revista26

Monos en el Monte Popa
Ceremonia de ingreso en el monasterio
con un virtuosismo difícilmente igualable, se graban en nuestra memoria
y nos animamos a dejarnos esparcir esta crema artesanal hecha con
la corteza triturada del árbol del mismo nombre, muy común en el país
y de color amarillo -sagrado para el budismo- mezclada con aceite,
despertando sonrisas cómplices.
La visita al Mercado del Jade (21) nos evoca recuerdos lejanos de
Wall Street, con multitud de transacciones. Las linternas para valorar la
pureza del jade no paran de moverse y unos y otros cuentan billetes a
velocidad de vértigo.
La oportunidad de asistir a la fiesta popular que las familias celebran
cuando sus hijas pequeñas ingresan en el monasterio o la coincidencia
con una pareja de novios, (22) nuevamente vestidos de amarillo, en su
boda nos hace sentirnos afortunados.
Porque Myanmar, es más que
budismo y pagodas, es más que
paisajes, es más que historia, es
más que puentes…. Es su gente, la
que cuando recordamos el viaje
despierta en nosotros el deseo de
ldo mejor para su futuro.
37 ic Junio 2018