11.07.2015 Views

Ir a texto

Ir a texto

Ir a texto

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

puesta por escrito fue revisada sucesivamente tanto en el proceso de relectura deestudio del sermón, como en posteriores usos que se le dio para otras fiestas porel propio autor o por otros, que se apropiaron de su contenido y lo hicieron suyo.La factura material de los fascículos hace pensar en un <strong>texto</strong> con todas las característicaspara su fácil manejabilidad y circulación. Su tamaño in quarto, la racionalizacióndel uso del papel, el cosido de sus folios y la ausencia de paginaciónfueron previos al acto oral y todo hace pensar que el predicador llevaba consigoel <strong>texto</strong> en el momento de su locución o contaba con la ayuda de un apuntador.Otras características, como el subrayado de las citas latinas, sugiere la necesidaddel sacerdote de visualizarlas rápidamente en el momento de estudio o en laemisión del discurso ante un posible olvido. Igual suerte corresponde a las abreviaturas,cuanto menos raras y más corrientes las había en un <strong>texto</strong>, menores dificultadeshabía para su lectura o para encontrar el párrafo buscado. 60El autor en su escritorio o en su estudio organizaba todos sus materiales parala acción de la escritura: el papel distribuido en fascículos, el tintero, la pluma, lasreglas, los lápices y las agujas con su bramante. Previamente, ya tenía una idea dela extensión que llevaría su <strong>texto</strong> en función del tiempo de la liturgia que destinaríaa su sermón. Escribía nutriéndose de su biblioteca personal o de otras. Acabadoel mismo lo releía corrigiendo su <strong>texto</strong> y procedía a su estudio. Antes delmomento de la exposición unía los folios y armaba el fascículo para que le fueramás manejable en el momento de estar en el púlpito.El proceso de la palabra era complejo, pues llevaba escritura y voz. San Agustíndecía que la voz era la que hacía patente la palabra que estaba oculta en el entendimiento.Los predicadores que estudiamos sabían esto y le agregaron a eseproceso la palabra escrita que para des-cubrirla del entendimiento no hacía faltala voz, sólo el silencio.60Cabe recordar que PETRUCCI sostiene que, en los libros medievales, la abundancia de abreviaturasfacilitaba y agilizaba su lectura. Armando PETRUCCI, “Leer en la Edad Media”, Alfabetismo,escritura, sociedad, Barcelona, Gedisa Ed., 999, pp. 83-96.95

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!