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COLUMNA
TRANSMIGRANTE
da. Por ello, ahora quiero hablar
de él, observándolo desde ese
lado donde pocas veces se
identifica su beneficio directo, ya
que nace en la cotidianeidad y
al ser nosotros agentes activos,
podemos modificarlo.
En las grandes ciudades,
como es el caso de la nuestra
–México–, existe una gran
densidad vehicular la cual
alarga los tiempos de traslado,
impulsando así, la creación
de vías rápidas en donde
acontecen dos situaciones:
la primera es que existen
conductores que rebasan la
velocidad máxima permitida
(110 km/h), y la segunda, que
existen conductores que van en
el carril de alta y van por debajo
de la misma, lo cual, hace que
conductores desesperados
rebasen por la derecha, y es aquí
donde le hago a los conductores
dos preguntas… ¿Cuándo fue
la última vez que sobrepasó el
límite de velocidad? ¿Cuándo
fue la última vez que rebasó por
la derecha?
Hay un requisito indispensable
que debemos cubrir todos los
conductores de vehículos, la
licencia de manejo; y como
dependiendo de la legislación
en la localidad, la vigencia varia
y, como además soy mujer de fe,
pienso que las personas que no
tienen licencia es porque olvidan
renovarla o extraviarla y muy
pocas son las que se rehúsan a
obtenerla. En cualquiera de los
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casos, se está infringiendo la ley,
situación que se agrava cuando
la autoridad además de “tratar”
de infraccionar a la persona
“trata” de recoger la unidad,
y en ese “inter” pueden pasar
pocos o muchos minutos hasta
que alguno de los involucrados
hace la siguiente propuesta:
¿cómo nos podemos arreglar?
Cayendo ambos en un acto de
corrupción, lo cual, me hace
hacerle más preguntas a todos
los conductores:
¿Cuándo fue la última vez que
manejó sin licencia vigente?
¿Cuándo fue la última vez
que dio una “mordida” (no
precisamente en una situación
similar)?
Hay acciones y actitudes en
la vida cotidiana que rebasan
lo común, muchas personas
son cómplices de delitos (o
participantes activos) como robo
de derechos de autor, propiedad
intelectual, adquisición de
productos (robados ²), etc.,
adquiriendo piratería como una
práctica normal, por lo que, les
vuelvo a preguntar ¿Cuándo fue
la última vez que compró algún
tipo de piratería?
En eventos realizados
por empresas privadas,
organizaciones civiles, o
gobiernos que ameritan hacer
algún tipo de obsequio a los
asistentes, he observado que
muchas personas al darse
cuenta que no se está “vigilando”