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... al Análisis Transaccional<br />
Berne publicó dos artículos en 1957: La imagen del yo y Estados<br />
del yo en psicoterapia. Considero que el primero mira hacia<br />
el pasado, sobre todo para reconocer <strong>la</strong> deuda conceptual que<br />
tenía con Federn —imágenes del yo—, Silberer —símbolos<br />
del yo— y Kahn —modelos del yo—. Francisco Massó ha<br />
profundizado sobre los antecedentes del concepto de Estados<br />
del yo, y considera que es imprescindible recordar <strong>la</strong>s<br />
aportaciones hechas 30 años antes del nacimiento de Berne<br />
por W. James sobre el yo observable y los estados sociales del<br />
yo; según James, cada persona dispone de tantos yoes sociales<br />
como grupos de pertenencia. Por su parte, George Mead,<br />
miembro destacado de <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> del Interaccionismo Simbólico<br />
de Chicago, diferencia entre el «yo» y el «mi», cuyo parangón<br />
con el estado Padre y Adulto es muy notorio.<br />
En el artículo citado, Berne ofrece una comparación que<br />
prefigura el p<strong>la</strong>no del edificio que traza en el segundo artículo.<br />
El primer colega que primero ayudó a c<strong>la</strong>rificar esta situación<br />
fue un pediatra. Pronto se hizo c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> posición profesional<br />
del psiquiatra era simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> suya, como cuando un pediatra<br />
tiene que tratar un serio problema familiar en una cabaña<br />
de una so<strong>la</strong> habitación en medio del invierno. Dado que no<br />
puede enviar fuera de <strong>la</strong> habitación ni a <strong>la</strong> madre ni al niño, todo<br />
lo que le diga a <strong>la</strong> madre será escuchado y escudriñado por<br />
el ansiosamente alerta niño que está luchando confusamente<br />
con todas sus fuerzas por <strong>la</strong> supervivencia emocional; y todo<br />
lo que le diga al niño caerá en los oídos a <strong>la</strong> defensiva de <strong>la</strong><br />
madre. En estas condiciones, sólo es posible mantener el control<br />
terapéutico mediante un conocimiento adecuado de <strong>la</strong> psicología<br />
tanto del individuo adulto como del individuo niño.<br />
No basta decir o hacer lo que sólo es apropiado para el niño,<br />
ya que si <strong>la</strong> madre no está segura de ello, el<strong>la</strong> se volverá cada<br />
vez más defensiva.<br />
En <strong>la</strong> situación psiquiátrica, el adulto y el niño están contenidos<br />
dentro del mismo individuo.<br />
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