Manual de juego - FX Interactive

4 Runaway 2Objetivo de Runaway 2Objetivo de Runaway 2La vida de BrianDesde el inicio de la aventura asumes el papel de Brian, un joven cuyavida de estudiante tomó un giro inesperado al comienzo del primerepisodio de Runaway. En aquella ocasión, su doctorado en laUniversidad de Berkeley tuvo que ser aparcado cuando la bellay misteriosa Gina se cruzó en su camino. Sin saber cómo nipor qué, el joven empollón se vio envuelto en una aventurade costa a costa de los Estados Unidos en la que conoceríapersonajes de lo más variopintos.Al comienzo de Runaway 2, te encuentras “chateando”precisamente con uno de aquellos personajes: unamultimillonaria experta en alta tecnología llamadaSushi Douglas. Una vez más, una sucesión de inesperadosacontecimientos te obligan a solicitar la ayuda de esta enigmática“friki”. Pero, ¿cómo le explicas a tu vieja amiga el lío en el que te hasmetido? Mejor será empezar por el principio...Gina, siempre Gina...Un curioso (y apropiado) despertador anuncia, a las siete enpunto, el comienzo de la mañana. Sin duda las fuertes experienciascompartidas a lo largo de la primera aventura te unieron a Gina, con la que ahoraes más que evidente que compartes una “intensa” amistad. Muy a tu pesar,Gina ha organizado para hoy una visita guiada a Isla Mala, conocida por susespectaculares cataratas y por una antigua maravilla arquitectónica llamada“Templo del Tiki”.Mientras te preguntas cómo demonios ha acabado por dirigirte la vida unadama propensa a toda clase de accidentes, Gina te lleva hasta la “agenciade viajes” (por llamarla de algún modo) que organiza la excursión. Paraempezar, el nombre -“Platypus tours - (sí, has leído bien... y sí, significa“ornitorrinco”) no inspira demasiada confianza. Por no hablar de Otto, eloctogenario Barón Rojo que comandará la expedición a los mandos de suvetusta “macromaqueta”... perdón, hidroplano.A regañadientes, (“¿pero qué poderosas razones logran que Gina me llevesiempre a su terreno?”) te subes a la avioneta dispuesto a dejarte llevar (unade tus especialidades). Pero, ¡oh, sorpresa! A los pocos minutos de vuelo, elviejo pierde el conocimiento y, por supuesto, el avión desciende sin controlhacia la maldita isla de las narices. Sin tiempo que perder (y tras comprobarque la Ley de Murphy ha provisto que haya sólo un paracaídas), obligas aGina a saltar mientras el aeroplano se precipita hacia el vacío... Cuandodespiertas, ya en tierra firme, no hay rastro del piloto, ni de Gina. Sin ellaes evidente que no puedes volver a casa... Y así, una vez más, tu destinote empuja a emprender una nueva aventura.