20.07.2015 Views

Periodista38

Periodista38

Periodista38

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CARTA DEL DIRECTOR_JESÚSPICATOSTEEl periodista cuando peca…Desde sus muy veintipocosaños, me lo soltó con ingenuodesparpajo: “¿Por quélos periodistas mayores, cuando seos pregunta por las cualidades deun profesional respondéis casisiempre que la humildad y la independencia?Pues yo no veo queabunden tanto esas virtudes “. Erapreciso explicar, que no replicar, ala joven próxima colega, que me interrogabapara completar su trabajofin de carrera en la universidad.Lo de la independencia eraquizá más sencillo de bandear conrapidez, aunque había que puntualizarsobre las dificultades de no sometersea tantas presiones externas.Es cierto que cualquier medioy cualquier profesional alardean desu independencia, palabra que yase ha convertido en un latiguillo omandamiento obligatorio y cuyocumplimiento no siempre coincidecon la realidad de los hechos. No esfácil distinguir la independenciamás o menos pura de la igualmentellamada independencia puesta alservicio voluntario de una idea o actividadconcreta. Hasta aquí, mi joveninterlocutora comprendía quelas coacciones fundamentalmenteexternas de todo tipo que sufre unperiodista le pueden condicionar sulibertad laboral.Lo de la humildad ya es otro cantar.“Mira – me comentaba – inclusohe navegado por Google y hayuna entrada para ”periodismo y humildad”,aparecen artículos, crónicas,seminarios o conferencias conesta relación inseparable. He habladocon varios periodistas de distintaedad y todos insisten en estacualidad. También José María Garcíame insistía en ello”. Pues sí, pero eneste caso las actitudes individuales,el comportamiento con los demás ,no dependen de las presiones sociales,económicas o políticas… Dependedel carácter, de la personalidad,de la forma en que cada unoplantea su relación social y de la valoraciónque a sí mismo se otorga. Sila humildad es apreciada como unavirtud, también habrá de serlo, yaún más, en el mundo periodísticotan tentado de pensar que nuestrainfluencia en todos los ámbitos socialeses decisoria. Para que la inmodestiano se desmande, el buenperiodista ha de saber que si estáincontrolada puede superar la barreradel ridículo. Y no digamos delas mentiras deformadas. Pocas escenastan estúpidas como contemplara un colega pavoneándose desus artificiales éxitos, que solo élexagera y deforma. Los jóvenes periodistassaben captar semejantesactitudes. De igual manera queaprecian a quienes actúan con naturalidady sin estridencias cuandotrabajan o cuando explican las clavesinformativas de un hecho noticioso.Pretender pasmar a los alevinesengrandeciendo pasajesanteriores de la vida profesional noes ya abusar de” las cosas del abuelito”o caer en la inmodestia, es unabufonada. Pero por fortuna no constituyenmayorías. Es verdad –remedandola canción- que “el periodistacuando peca… es que peca de verdad”,aunque se merezca ganar elcielo con más frecuencia de lo reconocido.Si para andar por la vida periodística,la humildad (o ausencia desoberbia, su antónimo) es cualidadindispensable, cotizada por los jóvenes,parece obligado ver la jugadadesde el ángulo inverso, tal como sehace en las televisivas retransmisionesdeportivas. Porque también mehan llegado comentarios de periodistasmayores quejosos de que colegasde las muy jóvenes promocionesles abordan sin ningunahumildad, ni reconocimiento a susveteranas experiencias, afeándolessus insuficientes conocimientos delas herramientas tecnológicas. Malvamos, pues, si trazamos fronterasque en absoluto son insalvables.Bien está el aprendizaje permanentede las nuevas tecnologías, laexigencia de una puesta al día porqueel analfabetismo, o casi, enesta materia, puede significar, en algunosaspectos, la parálisis del ejercicioprofesional. Pero tampoco ladeidificación del uso de las herramientastecnológicas ha de anular elotro millar de aspectos que conformanel buen hacer periodístico. Entreel papel y lo digital no ha de caberesta guerra de batallas cruentasque ya se están desarrollando. Loque tenga que pasar, pasará. Gravesería que se comenzara a medir lascapacidades de un periodista porsus conocimientos tecnológicos exclusivamentey con olvido premeditadode aquellos atributos tradicionalesy necesarios. Lo digo porqueya se reclutan periodistas a los quetan solo se les reclama formacióntecnológica.7

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!