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entrevista
Soledad Medina:
Una trayectoria
junto al gremio médico de Ñuble
Es un rostro reconocido por todos los colegiados de la zona: la emblemática secretaria, Soledad
Medina, quien ha cumplido treinta años de labor en el gremio, llevando adelante todo el
trabajo administrativo y entregando un apoyo constante a todos los médicos.
-Sole, ¿cómo está mi situación con las cuotas?
-Doctor, está debiendo
-Pero, cómo, a mí me descuentan siempre, voy a revisar.
Y Soledad siempre tiene la razón, pues su dedicación como emblemática
secretaria administrativa del Consejo Regional Chillán del Colegio
Médico es incansable y maneja cada detalle de la gestión.
¿Qué beneficios tengo?, ¿hay cabañas disponibles?, ¿para qué me
sirve estar en el Colegio?, ¿quiénes están en la directiva ahora? Todas
las preguntas de los colegiados de Ñuble llegan a ella. Los trámites
para colegiarse, la documentación necesaria, el valor de las cuotas,
las opciones de beneficios. Todo lo conoce Soledad, quien acaba de
cumplir 30 años de labor dentro del gremio.
Los primeros pasos
Tras estudiar en el Instituto Superior de Comercio, secretariado administrativo,
Soledad trabajó en la Universidad de Concepción en el
Departamento de Veterinaria, realizando su práctica y un reemplazo,
sin embargo rápidamente el camino la llevaría al mundo médico.
“Llegué a través del Dr. Roberto Oyarce, Jefe del Servicio de Me-
dicina del Hospital, como secretaria particular para ayudar a Elianita
en el servicio. Después de terminar de trabajar, fui de visita
en una oportunidad y me dijeron que necesitaban una secretaria
para la biblioteca del Hospital y ahí el Comité presidido por el Dr.
Francisco Albarracín me ofrece el cargo con contrato del Colegio
Médico Regional Concepción, al que pertenecía en ese entonces el
provincial Ñuble, filial local del gremio. Estaba a cargo de la biblioteca,
siempre había soñado con ser bibliotecaria, pero no tenía idea
cómo funcionaba el sistema, de a poco fui aprendiendo”, recuerda
Soledad, casi como si fuera ayer ese primer rol que marcaría el inicio
de su relación con el gremio médico.
Ya en esa época se evidenciaban los rasgos que todos reconocen
hasta hoy en Soledad y ratifican el gran trabajo que realiza.
“Mientras estaba en la biblioteca tenía muy buena relación con
el personal de medicina y pensionado, que me pedían favores,
entonces le hacía los trámites, como completar los turnos, preparar
notas. Siempre he tenido esa actitud colaboradora, de
ayudar a la gente y por eso recibía gestos de cariño”.
Sin embargo, vendría otro cambio, pues Roxana Sanhueza, la secre-
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Revista Vida Médica Ñuble Enero 2016 N°3