Barra libre Interesante es el tema de los menores como pasajeros en las bicicletas e incluso la proliferación de remolques para llevar menores. La norma es muy clara, solo se puede llevar pasajeros hasta los siete años de edad en sillas homologadas y nunca entre los mandos de la bicicleta y el conductor. Es decir, tiene que ir detrás del conductor. Con respecto a los remolques, la ley es muy clara y las bicicletas pueden llevar remolque sólo de día y en condiciones que no disminuyan la visibilidad, nunca llevar personas en su interior sino cosas. Aquí también choca con ordenanzas municipales que han permitido en las zonas urbanas su uso. Pero en zonas interurbanas está prohibido. Recordar a los ciclistas que están sujetos a las normativas del Reglamento general de Circulación y pueden ser denunciados por aquellas infracciones que cometan, por ello deberán respetar escrupulosamente todas las normas establecidas para poder circular por vías públicas. Dichas normas se establecen por el principio fundamental de las seguridad de todos los usuarios de las mismas, y el control coercitivo de las denuncias sirve para subsanar las conductas irregulares de los usuarios. Todos debemos cumplir escrupulosamente con las normas, aunque choquen con la lógica personal de algunos ciclistas, y su propia comodidad de circular por zonas en vez de hacerlo por aquellas a las que les obliga la ley. Todo con el fin de respetar a todos los demás usuarios que circulan por sus vías correspondientes, estando estos últimos obligados también a respetar las correspondientes normas, que les obliga la ley, para preservar la “Todos los ciclistas están sujetos a las normativas del reglamento general de circulación” seguridad de los ciclistas. Para ello su correspondiente permiso o licencia de conducción les acredita que conocen dichas normas. Como usuario de la vía me gustaría hacer la siguiente reflexión sobre el día a día de los ciclistas en nuestras carreteras. Soy partidario de limitar la circulación de ciclistas en determinadas vías (a parte de las prohibidas actualmente como son las autopistas y algunas autovías) y crear una licencia de conducción para ciclistas que acredite que conocen las normas de las vías públicas. Suena fuerte pero, en mi opinión, la seguridad está por encima del ansia del ciclista de practicar su deporte. La razón es muy sencilla, hay multitud de vías en las que la inexistencia del arcén practicable, la densidad de tráfico, la propia configuración que limita la visibilidad por sus múltiples curvas, vías estrechas, etc., que hacen que compartir ese espacio con los ciclistas implica un riesgo muy importante para ellos, como uno de los eslabones más débiles de la carretera. Ello unido a las constantes infracciones de los vehículos a motor al no respetar las distancias de seguridad en los adelantamientos, sumado al desconocimiento de los ciclistas de cuándo pueden circular en fila de a dos, saltarse stop, semáforos, circular con auriculares, etc., hace que se produzcan muchas infracciones y accidentes que han creado una alarma social. Puede llegar el día que si no se toman medidas contundentes, ese deporte de linces (un animal robusto pero grácil a la vez, con patas fuertes), se convierta en un deporte de ratones dando vueltas a un velódromo una y otra vez.
#uno coma cinco metros Barra libre