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Chile Actual. Gobernar y resistir en una sociedad neoliberal - Pacte

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Pres<strong>en</strong>tación Ci<strong>en</strong>tíficaEl golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, al mismo tiempo que termina con la experi<strong>en</strong>cia de la Unidad Popular(1970-1973) y la “vía chil<strong>en</strong>a al socialismo”, marca también el fin del modelo de substitución de importaciones <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, <strong>en</strong>vigor desde los años treinta. La dictadura militar del g<strong>en</strong>eral Pinochet, al mismo tiempo que sometió al país a la represión ya <strong>una</strong> contrarrevolución conservadora, implem<strong>en</strong>tó rápidam<strong>en</strong>te un sistema económico de carácter <strong>neoliberal</strong> articulado aun “Estado subsidiario” y c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> el mercado como principal mecanismo de asignación de los recursos, ladesregulación- privatización del Estado y la apertura a los capitales internacionales. Así como lo reconoc<strong>en</strong> hoy <strong>en</strong> día lamayor parte de los investigadores <strong>en</strong> ci<strong>en</strong>cias sociales, <strong>Chile</strong> se situó como un país ‘pionero’ (a partir de 1975), nosolam<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro del contin<strong>en</strong>te, sino también a nivel mundial, puesto que anuncia el inicio de un nuevo ciclo histórico.Incluso antes de su aplicación <strong>en</strong> los países del Norte (especialm<strong>en</strong>te Estados Unidos e Inglaterra), <strong>Chile</strong> experim<strong>en</strong>ta tantoun nuevo modelo económico, inspirado de las teorías monetaristas de Milton Friedman, como un nuevo modelo de<strong>sociedad</strong>, que perdura bajo numerosos aspectos hasta nuestros días. A veces pres<strong>en</strong>tado como un país modelo, con unimportante crecimi<strong>en</strong>to macroeconómico, luego de <strong>una</strong> experi<strong>en</strong>cia de transición democrática negociada y “pacificada” apartir de 1990; país laboratorio o “modelo” para <strong>una</strong> gran parte de otros analistas, <strong>Chile</strong> ha estado marcado a fuego por laher<strong>en</strong>cia autoritaria de la dictadura militar y por las desigualdades sociales, culturales y simbólicas <strong>en</strong>g<strong>en</strong>dradas por sutransformación <strong>neoliberal</strong>. Sea cual sea el <strong>en</strong>foque epistemológico, el <strong>Chile</strong> actual continúa si<strong>en</strong>do, hoy <strong>en</strong> día, un paíssímbolo, cuyos mitos y realidades conv<strong>en</strong>dría analizar <strong>en</strong> <strong>una</strong> perspectiva crítica e interdisciplinaria.En 1997, el sociólogo Tomás Moulián publica su libro <strong>Chile</strong> <strong>Actual</strong>. Anatomía de un mito, obra <strong>en</strong> la cual desarrolla <strong>una</strong>matriz de análisis material e ideológico que supera y <strong>en</strong>riquece las conclusiones de aquellos estudios que estabanúnicam<strong>en</strong>te c<strong>en</strong>trados <strong>en</strong> la descripción de <strong>una</strong> “democracia con <strong>en</strong>claves autoritarios” (concepto forjado por ManuelAntonio Garretón, que tuvo un gran éxito ci<strong>en</strong>tífico internacional). Con <strong>una</strong> pluma ácida y <strong>una</strong> evid<strong>en</strong>te voluntad depolemizar, Moulián analiza el “transformismo” sociopolítico de su país, las continuidades y las rupturas originadas por latransición pactada, los tumbos y los límites de su proceso de democratización, así como los eufemismos que pueblan laimaginería política chil<strong>en</strong>a. Se trata de un <strong>Chile</strong> convertido a la democracia repres<strong>en</strong>tativa (neo)liberal y a la “política decons<strong>en</strong>so”, cuyas clases dirig<strong>en</strong>tes (civiles y militares) han t<strong>en</strong>ido cuidado de mant<strong>en</strong>er y reproducir numerosasinfraestructuras económicas, pero también políticas, institucionales, culturales, memoriales, heredadas de la dictaduramilitar. Moulián describe también con irritación los impactos profundos de esta nueva <strong>sociedad</strong> que vi<strong>en</strong>e de los años deplomo: la nueva anomia individualista, la destrucción de los espacios públicos y <strong>una</strong> privatización creci<strong>en</strong>te de losterritorios y del <strong>en</strong>tre-sí, el repliegue de la polis y el surgimi<strong>en</strong>to de un nuevo ciudadano, el “ciudadano credit-card”,atrapado por un mercantilismo des<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ado.Pero ¿qué pasa hoy, diez años después, <strong>en</strong> <strong>una</strong> América Latina fuertem<strong>en</strong>te reconfigurada <strong>en</strong> el plano político? ¿Quémecanismos están si<strong>en</strong>do utilizados <strong>en</strong> los diversos campos de lo social y de qué manera las nuevas g<strong>en</strong>eraciones – que nohan conocido la dictadura – pi<strong>en</strong>san su inserción individual y colectiva <strong>en</strong> un país todavía marcado por su historiatraumática reci<strong>en</strong>te? En el contexto de <strong>una</strong> austeridad que se ha vuelto ley, ¿cómo compr<strong>en</strong>der y descifrar eso que JuanCarlos Gómez califica de “<strong>neoliberal</strong>ismo triunfante” y que otros sociólogos prefier<strong>en</strong> calificar de “<strong>sociedad</strong> <strong>neoliberal</strong>madura”? ¿Estamos realm<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>te a ese homo economicus, repres<strong>en</strong>tación del comportami<strong>en</strong>to del ser humano que ti<strong>en</strong>ea la base el modelo neoclásico <strong>en</strong> economía y seria mejor describir la fábrica de sujetos al servicio de <strong>una</strong> <strong>sociedad</strong><strong>neoliberal</strong>, es decir <strong>una</strong> “nueva razón del mundo” (Laval y Dardot)? ¿En estas condiciones, es posible describir lainstauración de un <strong>neoliberal</strong>ismo “corregido” y reformado por el “progresismo” de la Concertacion, como lo proponeManuel Antonio Garretón? ¿De qué manera interpretar el nuevo ciclo protestatario que vive este país del Cono Sur desdehace algunos años, con la activación de movimi<strong>en</strong>tos sociales <strong>en</strong> torno a temáticas tales como la educación, la asambleaconstituy<strong>en</strong>te o los recursos naturales, que surg<strong>en</strong> tanto <strong>en</strong> el plano nacional como <strong>en</strong> el internacional? ¿Qué usos públicosse hac<strong>en</strong> del pasado y cómo p<strong>en</strong>sar la justicia transicional chil<strong>en</strong>a? ¿Qué repres<strong>en</strong>taciones y puestas <strong>en</strong> relato de esta<strong>sociedad</strong> <strong>en</strong> conflicto elabora y difunde la producción cultural (especialm<strong>en</strong>te la producción cinematográfica)?Con este coloquio internacional, pret<strong>en</strong>demos considerar el <strong>Chile</strong> contemporáneo, tratando de sobrepasar el debate c<strong>en</strong>tradosólo <strong>en</strong> análisis transitológicos, <strong>en</strong> la óptica de multiplicar los puntos de vistas críticos, las idas y v<strong>en</strong>idas <strong>en</strong>tre ese “pasadoque no pasa” y el tiempo pres<strong>en</strong>te. Por medio del estudio de un periodo bi<strong>en</strong> acotado, pero insisti<strong>en</strong>do también sobre loslegados históricos, abordaremos el <strong>Chile</strong> postdictatorial reci<strong>en</strong>te sin reincidir <strong>en</strong> los análisis del tipo transiciónconsolidacióndemocrática, los cuales han sido bastante trabajados (pero que de todas formas no estarán del todo aus<strong>en</strong>tesde nuestras reflexiones). Así pues, hemos elegido <strong>una</strong> periodización que debuta con el arresto del g<strong>en</strong>eral Pinochet <strong>en</strong>Londres (1998), hecho de relevancia que sacudió los cimi<strong>en</strong>tos del “cons<strong>en</strong>so” hegemónico - así como numerosas certezasyque termina con el gobierno de Sebastián Piñera, elección que marca también la vuelta de la derecha al poder por lasurnas (después de veinte años del gobierno de la Concertación).Nos proponemos desglosar esta problemática g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> torno a cinco temáticas o ejes particulares. En torno a elloscreemos poder deconstruir, al m<strong>en</strong>os parcialm<strong>en</strong>te, esta compleja realidad del <strong>Chile</strong> actual, es decir, conocer másprecisam<strong>en</strong>te sus estructuras, formas y dinámicas, pero también las relaciones <strong>en</strong>tre los individuos y los grupos sociales queconstituy<strong>en</strong> esta <strong>sociedad</strong> <strong>neoliberal</strong>. La selección de las comunicaciones se hará <strong>en</strong> función del aporte ci<strong>en</strong>tífico de cadapropuesta, de su originalidad y pertin<strong>en</strong>cia, privilegiando las investigaciones innovadoras, las perspectivas comparadas o


asadas <strong>en</strong> <strong>en</strong>cuestas de terr<strong>en</strong>o reci<strong>en</strong>tes. Los jóv<strong>en</strong>es investigadores y los doctorandos están invitados a pres<strong>en</strong>tar sustrabajos <strong>en</strong> curso; será privilegiada la más amplia variedad de puntos de vista disciplinarios y de formatos (ci<strong>en</strong>cia política,sociología, economía de lo político o las humanidades <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido más g<strong>en</strong>eral, etc.).Eje 1) Ord<strong>en</strong> <strong>neoliberal</strong>, justicia transicional y guerra de memoriasLos años nov<strong>en</strong>ta han sido <strong>en</strong> <strong>Chile</strong> los de la reivindicación de la “verdad y justicia”. Negada durante la dictadura, larealidad indiscutible de las violaciones masivas a los derechos humanos fue aceptada de manera muy tardía por <strong>una</strong> partede la <strong>sociedad</strong> chil<strong>en</strong>a, así como por un Estado partidario de la “justicia <strong>en</strong> la medida de lo posible” (según las palabras delpresid<strong>en</strong>te Patricio Aylwin). Sin embargo, el arresto del g<strong>en</strong>eral Pinochet <strong>en</strong> Londres, <strong>en</strong> octubre de 1998, produjo unefecto catártico, reavivando las viejas querellas políticas e históricas sobre la correcta interpretación del golpe de Estado de1973, pero también reafirmando la necesidad de <strong>una</strong> reactivación de los procesos judiciales contra los culpables de laviol<strong>en</strong>cia de Estado. La memoria y su reconstrucción funcionan aquí como <strong>una</strong> cuestión de lucha, sea con fines sociohistóricos–la reflexión sobre el pasado y el pres<strong>en</strong>te del país-, sea como un hecho social que sirve para movilizar adifer<strong>en</strong>tes sectores de la <strong>sociedad</strong> civil, <strong>en</strong> particularm<strong>en</strong>te a las víctimas y sus familiares.Los trabajos que trat<strong>en</strong> estos dos ejes (justicia y conflictos memoriales) serán bi<strong>en</strong> acogidos. Estos pued<strong>en</strong> interesarse <strong>en</strong> laacción de los jueces o de los trib<strong>una</strong>les, sobre la organización de las familias de las víctimas, <strong>en</strong> las políticas de reparación ode manera más g<strong>en</strong>eral, <strong>en</strong> los usos, los límites y las t<strong>en</strong>siones de eso que llamamos hoy <strong>en</strong> día g<strong>en</strong>éricam<strong>en</strong>te con eltérmino de “justicia transicional”. Problemáticas más reci<strong>en</strong>tes nacidas de la implem<strong>en</strong>tación de políticas de memoria sontambién bi<strong>en</strong>v<strong>en</strong>idas. En ese s<strong>en</strong>tido, las comunicaciones que se interesan <strong>en</strong> la mediatización de las cuestiones dememoria, la construcción de lugares de memoria, las cuestiones refer<strong>en</strong>tes a la conmemoración o las controversias sobre losprogramas de <strong>en</strong>señanza de la historia serán particularm<strong>en</strong>te apreciadas. Así también, la utilización de los trib<strong>una</strong>lesmilitares o de las leyes antiterroristas contra ciertos tipos de movimi<strong>en</strong>tos sociales, sobre todo los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as,podrían proveer elem<strong>en</strong>tos para <strong>una</strong> reflexión comparativa. De esta manera, “justicia” y “memoria” funcionan aquí como<strong>una</strong> t<strong>en</strong>sión transversal, que evoca las múltiples facetas de <strong>una</strong> <strong>sociedad</strong> al mismo tiempo <strong>en</strong> tránsito y <strong>en</strong> conflicto.Eje 2) Reemerg<strong>en</strong>cia de la acción colectiva, movimi<strong>en</strong>tos sociales y resist<strong>en</strong>ciasLos veinte años de gobierno de la coalición de c<strong>en</strong>tro-izquierda, la Concertación, han estado acompañados, <strong>en</strong> gran parte,por <strong>una</strong> política de desmovilización de los grupos sociales que se habían confrontado a la dictadura militar. Este proceso seinscribe <strong>en</strong> <strong>una</strong> lógica de desmovilización g<strong>en</strong>eral de la <strong>sociedad</strong> abiertam<strong>en</strong>te buscada por los nuevos gobiernos con el finde evitar todo levantami<strong>en</strong>to que pudiera, según ellos, poner <strong>en</strong> peligro el bu<strong>en</strong> funcionami<strong>en</strong>to de la jov<strong>en</strong> democracia. Enforma paralela, estos gobiernos han privilegiado la estabilidad política y la preservación del modelo económico, <strong>en</strong>detrim<strong>en</strong>to de las reivindicaciones sociales y las protestas masivas, particularm<strong>en</strong>te esas que buscaban poner fin a los<strong>en</strong>claves autoritarios aún pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el marco institucional chil<strong>en</strong>o. Sin embargo, el periodo que va del arresto del g<strong>en</strong>eralPinochet al retorno de la derecha al poder <strong>en</strong> el 2010 ha dado lugar a la emerg<strong>en</strong>cia de nuevas estructuras de oportunidadpolítica que favorec<strong>en</strong> el resurgimi<strong>en</strong>to de la acción colectiva. En el curso de estos últimos años, varios factores hanconvergido para dar lugar a un nuevo ciclo de conflictos sociales, aunque de manera bastante diversa y <strong>en</strong> el mayor númerode casos, poco articulado <strong>en</strong>tre ellos. La desaparición física del dictador ha difuminado la am<strong>en</strong>aza del retorno de losmilitares. La pérdida de poder de la coalición de c<strong>en</strong>tro-izquierda así como la pérdida de confianza de los ciudadanos fr<strong>en</strong>tea ésta han exacerbado los conflictos sociopolíticos. Estas nuevas reivindicaciones colectivas se han traducidoprincipalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>tos que persigu<strong>en</strong> la igualdad de oportunidades y el acceso de las mujeres a <strong>una</strong> ciudadaníapl<strong>en</strong>a, la igualdad de oportunidades <strong>en</strong> materia de educación y el fin de su mercantilización; también han surgidomovimi<strong>en</strong>tos por la protección de los recursos naturales o ecologistas, sin olvidar la perman<strong>en</strong>te lucha de los pueblosoriginarios, principalm<strong>en</strong>te el pueblo mapuche.Se perfila así la expresión de movimi<strong>en</strong>tos sociales <strong>en</strong>carnados por <strong>una</strong> nueva g<strong>en</strong>eración de actores, sin que por esto losmovimi<strong>en</strong>tos más tradicionales hayan desaparecido, empezando por el movimi<strong>en</strong>to obrero y sindical que está siemprepres<strong>en</strong>te bajo formas a veces r<strong>en</strong>ovadas. Quisiéramos que sean pres<strong>en</strong>tadas, <strong>en</strong> este eje, pon<strong>en</strong>cias que trat<strong>en</strong> sobre estosdifer<strong>en</strong>tes movimi<strong>en</strong>tos sociales, sobre sus repertorios de acción y sus espacios específicos, sobre sus recursos y su relacióncon el campo político y/o militante. El posicionami<strong>en</strong>to de qui<strong>en</strong>es animan estos conflictos y sus trayectorias militantespued<strong>en</strong> también ser temas de interés. Confrontar y comparar estas acciones colectivas, ver <strong>en</strong> qué medida ellas contribuy<strong>en</strong>–o no– a la profundización de la democracia <strong>en</strong> <strong>Chile</strong> (el sociólogo Lilian Mathieu habla de <strong>una</strong> “democracia protestataria”)y a cuestionar el ord<strong>en</strong> <strong>neoliberal</strong> o la hegemonía de los principales det<strong>en</strong>tores del capital sobre la vida del país.Eje 3) Partidos, “gobierno de los mejores” y democratización hoyLos partidos políticos <strong>en</strong> <strong>Chile</strong> han estado <strong>en</strong>tre los principales actores de la transición pactada, <strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to de otrasfuerzas sociales. De hecho, el cuadro institucional fijado por la Constitución autoritaria de 1980, y particularm<strong>en</strong>te pormedio del sistema electoral binominal, ha establecido las reglas de un juego político relativam<strong>en</strong>te cerrado y fuertem<strong>en</strong>tecontrolado por estos mismos partidos. Su organización <strong>en</strong> coalición contribuye a la bipolarización de la vida política. Tantolos partidos como los actores y movimi<strong>en</strong>tos sociales que han rechazado o criticado este marco han sido, <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia,sistemáticam<strong>en</strong>te marginados e incluso excluidos del campo institucional. En el año 2000, la victoria de Ricardo Lagos <strong>en</strong>


la elección presid<strong>en</strong>cial permitió el retorno a la presid<strong>en</strong>cia de un militante socialista, justo a 30 años de distancia de laexperi<strong>en</strong>cia de la Unidad Popular (1970-1973). Sin embargo, el gobierno de Lagos se caracterizó por la suscripción deacuerdos con el principal partido de la oposición de derecha, la Unión Demócrata Indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te (UDI). Estos acuerdos,firmados <strong>en</strong> 2003, permitieron la reforma del Estado y la activación de la economía de mercado. Desde el punto de vistainstitucional, el diálogo con la oposición permitió la aprobación <strong>en</strong> 2005 de las reformas a la Constitución, destinadas aterminar con varios <strong>en</strong>claves autoritarios, sin por esto iniciar un proceso constituy<strong>en</strong>te o de transformaciones profundas. Porsus características personales, la elección de Michelle Bachelet como Presid<strong>en</strong>ta de la República repres<strong>en</strong>ta otro ev<strong>en</strong>torelevante <strong>en</strong> la superestructura política. No obstante, ella gobernó <strong>en</strong> continuidad con los gobiernos anteriores, haci<strong>en</strong>dofr<strong>en</strong>te a varios movimi<strong>en</strong>tos de protesta (como la “revolución de los pingüinos”). Por otra parte, su fuerte popularidad noha impedido la creci<strong>en</strong>te desconexión <strong>en</strong>tre la Concertación y las clases populares, el aum<strong>en</strong>to progresivo de la abst<strong>en</strong>ción(notablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los jóv<strong>en</strong>es) y la pérdida de legitimidad de esta coalición que ha administrado la transición pactada,refundando el modelo <strong>neoliberal</strong> <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>. La victoria del candidato de la derecha, Sebastián Piñera, <strong>en</strong> las eleccionespresid<strong>en</strong>ciales del 2010, marca <strong>una</strong> alternancia después de 20 años de dominación de la Concertación. En efecto, la derechano había ganado democráticam<strong>en</strong>te el gobierno desde 1958. Pres<strong>en</strong>tándose como la <strong>en</strong>carnación de <strong>una</strong> “nueva derecha” ydel “gobierno de los mejores”, el presid<strong>en</strong>te empresario S. Piñera tuvo que, muy rapidam<strong>en</strong>te, hacer fr<strong>en</strong>te a varias crisisinternas y grandes movilizaciones sociales.Se esperan sobre todo propuestas de pon<strong>en</strong>cias sobre las características del gobierno actual, sus técnicas de “gobernanza” ysu puesta <strong>en</strong> perspectiva <strong>en</strong> la historia de la derecha política <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>. Además, cabe interrogarse sobre la durabilidad y laviabilidad de la actual estructura de coalición a nivel parlam<strong>en</strong>tario, sobre la pertin<strong>en</strong>cia de la división <strong>en</strong>tre “autoritarismo”y “democracia” como marca de las difer<strong>en</strong>cias políticas, así como sobre la dinámica interna de la Concertación. Se esperanreflexiones críticas sobre el actual sistema de partidos, los efectos <strong>en</strong> “cad<strong>en</strong>a” de la Constitución de 1980 sobre lademocratización. Asimismo, las dinámicas <strong>en</strong> curso fuera del campo parlam<strong>en</strong>tario, particularm<strong>en</strong>te las que se desarrollan ala izquierda de la Concertación (Partido Comunista y <strong>en</strong> la izquierda radical) o a favor de <strong>una</strong> asamblea constituy<strong>en</strong>te,podrían ayudar a aclarar las preguntas que se plantean <strong>en</strong> este eje. En fin, los trabajos que analizan las t<strong>en</strong>siones, lasalianzas y la interp<strong>en</strong>etración que se produce <strong>en</strong>tre militantes, personal político y poder económico han de favorecer elanálisis de los vínculos <strong>en</strong>tre élites políticas, partidos, empresarios y modelo <strong>neoliberal</strong>.Eje 4) “¿Un modelo de desarrollo <strong>neoliberal</strong>”? Recursos naturales, dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y desigualdades.El salitre y luego los hidrocarburos; las fuerzas hidráulicas o la pesca; la viticultura o la industria agroalim<strong>en</strong>taria, y sobretodo el cobre, principal reserva mundial, y calificado <strong>en</strong> su tiempo por Salvador All<strong>en</strong>de como el “sueldo de <strong>Chile</strong>”: laexplotación de las inm<strong>en</strong>sas riquezas naturales del país, lo hac<strong>en</strong> y lo han hecho objeto de ambiciones y luchas <strong>en</strong>carnizadasdesde hace ya más de un siglo y medio. Hoy <strong>en</strong> día, el modelo de desarrollo parece principalm<strong>en</strong>te basado <strong>en</strong> la actividadextractiva de recursos naturales y agroforestales, <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te volcada hacia la exportación. Una actividad llevada a cabopor empresas nacionales y transnacionales, ori<strong>en</strong>tada por objetivos de desarrollo macroeconómico fuertem<strong>en</strong>te extravertido.Los mecanismos de mercado, por lo tanto, son vistos y repres<strong>en</strong>tados como las únicas formas legítimas de regular laexplotación de estos recursos. Esta elección política y estos mecanismos económicos no dejan de t<strong>en</strong>er consecu<strong>en</strong>cias: yasea <strong>en</strong> el cuerpo social de <strong>Chile</strong> (y el problema de la repartición de las riquezas con la conformación de <strong>una</strong> oligarquíar<strong>en</strong>tista), <strong>en</strong> las desigualdades <strong>en</strong>tre los territorios que compon<strong>en</strong> la nación, las fuertes am<strong>en</strong>azas sobre los ecosistemas, asícomo sobre los otros ag<strong>en</strong>tes económicos considerados “m<strong>en</strong>os competitivos”.Las pon<strong>en</strong>cias se podrían organizar <strong>en</strong> torno a investigaciones relacionadas con las lógicas políticas y económicas subyac<strong>en</strong>tesy las consecu<strong>en</strong>cias de este modelo, que ha hecho de <strong>Chile</strong> uno de esos países que instituciones como el FMI o elBanco Mundial suel<strong>en</strong> proponer como ejemplos o modelos a seguir. Pero ¿podemos hablar <strong>en</strong> este caso de un “modelo<strong>neoliberal</strong>”? Tres <strong>en</strong>foques principales emanan de esta pregunta: el uso de los recursos naturales; la reproducción de lasdesigualdades y de la estratificación social; y finalm<strong>en</strong>te la cuestión medioambi<strong>en</strong>tal. ¿Cuáles son los temas que emerg<strong>en</strong><strong>en</strong> torno a estos recursos naturales (<strong>en</strong> particular el cobre y su puesta <strong>en</strong> concesión) y cuál es el papel del Estado <strong>en</strong> laimplem<strong>en</strong>tación de este modelo? Un análisis <strong>en</strong> términos de dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y de c<strong>en</strong>tro-periferia, ¿continúa si<strong>en</strong>do válido parael <strong>Chile</strong> actual? ¿Cómo evaluar el peso concreto de las multinacionales o el lugar de los ciudadanos <strong>en</strong> estas decisionesestratégicas? Por otro lado, ¿<strong>en</strong> qué punto está el estudio de la estructura social desigual de <strong>Chile</strong> (<strong>en</strong> particular luego delproyecto Desigualdades dirigido por la socióloga Emmanuelle Barozet): las formas de movilidad y reproducción de estasdesigualdades, la repartición de los ingresos y de los capitales sociales, su percepción y las id<strong>en</strong>tidades colectivas que ellasinduc<strong>en</strong> <strong>en</strong> la vida cotidiana? En fin, ¿cuáles son los impactos ecológicos de tal modelo, ahora que la crisis mundial seac<strong>en</strong>túa, qué perspectiva hay para la economía chil<strong>en</strong>a? Todos los análisis de estos casos concretos son bi<strong>en</strong>v<strong>en</strong>idos (porejemplo sobre la extracción minera, la industria del salmón o la industria forestal, etc.). Las pon<strong>en</strong>cias sobre la imag<strong>en</strong> de“país modelo” podrían permitir, igualm<strong>en</strong>te, trazar alg<strong>una</strong>s líneas de reflexión. Finalm<strong>en</strong>te, no se ha de descartar un<strong>en</strong>foque más prospectivo, sobre las posibilidades y problemáticas de <strong>una</strong> gestión sost<strong>en</strong>ible de los recursos y de un modelode desarrollo alternativo, más igualitario o relocalizado.Eje 5) Cine y <strong>sociedad</strong> <strong>neoliberal</strong>La producción cinematográfica chil<strong>en</strong>a (o sobre <strong>Chile</strong>) será objeto de <strong>una</strong> sesión de comunicaciones e intercambios. El cineque aborda el periodo de la Unidad Popular, el golpe de Estado y la dictadura es relativam<strong>en</strong>te conocido, <strong>en</strong> particular la


P. Drake Paul y I. Jaksic (comp.), El modelo chil<strong>en</strong>o. Democracia y desarrollo <strong>en</strong> los nov<strong>en</strong>ta, Santiago, LOM Ediciones,2002.F. Leiva, S. Nagy-Zekmi, Democracy in <strong>Chile</strong>: The legacy of september 11, 1973, Brighton, Sussex Academic Press, 2005.R. Agacino, Hegemonía y contra hegemonía <strong>en</strong> <strong>una</strong> contrarrevolución <strong>neoliberal</strong> madura. La izquierda desconfiada <strong>en</strong> el<strong>Chile</strong> post-Pinochet, Docum<strong>en</strong>to Grupo de trabajo de la CLACSO, <strong>en</strong>ero 2006 (www.archivochile.com).Groupe d'études sur le Chili (GRESCH), <strong>Chile</strong>: ¿de país modelado a país modelo ?, Santiago, LOM, 2008.G. Eduardo Silva, Chall<strong>en</strong>ging <strong>neoliberal</strong>ism in Latin America, New York, Cambridge University Press, 2009.P. Dardot, C. Laval, La nouvelle raison du monde. Essai sur la société néolibérale, Paris, La Découverte, 2009.J. Carlos Gómez L., Política, democracia y ciudadanía <strong>en</strong> <strong>una</strong> <strong>sociedad</strong> <strong>neoliberal</strong>, <strong>Chile</strong> 1990-2010, Santiago de <strong>Chile</strong>,Editorial ARCIS/ CLACSO, 2010.Ossa Swears, C. (comp.), Escrituras del Malestar. <strong>Chile</strong> del Bic<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ario, Universidad de <strong>Chile</strong>, 2011.M. Gárate C., La Revolución capitalista de <strong>Chile</strong> (1973-2003), Santiago, Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2012.M. Antonio Garretón, Neoliberalismo corregido y progresismo limitado. Los gobiernos de la Concertación <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>. 1990-2010, Santiago, Colección P<strong>en</strong>sar América Latina, Editorial ARCIS/ CLACSO, 2012.Envío de las propuestasLas propuestas de comunicación deb<strong>en</strong> ser <strong>en</strong>viadas antes del 5 de febrero del 2013. Cada propuesta compr<strong>en</strong>derá alm<strong>en</strong>os un título, <strong>una</strong> pres<strong>en</strong>tación (2000 caracteres máximo), <strong>una</strong> bibliografía. El correo debe ser remitido a :chili-<strong>neoliberal</strong>@sci<strong>en</strong>cesconf.orgLos textos deb<strong>en</strong> estar escritos <strong>en</strong> francés o <strong>en</strong> español. Las l<strong>en</strong>guas de trabajo del coloquio serán el francés y el español. Seprevé t<strong>en</strong>er un servicio de traducción consecutiva para qui<strong>en</strong>es lo necesit<strong>en</strong>.Cal<strong>en</strong>darioLos autores serán informados de la decisión del comité de organización antes del 31 de marzo del 2013.Los participantes cuyas propuestas hayan sido aceptadas deberán <strong>en</strong>viar imperativam<strong>en</strong>te a los organizadores su textocompleto antes del 1 de septiembre del 2013, fecha final de recepción. Las comunicaciones aceptadas serán puestas <strong>en</strong>línea <strong>en</strong> el sitio del Coloquio (www.chili-<strong>neoliberal</strong>.sci<strong>en</strong>cesconf.org) para facilitar su lectura previa.Las indicaciones precisas sobre el formato a seguir, les serán comunicadas al mismo tiempo que la lista definitiva de losparticipantes. Está prevista la publicación de las actas del coloquio (libro electrónico y/o papel).Lugar del ev<strong>en</strong>toCampus de Gr<strong>en</strong>oble (Francia – St Martin d’Hères) – Maison des langues et des cultures

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