Excodra XXIV: La filosofía

en el que vivimos y, en consecuencia, conocer aquello que puede hacerlo más
habitable y hacernos a los hombres más dichosos. La devastación espiritual
provocada por el ideario neoliberal y su empeño en imponer la utilidad
material como principal sentido de la actividad humana están en el origen de
la crisis de valores y, al mismo tiempo, del colapso económico que ha acabado
en pocos años con los avances sociales logrados a lo largo de más de un siglo
de luchas obreras.
En el marco de este sálvese quien pueda, de feroz individualismo y afán
acumulativo creados por la avaricia capitalista, los filósofos no han salido
indemnes porque también ellos, sin más cobertura alimenticia que sus sueldos
de profesores ­la gran mayoría­ también se han visto obligados a luchar por la
supervivencia y en esa lucha han caído en la trampa del sistema haciéndoles
perder el verdadero sentido de su misión y el objeto de la filosofía.
Filosofar o enseñar filosofía quizás no nos sirva para comer, pero sí para saber
qué es lo que hace que la vida sea digna de ser vivida. Como bien dice el
profesor de filosofía zaragozano, Carlos Fernández Liria "la filosofía es la única
posibilidad que tenemos los seres humanos de comprender qué es lo que
ocurre cuando se introducen en este mundo esas tres inquietantes tensiones
éticas y políticas a las que podemos llamar platónicamente Verdad, Justicia y
Belleza. Frente a la Verdad, somos iguales. Ante la Justicia, somos libres.
Frente a la Belleza, nos descubrimos sintiendo que sentimos lo mismo que los
demás, nos sentimos, por tanto, fraternos. Para eso sirve la filosofía, para
entender qué significa eso de “Libertad, Igualdad, Fraternidad".
La filosofía ­el amor a la sabiduría­ representa el motor de la inteligencia para
elevar al ser humano por encima de la animalidad, la voluntad de alcanzar el
conocimiento y hacer más placentera la existencia en el mundo. Esta idea
básica suele hacer pensar a muchas personas que la filosofía eleva al filósofo a
un estadio espiritual superior, inalcanzable para el común, el cual ignora o no
aprecia el influjo benéfico del filosofar. Sin embargo, no es así. La filosofía, en