Revista Grupo Agro

mas agro
Cultivo de la achicoria:
nueva temporada, nuevos desafíos
Una mayor superficie sembrada en terrenos que permitan una cosecha más tardía y adelanto de
riego para ayudar a la germinación de las semillas son algunos de los desafíos que se presentan
para equipo de Beneo Orafti de cara a la temporada 2015-16.
Finaliza la cosecha de la achicoria y comienzan los
desafíos para la temporada que se aproxima, retos
que por cierto apuntan a mejorar los rendimientos
de los agricultores. Por lo mismo, el área agrícola de Beneo
Orafti ha trabajado intensamente en una nueva estrategia
para la temporada 2015-16, la que contiene algunos puntos
que bien vale la pena destacar.
La primera propuesta consiste en adelantar el riego en
mínimas cantidades comenzando en septiembre, que es
cuando recién se siembra la achicoria. La idea, señala el
gerente agrícola de Beneo Orafti, Peter Guhl, es mantener
húmedo el suelo con el fin de que el proceso de germinación
de la semilla no se interrumpa por falta de agua o los vientos
propios de ese mes.
Corfo, y que Orafti cofinancia para sus agricultores.
Por supuesto que toda siembra de achicoria debe estar
bajo riego tecnificado porque si bien ha tenido buenos
rendimientos en años secos, este es un cultivo que necesita
agua. Por ello Orafti financia el porcentaje que no cubre la
postulación a la ley de riego con un crédito con condiciones
favorables para sus agricultores. El requisito es cultivar
algunos años achicoria para poder cancelarlo.
Otra importante arista a destacar habla de extender el
período de cosecha, agregando a la superficie sembrada,
que se proyecta sean 2.800 hectáreas, terrenos con suelos
arenosos que puedan tener un buen drenaje para poder
cosecharlo en pleno invierno y en temporadas muy lluviosas.
Así entonces, la propuesta consiste en regar apenas 5
a 7 milímetros por día cada 5 cinco días para asegurar una
buena germinación de la semilla. La época de siembra es en
septiembre y a la semana, la semilla debería germinar; pero
en Chile se acostumbra a regar desde octubre en adelante,
por lo que hay un mes donde la semilla sólo recibe agua si es
que llueve, corriendo por consecuencia el riesgo de pérdida.
Esto implica, obviamente, ciertos desafíos como tener
limpios los canales de regadío en esa fecha o el pozo con la
energía que corresponde para poder funcionar.
Ahora bien, el agricultor que siembra achicoria cuenta
con un apoyo extra. Este consiste en un monitoreo satelital
que Orafti entrega sin costo para obtener mapas de riego que
permiten conocer la humedad real del suelo, considerando
el aporte que entregan a la planta, las napas subterráneas.
Este monitoreo satelital es parte del Programa de Difusión
Tecnológica (PDT), programa del gobierno apoyado por
Para eso buscarán suelos que permitan una cosecha
más tardía y que les facilite el ingreso al potrero con la
maquinaria y en condiciones de extrema lluvia o humedad.
La idea es que el terreno tenga buen drenaje para que no
se vea afectado el cultivo que es lo que finalmente interesa.
Por lo mismo, están viendo sectores como Cantera en Los
Angeles o Ñuble Alto en nuestra zona. Toda la costanera del
río Ñuble hasta la costa es una buena opción.
El rendimiento promedio durante esta temporada y que
fue considerado malo en la mayoría de los cultivos, fue de
52 toneladas la hectárea a un costo de 39 toneladas, es
decir, el margen en un año malo puede ser de 13 toneladas
la hectárea, nada despreciable si consideramos un precio
de $38.500 la tonelada. Genera un ingreso de $500.000
promedio. En general la media de rendimiento debería ser
de 58 toneladas, por lo que se puede deducir que es un
cultivo rentable.
Para mayor
información, puede
contactarse al mail de
luis.venzano@orafti.cl o al
teléfono 84790139
41