LIBROS / Narrativa y poesíaPiedrecitas de placerLa brújula de NoéAnne TylerTraducción de Gemma RoviraMondadori. Barcelona, 2010256 páginas. 22,90 eurosPor Javier Aparicio MaydeuNARRATIVA. LA TYLER, químicamente pura:una prosa liviana en la que cadapalabra ha sido medida como en unjuego de Scrabble, una familia en el centrodel mundo, y el socrático y cándidoabuelo Liam Mr. Magoo Pennywise, elpatriarca, en el centro de la familia (uncentro sumamente lateral, en realidad),regulando con escepticismo y desapegoel tráfico emocional entre el matriarcadode sus tres hijas, su ex mujer Barbaray su hermana y sus nietos, y haciendoque el lector sonría con los serios conflictosgeneracionales, planteados conel costumbrismo irónico de soap-operade Nora Ephron y la mordacidad brillantey el alcance de los Coen. Como otrosLos jubilados ocupan parte de la obra de Tyler. Foto: Getty Imagesentrañables antihéroes de clase mediaque Tyler, la autora de esa novela espléndidaque es Reunión en el restaurantede la nostalgia (1983), finalista delPulitzer y del PEN-Faulkner, maneja comoun experto titiritero, aquel JeremyPauling de Navegación celestial o MaconLeary, de El turista accidental(1985), el estereotipado y sexagenarioLiam, solitario y derrotado (“no soy especialmenteinfeliz, pero tampoco veomotivo alguno por el que seguir viviendo”),lidera el casting de un nuevo melodramapara todos los públicos. Lo tienetodo: viudedad, divorcio, pérdida delpuesto de trabajo, falta de amigos, mediocridadprofesional, nulo afán consumistay una cuenta corriente en ambossentidos de la palabra. O sea, no tienenada. Si acaso los libros de filosofíaque ha salvado de la quema de su carrerade profesor de escuela y el deseo derecordar su vida entera, parece quetruncado por una amnesia parcial porla que acabará obsesionándose y que leprodujo la agresión sufrida en su nuevoapartamento de jubilado forzoso,donde ha querido retirarse para saborear“la etapa de recapitulación en quese sentaría por fin en su mecedora yreflexionaría sobre el porqué de las cosas”,y desde el que podría recuperar elsentido de su rutinaria vida y recobrarla memoria perdida de algunos pasajesde su vida, junto a la joven Eunice,asistente-para-temas-de-recuerdos-fallidosdel Sr. Ishmael Cope, un magnateinmobiliario enfermo de Alzheimer,dispuesto como estaba Liam a cambiarsu introvertido senequismo y su retraimiento(“¿cómo po<strong>día</strong> haber acabadotan solo?”) por un moderado optimismo,el que Eunice podría haberle dadosirviéndole también a él de recordadorade su propia vida y el que Liam podríaconseguir alcanzando a olvidaraquella parte de su biografía que nodesea recordar. Conforme avanza el caminode Liam y de su persecución de lamemoria y del sentido de su vida, Tylerdeja caer piedrecitas de Pulgarcito enel camino, una burla de la carísima medicinaprivada en EE UU aquí, una críticadel consumismo feroz allá (“Kittysacó un ordenador plano, un bonitoiPod y un teléfono móvil del tamaño deuna chocolatina”), un reproche al menospreciode los urbanitascontemporáneos porla tercera edad o, másallá, la denuncia de la incomunicaciónhumana(esperando el alta en elhospital el protagonista ysu ex mujer, “Bárbara sacóun crucigrama y Liamse tumbó en la cama mirandoel techo”) o el crecientefanatismo religioso,como el que exhibeLouise, una de las hijas deLiam, piedrecitas con lasque el lector tropieza conirritación en la vida realpero con considerable placeren la novela, el mismoplacer con el que coleccionalas constantes muestrasde fino humor o lasdelicadas epifanías que lavida cotidiana brinda, “recordabahaber ido a buscara Millie y a Xanthe,recién nacida, al hospital,y haberse asombrado deque hubieran entradoellos dos y de que salierantres”.Así como Joyce CarolOates o Lorrie Moore eligensiempre la cara ocultade la luna cotidiana,Tyler prefiere la visible, lamás próxima al lector.Juega luego a sacarle puntacon el afilalápices emocionalque mejor domina, el estilo indirectolibre (nos dicen qué piensa Liam,Liam nos dice qué piensa), con impecablesdiálogos —en forma de diván en elque Liam y su familia se confiesan y seretratan ante un psicoanalista imaginarioen forma de lector de Anne Tyler—,y con altas dosis de sutileza en el desplieguede sus criaturas por el texto deLa brújula de Noé. Los dilemas moralesy dramas domésticos de la novela, encerradosen el frasco de la vida diaria juntoa su estoicismo socarrón, se ganan lacomplicidad del lector, con la excepciónde unos pocos pasajes algo inverosímiles,como la conversación del protagonistacon la un tanto estrambóticaseñora Bootsie Twill, la mamá de suagresor, desde el mismísimo instanteen que el bueno de Liam sale a la escenade su propio cuento de hadas otoñaly comienza la parábola del otoño delpatriarca, que piensa que “cuanto menosse desea, más cerca se está de losdioses. Un sitio decente donde vivir.Un libro que leer. Un pollo en el horno”.Y queda reconfortado, sólo a expensasde la nostalgia que trae consigola proximidad de la senectud y el recuerdodel tiempo perdido. A su edad, tenermemoria ya es más que suficiente. El libro de los destinosAnne WiazemskiTraducción de Ana HerreraMiscelánea. Madrid, 2009190 páginas. 17 eurosNARRATIVA. ANTES DE dedicarse a la literatura,Anne Wiazemski llevó a cabo una largacarrera de actriz guiada por directores comoBresson, Godard y Pasolini. En Teoremaes la hija de la familia abducida por el ángeldel Desorden y el Deseo, y en Al azar, Baltasares la muchacha llamada Marie. Graciasa Godard, con el que se casó cuando el directorpasaba por su época más maoísta, seconvirtió en un ídolo al que se le ren<strong>día</strong>culto sobre todo en la filmoteca de París,donde proyectaban con frecuencia filmescomo La Chinoise o Vlademir. Es importanterecordarlo porque en su novela El libro delos destinos traza sobre la Rusia prerrevolucionariauna mirada ajena a cualquier formade izquierdismo. Y es que el retrato quehace de la nobleza terrateniente de 1916,amante de la música clásica, la novela francesay la poesía, es más que benigno y estálleno de lirismo y de nostalgia cierta, encambio la “gleba”, el pueblo, la “masa” aparecendibujados en tonos claroscuros y siniestros,en las antípodas del maoísmo queencarnó junto a Godard treinta años atrás.¿Se trata de un ajuste de cuentas consigomisma? ¿Se trata de una reinterpretación dela historia de su propia familia rusa condenadaen su momento a la muerte y a laemigración? La novela acaba conmoviendo,si bien es casi imposible evitar, mientrasuno la lee, la larga sombra de Doctor Zhivago,que trata el mismo tema, aunque deforma más lineal y dostoievskiana. Concebidacomo un relato de doble dimensión, conuna narradora en primera persona y un narradorremoto que ha escrito un diario, AnneWiazemski sabe dosificar muy bien laacción en El libro de los destinos, jugandocon una cierta discontinuidad que beneficiala narración y que multiplica los puntos devista de algunos momentos fundamentalesde la historia, dejándonos una imagen dulceamargay trágica de los últimos <strong>día</strong>s de laaristocracia rusa. Jesús FerreroFamaDaniel KehlmannTraducción de Helena CosanoBarcelona. Anagrama, 2009190 páginas. 15 eurosNARRATIVA. EL PREMIO NOBEL no es garantíade la relevancia universal de una obra, nilos números de venta de un libro indicio desu calidad literaria. No obstante, en la libreríanos decidimos por la autora galardonada,y editoriales de probado criterio literariose lanzan a la compra de derechos, si unautor aparece en la lista de The New YorkTimes de los libros más vendidos del mundo.Daniel Kehlmann, en 2006, conquistóeste bastión hasta entonces inexpugnablepara un escritor alemán con La medicióndel mundo, una novela blandengue peroentretenida y bien documentada sobre elencuentro de dos titanes de las ciencias,Alexander von Humboldt y Carl FriedrichGauss. Y Kehlmann, que había dispuestodúctilmente el sesudo material biográfico,lo había condimentado con pequeñas ironíasy consumibles alusiones literarias, seconvirtió en la nueva gallina de los huevosde oro de la industria librera alemana: sóloen Alemania vendió millón y medio de ejemplares.Esta cifra, con vistas a la adquisicióndel libro siguiente, para el editor constituyeun aval; no así, sin embargo, para el lector.Sólo sabe que Kehlmann es un eficaz constructorde tramas y posee un gran talentopara los diálogos, ¿pero encontrará un tema,sabrá darle calado? El sucesor de su bestseller mundial se titula Fama. Nueve relatosen torno al personaje del atribulado escritorde éxito conforman un conjunto superficialmenteensartado con fortuitos hilos argumentales.Personajes acartonados gesticulanceremoniosos en escenarios de telenovela;en vez del humor irónico, campa el chistefácil; las reflexiones sobre la omnipresenciade los medios de comunicación y la ficcionalidadde la vida moderna se quedan en forzadassentencias de manual posmoderno; fraseshechas y adjetivos trillados anulan unasambientaciones más que previsibles, y aderezanla peor escena de sexo de la literaturaalemana reciente. De vez en cuando, el narradorsale también un poco, se mira en elespejito de sus relatos y está encantado dehaberse conocido. Cecilia DreymüllerHotel BorgNicola LeccaTraducción de Patricia OrtsPre-Textos. Valencia, 2009218 páginas. 20 eurosNARRATIVA. EL HOTEL BORG se encuentra enel corazón de Reikiavik, sus habitacionesson hermosas y de grandes ventanas y desdealguna de ellas se ve la plaza. El hotelBorg existe y ha dado título a una novela deNicola Lecca (Cagliari, 1976), cuya obra dePergolesi, el Stabat Mater, esa música queRousseau y Stendhal tanto amaron, recorresus páginas. En la narración están AlexanderNorberg, célebre director de orquesta;Rebecca Lunardi, una cantante de voz soberbiay carácter arrogante; la voz blanca deMarcel Vanut, un niño al que sus padresniegan infancia; Hákon Pétursson, el jovenguapo, seductor e inculto que representa elazar, y Oscar, un botones en el salón de téde un hotel de Londres, que sabe escucharla música y tiene al Stabat Mater de Pergolesiy el Capriccio de Strauss como obras preferidas.Todos ellos se acercarán a Reikiavik, laciudad fría, para certificar el adiós de Norberga los escenarios, quien ha elegido parael concierto de despedida el Stabat Mater,porque es “obra de humildad y recogimiento”.Así pues, en Hotel Borg, la música alumbrael paisaje oscuro de Reikiavik, con sus<strong>día</strong>s de luz incierta y su cielo veteado deaurora boreal. Frío, música y silencio. Lanovela tiene el papel de mediador entre lacalma y el pulso acelerado de quienesleen. Trazos luminosos para alumbrar unahistoria cuyos personajes son notas de pentagramaconvirtiendo sus percances y deseosen melo<strong>día</strong>. Y en la novela, Reikiavik,paisaje testigo que reta y seduce a quienesllegan a la ciudad de azufre, encontrandoen el orgullo de sus habitantes, pues seniegan a vender las entradas para el conciertoque han conseguido mediante sorteo,la sensación de pertenecer a un universoextraordinario. Reikiavik convertida enescenario reivindicativo de la mirada calma,donde quien lee se siente ciudadanade un tiempo lento que hace más enriquecedorala existencia. María José Obiol10 EL PAÍS BABELIA 06.02.10
Poemas en prosa. DedicatoriasR. M. RilkeTraducción, introduccióny notas de Antonio PauLinteo. Ourense, 2009456 páginas. 25 eurosPOESÍA. DEL GRAN e inagotable Rilke se publicanahora sus poemas en prosa y lasdedicatorias que estampó en sus libros paraalgunos de sus más fieles y fervienteslectores. Con los primeros avisó, muy tempranamente,que la poesía es bastante másque sonoridad intraducible, como, antesque él, también había advertido el mismoGoethe. Que lo dijera Rilke, un maestroabsoluto del metro y de la rima, dice muchoa favor de su máxima clarividencia. Enla práctica, estos poemas ciertamente deslumbrantanto como los escritos en verso yaportan esa cadencia prosaica muy beneficiosapara paralizar los artificios que correnel riesgo de encubrir la temible vaciedadconvertida en pirueta rimada. Pero,además de esto, la comunidad entre unospoemas y otros es grande, y su filosofíaidéntica, lo cual quiere decir que la clavede la poesía que importa está en el grosorde la experiencia y no en el formato expresivoelegido, por más deslumbrante que sea.Poemas en verso o en prosa, tanto da si laautenticidad está asegurada y las palabrasse cargan de los significados que hablan deuna experiencia verdaderamente representativade un hombre, y solo de él (y, por esomismo, de tantos y tantos hombres). Porejemplo, Rilke vivió sin cesar que las cosasno son parásitos de nuestra existencia sinoque nos acompañan con su significado secreto,convertido en una melo<strong>día</strong> que tenemosque saber captar “si queremos ser losiniciados de la vida”. El poema titulado‘Notas sobre la melo<strong>día</strong> de las cosas’, momentocumbre de este libro, aborda estacuestión pero ya lo habían hecho antesotros muchos poemas, incluidas las geniales‘Elegías de Duino’. Igualmente, la búsquedaincesante del otro en el espacio dela palabra intercambiada es una obsesiónrilkeana que también ilumina el citado poema.De una conversación lograda se puedellegar a decir, si se cumplen los requisitosde la escucha atenta: “Aquí hay un altar enel que arde una llama sagrada”. En cuantoa las dedicatorias, cabría despachar estosescritos como composiciones de circunstanciaspero Rilke, en vez de estamparprotocolarias misivas a sus destinatarios—conocidos o no, la mayoría mujeres—,escribía verdaderas composiciones tocadasde esa gravedad inspirada que caracterizasu poesía entera. “En lo pequeño hallarásun maestro / para el que nunca, en elfondo, harás lo suficiente”. O bien: “Heconfiado. / Quien confía, perdura”. O bien:“Somos algo, lo somos sin saberlo, / el destinono es más que lo que somos: quiere. /Después somos nosotros quienes lo queremos,/ silenciosos y graves: ilimitadamente”.Ilimitadamente Rilke, en esta ocasión ysiempre. Ángel RupérezPor la gracia de DiosJesús MunárrizPoint de Lunettes. Sevilla, 200991 páginas. 12 eurosRojo fuego nocturnoJesús MunárrizHiperión. Madrid, 2009119 páginas. 10 eurosPOESÍA. JESÚS MUNÁRRIZ quizá haya sido,junto a Manuel Vázquez Montalbán, el poetade la generación del 68 que se ha acercadocon menos complejos a una poesía crítica,diseccionadora de la memoria colectiva(y personal), mordaz e irónica a veces, tierna,evocadora y emocionada otras. Dos libros,aparecidos simultáneamente, confirmanesa apreciación: Por la gracia de Diosy Rojo fuego nocturno. Ambos comparten,en gran medida, un telón de fondo: la memoriadel franquismo, la sombra que ladictadura proyectó sobre la vida cotidianade quienes, como el propio Munárriz, crecierony maduraron en ella. En el primero,la memoria aparece sin filtros. La poesía esdirecta, descarnada, vecina al alegato. Setrata de poemas dedicados a Franco y a larealidad de la dictadura, que, en parte, fueronpublicados en los albores de la transiciónpolítica (el apartado titulado ‘Cuarentena’)y en distintos libros y, en parte —lamayoría—, se han mantenido hasta hoyinéditos. Entre los inéditos, conviene destacarla presencia en el libro de textos definales de los sesenta y principios de lossetenta, que forman parte, según confiesael propio autor, de un conjunto titulado‘Transición’. Si ‘Cuarentena’ es una suertede crónica poetizada de la cotidianidad nacidaen 1939 (los mitos, los símbolos, lascarencias, miserias y sevicias de un régimenmediocre y cruel), el resto de los apartadosy poemas son instantáneas que aludena momentos y tópicos que alimentaronel cemento ideológico de la dictadura.Rojo fuego nocturno es un libro poliédricoque desborda y supera el tiempo del franquismoy en el que la intimidad, la reflexiónsobre el hecho poético, la memoriainfantil, la experiencia viajera, la miradacrítica sobre las guerras y su irracionalidady el homenaje y la evocación a los amigosmuertos (César Simón, Fernando Quiñones,Chicho S. Ferlosio, entre otros) seabordan con un verso directo, conversacional,de palabra precisa y desadjetivada, enel que la emoción y la cordialidad tienenmucho que ver con la habilidad del poetapara lograr la intersección entre la percepciónmás íntima y honda y el componentehistórico, contextual, en que ésta se produce.Manuel RicoLa lumbre del corazón.Un elogio de la relecturaMacu de la Cruz y Manuel López del CerroLa Hoja del Monte. Madrid, 2009249 páginas. 20 eurosCONVERSACIONES. HAY MUCHAS OBRAS difícilmentemejorables, pero que no se leenbien. Siguiendo esta premisa nació enRadio Nacional en 2007 el programa Lavuelta al mundo en 80 libros, presentadopor Macu de la Cruz y Manuel López delCerro. Un espacio para comentar e inclusodiscutir sobre obras a partir de fragmentosde éstas leídos también en sulengua original. La Iliada en griego o lassagas vikingas en islandés. En total, uncentenar de voces participaron en un proyectoque toma ahora forma en papelbajo el título de La lumbre del corazón.Un volumen que recoge algunas de estasconversaciones sobre duelistas, islas, laguerra o historias de animales, y que secierra con cartas dedicadas a sus personajesfavoritos. E. SilióEL PAÍS BABELIA 06.02.10 11