12.07.2015 Views

EL MIRLO BLANCO (caixa2).indd - Universo Romance, el Portal

EL MIRLO BLANCO (caixa2).indd - Universo Romance, el Portal

EL MIRLO BLANCO (caixa2).indd - Universo Romance, el Portal

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Mónica Peñalver La dama buscó a su sirvienta con la mirada.—Podemos encontrar una ama de cría, alguna mujer de la fortaleza —sugirióesperanzada alzando débilmente los brazos—. Déjame cogerla —suplicó,intentando incorporarse contra los almohadones de sarga.La partera miró cautamente a su amo y éste acabó por asentir, saliendode la habitación malhumorado.La mujer tomó a su hija en brazos, sus labios pálidos besaron su coronillamientras la arrullaba contra su pecho. El pequeño fardo se revolvió débilmente,haciendo pucheros. De repente, la niña comenzó a llorar hasta que supequeño rostro se tornó casi rojo. El fuego de la chimenea crujió y chisporroteócomo si <strong>el</strong> mismo B<strong>el</strong>cebú lo hubiera agitado con su cola. La niña continuóllorando. Inquieta, la sirvienta se acercó de nuevo al lecho y la tomó enbrazos ante la pasividad de su señora.—¿Doña Misol? —llamó, pero los ojos de la mujer permanecían fi jos en <strong>el</strong>techo de la estancia. Frenética, la sirvienta sacudió su cuerpo con una mano. Laniña se revolvió en sus brazos, berreando, hasta que sus pequeños pulmones sequedaron sin aire. La criada trató de calmarla al tiempo que sacudía nuevamente<strong>el</strong> hombro de su madre. Sólo entonces sus ojos descubrieron la gran mancha desangre que teñía las sábanas—. Cristo crucifi cado —dijo santiguándose a lavez que retrocedía horrorizada. La niña continuó llorando desconsoladamente,como si intuyera la tragedia que su nacimiento había traído consigo.Los ojos de Auria se llenaron de lágrimas ante <strong>el</strong> recuerdo. Teníala capacidad de recordar todos y cada uno de los momentosde su existencia, como si Dios quisiera castigarla con <strong>el</strong>los.Bodius escuchó atentamente las palabras d<strong>el</strong> mensajero mientrassus tres compañeros guardaban silencio. El conde Abrino reclamabasu presencia en su lecho de muerte. Su petición llegabajusto en <strong>el</strong> momento en que <strong>el</strong> guerrero se preparaba para su vi- 12<strong>EL</strong> <strong>MIRLO</strong> <strong>BLANCO</strong> (<strong>caixa2</strong>).<strong>indd</strong> 12 7/1/10 12:57:42

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!