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Circo - El circo de la noche

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cho le encantan esas salidas, no sólo por lo que ve en esosedificios que visita, sino porque también significan un cambioen su rutina. Pero son muy esporádicas, y jamás se le permitesalir <strong>de</strong> casa sin acompañante.<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong>l traje gris le visita en su habitación a diario,por lo general cargado con una pi<strong>la</strong> <strong>de</strong> libros nuevos, y <strong>de</strong>dicaexactamente una hora a dar c<strong>la</strong>se sobre temas que el muchachocree que jamás llegará a enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l todo.Sólo en una ocasión le pregunta el chico cuándo se le permitiráhacer algo, el tipo <strong>de</strong> cosas que el hombre <strong>de</strong>l traje grispone en práctica, aunque muy raramente, durante el estrictohorario <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ses.—‌Cuando estés preparado. —‌Es <strong>la</strong> única respuesta que recibe.Durante algún tiempo, no se le consi<strong>de</strong>ra preparado.Las palomas que aparecen sobre el escenario y, a veces,entre el público durante el espectáculo <strong>de</strong> Próspero viven enrecargadas jau<strong>la</strong>s, que viajan a cada teatro con el resto <strong>de</strong>lequipaje y material.Por culpa <strong>de</strong> un portazo, una pi<strong>la</strong> <strong>de</strong> baúles y cajas se <strong>de</strong>rrumbaen el interior <strong>de</strong>l camerino y <strong>de</strong>rriba en su caída <strong>la</strong>jau<strong>la</strong> llena <strong>de</strong> palomas. Los baúles vuelven <strong>de</strong> inmediato a susitio, pero Próspero recoge <strong>la</strong> jau<strong>la</strong> para inspeccionar los daños.Las palomas sólo están aturdidas por <strong>la</strong> caída, pero resultaobvio que a una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s se le ha roto un a<strong>la</strong>. Hector saca concuidado al pájaro y, mientras <strong>de</strong>ja <strong>la</strong> jau<strong>la</strong>, los barrotes torcidosse en<strong>de</strong>rezan solos.—‌¿Pue<strong>de</strong>s curar<strong>la</strong>? —‌le pregunta Celia.37

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