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¡Vive tu vida!
¡No te compares con los demás!
Es muy fácil pasar gran parte de nuestro
tiempo dándole seguimiento a lo
que otras personas hacen, añorar sus
vidas de aparente felicidad y desear
estar aunque sea por un segundo en
ellas. ¡Qué pérdida de tiempo y energía!
A diario vemos personas que son para
nosotros espejos, es decir que nos reflejamos
tanto en ellas que hasta queremos
vivir nuestras vidas al mismo
grado o intensidad. Admirar a una persona
o tomarla como patrón no está
mal, pero compararnos constantemente
con ellas e imitarlas, puede ser
contraproducente y denota falta de
personalidad.
Cuando vivimos con el constante
deseo de ser como “otros”,
nos olvidamos de vivir nuestras
propias vidas, ya que gran parte
de nuestra energía las gastamos
viviendo algo que no nos toca,
se nos pasan momentos que
para nosotros son importantes,
para luego mirar atrás y ver que
no hemos logrado nada por
nuestra propia cuenta.
Al final, nos convertimos
en personas
amargadas, vacías y
sin objetivos a seguir,
evitando darnos
cuenta de quienes
somos realmente,
cuales son las
cosas
que en verdad
nos gustan y hasta
donde somos capaces
de llagar
para conquistar nuestra
propia felicidad.
Dispongámonos
a vivir bajo
nuestra propia piel
practicando los siguientes
consejos.
* Empecemos a
descubrir lo que es
realmente importante
para nosotros.
* Aprendamos a sentirnos mejor con
nosotros mismos.
* Evitemos los celos y el egoísmo que
tanto carcome a las personas.
* Busquemos inspiración en el trabajo
para aprender y crear cosas nuevas de
las que podamos sentirnos orgullosos.
* Descubramos los dones y talentos
que tenemos y podemos destacar.
* Conozcámonos a nosotros mismos y
valoremos lo que tenemos.
* Identifiquemos que actividades nos
enriquecen y cuales nos destruyen.
No tendremos todo lo que queremos,
pero aun así, amemos todo lo que tenemos.
* I n v i r t a m o s
tiempo y energía
en ser creativos.