11.07.2015 Views

Meningitis Bacteriana.pdf - Centro de Información de Actividades ...

Meningitis Bacteriana.pdf - Centro de Información de Actividades ...

Meningitis Bacteriana.pdf - Centro de Información de Actividades ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Se ha <strong>de</strong>mostrado una relación entre algunos serotipos y la virulencia, como se verá mása<strong>de</strong>lante, aunque ésta última se vea influida por otros factores, entre ellos, patrones específicos<strong>de</strong> proteínas. Sin embargo, estas observaciones no se ratifican cuando se repiten los experimentos<strong>de</strong> virulencia con diferentes cepas <strong>de</strong> un mismo serotipo. Es posible que la razón no sea otra quela falta <strong>de</strong> homogeneidad interna <strong>de</strong> los serotipos, en cuyo caso <strong>de</strong>bería hablarse <strong>de</strong> unaasociación <strong>de</strong> la virulencia con la cepa, más que con el serotipo, aunque tampoco pue<strong>de</strong>n<strong>de</strong>scartarse otras explicaciones.Poco se conoce, por el momento, sobre la razón <strong>de</strong> la virulencia <strong>de</strong> algunos serotipos <strong>de</strong> H.parasuis, que justificaría la morbilidad y mortalidad <strong>de</strong> algunos casos <strong>de</strong> enfermedad. Losserotipos 1, 5, 10, 12, 13 y 14 se asocian, por lo general, con casos agudos, capaces <strong>de</strong> producirla muerte <strong>de</strong>l animal en un periodo <strong>de</strong> cuatro días, mientras que los serotipos 2, 4 y 15<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nan la forma crónica <strong>de</strong> la enfermedad, con graves lesiones <strong>de</strong> poliserositis y artritis. Elserotipo 8 se califica <strong>de</strong> virulencia ligera, mientras que los serotipos 3, 6, 7, 9 y 11 no serelacionan con signos clínicos (Kielstein y Rapp-Gabrielson, 1992).Determinados estudios, llevados a cabo con los siete primeros serotipos mediante la inoculaciónintratraqueal en cobaya (Rapp-Gabrielson et al., 1992), permitieron observar diferencias claras,pues mientras que los serotipos 1 y 5 fueron los más invasivos, ocasionando la muerte <strong>de</strong> losanimales a dosis altas (1,3 x 1010 UFC en el caso <strong>de</strong>l serotipo 1 y <strong>de</strong> 4,2 x 109 UFC en el <strong>de</strong>lserotipo 5) o una septicemia persistente a dosis más bajas (1,3 x 108 UFC en el caso <strong>de</strong>l serotipo1 y <strong>de</strong> 4,2 x 107 UFC en el <strong>de</strong>l serotipo 5), sin embargo, los serotipos 2 y 6 resultaron menosvirulentos, aunque en algunos casos también produjeron bronconeumonía y muerte; por otraparte, los serotipos 3, 4 y 7 solamente indujeron signos clínicos transitorios y lesiones mínimas.Estos datos ponen <strong>de</strong> manifiesto una cierta similitud con los resultados <strong>de</strong>scritos en el hospedadornatural, lo que indica su valor como mo<strong>de</strong>lo para estudios experimentales relacionados con lavirulencia.La capacidad para aglutinar en acriflavina así como el perfil <strong>de</strong> péptidos obtenido en SDS-PAGE(tipo II) (Morozumi y Nicolet, 1986) permite sugerir una cierta asociación con estructurasrelacionadas con la virulencia, por el momento sin <strong>de</strong>finir.Las diferencias <strong>de</strong> patogenicidad en H. parasuis se han asociado también a la presencia <strong>de</strong> cápsulay a la <strong>de</strong> proteínas <strong>de</strong> membrana externa. La presencia <strong>de</strong> proteínas receptoras <strong>de</strong> hierro yreguladas por este elemento ha sido objeto <strong>de</strong> controversia por parte <strong>de</strong> los microbiólogos. Mortony Williams (1989) <strong>de</strong>tectaron la producción <strong>de</strong> si<strong>de</strong>róforos, atribuyéndoles la captación <strong>de</strong> hierro apartir <strong>de</strong> la transferrina, lo que posteriormente se <strong>de</strong>mostró erróneo: los propios autorescuestionaban la coherencia <strong>de</strong> su observación. Charland et al., (1995) obtuvieron las primerasevi<strong>de</strong>ncias concluyentes <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> proteínas receptoras <strong>de</strong> transferrina sérica porcina:trabajando con dos cepas <strong>de</strong> H. parasuis comprobaron que estos microorganismos adquirían hierrounido a transferrina porcina (pero no bovina, ni lactoferrina) por un mecanismo in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>si<strong>de</strong>róforos, en el que se implicaban, según la cepa, uno o dos polipéptidos, <strong>de</strong> 96 kDa y <strong>de</strong> 94 y60 kDa, respectivamente, a quienes responsabilizaban la condición <strong>de</strong> receptores <strong>de</strong> latransferrina. La cuestión, hasta la fecha abierta, ha sido recientemente resuelta por nuestro grupo,pues utilizando sondas específicas hemos clonado y secuenciado los genes tbpA y tbpB,<strong>de</strong>mostrando así, <strong>de</strong> forma directa, la existencia <strong>de</strong> proteínas <strong>de</strong> captación <strong>de</strong> hierro en estaespecie (t b p A y t b p B) (De la Puente et al., 2000).La explicación más probable supone, por tanto, que H. parasuis, que como otros microorganismosnecesita para su crecimiento pequeñísimas concentraciones <strong>de</strong> hierro (<strong>de</strong> 0,4 a 4 µM) (Finkelsteinet al., 1983), dispone <strong>de</strong> la doble capacidad <strong>de</strong> captar hierro tanto mediante si<strong>de</strong>róforos comomediante proteínas t b p. Estas proteínas posiblemente <strong>de</strong>sempeñen un papel <strong>de</strong>cisivo en elmantenimiento <strong>de</strong> la infección en el hospedador natural, pues en él la presencia <strong>de</strong> hierro libredisponible en los fluidos corporales pue<strong>de</strong> alcanzar valores tan bajos como 10 1 8 M o tiene lugaren condiciones inaccesibles <strong>de</strong> forma directa, formando complejos con otras moléculas o unido aproteínas transportadoras (transferrina o lactoferrina) (Bullen, 1981).Aunque se han <strong>de</strong>scrito estructuras semejantes a fimbrias, su papel en la adhesión aún no ha sido<strong>de</strong>finido <strong>de</strong> forma concluyente (Münch et al., 1992) y respecto <strong>de</strong>l LPS, hasta la fecha suspatrones moleculares no se han asociado tampoco con la virulencia (Zucker et al., 1996).Recientemente, Lictensteiger y Vimr (1997) se han referido a la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> una enzima,neuraminidasa (sialidasa), cuya presencia se hace evi<strong>de</strong>nte al final <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> crecimientologarítmico, que se asocia a las células y que no requiere Ca++ para su actividad. Su función en labiología <strong>de</strong> H. parasuis p o d r í a estar relacionada con la supervivencia intracelular.EPIDEMIOLOGÍAComo en el caso <strong>de</strong> algunos otros patógenos porcinos, el cerdo es el hospedador exclusivo <strong>de</strong> H.parasuis, <strong>de</strong> cuyas fosas nasales se recupera, en ocasiones sin relación con cuadro clínico alguno,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!