Es preciso hacer una salvedad imprescindible: El ConfidencialDigital tiene una fecha de creación simultánea,incluso algo anterior, a la de El Confidencial.com,el exitosísimo portal con el que comparte medio nombre.No ha surgido, ni mucho menos, a rebufo delmismo, ni tampoco ha buscado hacerse un nombre acosta del posible equívoco que tal circunstancia pudieracrearse en los lectores. Sencillamente, dadas lasmodestas aspiraciones iniciales con que surgió el “Digital”,no se pensó siquiera en registrar su nombre.Una fórmula atávica“Confidenciales” han existido siempre: Julio César yacontaba con informadores que le trasladaban noticiasde particular interés y para su exclusivo conocimientosobre lo que sucedía a su alrededor; Napoleón hizo lopropio. La necesidad de conocer informaciones específicaspor parte de un sector de público muy concreto,generalmente de la élite política y económica,ha existido siempre.En España, los primeros confidenciales surgen durantela última etapa del franquismo y eran toleradospor el régimen, que hacía la vista gorda sobre ellos.No de otro modo podían informarse adecuadamentelas clases dirigentes de cuanto necesitaban sabersobre aquellos tiempos: la prensa generalista sabíaque no podía dar determinados contenidos, bajo penade cierre. Pero el tiempo de la Transición continuótambién necesitado de un tipo de información añadidaque no se encontraba en los periódicos generalistasy supuso la auténtica época de oro de estosHA ALCANZADO LOSOCHENTA MILLECTORES DIARIOSSolo ante el monitorCorría el año 2001, Apezarena era director de informativosde la COPE y decidió adentrarse, solo frentea la pantalla del ordenador, por las aun poco transitadassendas de una nueva manera de comunicarseque acabaría revolucionando el mundo de la informacióny aún la vida entera de las personas: Internet.Cómo no aventurarse por él si decididamentetodo indicaba que era el futuro. Y se resolvió a hacerloreflotando una fórmula que había sido muyeficaz en los últimos tiempos del franquismo y tambiéndurante la Transición: un “confidencial”: “Elorigen de todo esto data de los tiempos en que yoera redactor de “Europa Press” -recuerda Pepe- yme encargué de llevar una publicación que se llamaba“Resumen económico” - el famoso “Chivato”- ,un confidencial en papel que tuvo bastante importanciaen la época de la Transición. Incluía unas informacionessobre temas políticos y económicosque en aquellos momentos aun no se podían dar enla prensa diaria. En resumen, lo que hice años mástarde fue trasladar a Internet una fórmula que yo yahabía hecho con éxito en papel que es la del “confidencial”.confidenciales. Llegaron entonces acoexistir cinco o seis, muy demandadostodos. Fue el caso, por ejemplo,de “Off the record”, quecomenzó también como un confidencialen papel y derivó luego enuna agencia de noticias al uso. Eraun tipo de prensa (por llamarla así)que, lógicamente, no se encontrabaen los kioscos. Llegaba a los despachosde políticos, empresarios, altoscargos de la administración, etc. porsuscripción. Se trataba de un productorelativamente caro para un público muy exigenteque ocupaba puestos de responsabilidad ynecesitaba de una información que no le proporcionabanlos medios generalistas. “El “Resumen económico”que yo hice en Europa Press en aquella épocaconsistía en un boletín de diez páginas que se repartíatodas las mañanas por un motorista y se entregabaen los despachos de los ministros, directoresgenerales, periodistas…Tenía quinientos suscriptores”,recuerda Pepe. En aquellos momentos tan trascendentesla gente necesitaba conocer noticiasveraces, no conformándose con las informaciones dela prensa común. Señala también Apezarena que elmomento álgido de este tipo de confidenciales fue lacrisis de la UCD, que se contó desde estos medios con16
“DAMOSINFORMACIÓNCONTINUADA DEDEFENSA Y HEMOSCONSOLIDADO UNSECTOR DELECTORESESPECIALIZADOJOSÉ APEZARENA,EDITOR“17