Tema 6. Dios y el alma. 1. La pregunta sobre Dios. - inicio

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Filosofía y ciudadaníaMetafísicamás excelente, y lo más excelente (el ser por excelencia) es precisamente la supremainteligencia. Esto quiere decir que Dios es pensamiento que se piensa a sí mismo. Y de aquíconcluye Aristóteles que Dios sólo se conoce a sí mismo, pero no conoce el mundo: sabe de laexistencia del mundo y sabe que él mismo es la causa final, como objeto de amor y atracción,del movimiento del mundo; pero no conoce a ninguno de los seres individuales de ese mundo,lo cual implicaría, para Aristóteles, una disminución de su dignidad. Y por tanto, Dios no ama alos individuos que existen en el mundo, ni a este en su conjunto, ya que como pensamiento delpensamiento ni siquiera los conoce: sólo se ama a sí mismo. De todos los rasgos personalesque el cristianismo le otorgará a Dios (bondad, amor, providencia, etc.). Aristóteles sóloreconoce uno, la sabiduría, y ésta limitada al conocimiento de sí mismo. Esto, en elcristianismo, es tanto como negar la existencia de un Dios personal. De hecho, el Dios deAristóteles será posteriormente uno de los modelos de los pensadores deístas del los siglo XVIIy XVIII, los cuales afirmarán la existencia de un Dios abstracto y no personal, contrapuesto alDios personal de la tradición cristiana..“ Si hubiera algo capaz de mover o de producir, pero que no estuviera actuando, no habría movimiento,puesto que lo que tiene potencia puede no estar actuando. Con que ninguna ventaja obtendríamos conponer entidades eternas, como los que ponen las Ideas, si no hay en ellas ningún principio capaz deproducir cambios. Pero tampoco sería este suficiente si no actúa, pues entonces no habría movimiento.Más aún, ni tampoco aunque actuara, si su entidad es potencia, pues en tal caso no habría movimientoeterno porque lo potencial puede no ser. Por consiguiente, ha de haber un principio tal que su entidadsea acto. Además, esa entidad ha de ser inmaterial.[…] Tiene que haber algo que sea eterno, substanciay acto y que sin moverse mueva. Y mueve de esta manera lo que es deseable y lo que es inteligible. Esdeseable, en efecto, lo que aparece como bueno, pues la voluntad quiere el bien y el bien es el fin. Queel fin es una de las cosas inmóviles lo demuestra la distinción de sus acepciones, pues la causa final esun fin de algo; de lo cual el fin es inmóvil y aquello que tiende al fin no. Y mueve la causa final encuanto que es el objeto del amor, mientras que todo el resto de las cosas se mueven al ser movidas.”Aristóteles. Metafísica XII1.2. Teísmo.Los teístas defienden la existencia de un Dios personal, esto es, un Dios que tiene lascaracterísticas de la persona humana, tales como tener conocimiento, tomar decisionesvoluntarias, sentir emociones (puede irritarse o compadecerse), etc. Como el Dios deísta, elDios teísta es el Ser Supremo (o sea, la forma más perfecta de ser), pero a diferencia de aquelno es sólo causa final, sino también causa eficiente, ya que el Dios teísta (que se identifica ennuestra cultura con el Dios del cristianismo) ha creado el mundo a partir de la nada, y portanto también ha creado (y no simplemente ordenado) la materia (con lo cual se supone queesta no es eterna). Los argumentos a favor de la existencia de un Dios de este tipo suelenclasificarse en dos grupos: argumentos a priori (que no dependen de los datos de laexperiencia y que se basan tan solo en la existencia de conceptos, y que por lo tanto soncaracterísticos de los racionalistas) y argumentos a posteriori (que dependen de los datos de laexperiencia, y que en consecuencia se relacionan con posturas más empiristas).Entre los argumentos a priori destaca el argumento ontológico de S. Anselmo deCanterbury (1035-1109). El argumento plantea lo siguiente: incluso quienes niegan laexistencia de Dios tienen el concepto de Dios en la mente (de lo contrario, no podrían negar suexistencia). Por tanto, el concepto “Dios” existe en el entendimiento y dicho concepto es“aquel ser mayor que el cual no puede pensarse ninguna otra cosa”. La cuestión es si eseconcepto, además de en el entendimiento, existe en la realidad. Según S. Anselmo la pruebade que existe también en la realidad se encuentra en la misma definición del concepto, ya que110
Filosofía y ciudadaníaMetafísicasi “el ser mayor que el cual nada puede pensarse” no existiera en la realidad, podría pensarseun ser mayor que él, a saber, un ser que además existiese en la realidad. Pero esto es unacontradicción, ya que no puede haber un ser mayor que “el ser mayor que puede pensarse”.Por tanto, dicho ser tiene que existir en la realidad.La prueba de S. Anselmo ya fue rechazada por algunos autores de su época, comoGaunilón, que alegó que la existencia de un concepto no implica la existencia de algo real conlo que se corresponda, y que por tanto S. Anselmo estaba dando un paso ilegítimo desde elorden lógico al orden real. A pesar de estas objeciones, el argumento tuvo mucha influencia enla filosofía occidental, y sirvió de modelo para otras demostraciones a priori de la existencia deDios, como la de Descartes, que ya fue estudiada en el tema anterior.“Así pues, ¡oh Señor!, tú que das inteligencia a la fe, concédeme, en cuanto ello pueda serme útil, elcomprender que tú existes, como lo creemos, y que tú eres lo que creemos. Ciertamente creemos quetú, Señor, eres el Ser mayor que el cual nada puede pensarse. Se trata pues de saber si existe un ser quesea tal, porque el insensato ha dicho en su corazón: no hay Dios. Ahora bien, cuando el insensato oyedecir que existe el Ser mayor que lo cual nada puede ser pensado, dicho insensato entiende lo que oye;aquello que entiende se encuentra en su entendimiento, incluso aunque no crea que aquello existe.Pero una cosa es que dicho Ser exista en el entendimiento y otra que entienda que el ser existe. Porquecuando el pintor tiene en su mente, de antemano, el cuadro que va a pintar, lo tiene ciertamente en elentendimiento, pero no entiende todavía que exista lo que aún no ha realizado. Cuando, por elcontrario, lo tiene pintado, no solamente lo tiene en el entendimiento sino que entiende también queexiste en la realidad lo que ha hecho. El insensato tiene que conceder que posee en el entendimiento laidea de un ser mayor que el cual nada puede pensarse; porque cuando oye pronunciar esto, locomprende y todo lo que comprende lo tiene en su entendimiento. Pero ciertamente aquel ser mayorque el cual nada puede ser pensado, no puede existir solamente en el entendimiento; porque si asífuera, podría pensarse que existe otro en la realidad; lo cual le haría mayor que aquel que sóloexistiera en el entendimiento. Por tanto, si el ser mayor que el cual nada puede pensarse existiesesolamente en el entendimiento, se podría pensar un ser mayor que aquello que es tal que no puedepensarse nada mayor. Luego el ser mayor que el cual nada puede ser pensado tiene que existir, porconsiguiente, en el entendimiento y en la realidad.”S. Anselmo de Canterbury, “Proslogio”En cuanto a las demostraciones a posteriori, las más conocidas son las recopiladas porSto. Tomás de Aquino en el siglo XIII, conocidas como “cinco vías”. En la “Summa teológica”Sto. Tomás hace un repaso de las diferentes pruebas que se han dado de la existencia de Dios,rechazando aquellas que considera que no están bien fundamentadas racionalmente. Porejemplo, rechazó el argumento de S. Anselmo por dos razones: no todo el mundo entiende porel término Dios “el ser mayor que el cual nada puedepensarse”, y sobre todo, el paso de la existencia del conceptoa la existencia real es un argumento ilegítimo, ya que nopuede derivarse el orden real del orden ideal. Las cinco vías,que son las cinco demostraciones admitidas por Aquino,tienen en común los siguientes rasgos:- Las cinco son demostraciones a posteriori, es decir, queparten de los efectos (las criaturas) para remontarse a lacausa (Dios). Por eso, todas parten de la experienciasensible. De este modo, se evita el error de S. Anselmo,ya que en la primera premisa nos estamos asegurando111
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