13.07.2015 Views

Merengue arte (P.gs-1-406) - Grupo Leon Jimenes

Merengue arte (P.gs-1-406) - Grupo Leon Jimenes

Merengue arte (P.gs-1-406) - Grupo Leon Jimenes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Antes de quete vayas...RAFAELCHALJUB MEJÍA348que necesitan de método–, aclara don Fello, al ser entrevistadoen su residencia, el 3 de febrero del 2001.Era un niño y ya se le llamaba para alegrar bailes de vecindario,y al crecer y hacerse hombre, se convirtió en elmúsico más solicitado y mejor pagado de su región. Dice donFello, que una vez se presentó un musicólogo norteamericanoen Bajabonico, y que de casi trescientos acordeonistas loescogió a él, lo trajo a la Capital y lo hospedó durante unasemana en el Hotel Jaragua para que le interpretara los merenguesque el norteamericano quería oir. Es probable que setratara de J. M. Coopersmith, aquel investigador que vino en1944 y que según el libro que luego escribió, estuvo en Altamiray en Imbert el 25 de enero de ese año.En 1944, “cuando el Centenario”, cuenta don Fello, fuecontratado por el señor Ramón Saviñón Lluberes para que tocaraen La Voz del Yuna, y así crecieron más el nombre y elprestigio del ya famoso intérprete del merengue típico. Era unmerengue conforme con su época, con las reglas más originalesdel género, pero sazonado con la gracia y el dinamismo quelas manos y el talento artístico de Fello Francisco sabían darle.En 1968 emigró don Fello a Nueva York, “en busca demi fortuna”, según lo relata él mismo en uno de sus merengues.Allá lo recibieron más de veinte de sus amigos, le llevarontres acordeones: –Uno de ellos se lo mandé a Miro,que se quedó en Guananico para que me lo transportara–.En Nueva York se siguió la música y allá también se destacóel compositor natural que ha sido Fello.Aunque le pagaban bien por sus actuaciones, don Fellose ocupaba en otras labores productivas. Trabajó en variasindustrias y factorías, incluyendo una fábrica de armas deguerra. Pero Nueva York no era el medio preferido para unhombre tan típico y apegado a su tierra, y ap<strong>arte</strong> de queeconómicamente no le iba como esperaba, se enfermó.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!