08.03.2017 Views

Excodra VI: Lo erotico

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

aire y declarando que iba a llamar la policía. Pero dos segundos después estaba<br />

horizontal en el suelo mientras yo, agachado sobre ella, le aporreaba la cara a<br />

puñetazos. Y cuando el ruido de mis golpes empezó a cambiar de sonido pasando<br />

desde un seco “THUD-THUD” hacía un siniestro “CHAK-CHAK” oí en mi oído<br />

derecho la voz leve de Jimmy: -Hey, hey- me dijo sacudiéndome ligeramente por los<br />

hombros.<br />

–Basta ya-<br />

Me paré. –Fuma un poco- me dijo enseñándome la china. Le di otra pitada. Él se<br />

acercó a la revisora que estaba en el suelo y no se movía, le levantó ligeramente la<br />

cabeza sujetándole la nuca.<br />

-¡Dale una calada al canuto, guapa!- le dijo metiéndole el porro entre los labios. Pero<br />

ella no reaccionó. En cambio el filtro se había manchado de sangre. Jimmy inhaló<br />

hondamente, se le tapó la nariz, y con un beso lleno de pasión le escupió el humo en<br />

la boca. Pero cuando la dejó ella volvió a caer desfallecida, golpeando con la cabeza<br />

el peldaño que corría a lo largo de todo el vagón, entre la pared y el suelo del pasillo.<br />

-Sería mejor bajar en la próxima estación- dijo Jimmy mirándome desde abajo, aún<br />

agachado al lado de la boletera. Yo convine. Luego se dirigió al chico:<br />

-¿Viajas solo?- le preguntó.<br />

-¿Qué?-<br />

-¿Estás solo o estás con tus padres? ¿O con unos amigos?-<br />

-Estoy solo-<br />

-¿Y adónde vas?-<br />

-A Lecco- contestó el chico.<br />

-Bueno, iremos juntos- declaró Jimmy –Pero iremos andando, y tú vendrás con<br />

nosotros. Ya estás metido en este asunto y no te convine quedarte en este tren-<br />

El chico, Stefano, dijo que estaba de acuerdo y pareció asombrosamente frío.<br />

El tren frenó entrando en una estación de pueblo y, mientras íbamos a salir, dejé caer<br />

la mirada sobre el bolso que la vieja había olvidado en el asiento. Me lo pensé por un<br />

segundo, luego lo agarré. Bajamos en la pequeña estación y yo me dirigí a los aseos<br />

públicos, me cerré adentro y rebusqué en el bolso, encontré la cartera, saqué unos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!