Música Clásica 3.0 Nº7

¿Cómo comienza la aventura
de 30 años de Según
pasan los temas?
El programa empezó en radio
municipal, y desde el
principio fue una propuesta
diferente dentro de la música
clásica. Recuerdo que hice
un esfuerzo enorme para
que me dieran un teléfono
al cual la gente pudiese comunicarse.
Lo que yo quería
era hablar, que la gente me
entendiera y que también
opinara. De alguna forma
Radio Nacional Clásica es la
extensión de esa propuesta.
Hoy somos un equipo que
elabora decisiones en conjunto,
conformado por cinco
programadores musicales,
cuatro productores y yo que
soy el director.
¿Cómo surge tu afán de
comunicar y de hacer los
contenidos de la radio accesibles
a todo el público?
Yo tenía un gran profesor en
la Universidad de Tel Aviv
que nos propuso hacer un
trabajo de investigación. A
partir de un mismo tema,
uno tenía que escribir un
artículo para una revista de
musicología, una conferencia
en una universidad para
todo público, y luego organizar
el mismo material para un
programa de radio. Eso a mí
me cambió la vida.
Tu programa juega con
distintas temáticas, y
también distintos géneros
¿Cómo te animaste a
la mezcla de músicas?
En 1989 yo pensé en un programa
sobre momentos del
día, en ese entonces incluí
en la transmisión: la Sinfonía
La mañana de Haydn, el
tango Una noche de Garufa,
a la gran etnomusicóloga
Irma Ruiz le pedí que me
facilite música ceremonial
nocturna de un pueblo originario
de Argentina. Todo
eso lo puse en 45 minutos,
o sea que de entrada el programa
se perfiló ecléctico.
Muchas cosas se mantienen
igual a través del
tiempo ¿Qué cosas cambiaron?
El primer gran cambio ocurrió
cuando nos facilitaron
el teléfono para que se comunique
la gente, luego
empezamos con el acertijo
musical. Me mudé en el
año 94 a la Radio Clásica,
que no existe más, estaba
en diagonal Norte y Florida.
Logré también que me
pusieran un teléfono, era la
única condición que pedía.
Teníamos dos teléfonos y
200 llamados en 2 horas de
programa. Seguimos con los
acertijos, pero le sumamos
los premios. También introduje
el intermedio, que eran
programas de historia de la
música. Ahí explicaba qué es
una sonata, qué es una aria,
etc. Era un micro de 25 minutos,
que después devino en
historias y anécdotas al final
de la transmisión.
Y la tecnología también
cambió. Muchas personas
escuchan los programas
por podcast.
Sí. En otro momento no teníamos
las posibilidades
que da internet. Hoy tengo
gente que escucha desde
Israel, desde Estados Unidos.
Pero hay que tener en
cuenta que este es un programa
en vivo que requiere
cierta actualidad con los
acertijos, los comentarios
y lo que ocurre sobre la actualidad
Argentina.
Como musicólogo vos escribís
sobre tango. Digamos
que en tu profesión
te dedicás tanto a las músicas
populares como a
las académicas ¿Este tipo
de divisiones de géneros
te resulta útil a la hora de
programar?
Yo creo que las músicas artísticas
de otras tradiciones
tienen que tener otra aceptación
dentro de la música clásica.
Por el día de la primavera,
o el día de los inocentes,
pongo, por ejemplo, cumbia
o me voy a buscar alguna
obra “rara” dentro de la tradición
clásica. En la radio hay
programas específicamente
abiertos a otras músicas, y
conviven perfectamente con
la clásica. Por ejemplo en Divertimento
de sábado por la
noche la extraña es la música
clásica y los oyentes no se
quejan. Bueno, a veces hay
prejuicios pero después de
que pasan uno o dos años se
acostumbran (risas)
¿Cuál es tu visión de lo
que debe ser Radio Nacional
Clásica?
Esta es una radio pública,
por lo tanto es distinta a la
privada, donde los dueños
son los que condicionan
qué se va a pasar. Esta es
una radio muy democrática
y abierta, mi oyente ideal es
musicaclasicaba.com.ar | Julio 2019 | Revista Música Clásica 3.0 | 15