ESCENARIOS MUSICALES DE LA FIESTA

2016ko abuztuaren 19a | GARA
«Voy a descubrir una perspectiva
diferente de las fiestas»
BILBOKO ASTE NAGUSIA
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GISÈLE FELLI GORRITXO (TXUPINERA)
Miembro de la comparsa del movimiento de okupación Komantxe y de Irola
Irratia, Gisèle Felli Gorritxo, 30 años, se define como «una precaria a la
deriva: trabajo en lo que puedo, cuando puedo y como puedo». Asegura
haberse tomado el nombramiento «con mucha tranquilidad».
A.H. | BILBO
¿Cómo es tu vinculación con la
comparsa Komantxe?
Con 17 años ya estaba en la Gazte
Asanblada de mi barrio, las
Siete calles, donde estuve hasta
los veintitantos. Allí empecé a
participar en diferentes experiencias
autogestionarias y de
okupación. A través suyo, y estando
la comparsa Komantxe
construida en torno a este, mi
participación vino de modo natural.
Estaba claro que este era
mi sitio en Aste Nagusia.
¿Cómo te has tomado tu nombramiento
como txupinera?
Con mucho relajo. No ha sido,
para nada, un proceso competitivo:
no ha habido votaciones
ni nada por el estilo. Desde que
supimos que esta responsabilidad
nos correspondía a nosotras,
hubo una serie de personas
que, por diferentes
motivos, nos mostramos dispuestas
a ocupar el puesto. Entre
nosotras, discutiéndolo, debatiéndolo,
se fue viendo que
tenía toda la pinta de que fuese
a tocarme a mí.
¿No te asusta la responsabilidad,
el tiempo que vas a tener que pasar
cumpliendo las obligaciones
propias de la txupinera?
No. Sé que voy a descubrir una
parte diferente de las fiestas no
solo por estar fuera del recinto
festivo del Arenal, porque sé que
me va a tocar ir a sitios como Indautxu,
donde yo, a día de hoy,
no sé cómo se vive Aste Nagusia.
Pero también dentro del recinto
comparsero voy a conocer muchas
cosas propias del día a día
de las demás comparsas. Ya me
han contado cuáles son las peculiaridades
de cada una de ellas,
cosas que no conozco de primera
mano y, ahora, tendré la oportunidad
de hacer.
Tu padre ha dicho que tu nombramiento
le ha hecho más ilusión
que si te hubieran dado el
premio Nobel.
Será porque él, como es hombre
(ríe), nunca va a poder ser txupinera.
Me lo estoy tomando con
mucha tranquilidad: no me quiero
tomar muy a pecho las expectativas
que le puede generar a
gente próxima a mí; quien me
conoce ya sabe que voy a intentar
pasármelo lo mejor posible.
Ya te habrás imaginado lo que
es estar en el balcón del Arriaga
ante una plaza abarrotada.
El otro día les decía a los chicos
de Komantxe que, desde allí, veré
quiénes de ellos se están quedando
calvos. Sé que va a ser
una perspectiva diferente –esta
será mi primera y última oportunidad
de estar allí– y tengo
ganas de ver cómo las comparsas
ocupan la plaza, cómo los
movimientos sociales llevan allí
sus reivindicaciones y también
ver a toda esa gente de Bilbo,
con ganas de fiesta, que van a
darlo todo. No le estoy dando
demasiadas vueltas; no me genera
ansiedad.
El mundo cambia y esto se refleja
también en Aste Nagusia.
¿Crees que hay menos juventud
participando en la fiesta,
en las comparsas?
Komantxe no es la excepción en
cuanto a participación juvenil,
también está Kaskagorri. En la
nuestra, quizás porque es nueva,
hay mucha gente joven pero
estamos viendo también cómo
en los últimos tiempos participa
de ella gente más mayor: la
media de edad rondará los 30
años; es una de las cosas que
más me gusta de Komantxe,
que aunque asociada al movimiento
okupa, entendido muchas
veces como un espacio exclusivo
para jóvenes, tiene
gente de todas las edades.
¿Sobra algo en Aste Nagusia?
En Aste Nagusia, no hay más
que ver la heterogeneidad de
las comparsas, caben todo tipo
de expresiones y opciones para
satisfacer los gustos de todo tipo
de gente. Lo malo de Aste
Nagusia es que hay quienes
pierden la perspectiva de qué es
pasárselo bien y que esto, en
modo alguno, tiene que estar
relacionado con perder el respeto
a la gente. El mensaje de Bilboko
Konpartsak contra las
agresiones es claro: este tipo de
actitudes no se toleran. En este
sentido es encomiable el trabajo
que se está haciendo en el terreno
de la igualdad, donde las
aportaciones del movimiento
feminista son reseñables. Ojalá
llegue el día en que estas actitudes
no se den, porque ya no tienen
lugar.
Marisol RAMIREZ | ARGAZKi PRESS