Circo - El circo de la noche
Circo - El circo de la noche
Circo - El circo de la noche
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
astante imprevisible, pero supongo que eso forma parte <strong>de</strong>ltemperamento artístico. —Los papeles <strong>de</strong> una mesa cercanaempiezan a moverse y mezc<strong>la</strong>rse, hasta que una única tarjeta<strong>de</strong> visita se abre camino hacia <strong>la</strong> superficie y cruza vo<strong>la</strong>ndo elcamerino. Hector <strong>la</strong> atrapa con <strong>la</strong> mano y <strong>la</strong> lee antes <strong>de</strong> entregárse<strong>la</strong>al hombre <strong>de</strong>l traje gris—. Organiza unas fiestas fantásticas.<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong>l traje gris se <strong>la</strong> guarda en el bolsillo sin molestarseen echarle un vistazo.—No he oído hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> él —comenta—. Y tampoco es queme entusiasme que tales menesteres se celebren en lugares públicos.Lo consi<strong>de</strong>raré.—¡Tonterías! ¡Pero si lo más divertido es precisamente quesea un lugar público! P<strong>la</strong>ntea tantas restricciones, tantos parámetrosinteresantes a tener en cuenta...<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong>l traje gris medita esas pa<strong>la</strong>bras durante unosmomentos y luego asiente.—¿Tenemos una cláusu<strong>la</strong> <strong>de</strong> confi<strong>de</strong>ncialidad? Sería lojusto, dado que conozco a tu jugador.—Dejémonos <strong>de</strong> cláusu<strong>la</strong>s, a excepción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s básicas<strong>de</strong> interferencia, y a ver qué pasa —dice Hector—. Esta vezquiero explorar al máximo <strong>la</strong>s posibilida<strong>de</strong>s. Y nada <strong>de</strong> límitestemporales. Hasta te <strong>de</strong>jo empezar <strong>la</strong> partida.—Muy bien. Entonces, trato hecho. Me pondré en contactocontigo. —<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong>l traje gris se pone en pie y se sacu<strong>de</strong> <strong>de</strong><strong>la</strong> manga unas invisibles motas <strong>de</strong> polvo—. Ha sido un p<strong>la</strong>cerconocer<strong>la</strong>, señorita Celia.Celia le <strong>de</strong>dica otra reverencia perfecta, aunque sin <strong>de</strong>jar<strong>de</strong> observarle con caute<strong>la</strong>.<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong>l traje gris <strong>la</strong><strong>de</strong>a ligeramente su sombrero28