revista15

101 Spilit
Destaca por ser una atracción
turística y cultural de primer
orden, así como por las
pesquerías que desde su
puerto se realizan; un aire muy
romántico se aprecia en la
ciudad. En su costa está situada
la base naval del Adriático.
En sin duda una escala muy apetecible
para los cruceros que realizan rutas por
esta zona. Fue declarada Patrimonio
de la Humanidad en 1979. Aunque el
barco sea una forma muy común de
llegar a la ciudad, también dispone de
aeropuerto.
La historia de la ciudad viene marcada
por un hecho que la señaló en el
tiempo, y es que aquí instaló un palacio
fortaleza el emperador romano
Diocleciano, que nació cerca de la
ciudad.
Muchos pueblos la conquistaron, como
venecianos, eslavos, húngaros, turcos,
austriacos, franceses (en tiempos de
Napoleón), serbios, croatas, eslovenos,
etc. En 1919 se convirtió en el principal
puerto de Yugoslavia y renombrada de
Spalato a Split (en croata).
Tiene un clima suave de tipo
mediterráneo y sus habitantes hablan
la lengua croata, aunque hay tres
dialectos que también son usados; en
su gran mayoría son católicos .
No hay diferencia horaria con España
y la moneda local es el Kuna, si bien
en todas las zonas turística aceptan
el Euro, pero conviene preguntar
previamente en el propio comercio.
Es un enclave estratégico para visitar
las islas de Croacia.
Una vez situados en la ciudad,
enseguida se da uno cuenta que casi
todo gira alrededor de dos restos
arqueológicos. Los pertenecientes al
Templo de Júpiter y al del Mausoleo
de Diocleciano, que posteriormente se
convirtió en La Catedral de San Diomo,
de la que se dice es la catedral más
antigua del mundo ya que se construyó
en el año 305 d.C. con influencias
románicas y donde destaca su torre
campanario.
Los barcos que vienen a la ciudad
atracan muy cerca del centro, así que
si se quiere realizar una visita turística
solo hay que emplear unos 10 minutos
paseando junto al mar para poder
llegar al mismo. Lo primero que nos
encontraremos es el paseo marítimo
denominado La Riva, especie de
malecón que nos hace entrar en un
ambiente de tiendas y cafeterías muy
animado. Se puede disfrutar de un
mercadillo permanente de artesanía
y productos típicos. A muy pocos
pasos nos topamos con el palacio de
Diocleciano, que igualmente está
repleto de pequeñas tiendas también
de artesanía.
Para hacerse una idea concreta de
las dimensiones del palacio es muy
conveniente estudiar la fotografía
donde se recrea tal como era.
La visita del palacio es obligada para
los amantes de la historia, y desde
luego es bastante agradable debido a
su temperatura interior que contrasta
fuertemente con la temperatura de las
calles adyacentes. Hay restos dentro
de las murallas de las que se creen eran
la habitaciones privadas del emperador
y de lo que también se piensa era la sala
del trono.
Por motivos de seguridad fue
construido adherido al mar, aunque hoy
en día sus restos están más retirados.
En dirección perpendicular al mar,
encontramos la salida trasera del
palacio y que forma un conjunto
arquitectónico junto a la actual
catedral, que lo podemos denominar
como único. Forma una especie de
patio llamado Peristiloy que está
declarado patrimonio de la UNESCO.
En la entrada principal del palacio
la apodada Aurea, y que da paso a
las murallas. Vemos una gigantesca
estatua de GrgurNinski, Obispo del
Revista de cruceros y viajes / Septiembre 2015 / www.icruceros.eu