Alexander A. VasilievTomo I <strong>Historia</strong> <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong> <strong>Bizantino</strong>ía remontado bastante lejos hacia el norte, en el interior <strong>del</strong> país, y se hacía sentir en aquellas regionesdesde muchísimo tiempo atrás. En Crimea se hallaba el opulento y civilizado reino <strong>del</strong> Bosforo o Cimerio.Gracias a su contacto con las antiguas colonias griegas y con el reino <strong>del</strong> Bosforo, los godos recibieronalgún influjo de la civilización antigua, mientras, por otra parte, entraban en contacto también con el <strong>Imperio</strong>romano en la península balcánica. Más tarde, cuando aparecieron en la Europa occidental, los godos eranya un pueblo que superaba sin duda en civilización a las otras tribus germánicas de la época.La actividad de los godos, afincados en las estepas de la Rusia meridional, tomó en el siglo III dos direcciones:por un lado les atraía el mar y las posibilidades que éste les brindaba de emprender incursionesnavales por el litoral <strong>del</strong> Negro; por otro, al sudoeste, se acercaron a la frontera romana <strong>del</strong> Danubio, chocandoasí con el <strong>Imperio</strong>.Los godos se fijaron primero en el litoral septentrional <strong>del</strong> mar Negro, apoderándose, a mediados <strong>del</strong>siglo III, de Crimea, y por tanto <strong>del</strong> reino <strong>del</strong> Bosforo, incluido en ella. Empleando los numerosos buquesbosforianos, emprendieron, durante la segunda mitad <strong>del</strong> siglo III una serie de incursiones devastadoras.Pusieron a saco varias veces el rico litoral caucásico y las no menos ricas costas <strong>del</strong> Asia Menor; avanzaronpor el litoral occidental <strong>del</strong> mar Negro hasta el Danubio y, atravesando el mar, llegaron, por el Bosforo, laPropóntide (mar de Mármara) y el Helesponto (Dardanelos), al Archipiélago. De camino, saquearon Bizancio,Crisópolis (ciudad en la orilla de Asia, frente a Bizancio, hoy Escutari), Cízico, Nicomedia y las islas <strong>del</strong>Egeo.Los piratas godos no se detuvieron en esto, sino que atacaron Éfeso, Tesalónica y, acercándose consus barcos a las costas de Grecia, pusieron a saco Argos, Corinto y muy probablemente Atenas. Por suerte,se salvaron las obras maestras de esta última ciudad. La isla de Rodas, Creta y el mismo Chipre —que noestaba en su itinerario, si vale la expresión— sufrieron sus incursiones. Pero estas empresas marítimas selimitaban a saqueos y devastaciones, tras lo cual las naves de los godos volvían al litoral septentrional <strong>del</strong>mar Negro. Varias bandas de estos piratas, que se aventuraron en tierra, fueron aniquiladas o cautivadaspor los ejércitos romanos.Por tierra, las relaciones de los godos con el <strong>Imperio</strong> produjeron resultados mucho más importantes.Aprovechando las turbulencias <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong> en el siglo III, los godos, en la primera mitad de este siglo, comenzarona franquear el Danubio y a practicar incursiones en territorio romano. El emperador Gordianollegó a verse obligado a pagarles un tributo anual. Esto no les contuvo. Pronto los godos hicieron una nuevaincursión en el <strong>Imperio</strong>, invadiendo Tracia y Macedonia. El emperador Decio murió en una expedición contraellos (251). El 269, el emperador Claudio logró causarles una grave derrota cerca de Naisos (Nisch). Elemperador hizo gran cantidad de prisioneros, admitió parte de ellos en su ejército y fijó otra, en calidad decolonos, en las tierras romanas despobladas. Su victoria sobre los godos valió a Claudio el sobrenombre deGótico. Pero a poco, Aureliano, que había restablecido de momento la unidad <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong> (270—275), se vioobligado a ceder a los godos la Dacia, instalando en Mesia la población romana de esta región. En el sigloIV se veían con frecuencia godos en los ejércitos romanos. Según el historiador Jordanes, un destacamentode godos sirvió lealmente en el ejército de Valerio. Los godos alistados en los ejércitos de Constantino leayudaron en su lucha contra Licinio. Finalmente los visigodos concluyeron un tratado con Constantino,obligándose a proporcionarle 40.000 guerreros para las luchas emprendidas por el emperador contra diversospueblos. Juliano tuvo también en su ejército un destacamento de godos.En el siglo III, se desarrolló ente los godos de Crimea el cristianismo, exportado allí probablementepor los cristianos <strong>del</strong> Asia Menor hechos prisioneros por los godos en sus incursiones marítimas. En el conciliode Nicea (325), un obispo godo, Teófilo, participó en las discusiones ecuménicas y firmó el Símbolo deNicea. En el siglo IV, Wulfila evangelizó a otros godos. Wulfila, de origen griego quizá, pero nacido en territoriogodo, había vivido algún tiempo en Constantinopla. Le consagró obispo un obispo arriano. De regresocon los godos, Wulfila, durante algunos años predicó entre ellos el cristianismo según el rito arriano. Parafacilitar a los godos el conocimiento de la Santa Escritura, compuso con ayuda de letras griegas un alfabetogodo, y tradujo la Biblia al godo. La forma arriana <strong>del</strong> cristianismo recibida por los godos tuvo considerableimportancia en su historia ulterior, ya que, más tarde, al instalarse sus tribus en territorios <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong> romano,su doctrina les impidió fundirse con la población indígena, que era niceana. Los godos de Crimea siguieronsiendo ortodoxos.Las relaciones amistosas entre los godos y el <strong>Imperio</strong> evolucionaron cuando, en 375, los salvajeshunos, pueblo de origen turco, irrumpieron desde Asia en Europa e infligieron una cruenta derrota a losostrogodos. Continuando su empuje hacia el oeste, comenzaron, en unión de los ostrogodos sometidos, apresionar a los visigodos. Este pueblo, que vivía en los confines <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong>, no viéndose en situación deoponerse a los hunos, que habían aniquilado ya gran número de ellos, con sus mujeres e hijos, hubo depasar la frontera y entrar en territorio romano. Las fuentes cuentan que los godos, en la orilla derecha <strong>del</strong>Danubio, suplicaban a las autoridades romanas, con lágrimas en los ojos, que les permitiesen atravesar elrío. Los bárbaros ofrecían, si el emperador se lo autorizaba, instalarse en Tracia y Mesia para cultivar latierra; prometían al emperador proporcionarle fuerzas militares y se obligaban a obedecer sus mandatos, lomismo que sus súbditos. Una <strong>del</strong>egación con instrucciones en tal sentido fue enviada al emperador. En elgobierno romano y entre los generales hubo una mayoría muy favorable a la propuesta de instalación de los52
Alexander A. VasilievTomo I <strong>Historia</strong> <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong> <strong>Bizantino</strong>godos. Se veía en ella un aumento de la población rural y de las fuerzas militares, tan útiles para el Estado.Los nuevos súbditos defenderían el <strong>Imperio</strong>, y los habitantes indígenas de las provincias afectadas, queestaban entonces sometidos a reclutamiento, substituirían éste por un impuesto en metálico, lo que aumentaríalas rentas estatales.Triunfó tal punto de vista y los godos recibieron permiso para atravesar el Danubio. “Así fueron acogidos—diceFustel de Coulanges en su <strong>Historia</strong> de las instituciones políticas de la antigua Francia— en territorioromano de cuatrocientos mil a quinientos mil bárbaros, cerca de la mitad de los cuales estaban en condiciónde empuñar las armas”. Incluso si se aminora esa cifra, queda en pie el hecho de que el número debárbaros establecidos en Mesia era considerable.Al principio los bárbaros vivieron tranquilos. Pero, poco a poco, un cierto descontento, que gradualmentese tornó en irritación, prendió en sus filas contra los generales y funcionarios romanos. Estos últimosretenían parte <strong>del</strong> dinero destinado al sustento de los colonos y los alimentaban mal. Los maltrataban einsultaban a sus mujeres e hijos. Incluso mandaron al Asia Menor gran número de godos. Las quejas deéstos no eran atendidas. Entonces, los bárbaros, exasperados, se sublevaron y llamando en su ayuda a losalanos y los hunos, penetraron en Tracia y marcharon sobre Constantinopla. El emperador Valente, quehallaba en guerra con Persia, al tener noticia <strong>del</strong> alzamiento de los godos, corrió desde Antioquía a Constantinopla.Se libró batalla cerca de Adrianópolis el 9 de agosto <strong>del</strong> 378. Los godos infligieron una derrotaterrible al ejército romano. El propio Valente murió allí. El camino de la capital quedó abierto a los godos,que cubrieron toda la Península balcánica, llegando hasta las murallas de Constantinopla. Pero sin duda nohabían concebido un plan general de ataque al <strong>Imperio</strong>. Teodosio, sucesor de Valente, logró, con ayuda dedestacamentos de godos mismos, vencer a los bárbaros y suspender sus pillajes. Este hecho muestra que,mientras parte de los godos hacía la guerra al <strong>Imperio</strong>, otra consentía en servir en sus ejércitos y batirsecontra los demás germanos. Después de la victoria de Teodosio, “volvió la tranquilidad a Tracia, porque losgodos que se encontraban allí habían perecido”, con palabras <strong>del</strong> historiador pagano <strong>del</strong> siglo V, Zósimo(<strong>Historia</strong> nova, IV, 25, 4). De modo que la victoria de los godos en Adrianópolis no les permitió fijarse enninguna región <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong>.Pero desde esta época empezaron a infiltrarse en la vida <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong> por medios pacíficos. Teodosio,comprendiendo que no podría vencer por fuerza de armas a los bárbaros instalados en territorio romano,entró en las vías de un acuerdo amistoso, asociando a los godos a la civilización romana y, lo que fue másimportante, atrayéndoles a su ejército. Poco a poco, las tropas que tenían por misión defender el <strong>Imperio</strong>fueron reemplazadas en su mayor parte por compañías germánicas. Muy a menudo, los germanos hubieronde proteger al <strong>Imperio</strong> contra otros germanos.La influencia de los godos se hizo notar en el mando superior <strong>del</strong> ejército y en la administración, don<strong>del</strong>os puestos más elevados e importantes fueron reservados a los germanos. Teodosio, que veía en unapolítica germanófila la paz y la salvación <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong>, no comprendía el peligro que ulteriormente pudierarepresentar para la misma existencia <strong>del</strong> Estado el desarrollo <strong>del</strong> germanismo bárbaro. Es notorio que Teodosiono debió ver la debilidad de semejante política, que fallaba en especial por lo concerniente a la defensamilitar <strong>del</strong> país. Los godos, que habían tomado de los romanos su arte militar, su táctica, su manera decombatir, su armamento, se convirtieron en una fuerza temible que podía en cualquier instante volversecontra el <strong>Imperio</strong>. La población indígena grecorromana, relegada a segundo plano, sintió vivo descontentocontra el predominio de los godos. Se hizo sentir un movimiento antigermano que podía producir muy gravescomplicaciones internas.En 395, Teodosio murió en Milán. Su cuerpo, embalsamado, fue conducido a Constantinopla y enterradoen la iglesia de los Santos Apóstoles. Teodosio dejaba dos hijos, muy jóvenes todavía, que fueronreconocidos como sus sucesores: Arcadio y Honorio. Arcadio recibió el Oriente; Honorio, el Occidente.Teodosio no había conseguido los resultados buscados en la doble tarea que se había propuesto. Elsegundo concilio ecuménico, que proclamó la preeminencia <strong>del</strong> niceísmo en el cristianismo, no logró restablecerla unidad de la Iglesia. El arrianismo, en sus diferentes manifestaciones, siguió subsistiendo y sudesarrollo creó nuevas corrientes religiosas que habían de alimentar en el siglo V la vida religiosa y la social(ésta íntimamente ligada a aquélla), sobre todo en las provincias orientales, en Siria y en Egipto, lo quedebía tener consecuencias de la más alta importancia para el <strong>Imperio</strong>. Teodosio mismo, al dejar penetrar elelemento germánico en su ejército, al permitir a aquel elemento arriano adquirir preponderancia, tuvo quehacer concesiones al arrianismo, abandonando así el niceismo integral. Por otra parte, su politica germanófila,que entregaba a los bárbaros la defensa <strong>del</strong> país y los cargos mas importantes de la administración,dando predominio a los germanos, provocó —ya lo hemos dicho— profundo descontento e irritación indígenagrecorromana. Los focos principales de la preponderancia germana fueron la capital la península balcánicay cierta parte <strong>del</strong> Asia Menor. Las provincias de Oriente, Siria, Palestina y Egipto no sintieron aquelyugo. Desde fines <strong>del</strong> siglo IV, la influencia de los bárbaros empezó a amenazar seriamente la capital y, conella, toda la zona oriental <strong>del</strong> <strong>Imperio</strong>. De este modo, Teodosio, que se había propuesto establecer la pazentre el <strong>Imperio</strong> y los bárbaros y crear una Iglesia unida y uniforme, fracasó en ambas cosas, dejando a sussucesores la misión de resolver aquellos dos complejísimos problemas.53
- Page 2: Alexander A. VasilievHistoria del I
- Page 8: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 14 and 15: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 16 and 17: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 18 and 19: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 20 and 21: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 22 and 23: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 24: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 27 and 28: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 29 and 30: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 31 and 32: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 33 and 34: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 35 and 36: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 37 and 38: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 39 and 40: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 41 and 42: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 43 and 44: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 45 and 46: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 47 and 48: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 49 and 50: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 51: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 55 and 56: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 57 and 58: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 59 and 60: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 61 and 62: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 63 and 64: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 65 and 66: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 67 and 68: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 69 and 70: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 71 and 72: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 73 and 74: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 75 and 76: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 77 and 78: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 79 and 80: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 81 and 82: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 83 and 84: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 85 and 86: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 87 and 88: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 89 and 90: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 91 and 92: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 93 and 94: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 95 and 96: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 97 and 98: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 99 and 100: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 101 and 102: Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 103 and 104:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 105 and 106:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 107 and 108:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 109 and 110:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 111 and 112:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 113 and 114:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 115 and 116:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 117 and 118:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 119 and 120:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 121 and 122:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 123 and 124:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 125 and 126:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 127 and 128:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 129 and 130:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 131 and 132:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 133 and 134:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 135 and 136:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 137 and 138:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 139 and 140:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 141 and 142:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 143 and 144:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 145 and 146:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 147 and 148:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 149 and 150:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 151 and 152:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 153 and 154:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 155 and 156:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 157 and 158:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 159 and 160:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 161 and 162:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 163 and 164:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 165 and 166:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 167 and 168:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 169 and 170:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 171 and 172:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 173 and 174:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 175 and 176:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 177 and 178:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 179 and 180:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 181 and 182:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 183 and 184:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 185 and 186:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 187 and 188:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 189 and 190:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 191 and 192:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 193 and 194:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 195 and 196:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 197 and 198:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 199 and 200:
Alexander A. VasilievTomo I Histori
- Page 201 and 202:
Tomo II
- Page 203 and 204:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 205 and 206:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 207 and 208:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 209 and 210:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 211 and 212:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 213 and 214:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 215 and 216:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 217 and 218:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 219 and 220:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 221 and 222:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 223 and 224:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 225 and 226:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 227 and 228:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 229 and 230:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 231 and 232:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 233 and 234:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 235 and 236:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 237 and 238:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 239 and 240:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 241 and 242:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 243 and 244:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 245 and 246:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 247 and 248:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 249 and 250:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 251 and 252:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 253 and 254:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 255 and 256:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 257 and 258:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 259 and 260:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 261 and 262:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 263 and 264:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 265 and 266:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 267 and 268:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 269 and 270:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 271 and 272:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 273 and 274:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 275 and 276:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 277 and 278:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 279 and 280:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 281 and 282:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 283 and 284:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 285 and 286:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 287 and 288:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 289 and 290:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 291 and 292:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 293 and 294:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 295 and 296:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 297 and 298:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 299 and 300:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 301 and 302:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 303 and 304:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 305 and 306:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 307 and 308:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 309 and 310:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 311 and 312:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 313 and 314:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 315 and 316:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 317 and 318:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 319 and 320:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 321 and 322:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 323 and 324:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 325 and 326:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 327 and 328:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 329 and 330:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 331 and 332:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 333 and 334:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 335 and 336:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 337 and 338:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 339 and 340:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 341 and 342:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 343 and 344:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 345 and 346:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 347 and 348:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 349 and 350:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 351 and 352:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 353 and 354:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 355 and 356:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 357 and 358:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 359 and 360:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 361 and 362:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 363 and 364:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 365 and 366:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 367 and 368:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 369 and 370:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 371 and 372:
Alexander A. VasilievTomo II Histor
- Page 373 and 374:
Alexander A. VasilievTomo II Histor