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FOTO: José Alfredo Jiménez
Ayuda de
corazón
Editor: Moisés Márquez
mmarquez@infobaja.info
Editor gráfico: Xavier Terríquez Ch.
xterriquez@infobaja.info
LOCAL
Altruista tijuanense durante 14
horas atiende a personas enfermas
y familiares para dar una esperanza
Por Korina Sánchez S.
Después de despedir a su esposo
e hija cuando van al
trabajo, Olga Cota acude al
Hospital General de Tijuana
(HGT) para entregar su tiempo a niños
y adultos, como desde hace 14 años.
El voluntariado es lo que mueve su
vida, platica, después de su familia.
Durante 14 horas atiende a personas
enfermas y familiares para dar una esperanza.
Sin recibir recompensa, Olguita,
como le llaman sus compañeras de
voluntariado, se dedica de lleno a las
personas que desde hace, incluso, meses,
están internadas en el HGT.
“No nos preparamos, ya traemos eso
las que estamos de voluntarias. Nacemos
con eso porque hay gente que entra
de voluntarias y no dura ni 15 días
porque ve el paciente y ese dolor que
no quieren volver”, explica.
Como voluntaria se está expuesto a
ver muchas situaciones con las que se
tiene que vivir, como menores en condiciones
de salud críticas, niñas abusadas
sexualmente y mujeres a punto
de morir a causa de goles, narra.
“Sí te duele ver al paciente muy mal,
sobre todo si es niño te da en el alma,
me pasa con las jovencitas que llegan
abusadas, embarazadas y no quieren al
bebé; pero ese problema no lo puedes
sacar del hospital, tienes que hablar con
ellas, darles consejos”, considera.
Olguita es voluntaria desde su juventud
al trabajar con niños: enseñarles
a leer, contarles historias, acompañarlos
mientras toman su siesta o ayudarles
a servirles la medicina.
Las áreas de pediatría y ginecología,
son en las que las voluntarias atienden
principalmente ya que en el área
de urgencias no está permitido, para
agilizar la atención al paciente.
4 Local Jueves 17 de septiembre 2015 INFOBAJA.INFO
“Sí me duele ver los niños mal pero
te das fuerza para jugar con ellos y
platicar para que no estén nada más
pensando en su enfermedad y tú le das
esa energía positiva”, comparte.
La desconfianza en los médicos y enfermeras
es la resistencia principal de
los pacientes y trabajar en erradicarla
es el trabajo principal que se busca,
sostiene la señora Olga.
“Es duro trabajar con pacientes con
fase terminal porque sí te pega ese dolor
de que ahí no se puede hacer nada
con ese paciente, pero nos gusta estar
en sus últimos momentos”, afirma.
Se despierta temprano para acudir al HGT y afirma que continuará en el voluntariado
Inolvidable
Hace cinco años una mujer perdió a
su bebé de seis meses, recuerda, pero
la madre no tenía los ánimos para vestirla
previo al funeral, por lo que Olguita
se ofreció para hacerlo.
“Le dije: ‘yo voy’. Fui y cambiamos a
la niña, le empecé a hablar con mucho
cariño para despedirme de ella. Fue
doloroso porque hacía menos de un
mes yo había perdido una nieta, pero
no me pude despedir de ella”, narra.
Con ese acto de altruismo, Olga pudo
además superar la muerte de una nieta,
cuyo cuerpo fue cremado directamente
por órdenes de los médicos.
“Sanó mi corazón, se quitó esa tristeza
y la mamá se quedó muy agradecida
porque iba a poder estar en el entierro,
porque ya le habían advertido
que si se le subía poquito la presión la
iban a internar”, detalla.
Olga es una de las cinco voluntarias
en el HGT, que tienen una experiencia
de 14 y 16 años de prestar servicio social
en la institución. Ahora hay tres
personas de nuevo ingreso en el área
de voluntariado.
¿Cómo se trata al paciente?
Llegamos y nos presentamos con el
paciente como voluntarias y hacemos
que se sientan bien y ellos nos van
platicando de su enfermedad, pero no
llegamos directamente preguntando
¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? Porque eso
no se hace, muchos no quieren hablar.
Nosotros platicamos lo que hacemos
y ellos cuáles son sus preocupaciones.
Muchas veces están pensando mucho
porque dejaron a sus hijos solos o porque
necesitan hacer una llamada.
¿Cuál es la labor la de la voluntaria?
Las voluntarias tienen una cuota mensual
con la que compran productos de
primera necesidad para regalar a los pacientes,
como shampoo, pañales, pantuflas,
toallas húmedas y pañales.
Por otra parte, se dedican a buscar
donaciones a través de campañas para
“Sería bonito que los jóvenes
tuvieran ese sentimiento de
ayudar y de ver que las demás
personas sufren hay jóvenes que
nomás son ellos, no saben ayudar
y no tienen amor para las demás
personas”
Olga Cota
voluntaria en el HGT desde hace 14 años
obtener recursos y disminuir las carencias
de los pacientes.
“Conseguimos donaciones pero nosotros
también ponemos de nuestra
bolsa, es algo que nos nace”, reitera.
El voluntariado ha cambiado mi
vida
Me ha hecho más consciente, más
humana y con mucho más amor para
dar, porque ves a un paciente que va
caminando y le preguntas si los puedes
ayudar y confían en ti; o a un familiar
de algún paciente le das un abrazo,
'cuénteme en lo que puedo ayudarle' y
te sientes satisfecho haciendo esto.