ribera news 18

14 Julio 2016
INCENDIO DE CARCAIXENT
Un paisaje
pintado de gris
Un mes después del incendio que el pasado mes de junio calcinó la
mayor parte del monte del término de Carcaixent, visitamos la extensa
zona quemada para comprobar por un lado los desastrosos
efectos del fuego, pero por otro, la fuerza que ejerce la naturaleza
por salir adelante y comenzar a reponerse de las terribles heridas
causadas por las llamas. Un proceso que ahora se inicia pero que
tardará años en devolver a estos parajes el aspecto que tenían antes
del incendio.
I.V.
“Desolación” es la primera
palabra que le viene a la cabeza
a José Luis Martínez,
agente medioambiental de
zona y miembro del la Asociación
Profesional de Agentes
Medioambientales de la
Comunidad Valenciana, cuando
visitamos con él las montañas
de Carcaixent arrasadas
por el incendio del pasado
mes de junio. Porque desolación
y destrucción es lo que
vemos a nuestro paso al poco
de subir por San Blas. Mientras
avanzamos, a un lado y a
otro del camino el color gris
domina el paisaje, dejando
apenas algunos pequeños espacios
donde todavía queda
algo de verde a modo de diminutas
islas muy dispersas
que, quizás por azar, quizás
por el efecto del agua de algún
hidroavión, recibieron el
perdón del fuego. En muchas
partes las llamas solo se detuvieron
cuando llegaron a los
campos de naranjos y les fue
mucho más difícil avanzar.
Los agentes medioambientales
son el único colectivo
que ha estado a pie de monte
antes, durante y después del
incendio, ya que son personal
de control y de extinción.
Trabajan en el cuidado de las
zonas forestales y para que se
cumplan las normas que las
regulan y protegen ante las
continuas agresiones que sufren.
Tras un incendio ven como
gran parte de su trabajo se
desvanece. “Sentimentalmente
te afecta mucho, porque es
una masa forestal que estás
intentando cuidar y ves cómo
se evapora en pocas horas”,
nos dice José Luis mientras
observa desde un alto el estado
en el que se ha quedado
todo.
No solo es la gran masa de
monte bajo y pinar que se ha
perdido, también hay que tener
en cuenta la cantidad de
animales que han muerto y las
dificultades para obtener alimento
que están teniendo los
que han conseguido escapar
del fuego pero que han perdido
su hábitat.
Pero, ¿es inevitable un incendio
de estas características?
¿Se podría haber evitado que
la dimensión de la extensión
quemada fuera tan grande?
En la Asociación Profesional
de Agentes Medioambientales
piensan que se deben dedicar
más esfuerzos a la prevención,
así como a aprovechar
mejor los recursos que se tienen
(y que se dedican fundamentalmente
a la extinción)
para el tratamiento adecuado
de la masa forestal. “Creemos
que el monte podría estar más
cuidado. Es muy difícil limpiar
todo el monte, pero se
pueden construir cortafuegos
y fajas auxiliares junto a caminos
y en lugares estratégicos.
También pensamos que
se debería estudiar la posibilidad
de apoyar a la ganadería o
ciertos aprovechamientos de
José L. Martínez,observando cómo vuelve a brotar un palmito
la madera que propicie que el
monte tenga una rentabilidad
que repercuta en la mejora de
su conservación”.
Alrededor de un 40% de los
incendios forestales se producen
por negligencias. Según
las investigaciones policiales,
al parecer fue una quema agrícola
irregular la que provocó
el incendio de Carcaixent. La
Las imágenes de la desolación
manera de luchar contra este
tipo de actuaciones debería
ir encaminada por un lado a
concienciar a la población, y
por otro a incrementar la vigilancia
a través de una mayor
dotación de efectivos de
control.
En esta zona de la Ribera
Alta son solo dos agentes
medioambientales los que