong>en</strong>e<br />
una fuerte connotación normativa.<br />
El concepto de disciplina según D. Ferríz Olivares (1977)<br />
es más cercano al concepto griego clásico de mathema<br />
(nos recuerda que <strong>en</strong> esos tiempos el nombre de matemático<br />
se aplicaba a todos los cultores de las ci<strong>en</strong>cias y a los<br />
filósofos), que integra no solam<strong>en</strong>te la cosa que se apr<strong>en</strong>de<br />
sino al que la apr<strong>en</strong>de y el modo de apr<strong>en</strong>derla, lo que también<br />
se le ha llamado mathesis. Así, el concepto más amplio<br />
e integral de disciplina nos permite observar un poco, las<br />
condiciones de la producción del conocimi<strong>en</strong>to, tema que<br />
ahora es razón de la epistemología.<br />
IDENTIFICACIÓN DE LAS CONDICIONES<br />
LIMITATIVAS DISCIPLINARIAS.<br />
El análisis de las limitaciones disciplinarias, lo hemos hecho,<br />
destacando tres aspectos relevantes:<br />
a) La educación liberal, <strong>en</strong> el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido de que ésta es<br />
la base formativa de la conci<strong>en</strong>cia del estudiante, que luego<br />
se transforma <strong>en</strong> un profesionista armado con herrami<strong>en</strong>tas<br />
ci<strong>en</strong>tíficas (teorías, métodos, técnicas), de la calidad de<br />
estas herrami<strong>en</strong>tas, dep<strong>en</strong>de la calidad de la investigación.<br />
Sin embargo, algunos aspectos de su personalidad y actitud,<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con el grado de conci<strong>en</strong>cia a que ha<br />
llegado bajo las determinaciones culturales familiares o del
contexto social amplio que mediante los medios masivos de<br />
comunicación se establec<strong>en</strong> y que son reforzados por los<br />
marcos teóricos que como modelos preestablecidos se asum<strong>en</strong><br />
acríticam<strong>en</strong>te y defin<strong>en</strong> la configuración ideológica de<br />
su ser interior.<br />
b) La práctica profesional liberal, a partir de las condiciones<br />
de la división del trabajo profesional, <strong>en</strong> el mercado<br />
de la ci<strong>en</strong>cia;<br />
c) de los métodos exist<strong>en</strong>tes para la evaluación de impactos<br />
ambi<strong>en</strong>tales y su aplicación.<br />
La educación Liberal.<br />
En cada una de las etapas <strong>en</strong> la evolución de la historia del<br />
hombre, etapas socioeconómicas, etapas artísticas o etapas<br />
religiosas, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tremezcladas <strong>en</strong>tre sí, ha habido<br />
formas específicas de relación social y económica, se<br />
han conformado clases dominantes, intereses económicos,<br />
valores éticos y estéticos, etc., asimismo se han conformado<br />
diversos modos de educación repres<strong>en</strong>tativos de sus tiempos,<br />
cada modo de educación sintetiza un conjunto complejo<br />
de valores, conocimi<strong>en</strong>tos, saberes y actitudes.<br />
En cada tiempo la ci<strong>en</strong>cia adquiere difer<strong>en</strong>tes significaciones<br />
donde prevalec<strong>en</strong> concepciones reduccionistas y<br />
cada vez más limitadas que se opon<strong>en</strong> a las concepciones<br />
integrales con perspectivas más amplias. En esa lucha polarizada<br />
se han puesto límites y condiciones para lo que cada<br />
una de las concepciones considera su verdad.<br />
Así las cosas, es necesario reconocer que siempre que<br />
hay un saber oficial hay uno no oficial que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te no<br />
se reconoce; cuando hay saberes académicos coexist<strong>en</strong><br />
también saberes no académicos; es necesario saber que<br />
321
322<br />
cuando hay conocimi<strong>en</strong>tos que se divulgan hay también<br />
conocimi<strong>en</strong>tos y saberes que se ocultan; pues el conocimi<strong>en</strong>to,<br />
pero sobre todo, el control del conocimi<strong>en</strong>to es uno<br />
de los principales mecanismos <strong>en</strong> la g<strong>en</strong>eración y sostén del<br />
poder, como lo plantea Alvin Toftler (1990).<br />
Que la explicación del auge de una economía supersimbólica<br />
radica <strong>en</strong> la convulsión de la base de conocimi<strong>en</strong>tos<br />
social y no <strong>en</strong> la revolución informática o <strong>en</strong> la mera<br />
manipulación financiera. Muchos de los cambios que se produc<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> el sistema de conocimi<strong>en</strong>tos de la sociedad se<br />
trasladan al mundo de las actividades empresariales. Por lo<br />
tanto, cualquier economía dep<strong>en</strong>de de tres fu<strong>en</strong>tes principales<br />
de poder: VIOLENCIA, RIQUEZA Y CONOCIMIENTO. La<br />
viol<strong>en</strong>cia se va convirti<strong>en</strong>do <strong>en</strong> Ley, el capital y el dinero, se<br />
están trasmutando <strong>en</strong> conocimi<strong>en</strong>to.<br />
En consecu<strong>en</strong>cia, el conocimi<strong>en</strong>to que produce poder<br />
y riqueza no es cualquier conocimi<strong>en</strong>to y ti<strong>en</strong>e que ser celosam<strong>en</strong>te<br />
cuidado.<br />
En nuestros tiempos observamos que la educación social<br />
es una necesidad bastante importante para el funcionami<strong>en</strong>to<br />
del sistema socioeconómico, de tal manera que<br />
el gobierno ha sido uno de los primeros promotores que ha<br />
ori<strong>en</strong>tado el s<strong>en</strong>tido de la educación <strong>en</strong> nuestro país, de<br />
acuerdo al dictado del Artículo 3ro. de la Constitución Mexicana.<br />
Gramsci (1998, P. 161) ha puesto de manifiesto que una<br />
de las funciones más importantes del estado es de:<br />
Elevar a la gran masa de la población a un determinado<br />
nivel cultural y moral, nivel (tipo) que corresponde a<br />
las necesidades del desarrollo de las fuerzas productivas y
por consigui<strong>en</strong>te, a los intereses de las clases dominantes.<br />
La escuela como función educativa positiva y los tribunales<br />
como función educativa represiva y negativa son las actividades<br />
más importantes <strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido. Pero <strong>en</strong> realidad hacia<br />
el logro de dicho fin ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> una multiplicidad de otras<br />
iniciativas y actividades d<strong>en</strong>ominadas privadas, que forman<br />
el aparato de la hegemonía política y cultural de las clases<br />
dominantes.<br />
En nuestra sociedad con clases sociales económicam<strong>en</strong>te<br />
difer<strong>en</strong>ciadas vemos, por un lado a la escuela pública<br />
y por otro la escuela privada; por el hecho de haber<br />
difer<strong>en</strong>cias ideológicas y religiosas t<strong>en</strong>emos que la educación<br />
también se divide <strong>en</strong> educación laica por parte del Estado<br />
y no laica por parte de las instituciones religiosas, la<br />
educación adquiere también matices filosóficos diversos, es<br />
decir, el mercado ofrece un mundo educativo altam<strong>en</strong>te<br />
fragm<strong>en</strong>tado, con mercancías de acuerdo a la capacidad<br />
económica del solicitante.<br />
La escuela pública, nos dice<br />
Covarruvias (1990, p. 61,62)<br />
Ati<strong>en</strong>de a los miembros de las clases subalternas desarrollando<br />
<strong>en</strong> ellos las habilidades que el régim<strong>en</strong> capitalista requiere<br />
<strong>en</strong> cuanto a utilización de fuerza de trabajo; es decir,<br />
desarrolla <strong>en</strong> los individuos las actitudes y conocimi<strong>en</strong>tos requeridos<br />
para hacer de él un v<strong>en</strong>dedor de fuerza de trabajo.<br />
Entre estas actitudes se cu<strong>en</strong>tan la sumisión, el –s<strong>en</strong>tido de<br />
responsabilidad-, el culto al esfuerzo individual, la compet<strong>en</strong>cia<br />
con sus compañeros, los deseos de superación, etc.<br />
Los conocimi<strong>en</strong>tos se reduc<strong>en</strong> a nociones de historia universal<br />
y nacional, geografía, matemáticas elem<strong>en</strong>tales, nocio-<br />
323
324<br />
nes de físico-química y biología y adiestrami<strong>en</strong>to. El cont<strong>en</strong>ido<br />
y la forma de la <strong>en</strong>señanza no busca la formación de<br />
dirig<strong>en</strong>tes sociales o de hombres superiores, se ori<strong>en</strong>ta a la<br />
formación de los individuos que satisfagan el mercado de<br />
trabajo <strong>en</strong> las ocupaciones inferiores o intermedias.<br />
En el caso de la educación superior, sea pública o privada<br />
el cont<strong>en</strong>ido de la <strong>en</strong>señanza profesional está cada vez<br />
más ori<strong>en</strong>tado a la formación técnica que a la formación<br />
teórica y humanística.<br />
Paul H. Hirst (R. S. Peters, 1977, p.162, 168) com<strong>en</strong>ta acerca<br />
de la noción griega de educación liberal y nos dice que<br />
ésta se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra arraigada <strong>en</strong> varias concepciones “filosóficas”<br />
empar<strong>en</strong>tadas <strong>en</strong> función de las sigui<strong>en</strong>tes categorías:<br />
1. Acerca de la significación del conocimi<strong>en</strong>to para la<br />
m<strong>en</strong>te.<br />
2. Acerca de la relación <strong>en</strong>tre conocimi<strong>en</strong>to y realidad.<br />
La primera se refiere a que la búsqueda del conocimi<strong>en</strong>to<br />
es la actividad peculiar y distintiva de la m<strong>en</strong>te y que<br />
la realización del conocimi<strong>en</strong>to la satisface y ll<strong>en</strong>a, convirtiéndose<br />
el conocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el propio bi<strong>en</strong> de la m<strong>en</strong>te y<br />
por consigui<strong>en</strong>te un elem<strong>en</strong>to es<strong>en</strong>cial de la bu<strong>en</strong>a vida.<br />
Se reconoce que el hombre es algo más que m<strong>en</strong>te pura,<br />
más sin embargo, se privilegia a la m<strong>en</strong>te como característica<br />
distintiva es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> términos de conocimi<strong>en</strong>to, si<strong>en</strong>do<br />
este conocimi<strong>en</strong>to la guía que permite el camino recto <strong>en</strong> la<br />
vida. En esta concepción se niega pues al hombre integral,<br />
reduciéndolo a simple cerebro, el hombre es algo más complicado<br />
que eso.<br />
El segundo grupo de doctrinas afirma que la m<strong>en</strong>te, mediante<br />
el uso recto de la razón, llega a conocer la naturaleza
es<strong>en</strong>cial de las cosas y puede apreh<strong>en</strong>der lo que finalm<strong>en</strong>te<br />
es real e inmutable. Como consecu<strong>en</strong>cia de este hecho, el<br />
hombre debe dejar a un lado las apari<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>gañosas y<br />
las cre<strong>en</strong>cias dudosas como soporte de su vida para apoyarse<br />
<strong>en</strong> lo que es “verdadero”. Tal parece que no se dan<br />
cu<strong>en</strong>ta que el sust<strong>en</strong>to de esta forma de p<strong>en</strong>sar está <strong>en</strong> un<br />
procedimi<strong>en</strong>to no racional como es la Fe, <strong>en</strong> este caso la Fe<br />
<strong>en</strong> la superioridad de la razón, la Fe <strong>en</strong> la ci<strong>en</strong>cia positiva, la<br />
Fe <strong>en</strong> el progreso como diría Teilhard de Chardin (Cuènot,<br />
1972, p.12), y todavía más, <strong>en</strong> el fondo subyace una fuerte<br />
emotividad transformada <strong>en</strong> deseo que se oculta <strong>en</strong> si misma<br />
una vez que es reconocida como verdad. La emoción<br />
que triunfa y libera a la emoción y la pasión no puede ser<br />
cuestionada, además la emoción una vez libre se <strong>en</strong>mascara<br />
inmediatam<strong>en</strong>te con la razón.<br />
De este conjunto de doctrinas nace la idea de la educación<br />
liberal que con base <strong>en</strong> los p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos anteriores<br />
no pret<strong>en</strong>de definir la educación <strong>en</strong> términos de conocimi<strong>en</strong>tos<br />
y destrezas que pued<strong>en</strong> ser útiles posteriorm<strong>en</strong>te, o<br />
<strong>en</strong> términos de cualidades morales y espirituales, la definición<br />
es estrictam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> términos del conocimi<strong>en</strong>to que el<br />
hombre ti<strong>en</strong>e de la realidad. La importancia de este tipo de<br />
conocimi<strong>en</strong>to para muchas personas seguidoras de estas<br />
doctrinas estriba <strong>en</strong> la cre<strong>en</strong>cia de que este tipo de educación,<br />
libera la m<strong>en</strong>te para que pueda funcionar según su<br />
propia naturaleza, liberándose también del error y de la ilusión,<br />
liberando del mal la conducta del hombre (R. S. Peters,<br />
1977, p. 162-168).<br />
Hemos <strong>en</strong>señado <strong>en</strong> las escuelas y universidades que la<br />
ci<strong>en</strong>cia positivista sería capaz de resolver todos nuestros pro-<br />
325
326<br />
blemas y sin embargo, veamos a nuestro alrededor lo que<br />
ha pasado (aunque si no t<strong>en</strong>emos otros refer<strong>en</strong>tes no nos<br />
daremos cu<strong>en</strong>ta, pues ya nos habremos acostumbrado a<br />
considerar esta situación como lo normal)…por ejemplo, los<br />
ríos Atoyac y Alseseca contaminados y sus aguas sin vida<br />
posible, la presa de Valsequillo contaminada con los desechos<br />
de la ciudad, los lagos y bosques <strong>en</strong> los alrededores<br />
de la ciudad desapareci<strong>en</strong>do, la fauna emigrando a otros<br />
sitios y rompi<strong>en</strong>do sus cad<strong>en</strong>as tróficas, los as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
populares <strong>en</strong> la periferia de la ciudad depauperados y sin<br />
servicios de infraestructura ni equipami<strong>en</strong>tos urbanos cercanos.<br />
¿Dónde está la calidad de vida? Pero no podemos<br />
tampoco p<strong>en</strong>sar que toda la culpa por los errores cometidos<br />
<strong>en</strong> la construcción y diseño de la ciudad sea de los<br />
arquitectos, urbanistas, ing<strong>en</strong>ieros civiles o topógrafos que<br />
de algún modo se relacionan con estos procesos de realización<br />
de la ciudad, pues ciertam<strong>en</strong>te un gran porc<strong>en</strong>taje de<br />
estas acciones es realizada por la población <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y no<br />
precisam<strong>en</strong>te con la contribución especializada, como nos<br />
aclara López (1995), aunque los técnicos especializados debemos<br />
reconocer parte de esta responsabilidad. ¿Entonces,<br />
dónde debemos <strong>en</strong>contrar al culpable? López (1995, p. 1)<br />
nos explica que “los desfases, asimetrías y transformaciones<br />
negativas del medio socio-ambi<strong>en</strong>tal y cultural, producidas<br />
a lo largo del siglo <strong>en</strong> la construcción y transformación de<br />
nuestras ciudades, se deb<strong>en</strong> <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida a la aplicación<br />
de criterios culturales sometidos y a tecnologías que a la<br />
postre han sido depredadoras del medio socio-ambi<strong>en</strong>tal”.<br />
Si, pero ¿quién los aplica y por qué los aplica de ese modo?<br />
¿Cuáles son las bases de esa estructura de sometimi<strong>en</strong>to?
El conocimi<strong>en</strong>to se ha dosificado, no solo por la rítmica<br />
natural del tránsito del conocimi<strong>en</strong>to simple al conocimi<strong>en</strong>to<br />
riguroso, sino porque el conocimi<strong>en</strong>to es una condición necesaria<br />
para la transformación de la realidad, lo que puede<br />
poner <strong>en</strong> riesgo las estructuras de poder establecidas.<br />
Es desde las estructuras del poder político administrativo,<br />
que se decide lo que se <strong>en</strong>seña <strong>en</strong> las instituciones públicas<br />
y qué no se <strong>en</strong>seña, es <strong>en</strong> estos niveles de acuerdo a<br />
los planes y programas de estudio que se divid<strong>en</strong> los conocimi<strong>en</strong>tos<br />
<strong>en</strong> materias que correspond<strong>en</strong> a la clasificación<br />
de la ci<strong>en</strong>cia y finalm<strong>en</strong>te corresponde a la división social<br />
del trabajo (Covarrubias, 1995, p. 72). Pero es necesario considerar<br />
también que desde el ámbito social, se manipula la<br />
conci<strong>en</strong>cia y se define <strong>en</strong> términos culturales e ideológicos<br />
el s<strong>en</strong>tido, calidad y forma de la educación.<br />
En mi particular experi<strong>en</strong>cia como doc<strong>en</strong>te, he observado,<br />
cómo se expresa <strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>cia de algunos estudiantes<br />
una valoración práctico- utilitaria del conocimi<strong>en</strong>to.<br />
Pero el estudiante pragmático ti<strong>en</strong>e su verdad, ti<strong>en</strong>e sus razones:<br />
él no quiere teorías; quiere apr<strong>en</strong>der a hacer lo que<br />
ya se ha hecho, con los conocimi<strong>en</strong>tos ya establecidos y<br />
que él no puede; no quiere complicarse la exist<strong>en</strong>cia, no<br />
quiere investigar y mucho m<strong>en</strong>os producir ci<strong>en</strong>cia; tampoco<br />
quiere sermones religiosos, ni discusiones filosóficas “inútiles”;<br />
quiere terminar su carrera para trabajar y hacer dinero. El estudiante<br />
sabe y le han dicho que de la ci<strong>en</strong>cia no se vive. A<br />
esa misma conclusión también han llegado algunos doc<strong>en</strong>tes.<br />
Esa es parte de la realidad de la educación <strong>en</strong> nuestro<br />
medio.<br />
El estudiante ha sido limitado y se limita a sí mismo <strong>en</strong> su<br />
327
328<br />
capacidad crítica pero sobre todo <strong>en</strong> la capacidad creativa<br />
a fin de producir nuevos conocimi<strong>en</strong>tos, se le han quitado<br />
valores y s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos con las repercusiones a futuro que<br />
esto aplica para la sociedad. El Dr. Raynaud de la Ferriere<br />
(1986, p. 110, 111) un poco después de la Segunda Guerra<br />
Mundial <strong>en</strong> 1958 decía lo sigui<strong>en</strong>te: “hemos creído que las<br />
necesidades del hombre se limitaban a las manifestaciones<br />
exteriores, y por eso expresam<strong>en</strong>te ha sido borrada de la<br />
preocupación de los conductores de naciones, toda aspiración<br />
del s<strong>en</strong>tido estético, ético y espiritual, sin darse cu<strong>en</strong>ta<br />
que es una verdadera mutilación”. Que nuestros tiempos se<br />
deb<strong>en</strong> caracterizar “por una instrucción inductiva y deductiva,<br />
por un espíritu de síntesis que sucede al de análisis, por un<br />
equilibrio que concilia las vías intuitivas, imaginativas y s<strong>en</strong>sitivas,<br />
y las vías de razonami<strong>en</strong>to, deducción y positivismo<br />
ci<strong>en</strong>tífico y matemático”. Al estudiantado se le están dando<br />
conocimi<strong>en</strong>tos simples, conocimi<strong>en</strong>tos fragm<strong>en</strong>tados, información,<br />
creando grandes bancos de datos <strong>en</strong> el mejor de<br />
los casos, memorizando conceptos, libros y actores, sin ningún<br />
s<strong>en</strong>tido crítico y mucho m<strong>en</strong>os creativo y propositivo.<br />
La práctica profesional liberal<br />
El profesionista que ha egresado y se incorpora al mercado<br />
de trabajo con los principios de la educación liberal, a la<br />
hora de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a los problemas concretos de la investigación<br />
ambi<strong>en</strong>tal con carácter interdisciplinario, resulta que<br />
no está preparado para la realización de éstos estudios ni<br />
para g<strong>en</strong>erar alternativas de solución adecuadas, <strong>en</strong> cuanto<br />
que su capacidad investigativa es limitada, por otra parte,<br />
podemos decir que no ti<strong>en</strong>e una mística de si mismo <strong>en</strong><br />
lo que se refiere a su razón de ser, ni de la naturaleza <strong>en</strong> lo
que se refiere al lugar que se ocupa <strong>en</strong> ella y <strong>en</strong> la relación<br />
que con ella se ti<strong>en</strong>e. Se desconoc<strong>en</strong> las técnicas y métodos<br />
del trabajo interdisciplinario, es decir, no se ti<strong>en</strong>e una base<br />
epistemológica sólida.<br />
Esta limitación <strong>en</strong> la capacidad de los profesionales <strong>en</strong><br />
el nivel de lic<strong>en</strong>ciatura es puesta de manifiesto por Covarrubias<br />
(1995, p.72), qui<strong>en</strong> afirma que “<strong>en</strong> la actualidad los<br />
investigadores son formados <strong>en</strong> instituciones educativas especializadas<br />
y sus actividades ci<strong>en</strong>tíficas han sido escindidas<br />
de la aplicación práctica directa…. Desde los primeros<br />
niveles escolares, la ci<strong>en</strong>cia se <strong>en</strong>seña como conocimi<strong>en</strong>to<br />
adquirido, mas no como método de su obt<strong>en</strong>ción. Es hasta<br />
el nivel de posgrado cuando se <strong>en</strong>seña la metodología<br />
de la investigación ci<strong>en</strong>tífica; <strong>en</strong> el nivel de lic<strong>en</strong>ciatura la<br />
característica dominante del conocimi<strong>en</strong>to adquirido es de<br />
mera información ci<strong>en</strong>tífica”.<br />
Von Bertalanffy (1984) ha expresado su profunda preocupación<br />
sobre la constante especialización <strong>en</strong> las ci<strong>en</strong>cias<br />
y la incapacidad del ci<strong>en</strong>tífico tradicional para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar los<br />
problemas actuales que cada vez son más difíciles, por el<br />
crecimi<strong>en</strong>to cuantitativo y avance de la complejidad social,<br />
por el avance y complejidad de los procesos financieros,<br />
políticos, sociales, productivos y tecnológicos que cada vez<br />
exig<strong>en</strong> de la participación interdisciplinaria y del ci<strong>en</strong>tífico<br />
g<strong>en</strong>eralista. En los EE UU, el problema se ha hecho evid<strong>en</strong>te<br />
desde los años 30´s y 40´s, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> nuestro país<br />
este tipo de preocupaciones llegan veinte o treinta años<br />
después. Actualm<strong>en</strong>te, aún no se reconoce la necesidad<br />
del trabajo integral, aun se sigue discuti<strong>en</strong>do <strong>en</strong> las universidades<br />
la importancia de la interdisciplina, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong><br />
329
330<br />
las prácticas profesionales extra-universitarias la necesidad<br />
es apremiante, los tiempos nos rebasan.<br />
Ahora con los nuevos proyectos educativos <strong>en</strong> el ámbito<br />
universitario se pret<strong>en</strong>de que el profesional sea cada<br />
vez más especializado, pero sería mejor que estas especialidades<br />
se articul<strong>en</strong> al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> proyectos interdisciplinarios.<br />
Veamos el caso de la Facultad de <strong>Arquitectura</strong> de la BUAP<br />
que <strong>en</strong> los 90´s creó la lic<strong>en</strong>ciatura de diseño gráfico, pero<br />
lo interesante es que de la arquitectura se han escindido el<br />
diseño urbano ambi<strong>en</strong>tal y el urbanismo, pudiéndose dar el<br />
caso <strong>en</strong> el que el urbanista no pueda completar su proyecto<br />
urbano porque no ti<strong>en</strong>e criterios de arquitectura o que el<br />
arquitecto no pueda integrar su proyecto arquitectónico <strong>en</strong><br />
el contexto urbano por desconocer los principios del urbanismo<br />
o que no pudiera integrar una propuesta de imag<strong>en</strong><br />
corporativa desde la arquitectura. Desde el Proyecto Fénix<br />
y la pret<strong>en</strong>sión actual que con el Modelo Universitario Minerva<br />
se ti<strong>en</strong>e, se incorpora una idea de carácter integral<br />
muy loable pero que está <strong>en</strong> sus inicios y habrá que romper<br />
la inercia de los modelos previos para su cabal desarrollo e<br />
implem<strong>en</strong>tación. A pesar de todo esto, <strong>en</strong> las carreras relacionadas<br />
con la física aplicada, es decir, las ing<strong>en</strong>ierías, el<br />
estudiante se forma <strong>en</strong> una erudición técnica y matemática<br />
especializada pero incapaz de ver la complejidad del sujeto<br />
individual o colectivo como ser biológico, psicológico y<br />
social <strong>en</strong> relación con su contexto ambi<strong>en</strong>tal natural y modificado.<br />
Preparamos estudiantes mecanizados que como dispositivos<br />
plug and play se integran a un proceso de trabajo<br />
o de investigación de manera “efici<strong>en</strong>te” pero <strong>en</strong> la inconci<strong>en</strong>cia<br />
de la complejidad de los vínculos con la totalidad.
Si bi<strong>en</strong> a los ci<strong>en</strong>tíficos se les ha exaltado socialm<strong>en</strong>te,<br />
con el reconocimi<strong>en</strong>to y admiración de los efectos de sus investigaciones,<br />
también es cierto que se les ha estereotipado<br />
como seres neutrales, así, el único trabajo del ci<strong>en</strong>tífico es<br />
<strong>en</strong>contrar la “verdad objetiva”, es un ser libre de pasiones,<br />
prejuicios, o intereses egoístas y al marg<strong>en</strong> de los conflictos<br />
sociales, políticos, económicos (Covarrubias, 1995, p. 74) e<br />
incluso al marg<strong>en</strong> de las problemáticas. Así, <strong>en</strong> los casos de<br />
los estudios ambi<strong>en</strong>tales, el ing<strong>en</strong>iero, el biólogo, el sociólogo,<br />
el planificador urbano, el abogado, <strong>en</strong>tre otros, participan<br />
cada uno con su parte específica, que finalm<strong>en</strong>te se<br />
suma <strong>en</strong> un solo docum<strong>en</strong>to, el trabajo se ha dividido, aun<br />
cuando la realidad no está dividida. Los problemas ambi<strong>en</strong>tales<br />
por su complejidad requier<strong>en</strong> de la participación de<br />
varios especialistas, pero el trabajo interdisciplinario no solo<br />
es la suma de las disciplinas como <strong>en</strong> la práctica se hace. Se<br />
requiere de un esfuerzo teórico-metodológico que trasci<strong>en</strong>da<br />
la particularidad de las disciplinas.<br />
En sus trabajos sobre ecología y medio ambi<strong>en</strong>te, los<br />
doctores Turk, Turk y Wittes (1973) v<strong>en</strong> a la fragm<strong>en</strong>tación de<br />
la ci<strong>en</strong>cia como un problema, pero argum<strong>en</strong>tan que:<br />
la separación de la ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> categorías o disciplinas,<br />
tales como la biología, la química y la física no se basan <strong>en</strong><br />
división natural alguna de tales conocimi<strong>en</strong>tos, sino más bi<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> la actitud de los hombres de ci<strong>en</strong>cia. Y que los ci<strong>en</strong>tíficos<br />
actúan de acuerdo con la demanda de sus patrocinadores<br />
respectivos, <strong>en</strong>tre ellos las instituciones y los propios gobernantes,<br />
qui<strong>en</strong>es se sust<strong>en</strong>tan políticam<strong>en</strong>te, social y económicam<strong>en</strong>te<br />
disponi<strong>en</strong>do de los equipos de investigación capacitados<br />
con métodos y conocimi<strong>en</strong>tos apr<strong>en</strong>didos de sus<br />
331
332<br />
maestros, de sus colegas y de sus alumnos y de acuerdo a<br />
los paradigmas ci<strong>en</strong>tíficos establecidos.<br />
El problema de la separación de las ci<strong>en</strong>cias efectivam<strong>en</strong>te<br />
ti<strong>en</strong>e que ver con una actitud, sin embargo, se deb<strong>en</strong><br />
reconocer fuertes t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias socioculturales, empeñadas<br />
<strong>en</strong> mant<strong>en</strong>er la fragm<strong>en</strong>tación del conocimi<strong>en</strong>to, con base<br />
<strong>en</strong> una lógica de racionalidad dominada por los intereses<br />
económicos, que busca la maximización de las utilidades <strong>en</strong><br />
la producción de los conocimi<strong>en</strong>tos, de las mercancías y del<br />
poder. En los casos particulares de realización de estudios<br />
de impacto ambi<strong>en</strong>tal, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se participa desde<br />
una empresa particular o una institución del gobierno, donde<br />
el investigador pierde la libertad de hacer investigaciones<br />
rigurosas y se somete al interés particular o político, por<br />
otra parte, son las mismas empresas particulares o instituciones<br />
públicas las que <strong>en</strong> función de sus necesidades solicitan<br />
y pagan una investigación de este tipo, para cumplir con las<br />
exig<strong>en</strong>cias formales de las leyes y reglam<strong>en</strong>tos.<br />
Desde cualquier <strong>en</strong>foque, la separación de las ci<strong>en</strong>cias<br />
es vista como un problema, sobre todo <strong>en</strong> los casos donde<br />
la problemática ci<strong>en</strong>tífica es compleja, como <strong>en</strong> la planeación<br />
urbana, el diseño urbano, el ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to ecológico<br />
y las evaluaciones de impacto ambi<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong>tre otros. Sin<br />
duda, a la fecha actual, es un problema que no se ha resuelto,<br />
la visión fragm<strong>en</strong>taria del ci<strong>en</strong>tífico hacia la realidad<br />
hace que sus propuestas no sean sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te efectivas.<br />
El profesional liberal sin duda que es conci<strong>en</strong>te de la verdadera<br />
situación ambi<strong>en</strong>tal, pero como propietario de una<br />
empresa consultora, su interés se c<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la oferta mercantilizada<br />
de sus servicios de investigación, aún cuando se
trate de problemas ambi<strong>en</strong>tales; la lógica y el amor al conocimi<strong>en</strong>to<br />
se somet<strong>en</strong> a la lógica y el amor al dinero. El investigador<br />
como profesional v<strong>en</strong>dedor de su conocimi<strong>en</strong>to y<br />
de su trabajo, integrado <strong>en</strong> un equipo multidisciplinario <strong>en</strong> el<br />
mejor de los casos, sólo le interesa cumplir con su responsabilidad<br />
individualizada, sin ninguna preocupación por lograr<br />
una efectiva integración cognitiva de la investigación interdisciplinaria,<br />
ni producir conocimi<strong>en</strong>to ci<strong>en</strong>tífico alguno que<br />
aporte verdaderas soluciones a la problemática ambi<strong>en</strong>tal<br />
que esté tratando y <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia la solución de dichos<br />
problemas resulta a sus ojos un planteami<strong>en</strong>to utópico.<br />
Por la forma <strong>en</strong> que fue preparado <strong>en</strong> las instituciones<br />
de educación, desde una visión fragm<strong>en</strong>taria del conocimi<strong>en</strong>to,<br />
primero <strong>en</strong> materias aisladas y luego <strong>en</strong> profesiones<br />
cada vez más especializadas y por el hecho de que los problemas<br />
ambi<strong>en</strong>tales han llegado demasiado rápido a nuestra<br />
cultura, resulta que el profesional se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ante una<br />
situación nueva, donde su ci<strong>en</strong>cia, sus métodos y técnicas<br />
son puestos <strong>en</strong> crisis. El profesional desconoce por completo<br />
las técnicas y métodos del trabajo interdisciplinario que los<br />
estudios ambi<strong>en</strong>tales requier<strong>en</strong> pero que al mismo tiempo<br />
no son exig<strong>en</strong>cias claram<strong>en</strong>te establecidas <strong>en</strong> las disposiciones<br />
legales y reglam<strong>en</strong>tarias que las determinan.<br />
En nuestro país hay muy poca experi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el campo<br />
de la investigación interdisciplinaria y los especialistas <strong>en</strong> su<br />
mayoría desconoc<strong>en</strong> los procedimi<strong>en</strong>tos de la investigación<br />
integral, si<strong>en</strong>do ésta una exig<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los estudios ambi<strong>en</strong>tales<br />
así como <strong>en</strong> la elaboración de las manifestaciones de<br />
impacto ambi<strong>en</strong>tal que se requier<strong>en</strong> como requisito para la<br />
autorización de los proyectos industriales, de infraestructura<br />
333
334<br />
regional, urbanísticos o arquitectónicos, etcétera, de acuerdo<br />
con lo establecido <strong>en</strong> las leyes respectivas. Si<strong>en</strong>do el<br />
desconocimi<strong>en</strong>to de los métodos, las técnicas y del fundam<strong>en</strong>to<br />
epistemológico propios para abordar los problemas<br />
desde una perspectiva de la complejidad una verdadera<br />
limitación. En las investigaciones ambi<strong>en</strong>tales g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />
se recurre a experi<strong>en</strong>cias y planteami<strong>en</strong>tos metodológicos<br />
correspondi<strong>en</strong>tes a naciones como los Estados Unidos<br />
de Norte América o los países europeos y se toman acríticam<strong>en</strong>te<br />
sus modelos sin considerar que sus condiciones<br />
socioeconómicas, técnicas y ambi<strong>en</strong>tales correspond<strong>en</strong> a<br />
realidades totalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>tes.<br />
La rigurosidad ci<strong>en</strong>tífica no significa, tan solo, la aplicación<br />
lineal de los manuales de investigación normalm<strong>en</strong>te<br />
conocidos, sino que requiere además, de formar la actitud,<br />
de t<strong>en</strong>er una base sólida de categorías epistemológicas<br />
para lograr la construcción de los objetos de investigación<br />
de manera efici<strong>en</strong>te.<br />
Se ha dicho <strong>en</strong> forma apologética por Bolea (1984, p.<br />
7 y 8) que los estudios de impacto ambi<strong>en</strong>tal son el mejor<br />
instrum<strong>en</strong>to para obt<strong>en</strong>er un conocimi<strong>en</strong>to claro y ext<strong>en</strong>so<br />
del efecto de una acción o proyecto <strong>en</strong> una determinada<br />
zona, pues facilita información integrada de los posibles impactos<br />
sobre:<br />
• El medio natural que abarca el aspecto ecológico y<br />
que se refiere principalm<strong>en</strong>te a los estudios de impacto físico<br />
o geofísico.<br />
• El medio social que abarca el aspecto humano y<br />
que se refiere principalm<strong>en</strong>te a factores socioeconómicos y<br />
culturales.
Sin embargo, debemos precisar que el conocimi<strong>en</strong>to<br />
sobre los problemas de impacto ambi<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> sí es altam<strong>en</strong>te<br />
complejo, pues al abarcar la esfera social y natural se requiere<br />
de la participación de difer<strong>en</strong>tes disciplinas y campos<br />
ci<strong>en</strong>tíficos de conocimi<strong>en</strong>to, lo que nos lleva necesariam<strong>en</strong>te<br />
a desarrollar las técnicas y los métodos interdisciplinarios<br />
que <strong>en</strong> nuestro medio aún no son muy conocidos ni reconocidos<br />
tanto por los propios técnicos que elaboran dichos<br />
estudios, como por las propias autoridades, <strong>en</strong>cargadas de<br />
controlar las investigaciones y los problemas ambi<strong>en</strong>tales.<br />
El trabajo interdisciplinario significa <strong>en</strong> cierta forma un<br />
int<strong>en</strong>to de recuperación de la categoría epistemológica<br />
de totalidad (Follari, 1982, p. 45), y decimos <strong>en</strong> cierta forma,<br />
dado que las experi<strong>en</strong>cias predominantes <strong>en</strong> la investigación<br />
se han dado desde el positivismo o empirismo lógico y<br />
desde el <strong>en</strong>foque de la Teoría G<strong>en</strong>eral de Sistemas, que si<br />
bi<strong>en</strong> esta última difiere del positivismo, comparte la actitud<br />
ci<strong>en</strong>tífica positiva. Asimismo, t<strong>en</strong>emos concepciones diametralm<strong>en</strong>te<br />
opuestas como la expresada por la corri<strong>en</strong>te<br />
crítica dialéctica, e incluso concepciones intermedias o híbridas<br />
diversas. En los casos específicos de investigación de<br />
impactos ambi<strong>en</strong>tales, se pres<strong>en</strong>ta una condición tal que<br />
es necesario el trabajo interdisciplinario <strong>en</strong> un ambi<strong>en</strong>te de<br />
concepciones oficiales positivistas g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te expresadas<br />
<strong>en</strong> los estudios de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to territorial.<br />
En la relación interdisciplinaria de las ci<strong>en</strong>cias no se trata<br />
de que una disciplina o ci<strong>en</strong>cia esclavice a otras como sus<br />
ci<strong>en</strong>cias auxiliares, véase el caso de la relación <strong>en</strong>tre la sociología<br />
y la estadística, tampoco se refiere al acercami<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong>tre dos disciplinas empar<strong>en</strong>tadas o muy cercanas <strong>en</strong>tre<br />
335
336<br />
si como la biología y la química que da como resultado la<br />
bioquímica o la física y la química, <strong>en</strong>tre las cuales es difícil<br />
señalar fronteras. “Se trata <strong>en</strong> cambio de la interrelación<br />
orgánica de los conceptos de diversas disciplinas hasta el<br />
punto de constituir una especie de `nueva unidad` que subsume<br />
<strong>en</strong> un nivel superior las aportaciones de cada una de<br />
las disciplinas particulares” (Follari, p. 27) <strong>en</strong> un esfuerzo no<br />
analítico sino sintético.<br />
Podría decirse que un grupo interdisciplinario, <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido<br />
práctico, se compone por personas que han recibido<br />
una formación disciplinaria, cada uno, <strong>en</strong> diversos dominios<br />
del conocimi<strong>en</strong>to y que <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia ti<strong>en</strong><strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes<br />
conceptos, métodos, datos y términos que adquier<strong>en</strong> significado<br />
<strong>en</strong> un esfuerzo común alrededor de un problema común,<br />
se presupone una continua intercomunicación <strong>en</strong>tre<br />
los participantes de la investigación (Follari, 1982). Sin embargo<br />
<strong>en</strong> la actualidad cada disciplina es un feudo celosam<strong>en</strong>te<br />
def<strong>en</strong>dido y resguardado, existe una escasa intercomunicación<br />
que permita la socialización de los conocimi<strong>en</strong>tos,<br />
procedimi<strong>en</strong>tos y técnicas específicas. En estas condiciones<br />
y desde el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que “a todo constructo con pret<strong>en</strong>siones<br />
ci<strong>en</strong>tíficas corresponde una concepción ontológica<br />
de la realidad” la síntesis disciplinaria se dificulta aun más<br />
(Covarrubias, 1995, p. 67)<br />
Asimismo, dado el hecho de que <strong>en</strong> los estudios ambi<strong>en</strong>tales<br />
coexist<strong>en</strong> profesionales con diversas concepciones<br />
ci<strong>en</strong>tíficas, implica también la coexist<strong>en</strong>cia de diversas<br />
concepciones filosóficas y metodológicas <strong>en</strong> un mismo trabajo<br />
de investigación y aquí t<strong>en</strong>emos ya un serio problema<br />
de conocimi<strong>en</strong>to, que <strong>en</strong> la práctica sucede frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>-
te, sin duda alguna. El problema apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te puede resolverse<br />
desde dos posturas:<br />
• Con el logro y mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de una supuesta homog<strong>en</strong>eidad<br />
teórico conceptual del grupo de investigación; o<br />
• Con la exig<strong>en</strong>cia hacia los profesionales implicados<br />
<strong>en</strong> el conocimi<strong>en</strong>to y compr<strong>en</strong>sión de múltiples teorías, métodos<br />
y <strong>en</strong>foques filosóficos sin casarse con ninguno, como<br />
condición básica para el establecimi<strong>en</strong>to del dialogo interdisciplinario.<br />
La segunda alternativa requiere una mayor preparación<br />
del profesional, es algo así como t<strong>en</strong>er la capacidad para<br />
hablar y compr<strong>en</strong>der varios idiomas, considerando que los<br />
idiomas también ti<strong>en</strong><strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes grados de complejidad y<br />
que sus palabras no t<strong>en</strong>gan igualdad de significados <strong>en</strong>tre<br />
un idioma y otro.<br />
Difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> las<br />
concepciones ontológicas.<br />
Toda investigación parte de un conjunto de conocimi<strong>en</strong>tos<br />
básicos de ord<strong>en</strong> ontológico, de concepciones que cumpl<strong>en</strong><br />
un papel fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la construcción de objetos<br />
de investigación. Así como concebimos a la realidad, así<br />
la investigamos. Este hecho presupone una diversidad de<br />
modos ontológicos de concebir la realidad y de modos de<br />
abordar su investigación. Todo dep<strong>en</strong>de, de la respuesta<br />
que le demos a la sigui<strong>en</strong>te pregunta; ¿Qué es la realidad?<br />
(Kosick, 1963). Así las cosas, veremos de manera muy sintética,<br />
algunas de las concepciones más importantes para ilustrar<br />
el problema.<br />
Para el <strong>en</strong>foque sistémico positivista, la realidad se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
conformada por múltiples sistemas y subsistemas, el<br />
337
338<br />
concepto de sistema se ha definido como un complejo de<br />
elem<strong>en</strong>tos interactuantes (Bertalanffy, 1984), <strong>en</strong> esta concepción<br />
resultan relevantes los elem<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> sí, su número<br />
y sus relaciones. Desde el punto de vista de Bertalanffy, de<br />
acuerdo a su teoría g<strong>en</strong>eral de sistemas, se aclara que ese<br />
complejo de elem<strong>en</strong>tos adquiere un valor sinérgico donde<br />
cabe la expresión de que el todo es algo más que la suma<br />
de las partes. Una concepción parecida podría construirse si<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos a los procesos como resultado de un complejo<br />
de sistemas interactuantes, pero <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a la realidad <strong>en</strong><br />
su forma interactuante no significa compr<strong>en</strong>derla <strong>en</strong> el amplio<br />
s<strong>en</strong>tido de su dinámica de totalidad dialéctica.<br />
Covarrubias (1995) ha hecho relevante la polémica concepción<br />
althuseriana sobre la totalidad <strong>en</strong> la que se habla<br />
de todos estructurados <strong>en</strong> los que se reconoc<strong>en</strong> niveles o<br />
instancias distintas relativam<strong>en</strong>te autónomas y esta situación<br />
es común <strong>en</strong> las concepciones positivistas. El todo se pres<strong>en</strong>ta<br />
como un conjunto de instalaciones cuyo funcionami<strong>en</strong>to<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra sujeto a un compon<strong>en</strong>te dominante que otorga<br />
ritmos y velocidades a un conjunto, la contradicción se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la ambigüedad del concepto de autonomía<br />
relativa, es decir, se es autónomo o no se es, pero no se puede<br />
ser autónomo <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to o desde un punto de vista<br />
y simultáneam<strong>en</strong>te no ser autónomo desde ese mismo punto<br />
de vista o mom<strong>en</strong>to.<br />
Kosick ( 1963) por su parte reconoce que el concepto de<br />
totalidad se ha ido modificando continuam<strong>en</strong>te principalm<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> los últimos dec<strong>en</strong>ios, <strong>en</strong> una dirección que reduce<br />
el concepto a una exig<strong>en</strong>cia metodológica y a aplicarlo<br />
como una simple regla metodológica <strong>en</strong> la indagación de
la realidad. Esta deg<strong>en</strong>eración del concepto ha desembocado<br />
<strong>en</strong> dos trivialidades: a) que todo está <strong>en</strong> conexión<br />
con todo y b) que el todo es más que las partes. Kosick nos<br />
aclara que la totalidad no significa todos los hechos sino la<br />
realidad como un todo estructurado y dialéctico donde se<br />
puede compr<strong>en</strong>der racionalm<strong>en</strong>te cualquier hecho, clase<br />
o conjunto de hechos. Marx (s. f. p. 111), a finales del siglo<br />
XIX, expresó su concepto de totalidad de la sigui<strong>en</strong>te forma:<br />
“lo concreto es concreto porque es síntesis de lo múltiple o<br />
unidad de lo diverso”, la difer<strong>en</strong>cia es clara, para Marx las<br />
cosas son la expresión sintética del todo, es decir totalidades<br />
concretas <strong>en</strong> que se compart<strong>en</strong> las mismas cualidades<br />
<strong>en</strong>tre la parte y el todo. El concepto de totalidad concreta<br />
es muy difer<strong>en</strong>te al concepto de sistema por muy totalizante<br />
que este sea.<br />
En el s<strong>en</strong>tido epistemológico del término, esta concepción<br />
de totalidad concreta se convierte <strong>en</strong> una herrami<strong>en</strong>ta<br />
altam<strong>en</strong>te poderosa que abre la razón, permiti<strong>en</strong>do la percepción<br />
de lo real con una amplitud visual o conceptual no<br />
reduccionista.<br />
Si revisamos el concepto de totalidad aplicado a la<br />
ciudad, veremos que exist<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias muy significativas,<br />
como es el caso de Coppola ( 1980, p. 19) que dice que<br />
la “ciudad es un organismo unitario d<strong>en</strong>tro del cual interactúan,<br />
como <strong>en</strong> el cuerpo humano, una serie de sistemas,<br />
cada uno de alguna manera autónomo e id<strong>en</strong>tificable <strong>en</strong><br />
él mismo, cada sistema puede aislarse temporalm<strong>en</strong>te para<br />
ser estudiado y analizado <strong>en</strong> sus dinámicas internas, pero de<br />
cualquier modo debe estar relacionado con los otros sistemas<br />
para id<strong>en</strong>tificar sus acciones reciprocas”, sin embargo<br />
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el hecho de que <strong>en</strong> la realidad urbana se constituyan objetos<br />
id<strong>en</strong>tificables, no quiere decir que éstos sean autónomos,<br />
pues <strong>en</strong> forma analógica, el hecho de yo distinga mi<br />
mano de mi brazo y mi brazo de mi cuerpo, no quiere decir<br />
que mi mano sea autónoma del resto de mi cuerpo. Por otra<br />
parte no se debe olvidar que los procesos son múltiples y<br />
complejos y que la naturaleza no es algo aparte a lo urbano<br />
y que la ciudad no es más que una forma socializada de lo<br />
natural. Podemos compr<strong>en</strong>der que la ciudad sea un “organismo”<br />
unitario o no <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de la simpleza del concepto<br />
matemático de unidad, sino <strong>en</strong> el concepto de que tal<br />
unidad es la síntesis concreta de lo múltiple, pero que para<br />
poder apropiarnos de tan compleja realidad lo hacemos <strong>en</strong><br />
un proceso <strong>en</strong> el que el análisis es tan solo una fracción del<br />
proceso de conocimi<strong>en</strong>to y que debe ser complem<strong>en</strong>tada<br />
<strong>en</strong> la compr<strong>en</strong>sión sintética.<br />
De igual manera, el ambi<strong>en</strong>te natural no puede ser<br />
p<strong>en</strong>sado como una simple colección de elem<strong>en</strong>tos interactuantes,<br />
tampoco puede ser p<strong>en</strong>sado <strong>en</strong> su forma aislada<br />
respecto al hombre ni a su quehacer o su producción. La<br />
ciudad, como producto humano, ti<strong>en</strong>e profundas implicaciones<br />
<strong>en</strong> la naturaleza y a su vez la naturaleza determina<br />
muchas de sus características.<br />
Definitivam<strong>en</strong>te, las limitaciones implícitas <strong>en</strong> las concepciones<br />
fragm<strong>en</strong>tarias de la realidad por más especializadas<br />
que sean, nos llevan paradójicam<strong>en</strong>te a resoluciones<br />
inefici<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la medida que resuelv<strong>en</strong> un aspecto del<br />
problema mi<strong>en</strong>tras que provocan daños <strong>en</strong> otros aspectos,<br />
que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te no son considerados. Por ejemplo, una<br />
obra de dr<strong>en</strong>aje tradicional, higi<strong>en</strong>iza la ciudad pero conta-
mina suelos, barrancas y cuerpos de agua <strong>en</strong> las periferias<br />
urbanas, hacemos ciudades pero acabamos con bosques<br />
y otros recursos naturales. La tecnología concebida desde<br />
una concepción fragm<strong>en</strong>taria nos puede llevar, o más bi<strong>en</strong><br />
nos está llevando ya a situaciones de verdadera crisis <strong>en</strong> los<br />
ámbitos ambi<strong>en</strong>tales, económicos, sociales y culturales <strong>en</strong>tre<br />
otros.<br />
Lo anterior resulta de la cre<strong>en</strong>cia de que la efici<strong>en</strong>cia se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la fragm<strong>en</strong>tación de los procesos, <strong>en</strong> hacerlos<br />
lo más simples posibles, para su <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to y su manipulación,<br />
negamos el hecho de que la realidad concreta es<br />
una totalidad y como tal es compleja. Pero sobre todo debemos<br />
t<strong>en</strong>er claro que <strong>en</strong> el trasfondo existe una convicción<br />
política de dominio y control de los procesos sociales, económicos,<br />
ci<strong>en</strong>tíficos y tecnológicos que garantizan la supremacía<br />
de los sectores sociales hegemónicos. Aunque ésta<br />
convicción pudiera estar más sust<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> las fuerzas básicas<br />
de los instintos que <strong>en</strong> la razón. La intelig<strong>en</strong>cia colectiva<br />
se desequilibra por la limitada evolución de la intelig<strong>en</strong>cia<br />
moral.<br />
El ser humano es una complejidad de procesos físicos,<br />
biológicos, psicológicos, sociales y ambi<strong>en</strong>tales que se han<br />
sintetizado <strong>en</strong> su ser y cada ser, difer<strong>en</strong>te y semejante uno<br />
de otro manifiesta su individualidad <strong>en</strong> modalidades que expresan<br />
su s<strong>en</strong>tido práctico-utilitario, su s<strong>en</strong>sibilidad estética,<br />
su conci<strong>en</strong>cia religiosa, su s<strong>en</strong>tido ci<strong>en</strong>tífico o filosófico, <strong>en</strong><br />
difer<strong>en</strong>tes grados de complejidad. Estos modos de apropiación<br />
de lo real coexist<strong>en</strong> y no se pued<strong>en</strong> eliminar, aunque<br />
apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te haya un s<strong>en</strong>tido contradictorio <strong>en</strong>tre ellos,<br />
son parte del carácter humano, porque somos seres integra-<br />
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342<br />
les. La ci<strong>en</strong>cia se <strong>en</strong>riquece del arte por su valor creativo; la<br />
filosófica aporta el s<strong>en</strong>tido total de las leyes más g<strong>en</strong>erales<br />
de lo real; el conocimi<strong>en</strong>to solidario que construye y eleva<br />
la calidad humana nos aparta del desequilibrio destructivo;<br />
la ci<strong>en</strong>cia sin s<strong>en</strong>tido moral contribuiría a la formación de<br />
sociedades débiles, decad<strong>en</strong>tes, y manipulables; la condición<br />
física de nuestro ser fundam<strong>en</strong>ta el s<strong>en</strong>tido utilitario sin<br />
embargo, éste s<strong>en</strong>tido sin control nos puede llevar a excesos<br />
atrofiantes.<br />
La ci<strong>en</strong>cia y la tecnología no deb<strong>en</strong> perder su s<strong>en</strong>tido<br />
integral, ni <strong>en</strong> su concepción ontológica ni epistemológica.<br />
El método debe ser dinámico y pasar continuam<strong>en</strong>te de la<br />
parte al todo, del análisis a la síntesis, de lo objetivo a lo subjetivo,<br />
de la razón a la intuición, de la lógica a la estética, de<br />
lo conocido a lo desconocido, de lo esperado a lo inesperado,<br />
de lo individual a lo colectivo, del pasado al pres<strong>en</strong>te y<br />
futuro, de la disciplina a la interdisciplina y de ahí a la transdisciplinariedad.<br />
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Para esta obrá se utilizó la tipografía C<strong>en</strong>tury Gothic a 11<br />
puntos <strong>en</strong> un papel bon blanco de 120g.<br />
Se imprimió <strong>en</strong> el Taller de Impresión Offset SENA,<br />
el 2 de Mayo del 2013, con un tiraje de 1000 libros y 500 de<br />
reserva.<br />
Imag<strong>en</strong> de la portada: fran-silvestre-arquitectos-val<strong>en</strong>cia-house-on-the-cliff-img-arquitectura-10
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