You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
RAFAEL GARCÍA HERREROS<br />
hasta la choza del enfermo. El anciano lo esperaba de<br />
veras. Cuando lo vio entrar, le dijo con voz cascada:<br />
––<br />
¡Dios te bendiga, amigo!... ¿Cogiste otra vez del<br />
mismo pescado de ayer?<br />
––<br />
Del mismo, contestó el marinero. Parece que fuera<br />
el hermano. Pero estoy tan feliz, que no sé si el<br />
untarme sus hígados me pueda hacer más dichoso.<br />
––<br />
Óyeme, joven, le dijo con voz solemne el anciano.<br />
Te voy a confiar un secreto, el único que existe para<br />
ser feliz. Por él has empezado a serlo desde ayer: el<br />
remedio para ser feliz no lo hallarás en ningún mar<br />
de la Tierra... Ese secreto hay que irlo a pescar en el<br />
océano del alma; lanza tus redes allá y saca bondad,<br />
saca amor y da a los hombres y serás feliz.<br />
Ayer empezaste a serlo, cuando hiciste caridad con<br />
nosotros. Si quieres ser feliz, haz feliz a otros.<br />
Yo he corrido mucho en la vida y en tanto rodar,<br />
he llorado mucho y he aprendido mucho. Te lo<br />
digo como un secreto de pocos conocido: la única<br />
felicidad en esta vida se halla en hacer el bien. Por<br />
eso hay tantos ricos que no son felices... No busques<br />
la felicidad en las entrañas de ningún pez: búscala<br />
en tus propias entrañas.<br />
Está anocheciendo... A lo lejos la ciudad encantada<br />
aparece, con sus puertas y con sus bastiones, con sus<br />
murallas y con sus castillos, hecha un ascua al sol de la<br />
tarde. El mar está en calma. Sobre sus olas de plata, se<br />
desliza la barca del arponero, que vuelve de la choza del<br />
138