<strong>El</strong> sentido de la vida es confuso, pero está claro que si estamos aquí es porque cada uno tenemos un papel en esta vida; unos lo pierden al alejarse de la Bondad, la cual es esencial para ganarnos el lugar que debemos tener. Los que piensan en la maldad para conseguir fines materiales, como si de esto dependiese su vida, se sumergen en el oscuro fango de la desesperanza, y no tardarán en describirse a sí mismos infieles y ansiosos sin comprender el motivo de sus sentimientos, los cuales extrañarán la felicidad que en lo material nunca se puede alcanzar, a pesar de que se crea lo contrario. Valientes son aquéllos que, ante el vértigo que produce mirar adentro de su alma o sus sentimientos (cada cual puede acomodar los términos según le complazca), se atreven a conocerse a sí mismos con el fin de mejorar cada día e ir en busca de la virtud que hace llamarse firmemente “Ser Humano” al ser humano. Difícil es el camino interior, bien descrito en la filosofía y en los místicos, como Santa Teresa de Ávila; por eso no debemos desdeñar los conocimientos que siglos atrás han sido recogidos por la literatura, que tanto pueden aliviar la ferviente lucha que significa entender quiénes somos y por qué existimos; pero como todo en esta vida, para muchos es necesario aprender desde la práctica, en carne propia, mientras que para otros, con una intuición bien desarrollada, necesitan menos para adquirir el aprendizaje. Así muchos abandonan el teatro tras la actuación que acaban de presenciar. Unos habrán aprendido más que otros (porque siempre, y en cada momento de la vida, hay cosas que aprender), y no necesitarán mayores lecciones para llevarles a la reflexión; otros, en cambio (seguramente la cara opuesta de la moneda), puede que se hayan aburrido o sigan de la misma forma con que llevaban su vida, todo porque les cuesta aprender; quizás no vuelvan a pisar un teatro (a menos que haya una actuación cómica), tal vez porque no consigan olvidarse en ese momento de lo que más desprecian en el mundo: a sí mismos. La facilidad de aprender es un don que, según la psicología moderna, viene predestinada en los genes. A pesar de eso, la voluntad juega un papel muy importante, pues sin ella, a pesar de estar predispuestos genéticamente, uno puede perder los dones innatos de la misma forma con la que podría adquirirlos, con la voluntad (o la falta de ésta, en su caso). Ser voluble es un mal inicio de voluntad, así que céntrense en las buenas acciones y en ser seres honorables, y estarán dando un paso muy importante para alcanzar el don, que en muchas ocasiones también es virtud. Cómo entender a la gente que sin comprender no aprende sino hasta que están perdidos dan cuenta de lo aprendido, muchas veces casi nada, otras tantas a destiempo, por no haber querido escuchar a voz experimentada o a sus propios sentimientos que gritaban desde el alma como un profundo misterio, sonidos vistos extraños para el que se lleva a engaño el sentido de la vida, desdeñando lo que siente, PÁGINA 28
sentimientos que no cuida por aceptar que se miente, sinrazón de su existencia, consiguiendo la sentencia de un existir malogrado que no encuentra diferencia a un corazón oxidado. Francisco Javier González de Córdova Publicidad SÍGUENOS EN PÁGINA 29