30.08.2016 Views

Patriarcas Y Profetas por Elena White

Desde los tiempos prehistóricos, traza Patriarcas y Profetas el conflicto entre el bien y el mal y su alcance universal. Este libro responde de manera sucinta a las preguntas hirvientes sobre el amor, la naturaleza humana, maldiciones generacionales, bendiciones generacionales y el trayecto de la vida. Llevando al lector detrás de la cortina para penetrar los misterios del pasado que prefigura el futuro, el libro investiga a fondo los caracteres de los hombres y las mujeres nacidos en circunstancias sombrías y probados en crisoles de arduas a través del cual se revelan defectos trágicos y virtudes dignas. Repetidas veces, ha configurado la intervención sobrenatural de forma dinámica sus cursos, mientras que sus opciones, para mejor o para peor, hacen una huella imborrable en su descendencia y sus sociedades. Se distingue a las personas a la espera de una esperanza futura tenazmente abrazando las promesas de cambio de vida ...

Desde los tiempos prehistóricos, traza Patriarcas y Profetas el conflicto entre el bien y el mal y su alcance universal. Este libro responde de manera sucinta a las preguntas hirvientes sobre el amor, la naturaleza humana, maldiciones generacionales, bendiciones generacionales y el trayecto de la vida. Llevando al lector detrás de la cortina para penetrar los misterios del pasado que prefigura el futuro, el libro investiga a fondo los caracteres de los hombres y las mujeres nacidos en circunstancias sombrías y probados en crisoles de arduas a través del cual se revelan defectos trágicos y virtudes dignas. Repetidas veces, ha configurado la intervención sobrenatural de forma dinámica sus cursos, mientras que sus opciones, para mejor o para peor, hacen una huella imborrable en su descendencia y sus sociedades. Se distingue a las personas a la espera de una esperanza futura tenazmente abrazando las promesas de cambio de vida ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Les había permitido seguir sus propias inclinaciones. Los hábitos de complacencia propia,<br />

practicados durante mucho tiempo, los dominaban de tal manera que ni la responsabilidad del<br />

cargo más sagrado tenía poder para romperlos. No se les había enseñado a respetar la autoridad de<br />

su padre, y <strong>por</strong> eso no comprendían la necesidad de ser estrictos en su obediencia a los requisitos<br />

de Dios. La equivocada indulgencia de Aarón respecto a sus hijos, preparó a éstos para que fueran<br />

objeto del castigo divino, Dios quiso enseñar al pueblo que debía acercarse a él con toda reverencia<br />

y veneración y exactamente como él indicaba. El Señor no puede aceptar una obediencia parcial.<br />

No bastaba que en el solemne tiempo del culto casi todo se hiciera como él había ordenado.<br />

Dios ha pronunciado una maldición sobre los que se alejan de sus mandamientos y no<br />

establecen diferencia entre las cosas comunes y las santas. Declara <strong>por</strong> medio del profeta: "¡Ay de<br />

los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas<br />

luz! . . . ¡Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ... ¡Los<br />

que dan <strong>por</strong> justo al impío <strong>por</strong> cohechos, y al justo quitan su justicia! ... <strong>por</strong>que desecharon la ley<br />

de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel." (Isa. 5: 20-24.) Nadie se<br />

engañe a si mismo con la creencia de que una parte de los mandamientos de Dios no es esencial,<br />

o que él aceptará un substituto en reemplazo de lo que él ha ordenado. El profeta Jeremías dijo:<br />

"¿Quién será aquel que diga, que vino algo que el Señor no mandó?" (Lam. 3: 37.)<br />

Dios no ha puesto ningún mandamiento en su Palabra que los hombres puedan obedecer o<br />

desobedecer a voluntad sin sufrir las consecuencias. Si el hombre elige cualquier otro camino que<br />

no sea el de la estricta obediencia, encontrará que "su fin son caminos de muerte." (Prov. 14: 12.)<br />

"Entonces Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar, y a Ithamar, sus hijos: No descubráis vuestras cabezas,<br />

ni rasguéis vuestros vestidos, <strong>por</strong>que no muráis, ni se levante la ira sobre toda la congregación ...<br />

<strong>por</strong> cuanto el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros." El gran jefe recordó a su hermano<br />

las palabras de Dios: "En mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré<br />

glorificado." (Lev.10: 6, 7, 3.)<br />

Aarón guardó silencio. La muerte de sus hijos, aniquilados sin ninguna advertencia, <strong>por</strong> un<br />

pecado terrible, que él reconocía ahora como resultado de su propia negligencia en el cumplimiento<br />

de sus deberes, entristeció angustiosamente el corazón del padre, pero no expresó sus sentimientos.<br />

No debía hacer ninguna manifestación de dolor que demostrara simpatía <strong>por</strong> el pecado. No debía<br />

obrar en forma que pudiera inducir a la congregación a murmurar contra Dios. El Señor quería<br />

enseñar a su pueblo a reconocer la justicia de sus castigos, para que otros temieran. Había en Israel<br />

algunos a quienes la amonestación de este terrible juicio podría evitar que abusaran de la tolerancia<br />

de Dios hasta el extremo de sellar también su propio destino. La amonestación divina se hace sentir<br />

sobre la falsa simpatía hacia el pecador, que trata de excusar su pecado. El pecado adormece la<br />

251

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!