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La casa dispone además de un acogedor salón que
se puede utilizar como zona de espera, de lectura o
simplemente para poder tomar algo y cenar al amor
de la chimenea durante las encantadoras noches de
invierno.
En él nos llama sobre todo la atención la barra del
bar. Se trata de un altar de madera policromada del
siglo XV. A su lado un confesionario hace las veces de
botellero. Un rincón dedicado a la montaña, pasión
de su propietario, con fotos y pinturas originales en
las paredes que te hacen sentir como en el propio
salón de tu hogar.
Incluso la recepción es otro altar renacentista de
madera policromada, pero este se halla jalonado por
dos hacheros de antorcha del siglo XVI. dos hacheros
de antorcha del siglo XVI.
En cuanto a las habitaciones, cada una de las nueve es una obra de arte en sí misma,
fusionando el confort, la exclusividad y el buen gusto.
Santa MARÍA
La Habitación Santa María nos recibe con una zona de
lectura decorada con muebles de Becara. En la cabecera
de la gran cama vemos una talla de piedra renacentista de
la Virgen con el Niño de los siglos XVII Y XVIII. Dos troncos
de árbol fosilizado traídos de China, con más de tres mil
años de antigüedad, hacen las veces de mesillas de noche.
Muebles de castaño decapados en blanco, una confortable
chaise longe al lado de la chimenea y una extraordinaria
bañera de hidromasaje completan todo el conjunto.
El baño es de mármol travertino tallado en la misma piedra.