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feyerabend-tratado-contra-el-metodo1

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TRATADO CONTRA EL MÉTODO 9importantes mod<strong>el</strong>os de argumentación. Esta transformación puedeser también un proceso completamente natural, y la únicafunción de la argumentación racional quizás radique en aumentarla tensión mental que precede y causa la explosión de la conducta.Ahora bien, si son los eventos, no necesariamente los argumentos,Ui causa de que adoptemos nuevos criterios, incluyendoformas nuevas y más complejas de argumentación ¿no es ciertoque los defensores d<strong>el</strong> statu quo tendrán que aducir no sólo<strong>contra</strong>-argumentos, sino además causas <strong>contra</strong>rias? ('La virtud sin<strong>el</strong> terror es ineficaz', dice Robespierre). Y si las viejas formas deargumentación resultan demasiado débiles para constituir una causa,¿no deberán estos defensores o bien abandonar, o bien recurrira medios más fuertes y más 'irracionales'? (Es muy difícil, y tal vezcompletamente imposible combatir los efectos d<strong>el</strong> lavado de cerebropor medio de argumentos). Incluso <strong>el</strong> racionalista más puritanose verá forzado entonces a dejar de razonar y a emplear lapiopaf^unda y la coerción, no porque alguna de sus razones hayadejado de ser válida, sino porque hayan desaparecido las condicionespsicológicas que las hacen eficaces y capaces de influir en losotros. ¿Y cuál es la utilidad de un argumento que deja a la genteimpertérrita?Por supuesto, <strong>el</strong> problema nunca se plantea exactamente deesta forma. La enseñanza de criterios y su defensa nunca consisteen su mera colocación ante la mente y en exponerlos tan claroscomo sea posible. Se da por supuesto que los criterios tienentambién una eficacia causal máxima. Esto hace muy difícil distinguirentre la fuerza lógica y <strong>el</strong> efecto material de un argumento.Al igual que un perrillo amaestrado obedecerá a su amo sinimportar lo confuso que él mismo esté, y sin importarle cuanurgente sea la necesidad de adoptar nuevos esquemas de conducta,d<strong>el</strong> mismo modo un racionalista amaestrado será obediente a laimagen mental de su amo, se conformará a los criterios de argumentaciónque ha aprendido, se adherirá a esos criterios sinimportar la confusión en la que se encuentre, y será completamenteincapaz de darse cuenta de que aqu<strong>el</strong>lo que él considera como la'voz de la razón' no es sino un post-efecto causal d<strong>el</strong> entrenamientoque ha recibido. Será muy inhábil para descubrir que la llamadade la razón, a la que sucumbe con tanta facilidad, no es otra cosaque una maniobra política.Que los intereses, fuerzas, propaganda y técnicas de lavado de

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