02.05.2016 Views

El duende quiso madrugar. nº 8

Podemos considerarnos felices por este nuevo número, el octavo, donde podemos adentrarnos en la filosofía platónica, cada vez menos conocida por el estudiante, al que se le está negando gradualmente esta materia. Tampoco podemos dejar atrás a la gran influencia para la creación de esta revista, Mariano José Larra, del que resucitamos su duende satírico diurno para hacerlo madrugar, no sin alentarle a que nos dé su visión crítica del mundo moderno que nos invade actualmente.

Podemos considerarnos felices por este nuevo número, el octavo, donde podemos adentrarnos en la filosofía platónica, cada vez menos conocida por el estudiante, al que se le está negando gradualmente esta materia. Tampoco podemos dejar atrás a la gran influencia para la creación de esta revista, Mariano José Larra, del que resucitamos su duende satírico diurno para hacerlo madrugar, no sin alentarle a que nos dé su visión crítica del mundo moderno que nos invade actualmente.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LECTURA RECOMENDADA<br />

La República, de Platón<br />

Obra importante de la literatura universal, que debiera<br />

ser lectura obligatoria en las escuelas, a pesar de que cada<br />

vez se dificulta más la enseñanza filosófica en las mismas, por<br />

temor a que el alumno piense y llegue a la razón individualizada.<br />

Habrá una mayor comprensión de este libro, seguramente<br />

con la ayuda de un profesor experto en la materia de<br />

filosofía. Muchos de los apartados que nos encontramos en el<br />

mismo muestran facilidad para su entendimiento; otros,<br />

quizás, puedan resultar confusos para el alumno aún inexperto<br />

en el sentido de la vida. Leer La República es leer la historia<br />

de la humanidad, cómo ésta está en continuo vaivén,<br />

mostrándose actual a pesar de que las páginas hayan sido escritas<br />

más de dos milenios atrás. Platón pareciera un profeta,<br />

pero no deja de contar y explicarse lo ya vivido y sufrido por<br />

la sociedad de su tiempo. La historia ya nos ha demostrado<br />

que el ser humano no quiere avanzar por un mundo mejor, a<br />

pesar de los indicios, divinos o naturales, que nos señalan el<br />

cambio como la mejor opción si no queremos terminar por<br />

autodestruirnos, tanto social como moralmente.<br />

Puede que la república idílica de Platón no fuera tan perfecta como el filósofo ateniense pensó.<br />

Prueba de esto lo tenemos en el intento nazi por copiar de este libro ciertas tácticas con fines militares.<br />

Quizás no se le puede atribuir a Platón la equivocación, puesto que sus objetivos eran siempre buenos, a<br />

diferencia de los de Hitler y el Tercer Reich; pero el lector puede percatarse de que en algunos puntos, el<br />

filósofo, podría haber mejorado (o tal vez sólo seamos el producto de una nueva moral que nos esté afectando<br />

erróneamente). Sí podemos apreciar el origen “platónico” del adjetivo, en un Estado irrealizable, ya<br />

sea por errores de cálculo o incomprensiones del ser humano, que nunca podrá llegar al pensamiento de<br />

bondad que tanto nos remite Platón en su obra.<br />

Es indudable la influencia de las religiones a partir de la publicación de esta sensacional obra. Para<br />

el que no cree en las coincidencias, puede ver claro qué se escribió primero, para la obviedad fue La República;<br />

y será normal el escepticismo alimentado tras esta visión. Pero para el beneplácito del creyente o<br />

el religioso (pues hay que saber diferenciar bien entre estos dos términos), se encontrará con un Platón<br />

místico que hable de un dios tan conocido en casi todas las religiones mayoritarias de nuestro mundo actual.<br />

En sus descripciones no podemos dejar de rememorar los escritos de Santa Teresa de Jesús, los cuales,<br />

podemos asegurar, están libres de la influencia platónica, puesto que no coinciden en las visiones de<br />

sus autores, a pesar de que ambos convergen en el mismo sentir divino que difícilmente pueden explicar.<br />

Son los diálogos que emplea Platón un recurso magnífico para adentrar al lector en sus ideas filosóficas,<br />

pero el autor peca de monologuismo que se evidencia en el continuo acuerdo de los interlocutores<br />

que, muchas veces, se funden en las mismas ideas y se complementan casi con idénticas expresiones.<br />

Sin duda, debemos pasar por alto la forma narrativa de nuestro autor para valorar un contenido tan rico<br />

PÁGINA 25

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!