S tI M A B. 10 - OdeMIH

vencen a la marea que basa y al fin sonarrastradas por ella; fuego que arde enlas regiones glaciares, pero condicionadopor la temperatura allí reinante;hoguera que se aviva, pero por lo mismocamina más rápidamente a su extinción,que es su tendencia. El coeficientede la tendencia general condiciona y alfin domina las contratendencias, reduciéndolastodas a sí misma.La imposibilidad de la regresión meparece que es metafísica, y por tanto, sino hay intervenciones extrañas al mundo,fatalmente llegarán al estado de postracióntotal. Porque si así no fuera,tendríamos que el mundo por lo misnoque se enfría se recalienta, por lomismo que se solidifica retorna a losestados líquidos y vaporosos, por lomismo que entra en el reposo, recobrael movimiento, lo cual, como se ve,entraña contradicción.El dicho «nada se pierde y nadaaumenta en el mundo», consuelo deirreflexivos, por no decir de tontos, hayque completarlo con «y todo se transformasin esperanza de reforma», o seade vuelta a formas anteriores, que esperderse mucho, si bien lo pensamos,pues se perderá, que no es poco perder,la vida orgánica en la fierra, por perderseel ambiente vital, que, como se hadicho, es el conjunto de condiciones devida, sin las cuales la vida no puedeexistir.En estas etapas del camino que el reinomineral está corriendo con tendenciageneral del mismo signo, hay algo esencialmentepermanente y algo esencialmentetransitorio. Sin estos dos términosno hay transformación posible.Lo permanente, inerte o activo, es loque ni aumenta ni disminuye en el mundo;el mismo con los elementos metaquímicos,anterior por lo mismo a loscuerpos compuestos y a los cuerposvivos; el fondo de todo el ser de ellos:posterior a la desaparición de estoscuerpos y permanente o en la difusión, oen otras formas, fondo en que se verificanlas transformaciones; en una pa la-bra, lo que está de camino.Lo esencialmente transitorio son, pordecir lo ya mencionado, la forma vaporosa,la líquida y la sólida; los estadosde movimiento y de reposo; la condiciónde vivo o muerto.Primera verdad.—E1 vapor es incompatiblepor definición con el líquido,como éste lo es con el sólido; tener formaincoercible como los gases y notenerla sino la de la vasija en que esténcomo los líquidos; tenerla por sí mismay en sí misma, como los sólidos, soncosas distintas en un concepto, y en otrocontradictorios. Por lo cual ni el vapores líquido, ni el líquido es sólido, nipueden serio recíprocamente, sino conla condición precisa de dejar de ser loque son.Lo mismo, el movimiento no es quietud,ni puede serio; se repugnan intrínsecamente,como el ser y no ser, puestoque es moverse y no moverse.Segunda verdad, corolario de la anterior.—Ningún cuerpo puede ser, porejemplo, líquido, en cuanto y mientrases sólido; ni están en quietud en cuantoy mientras esté en movimiento.Esta imposibilidad no nace, comoveremos, de la incompatibilidad d elcuerpo con las formas líquidas, sólidaso gaseosas, o con el estado del mov i-miento o reposo, sino de la repugnanciaintrínseca que entre si tienen esas formasy estados, la cual entraña tambiénla incompatibilidad de coexistencia enun mismo sujeto.Tercera verdad.—Lo que en los cuerposcausa la vaporación, la liquidacióny la solidificación, el movimiento y elreposo, no puede ser formalmente unaMisma causa. Porque entonces tendríamosque por la misma causa que loscuerpos se evaporan, por la misma seliq uidan, y por la que se liquidan, por esamisma se solidifican, y por lo mismoque un cuerpo se mueve por eso mismose aquieta y reposa; lo cual nos indicaque las causas formales de estos distintosfenómenos, son también distintas, y,en lo que son distintas, irreducibles lasunas a las otras.Cuarta verdad.—Lo que es permanenteen el mundo no es incompatible conninguna de las formas dichas ni con losestados de movimiento y quietud. Asívemos que lo que antes era gaseosoahora es líquido y después será sólido;lo que ahora se mueve, después se moverámenos y, por fin, reposará.Quinta verdad.—Pero también lo quees permanente en el mundo no es identificablecon ninguna de las formas dichasUi con el movimiento o reposo.Si se identificase con una forma, noPodría pasar a otra, y vemos que pasa yestá pasando de la gaseosa a la sólida.Si se identificase con el movimiento, noPodría pasar a la quietud, y vemos quetodo este mundo se está aquietando.Sexta verdad.—Luego lo permanenteen el mundo, ni tiene incompatibilidadcon ninguna de las formas ni con la'actividad y el reposo, ni tampoco tieneexigencia de ninguna forma determinadani de estado determinado de movimientoy reposo.Séptima verdad.—Es por consiguienteesto permanente del mundo de sí mismoun perfecto indiferente para ser tal ocual cosa, para moverse o estar quieto,y por lo mismo, para causar en sí mismoestas modificaciones.Octava verdad.— Luego fuera del mundoestá la causa originan te de todas sustransformaciones, puesto que él, a lomás, no puede ser más que origen originado,en cuanto que estados anteriorespueden ser origen de estados posteriores.Novena verdad.—Pero apuremos lasconsecuencias hasta la última. Como lopermanente del mundo no puede estarsin alguna de las formas dichas, ni puedeestar al mismo tiempo sin movimiento,que es la quietud, ni sin quietud, quees el movimiento, síguese que recibiendode afuera como de originante una u otraforma, el movimiento o la quietud, recibepor lo mismo la misma existenciainseparable de una forma y de uno delos estados, movimiento y quietud.Por consiguiente, por mucho con quecontribuya el reino mineral a la formacióndel hombre, sóló lo hace como origenoriginado.Luego la causa originante del génerohumano está fuera del mundo.FR. JUAN G. CASTROUN HOMBRE DE BIENNo murmura, ni maldice,Es manso de corazón,Obra en justicia y razónY piensa bien lo que dice.Procede con realidad,Habla siempre la verdad,Socorre al necesitado,Es noble, rico y letradoY , no tiene vanidad.— 134 —— 135 —