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Entrelíneas 60

Publicación semanal elaborada por los estudiantes de la asignatura de Producción de Contenidos en Tiempo Real de la Carrera de Periodismo (Universidad de Concepción, Chile).

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23<br />

Blackwater Park: Una fusión de lo<br />

extremo y lo clásico<br />

por alonso benavente p.<br />

Portada del disco. Fotografía gentileza de Columbia Record.<br />

For Crying Out Loud, diversión sin<br />

profundidad artística<br />

por marcela monje m.<br />

En marzo de 2017, Serge Pizzorno, guitarrista y compositor<br />

de la banda, afirmaba que el próximo trabajo de<br />

Kasabian traía de vuelta las guitarras olvidadas en su<br />

experimento electrónico de 2014, 48:13. El resultado<br />

de seis apresuradas semanas de trabajo fue un disco con himnos<br />

de festival que tienen un impacto inmediato, pero que no logran<br />

calar más hondo.<br />

El cuarteto de Leicester siempre se ha mostrado poco serio<br />

dentro del negocio de la música. Sin embargo, pese a no ser<br />

grandes letristas y la constante crítica a su falta de creatividad,<br />

han logrado consolidarse en la escena del rock británico creando<br />

un estilo particular con notoria influencia de bandas como Primal<br />

Scream y Oasis.<br />

En sus cinco discos anteriores, Kasabian ha disfrutado de<br />

crear grandes éxitos y en cada uno de ellos han experimentado<br />

diferentes estilos. Su sexto álbum, For Crying Out Loud, es<br />

directo, poco pulido y lleno de energía pero no logra salir de su<br />

zona de comodidad.<br />

Si hay algo que los caracteriza, es tener grandes canciones en<br />

cada uno de sus álbumes. En este caso, se ve representado con<br />

Are You Looking for Action?, una pieza de más de ocho minutos<br />

con un onda setentera que explora el disco y el synthrock, en la<br />

que se puede notar el espíritu de Bobby Gillespie (vocalista de<br />

Primal Scream).<br />

Su primer single, You’re In Love With a Psycho, es contagioso<br />

y tiene toques de guitarra que nos recuerda un poco a los<br />

primeros trabajos realizados por el grupo. Si bien la canción no<br />

se encuentra a la altura de sus otros éxitos, logra el propósito de<br />

captar la atención con su contagioso coro.<br />

Su tema de apertura, Ill Ray (The King), sigue la lógica festivalera<br />

y fresca. De la misma forma lo hacen Comeback Kid<br />

o Twentyfourseven, temas audaces y rápidos que tienen como<br />

intención hacerte saltar hasta no dar más.<br />

La segunda parte del disco mejora notoriamente. En Sixteen<br />

Blocks, experimentan con toques psicodélicos y una base de hip<br />

hop bastante rescatable. Se ponen lentos e íntimos en The Party<br />

Never Ends y sueltan todo el sonido de alegría en Bless This Acid<br />

House, tema que Pizzorno reconoce como su favorito.<br />

Los doce cortes del disco siguen sonando como Kasabian<br />

pero han perdido el factor sorpresa. A diferencia de su álbum<br />

Velociraptor (su mejor trabajo), esta entrega se escucha con indiferencia<br />

y se olvida fácilmente. Puede que su sonido o guitarras<br />

no repercutan en el futuro del britrock o no sean reproducidos<br />

por otras bandas, pero todavía pueden hacerte saltar y gritar, algo<br />

que pocos artistas tienen la capacidad de hacer.<br />

El día 27 de febrero del año 2001 se editó Blackwater<br />

Park, quinto álbum de estudio de la banda de death metal<br />

progresivo sueca Opeth. Este disco marcó un hito dentro<br />

de la industria de la música extrema al fusionar estilos<br />

bastante diferentes.<br />

Durante más de sesenta minutos el trabajo entrega una propuesta<br />

que lleva al escucha a sentir la agresividad y la violencia que<br />

proporciona el death metal con elementos del rock progresivo, los<br />

cuales se entrelazan en una composición bastante compleja, pero<br />

muy bien ejecutada.<br />

El álbum comienza con The Lepper Affinity, pieza de más de<br />

diez minutos que inicia con agresivos arreglos de guitarra ejecutados<br />

por Peter Lindgren y Mikael Åkerfeldt junto a las feroces baterías<br />

de Martín López. Estos elementos llegan a su clímax cuando<br />

entra la poderosa voz gutural de Åkerfeldt en la canción.<br />

En segundo lugar, aparece Bleak, la cual es una pieza que fusiona<br />

la distorsión de las guitarras junto a dos tipos de voces, por una<br />

parte las voz guturales de Åkerfeldt y, por otra, las voz limpia del<br />

músico invitado y productor del álbum: Steven Wilson.<br />

A continuación prosigue Harvest, canción que se caracteriza por<br />

ser la única pieza del álbum que posee únicamente voces limpias.<br />

En la presente pieza se evidencian los excelentes arreglos en la<br />

batería de López fusionados perfectamente con los bajos de Martín<br />

Méndez y la guitarra electroacústica de Åkerfeldt.<br />

Sin embargo, es en The Drapery Falls donde la fusión del rock<br />

progresivo y el death metal encuentra su punto de equilibrio. La<br />

canción comienza con guitarras acústicas que se entremezclan casi<br />

al unísono con guitarras distorsionadas, pesadas baterías y precisos<br />

arreglos de bajo que, posteriormente, llevan al escucha por paisajes<br />

musicales que van desde lo sombrío a lo más claro y en donde se<br />

entrelazan de manera perfecta las voces limpias y guturales por<br />

parte de Åkerfeldt.<br />

Dirge For November, The Funeral Portrait y Patterns In The<br />

Ivy son piezas que respectivamente llevan a quien escucha por<br />

paisajes mucho más melancólicos y depresivos, lo que genera un<br />

ambiente mucho más nostálgico compuesto principalmente por la<br />

fusión de elementos de la música ambiental con el jazz y el death<br />

metal.<br />

La homónima Blackwater Park es la canción encargada de finalizar<br />

el disco. Con pesadas y distorsionadas guitarras propias del<br />

death metal, Blackwater Park es la única pieza del álbum que posee<br />

exclusivamente voces guturales. Agresivos arreglos de bajo y<br />

teclados ambientales a lo largo de doce minutos se nos presenta la<br />

culminación de una mezcla bastante peculiar.<br />

Blackwater Park es, sin duda, un álbum que rompió con los<br />

esquemas de la música contemporánea, gracias a las diversas influencias<br />

de la banda este álbum permitió romper las barreras de lo<br />

establecido en la música, hecho que demostró que la línea entre lo<br />

sutil y lo extremo es más delgada de lo que parece.<br />

Portada del álbum Blackwater Park de Opeth. Fotografía gentileza de<br />

Music For Nations.

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