A la Inversa Septiembre 2018

Es ahí a donde queremos llevarlo, fuera de los marcos comunes,
inundando los espacios en los que nos movemos, los espacios en
donde le hemos permitido al miedo imperar. El arte en las calles, más
que una expresión artística decorativa, representa esa transgresión;
es también ahí donde debe ser un medio de interlocución, de
interacción social, de apropiación del espacio y en casos más
desesperados, una petición de atención, un grito de ayuda.
En México durante el 2017, 1844 mujeres fueron asesinadas según
datos oficiales, aunque las cifras pueden ser mayores debido a los
casos que no se denunciaron frente a las autoridades. En Jalisco se
contabilizaron 104 casos clasificados bajo el término de feminicidio -
crímenes de género con violencia y asesinato prevenible -, de los
cuales se encuentran al alza casos de menores de edad. Las
evidencias son públicas, se han creado instituciones que buscan
decrecer los casos de asesinatos, desapariciones, secuestros y
violencia. Salimos a las calles, pedimos ayuda a través de los
recursos que tenemos para que no se olviden las víctimas, pero
también para que las autoridades se den cuenta de que no las
vamos a olvidar.
Es por eso que buscamos por medio del arte mostrarle a la gente
otra forma de ver al otro, antes de que la violencia sea un elemento
socialmente aceptado, naturalizado y asimilado bajo términos de
normalidad. Proyectos como Quiero seguir viva, son una invitación
abierta para voltear a ver los problemas que hemos generado, para
darnos cuenta de que aún no es tarde para cambiar, pero sobre
todo para mejorar por nosotros mismos.
Es por esto que por medio de la fotografía queremos que ellas digan
lo que anhelan, lo que las hace únicas; que se sigan permitiendo
hablar por las que todavía no están listas, por las que temen levantar
la voz o por las que han sido acalladas. Queremos abrir una ventana
para que puedan reconocerse y aplaudirse como mujeres. La idea
de sonreír es para invitar a más personas a formar parte de un
cambio de visión, sin olvidar a las que por nuestras fallas han dejado
de hacerlo.
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