Entrelíneas 49

ENTRELÍNEAS
El movimiento también participa dentro de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción. Fotografía gentileza del Ministerio
Evangelístico Águilas de Jesús.
tro años en el movimiento
y, además, es coordinadora
del grupo en el centro
de estudios penquista.
Desde su experiencia comentó
que “el ambiente
es variado, hay gente
que no quiere escuchar
de Dios y a ellos no se les
puede obligar. Pero también
hay otros que buscan
saber un poco más y
no saben cómo, entonces
nosotros los ayudamos”.
Por otro lado, en la
actualidad participan en
la Vocalía de Cultura de la
Federación de Estudiantes
de la Universidad de Concepción,
en donde pretenden
realizar trabajos comunitarios
y así tener un
rol activo en la sociedad.
“Con todo esto buscamos
demostrar que no
sólo basta con decir y
hablar, sino que también
es necesario hacer cosas
tangibles en la sociedad
y con la juventud”, argumentó
la coordinadora.
La agrupación cristiana
trabaja con jóvenes
y estudiantes que pertenecen
a diversas iglesias, las
que componen la gamma
del cristianismo, con el
fin de fomentar el trabajo
en equipo y la tolerancia
entre ellos mismos.
Convivir con diversos
pensamientos
Debido a que los
centros educativos conglomeran
diferentes puntos
de vista y pensamientos,
es importante destacar
la relación que se logra
crear cada día por parte
de todos los que conforman
las casas de estudio.
Con la coexistencia
de grupos como el
que reúne a jóvenes cristianos,
equipos de fútbol,
agrupaciones artísticas
o políticas, surge un ambiente
en el que es importante
aprender del respeto
frente al otro, con el fin
de comprender y valorar
la opinión, sobre todo
en una etapa que forma
a futuros profesionales.
Frente a esto, Eliette
Aqueveque, quien es
psicóloga, comentó que
“mientras se es más pequeño
y se esté más expuesto
a relacionarse con
distintos estilos de vida y
creencias, se puede trabajar
mejor el respeto y la
tolerancia para personas
que son distintas a uno”.
Sin embargo, en la
etapa universitaria muchos
llegan con una opinión
ya formada, por
tanto es importante que
el ambiente esté preparado
para enfrentar las
diversas confrontaciones
que puedan surgir.
“Calculando que en
primero de la universidad
llegan todos con 18 años,
es importante que los profesores
estén empapados
en conceptos de valor,
como el respeto, para que
lo puedan entregar como
ejemplo. Desde ahí se podría
pensar en que una
universidad sea un centro
de enseñar este tipo de valor”,
agregó la psicóloga.
Es así que la convivencia
es una responsabilidad
de los grupos
que conviven cada día
en las casas de estudio,
como también de los docentes
y profesionales que
enseñan, ya que la tolerancia
es tarea de todos.
Es importante que los profesores estén preparados para fomentar los
valores de respeto y tolerancia en las aulas. Fotografía por Valentina
Balboa T.
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