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ideas<br />
8 Domingo 21 de julio de 2 019 Página SIETE<br />
Awqa Pacha<br />
Crimen ambiental perpetrado<br />
por el régimen<br />
l El incremento del hato ganadero implica la pérdida de hábitats naturales, la fragmentación<br />
de los ecosistemas y la disminución en la productividad de los suelos.<br />
José Luis<br />
S a ave d ra<br />
Pro fe s o r<br />
u n i ve rs i ta r i o<br />
“¿Qué<br />
implica el<br />
incremento<br />
del hato ganadero?,<br />
las<br />
consecuen -<br />
cias del estableci<br />
-<br />
miento de<br />
la ganadería<br />
en el territorio<br />
boliviano<br />
tiene<br />
un alto<br />
costo ambiental<br />
”.<br />
Dedicado a mis amigas candidatas<br />
Cecilia Requena y Cecilia<br />
Moyov iri<br />
Si bien nuestra Constitución<br />
Política del Estado<br />
no habla de crimen ambiental,<br />
sí se refiere a los<br />
daños ambientales (artículo<br />
345.3), a los daños que se ocasionen<br />
al medio ambiente, a los<br />
efectos nocivos al medio ambiente<br />
y a las actividades de impacto<br />
sobre el medio ambiente<br />
(Art. 347.I y II). Y, lo más importante,<br />
también se habla de los<br />
delitos ambientales, más específicamente<br />
de “la imprescriptibilidad<br />
de los delitos ambientales”<br />
(Art. 347.I).<br />
Y es esta figura de los delitos<br />
ambientales la que nos permite<br />
hablar, con propiedad, de crímenes<br />
ambientales, además de retomar<br />
la interesante y pertinente<br />
propuesta referida por Lucía Villa,<br />
en el sentido que “los delitos<br />
ambientales podrán ser juzgados<br />
como crímenes contra la humanidad”<br />
(El País, 21 septiembre<br />
2016). ¿Qué implica esta proposición?,<br />
que los gobiernos o individuos<br />
responsables de delitos<br />
contra el medio ambiente, el<br />
acaparamiento de tierras o la explotación<br />
ilegal de los recursos<br />
naturales podrán ser, a partir de<br />
ahora, perseguidos y juzgados<br />
por la legislación internacional.<br />
La Corte Penal Internacional,<br />
el tribunal internacional permanente<br />
encargado de juzgar casos<br />
de crímenes de agresión, de guerra,<br />
de lesa humanidad y genocidio,<br />
ha incluido estos nuevos criterios<br />
entre los delitos de su competencia.<br />
Aunque la iniciativa no<br />
supone una extensión formal de<br />
la jurisdicción de la Corte, sí abre<br />
la puerta a que los delitos contra<br />
la naturaleza, que tienen consecuencias<br />
directas sobre la vida de<br />
los pueblos indígenas y comunidades<br />
campesinas, puedan ser<br />
considerados también como crímenes<br />
contra la humanidad.<br />
¿Y de qué crimen ambiental vamos<br />
a hablar en este artículo?,<br />
del que el presidente Evo promulgó<br />
el pasado reciente 9 de julio<br />
de 2019 en Trinidad, Beni, el<br />
Decreto Supremo (DS) 3973, que<br />
modifica el artículo 5 del DS<br />
26075 para el desmonte de bosques:<br />
“Se autoriza el desmonte<br />
para actividades agropecuarias<br />
en tierras privadas y comunitarias<br />
que se enmarquen en el manejo<br />
integral sustentable de bosques<br />
y tierra”, o“tala controlada”en<br />
los departamentos de Beni<br />
y Santa Cruz (“en ambos departamentos<br />
se permite la quema<br />
controlada”), con el fin de<br />
beneficiar –cuándo no–al sector<br />
ganadero (cfr. “Gobierno autoriza<br />
desmonte de bosques para incrementar<br />
la producción ganad<br />
e ra ”, Página Siete Digital, 9 julio<br />
2019).<br />
La idea medular del DS 3973,<br />
promulgado en la sede de la Federación<br />
de Ganaderos de Beni<br />
(Fegabeni), es pues ampliar y exportar<br />
la producción de ganado<br />
vacuno. ¿Y cuáles son las consecuencias<br />
de esta graciosa concesión<br />
a la oligarquía agropecuaria?,<br />
son diversas y muy complejas<br />
y, por los límites estrictos del<br />
presente artículo, vamos a circunscribirnos<br />
a señalar los dos<br />
más graves efectos emergentes<br />
de la deforestación para aumentar<br />
la producción de ganado.<br />
Primera consecuencia, no<br />
existe ni la más mínima coherencia<br />
respecto a cómo el desmonte<br />
y/o deforestación de tierras de<br />
producción forestal puede ser<br />
parte del “manejo integral sust<br />
e n t a b l e” del bosque. De igual<br />
manera, para el desmonte se<br />
consideran a las tierras privadas<br />
y también (¡ojo!) a las tierras comunitarias<br />
(léase comunidades,<br />
pueblos y territorios indígena<br />
originario campesinos), que tienen<br />
un distinto tratamiento legal<br />
dado el derecho colectivo<br />
Ab e c o r<br />
(Art. 30 de la Constitución) que<br />
les caracteriza.<br />
La autorización del Gobierno<br />
para la ampliación de las áreas de<br />
producción del sector ganadero<br />
del departamento de Beni legaliza<br />
pues la deforestación (quema y tala)<br />
de los bosques y la inminente<br />
destrucción de la Amazonia (cuyas<br />
tierras tienen una vocación forestal,<br />
no ganadera ni agrícola) y<br />
que además sólo va a servir para la<br />
producción de carne destinada a<br />
la exportación a China.<br />
La modificación del DS 26075<br />
es, por tanto, una manera fácil de<br />
legalizar la deforestación en Beni y<br />
Santa Cruz y que –de acuerdo con<br />
Carmelo Peralta– va a provocar<br />
graves problemas socioambientales,<br />
tales como la degradación de<br />
la tierra, riesgos ante el cambio climático,<br />
contaminación del agua,<br />
pérdida de biodiversidad, vulnerabilidad<br />
socio-económica de la<br />
población, pobreza e inseguridad<br />
alimentaria, necesidades básicas<br />
insatisfechas, etcétera.<br />
Por si esto fuera poco, los epidemiólogos<br />
del Ministerio de Salud<br />
sospechan que las ratas que contagiaron<br />
el mortal arenavirus están<br />
migrando a las zonas más altas<br />
desde los llanos orientales debido<br />
precisamente a la deforestación y<br />
el cambio climático.<br />
Según Jhemis Molina, director<br />
de la Unidad de Epidemiología<br />
del Ministerio de Salud, “po -<br />
dríamos decir que varios factores<br />
están propiciando la migración<br />
de estos roedores a otros territorios:<br />
la deforestación y el calentamiento<br />
global”(ANF, 13 julio<br />
2019).<br />
Segunda consecuencia, el DS<br />
3973 abre el candado para que la<br />
ganadería se expanda por la demanda<br />
actual de carne para el<br />
mercado de la China. Recordemos,<br />
además, que previo a la promulgación<br />
de este DS, el presidente<br />
Evo ya oficializó el aval de<br />
exportación de carne de res a<br />
China (cfr. “Morales anuncia<br />
acuerdo de exportación de carne<br />
boliviana a China”, La Razón Digital,<br />
24 abril 2019).<br />
¿Qué implica el incremento del<br />
hato ganadero?, las consecuencias<br />
del establecimiento de la ganadería<br />
en el territorio boliviano tiene<br />
un alto costo ambiental, por razones<br />
de espacio, sólo vamos a enunciar<br />
algunos efectos: la pérdida de<br />
hábitats naturales, la fragmentación<br />
de los ecosistemas y la disminución<br />
en la productividad de los<br />
suelos, se cuentan dentro de las<br />
consecuencias del modelo ganadero<br />
que actualmente prospera en<br />
el país.<br />
Valgan, pues, estas breves reflexiones<br />
como antecedentes para<br />
demandar al régimen MASista<br />
ante la Corte Penal Internacional<br />
por los múltiples crímenes ambientales,<br />
impunemente, perpetrados<br />
durante más de 13 años de<br />
gestión gubernamental.