DXTmotor No. 17

Tan rústico como aparece a simple vista, este
camino significó el acto más prometedor para
un pueblo al que únicamente se podía llegar a
pie, pasando un valle rodeado de montañas y
una vertiginosa escalara de piedra. Sin siquiera
comunicación con el exterior, el pueblo de
Guoliang estaba condenado al olvido. Pese a ello,
el gobierno chino de aquel entonces, decidió
que no merecía la pena construir una carretera de
varios millones de Yuanes para una población que
no llegaba ni al los 300 habitantes.
La situación de Guoliang cambió para bien en
el año 1972. Ante el inhóspito panorama que se
abría ante ellos, los desesperados campesinos
locales decidieron enviar a trece de sus hombres
más fuertes a agujerear la montaña.
Durante cinco años, los aldeanos cavaron para
abrir el túnel. Las ventanas naturales que se ven a
lo largo del túnel se hicieron para arrojar al vacío
la tierra que iban sacando. El trabajo no solo
fue duro sino también peligroso, ya que varios
trabajadores murieron durante la construcción. A
pesar de todos los contratiempos la construcción
del túnel fue un completo éxito.
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