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4. La performatividad de las culturas juveniles. Rossana ... - Injuve

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EL TEMALA PERFORMATIVIDAD DE LAS CULTURAS JUVENILES<strong>Rossana</strong> ReguilloDepartamento <strong>de</strong> Estudios SocioculturalesITESO (Guadalajara, México)En la literatura especializada en torno a los jóvenes, se percibe hoy una tensión <strong>de</strong> lectura. Sin preten<strong>de</strong>r agotarla complejidad <strong>de</strong> esta tensión, lo que me parece clave para colocar la discusión en torno a lo que esconsi<strong>de</strong>rado como “el problema <strong>de</strong> la participación juvenil” en el escenario <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s contemporáneas,es el <strong>de</strong>sencuentro entre lo que llamaré “la postura instrumental” y <strong>de</strong> otro lado, la “postura <strong>de</strong>sdramatizada”,como discusiones representativas <strong>de</strong>l problema que significa abordar en el marco <strong>de</strong>l colapso social laparticipación juvenil.Palabras clave: Culturas <strong>juveniles</strong>. Performatividad. Teatralidad. América <strong>La</strong>tina. Música.INTRODUCCIÓN...El nomadismo se convierte en un clichéantes que en un modo <strong>de</strong> experimentar ladiversidad en la sociedad posmo<strong>de</strong>rna. Talvez contrariamente a sus intenciones, lateorización sobre el nomadismo<strong>de</strong>sarrollada por Deleuze y Guattari parecehaber incentivado la fascinación <strong>de</strong> suslectores por la figura <strong>de</strong>l nómada como untransgresor romántico, como un rebel<strong>de</strong>heroico y solitario que se niega a rendirseante un mundo bien or<strong>de</strong>nado. En una vetadiferente, el nómada como un vagabundocultural es una imagen a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> lo queVattimo (1989) parece consi<strong>de</strong>rar elprototipo <strong>de</strong> una existencia más liberadaen un mundo posmo<strong>de</strong>rno. Sin embargo,la realidad <strong>de</strong>l nomadismo podría sermucho menos fascinante.Benjamín ArditiEstamos sentados en una piedra, sabiendoque el mundo está vuelto mierda...estamosjugando a que no sabemos...los númerosdicen que estamos bien, lo dicen losgenios <strong>de</strong> CNN y cuando te acercas a larealidad, otro corte a comercial...BacilosEn el contexto <strong>de</strong> los cambios sociales <strong>de</strong>rivados<strong>de</strong> la llamada crisis <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, que <strong>de</strong>manera sintética pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse como el quiebreo <strong>de</strong>sdibujamiento <strong>de</strong> la institucionalidad y <strong>de</strong> losrelatos que han dado cohesión y sentido al pactosocial, la pregunta por los jóvenes se vuelve cadavez más compleja en la medida en que losacercamientos a la realidad empírica <strong>de</strong>mandan una“toma <strong>de</strong> posición” frente a esa crisis, en el sentido<strong>de</strong> la necesidad –no siempre asumida- <strong>de</strong> construiruna postura frente al conjunto <strong>de</strong> estructuras,representaciones, modos <strong>de</strong> interacción, entre otroselementos, que se encuentran en aceleradareconfiguración. El repliegue <strong>de</strong>l Estado benefactor,la fuerza creciente <strong>de</strong>l mercado, la irrupción <strong>de</strong> losmedios <strong>de</strong> comunicación, el <strong>de</strong>scrédito <strong>de</strong> <strong>las</strong>instituciones y actores tradicionales (partidos,iglesias, sindicatos), la globalización, la migración, lafuerza <strong>de</strong>l narcotráfico y <strong>de</strong>l crimen organizado,constituyen no solamente un escenario, sino unentramado complejo, sistémico, multidimensionalque son dimensión constitutiva en la que losjóvenes -como categoría socialmente construida,situada, histórica y relacional-, se configuran comoactores sociales. El contexto, <strong>de</strong>viene así “texto”fuerte; y no es posible eludir la relación entreparticipación (acción) juvenil y estructura (sistema)social. En la literatura especializada en torno a losjóvenes, se percibe hoy una tensión <strong>de</strong> lectura. Sinpreten<strong>de</strong>r agotar la complejidad <strong>de</strong> esta tensión, loque me parece clave para colocar la discusión enEstudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/04 49


<strong>Rossana</strong> Reguillotorno a lo que es consi<strong>de</strong>rado como “el problema<strong>de</strong> la participación juvenil” en el escenario <strong>de</strong> <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s contemporáneas, es el <strong>de</strong>sencuentroentre lo que llamaré “la postura instrumental” y <strong>de</strong>otro lado, la “postura <strong>de</strong>sdramatizada”, comodiscusiones representativas <strong>de</strong>l problema quesignifica abordar en el marco <strong>de</strong>l colapso social laparticipación juvenil.LA INCORPORACIÓN Y SU OTROEn primer término, resulta imposible soslayar <strong>las</strong>evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> una exclusión mayúscula <strong>de</strong>(ciertos) numerosos actores <strong>juveniles</strong> <strong>de</strong> losespacios <strong>de</strong>finidos como claves y sustantivos parael ámbito <strong>de</strong> la reproducción social. Los índices <strong>de</strong><strong>de</strong>sempleo, la <strong>de</strong>serción escolar o la francaimposibilidad <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a los espaciosformativos, el endurecimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticaspunitivas <strong>de</strong> los gobiernos <strong>de</strong> un lado y, <strong>de</strong> otro, ladistribución <strong>de</strong> culpas a los jóvenes a quienes seacusa <strong>de</strong> manera general <strong>de</strong> hedonismo, <strong>de</strong><strong>de</strong>simplicación y falta <strong>de</strong> interés y <strong>de</strong> “ban<strong>de</strong>ras<strong>de</strong>fendibles”, tien<strong>de</strong> a configurar un pensamiento“normativo”, muy preocupado tanto por producirestrategias y respuestas para contrarrestar laexclusión como por intervenir los imaginarios<strong>juveniles</strong>. El núcleo <strong>de</strong> este pensamiento searticula a la discusión en torno al quiebre <strong>de</strong> losespacios “tradicionales” <strong>de</strong> participación-inclusiónjuvenil: la escuela, el mundo <strong>de</strong>l trabajo y lapolítica formal. Sin <strong>de</strong>sconocer que hasta “nuevoaviso” el trabajo y la escuela siguen siendoinstituciones centrales para la producciónreproducción<strong>de</strong> la vida social y que la <strong>de</strong>mocraciaelectoral es una plataforma importante para elimpulso <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong> nuestrassocieda<strong>de</strong>s, se percibe una ten<strong>de</strong>ncia a colocarestas tres dimensiones como un dato dado,<strong>de</strong>splazando todo el peso <strong>de</strong>l análisis (o <strong>de</strong> laintervención) hacia lo que llamaré provisoriamente“la incorporación a cómo <strong>de</strong> lugar”, que terminapor pactar con el mo<strong>de</strong>lo o proyecto <strong>de</strong> sociedadque ha provocado la exclusión y la marginación <strong>de</strong>los jóvenes, cayendo así en una conceptualización<strong>de</strong> carácter instrumental que propone “educaciónpara el trabajo; trabajo para la consecución <strong>de</strong> unaciudadanía normalizada; ciudadanía comocategoría estable <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y obligaciones”,posición que resultaría inapelable si por un ladoestuviéramos en lo que Bourdieu llamó “el periodo<strong>de</strong> <strong>las</strong> trayectorias estables”, y por otro,convencidos realmente <strong>de</strong> que educación-trabajociudadanía,configuran una trilogía a disposición<strong>de</strong>l grueso <strong>de</strong> la población juvenil en el continente.Dos cuestiones me parecen relevantes aquí. Deuna parte, la ausencia <strong>de</strong> problematización sobrela propia estructura, como si la escuela, el mundolaboral y el mundo <strong>de</strong> la política fueran contenidoshomogéneos y estáticos, y todo el problemaconsistiera en expandir sus alcances, en hacer lacrítica <strong>de</strong> su insuficiencia y en “traer” a los jóvenesa estos ámbitos. Y, <strong>de</strong> otra parte, la ausencia <strong>de</strong>problematización en torno al agotamiento <strong>de</strong>lsentido que <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>positaron en estosinstancias, lo que ocasiona, entre otras cosas, quese invisibilice en el <strong>de</strong>bate, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> losjóvenes (y <strong>de</strong> los no tan jóvenes) a <strong>de</strong>cir no a laescuela, no al trabajo, no a la política, en suscaracterísticas y expresiones actuales 1 . El pesoexcesivo en “la incorporación a cómo <strong>de</strong> lugar”,termina por acallar <strong>las</strong> voces <strong>juveniles</strong> conrespecto a sus críticas –no siempre explícitas- almo<strong>de</strong>lo social que nos hemos ido dando comosociedad y, por extensión a mantener en un “másallá <strong>de</strong> la crítica” a <strong>las</strong> instituciones. El “no – así”<strong>de</strong>manda más y profundos análisis, así como unamayor visibilidad en la discusión y producción <strong>de</strong>conocimiento en torno a los jóvenes. Y es un “noasí”que <strong>de</strong>be alcanzar también a <strong>las</strong> instituciones,a la escuela, al mercado, a los partidos políticos, a<strong>las</strong> instancias <strong>de</strong> gobierno, que en lo generalaceptan la interpelación sobre su insuficienciaestructural pero se muestran incapaces <strong>de</strong> asumirla crisis más honda que <strong>las</strong> sacu<strong>de</strong>: la <strong>de</strong>l sentido 2 .El reto en este nivel, me parece, es el <strong>de</strong> nosustraer el análisis <strong>de</strong> la “participación juvenil” a lateoría crítica <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad reflexiva 3 , que1De manera constante aparece en el espacio público “<strong>las</strong>orpresa indignada” <strong>de</strong> actores políticos o empresariales queno logran enten<strong>de</strong>r por qué los jóvenes no aceptan procesos<strong>de</strong> capacitación o empleos esclavistas y mal remunerados.2Para una discusión sobre la crisis <strong>de</strong> sentido ver P. Berger y T.Luckmann, Mo<strong>de</strong>rnidad, pluralismo y crisis <strong>de</strong> sentido. <strong>La</strong>orientación <strong>de</strong>l hombre mo<strong>de</strong>rno. Paidós Studio, Barcelona, 1997.3Scott <strong>La</strong>sh <strong>La</strong> reflexividad y sus dobles: estructura, estética,comunidad, en U. Beck, A. Gid<strong>de</strong>ns y S. <strong>La</strong>sh Mo<strong>de</strong>rnizaciónreflexiva. Política, tradición y estética en el or<strong>de</strong>n socialmo<strong>de</strong>rno. Alianza Universidad, Madrid, 1997.50Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/04


<strong>La</strong> <strong>performatividad</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>caracteriza al momento actual como aquel en elque la mo<strong>de</strong>rnidad, con todos sus excesos, escapaz <strong>de</strong> tomarse a sí misma como objeto <strong>de</strong>reflexión y crítica 4 . Lo que quiero <strong>de</strong>cir con esto, esque no consi<strong>de</strong>ro que el análisis y comprensión <strong>de</strong>esta participación juvenil, generalmente entendidamucho más como “acción” por parte <strong>de</strong> losjóvenes que como posición 5 , pueda seguircentrado en la reproducción <strong>de</strong> estructurasmo<strong>de</strong>rnas cuya capacidad estructural y simbólicase agotan. El cansancio y el <strong>de</strong>sencanto juvenilfrente a <strong>las</strong> instituciones, <strong>de</strong>sborda el problema“cuantitativo” <strong>de</strong> la carencia <strong>de</strong> espacios. Pensarla participación <strong>de</strong> los jóvenes exclusivamentecomo un problema <strong>de</strong> exclusión o marginación <strong>de</strong>carácter económico, estructural, al margen <strong>de</strong>lanálisis cultural, pospone o aleja la posibilidad <strong>de</strong>someter a crítica reflexiva un “proyecto” que noparece capaz <strong>de</strong> resistir más tiempo. Colocar e<strong>las</strong>unto en estos términos sería equivalente apensar que más policía, más armamento ymayores controles son suficientes paracontrarrestar la inseguridad y la violencia crecienteen nuestras socieda<strong>de</strong>s o, en otro plano que másestaciones <strong>de</strong> televisión y radio garantizan másinformación, o aún, asumir que más partidospolíticos representan más <strong>de</strong>mocracia.Es indudable que hay que documentar la exclusióny hay que señalar –hasta el cansancio- <strong>las</strong><strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo que sefortalece a costa <strong>de</strong> la expulsión <strong>de</strong> millones <strong>de</strong>personas (jóvenes muchas <strong>de</strong> el<strong>las</strong>) hacia losmárgenes, hacia los límites <strong>de</strong> lo tolerable, pero almismo tiempo es urgente colocar la pregunta <strong>de</strong>lpara qué <strong>de</strong> la inclusión. El escenario <strong>de</strong> la guerray el terror <strong>de</strong>satado, pue<strong>de</strong>n ser un buenanalizador <strong>de</strong> lo que trato <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir. Entre elconjunto <strong>de</strong> dramáticos planos que la invasiónimperial ha hecho visibles, quisiera <strong>de</strong>stacar aquíel proceso <strong>de</strong> reclutamiento <strong>de</strong> jóvenesinmigrantes (latinos la gran mayoría) a <strong>las</strong> fuerzasarmadas estadouni<strong>de</strong>nses. Bajo la promesa <strong>de</strong>una ciudadanía fast track, jóvenes que no hantenido en ese país oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> empleo y <strong>de</strong>educación superior, se han enlistado en el ejército.Para muchos <strong>de</strong> ellos, por ejemplo para JoséAngel Garibay <strong>de</strong> Guatemala y para José Gutiérrez<strong>de</strong> México, la ciudadanía norteamericana resultóuna “ventaja” postmortem. Jorge Mariscal,académico especialista en estudios chicanos <strong>de</strong> laUniversidad <strong>de</strong> San Diego, señala en entrevistacon Marco Vinicio González <strong>de</strong>l suplementoMasiosare <strong>de</strong> <strong>La</strong> Jornada, que no sólo laciudadanía resulta un imán po<strong>de</strong>roso para estosjóvenes inmigrantes sino a<strong>de</strong>más el hecho <strong>de</strong> que“el uniforme militar crea la ilusión <strong>de</strong> que <strong>las</strong>diferencias sociales y étnicas se disipan, sobretodo al ingresar en los niveles <strong>de</strong> la oficialidad 6 ”.Me parece que sobran los comentarios. El costoque muchos jóvenes están teniendo que pagarpara incorporarse a la sociedad, pue<strong>de</strong> serdocumentado en diversos escenarios que, aunquemenos dramáticos 7 , señalan el efecto simulacroque esta “incorporación a cómo <strong>de</strong> lugar” provocaal mantener el asunto como una cuestión <strong>de</strong>extensión <strong>de</strong> “beneficios”. El problema estriba encómo aten<strong>de</strong>r lo urgente sin <strong>de</strong>scuidar loimportante.LA DESDRAMATIZACIÓN O EL SUJETOFELIZ<strong>La</strong> otra tensión <strong>de</strong> lectura percibida se sitúa enaquellos acercamientos a <strong>las</strong> expresionesculturales <strong>juveniles</strong> que con no poca frecuencia, se<strong>de</strong>slizan hacia una conceptualización <strong>de</strong>l sujetojoven centrada en el placer, en el nomadismo(como un valor epocal) y en prácticas que noparecerían tener otra razón <strong>de</strong> ser que laperpetuación in<strong>de</strong>finida <strong>de</strong> un goce sin tiempo ysin espacio. Es importante señalar aquí que yomisma he recibido una crítica por mi visióncontraria a estas perspectivas y sobre todo, por miinsistencia en torno a la dimensión política <strong>de</strong> la4Para un análisis <strong>de</strong> estos elementos ver R. Reguillo, “Gestión<strong>de</strong>l riesgo y mo<strong>de</strong>rnidad reflexica”, en Nómadas No. 17, DIUC,Universidad Central. Santa Fe <strong>de</strong> Bogotá, Octubre 2002. pp.80-89.5En otro lugar he <strong>de</strong>sarrollado un análisis <strong>de</strong> este concepto, R.Reguillo, Jóvenes y esfera pública, en José Antonio Pérez Is<strong>las</strong>(coord.) Jóvenes mexicanos <strong>de</strong>l siglo XXI, Encuesta Nacional<strong>de</strong> Juventud 2000. IMJ, México, 2002.6Suplemento Masiosare 276, <strong>La</strong> Jornada, 6/04/2003.7Como por ejemplo aceptación <strong>de</strong> empleos mal remunerados;empeño <strong>de</strong> sus vidas en aras <strong>de</strong> una capacitación instrumentalque los mantendrá atados a una situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdadinsuperable; negociación <strong>de</strong> su fuerza electoral por planes yproyectos electoreros; construcción <strong>de</strong> pertenenciasvinculadas al consumo, al mercado; renuncia a sus emblemasi<strong>de</strong>ntitarios en función <strong>de</strong> un lugar en la sociedad.Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/0451


<strong>Rossana</strong> Reguilloque son portadoras <strong>las</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong> 8 (pese así mismas). En libros y artículos he sostenido ysostengo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una investigación empírica <strong>de</strong>larga data que <strong>las</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>, a <strong>las</strong> queentiendo como “conjunto heterogéneo <strong>de</strong>expresiones y prácticas socioculturales 9 ” operancomo símbolos <strong>de</strong>l profundo malestar que aquejaa <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s y que en los gestos másespontáneos y lúdicos, radican pistas claves a ser<strong>de</strong>sentrañadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría crítica. Ello porsupuesto no equivale a negar la capacidad <strong>de</strong>goce, ni a visualizar (o confundir) <strong>las</strong> <strong>culturas</strong><strong>juveniles</strong> con movimientos sociales, la distinciónanalítica resulta fundamental, aún.<strong>La</strong> producción y el consumo cultural, <strong>las</strong>adscripciones i<strong>de</strong>ntitarias alternativas, <strong>las</strong>manifestaciones artísticas, el uso social <strong>de</strong> Internety otros dispositivos tecnológicos, el <strong>de</strong>ambular porterritorios diversos (incluido el centro comercial), laadhesión itinerante a causas y procesos sociales 10 ,se inscriben, al igual que otro conjunto <strong>de</strong>prácticas más “tradicionales”, en un contexto <strong>de</strong>acción y en un universo simbólico. Ello significaque ninguna práctica está “fuera <strong>de</strong> lo social”, loque en términos <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong>biera traducirse enla capacidad <strong>de</strong>l analista <strong>de</strong> ubicar el conjunto <strong>de</strong>expresiones, procesos, acciones, objetos queestudia, en el entramado <strong>de</strong> <strong>las</strong> gramáticas que loshacen posibles o los obstaculizan. En tal sentidoconsi<strong>de</strong>rar que <strong>las</strong> expresiones <strong>juveniles</strong> pue<strong>de</strong>nsustraerse al análisis sociopolítico <strong>de</strong> la socieda<strong>de</strong>n la que se inscriben, es asumir <strong>de</strong> un lado, unaposición <strong>de</strong> exterioridad (jóvenes más allá <strong>de</strong> losocial) y, <strong>de</strong> otro, una comprensión bastanteestrecha <strong>de</strong> lo político (reducido a susdimensiones formales, más bien “la política”).<strong>La</strong> <strong>de</strong>sdramatización <strong>de</strong> <strong>las</strong> expresiones <strong>juveniles</strong>–a <strong>las</strong> que llamaré <strong>de</strong> aquí en a<strong>de</strong>lante<strong>performatividad</strong> juvenil-, provoca unasobreatención <strong>de</strong> <strong>las</strong> dimensiones tribales:códigos, emblemas, valores y representaciones8Ver Martha Marín y Germán Muñoz, Secretos <strong>de</strong> mutantes.Música y creación en <strong>las</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>. Siglo <strong>de</strong>l Hombre /Universidad Central – DIUC, Santa Fe <strong>de</strong> Bogotá, 20029R. Reguillo, Emergencia <strong>de</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>. <strong>La</strong>s estrategias<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sencanto. Norma, Buenos Aires, 2001.10He señalado en otra parte que una característica <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong> es la <strong>de</strong> sus compromisos itinerantes y unfuerte interés en participar más que en orgnanizaciones, encausas. R. Reguillo, Jóvenes y esfera pública, Op. cit.p. 305.que cohesionan al grupo, en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> <strong>las</strong>dimensiones institucionales y <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>lmercado como rearticulador <strong>de</strong> los sentidos <strong>de</strong>pertenencia y ciudadanía 11 y, <strong>de</strong> manera especial,generarían una invisibilización analítica <strong>de</strong> lo queChantal Mouffe 12 ha <strong>de</strong>nominado “losantagonismos políticos”, el conflicto. Al clausurarla dimensión <strong>de</strong>l conflicto, <strong>las</strong> perspectivas“<strong>de</strong>sdramatizadoras” se colocarían en el mismoplano que <strong>las</strong> posturas instrumentales, al negar alos jóvenes, por vías diferentes, capacidad <strong>de</strong>agencia y al colocarlos ya no en la posición <strong>de</strong>aceptación-negociación implícita o explícita con elsistema, sino en una posición más vulnerable aún:la exterioridad, por muy gozosa que ella pudieraresultar, quizás más para el analista que para lospropios jóvenes.<strong>La</strong>s canciones, el no a la política, el (aparente)<strong>de</strong>sentendimiento <strong>de</strong>l mundo, el instante que sefuga, el uso <strong>de</strong>l cuerpo, no pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jar <strong>de</strong>expresar performativamente, una posición conrespecto a la sociedad en la que se habita. <strong>La</strong>cultura anarco-punk, la raver o electrónica, lagótica y, sus constantes réplicas, expresan <strong>de</strong> otramanera el mismo malestar que los movimientos<strong>juveniles</strong> anti-globalización: una críticaensor<strong>de</strong>cedora, un dolor disfrazado <strong>de</strong> ironíaindiferente, una angustia afásica travestida <strong>de</strong>gozo. “Yo, <strong>de</strong> lo que tengo miedo es <strong>de</strong> tener unhijo” , me dice un joven piquetero argentino <strong>de</strong> 24años en Bericio, al alumbre <strong>de</strong> un mate queespanta los fríos <strong>de</strong>l invierno en su casita <strong>de</strong>cartón y al lado <strong>de</strong> su compañera con 20 años acuestas, una morocha hermosa y elocuente. “Yo,<strong>de</strong> lo que tengo miedo es <strong>de</strong> que la policía meponga una retroputiza una noche en el barrio, medice un joven grafitero que se acerca a los 20, unatar<strong>de</strong> en que todos gozamos <strong>de</strong>l concierto <strong>de</strong> rocken el “De-fectuoso”.“Yo, <strong>de</strong> lo que tengo miedo es <strong>de</strong>l <strong>de</strong>samor”, meconfiesa la universitaria <strong>de</strong> 22, enfundada en susjeans y lista para el siguiente reventón, condonesincluidos. El “sujeto feliz” se <strong>de</strong>svanece en el aire y11Néstor García Canclini, Consumidores y ciudadanos.Conflictos multiculturales <strong>de</strong> la globalización. Grijalbo, México,1995.12Chantal Mouffe, El retorno <strong>de</strong> lo político. Comunidad,ciudadanía, pluralismo, <strong>de</strong>mocracia radical. Paidós, Barcelona,1999.52Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/04


<strong>La</strong> <strong>performatividad</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>sólo puedo retener la incertidumbre sorda quehabita a estos jóvenes que al tomar posición,participan; comunican el agotamiento <strong>de</strong> unproyecto y <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo cuya profundidad nopue<strong>de</strong> ser captada negando el polemós, lopolítico, el antagonismo y el conflicto, como bienseñala Mouffe 13 .<strong>La</strong> <strong>performatividad</strong> es una clave <strong>de</strong> lecturafundamental, pero ello no significa, no pue<strong>de</strong>significar eludir el drama en que estos “nómadas”construyen cotidianamente, cuesta arriba, susopciones. Proyectar nuestras propiasfascinaciones sobre un nomadismo romantizado,un tribalismo radical (el nosotros aislado), atribuirlea los jóvenes el <strong>de</strong>seo libre, el gozo momentáneoe inconsciente, pue<strong>de</strong> fortalecer un “mundomúltiple <strong>de</strong> mosaicos, <strong>de</strong> fragmentos aislados yautoreferenciales “ y peor aún, un mundo en elque “el esencialismo y el ‘endurecimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong>fronteras’ entre los grupos obstaculizan lapermeabilidad y la contaminación mutua, yfacilitan el separatismo al crear mundosencerrados en sí mismos” como apunta Arditi 14 .¿FALSOS DILEMAS?Con la agu<strong>de</strong>za que lo caracteriza, ZygmuntBauman ha señalado que “apartar la culpa <strong>de</strong> <strong>las</strong>instituciones y ponerla en la ina<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong>l yoayuda o bien a <strong>de</strong>sactivar la ira potencialmenteperturbadora o bien a refundirla en <strong>las</strong> pasiones <strong>de</strong>la autocensura y el <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> uno mismo oincluso a recanalizarla hacia la violencia y la torturacontra el propio cuerpo 15 ”. <strong>La</strong>s dos posturas quehe tratado <strong>de</strong> esbozar como ejemplo <strong>de</strong> <strong>las</strong>tensiones analíticas en el campo <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> lajuventud, se intersectan en lo que Bauman<strong>de</strong>nomina la “ina<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong>l yo”, es <strong>de</strong>cir lainsuficiencia biográfica, la narrativa precarizada <strong>de</strong>13Op cit., p. 1<strong>4.</strong>14Ver Benjamín Arditi, El reverso <strong>de</strong> la diferencia, en B. Arditi(ed) El reverso <strong>de</strong> la diferencia I<strong>de</strong>ntidad y política. NuevaSociedad, Caracas, 2000. Des<strong>de</strong> otra perspectiva, he venidososteniendo los riesgos implicados en la fragmentacióncreciente <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s <strong>juveniles</strong>, Ver, Analía Roffo, “Afondo: <strong>Rossana</strong> Reguillo, especialista en estudios culturales:“En América latina, los jóvenes están viviendo en guetos”.Clarín 8/10/200015Zygmunt Bauman <strong>La</strong> sociedad individualizada. Cátedra,Madrid, 2001; 16.la propia vida, la sensación <strong>de</strong> ser culpable <strong>de</strong>algo inaprensible. Por distintas vías, se dibuja unactor juvenil “ina<strong>de</strong>cuado”, herencia quizá <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías metropolitanas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sviación social.Des<strong>de</strong> el lado instrumental, se enfatiza en lo queBeck llamaría “la solución biográfica a <strong>las</strong>contradicciones sistémicas 16 ”, el <strong>de</strong>slizamientohacia la respuesta y la responsabilidad individual.Del lado <strong>de</strong>sdramatizado, se enfatiza en el <strong>de</strong>rechoa no saber, a la inconciencia –también individualqueautoriza un placer sin consecuencias.El joven imaginado 17 por el pensamiento que lopiensa se ve atrapado así en una disyuntiva entreuna inclusión que no admite negociación niresistencia o una exterioridad que se resiste areconocer su capacidad <strong>de</strong> agencia y a leer lossignos <strong>de</strong> su crítica. Como en los efectos diversos<strong>de</strong> <strong>las</strong> drogas, en un caso se trata <strong>de</strong> agudizar la“responsabilidad” biográfica <strong>de</strong>l joven y en el otro,<strong>de</strong> silenciar o atenuar esta responsabilidad. Perome parece que al invisibilizar “el proyecto”, seabren <strong>las</strong> puertas para instalar en la discusión unfalso dilema: el <strong>de</strong> la representación legítima(unívoca) <strong>de</strong> lo que significa “ser joven”. “Serjoven” no es un <strong>de</strong>scriptor universal ni homogéneo,tampoco un dato dado que se agota en laacumulación biológica <strong>de</strong> años. “Ser joven” esfundamentalmente una c<strong>las</strong>ificación social y comotoda c<strong>las</strong>ificación supone el establecimiento <strong>de</strong> unsistema (complejo) <strong>de</strong> diferencias. <strong>La</strong> articulación<strong>de</strong> esas diferencias es lo que otorga característicasprecisas, contenidos, límites y sentido al continente“ser joven”. Y vale la pena quizás, recordar lo quesignifica “articulación”: se trata, señala Grossberg<strong>de</strong> la “construcción <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> relaciones apartir <strong>de</strong> otra; muchas veces supone <strong>de</strong>sarticularunas relaciones con el fin <strong>de</strong> rearticular otras. <strong>La</strong>articulación es una lucha continua por resituarprácticas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un campo <strong>de</strong> fuerzascambiante, por re<strong>de</strong>finir <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> vidare<strong>de</strong>finiendo el campo <strong>de</strong> relaciones –el contexto<strong>de</strong>ntro<strong>de</strong>l cual se localiza una práctica 18 ”.16Ulrich Beck, <strong>La</strong> sociedad <strong>de</strong>l riesgo: hacia una nuevamo<strong>de</strong>rnidad. Paidós, Bercelona, 1998.17En el sentido dado a esta expresión por Benedict An<strong>de</strong>rson,Imagened communities. Verso, London, 1983.18<strong>La</strong>wrence Grossberg We gotta get out of this place: Popularconservatism and postmo<strong>de</strong>rn culture. Routledge, London,1992. Ver el análisis que <strong>de</strong> esta formulación hace Z. Baumanen <strong>La</strong> sociedad individualizada, Op cit.Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/0453


<strong>Rossana</strong> ReguilloSi se acepta que “lo joven” es una construcciónsocial vinculada a ese contexto <strong>de</strong>l que hablaGrossberg y que líneas arriba llamé “texto fuerte”,se habrá avanzado, me parece, en la<strong>de</strong>sencialización <strong>de</strong>l concepto “juventud” y sehabrá dado espacio analítico al conjunto <strong>de</strong>fuerzas que operan y luchan en ese contexto para“re<strong>de</strong>finir <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s”. En este sentido, talvez podríamos acordar, sin <strong>de</strong>masiadascomplicaciones, que el objeto en disputa es el“cuerpo joven” y que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l mercado y <strong>de</strong>lEstado, también <strong>las</strong> ciencias sociales, <strong>las</strong>humanida<strong>de</strong>s y sus practicantes, estaríanoperando como “fuerzas cambiantes” que luchanpara rearticular el significado <strong>de</strong> “ser joven”. Así,tendríamos en este falso dilema una rearticulación<strong>de</strong> corte más tradicional que maximiza el valorproductivo <strong>de</strong>l cuerpo joven como clave <strong>de</strong> lainclusión/participación y <strong>de</strong> otro lado, unarearticulación, que se asume postmo<strong>de</strong>rna, queestaría maximizando el goce como clave parare<strong>de</strong>finir al cuerpo joven y a sus portadores. Nadanuevo bajo el sol, trabajo y placer como categoríasescindidas en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> lo humano. Cadauna apostando a su <strong>de</strong>finición unívoca, a suinterpretación correcta. Pero quizás lo sustantivoen este momento <strong>de</strong> rearticulaciones 19 no estaríacentrado tanto en la generación <strong>de</strong> pensamientoen torno a los jóvenes, sino precisamente en dosfuerzas que <strong>las</strong> más <strong>de</strong> <strong>las</strong> veces logran pasarinadvertidas por su capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazar haciala “ina<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong>l yo”, la factura <strong>de</strong>l quiebresocietal que enfrentamos. Me refiero al Estado y almercado.En el caso <strong>de</strong> América <strong>La</strong>tina cuya poblaciónmenor <strong>de</strong> 24 años representa alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 30%,la pregunta fundamental, creo, es cual es la“articulación” que ha dado el Estado en los años<strong>de</strong>l aceleramiento <strong>de</strong> la crisis, a la c<strong>las</strong>ificación“ser joven”. Se habla con bastante tranquilidad <strong>de</strong>l“bono <strong>de</strong>mográfico” <strong>de</strong> la región, expresión quesiempre consigue ponerme nerviosa en tantoindica que los jóvenes son consi<strong>de</strong>rados comouna especie <strong>de</strong> “premio extra”, cuya fuerza está19He intentado ofrecer un balance <strong>de</strong> <strong>las</strong> articulacionesdominantes en torno al “ser joven” a partir <strong>de</strong> 1950 y <strong>de</strong>manera especial a partir <strong>de</strong> la revolución mundial <strong>de</strong>l 68, en R.Reguillo, Emergencia <strong>de</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>. <strong>La</strong>s estrategias <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sencanto. Op. cit.disponible para los momentos <strong>de</strong> mayor oscuridadproductiva. Lo que resulta paradójico es que estaconceptualización no logre expresarse en <strong>las</strong>políticas cotidianas y que lo que sea posible <strong>de</strong>retener en el transcurso <strong>de</strong> los tres últimos lustrossea la contradicción más flagrante entre loscuerpos jóvenes como “bono” y esos cuerposcomo enemigos o, peor, como cuerposprescindibles. <strong>La</strong> retórica <strong>de</strong> la inclusión sigueelevando a slogan publicitario “su amor por losjóvenes” que pue<strong>de</strong> resumirse en “jóvenes máseducados para mejores trabajos”, pero por la vía<strong>de</strong> los hechos, avanza el cierre <strong>de</strong> espacios y <strong>de</strong>manera más preocupante, el aumento <strong>de</strong> la brechaentre <strong>las</strong> ofertas (infinitas) y <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s reales<strong>de</strong> acceso y elección para millones <strong>de</strong> jóvenes enla región. Con Foucault sabemos que elsignificado más acabado <strong>de</strong> disciplina es el <strong>de</strong> laoptimización <strong>de</strong> <strong>las</strong> capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l cuerpo enfunción <strong>de</strong> un proyecto y, seguimos aquítrabajando a favor <strong>de</strong> un mayor disciplinamiento<strong>de</strong>l cuerpo joven en aras <strong>de</strong> un Estado, cada vezmás <strong>de</strong>bilitado en el ámbito <strong>de</strong> la legitimidad (perono en el ámbito <strong>de</strong>l control) que preten<strong>de</strong> salvarsea sí mismo escapando <strong>de</strong> su responsabilidadcomo garante <strong>de</strong> la sociabilidad (la socieda<strong>de</strong>structurándose).Y el mercado por su parte, travestido <strong>de</strong> gozo y <strong>de</strong>inconsciencia feliz, avanza, arrasando a su pasolos más elementales sentidos <strong>de</strong> socialidad (<strong>las</strong>ociedad haciéndose), escondido en la fascinante(y po<strong>de</strong>rosa) sensación <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia que losconsumidores <strong>de</strong> estilos y <strong>de</strong> “looks” creenconquistar con su permormatividad alternativa,dura, “mala”. Circuitos “un<strong>de</strong>rgrounds”, piratería,resistencia pasiva o <strong>de</strong>sentendimiento <strong>de</strong>l mundoque suce<strong>de</strong>, nada ni nadie está a salvo <strong>de</strong>l controlpanóptico <strong>de</strong> un mercado que ha <strong>de</strong>scubierto enel “bono <strong>de</strong>mográfico” un espacio inagotable <strong>de</strong>opciones: manantial <strong>de</strong> la juventud, eterna fuentepara perpetuarse en el giro que se presume<strong>de</strong>sdramatizado. El nómada feliz y a vecesenojado <strong>de</strong> <strong>las</strong> narrativas que hacemos venir parapensar, que todavía, es posible mantenerse almargen. “Ser joven” implica la condición transitoria<strong>de</strong> la heteronomía a la autonomía; el tema comoen Matrix es que quizás la autonomía es un relatoantiguo, inalcanzable y nadie, ni pensadores <strong>de</strong>ltema “jóvenes”, ni jóvenes están situados en unmás allá <strong>de</strong> esa matriz nutricia y confortante que lo54Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/04


<strong>La</strong> <strong>performatividad</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>mismo alcanza para construir respuestas comopara mantenerse en el simulacro <strong>de</strong> una<strong>de</strong>simplicación total. <strong>La</strong> cuestión <strong>de</strong> fondo se sitúamás allá <strong>de</strong> la disputa por la representaciónlegítima <strong>de</strong> que lo que hoy significa e implica serjoven.¿EPÍLOGO?El 4 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2002, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 5 mil jóvenestapatíos (es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> Guadalajara) tomaron elcentro <strong>de</strong> la ciudad 20 para protestar frente algobierno local por la represión, hostigamiento yencarcelamiento <strong>de</strong> varios jóvenes que fueronacusados <strong>de</strong> ¿qué?, <strong>de</strong> ser jóvenes, <strong>de</strong>representar una “articulación” no conveniente. Loselectrónicos o ravers, comunidad <strong>de</strong>simplicada sila hay, se vieron <strong>de</strong> pronto sacudidos por laevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> estar en el centro <strong>de</strong> una disputa no<strong>de</strong>masiado clara: narcotraficantes que hanencontrado en el malestar juvenil un territorio fértilpara operar; gobiernos <strong>de</strong>bilitados, incapaces <strong>de</strong>hacer frente al crimen organizado que hanencontrado en el malestar juvenil un territorio fértilpara sus campañas electoreras y una víctimapropiciatoria; una iglesia católica a la que se leacaban los pretextos y encuentra en el malestarjuvenil un territorio fértil para una doctrina que seva quedando sin oídos; padres <strong>de</strong> familia asoladospor una crisis multiforme que encuentra en elmalestar juvenil un motivo para dirimir sus culpas;los medios <strong>de</strong> comunicación, agoreros <strong>de</strong> la<strong>de</strong>sgracia y la catástrofe, que encuentran en losterritorios <strong>juveniles</strong> un territorio fértil para dotar <strong>de</strong>novedad a su incapacidad para narrar y traer larealidad que nos sacu<strong>de</strong>.Drogas inteligentes, drogas a secas, amorpasajero ¿sin consecuencias?, ignorancia ¿feliz?<strong>de</strong> lo que el mundo es, músicas que quierenresonar en un limbo tibio sin dolor, estallaron <strong>de</strong>pronto haciendo visible la capacidad <strong>de</strong>compromiso (intermitente) y el profundo malestar20Como respuesta a la fiesta “reventada” por más <strong>de</strong>trescientos policías armados y enfundados en sus trajesantimotines, don<strong>de</strong> a la voz <strong>de</strong> “ora putos al suelo”,mantuvieron dos horas pecho a tierra y encañodados a 1500jóvenes en lo que “<strong>de</strong>comisaban” y “sembraban” drogas adiestra y siniestra. Para una perspectiva <strong>de</strong> conjunto ver CarlosMonsiváis, “..., R. Reguillo “...que habitaba a estos jóvenes mutantes 21 cuyamagia estriba tal vez en ser capaces <strong>de</strong> doblegarel dolor que persigue sus cuerpos productivos,nuevos, explotables y, sus ganas –lemebelianas 22 -<strong>de</strong> entregarse a un goce intrascen<strong>de</strong>nte. El signopolítico <strong>de</strong>splegó, pese a los incrédulos, susmensajes y pocos fueron capaces <strong>de</strong> resistir <strong>las</strong>eñal <strong>de</strong> unos cuerpos alzados como flechas,sudorosos a <strong>las</strong> 6 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> en un veranoardiente mientras el house, el trance, el phyco,impregnaban la atmósfera <strong>de</strong> un lenguajein<strong>de</strong>scifrable y po<strong>de</strong>roso. Y ahí, la madre <strong>de</strong> Juan,el imprescindible entre los imprescindibles, el queestuvo en el lugar equivocado a la horaequivocada, arrastró su cuerpo pesado para darsu testimonio con el hijo en la cárcel y laimpotencia en el corazón. Si duda cabe, “serjoven” no es un acci<strong>de</strong>nte biológico y algo secocina en los hornos <strong>de</strong> la historia cuando estoscuerpos se han convertido en objeto <strong>de</strong> disputa:los chavos expiatorios 23 . Se notó, se hizoaprehensible que como diría Walter Benjamín “lagente volvía enmu<strong>de</strong>cida <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> batalla”.“Al día siguiente <strong>de</strong> la manifestación y trasla reja, en lo que el abogado iba y venía,Juan me confesó que le gusta MiguelBosé, muy a la discre porque cómo, si élestaba en el escenario <strong>de</strong>l “phsyco” y esaonda es muy pesada...y a su cuate <strong>de</strong>ldormitorio 41, le gusta Enrique Iglesias,que nadie sepa porque que vergüenza ysólo a ratos, nomás para acompañar el<strong>de</strong>samor...y yo le confesé que a mí lo queme gusta es mirarlos felices y que elcorazón se me sale nomás <strong>de</strong> acordarme<strong>de</strong> lo <strong>de</strong>l domingo y esa bola <strong>de</strong>electrónicos y ¿hedonistas?, bailandocuerpo a cuerpo para <strong>de</strong>cirle al po<strong>de</strong>r queno se vale, que así no, que no se pue<strong>de</strong>. Y<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>las</strong> confesiones y <strong>de</strong> la firma<strong>de</strong> papeles, y <strong>de</strong> <strong>las</strong> caras turbias <strong>de</strong> losabogados y los custodios, lo vi irse por un21En 1993, me referí a los jóvenes como mutantes culturales.R. Reguillo, “<strong>La</strong>s tribus <strong>juveniles</strong> en tiempos <strong>de</strong> lamo<strong>de</strong>rnidad”, en Revista <strong>de</strong> Estudios sobre <strong>las</strong> <strong>culturas</strong>contemporáneas No. 11. Programa Cultura. Universidad <strong>de</strong>Colima, Colima, 1993.22Nadie como el cronista y cuentista Pedro Lemebel paradotar <strong>de</strong> sentido a lo que significa el <strong>de</strong>seo.23Debo esta formulación a Carlos Monsiváis.Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/0455


<strong>Rossana</strong> Reguillopasillo estrecho –encierro a<strong>de</strong>ntro-,apretando el cua<strong>de</strong>rno don<strong>de</strong> tenía losteléfonos <strong>de</strong>l abogado, el mío, el <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos humanos, como un tesoro aproteger...un teléfono, una suma <strong>de</strong>números que son, sin embargo, laevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que uno está vivo...A mi ya nome alcanza el optimismo y me duele hasta<strong>de</strong>ntro la impotencia...(Diario <strong>de</strong> campo,Mayo 5 <strong>de</strong> 2002).<strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong> no pue<strong>de</strong> ser contenida en launivocidad <strong>de</strong> una interpretación, sus múltiplesrepercusiones se <strong>de</strong>spliegan y se expan<strong>de</strong>n en unmundo cada vez más agotado y más perplejo.Instalarse ahí, en el territorio <strong>de</strong> sus prácticas,afinar la escucha y doblegar el impulso a larespuesta y explicación anticipada, pue<strong>de</strong> ayudar,tal vez, a ubicar por qué, pese a sí mismos, losjóvenes operan como signos <strong>de</strong> lo político y, aveces, <strong>de</strong> la política.Territorio fértil para <strong>de</strong>splazar los miedos y <strong>las</strong>esperanzas <strong>de</strong> la sociedad, <strong>las</strong> <strong>culturas</strong> <strong>juveniles</strong>,los jóvenes se han convertido en receptáculo ycontenedor <strong>de</strong> la impotencia social frente alavance inexorable <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo que <strong>de</strong>bilitadopor un cuestionamiento creciente, a vecesruidoso, a veces silencioso. Pensar a los jóvenesen el contexto <strong>de</strong>l “texto fuerte”, <strong>de</strong>safía <strong>las</strong>faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l lenguaje, ni héroes alternativos nisoldados, los jóvenes narran –todavía- el <strong>de</strong>clive<strong>de</strong> una sociedad que a la manera <strong>de</strong> MathieuKassovitz 24 , director <strong>de</strong> <strong>La</strong> Haine (El Odio), hace<strong>de</strong>cir a uno <strong>de</strong> los protagonistas, en tono <strong>de</strong> burlafrente una sociedad que se precipita hacia abajo yque ante la caída sólo pue<strong>de</strong> recitar “hasta aquítodo va bien” anticipando “juguetonamente” –loque no significa, sin dolor ni miedo-, el colapsofinal. Romper el estribillo <strong>de</strong> “Jusqu’ ici à tout vabien” que pronuncia para tranquilizarse el suicidaque va cayendo pisos abajo <strong>de</strong> un rascacielos yque sabe que, inexorablemente, se estrellarácontra el piso, es quizás el <strong>de</strong>safío por venir. Notodo va bien y llegados a esta orilla <strong>de</strong> la historia,quizás valga la pena echar mano <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>Rosenau acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> cascadas, como“secuencias <strong>de</strong> acciones en un mundomulticéntrico que <strong>de</strong> pronto ganan fuerza eimpulso, pier<strong>de</strong>n velocidad, se <strong>de</strong>tienen, reviertensu curso o vuelven a suce<strong>de</strong>r nuevamentemientras sus múltiples repercusiones no cesan <strong>de</strong>expandirse y <strong>de</strong>splegarse a través <strong>de</strong> sistemas ysubsistemas enteros 25 . <strong>La</strong> <strong>performatividad</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong>24<strong>La</strong> Haine/Hate. Francia 1995. 95mins. Director: MathieuKassovitz. Cast: Vincent Cassel, Hubert Koun<strong>de</strong>, SaïdTaghmaoui. Producer: Christophe Rossignon. Script:MathieuKassovitz Camera: Pierre Aïm. Editor: MathieuKassovitz & Scott Stevenson.25James N. Rosenau, Turbulence in world politics. A theory ofchange and continuity. Princeton University Press, New Jersey,1990.56Estudios <strong>de</strong> Juventud n.º 64/04

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