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Icr.: Papeles como el de Doña Dolores dan<br />
paso quizás a una etapa de personajes más<br />
maduros, ¿crees que las actrices españolas<br />
pasada cierta edad, estáis bien valoradas<br />
dentro de la industria cinematográfica?<br />
R.M.: No, estamos olvidadas. Hay pocos<br />
personajes y no suelen ser muy interesantes<br />
ya que están a merced de los personajes<br />
masculinos. Algunos, por supuesto,<br />
son excepción a esta norma,<br />
pero no son muchos. Espero<br />
que con la entrada<br />
de más mujeres<br />
directoras, guionistas<br />
y productoras, el<br />
cuento cambie.<br />
Por suerte siempre<br />
quedará el teatro<br />
para contar historias<br />
femeninas interesantes.<br />
Icr.: Tras interpretar este papel<br />
en el que la mujer está claramente<br />
subordinada por su marido, ¿te has sentido<br />
cómoda haciéndolo, sobre todo ahora que el<br />
feminismo está más en auge que nunca?<br />
R.M.: Pues la verdad es que sí. Al principio me<br />
costó mucho ya que mi cuerpo no entendía<br />
cómo se actúa un peldaño por debajo del<br />
hombre. Pero una vez que entendí que ese era<br />
mi papel y mi personaje no se lo cuestionaba,<br />
lo disfruté. Yo en el escenario no peleo con<br />
estas cosas. Cuento la historia que me toque<br />
contar y punto.<br />
Eso sí, cuando me bajo de escena, soy una<br />
mujer luchadora más. Queda aún mucha<br />
guerra.<br />
Desde luego, en Icruceros no quitaremos<br />
ojo a los proyectos de esta gran actriz<br />
que no para de trabajar. ¡Te deseamos<br />
muchísima suerte en todo lo que hagas,<br />
Rocío!