You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ada, manteniendo un silencio tan sólo interrumpido<br />
por exclamaciones:<br />
—¡Qué imagen magnífica! ¡Impresionante,<br />
extraordinaria! ¡Pero qué maravilla! ¡Qué<br />
comunicativa es! Miren, parece que quiere<br />
hablar. Ha cambiado <strong>de</strong> colores. ¡Ahora tiene<br />
otra expresión! ¡Qué bondadosa y maternal<br />
es! Está sonriendo, dispuesta a ayudar. No<br />
tengo palabras, no sé qué <strong>de</strong>cir.<br />
<strong>El</strong> autor, que lo estaba acompañando esos<br />
días <strong>de</strong> convalecencia, en ese instante vio su<br />
fisonomía transformada, reflejando una consolación<br />
extraordinaria, casi un éxtasis. Sin<br />
la menor duda, la experiencia interior, que el<br />
Dr. Plinio llamaría en a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> gracia <strong>de</strong><br />
Genazzano, fue un genuino y profundo fenómeno<br />
místico.<br />
“Al contemplar la imagen tuve la sensación<br />
única, inconfundible, <strong>de</strong> que su mirada se animaba,<br />
se fijaba en mí y me daba seguridad”, 4<br />
relataría diez años <strong>de</strong>spués. Y también explicaría:<br />
“No fue una visión o revelación, sino<br />
que era como si <strong>El</strong>la hablara conmigo”. 5<br />
Sin oír propiamente una voz, el Dr. Plinio sintió<br />
en el fondo <strong>de</strong> su alma la caricia <strong>de</strong> María<br />
Santísima, con clarísimo significado: “Hijo mío,<br />
no te perturbes. Confía, porque tu obra llegará<br />
a concluirse y tú cumplirás por entero tu misión”.<br />
Esa garantía era lo que más <strong>de</strong>seaba, pues resolvía<br />
el terrible problema que lo afligía: “Lo que la imagen<br />
me comunicó correspondía a la razón <strong>de</strong> mi<br />
angustia. Y esa palabra celestial cicatrizaba la herida<br />
en lo que ella tenía <strong>de</strong> más profundo”. 6<br />
Recuperado <strong>de</strong> su enfermedad, el Dr. Plinio<br />
retomaría las activida<strong>de</strong>s apostólicas, dando<br />
nuevo aliento a sus hijos y consolidando en el<br />
Grupo un tipo <strong>de</strong> vida que <strong>de</strong>bería ser la columna<br />
vertebral <strong>de</strong> su or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> caballería.<br />
Regla y régimen <strong>de</strong> vida impregnados<br />
por el espíritu <strong>de</strong>l Dr. Plinio<br />
<strong>El</strong> Dr. Plinio había estado en Roma en 1962,<br />
con ocasión <strong>de</strong> la primera sesión <strong>de</strong>l Concilio<br />
Vaticano II, junto con algunos miembros <strong>de</strong>l<br />
Grupo que lo auxiliaban en sus trabajos. <strong>El</strong>los a<br />
veces hacían incursiones piadosas en Asís.<br />
Cerca <strong>de</strong> esta ciudad existe un antiguo monasterio,<br />
levantado en la la<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l monte Subasio:<br />
el Eremo <strong>de</strong>lle Carceri. 7<br />
Habiéndolo<br />
recibido en donación <strong>de</strong> los benedictinos,<br />
San Francisco <strong>de</strong> Asís se refugiaba allí con sus<br />
frailes para permanecer unos días en oración.<br />
Reproducción<br />
Estampa <strong>de</strong> “Mater Boni Consilii” recibida por el<br />
Dr. Plinio <strong>de</strong> regalo en el hospital<br />
Ahora bien, los acompañantes <strong>de</strong>l Dr. Plinio<br />
solían subir a ese lugar y pasar un período en recogimiento.<br />
Cuando regresaban a Roma, el Dr. Plinio<br />
los analizaba y, con su habitual discernimiento,<br />
notaba en ellos un fenómeno curioso: sus<br />
fisonomías estaban transformadas. Habían salido<br />
con aires petulantes y volvían contemplativos.<br />
Entonces el Dr. Plinio también fue a Asís, <strong>de</strong>seando<br />
visitar el eremo y, <strong>de</strong> hecho, sintió allí<br />
una gracia toda especial. Por eso surgió en su alma<br />
el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> instituir, en el Grupo, lugares <strong>de</strong><br />
retiro, a fin <strong>de</strong> ayudar a las personas a curarse <strong>de</strong><br />
tantos males producidos por el pecado original,<br />
por las miserias actuales y por la Revolución.<br />
Al regresar <strong>de</strong> Europa, <strong>de</strong>cidió constituir una<br />
institución <strong>de</strong> vida comunitaria en una casa <strong>de</strong><br />
campo situada en las cercanías <strong>de</strong>l aeropuerto <strong>de</strong><br />
Congonhas, <strong>de</strong> São Paulo. Ésta recibió el nombre<br />
<strong>de</strong> “éremo”, vocablo que entraría a formar parte<br />
<strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong>l Grupo, y fue <strong>de</strong>dicada a la memoria<br />
<strong>de</strong>l profeta <strong>El</strong>ías. A partir <strong>de</strong> ese momento el<br />
Dr. Plinio empezó a incentivar al máximo lo que<br />
llamaría gracia eremítica.<br />
Al Éremo <strong>de</strong> <strong>El</strong>ías le seguirían otros, pero<br />
el principal <strong>de</strong> ellos estaría <strong>de</strong>dicado al gran<br />
“Lo que la<br />
imagen me<br />
comunicó<br />
correspondía<br />
a la razón <strong>de</strong><br />
mi angustia.<br />
Y esa palabra<br />
celestial<br />
cicatrizaba<br />
la herida en<br />
lo que ella<br />
tenía <strong>de</strong> más<br />
profundo”<br />
Julio 2016 · Heraldos <strong>de</strong>l Evangelio 41<br />
_RHE156_CO_RAE175.indb 41 04/07/2016 14:23:12