PRIMERA EDICIÓN REVISTA CIUDAD LUNA

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ser muy enriquecedoras para un desarrollo artístico personal.
Por otro lado, aún queda muchísimo por hacer.
RCL: Estamos de acuerdo contigo, aún queda mucha tela
por cortar y talento de sobra. Hablando ya más puntualmente
¿Cómo es que llega el circo a Chía?
DANIEL: El circo llegó a Chía cuando yo aún me sacaba los
mocos con el dedo índice… o antes. Tuvo un gran auge,
por unos años y luego un declive que lo dejo agonizando.
Sobrevivieron apenas aquellos que de verdad sintieron la
vocación circense en las venas. Hace unos 4 años comenzó
el nuevo apogeo del circo en Chía, y esta vez viene con toda.
RCL: Háblanos un poco de Malabar circular
DANIEL: Malabar Circular surge como una propuesta
de experimentación circense enfocada naturalmente al
malabarismo. Nace en el 2012 de las cenizas del extinto
grupo MolecuCircus, que fue un paso fundamental
para entender este universo de objetos que bailan en el
espacio y dibujan ideas en la mente de quien observa.
RCL: ¿Cuál es el objetivo fundamental y proyección del
colectivo?
DANIEL: El objetivo inicial fue crear nuestra propia manera
de jugar con cuerpos inertes como extensiones del cuerpo
vivo, convirtiendo este ‘ir y venir’ en una herramienta
comunicativa. No obstante, en estos años, el camino ha
ampliado el panorama. Sin darnos cuenta hemos enfilado
la mayor parte de nuestro trabajo al circo social. Me atrevería
a decir que hoy en día, es la construcción social a
través del circo el objetivo principal de Malabar Circular.