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4. La performatividad de las culturas juveniles. Rossana ... - Injuve

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<strong>Rossana</strong> Reguillotorno a lo que es consi<strong>de</strong>rado como “el problema<strong>de</strong> la participación juvenil” en el escenario <strong>de</strong> <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s contemporáneas, es el <strong>de</strong>sencuentroentre lo que llamaré “la postura instrumental” y <strong>de</strong>otro lado, la “postura <strong>de</strong>sdramatizada”, comodiscusiones representativas <strong>de</strong>l problema quesignifica abordar en el marco <strong>de</strong>l colapso social laparticipación juvenil.LA INCORPORACIÓN Y SU OTROEn primer término, resulta imposible soslayar <strong>las</strong>evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> una exclusión mayúscula <strong>de</strong>(ciertos) numerosos actores <strong>juveniles</strong> <strong>de</strong> losespacios <strong>de</strong>finidos como claves y sustantivos parael ámbito <strong>de</strong> la reproducción social. Los índices <strong>de</strong><strong>de</strong>sempleo, la <strong>de</strong>serción escolar o la francaimposibilidad <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a los espaciosformativos, el endurecimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticaspunitivas <strong>de</strong> los gobiernos <strong>de</strong> un lado y, <strong>de</strong> otro, ladistribución <strong>de</strong> culpas a los jóvenes a quienes seacusa <strong>de</strong> manera general <strong>de</strong> hedonismo, <strong>de</strong><strong>de</strong>simplicación y falta <strong>de</strong> interés y <strong>de</strong> “ban<strong>de</strong>ras<strong>de</strong>fendibles”, tien<strong>de</strong> a configurar un pensamiento“normativo”, muy preocupado tanto por producirestrategias y respuestas para contrarrestar laexclusión como por intervenir los imaginarios<strong>juveniles</strong>. El núcleo <strong>de</strong> este pensamiento searticula a la discusión en torno al quiebre <strong>de</strong> losespacios “tradicionales” <strong>de</strong> participación-inclusiónjuvenil: la escuela, el mundo <strong>de</strong>l trabajo y lapolítica formal. Sin <strong>de</strong>sconocer que hasta “nuevoaviso” el trabajo y la escuela siguen siendoinstituciones centrales para la producciónreproducción<strong>de</strong> la vida social y que la <strong>de</strong>mocraciaelectoral es una plataforma importante para elimpulso <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong> nuestrassocieda<strong>de</strong>s, se percibe una ten<strong>de</strong>ncia a colocarestas tres dimensiones como un dato dado,<strong>de</strong>splazando todo el peso <strong>de</strong>l análisis (o <strong>de</strong> laintervención) hacia lo que llamaré provisoriamente“la incorporación a cómo <strong>de</strong> lugar”, que terminapor pactar con el mo<strong>de</strong>lo o proyecto <strong>de</strong> sociedadque ha provocado la exclusión y la marginación <strong>de</strong>los jóvenes, cayendo así en una conceptualización<strong>de</strong> carácter instrumental que propone “educaciónpara el trabajo; trabajo para la consecución <strong>de</strong> unaciudadanía normalizada; ciudadanía comocategoría estable <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y obligaciones”,posición que resultaría inapelable si por un ladoestuviéramos en lo que Bourdieu llamó “el periodo<strong>de</strong> <strong>las</strong> trayectorias estables”, y por otro,convencidos realmente <strong>de</strong> que educación-trabajociudadanía,configuran una trilogía a disposición<strong>de</strong>l grueso <strong>de</strong> la población juvenil en el continente.Dos cuestiones me parecen relevantes aquí. Deuna parte, la ausencia <strong>de</strong> problematización sobrela propia estructura, como si la escuela, el mundolaboral y el mundo <strong>de</strong> la política fueran contenidoshomogéneos y estáticos, y todo el problemaconsistiera en expandir sus alcances, en hacer lacrítica <strong>de</strong> su insuficiencia y en “traer” a los jóvenesa estos ámbitos. Y, <strong>de</strong> otra parte, la ausencia <strong>de</strong>problematización en torno al agotamiento <strong>de</strong>lsentido que <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>positaron en estosinstancias, lo que ocasiona, entre otras cosas, quese invisibilice en el <strong>de</strong>bate, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> losjóvenes (y <strong>de</strong> los no tan jóvenes) a <strong>de</strong>cir no a laescuela, no al trabajo, no a la política, en suscaracterísticas y expresiones actuales 1 . El pesoexcesivo en “la incorporación a cómo <strong>de</strong> lugar”,termina por acallar <strong>las</strong> voces <strong>juveniles</strong> conrespecto a sus críticas –no siempre explícitas- almo<strong>de</strong>lo social que nos hemos ido dando comosociedad y, por extensión a mantener en un “másallá <strong>de</strong> la crítica” a <strong>las</strong> instituciones. El “no – así”<strong>de</strong>manda más y profundos análisis, así como unamayor visibilidad en la discusión y producción <strong>de</strong>conocimiento en torno a los jóvenes. Y es un “noasí”que <strong>de</strong>be alcanzar también a <strong>las</strong> instituciones,a la escuela, al mercado, a los partidos políticos, a<strong>las</strong> instancias <strong>de</strong> gobierno, que en lo generalaceptan la interpelación sobre su insuficienciaestructural pero se muestran incapaces <strong>de</strong> asumirla crisis más honda que <strong>las</strong> sacu<strong>de</strong>: la <strong>de</strong>l sentido 2 .El reto en este nivel, me parece, es el <strong>de</strong> nosustraer el análisis <strong>de</strong> la “participación juvenil” a lateoría crítica <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad reflexiva 3 , que1De manera constante aparece en el espacio público “<strong>las</strong>orpresa indignada” <strong>de</strong> actores políticos o empresariales queno logran enten<strong>de</strong>r por qué los jóvenes no aceptan procesos<strong>de</strong> capacitación o empleos esclavistas y mal remunerados.2Para una discusión sobre la crisis <strong>de</strong> sentido ver P. Berger y T.Luckmann, Mo<strong>de</strong>rnidad, pluralismo y crisis <strong>de</strong> sentido. <strong>La</strong>orientación <strong>de</strong>l hombre mo<strong>de</strong>rno. Paidós Studio, Barcelona, 1997.3Scott <strong>La</strong>sh <strong>La</strong> reflexividad y sus dobles: estructura, estética,comunidad, en U. Beck, A. Gid<strong>de</strong>ns y S. <strong>La</strong>sh Mo<strong>de</strong>rnizaciónreflexiva. Política, tradición y estética en el or<strong>de</strong>n socialmo<strong>de</strong>rno. Alianza Universidad, Madrid, 1997.50Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/04

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