EmprendeGuía Septiembre No 14

PREGUNTAS Y
EVASIVAS
Recomendaciones para elegir
un buen socio para tu empresa
Antes de dar inicio y emprender es importante
reflexionar si puedes hacerlo
solo o necesitas caminar acompañado
de alguien. Si tu decisión es asociarte,
resulta fundamental un acuerdo previo
que defina todos los aspectos que guiarán
tu empresa y su operación.
Fíjate que hay temores y miedos que
forman parte de lo que los expertos llaman
el vértigo inicial que acecha a todos
y en especial a las personas que
están incursionando al ecosistema emprendedor.
Sobre todo, si el nuevo emprendedor
ha dejado atrás la seguridad
de un trabajo. Sin embargo, quienes
atesoran más experiencia son más proclives
a minimizar el acompañamiento,
si te encuentras en esta disyuntiva es
fundamental pensar con calma por qué
necesitas un compañero y, si es así,
cómo debe ser.
Ten en cuenta que hay dos tipos de socios:
el capitalista, que aporta dinero,
pero casi no interfiere en el día a día
de la empresa, y el que además de invertir
capital trabaja en el negocio. Obviamente,
al que hay que prestar más
atención es al segundo, porque va a
formar parte de todo el desarrollo y consolidación
del proyecto. Para que una
asociación funcione debe haber diversidad
de talentos. Si no hay variedad,
no sólo no se suma, sino que se resta,
y las relaciones personales se acaban
deteriorando.
¿Cómo elegir un socio?
Uno de los errores más comunes es querer
invitar porque sí a conocidos, familiares y
amigos sin tener en cuenta si pueden aportar
valor a la empresa. No hay que olvidar
que “un socio es un recurso más. Pero además
éste tiene dos salvedades: es el más
caro de todos los recursos (se remunera
con acciones) y es un bien que puede llegar
a paralizar nuestra actividad”. Recuerda
que “vas a trabajar codo con codo y que hay
que marcarse y compartir metas comunes.
Por tanto, es esencial conocer los antecedentes
de nuestro socio, sobre todo que no
tenga problemas financieros que puedan
dificultar el acceso al crédito”.
Cualidades que debe tener el compañero
de viaje ideal: Conoce su escala
de valores. Es mejor un socio mediocre
cuyos principios estén alineados con
los tuyos que un tipo brillante sin escrúpulos.
¿Cómo se averigua esto? Hablando,
y no de negocios precisamente.
Si vas a compartir la dirección de una
empresa tienes que conocerle como
persona. Charla con él sobre qué espera
de la vida, qué es importante para él,
con qué sueña, qué detesta... Una relación
estable entre socios requiere responsabilidad,
generosidad y confianza.
Complementariedad. Es fundamental
que tu futuro socio no sea una persona
con un carácter demasiado parecido al
tuyo. Se ha comprobado que las empresas
de dos socios que han prosperado
estaban compuestas por personas de
caracteres distintos pero complementarios.
El éxito de una misión depende
no tanto de las capacidades técnicas de
sus miembros como de la afinidad entre
ellos.
Uno de los errores más comunes
es querer invitar porque sí a
conocidos, familiares y amigos,
sin tener en cuenta si pueden
aportar valor a la empresa.
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