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que mantuvimos un buen equipo durante años. Creo, sinceramente,
que mi paso y accionar profesional fueron de buen nivel.
Realizábamos frecuentes reuniones sociales y de estudio, así logramos
trabajar de muy buena forma. Nuestro accionar fue excelente
y respetado por los colegas, funcionarios y pacientes.
Durante varios años realizamos las Jornadas de Obstetricia y
Ginecología de Ñuble en que durante dos días invitábamos a
destacados especialistas de Santiago para recibir de ellos los
conocimientos, las actitudes y formas de ejercer la profesión
de la mejor manera posible.
Después de varios años de trabajo en el Hospital y de haber logrado
muy buenas relaciones con los integrantes, formando un
equipo especialista de muy buen nivel, tuve un accidente de trabajo:
acudiendo rápidamente a la sala de partos sufrí una caída en la
escala, debiendo ser trasladado al Hospital Salvador para ser operado
por una lesión de columna que me hizo alejarme del Hospital
y, posteriormente, jubilar por incapacidad para hacer los turnos.
Luego inicié trabajos en el Consultorio Municipal Ultraestación
de Chillán y me hice cargo de la dirección del consultorio.
Mi dedicación, cariño, afecto y responsabilidad lograron el
acercamiento y trato para los pacientes que fueron reconocidos
por ellos y las autoridades.
En este consultorio, además de la atención profesional de buen
nivel lograda por el Personal, realizábamos una vez al año unas
horas de clases, durante todos los días de una semana, para realizar
educación en los asistentes y así intervenir en la preocupación
de ellos por actuar y proceder en buena forma en todas las
actividades. Además, les enseñábamos algunas cosas importantes,
cómo actuar correctamente
y preparados
por los demás.
En cuanto a mis estudios
para lograr mi
buena y total formación
y aceptar el buen
trato y reconocimiento
por los colegas,
puedo señalar mi asistencia
permanente a
cursos y congresos de
la especialidad, como
a Isla de Pascua, invitado
por la Universidad
de Concepción
en Jornadas de Salud,
donde realicé el PAP
a todos los pacientes; al IV Congreso Mundial de Ginecología
y Obstetricia en Buenos Aires y Mar del Plata en 1964, donde
presenté un trabajo sobre “Recuperación de la Función Ovárica
Post-Parto”, en este congreso se me calificó como Miembro
Titular; en el Hospital de Uruguay a un curso con el destacado
profesor de ginecología Dr. Roberto Caldeiro- Barcio en 1964;
en México, un Curso de Anticoncepción a Médicos de Centroamérica
(1974); el I Congreso Argentino de Esterilidad como
miembro titular (1968); el IV Seminario Internacional de Atención
Primaria de Salud (1997, La Habana Cuba).
También fui director del Hogar de la Madre
Campesina, ad honorem. Este hogar
fue donado para recibir a las madres campesinas
que estaban cercanas a la fecha
de su parto y que, lamentablemente, desapareció
en septiembre de 1973.
Otra actividad que realizo desde hace ya
más de 50 años es mi condición de Bombero.
En realidad, al ingresar al Cuerpo de
Bomberos de Chillán con pocos recursos,
pero con mucho interés, organizamos una
sala con algunos elementos médicos e iniciamos
una pieza como Servicio Médico,
que hoy está muy mejorada y sigue existiendo
con la dirección de varios colegas.
Por último, hace ya un año, recibí el
Premio Médico Emérito de Chile por el
Colegio Médico de Chile.
Revista Vida Médica Ñuble Enero 2016 N°3
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