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Liahona 1994 Abril - LiahonaSud

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sirviendo en la Misión Alemania<br />

Central. Su responsabilidad principal<br />

era ayudar a la gente a volver a la<br />

Iglesia. La hermana Bollbach<br />

explica: "Muchos de ellos no querían<br />

orar porque decían que no tenían<br />

nada que agradecer o que en<br />

realidad no necesiraban nada. No<br />

obstante, el hermano Bollhach les<br />

inspiró y les ayudó a estar<br />

agradecidos por la vida y por las<br />

bendiciones del Señor".<br />

Una de sus primeras asignaciones<br />

fue como presidente de rama en<br />

Gelsenkirchen. Al principio, el<br />

hermano Bollbach se mostró<br />

indeciso cuando el presidente de la<br />

misión lo llamó a ese puesto. "Pero<br />

usted sabe que soy ciego", le dijo ei<br />

hermano Bollhach.<br />

"Sí, por supuesto que lo sé",<br />

rephcó el presidente de la misión, "y<br />

el Señor también lo sabe".<br />

ES hermano Bollbach fue<br />

presidente de rama en esa ciudad<br />

hasta que, un año después, sufrió un<br />

leve a raque de corazón. "Me<br />

preguntaba si tendría que volver a<br />

casa después de eso; pero el doctor me<br />

examinó y dijo que podía quedarme.<br />

De manera que nos quedamos".<br />

Después de regresar de la misión<br />

en 1971, la hermana Bollhach volvió<br />

a trabajar en el Templo de Salt Lake<br />

y él reabrió el taller y puso en<br />

exposición sus figuras de madera.<br />

Muchísimas personas fueron a ver<br />

los tallados del hermano Bollbach, y<br />

muchos pensaron que era imposible<br />

que un hombre ciego hubiera hecho<br />

un trabajo tan magnífico. Él les<br />

decía: "Es increíble, pero no<br />

imposible; hay que tener fe en Dios y<br />

confianza en sí mismo. Todos los<br />

seres humanos —cualquiera sea su<br />

raza o sus creencias— son hijos de<br />

Dios y al venir a la tierra han traído<br />

talentos consigo. Depende de cada<br />

persona el descubrir y desarrollar<br />

esos talentos por medio del esfuerzo<br />

y la diligencia".<br />

En 1975, los Bollbach tuvieron la<br />

sorpresa de otro llamamiento<br />

misional, esta vez a la Misión<br />

Alemania Francfort. En esa misma<br />

época, ella se enteró de que tenía<br />

cáncer. El hermano Bollbach explica:<br />

"Nadie se puede imaginar el miedo<br />

que sentí. En el término de una<br />

semana, fue sometida a tres<br />

operaciones. Lo curioso fue la<br />

bendición que el obispo le dio. Le<br />

dijo: 'Elli, tú sanarás, y volverás al<br />

campo de la misión con Fritz para<br />

servir a Dios'. Nos preguntamos<br />

cómo podía decir tal cosa".<br />

La hermana Bollbach se recuperó<br />

de las operaciones, y con su esposo<br />

sirvieron una misión de dieciocho<br />

meses en Finnasens, Alemania, cerca<br />

de la frontera con Francia.<br />

No hacía un año que habían<br />

vuelto de la misión, cuando los<br />

Bollbach cerraron por tercera vez su<br />

casa y el taller para servir en la<br />

Misión Alemania Munich, donde el<br />

hermano Bollbach fue llamado para<br />

ser presidente de rama en<br />

Nuremberg. Aunque en los registros<br />

de la rama figuraban más de 450<br />

personas, sólo unos 20 miembros<br />

asistían con regularidad.<br />

Los hermanos Bollbach sabían<br />

que tenían retos, pero también<br />

sabían cómo vencerlos. Con fe,<br />

oración, obediencia y diligencia, se<br />

concentraron en visitar a los<br />

miembros menos activos. "¡Y sucedió<br />

el milagro!", exclama el hermano<br />

Bollbach. "La rama creció. Varios<br />

meses después, esa rama quedó<br />

dividida en tres ramas: Feucht,<br />

Fürth y Nutemberg. Yo sé que fue la<br />

bendición y la ayuda de Dios.<br />

Nosotros sólo fuimos instrumentos<br />

en Sus manos".<br />

POR DIOS Y PARA APRENDER<br />

Después de regresar al hogar, los<br />

hermanos Bollbach fueron maestros<br />

de la Escuela Dominical alrededor<br />

de diez años. Como él no podía leer<br />

las lecciones, ella grababa en un<br />

cásete la lección del manual y los<br />

pasajes de las Escrituras; luego él<br />

escuchaba la grabación varias veces<br />

y pasaba hasta ocho horas<br />

estudiándola con ella. El dice: "Yo<br />

buscaba las preguntas y las hacía<br />

poner en el cásete. Luego las<br />

aprendía de memoria y así después<br />

podíamos enseñar la clase juntos".<br />

Finalmente fueron relevados debido<br />

a que el hermano Bollhach estaba<br />

demasiado enfermo para seguir<br />

cumpliendo esa asignación semanal.<br />

Los hermanos Bollbach dicen que<br />

el cumplir con sus muchas<br />

asignaciones de la Iglesia les ha<br />

traído gran gozo. El hermano<br />

Bollbach comenta: "Nosotros<br />

usamos nuestro tiempo exclusivamente<br />

para la Iglesia, para Dios y<br />

para aprender, y nos sentimos<br />

contentos. Pero no somos nosotros<br />

sino el poder de la oración y la<br />

ayuda de Dios que nos permiten<br />

hacer la obra. Sin Dios y sin Elli, no<br />

podría haberlo hecho. Sin Su ayuda,<br />

no podría ver espiritualmente con el<br />

corazón".<br />

L I A H O N A<br />

48<br />

bibliotecasud.blogspot.com

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