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Los florilegios, extractos y epítomes ya se usaban asiduamente en las universidadesen el siglo XIV y se consultaban por vía de facilidad, pues dispensaban dela lectura de la obra completa. 4 Su utilización en cuanto a ofrecer compendios temáticosde las Escrituras, o de la Patrística en el siglo XVII y XVIII era el resultadode una evolución de este género de resúmenes viabilizados por la imprentaTambién estaban las concordancias bíblicas, especie de índices lexicográficos ytemáticos que recogían los lugares de las Sagradas Escrituras donde aparecía lamisma palabra o concepto al modo de analogías y servían al predicador para el ornatocon referencias cultas; o los excerpta, extractos copiados a lo largo de la viday de las lecturas de un autor y clasificados temáticamente para ser usados, mediantela cita de la fuente, en el momento preciso; muchas veces se publicaban yllegaban al modus scribendi de los demás predicadores. Tampoco se puede olvidaren el recorrido por la antecámara del sermón a la memoria del predicador sacro,producida por la familiaridad renovada con la liturgia y los oficios de la Iglesia:oraciones, himnos y cánticos. 48Los sermones analizados se nutrieron tanto de los manuales de retórica comode los sermonarios impresos que circulaban en el Río de la Plata para los temas bíblicospropuestos, los milagros reseñados y los ejemplos citados. Algunos hastallegaron a precisar la fuente sermonística de la que emanaba ese pensamiento 49 ;otros recurrieron a las citas de los grandes Doctores de la Iglesia, tenidos por claveen la predicación. Además de los Evangelistas, abundaron los recursos a San Agustín,San Ambrosio, Santo Tomás de Aquino, San Bernardo y San Buenaventura,que, además, adornaban los púlpitos tallados y policromados en la madera o simplementepintados y debieron, incluso, ser señalados en el momento de nombrarlosdurante la emisión del sermón. 50En los sermones estudiados para este trabajo se advierten correcciones en elmodus scribendi del autor, en el mismo cuerpo de la escritura o en los márgenes.Consisten en palabras olvidadas o giros lingüísticos reemplazados por otros, demano del propio autor o de un corrector. ¿En qué momentos se realizaron? Creemosque existieron por lo menos tres momentos posibles, uno el de la conscriptiomisma del documento, cuando una idea fue más adecuada que otra; otro4Jacqueline HAMESSE, “El modelo escolástico de la lectura”, CAVALLO y CHARTIER (dirs.), Historiade la Lectura…cit., p. 00.48Jean CROIZAT-VIALLET, “Cómo se escribían los sermones en el Siglo de Oro. Apuntamientos enalgunas homilías de la Circuncisión de Nuestro Señor”, Criticón, nºs. 84-85, 00, pp. 03-05.49IEA, documento nº .0.50Citamos como ejemplo el púlpito de la Basílica de Nuestra Señora de la Merced (Córdoba), o elque perteneció al templo de la Compañía de Jesús en Salta, actualmente exhibido en el museodel cabildo de esa ciudad.90

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